Su respiración era lenta y profunda, la cama y las suaves sábanas eran su adorada prisión, hacia algún tiempo que no conciliaba el sueño cómo ahora, quiso seguir durmiendo solo un poco más, sin embargo el frío comenzó a apoderarse de él, consecuencia del lugar vacío en su cama, yacía algunos minutos que su acompañante se había levantado, con un amoroso susurró le sugirió que hiciera lo mismo ya que la familia no tardaría en llegar, sugerencia que fue ignorada por él y respondida con un " solo cinco minutos más" , los gritos emocionados de lo que parecían ser un gran número de infantes en la planta baja le despertaron en su totalidad, al igual que las numerosas voces que acompañaban y reprendían las acciones de aquellos chiquillos, voces muy familiares para él...
Abrió sus ojos en totalidad manteniendo su mirada hacia el techo de madera, respirando tranquilamente se mantuvo por algunos minutos más, hasta que por fin decidió que ya era hora de levantarse, con un poco de dificultad y lentitud hizo a un lado las blancas sabanas y cobijas, giró algunos centímetros hasta quedar sentado en la orilla de la suave cama, no quería bajar, definitivamente prefería quedarse todo el día en cama, sin embargo sabía que eso conllevaría a un sermón por parte de su compañera, su mirada se torno sobre un punto aleatorio de la habitación, una pequeña jaqueca le atormentaba, sin embargo no era algo muy molesto...
- "¿piensas quedarte ahí todo el día? " - escuchó preguntar...
lentamente dirigió su mirada hacia la puerta de la habitación, dónde se encontraba la dueña de aquella pregunta...
- buenos días Annie, respondió amablemente...
- cuándo piensas bajar?, sólo te esperamos a ti para comenzar el desayuno, respondió ella con una sonrisa...
- sólo dame cinco minutos más, respondió con simpleza, mientras estiraba sus brazos al aire...
- eso dijiste hace veinte minutos, respondió ella...
- está vez si serán solo cinco minutos, lo prometo, mencionó con una pequeña sonrisa...
- bien, les diré que enseguida bajas, solo no tardes mucho vale?...
Annie salió de la habitación, bajando las escaleras dirigiéndose a lo que parecía ser la cocina...
Con un poco de dificultad, logró deshacerse del holgado pantalón que utilizaba para dormir, con paso lento se acercó a lo que parecía ser el tocador y espejo de la habitación, en el cual yacía un pequeño tazón de cerámica con un poco de agua y una toalla, mojando sus arrugadas manos las dirigió a su rostro y con delicadeza comenzó a limpiarse, observó por algunos instantes su reflejo, lo que antes era un rostro con piel firme y limpia ahora se encontraba con numerosas arrugas, sus ojos azules cómo el océano, ahora se veían cansados y con grandes ojeras, lo único que no había cambiado mucho era su cabello, rubio como si de un pajar se tratase aún mantenía su tono en mayoría...
- definitivamente me estoy volviendo viejo, no?, Eren? , se preguntó así mismo mientras observaba con nostalgia una pequeña fotografía en el marco del espejo, en la cual se encontraba él, y sus dos amigos más cercanos, en sus tiempos de juventud...
- sigues observando esa fotografía he?, volvió a preguntar Annie quien había vuelto a la habitación...
- creo que soy muy nostálgico, respondió el con melancolía...
Annie solo negó en silencio con una pequeña sonrisa, abriendo lo que parecía ser el ropero sacó un conjunto de prendas que se conformaban por una camisa blanca, un pantalón marrón, un pequeño chaleco gris y una corbata marrón también, le ayudo a vestir y amarrar correctamente la corbata...
- siempre haces esto por mí, a pesar de que sabes que aún puedo hacerlo solo, mencionó el con un poco de rubor en sus mejillas...
- nunca supiste atar bien tu corbata, por eso lo hago, respondió ella con simpleza...
- sigo insistiendo que cada quien tiene su manera de hacerlo, respondió el un poco nervioso...
Annie lo observó por algunos minutos, aún con sus manos en su pecho, el cual mantenía una ritmo un poco acelerado, a la vez que un rubor se comenzaba a surgir en sus mejillas...
- después de tantos años y aún te pones nervioso con algo tan simple?, se burló ella...
- e.. es algo que intento cambiar, se excusó nerviosamente...
- no, déjalo así... me gusta , respondió ella...
- bi.. bien, si así lo quieres, el rubor había cubierto todo su rostro...
Annie solo río por debajo y tomándolo de la mano le condujo a la salida de la habitación...
- ven, te llevaré conmigo, nadie a empezado porque te estamos esperando, mencionó tomándole la mano...
ambos bajaron las escaleras y se dirigieron a lo que parecía ser el comedor, allí se encontraban un gran número de personas, todos sonrientes y contentos, tres mujeres y dos hombres, todos con rasgos de Annie y de él, al igual que los chiquillos que habían hecho un escándalo hace algunos minutos, quienes eran un poco diferentes a ellos sin embargo aún conservaban uno que otro rasgo físico de ambos...
"Buenos días papá", saludaron algunos...
"Buenos días abuelo", saludaron otros...
"Te estábamos esperando" , mencionó alguna de las mujeres presentes...
"tardaste mucho abuelo, muero de hambre", reprochó uno de los pequeños...
- Buenos días a todos, estoy en casa... saludó él devuelta, tomando asiento en la gran mesa junto a Annie...
El desayuno transcurrió de manera normal, el te y café eran pasados de mano en mano con regularidad, la charla era fluida y animada, hasta que uno de los pequeños habló...
- abuelo, hoy iremos a aquel gran árbol verdad?, preguntó con dulzura una pequeña niña con ojos azules y cabello castaño...
El detuvo lo que estaba haciendo y con una sonrisa asintió la pregunta de su pequeña nieta...
- Sí, hoy iremos a visitar a mis amigos, así que apresuremonos a terminar el desayuno, respondió él con una sonrisa...
la pequeña obedeció las palabras de aquel anciano, y comenzó a comer con mayor velocidad, acto seguido el resto de los pequeños y algunos mayores le imitaron...
Bueno así iniciamos este pequeño fanfic, a decir verdad nunca había escrito algo de Shingeki, espero les guste, también les invito a qué chequen mis demás historias, nos leemos en el siguiente capítulo...