Cuando dentro del laberinto de Thabes dónde Forneus se esforzó en remodelarlo para ser más profesional o algo así, mientras yo estaba leyendo un libro de minerales mágicos cuando... sentí algo.

Mis ojos dejaron el libro y traté de darle sentido a esta sensación, iba a pensar que fue mi imaginación cuando me percaté de que los Risen dejaron de trabajar.

'Ellos, también lo sienten.' Con ese pensamiento todo sucedió.

"¡Ahhh!" El grito de los Risen fue horrible, cómo sí tuvieran lijas en la garganta y me hacía sentir dolor de pensar eso.

"¡Paren! ¡Paren de una vez!" Con sus palabras de orden poco a poco los Risen volvieron a calmarse. "¿Qué fue lo que pasó?"

Antes de que alguno diga algo la respuesta vino con un terremoto y explosiones que se escuchan de arriba, la superficie. Guerra.

(Boom)(Boom)

"¡Ah!" Las paredes temblaron con fuerza de los mil demonios y pensé que el laberinto iba sucumbir. "La salida rápido." Las palabras del Alquimista me dejaron en shock por lo que expresaba.

El se llevó algunos Risen con él.

'Espera, pero sí...' Mis pensamientos me llevaron a decidir seguirlo hacia la entrada.

Siguiendo a Forneus podía notar que los temblores se hacían más fuertes y que estábamos subiendo, mi creador empezó perder el equilibrio pero eso no lo detuvo de subir. La única razón por la que yo no tenía problemas es porque podía volar.

Entonces llegamos y Forneus trató de abrir la entrada. "No, ¿Por qué? ¿Por qué no se abre?" Usó sus brazos junto a la ayuda de algunos Risen pero la puerta no se movió. Mientras trataba de abrir mientras escucha las explosiones tuvo una revelación. "El consejo, esos tontos me encerraron." Iba a continuar sus quejas cuando nuevos sonidos se revelaron.

"¡Grrr!"

"¡Reuuu!"

"¡Roaarr!"

Rugidos de origen animal se escuchaban del otro lado de la puerta que inmediatamente se provocó un fuerte sismo, Forneus y sus Risen se cayeron mientras yo recordé algo que olvidé por mi disfrute aquí abajo.

Thabes fue una ciudad que la humanidad fundó bajo el dominio de los Dragones al obtener un gran avance en su desarrollo, rápidamente se volvió tan poderosa que el dragón Duma temeroso del poder de los humanos que destruyó la ciudad.

Eso es lo que está pasando, cuatro mil años antes del inicio de todo. ¿Qué debo hacer?

Mientras yo estoy en mi dilema personal, Forneus está en otro.

"Dragones... están atacando Thabes. Pero sí ellos nos dieron el conocimiento... Ah!" Forneus está perdiendo el equilibrio por la destrucción que sucede afuera.

"Señor Forneus, este lugar es peligroso debemos regresar."

"¡Tú regresa sí quieres porque yo no me iré a ningún lado!" Decía decidido sujeto a la puerta. "¡Quiero mis respuestas y las tendré así que vete si quieres!"

Al escuchar su negativa tomé la decisión de dejarlo porque también sentí su irritación ahora.

Cuando regresé atrás noté que disminuyeron los sismos lo que significa que o el primer ataque se llevó toda la artillería de las fuerzas de Duma o se dirigen a otro sector de Thabes.

Sea cual sea, el punto es que será un tiempo largo.

Después de varios días los conflictos se detuvieron junto la seguramente destruida primera ciudad humana de Akaneia. Forneus bajó también pero en lugar de que las cosas siguieran igual, había algo en su corazón que no me hacía sentir incómodo.

Tomé la decisión de observar su mente mientras duerme y cuando lo hice no me gustó lo que vi. La experiencia afectó la locura de Forneus haciendo su mente la de un paranoico y como me especificaba a mí de que yo era una amenaza.

¿Por qué? Porque los dragones que les otorgaron el conocimiento ahora los destruyen sin explicar una razón. Eso lo llevó a cuestionar la lealtad de mí, un mitad dragón.

Traté de ser más respetuoso en los días siguientes para tratar de recuperar la confianza que una vez tuvimos pero no mejoró.

Me prohibió leer más de los libros, no tenía permiso de entrar a su estudio y canceló cualquier clase conmigo. Porque él pensaba que sí terminaba de dar todo su conocimiento él lo desecharía al ya no ser más útil, al igual que Thabes.

Al final el intento se hizo inútil, la confianza que había conseguido de él se fue evaporando con cada día hasta que él tomó una decisión sin retorno.

Mis visitas al interior de la mente de Forneus tuvieron que ser más frecuentes para conocer el plan que estaba gestando.

Él empezó a cronometrar mis tiempos de sueño por ser el momento donde soy más vulnerable a un ataque sorpresa, hizo que los Risen se concentraran en un punto y buscó un hechizo específico para él.

Mejor dicho para mí.

A pesar de que en el fondo podía sentir su pena de tener que destruir su propia creación pero con su control en riesgo ya eligió el día del fin.

Hoy en mi gran cámara personal dónde yo esperé hasta que los Risen entraron. Cuando todos lo hicieron al final llegó mi creador protegido por su ejército y un tomo de magia oscura abierto en su mano derecha.

Debajo de su cabello blanco podía ver los ojos cafés muy abiertos al no ver mi posición dormida. "Creación, ¿por qué estás despierto?"

Sabiendo que no había vuelta atrás lo confronté. "¿Qué he hecho para que quieras matarme?" Sus ojos sorprendidos continuaron a una de resolución por mis palabras.

"Tú acabas de responderlo. Te enseñé bien, demasiado bien." Dejaba una respuesta vaga como si supiera que lo entiendo. "Eres demasiado poderoso, tanto que no puedo controlarte y por eso tengo que destruirte." Aunque lo decía de forma insensible sus sentimientos demuestran que le entristece un poco hacer esto.

Con los dos sin decir más porque ya no había necesidad solo queda el combate.

"¡Vayan mi leal ejército! ¡Eliminen a su hermano descarriado!" Con ese grito sus Risen salieron a toda velocidad a atacarme mientras yo los espero con algo.

El plan de Forneus era obvio, mientras sus Risen avanzan para recibir mis disparos y me mantienen distraído él prepara el hechizo de magia oscura que en teoría me destruirá.

Un buen plan salvo por un detalle.

Yo ya no me contenía.

Con una resolución de que es inevitable acumulé todo el poder posible que mi cuerpo dracónico podía dar. Y mientras Forneus al ver mi ataque también dio la orden que sin saber era parte de un plan condenado.

Cuando solté el poder de mis fauces con un rugido. "¡GRRRR!" La magia oscura era tan grande como del tamaño de un camión con un poder que nunca había demostrado antes a mi creador.

Con mi visión presencié cómo el grupo de cadáveres se volvían nada por mi disparo corrosivo y también el momento exacto dónde Forneus detuvo su hechizo al ver sorprendido de que yo había superado sus expectativas antes de también desaparecer entre la explosión y el polvo subsiguientes.

En sus momentos finales pude sentir lo que él sentía; una tristeza de haber fallado, un dolor de que sus resucitados en los que se esforzó tanto desaparecieron cómo sí no fueran nada y en el fondo un extraño sentimiento de orgullo por saber que al final creó al ser perfecto.