EXIGENCIA
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Historia hecha sin fines de lucro.
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Akane tragó saliva duramente con la intención de no llorar, frente a sus ojos Shampoo se lanzaba a los brazos de Ranma y lo besaba en los labios. Por supuesto que el chico movió los brazos como aletas intentando apartarla sin éxito alguno.
La chica Tendo levantó la cabeza orgullosa y se dio media vuelta con toda la dignidad que pudo reunir y entró en la casa.
- ¡Akane! - Oyó que la llamaba, casi como pidiendo ayuda, pero ella no iba a hacerlo, que ese idiota se las arreglara solo por no saber poner límites.
Tan pronto entró al genkan, las lágrimas comenzaron a escurrir de sus ojos, se quitó los zapatos con furia y cayó sin estabilidad al piso, el golpe le dolió, pero más le dolía el corazón así que ni siquiera le prestó atención.
Al cabo de unos segundos, pudo ver una vestimenta tradicional frente a sí, rápidamente se limpió las lágrimas e intentó disimular, Nodoka no llevaba mucho tiempo de vivir en el dojo y no quería que la tuviera en un concepto de débil, y menos que le tuviese lástima.
- Yo... algo me entró en... - Su excusa quedó a la mitad.
- Levántate. - Dijo seriamente.
- Si, si... eso... - Comenzó a hacerlo un poco tullida.
- ¡Levántate! - Gritó y Akane dio un salto por el susto quedando de pie.
- Pero... - intentó decir.
- Sal ahora mismo y exígele a Ranma.
- ¿Qué? Pero...
- ¡Ve Akane! ¡Ve! - Le exigió ella a la chica.
- No. - Contestó saliendo de su sorpresa. - No pienso rebajarme a pedirle que...
- No, no vas a pedirle nada, ¡vas a exigirle!
- Tía, ¿qué está diciendo? - Incrédula preguntó
- Te vas a parar frente a él y con todo el pulmón que sé que tienes le vas a exigir.
- Pero... - Sus intentos de protestar fueron silenciados.
- A los Saotome les gustan las mujeres fuertes, mujeres con carácter que "puedan llevarlos por el buen camino". Así que ahora mismo vas a salir y a EXIGIRLE.
- Es que...
- ¡Ya! ¡Ya! - La empujó fuera de la casa sin importarle que no llevaba zapatos y la condujo hasta donde se producía tan lamentable escena con Shampoo, quien, aunque ya no lo besaba si se le restregaba al cuerpo.
- A-Akane... no es... no es lo que... - Balbuceaba Ranma.
Nodoka empujó fuerte a Akane hacia delante, ésta casi pierde el equilibrio, pero se mantuvo de pie. Volteó la mirada a Nodoka y ella parecía sumamente enfadada haciéndole señas con la cabeza y boca y por un momento Tendo pensó que iba a vomitar de los nervios.
- Ra-Ran-Ranma... - Logró pronunciar ahora mirándolo. - Ale... - Tragó saliva y se aclaró la garganta. - Aléjate...
- ¿Qué? - no había logrado escucharla.
- Aléjate... - Pidió con un poco de más firmeza.
- ¿Qué?
- Nada, nada, Airen abrazar más fuerte. - Pidió Shampoo
- Aléjate de ella. - Dijo comenzando a sentir que su ira volvía, Ranma por fin la oyó y contestó "enfadado"
- ¿Alejarme? ¿Qué crees que estoy intentando hacer?
- Aléjate de ella Ranma. - Dijo severamente.
- No estás oyendo que... - Intentó decir él.
- ¡Que te alejes de ella! ¡Ahora! - Gritó fuerte y claro.
Ranma y Shampoo se quedaron quietos intentando comprender que realmente Akane había dicho eso.
- ¡Ja! ¿En verdad la chica violenta cree que Airen hacer caso a esa tonta petición? - Se burló la muchacha.
- Exige, no es una petición, exige fuerte y claro. - Le dijo por lo bajo Nodoka tras ella.
- Además, Shampoo no va a soltar a Airen por que...
- ¡Nadie te habló a ti, esto es entre Ranma y yo! ¡¿Y tú que demonios esperas?! ¡Aléjate de ella ahora mismo! - Le gritó aún más fuerte. Ranma estaba tan aturdido que sin proponérselo obedeció, con un giro extraño estaba libre de ella aprovechando su distracción.
- ¡Airen! - Se quejó.
- De ahora en adelante... - Trató de sonar segura, aunque estaba muy nerviosa. - Tienes prohibido que esta ofrecida te toque, ¿entendiste?
- Oye... pero yo no tengo control sobre...
- ¡Me importa un rábano! ¡La vuelvo ver cerca de ti y verás lo que te espera!
- Airen no caer en ese tonto juego de...
- ¡Ranma, ¿entendiste?! - Casi escupió mirando a Shampoo
- Ehhh... creo... yo... - Confundido la miró aún sin creer que ella actuara así.
- ¡¿Entendiste?! - Preguntó más fuerte.
- Si... si... claro... - Casi deletreó asustado.
- ¡No, no! ¡Airen no tiene por qué hacerle caso! - intentó abrazarlo de nuevo, pero Ranma, bajo la advertencia anterior, la esquivó rápidamente.
Akane asistió con orgullo y volvió a dar la media vuelta, sentía que las piernas le temblaban cuando comenzó a caminar a la casa. Ranma la siguió enseguida, no es que fuese a desobedecerla, pero quería saber que le pasaba para tener ese cambio tan drástico. Shampoo corrió tras él, pero Nodoka la detuvo con un carraspeo, la amazona sabía perfectamente que no le convenía enemistarse con su "futura suegra" y dando un bufido se fue.
- Oye... Akane... - La llamó siguiéndola por las escaleras.
- ¿Qué? - Preguntó sin voltear.
- ¿Qué te pasó? - Cuestionó curioso.
- Nada... - Negó.
- Pero...
- Es lo correcto... y estás advertido... - Repitió caminando más rápido por el pasillo.
- Si, ya entendí. - Dijo encogiendo los hombros cuando llegaron a la habitación. - Pero quiero saber...
- Mañana. - Ella se detuvo en la puerta de su habitación y lo enfrentó por fin. - Iremos a dar una vuelta... solos, así que... más vale que te prepares. - Lo señaló con el dedo índice como si estuviera amenazándolo.
- Yo... si... bueno, si tú qui-quieres... - Contestó de inmediato ante el tono enojado, sin embargo, su varonil rostro estaba sonrojado al comprender lo implícito.
- Saldremos al medio día. - Dijo de tajo antes de meterse a su alcoba y cerrar la puerta.
Akane se recargó contra la madera dejando salir el aire que acumulaba, luego su sonrisa se extendió por su rostro y gesticuló con exageración, como si hubiese ganado un campeonato mundial y con mucha felicidad.
Afuera Ranma seguía sonrojado, se rascó la cabeza aun sin comprender muy bien que pasaba.
- Que niña tan exigente... - Susurró con una sonrisa antes de comenzar a adivinar que exigencias le haría el día de mañana.
FIN.
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N/A
Para el 17 de diciembre.
Saludos a todos, nos leemos pronto, de este lado del internet, AkaneMiiya.