32. Cuenta regresiva: El gran Crack de X793
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Disclaimer: Los personajes que se desmiembran o cambian de personalidad a lo largo de la historia pertenecen a la obra del célebre Mangaka Hiro Mashima. Este Fanfiction está basado en una serie derivada y secuela de su Manga principal Fairy Tail, llamada Fairy Tail: 100 Years Quest. Contiene varios hechos canónicos dentro de la obra. No obstante, varios personajes, personalidades, habilidades y escenarios puede que estén fuera de este.
NOTAS: Como muchos de ustedes ya sabrán, el sitio de FanFiction está con las estadísticas caídas. Este fue el motivo por el que retrasé la publicación de estos dos caps hasta ahora (llevan listos desde el 08/12/23). Ya que dicho problema no parece solucionarse en el corto plazo, continuaremos de todos modos.
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…
Reino de Minstrel, Enero 1, Año X793…
Natsu y Ophis arribaron a una verde altiplanicie la mañana del primer día del año. El grupo se recostó a descansar en la hierba mientras se distraía con las nubes y las formas graciosas que tomaban estas, claro que, únicamente los dos magos participaban en aquel tonto juego, con Ophis apartándose como siempre.
—No puedo creer que me convencieran de parar otro día… Perdemos el tiempo—Ophis se quejó—Con este ya me deben dos días de "Feriado".
—Te los vamos a pagar—Natsu replicó—Sólo son dos días, Ophis. Y además ¿Qué importa?. Ahora que tienes el libro, podemos encontrar los fragmentos con mucha facilidad…
Desde que el libro había demostrado su capacidad de facilitarles la búsqueda, un cierto ambiente de despreocupación había aparecido entre las filas, cosa que no agradó nada a Ophis.
—Es sólo al principio—el dragón insistió—algunos de mis fragmentos más grandes y poderosos están escondidos incluso más allá de lo que este libro puede buscar. Es obvio que primero nos guiará hacia los pequeños y fáciles de encontrar…
—Como digas…—dijo Happy sin prestarle demasiada importancia.
«… ¡Tómenlo en serio, maldición!... » Ophis puso un malhumorado gesto de puchero en su cara
Natsu y Happy estaban muy relajados y conversaban tranquilamente mientras esperaban a digerir el desayuno:
—¿Cuál es tu deseo para este año, Natsu?—Happy le preguntó.
—Hacerme más fuerte…
—Eso es un poco trillado—Happy replicó con un gesto de poco convencimiento.
—Esta vez no son solo palabras—Natsu dijo firme—El tiempo que llevamos viajando con Ophis y los enemigos poderosos que hemos enfrentado en este viaje me han hecho dar cuenta que no estaba listo para la misión de los 100 años. ¡Cuándo regresemos a casa, será más fuerte y volveremos a intentar tomarla!—anunció el jóven con el puño levantado al cielo.
—¡Aye!—Happy secundó alegremente.
—Dime, Ophis—Natsu ahora le habló—¿Cuál es tu deseo para este año?
—¿Mi deseo?... Mi deseo es que cierren la boca y se pongan a buscar mis fragmentos…—respondió de forma maleducada.
—¡Eso no es un deseo!—Happy bufó—¿Por qué siempre estás de mal humor?
—Claro que es mi deseo, sólo que expresado de otra forma—Ophis dijo—Mi deseo es recuperar suficiente poder para alcanzar el nivel de un Dios antes de que termine el próximo verano…
Ambos amigos se levantaron de su lugar y se acercaron a ella, interesados por sus dichos.
—¿Tan fuerte como un dios?—Natsu le preguntó—Mmm, ¿qué tan fuerte eres ahora?
—No voy a decírtelo, ¿Eres tonto o qué?—Ophis lo ofendió—¿Tú le dirías a alguien en que no confías cuál es tu debilidad?
—¡Bien-bien! ¿Al menos puedes decirnos qué tan poderosos son los fragmentos que hemos recuperado hasta ahora?—Happy se metió—Siempre que te preguntamos nos das explicaciones largas que no entendemos…
—No es mi culpa que sean tan tontos… —Ophis replicó—pero para simplificar, no todos mis fragmentos son del mismo tamaño ni contienen la misma cantidad de mis poderes. El nivel de cada fragmento depende de la constelación en la que fue encerrado.
—¿Las constelaciones tienen "niveles"?—Natsu le preguntó.
—Por supuesto—Ophis dijo—¿Qué acaso los espíritus celestiales de la rubia no son algunos más fuertes que otros?. Sucede lo mismo con esto. Hay algunas constelaciones más grandes y otras más chicas, otras con más o menos estrellas, más o menos brillantes entre ellas. Entre más grande y más estrellas tiene la constelación usada para encerrar una parte de mi alma, más grande será ese fragmento y más grande la cantidad de poder que recuperaré al consumirla…
—Oooh, ¡Ahora sí entendí!—Natsu exclamó con curiosidad.
—A ver, ¿cuántos fragmentos ya tenemos?—Happy se propuso hacer un recuento…—uno, dos… ¡cinco, tenemos cinco!... y si es uno por cada constelación, nos faltan 83… ¡Osh, son muchas!—El Exceed se lamentó.
«… ¿82?... 88 - 5 =... ¿acaso no son sólo 50?… » Natsu no quiso ventilar su ignorancia en público.
—Error, ya tenemos siete y nos faltan ochenta y uno—Ophis acotó.
—No, estoy seguro que conté bien—Happy la contradijo—Incluso conté la primera, que Natsu rompió durante nuestro primer intento de la misión de los 100 años.
—Te estás olvidando de la segunda, la que encontramos en el bosque de los demonios de la región de Mujun, en Giltena…
—¿Eh?, pero si… —Happy se puso reflexivo—¡Un momento!... pero si esa vez lo que recuperamos era el orbe de cristal negro de la familia de Rikku…
—Correcto. Ese era uno de mis fragmentos…
—No puede ser, ¡Se supone que Rikku lo devolvió a la bóveda de tesoros de su casa!
—No, me lo entregó y dejó una réplica en su lugar—Ophis explicó—Ella fué el primer contrato que hice desde que escapé de la Lacryma y ella se convirtió en mi primer "Agente" después 20 000 años… Te lo dije cuando partimos: No eras mi primera opción…
—¡¿Tú eras "el médico" que debía salvar a su madre?!—ambos amigos exclamaron de susto.
—No hagas escándalo. ¡Y tú ya sabías esa información, Dragneel!
—¡¿Natsu?!—Happy lo miró con sospecha—yo estaba medio inconsciente durante esa batalla...
—Yo no me acuerdo…—Natsu se rascó la nuca.
—¡Ugh, tu memoria es terrible!—Ophis se quejó—pero así es. La mocosa de la tierra intercambió la sanación de su madre a cambio del orbe. No se suponía que ustedes intervendrían en esa ocasión, pero aún así, eso salió muy bien…
—Rikku… ¡nos mintió!…—Happy se sintió decepcionado, reflejándolo en su cara.
—¿Se lo preguntaste? ¿Le preguntaste todos los detalles?
—Pues la verdad que nó…—Happy dijo.
—Entonces no te mintió—Ophis replicó con altanería—¡No es mentir si la otra persona no hace las preguntas correctas!
«… Para mí eso no deja de ser mentir… » Happy pensó.
—¿De verdad ese orbe negro era tuyo?—Natsu dudó—no se parecía en nada a los demás… ese erade vidrio negro y los otros son blancos y más pequeños..
—Yo también me extrañé—Ophis explicó—Estuve investigando y creo que tiene que ver con una leyenda del pueblo de la mocosa de la tierra.
—Se llama Rikku…
—Yo la llamo como quiero—escupió Ophis con mal humor—... Según esa historia, mi fragmento perteneciente a la constelación de Caelum se rompió de su envoltorio original y el poder empezó a corromper toda la región y dió origen al bosque de los demonios que enfrentamos ese día. Un ancestro de Rikku logró encerrar de nuevo esa parte de mi alma dentro un orbe nuevo y con otras propiedades, anulando la maldición y que cualquier mortal pueda tocarlo…
—Ya veo…
«… ¡Ese bosque está lleno de monstruos por tu culpa!… »
—Eso me confundió y me llevó a creer que la mocosa de la tierra y el ladrón del orbe también podían tocar los orbes sin lastimarse, como lo haces tú, Dragneel—Ophis explicó—Cuando sané a su madre, ella estaba tan agradecida que fue lo bastante tonta como para ofrecerme su ayuda "con lo que yo necesitara", de manera que le tomé la palabra y la convertí en mi primera herramienta para buscar los orbes. ¡Ustedes en realidad son su reemplazo!
—Que mala…—Happy protestó.
—No me importa—Ophis escupió—cuando encontramos el tercer fragmento perteneciente a la constelación de Sagitta, que estaba protegida por su orbe original, la mocosa de la tierra sufrió mucho daño y apenas pudo abrirlo. Allí me dí cuenta que Dragneel era mi única opción…
—Eso significa que…—Natsu replicó.
—Significa, que independientemente de que me hubieras invocado o no, yo habría venido por tí de todos modos… ¿No te da gusto haber conseguido un buen trato sólo por un año?
Natsu torció su cara de incomodidad y apretó los puños con frustración al descubrir que su destino parecía escrito. No le agradó nada eso pero en sus pensamientos agradecía mucho a Happy el haber negociado bien con Ophis para el contrato que ahora los atrapaba con ella.
«… ¡Wow, amigo, deberías ser abogado porque lo hiciste muy bien ese día!… »
« … ¡Tramposa, mentirosa! ¡Mil veces malvada!… » Happy no dejaba de protestar contra Ophis de pensamiento.
Con unos pocos anuncios desagradables, Ophis había logrado una vez más arruinarles un rato de relajación sólo por gusto propio…
—Entonces—Natsu habló con desánimo—Si llevamos apenas 7 de 88, Significa que no has recuperado mucho poder…
—Eso me temo—Ophis frunció el ceño y bajó un poco la cabeza—Mucho peor, los fragmentos que hasta ahora tenemos, son de los más pequeños…
—¿Hay alguna buena noticia entonces?—Happy se contagió del desánimo.
—Podría ser…—Ophis replicó con su indiferencia habitual—a pesar de que eran fragmentos pequeños, algunos de mis poderes sellados volvieron…
—¿Poderes sellados?
—Cuando dividieron mi alma en los 88 fragmentos, no sólo dividieron mi poder. También sellaron en algunos de los fragmentos muchas de mis otras habilidades, dejándome en este cuerpo infantil e inútil…—Ophis protestó contra su forma humana…
Natsu tuvo un pensamiento atrevido y sonrió con malicia:
—Oye… no te hemos visto usar tu forma de dragón ni una sola vez desde que nos conocemos…—le dijo un sonriente Natsu.
Ophis empezó a sudar frío y con nerviosismo.
—... no puedes, ¿Verdad?—Natsu le quiso arrancar una confesión—¡Ya no puedes transformarte en dragón!
Natsu se excedió con esa actitud y la cara de terror de Happy reflejaba el problema en el que Natsu se había metido. ¡Ophis tenía una mirada asesina contra Natsu!
—¿Uh?... ¡Aaaaargh!—Natsu sintió el estrangulamiento de la magia de Ophis en su cuello y espalda, a través de la marca del contrato en su piel…—¡Lo siento-lo siento!...—Ophis finalmente le soltó—¡Coff-coff!—el jóven tosió intentando recobrar el aire.
«… Ay Natsu, mira lo que te pasa por impertinente… » Happy negó con la cabeza.
—¡Cuando recobre un par de fragmentos más, recuperaré la capacidad de transformarme en dragón y todos temblarán ante mi poder!—amenazó Ophis casi chillando, herida en su orgullo y con la cara sonrojada.
Mientras Natsu seguía de rodillas en el suelo, de forma un poco más respetuosa, Happy le hizo más preguntas:
—¿Qué otras de tus habilidades has recuperado hasta ahora?
Ophis respiró hondo para mostrar un poco de compostura y responder con soltura:
—... Con el primer fragmento, Crux, mi cuerpo fue capaz de vivir fuera de la Lacryma prisión y obtuve el suficiente poder para defenderme del mundo exterior—Ophis recordó—Con el fragmento de Sagitta fui capaz de manifestar mis alas de dragón en mi espalda para poder volar—dijo Ophis—Con el fragmento de Caelum pude usar nuevamente el "ocultamiento de sombra"…
—¿"Ocultamiento de sombra"?
—La capacidad de ocultar mi presencia mágica de los seres poderosos que me puedan amenazar en mi estado debilitado… no es perfecto, pero funcionó lo suficiente para que nos moviéramos con discreción durante las primeras etapas de nuestro viaje.
—¿Nos "moviéramos" en plural?—Happy dudó.
—Por supuesto. Se las impuse también a ustedes cuando hicimos el contrato…
—¡¿Eh?!—Ambos amigos se sorprendieron y se apresuraron a tocarse el lugar de la marca.
—No sólo es una marca, también su presencia está oculta—Ophis les dijo—Nadie puede encontrarlos, ni siquiera la memoria de las estrellas los puede registrar, ¡Así que pueden descartar por completo la esperanza de un rescate antes que expire el contrato!...
«… ¿Sí? Por qué Samael nos encontró de todos modos y casi nos manda al otro mundo… » Happy pensó.
—... No deberían estar tan sorprendidos—Ophis habló de nuevo—¿No se han dado cuenta que sus cuerpos ya no dan sombra?
—¡¿Eeheeeee?!—Natsu vuelve a asustarse. Ambos amigos se ponen de pié de un salto y con horror comprueban que es verdad: ¡Sus cuerpos ya no producen sombra de ninguna clase!
—¡No puede ser, ¿cómo no nos dimos cuenta todo este tiempo?!—Happy chilló—¡Mi sombra ¿Qué le hiciste a mi sombra?!—le reclamó a Ophis.
—Deja de chillar—Ophis puso mala cara—No te afecta en nada. Sólo es un pequeño efecto secundario de esa magia…, por eso se llama, "Ocultamiento de sombra" y no "ocultamiento de presencia mágica"...
—Oh, bueno… ¡Espero que así sea y nos devuelvas la sombra cuanto el contrato termine!
—Si-si, como sea…—Ophis lo menospreció.
—¿Alguna otra "habilidad" de la qué debamos saber porque nos afecta?—Happy exigió.
—Ocultamiento de sombra de nivel 2…
Ambos se quedaron con la mirada en blanco, una vez más, por la simpleza del anuncio.
—¿Nivel 2? y… ¿para qué sirve?
—Lo mismo, pero más fuerte. Nos oculta mucho mejor que antes…
Happy entrecerró los ojos con sospecha, por una idea que acababa de tener…
—Un minuto… si el ocultamiento de sombra nos esconde de tus enemigos y el nivel dos lo incrementa… —Happy reflexionó en voz alta—Hace meses nos tuviste caminando entre bosques, moviéndonos casi sólo de noche pero ahora que tienes "el nivel 2" hasta volamos para ir más rápido… ¡Eso significa que antes eras tan débil comparada con los que te perseguían que teníamos que escondernos como ratas!... ¿Eh?
El Exceed se dió cuenta que había cometido el mismo tonto error que Natsu hace un momento, ganándose el mismo castigo que Natsu por hurgar en el herido orgullo de Ophis…
—¡Gaaarrh!... ¡Mi cuello-mi cuello-mi cuello!—el Exceed se ahogaba mientras Ophis lo estrujaba con su magia—¡Coff-coff-coff!—tosió sin parar inmediatamente después de que Ophis le soltara…
Por su parte, Natsu empezó a tener unos pensamientos controversiales. Al enterarse que Ophis recuperaba nuevas habilidades, recordó, de milagro, una propuesta que ella le había hecho en navidad. Natsu tuvo otra mala idea que proponerle a Ophis…
—... Hace un tiempo dijiste—Natsu le habló—que dentro de poco tendrías suficiente poder para mostrarnos tu mundo, el lugar de donde vienes… ¿Ya puedes hacerlo?
—Si…—respondió Ophis con frialdad—pero también recordarás lo que te exigí a cambio… —Ophis sonrió con maldad—Dime ¿Estás listo para afrontar lo que eres y hablarme de tus pesadillas?
—¡Glubs!—Natsu tragó seco—Si… creo que sí…
—Muy bien… que así sea.
«… ¡Ese sí es un objetivo de año nuevo!… » pensó Happy, un poco orgulloso de su amigo.
…
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Magnolia, Enero 3, Año X793…
La navidad dió pronto paso al primero de Enero, para cerrar la temporada de fiestas de fin de año y con ello recibir el nuevo. Como fue acostumbrado, el gremio de Fairy Tail celebró a lo grande desde la noche del 31 de diciembre, con ominosas muestras de descontrol y desorden público e impresionando a propios y extraños que veían incrédulos a barriles y barriles de vino y cerveza entrar llenos y salir vacíos en poco tiempo.
Sin embargo, incluso a ellos la crisis económica del país les afectó, pues tuvieron que acortar su acostumbrado festejo de 5 días a sólo 3. La borrachera se cortó de golpe la madrugada del tres de Enero, y para las 11 de la mañana, aquellos que habían pasado la noche en el edificio recién se levantaban como zombis, presas de la resaca…
—¡Ugh!… ¡Qué guerra! ¿Hay sobrevivientes?... ¡Ayúdenme! Blugh...—Un mareado Max comentó irónicamente mientras se esforzaba por despegar la cara del mesón de la barra, donde había pasado la noche. A su lado y en suelo, Nab dormía en posición fetal.
Muchos otros miembros yacían desparramados alrededor y todavía inconscientes.
Lucy Heartfilia entró temprano por la mañana, con su uniforme de periodista y tras pedir que alguien la cubriera en el trabajo, pues para su mala suerte, el periódico sólo se permitía liberar a sus empleados durante el primero de enero y nada más…
—¡Me duele! ¡Y no entiendo por qué! ¡Ouch!—Se quejó una adolorida Lucy mientras se sobaba el trasero.
Junto a ella estaban Wendy y Charle, que mataban el tiempo esa mañana. No estaban afectadas por la resaca ya que ambas se habían abstenido de celebrar al 100%, Wendy por su edad y Lucy por su trabajo—y por su malogrado trasero—. Wendy sorbía su jugo de frutas con un popote mientras Lucy no terminaba de acomodar las nalgas en el cojín que Mirajane le consiguió para su lesión.
—¿Quieres que intente curarte de nuevo?—Wendy le preguntó a Lucy.
—No lo creo. Ya lo intentamos ayer y no sirvió…
«… Aww, siento no poder ayudarte, Lucy-san… ¡No lo entiendo, es como si el daño estuviese muy debajo de la piel!… »
[... jejeje… ]
«… ¿Irene-san, de qué te ríes?… »
Mirajane salió de la cocina, muy atareada…
—Calmense todos, Lisanna y yo tendremos la sopa lista pronto...—luego de ello, se acercó a Lucy—¿Cómo anda ese trasero, chica?
—¡Horrible! ¡No me puedo ni sentar!—chilló Lucy—¡¿Qué rayos me hicieron ese día?!
—Mmm, estuve despierta la mayor parte del tiempo y no recuerdo que te haya pasado nada, Lucy-san… te desmayaste y te dejamos durmiendo en el sofá el resto de la noche—Reflexionó Wendy, pensativa.
[... Si… durmiendo… jeje… ]
«… ¿Irene-san de qué te ríes? ¡Si sabes algo habla de una vez!… » la reprendió mentalmente Wendy.
—... Oye, intenta con esto…—Mirajane sacó algo oculto de su bolsillo, un tubo de crema sin etiqueta…
—Ya he probado de todo pero supongo que no haría mal un intento más…
«… Ay Lucy, si eso funciona y confirma mis sospechas, ¡me voy a morir de culpa!… » pensó Mirajane mordiéndose los labios.
Lisanna salió de la cocina con una gran olla de comida humeante. La chica tenía puesto el delantal y un trapo atado al cabello…
—Ya está lista, muchachos—Lisanna empezó a servir los platos. Pasó de largo sin saludar a Lucy en un inicio, pero luego se giró media vuelta para dignarse a hablarle…—Buenos días, Lucy…
—Buenos días, Lisanna…—respondió Lucy. Un ambiente enrarecido se dió entre ellas que no terminó de convencer a Mirajane. Miró a su hermana con sospecha…
Para el medio día, la situación apenas era mejor para la mayoría de las víctimas del festejo. Al menos Max y Nab ya se habían logrado reponer lo suficiente para sentarse adecuadamente.
—Fue una fiesta muy divertida, algo corta, pero divertida…—comentó Nab.
—¿Oye, viste a Vijeeter?—Max replicó con el ceño fruncido y aguantando al resaca—No lo ví desde que recibimos el año hace dos días.
—Si, creo que sólo estuvo el primer día de fiesta…
Pronto Max tendría la respuesta a su pregunta, cuando el que se había convertido recientemente en su inseparable compañero, entró por la puerta con dos maletas en sus manos…
—¡¿Vijeeter?!... ¿Qué ocurre?...
—Primero que nada, ¡Buenos días a todos!... —saludó Vijeteer—Y lo que ves es lo que pasa: ¡Decidí que este año voy a cumplir mi sueño de hacer un viaje de estudio a la mágica tierra de la danza!
—¡¿Te vas a Minstrel?!
—Así es…
El ya no tan jóven mago bailarín de Fairy Tail siempre mantuvo su actitud energética y no se avergonzaba nunca de mostrarse en público a pesar de que sus compañeros llaman a sus bailes "raros". Su objetivo era ahorrar el dinero suficiente para estudiar en el extranjero en la tierra santa de la Danza "Minstrel"...
—Oye-oye… Creí que no estabas ni cerca de ahorrar lo suficiente para pagar tu educación completa allá…
—Estás en lo correcto, Max—afirmó el jóven muy seguro de sí mismo—Hasta ahora sólo tengo lo suficiente para pagarme una estancia de 6 meses allá y quizá, inscribirme en algún conservatorio decente…
—No lo comprendo… ¿Por qué ahora?
Vijeteer frunció el ceño y comenzó a hablar muy serio.
—He ahorrado todo lo que he podido, durante los últimos 10 años… siento que si no lo hago ahora, no podré nunca más—Vijeteer habló—Mi dinero… ¡Mi dinero está disminuyendo!... siento que cada vez que logro acercarme a mi sueño, una nueva crisis en este país me retiene. Primero fueron los siete años que desapareció el equipo Tenrou y ahora lo que hemos sufrido el último año… ¡Tengo que hacer esto ahora!
—¿Lo dices por lo mal que va todo últimamente?—Max le observó mientras buscaba de nuevo su cigarrillo—Si es por eso, da la impresión que quieres saltar del barco que se hunde y dejarnos a todos aquí…—dijo Max mientras escupía una nueva bocanada de humo.
—Esta vez es diferente. No están solos, el maestro y Mirajane están aquí para tener todo bajo control…
—Si tu lo dices…—Max dejó entrever un poco de resentimiento.
El mago tenía su decisión tomada y se mantuvo firme. Incluso quizá tuvo una segunda intención hacia Max…
—¿Qué me dices de tí, Max?—Vijeteer le replicó—Hace tiempo dijiste que querías aprender la "Magia de arena verdadera" de Alakitasia y no vas a hacerlo quedándote siempre aquí…
El mago de Arena había quedado muy impresionado por el emperador Ajeel y la potencia de su magia elemental. Max siempre se había sentido menos ante monstruos como Erza o Natsu y hacía tiempo había aceptado que su magia era "de segunda categoría", pero al ver lo que los magos de Álvarez eran capaces de hacer, esa idea que tenía de su propia magia volvió a cambiar…
Max apartó la vista y cogió su cigarrillo de nuevo.
—... Hace siete años dije que quería ser comerciante y Warren quería ser maestro de escuela… ¡Son cosas que decimos!... sueños tontos de niños tontos.
—Suenas como viejo amargado.
—Y tú como un ingenuo…
—Escúchame Max… no quiero que me pase lo mismo que a Warren… es por eso que debo perseguir mi sueño mientras puedo y creo que tú también deberías hacerlo.
—Sucede que yo…
—Él tiene razón en algo, Max…—Mirajane intervino sorpresivamente—Ustedes ya pasaron los siete años que desaparecimos y en cierta forma se los debemos—le dijo—Además, lo que parece es que tú lo estás usando de excusa… no nos culpes si en unos años te arrepientes. Él también lo dijo, Max, no te estás haciendo más jóven…
Max se sintió profundamente interpelado por ambos. Empezó a sentir vergüenza de abandonar sus propios sueños…
—Regresaré en Julio… ¡Veremos cuán lejos ha llegado cada uno en ese tiempo!—le dijo Vijeteer a Max, a manera de presionarlo.
—Yo… lo pensaré—dijo Max, rascándose la nuca.
—A ver si logras ver a Natsu, Joy nos dijo que también está en Minstrel…—Mirajane le dijo a Vijeeter antes de regresar a la barra.
Ambos amigos procedieron a despedirse con un abrazo, y muchos otros miembros—aquellos ya sobrios—también se acercaron. Lucy vió la escena con alegría y junto a Wendy, se vió contagiada también del momento solemne y la pionera actitud de Vijeeter…
«… Es increíble que Vijeeter tenga esa determinación… yo por otro lado… Sé que no pude entregar mi novela a tiempo, pero siendo honesta, ni siquiera estaba contenta con el borrador que escribí. ¡Estoy segura de que puedo mejorar eso!… » Lucy reflexionó.
Vijeeter partió al mediodía y ya casi todos estaban de pié para la hora de almorzar. Al servir y llevar los platos, Lisanna notó algo extraño…
—¿Uh?... Mira-nee, ¡Hay un obsequio bajo el árbol de navidad!—Lisanna le hizo notar a su hermana.
—¿Eh?...
Mira se acercó y al cogerlo leyó con sorpresa a quien pertenecía por la etiqueta…
—¡Lucy!—Mirajane exclamó—¡Este obsequio dice qué es para tí!... parece que la persona que olvidó tu regalo ese día le dió vergüenza reconocer su error y simplemente lo dejó aquí sin que nadie lo viera.
La rubia se acercó con entusiasmo y con rapidez abrió el envoltorio.
«… ¡Lo sabía! ¡Sabía que mis compañeros de gremio no me fallarían! ¿Me pregunto qué será?… » Lucy pensó alegremente mientras descubría el contenido…
—¡Es un... ¿Eh?
Lucy puso un rostro de confusión al no poder reconocer el objeto, nunca había visto uno igual… ¿Una especie de amuleto?. Tenía unos grabados extraños y un ojo en el centro. Mirajane sin embargo puso un gesto de indignación al ver el objeto…
—¡Muy bien!—Mirajane bramó furiosa—¡¿Quién fue el gracioso?!—anunció en voz alta e interrogó a todos los presentes.
Todos empezaron a murmurar ante la desconcertada Lucy. Lisanna puso cara de susto y se tapó la boca con ambas manos…
"... ¿Quién fué? ¿Acaso fuiste tú?… "
"... ¡A mi ni me vean!... pero aunque no sea magia de verdad, como mínimo es de mal gusto… "
"... Esas cosas sólo son paparruchas supersticiosas, no es magia real… "
—¿Em?... ¿Qué pasa?—preguntó Lucy con una media sonrisa tonta, temiendo sonar ignorante al no saber de qué se trataba.
—¡Es un amuleto de mala suerte!—Mirajane habló—Quien te lo haya regalado, no te desea nada bueno…
—¿Mala suerte?... —Lucy dijo incrédula—no lo entiendo…
De inmediato la rubia apagó su ánimo y la tristeza se reflejó en su rostro. Aparentemente alguien en el gremio le guardaba rencor pero era demasiado cobarde como para decírselo en su cara…
«… ¿No se supone que todos aquí somos como familia?… » pensó Lucy, ahora ya abiertamente deprimida.
Hizo un esfuerzo grande para no llorar. Le molestaba bastante ser de llanto fácil pero en este tipo de situaciones no lo podía evitar. Únicamente bajó la cabeza en señal de derrota mientras sostenía el amuleto con rabia y decepción.
La consecuencia siguiente es que algunos tuvieron la misma idea de sospechar de una persona en específico y no pudieron evitar mirarla de reojo. La propia Mirajane no se atrevía a girar la cabeza sin tener pruebas…
«… ¡Por favor, díme que no fuiste tú! ¡Yo no te crié así!… »
…
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…
Bosque este, a las afueras de Magnolia…
…
—¡¿De dónde sacaste esta cosa?!—vociferó una desconcertada Porlyusica al recibir a Erza Scarlet en su cabaña.
Porlyusica examinaba el objeto que Erza había traído de su último viaje y el cuál fue entregado a la bruja por encargo de Erza…
—Primero que nada, ¡Buenas tardes!—replicó Erza, reclamando la descortesía de la bruja.
Porlyusica no le prestó atención y siguió examinando en su mesa de trabajo.
—... Veo que traes maletas. ¿Te largas tan pronto?—dijo la bruja sin mirar a Erza y cambiando súbitamente de tema.
—Si…—Erza se encogió de hombros—Creo que le tuve demasiadas expectativas a las fiestas de fin de año y no me divertí tanto como esperaba…—reconoció.
«… O mejor dicho, no me hicieron sentir mejor… »
—... ¡Oh, si!. Oí lo mucho que te "divertiste" en casa de Mirajane—replicó Porlysica con ironía, haciendo que Erza se sonrojara un poco de vergüenza. Nadie se atrevía a echarle en cara su bochornoso comportamiento durante la fiesta de navidad pero La pelirroja era sabedora de los rumores que circulaban.
—¡Glubs!—Erza se tragó su orgullo—Si… es por eso que antes de irme, quiero decir—Erza se rascó la nuca—tenía curiosidad por si descubriste algo acerca del objeto que traje de mi último viaje…
Un extraño casco, o al menos eso es lo que Erza dijo que era cuando lo trajo al gremio. De color negro, un casco cuya visera emulaba la boca de un dragón. Porlyusica ya lo había diseccionado, dejándolo con un corte longitudinal completo que dejaba ver el interior, como una pieza preparada para museo.
—Me desconcierta bastante, nunca había visto algo así—dijo Porlyusica—Aún no descubro qué es exactamente. ¡Por eso te pregunto una vez más! ¿De dónde la sacaste?
—Fué algo fortuito. Cuando iba de regreso después de vencer a aquel monstruo en el reino de Minstrel, un representante local del consejo mágico me buscó con un trabajo urgente, algo muy secreto—Erza explicó—Ni siquiera yo misma entiendo que fue todo eso. ÉL era fuerte. ¡Muy fuerte!—Erza enfatizó—El dueño de este casco era una especie de caballero con una armadura que le cubría todo el cuerpo…
—¿"Casco"?—Porlyusica ironizó—Esta cosa no parece un casco, te lo puedo asegurar…
—¿De qué hablas?
—Mira esto…
Porlyusica le señaló un objeto en la mesa, un "trozo de algo". Erza cogió la placa y tras examinar y reconocer la textura, llegó a una conclusión sorpresiva.
—¿Una escama de Wyvern?—Erza creyó reconocer a las criaturas draconiformes que habitaban ciertas áreas remotas del reino.
—Es parte de la cara interna del "casco". No es Wyvern, ya lo revisé y los patrones no se corresponden—reflexionó la bruja—¡Y por cierto arruiné mis mejores herramientas por intentar abrirlo! ¡Esta cosa es durísima! Voy a cobrarte por eso…
—Sí-si, lo que digas, voy a pagar—Erza minimizó—Lo que quiero saber es a qué criatura pertenece. ¿Cocodrilo gigante de los pantanos? ¿Lizardman?
—Nada de eso. Algo MÁS grande… y poderoso.
—No estarás insinuando que pertenece a un dragón…
—No tengo una muestra para comparar, pero no encuentro otra explicación—la bruja anunció preocupada, a la vez que le lanzó la mitad restante del casco a Erza…—¿Ya intentaste meter la cabeza allí?...
Erza intentó colocárselo pero no pudo… el hoyo era demasiado estrecho, a parte que el halo y olor de humedad que todavía salía de dentro desanimaba a intentarlo.
—... Erza, ¿A quién le arrancaste la cabeza?—Porlyusica continuó—Si los que te encargaron esta misión ya te dijeron que era, no me hagas perder mi tiempo sólo para corroborar…
—Fue un accidente—Erza bajó la cabeza con pena—yo no quería decapitarlo. Ni siquiera lo intenté… Él simplemente explotó después de todo el daño que tuve que hacerle…
—¿"Explotó"?—Porlyusica levantó una ceja.
—Si, así es—Erza empezó a recordar la batalla—No hubo manera de detenerlo. No dejaba de causar destrozos y era una gran amenaza. Ellos me contactaron cuando ya varios magos habían caído bajo sus manos. Fué un combate durísimo… ¿Y sabes qué? No puedo decir que lo derroté. No hablaba, no se cansaba. Era como pelear contra una máquina. Llegó un momento en el que empezó a emitir mucho calor y a hincharse desde dentro. Fué entonces que clavé mi espada en su yugular y entonces, ¡Estalló con una gran fuerza!—Erza relató—Casi de inmediato aparecieron los agentes del Consejo Mágico y acordonaron el área. Se llevaron todos los restos de esa cosa y me hicieron firmar un documento que me obliga a no decir nada de lo que ví… apenas pude esconder este casco y traértelo…
Porlyusica frunció el ceño e hizo más fuerte su gesto preocupado. Volvió a coger el objeto con curiosidad… ya contra la luz y la parte interna descubierta, logró ver algo grabado, que había pasado por alto en la primera revisión…
«… ¿Un número?… "345"… » Porlyusica entrecerró los ojos con sospecha.
—Es muy inusual… ¿Qué tipo de magia usaba?—Porlyusica comentó.
—Ninguna en particular… y es lo extraño—Erza se tocó la barbilla en gesto reflexivo—a pesar de que sentí una poderosa presencia mágica en él, sólo peleaba cuerpo a cuerpo, con sus propias manos… tengo la sospecha que el motivo de la explosión fue que intentó hacer alguna clase de disparo mágico que no salió bien…
«… Si en verdad es magia de dragón, no deja de ser preocupante y sospechoso que el Consejo Mágico quiera mantenerlo en secreto… » pensó la bruja.
—¿Y aún así te largas?—Porlyusica le observó—Tengo un mal presentimiento. Primero la crisis económica que nos azota y ahora esto… ahora más que nunca te necesitamos aquí…
—Vijeteer también se va de viaje, no es para tanto…
—Es diferente y lo sabes—le dijo Porlyusica—Con Natsu y Gray fuera, sólo nos quedan tú, Laxus y Mirajane como los más poderosos… con la salud de Makarov empeorando día con día, es imprescindible que se mantengan unidos para afrontar lo que viene…
—Mira quien habla sobre unidad…—escupió Erza, echándole en cara a Porlyusica su condición de bruja ermitaña y huraña.
—¡Si no vas a respetar a tus mayores, largo de mi casa!—Porlyusica torció su cara con enfado, ofendida por el comentario de Erza.
La pelirroja sólo rodó los ojos con hastío, conocedora del carácter de la bruja. Siendo inútil seguir, Erza cogió sus maletas y se fué.
«… Natsu, Gray… Debe ser el destino que nosotros tres estemos errantes y lejos de casa… ¡No pueden juzgarme cuando ustedes dos también nos abandonan justo en momentos delicados como este!… »
…
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…
Crocus, capital del reino de Fiore, Palacio Real…
Aquella lúgubre noche la reina estaba sentada, presidiendo su consejo como sería lo acostumbrado. Sólo que está vez, la muchacha tenía un gesto de preocupación profunda en el rostro. El estrés y los múltiples problemas habían hecho avejentarle la cara unos 10 años, en especial ahora que Arcadios no estaba para darle su apoyo. Hacía semanas que no tenía noticias suyas.
Las malas noticias del día no sólo la tenían preocupada a ella, sinó también a todo su consejo de ministros. Un ambiente de extrema alarma los tenía trabajando sin descanso desde el mediodía...
—¡Majestad, la compañía de los mares del norte está irremediablemente quebrada!—anunció el ministro de finanzas.
—Los beneficios no se acercan para nada a los esperados… ¡Ni siquiera hay recursos suficientes para pagar los dividendos que prometimos a los compradores de las acciones!—explicó otro de los asesores reales.
—¡¿Cómo puede ser?!—La reina se escandalizó—¡Si los números que ajustamos cuando hicimos la ampliación de capital estaban seguros! ¡Ustedes me aseguraron que todo se ajustaba bien!
—… y así era majestad—dijo el ministro de comercio—Sin embargo, nuestras proyecciones no contaban con el endurecimiento del bloqueo comercial que nos imponen nuestros vecinos… nos han subido tanto los aranceles que las ganancias son exiguas…
La nación de Joya seguía presionando a los países vecinos para que aislaran a Fiore, con desastrosas consecuencias para su economía y todos los planes de la reina fueron echados por tierra, que le había apostado casi todo a la mencionada Compañía de los Mares del Norte; esta empresa había asumido casi la totalidad de la deuda pública y los bonos de la pasada guerra que a duras penas podían pagarse...
—¡Bi-bien!—la reina contuvo su tartamudeo—¡Entonces hagamos otra ampliación de capital y ofrezcamos acciones al público nuevamente!
«… ¡Por favor que funcione! ¡Sólo necesitamos comprar algo de tiempo hasta pensar una mejor solución… »
Súbitamente, un mensajero entró pateando la puerta…
—¡¿Quién se atreve a entrar sin anunciarse?!—protestó uno de los ministros.
—¡Es urgente, majestad!... ahj-ahj…—dijo el mensajero, todavía agitado por la carrera—¡Desde esta mañana hay caos en todas las bolsas de valores de las ciudades aledañas! ¡Se ha corrido el rumor de que los inversores más grandes han vendido todas sus acciones! ¡Todo el mundo las está vendiendo y los valores no dejan de caer!...
Todos se quedaron sorprendidos y algunos ministros se enojaron:
—¡¿Cómo pudieron hacer algo tan irresponsable sin consultar al consejo directivo?!—protestó de nuevo el ministro de finanzas—¡Esos malagradecidos olvidan que se les proporciona información privilegiada para invertir! ¡Llamen al consejo directivo de la compañía de los mares del norte!
—¡Pero excelencia!—respondió el mensajero—¡El mismo consejo directivo vendió sus participaciones inmediatamente después!
La reina se mostró muy ofuscada con la noticia:
—¡¿Por qué no tenemos un informante de este consejo dentro del consejo directivo de la compañía?!—se quejó una molesta Hisui—¿Cómo tomaron una decisión como esta sin consultar al gobierno?
—Fue una concesión que hicimos a los nobles del reino. Ellos controlan la compañía a cambio de los ingentes préstamos y donaciones que hicieron para nuestros planes de desarrollo agrícola…—se lamentó el ministro de producción.
«… ¡¿Cómo pudieron traicionarnos de esta forma?!… »
—... Majestad—el mensajero se dirigió directamente a ella—¡No es todo!. Hemos recibido cartas urgentes del Banco de Magnolia y de una docena más de todo el país… ¡Amenazaron con declararse en bancarrota si no les enviamos un rescate de 100 000 millones de Jewels!
—¡¿Pero qué?!...—Hisui se atragantó al hablar, producto de la impresión—coff-coff… ¡¿Qué pasó?!
—Todo indica que buena parte de los bancos prestaron grandes sumas a particulares para la compra de acciones y ahora, con los precios por los suelos, hay un enorme agujero bancario…
—... ¡El rumor ya llegó a la capital y ahora mismo hay una muchedumbre acampando en el parqué de la bolsa de la Crocus lista para vender mañana cuando se abran las operaciones!
Hisui se puso blanca como el papel, y empezó a temblar de miedo.
—¿Cu-cuánto?—musitó la reina—¿Qué pasará con los ahorros de las personas que los tenían depositados en los bancos?...
Todos se quedaron callados, en un ambiente sepulcral. La respuesta era obvia…
«… ¡¿Qué hemos hecho?!… »
La reina se quedó paralizada en medio de la sala del consejo mientras la mitad de los ministros se gritaban entre ellos y la otra mitad se esforzaba por mantener las apariencias. Este grupo en particular abrió las puertas de sala completamente, como si supieran que algo todavía más grave iba a ocurrir:
¡Efectivamente, Zash Caine y varios oficiales militares entraron a la sala del consejo!
—¡Zash-sama!...—algunos ministros lo saludaron.
Hisui estaba aturdida y muy mareada por todo el estrés y las malas noticias. Se sintió terriblemente pequeña cuando aquel hombre que era su ministro de relaciones exteriores se paró delante de ella con su enorme cuerpo, llevando un gran envoltorio en las manos… apenas si reaccionó cuando Zash se inclinó para saludarla, atendiendo al protocolo…
—... Majestad—Zash empezó a hablar en tono de fingida tristeza—Arcadios ha muerto…
—¿Eh?...
Hisui se quedó fría al oír el anuncio, como si hubiese escuchado algo imposible…
—... El hombre de excepción, que ante la diosa y ante la historia asumió la inmensa responsabilidad del más exigente y sacrificado servicio a Fiore ha entregado su vida, quemada día a día, hora a hora, en el cumplimiento de una misión trascendental, el sentar la soberanía de la nación en la isla Foglie. Siento mucho pesar el también informarle, que junto a él, las vidas de 3000 soldados leales, se han perdido…—Zash habló en tono solemne y compungido, regando de elogios al que había sido su más acérrimo rival, por supuesto, todo era una farsa…—... Yo sé que en estos momentos mi voz llegará a vuestros oídos entrecortada y confundida por el murmullo de vuestros sollozos y de vuestras plegarias…
Luego, Zash retiró el envoltorio del objeto que traía en las manos, develando las pruebas de su afirmación: El peto de la armadura tipo comandante de Arcadios y parte de su capa, todavía manchada con su sangre. Inicialmente, Hisui no quiso creerlo, pero cuando Zash le enseñó el último objeto recuperado, no le quedó más dudas. ¡Allí estaba la espada corta enjoyada que ella le había regalado antes de partir!
Le sucedió algo muy extraño a Hisui: El mareo se detuvo y pudo abandonar su cuerpo y se fue a la esquina del techo y miraba toda la escena como si todo se tratara de una pesadilla. No sentía lo que le decían o hacían, no estaba allí, al menos por un momento largo…
Por su parte, Zash escondía su satisfacción y alegría malvada al comprobar que su plan había tenido el doble efecto deseado, ya que con este golpe, la reina quedaría atontada e inoperante y los pocos partidarios que le quedaban en su propio consejo se horrorizaron al ver la reliquia que Zash había traído de vuelta: Una espada gemela menor a la espada familiar de la Familia real de Fiore. Se suponía que tal reliquia estaba reservada sólo para el rey o reina consorte, dependiendo del caso.
El enterarse de que Arcadios la tenía y que la única posibilidad era que la chica se la hubiese entregado por voluntad propia, decepcionaron profundamente a muchos de los ministros por las implicaciones y sospechas que este acto sembraba…
«… ¡Qué desilusión, niña! ¡Tu padre debe estar revolcándose en su tumba!… ¡¿Es por ese plebeyo que insistes tanto en resistirse a cumplir tu deber real?!… »
A Hisui poco le importaba en ese momento. Tras estar muda y fuera de su ser por varios minutos, no pudo negar más la realidad. Cayó en una profunda angustia y la tristeza fue tanta que ni siquiera tuvo el impulso de llorar abiertamente. ¡La chica simplemente se desvaneció en el suelo!
—¡Majestad!...
Los presentes se alarmaron al verla desmayarse. Cuando levantaron su cabeza para abanicarle aire, empezaron a brotar lágrimas de sus ojos ya cerrados…
«… Arcadios, amor mío… ¿Por qué me has abandonado?… »
…
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…
Magnolia, calle Fresa…
—¿Cuánto rato lleva así?—Preguntó una malhumorada Acuario, levantando una ceja.
—Desde que llegó del gremio. No se ha sentido nada bien… pero al menos no la he visto llorar…—respondió Virgo, el espíritu doncella.
—¿Para qué rayos nos invocó entonces?—se quejó Acuario en voz alta—No ha dicho una sola palabra. Dímelo tú, que llevas aquí más tiempo que yo aquí…
—Supongo que la princesa simplemente no quiere sentirse sola…
Ambos espíritus celestiales se encontraron extrañados al ser repentinamente invocados por Lucy pero esta seguía inmovil en la cama. A pesar de que su gesto era claramente depresivo no se veían lágrimas en su rostro. La rubia estaba recostada de lado, descalza y con la cabeza recargada en su almohada y la bufanda de Natsu en su cuello, religiosamente colocada allí desde que el invierno había comenzado. Junto a ella y muy cerca de su rostro estaba el amuleto que había recibido como regalo de Navidad, un amuleto de mala suerte con un ojo en el medio…
Acuario perdió la paciencia y procedió sin tino:
—¡Ya tira esa cosa a la basura y levántate de una vez!—le reclamó Acuario prácticamente con un grito.
Lucy no se vió afectada por el escandaloso y agresivo comportamiento de su espíritu y se quedó quieta un momento más, desesperando aún más a Acuario que estuvo a nada de pasar a los golpes, de no ser porque Lucy finalmente abrió la boca:
—... No lo entiendo… ¿Hay alguien al que no le agrado dentro de mi propio gremio?—dijo Lucy con mucha pena, mientras seguía manipulando el amuleto con los dedos…
—¡Dame eso!—Acuario se lo quitó de la mano y en un rápido movimiento abrió la ventana y lanzó el amuleto con toda su fuerza…—¡Oraaa!
Pero ello no sacó a Lucy de su trance depresivo y ella se quedó en la cama. Acuario se preocupó por ello y se apresuró a pensar cómo hacer reaccionar a su dueña.
—¿Qué se supone que haga ahora?—Lucy dudó—¿Y si es más de una persona la que no me quiere allí? ¿Y si muchos de ellos en realidad no me quieren como amiga pero no me lo dicen a la cara?—la chica arrastraba mucha tristeza en sus palabras.
«… ¿Todavía puedo confiar en que voy a estar segura allí?… »
—¿Alguna idea para subirle el ánimo?—le susurró Acuario a Virgo.
A pesar de su rostro frío e inexpresivo, la doncella también sentía mucha preocupación por Lucy y su estado de ánimo, por lo que cogió un panfleto del cajón del escritorio y se lo pasó a la sirena.
—Intenta con esto…—dijo Virgo.
Acuario observó la idea con desconfianza de que fuera a funcionar pero no perdía nada intentándolo. Se acercó a Lucy y empezó a hablarle en forma solemne:
—¡Bien!—Acuario volvió a levantarle la voz a su dueña—¿Quieres quedarte tirada ahí? ¡Perfecto!. Pero antes voy a decir esto y tú vas a escuchar—prácticamente le dió una órden.
—Jum…—Lucy respondió con un ruidito gutural desanimado.
—¿Cuántos miembros tiene el gremio?—Acuario preguntó seriamente.
—¿Eh?
—¡¿Cuántos?!—la volvió a regañar.
—Mmm… ¿Menos de 100?... 70 quizá… no he contado últimamente—se justificó Lucy—muchos se han empezado a ir desde que las cosas no andan bien…
—¿Los conoces a todos, a cada uno?—Acuario insistió.
—Al menos de nombre y cara, sí, pero personalmente no a todos… tú sabes con quienes me llevó mejor y más seguido…
—Exactamente—Acuario contestó—Por ejemplo, ¿Qué hay de Mirajane? ¿Ella sería capaz de desearte mal?
—No, no lo haría… de hecho, fue la primera en defenderme cuando ocurrió lo del amuleto…
—¿Y Wendy? ¿Tiene algún motivo para guardarte rencor y hacer el berrinche del amuleto?
—Por supuesto que lo tiene. Fue a rescatarme en Joya y la capturaron por mi culpa… pero ahora que lo pienso, nunca se enojó conmigo a pesar de eso… creo que es muy sincera…—reflexionó Lucy—Wendy es una niña muy sensible y amable. NO. No creo que sea ella…
—¿Y qué hay de los demás?: Erza, el mago de arena cuyo nombre no recuerdo ahora, la borracha del bikini…
—Todos ellos siempre me han dicho y demostrado lo mucho que me quieren—Lucy habló con un poco más de firmeza. Su ánimo parecía levantarse tímidamente, a lo que Acuario tranquilizó.
—¡¿Ves?! No hay razón para deprimirse—Acuario le insistió—Lo más seguro es que sólo se trate de un idiota aislado que ni conoces bien, y hay idiotas en todas partes, incluso en un lugar como Fairy Tail…—concluyó Acuario—A lo mejor es algún loco al que rechazaste sin darte cuenta o alguna clase de malentendido de ese estilo. Siempre llamas la atención en cualquier lugar nuevo al que llegas, ¿cierto?
—¿Uh?—Lucy le lanzó una mirada de extrañeza—¿Qué pasó con eso de que yo era una "mocosa inmadura" incapaz de atraer a los hombres?—Lucy sonrió discretamente haciendo notar lo retórica de la pregunta. Era la primera vez que Acuario le reconocía explícitamente que se había convertido en una mujer hermosa…
—Son cosas que digo… —Acuario apartó la vista con un pequeño sonrojo en su cara, a lo que Lucy le sonrió con ternura. Virgo también se emocionó aunque no lo demostró.
—¡Sniff!—Lucy sopló su nariz antes de limpiarse las lágrimas que apunto estaban de resbalar por sus párpados—creo que tienes razón… ya me siento mucho mejor…
—¡Bah, qué tontería!—Acuario dijo de mal humor—"Amigo secreto". ¿Por qué siguen haciendo esa cosa? ¡Es la peor forma de intercambiar regalos!... lo he visto por tantos años y no entiendo cómo ustedes los humanos no se aburren de eso…
—Es divertido…—le dijo Lucy, juntando los dedos con una risita culposa—o al menos se supone que lo sea…
—Bueno, al menos ya entendiste que lo mejor que puedes hacer ahora es mantenerte cerca de quienes más confías. Los amigos a los que conoces mejor y sabes que nunca te desearían mal…
«… Bueno, no exactamente todos. La hermana menor de Mirajane siempre te mira raro… »
—¡Sniff!—volvió a soplarse la nariz—¡Tienes razón!—asintió Lucy sonriendo…
Knock-Knock…
La puerta resonó un corto instante y una voz mayor se anunció:
—... ¡Espero no sea un mal momento para interrumpir, Lucy, pero hoy vence el plazo que acordamos para la renta!—dijo la casera desde fuera.
—Eeh… ¡Si, ya tengo el dinero acordado, bajaré en seguida!—respondió Lucy con torpeza, avergonzada por el retraso.
La chica rápidamente sacó su bolso y abrió el sobre de su paga del periódico, que cobró justo a tiempo para alcanzar a pagar una parte de la renta atrasada. La casera era muy amable al permitirle acumular una deuda tan grande…
«… ¡Glubs!… » Lucy tragó nerviosa al contar los billetes y sentirse profundamente impotente de que una buena parte de su primer salario de periodista se iría para el alquiler, dejándola muy justa para sus necesidades básicas del nuevo més.
Gruuuuujh…
Lucy se avergonzó aún más cuando su estómago rugió con fuerza suficiente para que sus espíritus oyeran.
—Ja-ja ¿Todavía tienes problemas de dinero?—Acuario se burló.
—¡Siii! buah…—chilló Lucy graciosamente—Ya no me alcanza para nada y no vale la pena seguir haciendo pequeños trabajos de magia, que es lo único que se consigue ahora. Por eso decidí invertir mi tiempo en perseguir un salario fijo, que aunque bajo, al menos es constante y seguro…
—¿Y? ¿Qué más?—le dijo Acuario con una sonrisa expectante. Lucy no se dió cuenta que el espíritu le planteaba un acertijo.
—¿Qué más? ¡También le debo dinero a Mirajane y a Laki y no puedo sacar mis miserables 2000 Jewels del banco porque si lo hago me cerrarán la cuenta!—Lucy se sonrojó aún más por la vergüenza.
—¿Y qué más, princesa?—esta vez Virgo preguntó.
—Ehh… eso, bueno… mmm…. —Lucy reflexionó—Sé que esto te va a sonar loco, pero… ¡Es como si el dinero literalmente valiera cada vez menos!. Me subieron el salario a mitad de mes, pero eso da igual porque el precio de la comida subió aún más… ¡No lo entiendo!—Lucy se ofuscó—Primero los billetes de Jewels desaparecieron y luego la reina los reemplazó con estos "Denarios"...
—Se llama inflación, nena, y no es nueva—Acuario dijo en tono de burla—Nosotros que hemos vivido tantos siglos lo hemos visto repetirse una y otra vez y los tontos humanos no se dan cuenta. La última vez casi mató al viejo imperio…
—¿Infla-qué? ¡¿Y cómo se soluciona?!—Lucy preguntó.
—¡Ese es el chiste, no se soluciona! jejeje—Acuario volvió a reírse—El viejo imperio la sufrió hasta su desaparición… ¡Míralo por el lado positivo, de no ser por eso, tu pequeño país no existiría! A lo mejor en el futuro sale algo bueno de todo esto…
—¡Aaay!, ¡Pero yo necesito solucionar mis problemas de dinero AHORA!—chilló Lucy, al borde de llorar de pena—¡Es injusto!—dijo antes de estrellar su cara contra una almohada en señal de frustración—Uuuurr.
—Mmm, tal vez haya una manera…—dijo Acuario en tono tentador.
—¿Tienes algo en mente?—dijo Lucy sin apartar la cara de la almohada.
—Esto…
Lucy se puso de pié para coger el papel que Acuario le alcanzaba. ¡Era el mismo panfleto que publicitaba el concurso de Miss Fiore X793! Lucy lo había traído a casa y archivado en el escritorio. Mirajane también se lo había propuesto días atrás pero Lucy no acababa de decidirse. El plazo para inscribirse expiraba al día siguiente…
—No lo sé… no lo he pensado…—se excusó una vacilante Lucy—No es seguro que vaya a ganar.
—Pues date prisa—Acuario le insistió—No tienes que ganar, sólo quedar entre las tres primeras y te llevarás una buena tajada del premio—Acuario repitió el argumento de Mirajane—No digo que seas una "Femme magnifique", pero tienes cierta fama por pertenecer a Fairy Tail, eso será un plus ventajoso, después de todo, ¡Tus figuras que venden el gremio son muy solicitadas! ji-ji—Acuario bromeó.
—¡Avergonzarme no es la mejor manera de animarme a participar!—Lucy protestó con un puchero.
—Piénselo, princesa—ahora Virgo habló—Si su preparación física para el concurso es lo que le preocupa, le informo que Capricornio está muy ansioso de colaborarle, pues usted no lo llama muy seguido. Después de todo, él le daba consejos muy útiles a su madre para mantenerse sexy para su padre…
—¡No necesitaba oír la última parte!—Lucy se sonrojó de pena al oír insinuaciones sobre sus padres.
—Además—Acuario volvió a la carga—Ese estómago rugiente tuyo deja en claro que bajar de peso ya no será un problema para tí, se nota que no estás comiendo bien…—más que en burla, Acuario se mostró genuinamente preocupada por su salud.
Lucy sostenía el panfleto con dudas y dedos temblantes, lo que hizo notar a Acuario y Virgo que ninguna de las cosas dichas antes eran el verdadero obstáculo que impedía a Lucy participar.
—Entiendo. Hay algo más que te preocupa, ¿Verdad?—Acuario le preguntó esta vez en forma respetuosa, mostrando claramente que quería tratar un asunto serio.
—Si… —Lucy asintió—Ya se lo dije a Mirajane y te lo repito a tí: Ya no me siento cómoda haciendo esas cosas… ¡Quiero que se reconozca mi esfuerzo por ser más que solo una cara bonita!...—Lucy confesó—Es una sensación nueva y extraña para mí. Por un lado me siento muy orgullosa de mi atractivo pero por otro me siento avergonzada…
—Jum, ¿Así que finalmente descubriste tu pudor?—Acuario habló sarcásticamente.
—Si sólo te vas a burlar, entonces…
—No es una burla—Acuario se puso seria. Buscó a Virgo con la vista y ambas intercambiaron miradas de complicidad, como si se preparan para confesarle algo… —Es igual que tu madre a tu edad…
—¿Eh?
—Cuando tu madre era joven, tenía la costumbre de andar con la misma clase de ropas que te gusta andar a tí, si es que entiendes a qué me refiero…—Acuario habló entre líneas.
—Mamá era una mujer virtuosa, culta y sofisticada, o al menos es lo que recuerdo y lo que tú siempre me dices…—dijo Lucy con descreimiento.
—Por supuesto que se convirtió en alguien así, gracias a nosotros tres por supuesto (Acuario se refirió a Capricornio, ella misma y Cáncer)—pero antes, cuando era una mocosa como tú,... ¿Cómo decirlo en forma amable? ¡Ya sé!: Ustedes las Heartfilia tienen una extraña y hereditaria inclinación a enseñar los calzones en público…
—¡Oye, eso es un insulto para mí!—Lucy protestó. Acuario la ignoró y siguió relatando:
—¿No me crees?—Acuario habló—¿Por qué crees que la familia de tu padre se opuso tanto a esa relación? ¿Qué crees que fue lo primero en lo que se fijó tu padre de tu madre?.
—... A ver?... Uh-oh…—Lucy puso un gesto de sorpresa y decepción al entender—Oh, no...
— "Oh, si"—Acuario replicó con ironía—... No sé que es peor, una jovencita desvergonzada que arriesga de esa manera en público o un tipo adinerado que le lleva tres años y que cree que por eso puede pretenderla…—comentó Acuario en forma despectiva.
—¡¿Papá y mamá se llevan tres años?!—Lucy se asustó—A ver, uno, dos…—empezó a sumar con las manos los cumpleaños que recordaba… ¡Santo dios, es verdad!—Lucy alzó la voz, para luego mostrar serios cuestionamientos en su cara—Okay, admito que nunca me había puesto a pensar en eso… quiero decir, no es tanta diferencia y siempre fueron "mamá y papá" para mí y el resto no importaba pero… Uuy…—Lucy empezó a frotarse las manos nerviosamente y a temblar un poco—pe-pero… ¡Mi mamá y mi papá se querían de verdad, ¿Cierto?!—Lucy exigió a Acuario—¡Dime que al menos sus sentimientos eran puros!—la chica le suplicó.
—Tranquila, era "amor verdadero", si es lo que te preocupa—Acuario minimizó con desdén—Es cierto que tu padre, al ser un hombre rico pero poco agraciado se acercó a tu madre con intenciones "no tan puras", PERO, reconozco que algo "mágico" pasó entre ellos aquel encuentro. Llámalo "amor a primera vista" si quieres—comentó Acuario.
—¡Uuuff!, ¡Qué alivio!—Lucy suspiró con la mano en el pecho. Si bien la educación liberal que había recibido le hacían una persona muy crítica con ciertos temas, algo que tenía muy enraizado y todavía muy idealizado, era el concepto de "amor verdadero", que para su fortuna seguía intacto a pesar de la noticia que acababa de recibir.
—Para mi no lo fue en su momento—Acuario confesó—Al principio no me opuse del todo cuando tu padre la pidió en matrimonio porque pensé: "Bueno, tal vez esté algo feo y sea algo mayor que ella, pero si ella lo ama de verdad y él puede darle la vida que se merece, supongo que no hay problema". ¡Imagínate el susto que me llevé cuando descubrí que tu padre renunciaba a su apellido y herencia para casarse con tu madre!—Acuario recordó el escándalo que hizo en ese tiempo.
—Eso es algo superficial… empiezo a dudar la clase de persona que eres…—Lucy entrecerró los ojos.
—Piensa lo que quieras—Acuario se mantuvo firme—¡Y no era mi única preocupación!. Con lo feo que estaba tu padre, me temía cómo ibas a salir tú. Afortunadamente, la tradición se mantuvo y resultaste casi una copia perfecta de tu madre, al igual que tus antepasados—el espíritu bromeó.
—Por favor, detente… —dijo Lucy, ya no tan amable.
«… Por eso no me preocupé tanto en tu caso, digo, si tu genética familiar pudo comerse al adefesio de tu padre, supongo que podría también con ese horrible cabello rosa que tanto te gusta… » Acuario guardó esa última ofensa en su pensamiento.
—... ¿Qué tiene todo esto que ver con mi pudor?—dijo Lucy—Empezamos hablando de eso y hasta ahora no entiendo que me quieres decir…—protestó.
—Quiero decir, que al igual que te pasa a tí ahora, con el tiempo, a tu madre ya no le gustó tanto ser el centro de atención por las razones equivocadas. Ella solía decir que fue por estar casada, pero yo noté que empezó cuando trabajaba con tu padre en el gremio de comerciantes "Lucky & Love". Al igual que tú, tuvo la idea de que no quería que los demás le dieran cosas solo por su apariencia… no puedes ni imaginar los malentendidos con compañeros de trabajo que tu padre tuvo en esa época…—argumentó Acuario.
—Ya veo, le pasó igual que a mí… ¿Qué significa?—Lucy dudó.
—...Significa que finalmente estás madurando.—Acuario respondió—El "gen indecente" parece controlarse con el tiempo—bromeó—Y pasó con Anna, y pasó con tu madre, y ahora pasa contigo…
«… Estoy madurando… » Lucy se repitió a sí misma. El escuchar tal reconocimiento de Acuario le dió un impulso de autoestima adicional.
—¿Con Anna pasó también?—Lucy preguntó—¡Cierto!, Ahora recuerdo que también fuiste su espíritu…
—Si, con Anna también—Acuario dijo—En su caso era peor, porque en su época ni siquiera se había inventado la ropa interior como la conoces. Añádele a eso una pubertad precoz y el hecho de que era demasiado floja para vendarse por debajo de la toga…
—Je-je, no sé a qué te refieres exactamente con la palabra "gen", pero no suena muy cómodo para Anna—Lucy ya se mostraba de buen humor, empezando a responder las bromas de Acuario.
La rubia siempre se sentía muy feliz de tener este tipo de conversaciones con Acuario, especialmente desde que la recuperó. No era exactamente una madre como la que había perdido o la que necesitaba, pero el espíritu le daba consejos y siempre estaba dispuesta a hacer el esfuerzo de subirle la autoestima cuando fuera necesario.
—... y para tu mala suerte, todo indica que el "gen indecente" no es la única herencia de tu familia. Hay otras cosillas preocupantes de tu genética, je-je—Acuario continuó bromeando.
—¿Ah?
—Tu madre tenía 18 cuando se casó con tu padre, que le llevaba tres años…
—¿Qué estás insinuando?—Lucy empezó a asustarse—¿Cuántos años tenía Anna cuando se casó?
—Catorce—dijo Acuario sonriendo.
—¡¿CÓMO?!—Lucy se escandalizó.
—Era una época diferente, ¿Te digo cuántos años tenía su esposo en ese entonces?
—¡No quiero saberlo!—Lucy agitó su cabeza y se tapó los oídos.
—No sé de qué te quejas, ¡Lo tuyo es peor!—Acuario la señaló con el dedo—Una cosa es que tu padre le lleve tres años a tu madre pero… ¡El chico rosa te lleva más de cuatrocientos! ¡Jua-jua-jua!—Acuario se rió a carcajadas. A Virgo también le costó no contagiarse de la risa y se cubrió la boca con la mano.
«… Cuídese del "gen comeviejos", princesa… » pensó Virgo.
Los sonrojos previos de Lucy fueron nada comparados con el actual, que hizo que toda su cara se pusiera colorada de rabia:
—¡LO DE NATSU ES DIFERENTE Y LO SABES MUY BIEN!—exclamó una furibunda Lucy, señalando con el dedo también. Como si se tratase de una montaña rusa, el carácter de Lucy subía y bajaba, producto de las bromas pesadas de Acuario. Quizá esta vez fué demasiado lejos, pues a los pocos segundos de gritar, Lucy se volvió a apagar y se tronó cabizbaja de nuevo—Natsu… todavía falta mucho para que vuelva…—musitó mientras acariciaba la bufanda de éste, que todo este tiempo había estado en su cuello.
«… Uh-oh, creo que me excedí… » reflexionó Acuario.
—... Y dime, ¿Ya has pensado qué va a pasar cuando él regrese?—le preguntó Acuario, sin ningún signo de broma y con mucha seriedad y empatía.
—Si—sorpresivamente, Lucy le dió una respuesta firme y volvió a subir su ánimo, aunque no tanto como lo estaba hace pocos instantes—Él y yo seremos sólo los mejores amigos y compañeros de aventuras porque es lo que nos hace felices a ambos…—dijo Lucy, sonriendo con los ojos cerrados.
«… Me alegra que te lo estés tomando con madurez… » Acuario pensó.
—Con tanta charla, ¡Olvidamos por completo el asunto del concurso! ¡Maldición!—Acuario protestó. Lucy y Virgo sonrieron, siguiéndole la corriente—¿Ya decidiste qué vas a hacer?
Lucy volvió a sostener el panfleto, esta vez con ambas manos. Frunció el ceño y tras reflexionar unos momentos, subió la cabeza para responder con firmeza:
—¡Lo voy a hacer!—dijo resuelta—Voy a participar en el Miss Fiore X793, ¡Y llegaré a las tres primeras!
—¡Perfecto!, no se diga más y no perdamos más tiempo. ¡Comencemos a prepararte!—Acuario ordenó—Dile a Capricornio que te prepare una dieta nutritiva con rutinas de gimnasia y ejercicio compatibles con tu horario de trabajo, y TÚ—señaló a Virgo—¡Empieza a confeccionar los vestidos y los trajes de baño que lucirá en el concurso!
—A la orden, Acuario-sama—dijo Virgo, haciendo una reverencia.
—Chicas, ¡Les agradezco mucho su apoyo, son las mejores!—dijo Lucy antes de abrazar ambas.
—¡Muy bien!, ¡Pon ese trasero en forma!—le gritó Acuario mientras le daba una fuerte y pervertida nalgada.
¡SLAP!
—¡kyaaaaah!—Lucy chilló con toda su fuerza y lágrimas de dolor—¡Aaajaaaha! ¡Me dueeeele!
Acuario puso una mueca de crueldad mientras la pobre Lucy chillaba y se sobaba la retaguardia…
—¿Eso todavía no acaba de sanar?...—Acuario le preguntó.
—¡Siii!—Lucy respondió frustrada—¡Y nadie sabe lo que me pasó!
—Si yo fuera tú no me preocuparía tanto de lo que te pasó, si no de cómo reaccionaste en ese momento…
—Esperen… ¿U-ustedes saben lo que me pasó esa noche?—Lucy preguntó temerosa.
—Tal vez… tal vez echamos un ojo en la memoria de las estrellas…—Acuario le sonrió de forma obscena.
—... Siempre me lo pregunté pero ahora entiendo por qué usted nunca quiere castigarme, princesa—Virgo azotó su propio trasero en alusión—¡Sólo era un problema de roles!—Virgo le dijo con ilusión en los ojos y una gran sonrisa de felicidad—¡Estoy tan orgullosa de usted princesa y tan feliz de que usted y yo tengamos los mismos gustos!. Awww… ahj-ahj—Virgo concluyó con unos gemidos depravados al imaginárselo.
—¡Kyaaaaaa!... —Lucy se lamentó de forma cómica mientras se abofeteaba a sí misma—yo… ya no podré casarme….
Espantada y temiendo que no le gustara escuchar la historia completa de esa noche, Lucy se apresuró a despachar a sus espíritus, pagarle la renta a la casera y luego poder salir a formalizar su inscripción al certamen.
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Magnolia, Bank Street…
Lucy Heartfilia andaba por la calle en camino al pequeño distrito financiero de Magnolia, el tercero. Al ser una ciudad comercial, Magnolia tenía su propio centro financiero y bolsa de valores, aunque todavía pequeños, muy activos para organizar y mantener las operaciones comerciales de la ciudad. Últimamente, se negociaban más títulos y acciones ajenas a la propia ciudad dada la debacle por la partida de los Joyanos.
«… Bien, iré a inscribirme al concurso… »
En esta parte de la ciudad también estaban los negocios más prestigiosos y que movían más dinero, siendo lógico también que allí mismo estuvieran todos los bancos, incluído el de Lucy. En esta misma sintonía, la corporación Junelle abrió una oficina allí para recibir postulaciones al Miss. Fiore X793.
La chica notó un ambiente enrarecido desde que se acercó a la plaza comercial, había un murmullo muy extraño en el aire, había una especie de ruido fantasmal, que pronto se revelaron como las voces de cientos de personas compartiendo sus preocupaciones. Lucy miró a ambos lados y veía como había muchas personas caminando en su misma dirección. Una especie de muchedumbre oculta, que peregrinaba hacia el centro financiero de la ciudad…
Lucy debía pasar junto al parqué del edificio de la bolsa local, usualmente lleno por la intensa actividad entre mensajeros y gente adinerada entrando y saliendo, pero esta vez, lo que vió fue completamente distinto: Los 400 miembros del mercado de valores iban caminando de un lado para otro, como un hormiguero a cámara lenta. Se ofrecían unos a otros enormes libretas de valores a un tercio de sus antiguos precios.
—¿Estos locos no descansan ni en año nuevo?—comentó Lucy, ignorante de la verdadera situación—Recuerdo que papá fue un especulador codicioso como ellos y que no paraba de trabajar ni en tiempos festivos…
Siguió su camino y al pasar por el banco de Magnolia, una nueva sorpresa le aguardaba: varios cientos de personas se congregaron ante el edificio, mil personas llenaban las calles aledañas.
—... Disculpe, ¿Qué ocurre?—Lucy solicitó información a varios de los presentes.
—Pasa algo malo… nadie puede sacar su dinero…
—¿Eh?—Lucy frunció el ceño, confundida.
Todas las personas que Lucy había visto comportarse raro desde que puso un pie en la plaza comercial se unieron a esa gran multitud alrededor del banco, en las cercanías de las estatuas y en las escaleras, esperando conseguir algún tipo de noticia de las personas que salían de allí…
—... ¡Date prisa, corre o nos quedaremos sin nada!—Lucy oyó un murmullo desesperado.
—¡Shss! ¡Baja la voz!
Lucy se contagió del nerviosismo colectivo y se unió a la multitud expectante.
Entre la multitud, se abrió paso por debajo las piernas de todos los adultos, un niño vendedor de periódicos con su bolso de diarios y un banquillo de madera sobre el qué se subió para corear en voz alta:
—¡Extra-Extra!, ¡El banco de Magnolia está en quiebra! ¡Dos céntimos, entérese por sólo dos céntimos!.
El anuncio del niño en un primer momento paralizó todos los murmullos, la reacción popular fue "Esto no puede estar pasando". Un hombre fué el primero en comprar el diario al niño y empezó a circularlo entre los presentes.
"... ¡No puede ser!... ¡ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO!... "
Se empezaron a oír los gritos y chillidos de los que se empujaban unos a otros para comprar el diario y a los pocos momentos la desesperación fue tal que una verdadera avalancha humana se abalanzó sobre el chico inocente, al punto de que le quitaron la bolsa con los diarios y lo tiraron al suelo, perdiéndose en un mar de gente asustada…
—¡Van a lastimar al muchacho! ¡Mantengan la calma!—gritó alguien.
Muchos todavía se negaban a creerlo, a pesar de leer el informe periodístico respaldado con datos y cifras. Los que estaban más atrás no acabaron de enterarse y cuando la noticia finalmente les llegó, el caos se esparció como una enfermedad, por toda la ciudad.
El temor a una insurrección fue tal, que en pocos minutos la guardia de la ciudad hizo un cordón alrededor de las puertas del banco, bajo la amenaza de los ahorristas desesperados de entrar a las bravas…
—¡Mi dinero! ¡Devuélvanos el maldito dinero!
—¡Derriben las puertas! ¡Déjennos entrar!
Los guardias intentaron explicarles que sólo cumplían órdenes y los más sensatos de entre los ahorristas pidieron a sus compañeros mantener la calma porque no sabían qué estaba pasando realmente, así que muchos se congregaron allí y se quedaron para averiguarlo…
Habiéndose distanciado un poco de la multitud, Lucy heartfilia tenía el rostro catártico y la impresión fué tal que sólo alcanzó a cubrirse la boca con las manos. Ante sus ojos transcurrían escenas dantescas de caos, con gente arruinada rasgándose las vestiduras en el suelo y llorando a mares. La violencia se desató cuando una bomba incendiaria fue arrojada contra las puertas del banco y los guardias empezaron a reprimir a la multitud con violencia idéntica.
¡BOOM!... ¡fSSSS!...
—¡Malditos, Ladrones! ¡Malditos… Malditos!... aaaahhaa—gritaba una señora.
—¡Devuelvan el dinero! ¡Devuélvanlo!
El viento llevó a los pies de la rubia uno de los periódicos que anunciaban el desastre. En ¾ de la página se relataba el desastre del banco con titulares gigantes:
"... El banco de la ciudad, arruinado: Inversores y ahorristas en la incertidumbre… "
En el cuarto de página restante, una noticia menor era la realmente importante:
"... La compañía de los mares del norte se declara en quiebra… "
Aquel mínimo de educación financiera que su padre Jude intentó inculcarle a las patadas quizá le hubiera servido para hacerse una idea de la magnitud del desastre.
«… ¡Por la diosa! ¡Esto no puede estar pasando!… »
…
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Reino de Fiore, ubicación secreta…
Un laboratorio de ciencia prohibida y magia arcana alberga una escena singular: Un hombre vestido de uniforme militar reprende ferozmente a otro soldado de rango menor y a un segundo hombrecillo de bata doctoral…
—¿Lo "perdieron"? ¡¿A qué se refieren con que lo perdieron?!—vociferó el oficial.
—Pues… eso—replicó temeroso el hombre de la bata—perdimos su rastro cerca del gran puerto del sur… cayó al mar.
—¡¿Tienen idea de lo que Zash-sama nos hará cuando se entere de esto?!—volvió a gritar el oficial—... Tenga por seguro que aún si logra zafar ileso, esto irá directo a su expediente, Teniente…
—Con el debido respeto, Mayor—le dijo el otro oficial—Insisto en la inocencia y en la absolución de la acusación de incompetencia que nos hace, a mis hombres y a mí. Hemos recibido noticias similares de otros grupos de pruebas y el informe de antemano advertía claramente de desperfectos y fallas de funcionamiento en las primeras partidas de estos nuevos… ¿"Soldados"?
—Unidades, Teniente, ¡Le he dicho más de una vez que las llame así!… No son más que otro recurso militar más—le corrigió el superior—Y eso no es un justificante válido. ¡Ustedes fueron los únicos en perder una unidad!.
—Disculpe, Mayor—replicó el teniente—Como le decía, las primeras partidas de estas nuevas "unidades" están presentando numerosos fallos y contratiempos: Desobediencia, explosiones espontáneas, recalentamiento no previsto, entre otros—dijo el militar—Refiriéndonos específicamente a la unidad protagonista de éste incidente, la número 345, hubo un problema con el módulo de comando, resultando en la pérdida de control de esta y su posterior huída. Tenemos reportes de varias víctimas mortales durante los numerosos intentos de captura antes de su pérdida en el mar…
—Comprendo a la perfección pero eso no ayudará a nuestro favor. ¿Qué se supone debemos decirle a Zash-sama y a la central?
—Te-Tengo una sugerencia…—el hombrecillo de bata finalmente abrió la boca.
—Habla…
—Podríamos reportarla como "destruída en pruebas de campo". Como ya dijo el Teniente, muchas otras unidades han reportado problemas de explosiones repentinas y con ello su destrucción casi total…
—Mmm, podría funcionar… —reflexionó el Mayor—¡De acuerdo!. Proceda de esa manera… ¡Y ruegue que los de la central no nos descubran o nuestros pellejos estarán en peligro!
—¡Sí señor!—respondió el hombrecillo de la bata, retirándose después a redactar el papeleo.
El Teniente también se cuadró ante su superior, pero le hizo un último cuestionamiento:
—... Mayor, tengo una última objeción, si es que la permite.
—Hable fuerte, Teniente…
—¿De verdad necesitamos estas nuevas "unidades" para nuestra causa?... No las considero seguras de utilizar y además. ¡Son armas mágicas!. El tratado de la segunda guerra comercial prohíbe a todos los ejércitos del continente el uso de armas mágicas sin el permiso del Consejo Mágico.
—El Quartum Army, es solamente una contramedida, en caso de que algún gremio de magos decida oponerse a nuestro movimiento. Ya imaginarás quiénes son los candidatos más probables…—el Mayor argumentó, refiriéndose a ciertos gremios de magos conocidos por su beligerancia e imprudencia—Lo ideal es resolver esto únicamente en el plano Cívico-Militar y lo último que necesitamos es meter al Consejo Mágico en este asunto, en especial después de la invasión del imperio Álvarez…
«… Es imperativo que después de levantarnos, Zash-sama solucione la situación de forma rápida y quirúrgica, para que el cambio de régimen sea aceptado por la comunidad internacional. El Consejo Mágico ganó demasiado poder e influencia después de la Invasión del Imperio Álvarez y eso es una amenaza para la separación de Magia y Estado… » Reflexionó el militar.
—Me alivia oír eso, Mayor…—le respondió el Teniente—A los hombres les preocupaba ser reemplazados por estos autómatas en el futuro...
—Prepara a tus tropas y pasa este mensaje al resto de las guarniciones: ¡Que realicen inspecciones constantes para detectar cualquier filtración o elementos disidentes que pongan en peligro la operación!. Ahora que tenemos todo listo para el levantamiento, sólo esperamos la órden de Zash-sama…
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Reino de Minstrel. Diciembre 25, Año X792… Amanecer…
En la región norte del reino, encerrada en los bosques debajo de la cordillera y a la vez separada de la costa norte por ésta, se alza la escondida aldea de Hellwood. Esta comunidad sobrevive manteniéndose alejada de un bosque mortal que los acecha en sus fronteras… Cuando Natsu y Ophis limpiaron el peligro de aquel siniestro lugar, los habitantes creyeron poder bajarla guardia.
Aquellas inocentes gentes, la amenaza no vieron venir, en especial porque esta vino no del bosque, sino de la opuesta dirección, donde sus precauciones eran de naturaleza inferior…
«… ¿Qué es lo que ocurrió? Fué como si muchas almas gritaran de dolor y luego fueran acalladas… »
Gusion, Duque demonio, ha sido atraído por una gran perturbación mágica en la zona. Al acercar su monstruosa presencia, se desconcierta por la poca respuesta de la población. Al entrar en la aldea, se encuentra con callejas vacías y un ambiente sepulcral…
—Apesta a sangre y muerte… ¡Absolutamente delicioso!—comenta el demonio.
No pasa mucho hasta que se topa con los cuerpos desvividos de los habitantes. Muchos de ellos están cubiertos todavía por los restos de la decoración navideña. El árbol más grande, todavía con la estrella en la punta, ha sido calcinado hasta quedar sólo una caña hueca y frágil…
—¡sniff-sniff!... Esta presencia familiar…—el demonio olfatea el aire.
«… ¡No puede ser!… »
Caminando un par de pasos más, encuentra al fin, a alguien vivo: Un niño pequeño, de unos 8 años, parado y dándole la espalda. El infante ni se inmuta por la monstruosa persona de Gusion, ni sus cuernos ni su cuerpo monstruoso lo asustan. A los pies del niño hay una mujer muerta. Una mujer rubia y con el terror permanentemente impreso en su rostro…
—... ¡¿RAXHEL?!—Gusion exclama—¿Acaso eres tú?...
El demonio no puede creer lo que ve. El niño se da vuelta y lo mira con el rostro vacío. La luz del amanecer baña de golpe al infante. Su rostro ahora es pálido y poco expresivo… ¡El niño levanta ambas cejas y se abre también un segundo par de ojos, justo encima de los originales!
—Si… ¡Soy yo!—le anuncia el impostor… Raxhel, otrora enemigo vencido por Ophis, ahora le habla con la voz infantil de Clive, adulterada y engrandecida por la presencia demoníaca.
—¡Jajaja!—Gusion estalla de risa—¡Ya me parecía raro que tu alma tardase tanto en regresar a nuestro mundo!
Raxhel se indigna profundamente pero no puede hacer nada para callar a Gusion. A duras penas ha logrado sobrevivir…
—¡SI, maldición! Apenas lo conseguí… ¡Grrr!—Raxhel apretó el puño con rabia—¡No podía permitirme empezar de cero y reencarnar en nuestro mundo! ¡He conseguido demasiado en esta vida para perderlo todo!...
—¡Ja!—Gusion se burló de vuelta—Lo sabemos. Sabemos "todo lo que conseguiste"... ¿O no reconoces esto?—el demonio sacó un orbe negro y se lo enseñó al niño…
Flush… ¡Aaaaohhhaahh!
Del orbe salen energías místicas y lamentos fantasmales de almas condenadas. Aquellas almas que Raxhel había cosechado a lo largo de los años a base de engaños y contratos con los humanos…
—¡Devuélveme eso!—Raxhel, atrapado en un cuerpo infantil nada puede hacer para oponerse al poderoso Gusion, quien lo aparta con solo sacudir ligeramente la pezuña—¡Uff!...
—Que patético de vez ahora, Raxhel—insultó Gusion en tono de humillación—y cómo acabas de ver, también nos repartimos lo que alguna vez te perteneció… ¡Incluidas tus investigaciones sobre cómo extraer energía de los artefactos!
—¡Grrrr…!—Raxhel gruñe y se retuerce las vísceras de la rabia. El demonio más débil reflexiona por un momento... Gusion se ha referido a "Los artefactos"... ¿Es que acaso no sabe que son en realidad?. Raxhel cambia repentinamente su expresión de furia a una sonrisa malvada…
—¿Uh? ¿Qué te traes entre manos?—replica Gusion al verlo sonreir.
—Los siguen llamando, "Los artefactos"... ¿Es que aún no saben lo que son en realidad?—se burló Raxhel. Gusion se incomodó y borró la burla de su expresión—... y por esa cara que pones, estoy seguro que tampoco han podido replicar mi método para extraer energía de… ¿Cómo les llaman? ¡Ah, sí!... Los "artefactos"...
—Habla de una vez, perdedor… ¿Qué es lo que sabes que nosotros no?...
—¿Por qué no me lo dices tú, ya que eres TAN inteligente?...—Raxhel habló con sarcasmo.
—Háblame con más respeto, pequeño…—Gusion amasó energías demoníacas llameantes en su mano y amenazó con ella a Raxhel—Sabes muy bien que si alguien de nuestra propia raza te mata, no tendrás la posibilidad de reencarnar de nuevo...
Raxhel no se asusta por ello o al menos no lo muestra. Mantiene la tensión unos momentos antes de jugar su carta:
—Ophis… ¡Fué ella quien me mató! ¡Ella ha regresado!…
Gusion se pone pálido de inmediato y baja las manos, casi temblando…
—¡No bromees con eso!—le escupe el demonio mayor—¡Si eso fuera cierto, nos habríamos dado cuenta!
—Es cierto—dice Raxhel con una sonrisa triunfal—¡Los "artefactos" son en realidad las 88 maldiciones del dragón! ¡Los 88 fragmentos del alma del dragón infinito!
Gusion reflexiona mientras su respiración se agita. Repasa hechos pasados y sospechas previas que albergaba…
«… Hace un par de semanas… ¡El angel mocoso!... ¡Samael!... »
—¡No puede ser!—Gusion exclama—Si nuestros líderes supremos consintieron el uso de Samael para esto… ¡Significa que ellos ya lo sabían! ¡No podrían no saberlo! ¿Qué otra cosa sino la propia Ophis ameritaría el uso de algo tan peligroso?
—Todo indica que nuestros líderes no confían en tí lo suficiente como para decirte que Ophis está de vuelta… es una pena…
Gusion reflexionaba. Claramente se sentía ofendido por la desconfianza de sus líderes hacia él, después de todo, era un duque demonio recién ascendido…
«… ¡Lo sabía! ¡Esa peste que sentí antes era sin duda Samael, el prohibido!… ¡Y la luna morada del otro día significa que Ophis sigue viva y por ende, le derrotó!… » Raxhel también tiene un rostro inflexivo, al confirmar sus propias conjeturas.
Ambos demonios se pusieron más nerviosos al llegar a la misma conclusión: ¿Si ni siquiera Samael era ya capaz de vencerla, qué le impediría cumplir sus objetivos ahora?
—¡Tú vendrás conmigo!—Gusion ordenó a Raxhel.
—¿Disculpa?
—Si tus investigaciones son correctas, quiere decir que ahora podremos extraer poder de los orbes y enfrentar a Ophis fuego contra fuego… ¡Y tú nos dirás el secreto de cómo hacerlo!—Gusion sentenció—Solicitaré que seas asignado a mi legión...
«… ¿Aún no lo pueden hacer sin mí? Me parece que podré sacar ventaja de esto... » Raxhel pensó en forma maquiavélica.
—Escuché que Baldagón recibió aprobación para su plan de "encarnación demoníaca masiva"... me pregunto si está teniendo éxito, porque si es así, me temo que tú vas a pasar a segundo plano, je-je…—se burló Raxhel.
—No me provoques…
—Bien. ¡Tal parece que tú y yo seremos socios!…—Raxhel insistió en ser desafiante.
Guison rodó los ojos con hastío.
—... Todavía no puedo creer que un debilucho como tú haya podido mantenerle una pelea a Ophis…
—Ella está débil. Y por lo que la luna indica, ella apenas tiene 7 de los 88… además, tuve un éxito al lograr emplear la energía de sus propios fragmentos para aumentar mis poderes. ¡Cuando perfeccione el proceso seré invencible!
«… ¿Forzar una evolución con los poderes de Ophis? Así que de esa manera logró darle pelea a Ophis la última vez… »
—Seremos. Toda nuestra raza—le corrigió Gusion tras pensar—... además, si tenías la posibilidad de reencarnar directamente en la tierra en lugar de empezar de cero en nuestro mundo, ¡¿Por qué diablos escogiste un cuerpo como el que tienes ahora?!
Raxhel volvió a enfurecerse.
—¡Yo no lo ví venir! Ophis me arrancó la cabeza y cuando mi alma se desprendió de mi cuerpo, tuve una sola oportunidad y busqué apoderarme del cuerpo con el mayor potencial mágico que pude encontrar… ¡Este mocoso!—explicó un frustrado Raxhel—Y tienes razón. ¡Hasta su nombre es ridículo! "Clive". Alguien debió decirle a su madre que ese es un apellido y no un nombre…
Francoise seguía tendida y muerta en el suelo. Mejor así. Suficiente dolor habría tenido la pobre mujer al ser asesinada por lo que quedaba de su amado hijo.
—Ese cuerpo es inútil para el combate…
—Tal vez lo parezca, pero aunque no lo creas, este niño alberga un gran potencial mágico y será perfecto para continuar mi investigación de los fragmentos de Ophis. Me pregunto que tan fuerte sería su padre para dar esta clase de descendencia—Raxhel observó su propia mano—... Pero en algo tienes razón, pues con este cuerpo no podré defenderme adecuadamente. Siendo que seremos socios, tengo una demanda…
—¿Qué mierda quieres?—replicó Gusion con mal humor.
—Un alma de las que me pertenecían antes de mi derrota y que estoy seguro que tú ahora tienes. Eso y nada más. El alma de un humano con el que hice un contrato hace tiempo… ¡Mi experimento más exitoso!
—¿De quién se trata?
—Karan Sforza…
…
… CONTINUARÁ…
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¡Les deseo a todos ustedes, queridos lectores, una Feliz Navidad y un próspero año nuevo!
