Agarrando con cuidado a su pequeña mascota, la dejo libre por su habitación, el cual se había convertido en su taller, estaba lleno de algunos apuntes y papeles botados en todas partes, sin embargo, no la soltó por algo tan simple como para que paseara y saliera de su jaula, sino porque quería deshacerse de los asquerosos gusanos que se arrastraban en los lugares más oscuros.
Mirando a su mascota moverse entre los lugares más sombríos de su taller, salió de la habitación con el uniforme de su academia, era el último día de clases antes de pasar a las vacaciones que durarían un mes, para comenzar luego el nuevo año escolar.
Soltando un pequeño suspiro por el frio del invierno que se avecinaba, cerró los ojos dejando que sus pies lo guiaran a un lugar conocido, mientras caminaba se detuvo frente a una habitación con un pequeño dibujo, dando una sonrisa amorosa abrió la puerta dejando ver el brillo del sol desde la ventana de la habitación.
Al entrar se encontró mirando a su hermana aun dormida, no la molesto y solo se acomodó a su lado para verla dormir, con gentileza acaricio su cabello con cuidado de no despertarla, a pesar de tener una vida infernal, ambos se apoyaron mutuamente siendo el pilar de cada uno, la única fuente de consuelo y esperanza venia de una chica que amaba pasar su tiempo juntos.
-buenos días dormilona, cuanto más piensas fingir- soltando una risa se recostó a su lado cansado y feliz, mirando la habitación los recuerdos volvieron a su mente, el día que entro al pozo de gusanos, del cómo había logrado sobrevivir al primer día de entrenamiento, pero a la vez salvado por la mano que lo jalo fuera de esa oscuridad.
Los primeros días a pesar de ser muy dolorosos que en un momento deseo morir, incluso estuvo a punto de suicidarse, pero ver a su hermana en el infierno y ayudarlo fue algo que su mente juvenil no entendió, no sabía cómo alguien tan puro había logrado sobrevivir a tal infierno y todavía ser tan bondadosa como para ayudarlo.
Su mente entro en un caos total un día, cuando una pegunta llego a su cabeza ¿si muero, que será de ella? Molesto por tener esa idea busco más soluciones, pensó en matar a su hermana y así mismo para encontrar la paz, sin embargo, cuanto más tiempo pasaba con ella indeciso de seguir su plan dejo que los días se volvieran semanas, verla ser tan fuerte como para resistir el dolor y ver la felicidad en un mundo tan oscuro deseo algo codicioso.
-buenos días nii san, porque sonríes- levantándose de la cama, con su pijama de un oso panda, miro sonrojada a su hermano que no pudo evitar reírse por la ropa que tenía –creí que no usarías más esas pijamas que te compre, parece que aun te entra- con una burla se levantó de la cama mirando la ventana y como un insecto volaba cerca.
-será mejor que te alistes, no debemos faltar a nuestro último día de clases- mostrando un tono de voz más disgustado cerro la ventana, dándose la vuelta miro a su hermana que miraba la ventana con unos ojos cansados –sabes Sakura, nuestro viaje de fin de curso no nos esperara, será mejor que te prepares rápido- agarrando la mano de su hermana ayudándole a levantar.
-estas feliz por este viaje nii san- Sakura devolvió la sonrisa avergonzada de seguir agarrado de la mano –claro que lo estoy, no me importaría irme de esta ciudad o continente si tuviera la posibilidad, pero al menos podemos divertirnos en un viaje escolar-
-sabes que el viaje durara apenas una semana-
-lose, pero cada momento lejos de este sitio es mejor, así que apúrate Sakura-
Sakura después de cambiar su pijama a su uniforme escolar de color negro, salió de su habitación con una leve mueca, ver los pasillos de esa mansión le daba asco, imaginando como saldrían gusanos de las paredes y la sumergieran en ese pozo de gusanos.
Pero esta vez se mantuvo firme y decidida, con gran determinación en su corazón corrió por los pasillos, llegando rápidamente al comedor donde un desayuno simple le esperaba –Sakura llegaste justo a tiempo, hay que darnos prisa- Shiro saco unas botellas de jugo que tenía guardado en su mochila, entregando uno a su hermana.
Ella lo acepto y comenzaron a comer su desayuno, sentados juntos no se dijeron nada y continuaron comiendo notando como varios gusanos se movían por la ventana de la cocina.
El desayuno constaba de pan tostado, huevo y salchicha, algo simple que evitaría que tuvieran hambre hasta el mediodía, cuando terminaron de comer una voz se hizo presente –saben que su escuela abrirá en dos horas, además que su viaje comenzara en tres horas-
-preferiría morir congelado que pasar tiempo contigo- Shiro molesto respondió tomando todo el jugo de la botella, Sakura lo imito y ambos se levantaron de su asiento –me pregunto qué paso con el niño que se emocionó cuando le mostré un truco de magia- Zouken se burló de Shiro que le devolvió la mirada –no lo sé, talvez muerto en el sótano-
Agarrando la mano de Sakura, salieron del comedor lo más rápido posible con una maleta cada uno, al salir de la mansión de los Matou, el frio del invierno los saludo y estos avanzaron sin molestarse, al salir de la propiedad de la familia Matou, Shiro dejo salir un suspiro cansado –ese bastardo sí que me desespera-
-nii san estas bien- cerrando los ojos se calmó, volviendo a sonreír por su hermana –no te preocupes, cada vez es más fácil contenerlo- al decir sus palabras Sakura bajo la cabeza triste al saber a lo que se refería –no tienes que sufrir por mí-
-tonterías, eres mi hermana menor y como tu hermano mayor es mi deber protegerte- dando una sonrisa triunfadora caminaron más deprisa por la acera, caminando juntos, vieron como los arboles dejaban caer sus hojas, Sakura elevo la mirada y noto el cambio de las estaciones.
-sabes, aun pienso que este es un sueño- Sakura hablo en la fría mañana, donde caminaban directamente a la escuela.
¿Sueño?
-si, a veces pienso que despertare en el pozo de gusanos sola- soltando una risita nerviosa se dio la vuela evitando que la mirara a los ojos –sé que esto no puede ser considerado vida, pero que me estés acompañando en el sótano me hace un feliz, sé que es muy egoísta, pero-
Golpeando con un dedo la frente de Sakura agarro su mano dándole un beso, soltando su mano sujeto la maleta de Sakura –no seas tan emocional, tú significas lo mismo para mí, no puedo imaginarme un mundo sin tu apoyo Sakura-
Ambos hermanos sonrieron y se vieron a los ojos, siendo Sakura la más emocional que soltó algunas lágrimas –vamos no llores, me aras ver como un mal hermano si te hago llorar, mejor apurémonos que quiero tomar los asientos delanteros-
Así ambos hermanos se adelantaron y llegaron a la escuela Homurahara, como esperaron al llegar todo estaba vacío y con algunos rayos de sol calentando el ambiente –bueno Sakura, que te parece si nos sentamos por allá, quiero calentarme un poco- jalando a su hermana la llevo a una banca donde se acomodaron juntos y se cubrieron con una manta –recuerda Sakura, debemos comprar el almuerzo en la próxima parada, dudo que las tiendas abran a tiempo antes de nuestro viaje, pero por suerte traje algunos bocadillos-
-porque no cocinamos, así no tendríamos que preocuparnos por la comida- Sakura pensó en esa duda, después de tres meses del entrenamiento que recibió, Shiro se había negado a comer la comida servida por Zouken, comprando comidas ya preparadas de las tiendas a las afueras, fue extraño del cómo cambio drásticamente, pero solo siguió a su hermano.
-ahora que lo pienso nunca te lo dije verdad- Shiro tomo una bolsa que al abrirla se encontró con varios dulces de chocolate, extendiendo algunos a Sakura que los agarro con gusto –para empezar, no sabemos cocinar, nunca logramos aprender correctamente, recuerdas que evitamos unirnos al club de cocina, aun si supiéramos como cocinar no me gustaría usar los ingredientes que vengan de ese bastardo, no sabemos dónde pudieron estar o que estuvo con esos ingredientes-
Asintiendo a sus palabras Sakura se apoyó en el hombro de Shiro –como vas con tu enseñanza- sintiendo un temblor por parte de su hermano coloco una mano sobre su hombro –si te molesta no tienes que decirme- disgustado por pensar en ese entrenamiento y enseñanza miro a unos pocos estudiantes que llegaron a la academia –seguirás en el club de tiro con arco Sakura-
-sí, tengo algunas amigas y me gusta la tranquilidad del entorno, además que Mitsuzuri es una gran amiga, me pregunto por ti extendiendo la invitación al club-
-sabes que no tengo mucho tiempo libre después de la escuela, además que ya estoy en el club de lanza, tener la mente tranquila no es lo mío, te acuerdas la vez que prevé el arco, casi mato a alguien- soltando una risa le quito a Sakura un chocolate que estaba a punto de comer –escuche que algunas chicas se te habían declarado-
Mirándola con un ojo cerrado, le dio en su boca el pedazo de chocolate que sostenía –lo hicieron, pero como dije no tengo mucho tiempo- bajando la mirada a sus manos, se quedó pensativa al ver la mano de su hermano, el cual era muy diferente, este tenía varias cicatrices apenas notables por las ampollas en sus manos.
Las heridas del incendio le dejaron una marca en todo su cuerpo que nunca se quitaría, pero a la vez, tenía la cicatriz en el dedo de su hermano que la hizo ruborizarse –hermano, necesito un poco de sangre- Shiro entrecerró los ojos al escuchar sus palabras y miro a sus alrededores en busca de algo asqueroso, poniendo su atención en el exterior, no tardo en encontrar a un gusano que se arrastraba por la copa de un árbol.
El bastardo los había estado vigilando y sobre todo arruinando su viaje, cerró los ojos con cuidado concentrándose y agarrando con más fuerza a Sakura de su mano, logrando sentir la presencia del gusano que se arrastraba entre las hojas directo a un hueco del árbol.
Abriendo los ojos sonrió divertido, la presa va directo a su cazador, dejando ese pensamiento miro a su hermana que tenía las mejillas sonrojadas y con un leve jadeo, agarrando la manta, la elevo cubriendo su cuerpo completo, quedando ocultos al ojo público, entre la oscuridad de la manta, sujeto a Sakura de su barbilla y la elevo para conectar sus labios con los de su hermana, ese bastardo consumía el mana de su hermana cuando él no observaba y temía que una Sakura indefensa fuera la victima de los pervertidos, así que por lo menos le daría algo de su prana para calmar la sed de prana, hasta salir de la ciudad.
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Ayako Mitsuzuri líder del club de tiro con arco camino desde su casa a la academia, encontrándose con una amiga no madrugadora, en plena esquina con un abrigo rojo estaba Rin Tohsaka la chica más popular y lista de la academia –buenos días rin, parece que te levantaste más temprano que antes- la chica Rin desvió la mirada encontrándose con sus ojos –oh Ayako, que agradable visita, tú también vienes temprano-
-claro que no, es la hora normal que salgo, llegaremos justo a tiempo, dime Rin, estas emocionada por este viaje- encogiéndose de hombros Rin desecho el interés en su mirada –no tanto, es solo un simple viaje, no veo lo emocionante en viajar en pleno invierno, cuando podría estar en mi casa estudiando-
-vamos Rin no seas así, es buen momento para pasarla en grande con los amigos, sé que tú también estas emocionada por el viaje- Rin le devolvió la mirada antes de centrar su mirada en su camino –porque lo dices- Ayako sonrió triunfante –parece que llevas más cosas de la necesaria Rin-
Soltando una risa Ayako señalo a dos molestas más grandes que la pequeña maleta personal de Ayako, claro que no conto el bolso de Rin que tenía a un lado –ya que estaremos en un largo viaje, no me molestaría estudiar un poco-
Soltando un suspiro derrotado golpeo levemente el hombro de Rin –disfruta un poco de tu vida Rin, no queras desperdiciarla tu vida en estudiar- ambos continuaron su camino en silencio hasta llegar a la academia donde vieron a varios de sus amigos, mas amigos de Ayako que de Rin –parece que llegamos un poco antes de lo acordado, pero me sorprende que ya haya estudiantes-
-ya deberías saberlo, todos son unos vagos, cuando no hay clases llegan con su santa gana, pero cuando se trata de algún viaje o actividad que les guste, llegan temprano, incluso puedo jurar que algunos ya estaban aquí acampando-
-oh Saya que te trae aquí- Ayako divertida miro a otra compañera de clase y la autoproclamada rival de Rin Tohsaka –nada, solo curiosa de ver que Tohsaka esté aquí, pensé que te quedarías estudiando-
-Eso mismo te puedo preguntar Saya, que haces aquí, pensé que alguien de tu estatus estaría en una isla caribeña- moviendo su mano hacia el horizonte le dio la espalda a su supuesta rival –no tuve más opción, era venir aquí o venir aquí, mis padres pensaron que pasar un tiempo rodeada de amigos me sentaría mejor para socializar, aunque estoy feliz de no estar rodeada de tontos-
-cierto, escuche que el dueño de la idea y del viaje era parte de una compañía, que curiosamente esta al nombre de tu familia Saya- la chica se sonrojo de la vergüenza desviando la mirada a otro lado notando a un peliblanco cubrirse con la manta –miren que tenemos aquí, al parecer el príncipe de hielo está haciendo de las suyas-
Con la mirada señalo a Shiro cubierto por la manta –si no supiera que es un chico estudioso y dedicado, pensaría que es un patán que se aprovecha de las inocentes chicas que caen su red-
-al parecer llegaron temprano, creo que Sakura también vino- Ayako menciono viendo a la chica cubierta por la manta –aun cuando dicen ser hermanos, me parecen más a una pareja recién casada- Saya señalo con sus dedos golpeando su brazo –tienes razón, igual dude de sus palabras, pero ambos llevan el apellido Matou y aunque no se parezcan mucho, el apego que tienen es solo de hermanos-
-aun cuando no debo mencionar esto, al parecer ambos son adoptados, desconozco los detalles, pero sé que ambos son adoptados-
-no me digas que estuviste espiándolos Saya, parece que pasaste de delegada a una acosadora- Ayako se burló mientras que Saya se retiró del lugar con las mejillas sonrojadas, sin embargo, al ver a su amiga rin, esta no estaba a su lado y al voltear a los lados no la encontró, sola nuevamente sonrió divertida caminando a los hermanos Matou –que tenemos aquí- velozmente Ayako retiro la manta que los cubría, viendo a Shiro tomando un poco de té en de un termo, tanto Shiro y Sakura tenían una taza de té humeante en sus manos.
-quieres uno Ayako- Shiro pregunto con una sonrisa divertida, mientras que Sakura tenía las mejillas sonrojadas -está haciendo demasiado frio como para que una manta te proteja- Ayako miro a los dos hermanos, notando el sonrojo de Sakura, pero lo atribuyo del frio, encogiéndose de ambos se sentó al lado de Shiro agarrando la tasa de té –es invierno y estas rodeado de dos lindas chicas, que afortunado eres Shiro-
Ayako tomo un sorbo de té sonriendo al ver como Shiro alzaba una ceja –oh, acaso eso te incluye- con una ceja levantada Ayako golpeo el hombro de Shiro –sí que eres un idiota, un idiota muy musculoso- agitando se mano espero disminuir el dolor en su muñeca.
-tus brazos parecen rocas, aun no se me pasa el dolor- molesta tomo otro sorbo de té esperando calmar su dolor –vamos no tienes que ser tan exagerada, dime Ayako con quien estarás en el viaje- tomando un sorbo de se te acomodo al lado de Sakura donde apoyo su cabeza en su hombro, este dudando un poco miro a Sakura que estaba en trance tocándose los labios –Sakura, acaba tú te o se enfriara- al llamado de su nombre empezó a tartamudear y luego a tomar su te.
-ahora que lo dices, el viaje tendrá un sistema de sorteo- antes de continuar Shiro escupió su te sorprendido por eso –espera un momento, acaso no podíamos escoger a nuestros compañeros- Ayako negó con la cabeza mirando con lastima a Sakura –por lo que me entere de Issei, es que todo el colegio iría al viaje, los cursos se mesclarían, pero los compañeros serian puestos aleatoriamente, lo siento Sakura-
Soltando un suspiro, Shiro miro el árbol donde estaba el gusano, pero ahora no había nada –entonces como se ara los grupos de hombres y mujeres, dudo que los metan a todos en una habitación-
Pensativa Ayako trato de recordar algo más, pero no se le ocurrió algo –no lo sé, los que me avisaron fueron unos compañeros que estaban escuchando a escondidas, pero para el viaje serán compañeros aleatorios-
-que desgracia, yo pensé que podría vacacionar en familia- soltando un suspiro Shiro se derrumbó y cayó en el banco, Sakura bajo un poco la cabeza –no te preocupes nii san, hagamos lo mejor para disfrutar este viaje-
Soltando algunas lágrimas cómicas Shirou agarro su mano –eres un ángel- Ayako empezó a reírse de Sakura que tenía las mejillas sonrojadas –bueno muchachos, será mejor levantarnos, ya llegaron los buces-
Asintiendo con la cabeza, Shiro y Sakura se levantaron guardando la manta y el termo sacado de la nada, agarrando el termo en la mano, Shirou y Sakura se acercaron a las dos filas de estudiantes que se estaban formando.
-bueno chicos, el viaje tomara una semana y estaremos recorriendo una gran parte del país, por lo cual se necesita un equipo tranquilo, como llevaremos a todos los estudiantes que están a punto de cruzar a segundo año, hemos dispuesto de tres buses, por lo cual estos estarán mesclados con distintas clases, para evitar que los grupos de amigos se pongan a jugar en el viaje-
-eso no es justo-
-qué clase de tur será-
-si toma este camino lo lamentara-
-esto no es un viaje-
-quiero estar con mi pareja-
-eres un monstruo-
-por eso nadie te quiere-
Esas fueron entre muchos los insultos que le lanzaron al maestro Koichi Shido, pero a diferencia de muchas veces en las que trataría de ganarse su confianza o si quiera se molestara, se mantuvo tranquilo con un rostro neutro mirando fijamente a un estudiante entre los alumnos.
-tranquilo chicos, este grupo será solo para el viaje, en las actividades que tendremos se encontraran con sus amigos, pero evitemos los problemas-
Con una voz temblorosa y casi lagrimeando, la enfermera Marikawa encargada de curar a los chicos heridos o enfermos, estaría en el viaje acompañando al bus, por lo cual se le asignó al bus A con el maestro Koichi Shido.
Algunos chicos se callaron y lo pensaron un poco antes de quedarse en silencio, con el silencio reinando el maestro se acercó con una libreta en sus manos –los estudiantes que llame por su apellido se irán sentado en los asientos, de forma ordenada, no queremos pleitos por querer ir a la ventana-
-que mierda-
-esto parece un viaje a la prisión-
-de seguro no tubo acción en mucho tiempo-
-maldito amargado-
-por favor guarde silencio que comenzaremos- la enfermera hablo y todos guardaron silencio, la maestra saco una libreta igual a la del maestro Shido –primero será Kawamoto y Miura, ya saben asiento uno y dos, Bus A- comenzando con el llamado a los estudiantes y los buses llenándose, todos escucharon los llantos de algunos compañeros que estaban haciendo un drama al separarse.
Algunos se rieron de su actuar, pero otros como Saya estaban molestas por perder tiempo en tanto drama –siguiente, Matou con Busujima Bus B- al nombrar los nombres se les acerco la capitana del club de kendo con dos personas detrás de ella –dijimos Matou- el maestro Koichi molesto miro a los dos hermanos que sonrieron divertidos –cuál de los dos- Shirou se burló del maestro que miro la libreta un poco mas –Matou Sakura- asintiendo con la cabeza, Sakura se unió a Busujima al bus B, haciendo que Shirou retrocediera a la fila con una sonrisa –Komuro con Takagi, Bus A- con los nombres siendo mencionados los estudiantes avanzaron rápidamente, cuando los más ruidosos ya estaban en sus buses, pero aun así abrieron las ventanas hablando con sus demás compañeros de otros buses desde la ventana.
Antes que fueran las nueve, todos los estudiantes y maestros asignados estaban en sus respectivos buses, esperando a que sean las nueve en punto para partir a su viaje de una semana lejos de la ciudad, pero como si no fuera poco, los estudiantes ruidosos aun con las ventanas abiertas movieron sus manos en despedida, algunos tenían unos pañuelos que hacían mover con el viento, todo una forma de despedida, como si fueran soldados yendo a la guerra.
En el árbol donde cierto gusano se fue a esconder, se escuchó el desgarro de carne y viseras, aun con el odio a cierto montón gusanos con nombre de bastardo, aprendió a las malas como crear familiares, pero estos nuevos familiares a diferencia de los gusanos y avispas, estos eran una nueva raza de familiares creadas a partir de algo tan común de matar gusanos.
Dentro del agujero del árbol donde el gusano familiar de Zouken se fue a esconder, estaba el familiar de Shiro, una de las tantas que tenía esparcidas en la ciudad, dentro del agujero se veía un gusano deforme con una estructura asquerosa, siendo devorado por una gigantesca araña, esta había sometido al gusano entre sus redes para comerlo lentamente, a la vez que en la cabeza inyectaba sus huevos.
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En el frio invierno, se podía ver a un hombre demacrado caminar en dirección del templo Ryuudou, este era Emiya Kiritsugu antiguamente conocido como el asesino de magos, que ahora era reducido a un simple muerto viviente.
No era porque fuera un vampiro o una especie de ghoul, sino era por la cara y aspecto descuidado que tenía, el día que decidió ir por su hija, su última luz de esperanza, no logro hacer mucho, a pesar de ser conocido como un asesino de magos, no estaba listo para infiltrarse en una fortaleza de homúnculos, los cuales podrían resistir las balas de sus armas e incluso el veneno, por lo cual era una desventaja para él, pero aun con esa formidable defensa interna, no logro avanzar ni un centímetro por la primera barrera.
Habían bloqueado su acceso, ya no podía acceder dentro de la barrera como antes, sabía muy bien que estas barreras eran poderosos y sobre todo numerosas, la primera era una poderosa hipnosis para despistar a las personas normales, haciendo que estas entren en una especie de trance donde sus pies los guiarían a la carretera más cercana.
Sin embargo, trato de destruir la barrera con sus bombas y armas, pero estas no cedieron, incluso el escándalo que logro hacer, hizo que los homúnculos lo atacaran y casi eliminaran si no fuera por el líder de la familia, que solo se mantuvo al margen, mencionando que su castigo era ver a su hija convertirse en el siguiente recipiente.
Luego de golpearlo y arrojarlo a una tormenta de nieve, se arrastró a su base temporal entre la nieve, este estaba protegido por una débil barrera, dentro de la barrera estaba algunas cosas esparcidas, entre ellas municiones y comida, al entrar no pudo hacer nada más que llorar cuando sus ojos se cerraron, lo vio.
Vio a su hija Illya ser torturada de una forma horrible, la modificación corporal que le estaban haciendo era inhumano, los gritos de ayuda, llamando su nombre eran el dolor más grande que nunca antes había sentido, solo podía compararse con la muerte de su madre Natalia, pero a un así verla llorar cada vez que cerraba sus ojos lo destrozo.
Derrotado volvió a Fuyuki esperando tener la oportunidad de volver a ver a su hija, ya que dentro de ese llanto y dolor, escucho como mencionaban el inicio de la guerra del grial dentro de diez años.
Con algunas ojeras al no poder dormir, escucho las risas y gritos de varios estudiantes que viajaban en un bus, miro de reojo a los estudiantes felices despedirse de sus familias y de desconocidos que se rieron por su actuar, preguntándose a sí mismo, si no hubiera seguido con ese plan de salvar al mundo, él podría haberle dado a Illya un futuro feliz, no con el llanto y sufrimiento de su hija casi todas las noches.
Al verlos irse continuo su camino al templo ryuudou, lugar donde yace la tumba de su esposa que siempre lo apoyo, pero que al final no logro devolver su amor o su apoyo, dejando que ella muriera y su hija sufriera, el vínculo que tenía con su hija estaba unido a un cristal que le mostraba el proceso de cambio.
Durante su tiempo en fuyuki se vio obligado a usar la vaina del rey Arturo para salvarse y evitar que la maldición del grial negro lo matara, aun así pensó muchas veces en simplemente quitárselo y dejarse morir, pero si lo hacía no podría salvar a su hija.
Sus circuitos mágicos y pequeño trozo de su cresta familiar, apenas funcionaban correctamente, evitando usar la aceleración del tiempo por temor a que este dañara su cuerpo o los propios circuitos.
Que me dicen de la actitud de Shirou. Sirve o no sirve.
Para los curiosos, los familiares insectos de Shiro serán arañas.
perdonen los horrores ortográficos
