Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es DeJean Smith, yo solo traduzco con su permiso.


Disclaimer: This story is not mine, it belongs to DeJean Smith. I'm just translating with her permission. Thank you so much again ❤️


Summary: Experta informática de día, jugadora de videojuegos de noche, Bella Swan sobrevive arduamente a diciembre, temiendo el intercambio anual de Santa Secreto en su trabajo. Después de todo, hay muchas tazas ordinarias que una puede usar a la vez, ¿cierto? Pero este año, cuando los regalos comienzan a llegar no en uno, sino en dos lugares, ¿podría ser que su suerte finalmente haya cambiado?


Santa Secreto

—¡Allí estás!

Oh, Dios.

Bella soltó un gruñido mientras tomaba otro trago largo de su café, perfectamente hecho, justo como le gustaba, con muchos granos y agua ligera. Era un mal necesario si iba a enfrentar un lunes rodeado de estudiantes de secundaria y peor, profesores de secundaria, tres semanas antes de Navidad. Ella se había quedado despierta hasta las dos de la mañana una noche de escuela, y la alarma había sido fuerte y persistente. A pesar de todo, incluso con una buena noche de sueño, no había suficiente cafeína en el mundo para soportar a la Perpetuamente Alegre Jessica a las 7:45 am un lunes por la mañana.

Sabes bien que no deberías estar en línea cuando tienes trabajo al día siguiente. Sí, lo sabes, pero estaban pateando el trasero de DREAMWeaver y COLDCOCKED y OLEMISS2013 así que…

—¡Es hora de sacar nombres, Bella!

Jessica se acercó dando saltitos, sosteniendo un balde rojo de plástico con una guirnalda blanca pegada alrededor del borde. Bella tenía que admitirlo, la cubeta de Santa era bastante adorable. La secretaria sacudió el balde frente a su rostro, haciéndola sobresaltar lo suficiente para dar un paso atrás.

Oh, qué encantador. Alguien colocó campanas en este. Pinterest ataca de nuevo.

—¡Escoge uno! Solo uno. No dos. No tres. Solo uno.

Qué no sea Mike. Qué no sea Mike. Qué no sea Mi…

Bella metió una mano, rogando que el nombre que seleccionara no sea del espeluznante y pelado entrenador de golf que hacía referencias casi dementes e inapropiadas sobre su "palo de golf". Ella se estremeció antes de abrir el papel que había sacado. Algunas imágenes requerían grandes cantidades de blanqueador cerebral, y referencias a cualquier parte del físico de Mike encajaban en esa categoría.

Jasper Whitlock.

Soltó un suspiro de alivio. Era fácil de encontrar un regalo para el profesor de historia, e incluso si de alguna manera ella fracasaba en un regalo, sabía que él lo tomaría con gracia y encanto. Y Bella siempre podría sacarle información a Alice. Ella conocía los gustos y las aversiones de su marido incluso mejor que él. Bella hizo una nota mental para hablar con la especialista en medios una vez que llegara a su oficina.

—Bien, recuerda. No debes decir quién te tocó. Los regalos deben ser dejados en la sala de profesores. Dos por semana, como mínimo. No más de diez dólares gastados por regalo.

—Somos profesores, Jess. ¿Eso realmente es un problema?

—Tengo que decirlo porque hace un par de años, uno de los profesores decidió proponer casamiento.

Ah, sí. El famoso evento de Emmett y Rosalie.

—Y Lauren se enfadó por la atención —continuó Jessica, llevando su cabello hacia atrás un movimiento de su mano—. Especialmente porque no se encontraba en ella.

Bueno, el video de la propuesta se había vuelto viral. No es a menudo que un profesor de música compone una canción para la entrenadora del equipo femenino de voley y profesora de física, y lo canta con una réplica exacta del bosque de invierno de Narnia montado en el gimnasio de la escuela. Con cañones de nieve que dispararon al momento justo que Rosalie dijo "sí".

El equipo de básquet aún experimentaba caídas de trozos de pelusas de las vigas de vez en cuando.

Bella asintió antes de colgar el bolso de su computadora sobre su hombro.

—Y te he enviado los pedidos de equipamiento que ha hecho el nuevo profesor de literatura que comenzará en enero. Y necesitará una casilla de correo. Y un código para la fotocopiadora. Y… —Su voz se fue apagando mientras Bella la mirada con una expresión de saber todo.

Esta no era la primera alta de un profesor nuevo. Bella sabía qué tenía que hacer y era bastante competente en su trabajo, muchas gracias.

—Como sea, él aparentemente sabe de computadoras y tiene varios pedidos específicos para su salón —añadió Jessica.

—Eso será diferente.

El actual profesor de literatura, el Sr. Molina, finalmente se iba a retirar después de cincuenta y tres años en el salón de clases. Bella podía recordar a su padre compadeciéndose de ella cuando se quejaba de las tareas aburridas y sosas cuando era estudiante. Él había hecho las mismas cuando había tomado su clase de redacción veinte años atrás. Se dice que algunos de la generación de los abuelos de Bella habían sido estudiantes del Sr. Molina.

Bella estaba segura que el Sr. Molina tenía la última máquina copiadora duplicadora en el estado de Washington, junto con litros de fluido duplicador, escondidos en alguna parte de la escuela, porque ella a menudo captaba el distintivo olor de alcohol isopropílico cuando se cruzaba con él en los pasillos. Un reemplazo que tenía conocimiento en tecnología moderna sería una bocanada de aire fresco, literalmente.

Con un asentimiento y saludando con la mano, Jessica se fue a encontrar a su siguiente y afortunado sacador de nombre, dejando que Bella se dirija a su oficina al final de la mediateca justo cuando comenzaban los anuncios de la mañana.

Oficina era una palabra demasiado buena, de hecho. Era un viejo armario grande sin ventanas y el distintivo olor a sesenta años de polvo y mugre tapado con desodorante industrial. Dos alargadores naranja brillante se asomaban desde el rincón de la especialista en medios y hacia el pequeño espacio de Bella, ofreciéndole a su nicho electricidad para una computadora, una impresora, y una lámpara ya que no había iluminación en el armario.

El próximo año. Nueva oficina el primero de enero.

Recordando las palabras de la directora Weber, Bella sintió cómo se tranquilizaba. A pesar de que Lauren "Diva con doble D" Mallory había hecho un escándalo, diciendo que como una persona de informática, Bella jamás se encontraba en su oficina de todos modos y por qué ella debería obtener toda la vieja zona de depósito de libros, Angela había anunciado que una vez que los materiales obsoletos fueran desechados apropiadamente, el espacio se convertiría en un centro CTIM* con mesas para reparación de computadoras y puestos con marcadores. Incluso había un rumor de que una impresora 3D fue solicitada y se encontraba en camino.

Bella suspiró con satisfacción mientras bebía los últimos tragos de su café. Quizás la secundaria Forks estaba en camino a unirse al siglo 21, después de todo.

—De acuerdo, nuevo empleado —masculló, abriendo su computadora y presionando el botón de encendido—. Veamos qué quieres.

~SS~

Para el viernes de la primera semana del intercambio de Santa Secreto, Bella había recibido un cupón vencido para una cafetería en Port Angeles con bombones Hershey derretidos pegados a este, una taza astillada de dicha cafetería (junto con una mancha de lápiz labial en el borde), y caramelos Twizzlers rancios.

—Déjame adivinar, Mike sacó tu nombre —dijo Alice, interrumpiendo los pensamientos de Bella mientras intentaba solucionar el problema en la pizarra digital de la medioteca.

Bella sacudió un cable y escuchó un distintivo tronido, seguido por un olor punzante de plástico quemado. Ella la desenchufó y volteó hacia su amiga.

—¿Qué te hace decir eso?

—Su primo es dueño de esa cafetería. —Alice señaló al cesto de basura donde se encontraba la taza astillada.

—Se supone que no debemos saber quién sacó nuestro nombre.

—Cómo si estuvieras sorprendida.

Bella tenía que estar de acuerdo. Ella había sospechado, pero se había aferrado a la esperanza de estar equivocada. Pero entonces, ¿podía haber dos personas en la secundaria Forks con dones tan malos para los regalos? Hizo todo lo posible para contener un enorme bostezo.

—¿Te quedaste hasta tarde con LOL?

Alice se rio de su chiste. Bella le dio una mirada inquisitiva.

El. Oh. El. Como reírse en voz alta pero para League of Legends.

Bella arqueó una ceja y observó a su amiga.

—Oh, vamos. Eso fue adorable.

—Y no lo he escuchado mil veces antes.

—Oye, reconoce que lo hice bien. Tengo cerebro de super embarazada, y es difícil hacer chistes. Diablos… —Echó un vistazo alrededor de la medioteca para asegurarse de que nadie la escuchaba—. Quiero decir, demonios, los pensamientos completos son raros.

Bella le sonrió a Alice, una sonrisa genuina en su rostro. El pequeño Noel o la pequeña Noelle llegaría poco después que la escuela entrara en receso, y Alice y Jasper estaban absolutamente emocionados así como las tías y los tíos honoríficos en la escuela y el pueblo de Forks. Después de diez años de matrimonio y ocho años buscando activamente, un pequeño bebé de Navidad estaba a punto de llegar al mundo.

—Emster a Diosa de la Informática. Vamos, Diosa de la Informática. ¿Dónde te encuentras hoy?

Ella sacudió la cabeza mientras sacaba el walkie-talkie de su bolsillo trasero, poniendo rápido fin a un intento de homenaje al estilo lírico de Hee Haw.

—Aquí, Bella. ¿Qué necesita, Sr. McCarty?

—Un sándwich y una bebida fría, pero como estoy comiendo en la cafetería, estoy bien con los nachos de plástico y jugo, oh, Diosa de todas las cosas Tecnológicas Intelectuales.

Bella resopló ante el humor. Aunque no le molestaban los apodos, Bella intentaba ser lo más profesional posible cuando otros podían escuchar. Los primeros dos años después de la escuela de posgrado le había enseñado que aunque las mujeres habían avanzado mucho en el campo informático, aún había resentimiento y prejuicio allí afuera. Ella prefería mantener las cosas respetables durante las horas escolares para prevenir cualquier potencial ataque de aquellos que dudaban de sus habilidades. Emmett McCarty no tenía tales escrúpulos, a menudo encontraba media docena de nuevos puestos de trabajo para ella por día.

Y Bella ni siquiera soñaba con usar su verdadero nombre cuando jugaba. Los geeks masculinos podían ser tan crueles y vengativos como los que no sabían de computadoras cuando se enteraban que habían sido dominados por una mujer. URSWANSONG era una fuerza que merecía respeto en varios campos de juegos, y a Bella le gustaba mantener ese aspecto de su vida compartimentada lejos de todos los demás.

—No, en serio. Mi clase de guitarra tiene que grabar sus proyectos de final de semestre, y mi micrófono no funciona. ¿Puedes venir a echarle un vistazo?

—¿Has revisado las baterías?

La pausa es lo suficientemente larga para que ella supiera que él lo estaba haciendo ahora en vez de antes de llamarla. El recuerdo de uno de sus profesores usando el viejo proverbio de siempre preguntarse primero «¿Está enchufado?» pasó por su mente. Era increíble el número de veces que la respuesta era «No». Aún así, las células D eran notorias por desaparecer, especialmente al final del semestre, y seguramente habían sido robadas como un problema mecánico.

—Están allí, pero no puedo decir si tienen carga o no.

—Estaré allí en un momento.

—Copiado, nos vemos, cambio y fuera.

Bella le dio la espalda a la especialista en medios y señaló al cable que ella había jalado.

—Parece que él cable se ha echado a perder. Tendré que ir al depósito para buscar otro.

Alice gruñó.

—¡Supongo que tendremos una lección anticuada en vez de jugar a Kahoot! —masculló, sabiendo que la clase de primer año prevista para dentro de unos minutos no estará emocionada con el cambio de planes.

—Quizás una vez que tenga mi nuevo espacio, tendré lugar para almacenar más suministros —Bella se disculpó.

Alice desestimó su disculpa con un vaivén de su mano. No era culpa de Bella que la anterior administración se hubiera resistido a hacer adaptaciones para la tecnología. Afortunadamente, Angela Weber creía en utilizar todos los formatos disponibles para servir las necesidades individuales de los niños de la mejor manera.

—Eso espero. Por tu bien. No puede ser saludable estar en ese armario. Y estoy esperando a que el Jefe de Bomberos haga un berrinche.

Bella asintió antes de dar la vuelta la esquina hacia su oficina para tomar su tester digital de camino al aula de Emmett. Algo brillante y luminoso captó su atención. Sobre su escritorio había una bolsa de su café favorito con un moño de rayas rojas y blancas. La pequeña tarjeta a su lado decía «Por todo lo que haces, gracias».

No había nombre, y se preguntaba quién podría haberse escabullido y haberla colocado en su oficina sin que ella o Alice lo notara. Mientras salía de la mediateca, se dio cuenta de que no tenía tiempo para preguntar ya que los alumnos de noveno grado llenaron la sala y tomaron asiento frente a las mesas, gruñendo cuando les dijeron que sacaran una hoja y un bolígrafo o lápiz.

~SS~

Para el término de la segunda semana, Bella había encontrado un turrón de maní, una bufanda, y un billete para la Muestra de Invierno del departamento de drama esperando en la sala de profesores. De por sí, los regalos no eran tan horribles como aquellos que recibió la primera semana, pero eso no tomaba en cuenta el hecho de que era mortalmente alérgica a las nueces, había goma de mascar en la bufanda, y cada empleado del sistema escolar recibía entrada libre para todos los eventos escolares.

Pero era la consideración lo que contaba, ¿cierto? ¿Cierto? Sí, no.

El viernes mientras recargaba su vaso térmico de café con lo que pasaba como café en la sala de profesores, Bella resopló para sí misma mientras observaba a Lauren alegremente desenvolver una tarjeta de regalo de iTunes. Los uhs y ahs que la mujer exclamaba mientras mostraba la tarjeta a los que la rodeaban eran dramáticos. Entonces, Alice simplemente tuvo que alardear de un brazalete de la tienda festiva del departamento de Educación Especial que había recibido de su Santa Secreto. Incluso el Sr. Molina parecía estar satisfecho con una bufanda que lo esperaba con el mensaje completo del Señor de las Moscas impreso.

No estoy celosa. No estoy celosa. No estoy… Oh, diablos. Lo estoy.

Suspirando profundamente, Bella juntó su bolso y su taza antes de dirigirse hacia su pequeño rincón de paraíso. La laptop del nuevo profesor de literatura había llegado el día anterior y necesitaba ser configurada. Sería el trabajo perfecto y tonto que necesitaba para pasar el fin de semana. Ella lanzó su bolso sobre la pequeña mesa y presionó el botón de encendido en la computadora antes de tomar un sorbo rápido de su café y entonces encendió la pequeña lámpara.

Una media roja y brillante en su silla llamó su atención.

—¿Qué demonios?

Tomó el regalo y se sentó en la silla. En la parte superior de la media había una pequeña tarjeta.

Disculpas por perderme la semana pasada. Estaba mudándome. ~Santa Secreto al Cuadrado.

¿Mudándose? Ella no conocía a ningún miembro del cuerpo docente de la secundaria Forks que se estuviera mudando en la última semana. Pero entonces, ella no conocía la vida personal de todos.

Bella se encogió de hombros antes de sacar los artículos de la media. Uno por uno, descubrió una caja de galletas de chocolate y menta Joe Joes, su galleta más preferida en todo el mundo, un cargador USB R2D2, y un diario negro y simple del tamaño perfecto para el bolso de su computadora.

—No creo que esto entre en el límite de diez dólares, Santa —masculló, abriendo las galletas y metiendo una en su boca.

No que le importara. Nop, ni una pizca. Un suspiro de satisfacción se escapó cuando la delicia crujiente de chocolate y la menta se derritió en su boca. Bella sonrió para sí misma mientras masticaba y giraba la computadora hacia ella, tarareando «Santa Claus llegó a la ciudad» mientras ingresaba su usuario de administrador.

~SS~

Sábado por la tarde, Bella silenciosamente levantó su puño cuando ganó una subasta por un juego de soldados de la Guerra Civil de peltre que simplemente sabía que a Jasper le encantaría. Era el regalo perfecto de revelación y que tuviera un gran descuento era incluso un bonus más grande. Se carcajeó mientras giraba en su silla, sus brazos en alto en victoria.

*PING*

Bella se detuvo y giró hacia el monitor.

—Uh. Mareo.

Se tomó un momento para recuperar el equilibrio antes de revisar el mensaje privado que había recibido.

DREAMWeaver: ¿Vas a jugar esta noche? Quiero pedirte en mi equipo si vamos a enfrentar la siguiente Grieta del Invocador.

Bella sonrió para sí misma mientras se cruzaba de piernas y se acercaba a la mesa para responder. DREAMWeaver era uno de sus compatriotas más cercanos en el mundo de League of Legends y tenía inteligencia y un sentido del humor retorcido. ¿Él… Ella? Ella nunca estaba segura, y nunca fue mencionado en conversaciones. Como sea, DREAMWeaver seguramente sería uno de sus amigos más queridos si vivieran más cerca. Ella creía recordar a Chicago siendo mencionado en una conversación, pero no podía jurar por ello.

URSWANSONG: Eso espero. Tengo que tener mi dosis ya que no puedo estar el próximo fin de semana.

DREAMWeaver: ¿ESRIO?

Ella rio. Él sabía que ella odiaba esa frase. Siempre le recordaba los búhos bizcos por alguna razón, y los búhos solo le daban terror.

URSWANSONG: ¡Te odio! Pero en serio. Tengo una fiesta de trabajo el próximo sábado.

DREAMWeaver: Suena divertido.

URSWANSONG: Es la gran revelación del Santa Secreto. ¡Yujuu!/Sarcasmo.

DREAMWeaver: No puede ser tan malo.

URSWANSONG: Oh, puede serlo. Soy la santa secreta del marido de una amiga, y es muy fácil comprar cosas para él. Acabo de conseguir un dulce regalo de revelación para él. #presumo #amolosdescuentos #odiolosnumerales

Bella bebió el resto de su agua mientras esperaba la respuesta de DREAMWeaver. Ella sabía lo fácil que era distraerse o que la vida real se asomara y te apartara. Después de unos minutos, ella decidió limpiar un poco la cocina. Cualquier mensaje privado que él le enviara estaría allí cuando regresara.

En efecto, después de descargar y cargar el lavavajillas, regresó para encontrar varios mensajes.

DREAMWeaver: Creía que te daba vergüenza los numerales.

DREAMWeaver: Y bien, ¿comienzas a jugar a las 9? ¿A beber a las 8? ;)

DREAMWeaver: Porque beber y LoL aumenta el nivel de desafío.

DREAMWeaver: *da golpecitos al micrófono* ¿Esto está encendido?

Bella se sentó con una sonrisa y escribió una disculpa por estar ausente.

URSWANSONG: Lo siento. El lavavajillas me llamaba. No, en serio. Le escuché decir, "¡Bella, ven a vaciarme!"

Al segundo que presionó enviar, Bella se dio cuenta de lo que había hecho.

—¡Mierda!

Presionó varias teclas para retirar el mensaje antes de que fuera leído, pero desafortunadamente, era demasiado tarde.

DREAMWeaver: ¿Bella, eh?

URSWANSONG: Sí. *refunfuña*

DREAMWeaver: Es un nombre hermoso.

URSWANSONG: Ja. Ja.

DREAMWeaver: Lo digo en serio.

URSWANSONG: Oh. Creí que estabas haciendo un chiste. Ya sabes. Bella = hermosa.

DREAMWeaver: No soy conocido por ser bueno con los chistes. Soy un poco ñoño cuando se trata de mi sentido del humor.

URSWANSONG: Lo mismo digo.

Bella golpeó su cabeza contra el escritorio en castigo por su momentánea falta de control. Ella a menudo era muy cuidadosa con su identidad en línea. Diablos, ella daba clases sobre la seguridad y privacidad en línea. Simplemente sentía esta profunda conexión con DREAMWeaver y bajó su guardia por un segundo. Oh, bueno. Al menos, él no sabía dónde vivía o algo. No específicamente, al menos. El Noroeste del Pacífico era una región enorme, se aseguró a sí misma.

Hubo una pausa antes que DREAMWeaver comenzara a escribir de nuevo.

DREAMWeaver: Entonces, ¿qué es lo malo del intercambio de santa secreto?

URSWANSONG: Él apesta.

DREAMWeaver: Ay. No puede ser tan malo.

URSWANSONG: No. En serio. Soy alérgica a las nueces, y recibí un turrón de maní un día.

DREAMWeaver: Me retracto.

URSWANSONG: Pero mi otro SS es una maravilla.

DREAMWeaver: ¿Tienes dos?

URSWANSONG: Supongo. Alguien ha estado dejándome sorpresas en mi espaciosa oficina armario. Comí una caja completa de galletas de menta y chocolate hoy.

DREAMWeaver: Tú y tus galletas Joe Joes.

URSWANSONG: Oye, tuvimos un momento… fue maravilloso. Joe no juzga.

DREAMWeaver: ¿Necesito darles un momento extra a solas? ¿Rentaste un cuarto de hotel o algo?

Las mejillas de Bella ardían mientras se reía y sonreía ante su vuelta a la normalidad. Quizás que DREAMWeaver supiera su verdadero nombre no sería tan malo después de todo.

DREAMWeaver: Necesito irme por unas horas. Regresaré para la partida.

URSWANSONG: OK. ¡Ten una buena tarde!

DREAMWeaver: Tú también. ¿Y, Bella? Tu secreto está a salvo conmigo.

—Dios, eso espero —masculló Bella cuando vio que se había desconectado.

~SS~

—No puedo creer que estemos haciendo esto —masculló Bella, leyendo la invitación para el sendero iluminado de la hacienda Fork de Forks.

—¿Qué? —preguntó Alice, caminando hacia su amiga. El momento de dar a luz estaba cada vez más cerca, y ella había comenzado a moverse por la medioteca en una silla de ruedas durante la mayoría de sus movimientos necesarios, así que verla caminar era un poco sorprendente.

—La gran revelación, barra fiesta de Navidad. Va a ser en el sendero iluminado de la hacienda Fork de Forks.

—¡Di eso diez veces más rápido, y serás ramificada! ¿O tendrás una lengua con forma de tenedor? ¿O una cola iluminada en vez de…?

Alice hizo una mueca e inmediatamente llevó una mano a su vientre bajo.

—¿Ali? —Bella dio un paso hacia su amiga, insegura de qué hacer para ayudar.

—Está bien. Solo son contracciones de Braxton. Estaré bien en unos momentos.

Bella estaba segura de que ella no respiró hasta que Alice se enderezó y respiró profundamente.

—¿Ves? Todo está mejor. Como sea, creo que el sendero iluminado es bastante espectacular.

—Oh, no tengo dudas, pero ¿tener un evento al aire libre un sábado de diciembre en Washington? Eso simplemente parece estar tentando al destino.

—Bueno, míralo de esta manera, no tienes que quedarte por mucho tiempo. Entrega tu último regalo, encuentra a quien sea tu Santa Secreto, y ve a casa. ¡Puedes estar en la cama a las diez de la noche!

—Si Jasper siquiera llega —masculla Bella bajo su aliento. Ella no estaba contando con que los Whitlocks estuvieran en el evento del sábado. Todo lo que ella tendría que hacer es encontrar a Mike y aceptar la pobre excusa de regalo de revelación que le hizo e ir a casa para una ducha caliente y un ponche.

—¿Qué fue eso? —Alice acarició distraídamente un lugar de su vientre, y Bella hubiera jurado que vio un pie moverse a lo largo de la barriga de la mujer.

—Nada.

—Mmm. —La especialista en medios no parecía creerla, pero se encogió de hombros—. Aún así, creo que voy a escabullirme para recostarme antes de mi próxima clase.

—Parece un buen plan.

Bella esperó hasta que su amiga dobló en la esquina antes de sacar su teléfono y rápidamente comenzar a escribir a Rosalie.

¿Quién tiene hoy en la lotería?

Alice.

Diablos. Puede que ella gane el pozo.

Bueno, ella tiende a tener razón sobre este tipo de cosas.

~SS~

A las ocho en punto, Bella llegó al sendero iluminado de la hacienda Fork de Forks. Vio varios de sus compañeros reunidos alrededor de la fogata ardiente con vasos de alegría en mano. Una barra con galletas y malvaviscos gigantes, y no solo barras de chocolates, sino que barras de caramelo Skor, bocados de mantequilla de maní, de menta, y más llamó su atención. En minutos, tenía un malvavisco perfectamente tostado listo para ser sándwich y ser devorado.

—¡Allí estás!

Bella se detuvo. Reconocía la voz de Mike en cualquier parte. Con una sonrisa falsa, se dio la vuelta para encontrarlo a él y a su cita. Sus ojos se agrandaron con asombro cuando se dio cuenta que Lauren, vestida con un traje de invierno demasiado ajustado, se aferraba al brazo del entrenador de golf con una mirada posesiva en sus ojos.

—Aquí estoy —soltó Bella.

—Lamento que fuese flojo con los regalos este año. Pero con este tobillo lesionado, no podía ir de compras como quería. —Mike golpeó la boca que cubría su pie derecho con el bastón.

¿Como una bolsa de piñas y la gallina de juguete que desecha gomas de mascar que recibí esta semana?

—Afortunadamente, Lauren se ofreció a traer mis sorpresas. Tienes un iPhone, ¿cierto? Quiero decir, te vendría bien usar una tarjeta de regalo para iTunes, ¿cierto? ¿Y esas galletas que te gustan? Oreos con doble relleno, ¿cierto? Sé que a mi Lauren les encanta. Ella puede comer una bolsa completa en una sentada. Qué bueno que me gusta tener más de qué agarrarme. —Le dio una nalgada al trasero de Lauren, ganándose unas risitas de la mujer.

Bella, por el otro lado, estaba aterrada y dio un paso atrás.

Entonces, pensó en los artículos que había recibido y los que Mike mencionó. Lo qué él dijo ciertamente encajaba a la perfección con lo que Lauren había estado alardeando haber recibido. Ella inclinó la cabeza y miró a la mujer que tenía la decencia de lucir culpable. No arrepentida, pero al menos culpable.

—Como sea, te traje esto. —Él ofreció una bolsa de regalo.

—Gracias, Mike. —Bella lo aceptó y sacó un pequeño adorno de cristal en forma de cisne—. Oh, es encantador.

—Lauren pensaba que tenías muchas cosas de cisne, pero creí que te gustaría.

Bella parpadeó rápidamente mientras buscaba cualquier señal de engaño en el rostro de Mike. No encontró nada. Él honestamente había escogido un regalo hermoso y perfecto, y estaba conmovida por su consideración.

—De nuevo, gracias.

Lauren jaló del brazo de Mike, quejándose de que estaba congelándose y se lo llevó antes que él pudiera contestar. Bella observó con diversión mientras él luchaba para no tropezarse con sus propios pies. Una vez que la extraña pareja se fue, sacó el adorno y lo sostuvo en dirección a la fogata. Brillaba y relucía hermosamente, y sonrió de nuevo ante el regalo.

—Eso es bastante bonito.

Bella se sobresaltó, casi dejando caer el cisne de cristal. Se encontró siendo sostenida por un par de manos fuertes de sus codos.

—Mis disculpas. No fue mi intención asustarte.

Levantó la mirada para encontrar a un hombre, iluminado de fondo por la fogata, parado frente a ella.

—Está bien.

—No, no lo está. —Retrocedió un poco, dándole una vista más clara.

—Me temo que no recuerdo haberte conocido.

El extraño rio, un sonido cálido y despreocupado.

—Dr. Edward A. Masen, a tu servicio. —Hizo una pequeña reverencia.

—¿Masen? —Se devanó los sesos, tratando de recordar de dónde conocía el nombre.

—Soy el nuevo profesor de literatura. La directora Weber creyó que sería buena idea si venía y me presentaba con varias personas antes del comienzo de clases.

Bella asintió antes de darse cuenta que jamás se presentó a sí misma.

—Bella Swan. Estoy en el departamento de tecnología de la secundaria Forks.

—Entonces eres tú a quien le tengo que agradecer por que mi aula esté perfectamente equipada.

—De nada. Fue un placer trabajar con alguien que sabía lo que quería. Te sorprenderías por el número de solicitudes que recibo pidiendo "que lo arregle" sin hacerme saber qué es.

—¿O que no revise si las baterías del micrófono realmente están en el micrófono?

La mandíbula de Bella se abrió por un momento.

—¿Cómo?

—Estaba en la oficina de Emmett cuando él te llamó.

—Oh. —Ella asintió con comprensión.

—Emmett es mi primo.

—Ya veo.

Él señaló al sendero iluminado.

—¿Quieres ir de paseo?

Bella notó que alrededor de la mitad de la fiesta había comenzado a caminar por el sendero, exclamando uhs y ahs por los diferentes árboles y exhibiciones. Le echó un vistazo al nuevo profesor y lo estudió por un momento antes de asentir. Edward sonrió de oreja a oreja y le ofreció un brazo, el cual ella tomó.

—Entonces, ¿estuviste en la boda? —preguntó Bella mientras pasaban junto a un árbol cargado con adornos dorados y luces blancas.

—Tristemente, no. Lo transmitieron en vivo para mí. Odié perdérmelo.

—Fue de otro nivel.

Edward asintió. Rosalie solo planeaba casarse una vez así que no se limitó con nada y se aseguró de que fuera un evento espectacular.

—Entonces, ¿qué te hizo querer irte de…? —Bella interrumpió sus recuerdos de la boda de Emmett y Rosalie.

—Chicago.

—¿Chicago y venir a Forks?

Él hizo una pausa como si estuviera midiendo sus palabras con cuidado.

—Conocí a alguien.

—Oh.

Bella de repente no se sentía bien teniendo sus brazos enlazados y quitó el suyo de su agarre. Los dos caminaron en silencio hacia la siguiente estación, un conjunto de tres árboles altos decorados como una familia de nieve, una mamá, un papá, y un hijo.

—En línea. La conocí en línea.

—Eso es genial. Conozco a varias personas que han conocido a sus almas gemelas en Match o…

—La conocí por un sitio de juegos.

—¿En serio? ¡Bueno, entonces hay esperanzas para mí aún! —Bella rio pero él no se unió a ella, dejándola sintiéndose un poco avergonzada.

Sí, eres toda una ganadora, Swan.

—Sí. Ella es prácticamente perfecta. Inteligente. Ingeniosa. Rápida. Escapa las trampas malvadas con un salto y un amarre.

Edward hizo una pausa mientras un pequeño grupo se acercaba a la exhibición y la observaba con varios comentarios antes de seguir por el sendero.

—Como sea —continuó—. Ella es brillante. Una genia de la computadora, de hecho. Ama su trabajo en gran parte. No es tan apreciada como debería serlo, pero eso debería cambiar pronto.

—Le deseo un buen año nuevo. —Bella se detuvo antes de echar un vistazo a Edward. Él parecía estar pensando bien en algo—. Así que, ¿has visto la computadora que el condado te envió? Realmente es decente. No como la…

—Bella.

—Las que tienen en el departamento de matemática son tan viejas, creo que tienen una manivela en la parte trasera. Quiero decir, uno creería que…

—Bella.

Ella siguió parloteando, sin escucharlo tratar de interrumpir hasta que finalmente Edward tuvo suficiente y tomó sus manos en las suyas.

—Bella. Hermosa. Swansong.

Ella se detuvo y lo miró por un momento.

—¿Qué dijiste?

—Eres Swansong, ¿cierto? Amas las galletas Joe Joes y el café fuerte. Eres alérgica a las nueces y piensas que Mike Newton es el peor Santa Secreto en la historia de Santas Secretos. Los sábados por la noche usualmente están reservados para League of Legends, aunque en ocasiones, añades un domingo por la noche. Te arrepientes luego, pero en el medio de la batalla, te la juegas por completo.

—¿Cómo? —Ella estaba tan confundida. Abrumada. Y un poco molesta de que este relativo extraño supiera tanto sobre su vida en videojuegos.

—¿Cómo me llamo?

—Edward. —Seguramente, él sabía su propio nombre.

—Mi nombre completo.

—Edward Masen. —Estaba cada vez más y más confundida con el paso de los segundos.

Él gruñó con frustración. En ningún momento él creyó que sería tan difícil presentarse a sí mismo.

—Soy el Dr. Edward A. Masen. —Pronunció cada palabra, y aún así ella lo miraba con una expresión perdida—. D. R. E. A. M.

Un destello de comprensión pasó por su rostro.

—¿DREAMWeaver?

Él asintió, y Bella sintió el sonrojo llegar a sus mejillas. Este no era un adolescente lleno de granos como la mayoría de sus compañeros de juegos. No, este era un apuesto joven con ojos verdes ardientes y una sonrisa cálida y rápida.

—Entonces, si puedo, tengo mi regalo de revelación para ti —dijo Edward suavemente, ofreciendo una bolsa.

Bella tomó la ofrenda y se rio cuando vio la tarjeta de regalo para ThinkGeek.

—Abrieron una tienda en Seattle, y creí que quizás podríamos hacer una escapada y echarle un vistazo.

—¿Me estás invitando a salir, Dr. Masen?

—Sí, Srta. Swan. Lo hago.

El rostro de Bella se ilumina con una sonrisa, y enlaza un brazo con el suyo.

—Puedes pasarme a recoger a las diez. Estoy acostumbrada a dormir hasta tarde los domingos.

—Eso suena perfecto.

Y lo hacía.


CTIM: acrónimo para ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.


¡Feliz Navidad a todas! Besos y abrazos ❤