Hola STEPHENIE MEYER es la creadora de los personajes de Twilight, la historia es una adaptación mía de la historia clásica de Charles Dickens Un Cuento de Navidad espero que les guste.

Prólogo

Edward se bebió el café de mala calidad que tomaba por ser el más barato, se fue a poner su saco y tomó sus llaves porque el autobús de las siete y media se iba a pasar causando que llegara tarde. El era presidente de una empresa financiera de prestigio, podía permitirse a sus treinta y cinco años tener más de un auto del año, comer en los mejores lugares, permitirse cualquier lujo pero para él lo más importante era ahorrar hasta el último centavo, llegando hasta la avaricia.

Al salir de su departamento empezó a caminar esquivando a personas que iban al trabajo con regalos en las manos y sonrisas en sus bocas, ya que ese día era noche buena.

Al llegar a la esquina de la calle se detuvo en una tienda de flores porque vendían el periódico.

—Buenos días señor Cullen feliz navidad —le dijo la señora Cope dueña de la florería.

—Tonterías.

—Como dice, ¿Qué la navidad es una tontería?— viendo raro a Edward

—Haci es —se agachó para tomar el periódico —es un invento para gastar y hacerse cada día más pobre.

La señora Cope lo vio, dentro de la florería venia saliendo su hijo, un joven que al ver a Edward hizo cara de fuchi.

—Mañana señor Cullen no vamos a trabajar por lo tanto no vamos a tener su periódico

—No puedo creer hasta donde llega la irresponsabilidad de la gente

—Mañana es navidad

—Y porque mañana es navidad cree usted que no voy a trabajar no todos pensamos en estar de ociosos pero eso el mundo no progresa— sacó de su bolsillo unas monedas se las dio a la señora y se fue calle abajo.

—Es un tacaño amargado que quiere que todos trabajamos —el joven muchacho lo vio hirce —me da coraje verlo

—A mi me da tristeza hijo no conoce el significado de la navidad que es para ayudar y hacer el bien.

La señora Cope nada más pudo verlo con pena cuando se alejaba.

Capítulo 1

Al llegar a su oficina ya lo esperaba Ben Cheyen su ayudante que al verlo se puso muy nervioso

—Buenos días señor Cullen feliz navidad

—Tonterías y ponte a trabajar que hoy es un día muy agitado

—Sí señor

Dos horas más tarde entraron tres hombres con trajes

—Señor Cullen aquí están unos señores que desan hablar con usted dicen que es algo muy importante

—Que pasen no los hagas esperar deben ser nuevos clientes —Ben salía mientras Edward se acomodaba su corbata cuando pasaron los hombres—adelante caballeros siéntense —era hombres de ascendencia nativo americanos—en que puedo servirles

—Señor Cullen mucho gusto somos una asociación destinada a la bienestar de la sociedad

—Me imagino que querrán invertir para poder tener ganancias para su asociación

—Miré, señor nuestra asociación se dedica especialmente para mujeres que necesitan ayuda y niños en situación de abandono

—En pocas palabras dan caridad

—Sí por eso buscamos a gente como usted caritativa que esté dispuesto a ayudar a personas menos afortunadas —Edward se lo quedó viendo no creyendo lo que le dijo—y queríamos saber si contamos con usted con una pequeña donación

—¿Pequeña donación …?

—Entiendo desea algo más grande

—Estupidez eso es —Edward se levantó molesto, los señores de la asociación lo veían sin comprender —que ustedes crean que daré un centavo.

—Señor Cullen…

—No estoy dispuesto a dar nada de lo que con trabajo e ganado a gente que por una situación cómoda no puede buscar un trabajo remunerado, también hay refugio y no acaso existen casas de acogida o orfanato en mi opinión las personas estarían mejor si la gente necesitada dejará de molestar

—Pero señor usted entenderá que no todas las mujeres tienen los recursos al principio para salir adelante y en cuánto los pequeños no todos los lugares son lo mejor para ellos

—Cree que esto es asunto mío

—Es el asunto de todos

—No, es asunto del gobierno yo pago impuestos para que haya orfanatos y refugios —los tres señores lo veían sin dar crédito de lo que les decía, Edward camino a la puerta la abrió y la señalo—si me disculpan señores yo si tengo que trabajar así que ya saben donde esta la salida —se dio media vuelta y regreso a su asiento frente a su escritorio, mientras el despacho se baciaba

Después de unas tres horas se abrió el elevador y salió un hombre alto como jugador de fútbol americano de cabello negro rizado

—Feliz navidad Ben como se encuentra tu familia

—Feliz navidad señor Emmet están bien gracias por preguntar por ellos

—El gruñó de mi primo se encuentra verdad

—El señor Cullen si se encuentra pero esta ocupado pero lo anunció —tomó el interfono —Señor Cullen su primo Emmet esta aquí

—Que quiere que no sabe que estoy ocupado dile que pase

—Nos vemos en un rato Ben

Emmet entro sonriendo al despacho de Edward.

—Feliz navidad Eddi

—Embuste

—Como dices, que la navidad es un embuste

—Es una época para gastar y hacerse cada día más pobre, por ejemplo ahora tú estás casado y en vez de que juntes e inviertas en algo para un futuro —tomó un fajo de billetes que estaba ahí y se lo mostró mientras decía estas cosas se paró y le sonrió burlonamente a su primo— y mejores posibilidades y se las des a tu esposa Te apuesto que le compraste Bonitas cosas en vez de ver el futuro

—La navidad es una época para hacer el bien y ser caritativo, para pasar tiempo con tu familia, para unirse con el hermano, el primo o el pariente lejano— siguió a Edward por la oficina mientras se dirigía a tomar un café, no pudo contenerse tenía que soltarle todo lo que guardaba en su corazón desde que eran unos adolescentes— tener un recuerdo cuando ya esté uno mayor, esos recuerdos felices que te llevas en el corazón primo, no sé cómo es que cambiaste tanto, del Pequeño que iba a jugar a mi casa

Edward lo vio alzando una ceja

—Pero déjame decirte una cosa que nunca ha cambiado, mis padres te sigan esperando cada Navidad— Edward al oír eso se llevó las manos al cabello pasándoselas luego se dirigió otra vez a su escritorio hizo como si estuviera trabajando pero escuchaba perfectamente a su primo— en la mesa siempre está tu lugar puesto y mi padre no deja de brindar por ti y pedir que esa Navidad llegues y si no que te encuentres bien donde quiera que estés Y que tus padres estén en tu corazón siempre Edward eso es lo que mis padres desean por eso vengo a verte

Edward no sabía que decir nada más veía a Emmet

—No queremos nada de ti, nunca te pido nada este año te pido que vayas con mis padres ellos siempre te esperan, y yo ése es el regalo que quisiera darles este año, que tú llegaras y espero primo que pienses mis palabras —se paró y se dirigió a la puerta al tomar la manija se volvió y dijo estas últimas palabras

—Mañana te estaremos esperando, a mis padres les haré mucha ilusión verte llegar y sin regalos sin nada a nosotros no nos importa eso, nos importa tu presencia— iba a salir pero se volvió y le dijo estas últimas palabras—Feliz Navidad primo, Feliz navidad de Edward

Capítulo 2

Edward llegó a casa después de el largo día que había tenido cuando iba a abrir la puerta de su departamento sintió una presencia detrás de volteo pero no vio nada

No haciendo caso de lo que sintió abrió se dirigió a la cocina, tomó una sopa instantánea de cena, después se fue a su estudio llevaba un tiempo ahí revisando las inversiones de repente escuchó ruido eran como cadenas que se iban arrastrando, al voltear vio a su abuelo Aro, pensó que estaba alucinando

— Eres tú en verdad abuelo —Edward se paró de su sillón

—Así es Edward soy yo—Edward no le aguantaron las piernas y se tuvo que sentar

— Pero no es posible abuelo tú tienes un año de muerto— el anciano se fue y se sentó enfrente de él— lo sé pero vengo a advertirte lo que te espera— jalo las cadenas que Edward no dejó de ver —esta noche fuiste bendecido con esta posibilidad, algo que yo hubiera deseado. Pero alguien te quiere demasiado, para desearte que tú no sufrieras lo mismo que yo

—A qué te refieres abuelo

—Me refiero a estas cadenas que llevo

— Qué son abuelo

—Son eslabones de mi vida que he tenido que cargar, de mi egoísmo, de mi avaricia, de mi falta de humanidad, algo que tú debes de evitar hijo mío —Aro lo veía con pena —me equivoqué y no quiero que tú también te equivoques

—Abuelo pero tú fuiste el hombre más rico que he conocido y muy astuto, muy bueno para los negocios cómo puedes decir eso—Aro solo negó con la cabeza

—Ahora lo digo hijo porque cada eslabón que ves es una sentencia es un peso más tu hijo en este momento tienes una cadena más grande que la mía — tomó la cadena entre sus manos y se la mostró— no quiero que el día de mañana que mueras tu cadena sea enorme

—Por eso esta noche vas a recibir la visita de tres espíritus, que te van a enseñar la verdad y lo que es la justicia, el amor, la paz, el dar y el compartir que todo lo que yo te enseñé está erróneo se paró y se dirigió a la puerta — Edward no daba crédito de lo que oyó, trató de seguirlo pero cuando llego ahí, aro ya se había ido, no sabía si había soñado o fue un producto de la comida que había digerido esa noche decidió irse a dormir temprano, fue inmediatamente a su cama tratando de olvidar lo que había visto y oído sin saber que esa noche cambiaría toda su vida.

Capítulo 3

Esta acostado en su cama cuando oyó ruido al pie de su cama estaba una joven que parecía una niña de trece años con un vestido blanco y con una rama de muérdago en la mano y un cono dorado en la otra de pelo rubio que resplandeciente

—Como te metiste en mi casa te puedo acusar de ayuntamiento de morada —se paró y jalo una bata a cuadros negros con rojo.

—Soy el espíritu de las navidades pasadas y ya te habían advertido de mi presencia

—No puede ser debe ser un producto de mi imaginación y de una mala digestión —entonces recibió un golpe en la cabeza con el cono

—Eso te pasa por decir que soy un invento.

—Eres real, pero como puede ser

—El como no importa el porque lo es —ella lo tomó de la bata —vamos —el no quiso avanzar —bueno si no quieres—se dio vuelo y le pegó con el cono

Estaba atontado ese golpe le dejo mal veía nieve y era de día, pero no podía ser cierto empezó a tocarla.

—Ya deja de jugar y parate—lo jalo de su pijama y lo paro—conoces el lugar

—Reconocerlo claro que lo conozco —era una casa en medio de un bosque rodeada de rosas en primavera pero que ahorita por la nieve no había pero tenía muchas luces y figuras —es la casa de mis tíos

—Mira van llegando invitados

Del auto se bajaron una pareja con un niño muy inquieto de unos cinco años

—Tranquilo hijo ya llegamos y podrás jugar con tu primo —el pequeño dijo algo que hizo reír a sus padres después corio a la puerta y espio por la ventana

—Y pensar que eras un niño muy dulce y mira en lo que te has convertido

Derepente estaban dentro de la casa todos estaban comiendo Emmet le hacía caras del otro lada de la mesa y el se reía todos celebraban

—No es un gran banquete —vieron la mesa —ni creo que tengan muchos regalos, debería guardar o invertir

—Mi tío no pasaba por un buen momento pero no importaba la comida todos éramos felices —Edward estaba enojado ella no conocía a su tío no podía opinar —ya fuera que no hubiera regalos, los mejores eran sus juegos yo contaba los días para llegar a su casa.

—No le decías eso a tu primo hoy cuando fue a verte—Edward se llevó la mano al puente de la nariz y lo apretó—tu abuelo ya no te dejo regresar a celebrar con tu familia.

—Cuando murieron mis padres mi abuelo Aro me mando a un internado tenía ya doce años por lo tanto debía tener una buena educación y gracias a eso soy muy exitoso en los negocios —el espíritu negó y resoplo nada más respondió

—Vamos te tengo que enseñar más.

Lo tomo de hombro, el tuvo un repentino dolor de cabeza al abrir los ojos estaba tirado en el pavimento se paró y se dio cuenta que era de noche.

Empezaron a caminar por el frente de una casa había muchos jóvenes en esa casa. Cuando se vio que tenía como veinte años e hiba acompañado de sus dos compañeros de dormitorio los siguieron.

—Que bueno que te convenimos de venir Edward siempre te la pasas metiendo en los libros—le dijo un chico rubio.

—Sí Michael pero solo un rato—entraron a la fraternidad atrás de ellos fue cuando Edward la vio lucia fuera de lugar, su yo del pasado fue hacia la terraza en se sentó en un banco cuando derepente salió Bella

—Hay mucho ruido haya dentro no crees — ella le dijo a su yo del pasado, luego se sentó junto a él

—Sí mis compañeros de dormitorio me trajeron —el no podía apartar la vista de ella —por cierto mi nombre es Edward

—Hola Edward, yo soy Bella —le dio la mano —a mi una amiga que es un poco interactiva

Estuvieron ablando el le contó que se iba a quedar en la escuela no iba a ir a ningún lado, ella lo vio y luego sonrió

—Nadie debe estar solo en navidad por eso vienes con migo a casa

—Pero…

—Nada de peros nos vamos mañana a las siete paso a recogerte —se paró y camino a la puerta se paro se volteo y le sonrió —por cierto, feliz navidad Edward.

—Feliz navidad Bella

El espíritu del pasado se reía de la situación y Edward no dejaba de ver todo el tiempo a Bella.

—No te le resistirte verdad

—Con ella todo fue maravilloso desde el principio me enamoré y esa se volvió nuestra tradición decirnos feliz navidad

—Ven vamos a otro lado —lo tomó y lo jalo a otro cuando vio que era un departamento que el conocía.

En un sillón estaba Bella como de veinticuatro años arreglada para una fiesta nada más veía el reloj el savia que día era ese

—Vamos no quiero estar aquí

—No nos vamos a mover así que cállate —Edward nada más pasó la mano por su cabello

De repente sonaron las llaves y se abrió la puerta

—Disculpa pero hasta hora salí del trabajo pero si ya estas lista nos vemos

—Ya es demasiado tarde

—No todavía nos da tiempo llegar

—No lo entiendes ya es demasiado tarde ya se acabo—ella le empezaron a desender las lagrimas —cuantas veces has llegado tarde o has cancelado una cita por el trabajo

—Es que no lo entiendes es para que tenga una buena poción en la empresa

—Para ti lo más importante es la empresa y el dinero ya no eres el joven del que me enamoré

—Yo te amo —el le dijo desesperado

—Pero amas más el dinero —el nada mas la vio—si te dieran a escoger con cual te quedarías de seguro te quedarías con el —El nada más agachó la cabeza y no dijo nada

—Será mejor que te marches y no regreses–lo guió a la puerta y la abrió

Edward camino hacia fuera agachado se quedó parado a su altura pero luego salió—que haces idiota no te vayas estas cometien el peor error de tu vida —ella le cerro la puerta y se recargo de ella y se puso a llorar el se arrodilló frente a ella —no llores no lo valo—Bella levantó la cabeza parecía como se lo viera y dijo las palabras que terminaron de destrozar su corazón

—Feliz navidad amor mió —lego se tapó la cara

—Perdón por acerté sufrir

—Ella no puede oírte y será mejor que nos vayamos recuerda que fueron sombras que ya pasaron — las campanas sonaron y derepente despertó en el piso de su departamento no supo que pasó lo que vio fue cierto o fue un sueño no quiso hacer caso y volvió a acostarse y quedarse dormido.

Capítulo 4

Un ruido despertó a Edward, era música al salir llegó a su comedor y encontró a un hombre vestido de verde, su mesa estaba llena con los demás deliciosos manjares, estaba adornando todo su comedor, había Pinos todo era hermoso y el hombre que estaba ahí estaba riendo y comiendo, cuando de repente se volteó y lo vio

—Hola Cullen, te estaba esperando

—No lo entiendo quién eres tú

—Soy el espíritu de la Navidad presente y vamos a hacer un pequeño viajecito

—Este, no creo, hace mucho frío no deseo salir

—No, si no, te estoy preguntando ven acá —lo jaló, tenía una fuerza sorprendente.

De repente el piso se movió y se volvió transparente, parecía que estaban volando por la ciudad, cuando llegaron a a un vecindario muy humilde, entraron por una ventana ahí había una mujer con lentes, había dos niños como de 13 años gemelos estaban riendo ella estaba cocinando. Parecía un pequeño pollo la mesa no tenía mucho que comer y no había casi adornos

—Ya se tardaron —dijo uno de los chicos.

—Ya han de venir en camino.

—Sabes que le gusta, ver los adornos y luces—le contestó el otro chico luego le aventó una guirnalda.

—Cuando Ben lo trae en brazos se entretienen más— de repente se abrió la puerta, y vio por ahí entraba su asistente, con un niño igual a él. Pero tenía un aspecto muy enfermo se veía muy pequeño

—Tardaron mucho en llegar

—Lo que pasa que el, pequeño Ben quiso que lo llevara al parque a ver a todos los niños que estaban jugando ahí,

—En serio hijo

—Sí mamá, se divertían tanto y todas las luces que adornan en sus casas son maravillosas— le sonrio al ver la carita del niño —crees que el año que viene podemos adornar hacia la casa

—No sé hijo veremos – decio cambiar el tema —y la misa como estuvo

—Fue muy bonita mamá —los chicos se lo llevaron y empezaron a jugar con la escarcha.

—Sabes lo que dijo nuestro hijo que ojalá —ella nego—que hojala muchos lo vieron, para que recordaran que este día era el nacimiento del que vino a curar los lisiados y hizo ver a los ciegos.

El pequeño Ben estaba jugando con sus tíos

—Yo no sabía qué tenía tres hijos

—No son sus hijos los tres, solo el pequeño los dos más grandes son hermanos de su esposa, sus padres tuvieron un accidente automovilístico y muriera — Edward recordó su vida —ella se tuvo que hacer cargo de sus hermanos y Ben los ve como si fueran sus hermanitos, les ha dado todo el amor que ha podido, ellos son muy felices con él.

—Mamá eso huele delicioso.

—Ya podemos comer solo los estábamos esperando.

Todos se sentaron a la mesa

—No crees que es una comida muy pobre para ellos el pequeño necesita mas

—Es lo que pueden costear ,después de todo tú eres el que le paga y eres el jefe

—Mira qué banquete tenemos hoy todo se ve delicioso amor —le sonrio a su esposa — por qué no damos las gracias, señor te damos gracias por todo lo que vamos a comer este bendecido día, te pedimos por los que tienen menos que nosotros, les des abrigo a todos ellos—todos estaban agachados oyendo la oración Edward y el espíritu los estaban viendo, el sintió que no pertenecía a ese lugar— te pido señor también por el señor Cullen, gracias a él tenemos este banquete

—¡Por el señor Cullen!,¡el señor Cullen!que me pregunten a mí lo que se merece ese hombre —Ángela estaba molesta

—Amor enfrente de los niños no y es navidad —Ángela bufo— solo porque es navidad, pero es en tacaño no se merece nada– levantó su vaso —señor dale lo que se merece al señor Cullen —Edward se avergonzó por lo que dijo ella

El pequeño Ben también las gracias tomo su vaso y sonrio todos lo veían con una sonrisa —

—Feliz Navidad y Dios bendiga a todos—el espíritu también saco una copa de su saco y brindo con el niño

—Dime espíritu, dime que el pequeño Ben va a estar bien— le dijo Edward sin dijar de ver al niño

—Veo una silla vacía y una foto, el recuerdo de un pequeño

—No espíritu no permitas que nada le pase al pequeño Ben —mientras lo agarraba de su sacó

—Pero tu decias que, las personas estarían mejor si la gente necesitada dejará de molestar— y al decirlo fue con una imitación perfecta de su voz, tomó a Edward y fueron a otro lugar, era una calle que no conocía estaba no muy lejos de su departamento. Suvieron a un edificio nunca había estado adentro o llegaron a ese departamento, adentro había unas cajas acomodadas adentro de las cajas había ropa, comida.

Fueron hacia un cuarto, ahí en ese cuarto vio Edward a Bella. Estaba sacando ropa de repente se cayó una caja.

—Por qué me trajiste aquí.

El espíritu no contestó Bella encontró un libro lo tomó y se fue a sentar con él, de repente abrió el libro y sacó una fotografía, Edward se arrimó y vio la fotografía era donde estaban ellos dos abrazados, se siento junto de ella cuando hablo.

—Feliz Navidad amor mío— Edward nunca se esperó que ella dijera esas palabras y menos que besara la fotografía guardó la foto en el libro y colocó el libro en su cajón, se paró cuando de repente tomó la ropa y se fue a la sala y la guardo en una de las cajas, cuando sonó el timbre era un joven de tez morena

— Disculpa que te moleste pero hay una fiesta en mi casa unos amigos se reúnen por la Navidad y no sé si te gustaría venir —se veía nervioso —ay disculpa, no me presente soy tu vecino de de enfrente.

—Gracias pero tengo algunas cosas que hacer y no podría ir —en este momento ella al ver la tristeza de él se corrigió —pero no sé si podré venir más tarde.

— Ah me parece perfecto vamos a estar hasta en la noche, eres bienvenida a la hora que puedas —a Edward no le agrado el hombre Jacob vio las cajas.

—Es que voy al al Refugio a donar esto a las personas mas necesitadas.

—Es muy amable de tu parte, quieres que te ayude a llevarlo todo a tu auto.

—No sería mucha molestia–Bella se sonrojó.

— No vamos te ayudo —bajaron y empezaron a platicar.

Edward no le gustó la forma en que él veía Bella, entonces el espíritu agarró a Edward y se lo llevó.

—Espera donde me llevas —Edward se oponía —Quiero ver a más de ellos

—No querías estar ahí en primer lugar vámonos todavía no acabamos y se nos agota él tiempo.

Llegaron a la casa que Edward sabía era de su tío, adentro su tío y su tía estaban sentados platicando cuando de repente tía Esme se tuvo que para ir a la cocina y le habló a su tío para pedir ayuda, cuando no estaban Rosalie le preguntó a Emmet

—Entonces qué te dijo tu primo.

—Ya lo conoces, ya sabes lo que piensa de la navidad

–Pero en serio te dijo eso— le pregunto Jasper

—Sí me lo dijo

—Yo no sé qué te dijo, dime a mí —preguntó la pequeña pelinegra.

—Dijo que la Navidad era una tontería y cosas por el estilo

—Pobre de tu primo es un egocéntrico, un amargado y una avaricioso que no sabe apreciar las pequeñas cosas —dijo la rubia

—A mi lo que le da es pena —dijo el rubio

—Podemos dejarlo porque eso de que la navidad es una tontería —Emmet lo dijo imitando su voz y movimientos, causando la risa de todos, en eso entraron sus tío y se cayaron.

—De que se ríen —preguntó Carlisle.

—De nada papá.

—Para eso me trajiste aquí espíritu para que viera.Cómo hablan y se burlan de mí.

—No te traje para que vieras lo que te perdías —los señalo —ellos solo están diciendo la verdad, tú puedes estar conviviendo aquí con ellos y esas palabras nunca hubieran salido de tus bocas.

Luegó su tía con una bandeja que puso en el centro, antes de cenar llegó el brindis que hacía su tío.

—Brindo por esta familia por poder estar reunidos, por una navidad más pero también pido por mi sobrino que donde quiera que esté sea feliz y que ojalá la próxima Navidad se pueda reunir con nosotros y estemos todos completos— a Emmet agachó la cabeza —por Edward—todos levantaron sus copas —por Edward.

Esme se puso a llorar de repente.

—Quién intercedio por ti te quiere vastante.

Edward se dio cuenta que el espíritu estaba cada vez más viejo y tenía hasta una barba blanca.

—Qué te pasa, por qué te ves así.

—Lo que pasa es que la Navidad está por terminar y yo nada más vivo en la Navidad de este año en total.

Mis hermanos son 2022 para ser exactos, de un momento a otro estaban en un lugar como una bodega y se salieron unas fotografías del saco del espíritu era un niño y una niña.

—Quiénes son ellos, son tus hijos.

—No son los hijos hombre, la niña es ignorancia y el niño es pobreza no hay suficientes asilos y orfanatos para ellos —de repente de la fotografías empezaron a salir como si fueran personas, pero al salir ya no eran niños sino adultos.

Ella empezó a ofrecerle y tenia poca ropa y él hombre sacó un arma y lo amenazó trando de robarlo, cuando busco al espíritu ya no estaba, solo estaba en el piso unas ropas abandonadas

Sonaron las 12 de la noche de repente todo fue oscuridad no se veía nada. Empezó a correr y llegó a la calle quería dirigirse a su casa al salir de ahí de repente vio algo era una sombra la cual lo perseguía y se acercaba cada día más, el estaba aterrado al llegar a un callejón la sombra quedó enfrente ya no había donde correr.

Capítulo 5

De repente la sombra se acercó, no se le veía el rostro nada más se veía que era un hombre con abrigo y un sombrero,saco su mano y le indicó que lo siguiera

—Dime eres el espíritu de las navidades futuras— el hombre no le contestó.

Edward empezó a seguirlo, caminaron llegaron a un callejón entraron por una ahí.

Había un hombre con unas cuantas monedas, estaba dándole el dinero a una mujer, a Edward se le hizo conocida pero no la ubicó

—Está seguro que es lo único que me puedes dar por lo que te traje.

—Claro hubieras traído algo valioso — tomo unas unas mancuernillas y un reloj— me trajiste solamente este reloj de tercera categoría yo me compro mejores cosas y aparte unas sábanas, no era lo mejor que tenía — tomo unas telas dobladas —No me digas que las sábanas se las quitaste cuando todavía el cuerpo estaba sobre la cama.

–Qué te puedo decirya estaba muerto — se empezó a reír , Edward la reconoció era la encargada de la limpieza de los departamentos de su edificio, nunca le simpatizo por eso no la dejaba entrar a su casa— Nadie se iba a dar cuenta el pobre hombre ni siquiera tiene un alma que rece por él, yo me preocupo para que sus cosas no se echen a perder.

–Eres una taimada —se rio el hombre.

—No soy astuta, el velo por sus intereses, yo velo por los míos.

Edward no entendía nada

—Porque me muestras esto, acaso esto es lo que me puede pasar si no cambio, que nadie se preocupe por mi como nadie se preocupo por ese hombre, es lo que me puede pasar— el espíritu no contestó y los señalo—Contéstame espíritu — él le sigue mostrando cómo se burlaban del muerto, al que le quitaron sus cosas.

–No espíritu muéstrame a alguien que le afectara la muerte de este pobre hombre, por favor

El espíritu lo llevó a una casa que él ya conocía, era la casa de su asistente en ella estaba su esposa Ángela y sus hermanos de ella. Se veían más grandes ya no se veían sonriendo arreglando la casa adornándolo.

— Ya no ha de tardar, en cuanto llegue lavense las manos para que comamos —ellos no contestaron, se abrió la puerta y por ella entró Ben — cómo te fue.

—Estuvo bien, sabes hubiera hido —el se agachó se le serro la garganta y se limpió unas lágrimas —Está muy bonito las rosas que le pusiste están floreciendo, a él le hubieran gustado verlas, no puedo faltar un día como hoy.

—Lo sé, a él le encantaba la Navidad— Ángela se tubo que sentar porque se le salieron las lágrimas —cómo lo extraño amor.

— A veces siento que me falta una parte de mí.

—Lo sé yo, siento que mi espíritu se fue el día que partió.

–No espíritu no puede ser que el pequeño Ben ya no este, esto no puede estar pasando.

Derepente el espíritu lo llevó lo llevó al cementerio.

Y ahí estaba en una pequeña lápida con el nombre del niño, con unas rosas blancas que estaban floreciendo a pesar del frío y la nieve, de repente oyó voces, al voltear vio a Bella iba subiendo con aquel hombre que vio, iba sonriendole.

—Ya no puedes subir amor— venían agarrados de la mano —Te dije que eres mejor que te quedaras en casa.

—Pero no quería que vinieras solo en este momento a ver tu madre.

—No te preocupes, mira siéntate en esta banca en lo que me esperas, no tardo.

—Está bien te espero —él la besó.

Edward se dio cuenta que ella estaba embarazada, no puede ser cierto la había perdido camino hacia ella. Cuando ella volteó y vio algo en una lápida sercana, se paró y camino a ella.

La tumba estaba recién hecha, llegó junto a Bella y la estaba observando no podía dejar de ver el hermoso rostro de ella, cuando vio que empezó a llorar, al voltear y ver porque lloraba se llevó una sorpresa la tumba era suya nada más tenía su fecha de cumpleaños y su fecha de muerte 24 de diciembre del 2024.

Callo de rodillas no lo podía creer, él estaba muerto cuando oyó a Bella.

—Porque Edward, porque, porque amor mío—derepente llegó e hombre y abrazo a Bella por la cintura.

— Ya mi amor ya llevé las flores a mi mamá—cuando la vio llorando —Qué te pasa, por qué lloras —volteó a verla la tumba y vi el nombre —lo conocías era amigo tuyo.

—Era un conocido, hace mucho que no lo veía, vámonos ya no quiero estar aquí—pero antes de irse tocó la lápida y dijo —Feliz navidad de Edward donde quiera que estés— se fue agarrada de la mano de él.

Edward no podía creerlo.

— No espíritu, no por favor haré lo que sea –se par y camino donde esta el espíritu implorando –Pero por favor no quiero este final, no quiero terminar solo, quiero a mi familia ya no soy el hombre que fui ustedes me cambiaron — el espíritu lo vio camino asia el y lo empujó, cayó en una lápida vacía.

Al caer iba gritando y no podía parar de gritar sentía un nudo al caer y trataba detenerse de algo pero no podía él estaba desesperado ya que no dejaba de caer y todo estaba negro.

Capítulo 6

Edward se cayó de la cama no podía creer lo que veía era de mañana todavía ha sido un sueño una fantasía algo de su imaginación de repente vio el la fecha en el celular y se dio cuenta que era 25 de diciembre los Espíritus lo hicieron todo en una noche tenía una posibilidad de cambiar de demostrar todo lo que había aprendido

Decidió que tenía que empezar inmediatamente corrió y se fue a cambiar salió casi resbalándose con las escaleras del edificio llegó a la florería donde siempre compraba su periódico estaba cerrada empezó a tocar desesperado nadie habría de repente ya se iba no sabía que iba a hacer cuando se abrió la puerta era la señora Cope, cuando abrió lo vio era el mismo joven que siempre iba por el periódico huraño y que no le gustaba la Navidad pero había algo diferente su mirada se veía diferente

— Qué bueno que está usted aquí señora —Edward le sonrió —la necesito urgentemente

—Le dije señor Cullen que no iba a vender periódicos este día

—No, no, necesito periódicos—negando con la cabeza —Necesito que haga una entrega inmediatamente de flores, los más bellos tulipanes de todos los colores llévelos usted a esta dirección por favor

—Pero joven—ella se veía apenada al decir esto—Yo no doy servicio hoy

—Se lo ruego es de urgencia, es de vida a muerte— salió en eso su hijo de la señora

El joven al verlo hizo una mueca y le dijo Edward al joven

—Chico te doy el triple— de repente se acordó de algo— Si pasas por un un supermercado y compras una despensa completa y todo lo de esta lista —donde había anotado asta adornos y se la dio con todo y dinero —y lo llevas a esta dirección—el joven estaba sorprendido y veía la enorme cantidad de dinero y al señor Cullen —cuando lleves las flores, es más las flores no las lleves, esas yo me las llevo pero por favor ve, es urgente— los dos lo vieron muy extrañado el joven que siempre llegaba enojado estaba sonriendo, les agradó su nueva sonrisa así que aceptaron.

Se fue y tomo un taxi tenía que llegar a tiempo

Bella estaba acomodando su departamento y arreglando las cajas que iba a llevar al refugio, todo lo que había juntado ropa y alimentos, cuando de repente sonó el timbre fue abrir la puerta cuál era su sorpresa al ver quien estaba parado ahi

Cuando toco Edward estaba muy nervioso, del otro lado de la puertase oía ruido los pasos se acercaron a la puerta que de repente se abrió, la hermosa castaña cambió su semblante al verlo

—Qué haces aquí —Bella se cruzó de brazos —Cómo sabes dónde vivo

—Lo supe por casualidad—el se paso la mano por el cabello, ella se dio cuenta que estaba nervioso y vio las flores —Bella quisiera hablar contigo

—No tenemos nada de que hablar —Ella suspiró y lo vio—lo dijimos todo hace mucho tiempo

—¡No! te equivocas, yo no dije todo lo que tenía que decir—ella levantó una ceja— tenía razón en todo lo que dijiste, ahora me doy cuenta que lo más importante eres tú

Ella lo hizo pasar al escuchar esas palabras él puso las flores en la mesa del centro sabes

—Hace mucho tiempo que quería decirte esto—Bella nada mas lo escuchaba —eres el amor de mi vida, y fui un tonto al irme, me arrepentí saliendo pero era un imbécil que no quería dar vuelta atrás, no hay día que no recuerdo, y si me dieras a elegir otra entre el dinero o tú, dejaría mil veces el dinero con tal de estar contigo, quiero que me des una nueva oportunidad—Edward no podía parar, tenía que decir todo lo que pensaba —Si todavía puedo estar en tu vida, tal vez no como novios pero sí como amigos—lo habia dichó todo sin parar paró le faltaba la pregunta mas importante —¿me darías una oportunidad?

—Edward no sé qué decir —ella se sentó estaba tan sorprendida— no sabes cuántas veces escuché esas palabras en mí sueños, ahora que las escucho me dejas en shot—ella suspiró y bajo la cabeza —Y si te doy una nueva oportunidad y no has cambiado me derrunbaria —Edward negó con la cabeza fervientemente —porque tú también eres el amor de mi vida—el dio una sonrisa tan grande —pero empecemos despacio seamos amigos, después veremos cómo va todo

El no pudo contenerse, se paró y la abrazo tomó su cara en sus manos

—Te lo prometo, ahora mis prioridades son otras, y para que veas —le sonrio—te gustaría ir a cenar con mis tíos cada año hacen una cena de Navidad y por mi necedad nunca he ido— ella lo vio con otros ojos — me acompañas serías mi cita

—Pero estoy ocupada tengo que ir a dejar esto—señalo las cajas, el se sintió muy mal—te importaría venir con migo

—No importa te acompaño vamos y de camino compramos más cosas más donaciones para la gente que lo necesite— ella lo vio, no parece el mismo joven que le había dejado años atrás, el mismo joven que había salido por su puerta

—Está bien vamos

en eso sonó el timbre Bella fue abrir era su vecino de frente Jacob Black parece que se llamaba, él al verla sonrió siempre le había gustado era una joven muy bonita y nunca había visto que alguien estuviera con ella

—Disculpa que te moleste pero hay una fiesta en mi casa unos amigos se reúnen por la Navidad y no sé si te gustaría venir —cuando de repente vio atrás de ella a un hombre más alto que él con el cabello bronceado que lo veía con ojos de enojo —lo siento no sabía que tenías compañía, si quieres puedes traer a tu amigo

—Oh este lo siento eres Jacob verdad, no lo que pasa es que ya íbamos de salida gracias de todos modos

—Oh bueno, este yo, este sí no hay problema nos estaremos viendo por ahí— él se veía apenado, se dio la vuelta y entró a su departamento

Edward al verlo se dio cuenta que llegó a tiempo él era el hombre que le iba a robar a su Bella si no hubiera aparecido ese momento, si los espíritus no le hubieran dado una oportunidad, ella se volvió y le sonrió los dos tomaron las cajas y se dirigieron al carro

Después de dejar todo en en la caridad se dirigieron a la casa de los tíos de Edward

Cuando Edward llegó no podía bajar nada más veía la casa, Bella sabía la historia de quien eran sus tíos

Ella no los había podido conocer cuando eran novios le dio la mano y lograron bajar él no solto la mano y ella no se negó. Tocaron el timbre, cuando su tía abrió la puerta fue una sorpresa para ella se llevó las manos a la boca

—Quién es Esme preguntó Carlisle —Oh mira quién vino —llegó su tío y vio a su sobrino no pudo contenerse y lo abrazó sus ojos se llenaron de lágrimas, Bella al ver esto se dio cuenta que había hecho lo correcto al darle una nueva oportunidad a Edward, al entrar se dirigieron al comedor ahí estaba Emmet junto a su esposa y dos personas que Edward conocía, una de ellas era Alice la amiga de Bella y el otro era Jasper, el hermano de Rosalie, por lo visto se habían acercado a la familia, todo el tiempo que él no los frecuentó ellos al verlo se quedaron callados se veía que se estaban riendo, eso recordaba esa conversación que sabía que le mostraron, pero eso estaba en el pasado porque era verdad lo que decían de él

— Qué bueno que viniste primo

–Sí qué bueno por lo visto ya no eres el egocéntrico de siempre

—Rosalie no digas eso en vez de enojarse hay que alegrarse

—No tía déjala ella tiene razón, me dieron una oportunidad y lo dejé de ser prima—Le sonrió a Rosalie – soy un nuevo Edward, lo que ya me digan, lo tengo bien merecido

—Bueno, bueno, dejen eso vamos a cenar que es navidad

—Siempre cada año brindo pidiendo lo mismo, pero este año cambiará —se paró agarró su copa —gracias porque regreso la oveja perdida, hoy están con nosotros toda la familia, Al fin estamos todos reunidos y solo puedo darle gracias a Dios por esto Feliz Navidad

—Bien a comer todos— todos empezaron a reír de las palabras de Emmet, Edward se volteó a ver a Bella

—Feliz Navidad amor mío— le dio una sonrisa torcida Bella se sonrojó y solo contestó

Feliz navidad Edward

El día 26 de diciembre Edward estaba en su despacho y estaba feliz eran las 8:15 Ben iva a llegar tarde, cuando se abrió la puerta del elevador derepente salió corriendo

—Cheyen ven acá—Edward estaba disfrutando lo que iba hacer

—Discúlpame Señor por llegar tarde, fue un accidente no va a volver a pasar, pero es que ayer fue Navidad—el pobre hombre estaba sumamente nervioso

— Claro que no va a volver a pasar, porque a partir de mañana recibes un ascenso, un bono y un aumento y sé que tu hijo está enfermo —Ben no cría lo que oía, se tuvo que sentar para no caerse— así que te esta es una lista de las mejores instituciones médicas para que se ha valorado

—Señor yo…—Edward lo interrumpió

—Nada del señor a partir de hoy soy Edward de acuerdo Ben

—Sí señor, digo Edward

—Bien ahora hay que ponernos a trabajar para que ese bono valga la pena y porque hoy nada más trabajaremos medio día

A partir de ese día Edward cambió se volvió mejor hombre, un mejor amigo, mejor hijo

Fue como un padrino para para el pequeño Ben y como el decía

FELIZ NAVIDAD Y DIOS LOS BENDIGA A TODOS

FIN

Epílogo

2 años después

Es sorprendente como a cambiado Edward el día veintitrés de diciembre hacia una fiesta para celebrar la navidad daba regalos a los niños y madres jóvenes de la asociación que ayudaba. Y como era de esperarse su familia y amigos acudían y lo ayudaban con la organización.

—Tu marido dio cambio, no se parece al joven que era—Rosalie le dijo al joven embarazada que veía a su apuesto marido jugar con el pequeño Ben — ¿que le dijeron al pequeño.?

—Que ya casi esta curado —sintió un pequeño dolor, los había estado sintiendo toda la tarde, pero quería que pasara la fiesta para decirles de que estaba por dar a luz.

—No sabes como me alegro —Alice volteó a vera su esposo, que junto con los demás hombres jugaban con los niños en los juegos. Volteó a verla y se dio cuenta que fruncido el seño y se encogió—te sientes bien.

Todas voltearon a verla Esme se dio cuenta de lo que pasaba se paró y sin decir nada fue por Edward. En los primeros minutos del día veincuatro nació Renesme Carlie Cullen Swan una hermosa niña que es la alegría de todos los que la conocen en especial sus padres.

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—... y los espíritus lograron que Edward cambiar su forma de ser en una noche, se volvió un hombre caritativo viendo cada día como si fuera navidad —Edward vio que la pequeña de tres años se habia quedado dormida, le dio un beso la tapo y fue a su recamara después de cambiarse, se acostó abrazando a esposa.

—Feliz navidad amor mío

—Feliz navidad amor mío, sabes a tu hija le encanta que le cuentes esa historia, más porque eres el protagonista pero yo no se porque te pones como un amargado y tacaño —Edward solo sonrió y beso a su Bella.

—Sabes amor te voy a contar una historia que tubo lugar hace cinco años en una noche como esta de Navidad.

FIN

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A todos les deseo como diría el pequeño Ben.

Feliz Navidad y que Dios vendiga a todos.