¿Embarazo? No, no y no!
.
Ya un año desde que los prometidos habían terminado el colegio, ahora estaban aprendiendo a lidiar con la universidad.
Ya casi dos semanas para que llegue la Navidad y las fiestas, en Nerima todo parecía estar tranquilo, excepto en la casa de los tendo en una noche donde la nieve caia, se escuchaban gritos.
—¡Ranma como te atreviste! te mataré, ahora si juro que lo haré! — el patriarca de la familia Tendo parecía estar furioso.
—Tranquilizese por favor Tendo, no podemos hacer nada! — El señor Saotome trataba de tranquilizar a su amigo.
—¡Basta papá! estas asustando a Akane, mirala —Kasumi abrazaba a su hermana mientras está lloraba en silencio.
Tendo al fin se calmo y se dirigió hacia donde el chico con trenza, lo jalo fuertemente de su camiseta roja— escuchame Ranma, después hablaremos tu y yo — lo soltó bruscamente y fue hacia sus dos hijas — Kasumi, dejame hablar con tu hermana a solas —
Kasumi ayudo a su hermana a pararse.
—Estarás bien akane, papá hablará muy calmadamente contigo, ¿verdad papá? — fijo la vista a su padre, más parecía una amenaza que una pregunta.
—Akane, ven conmigo — tomo delicadamente del brazo de su hija llevándola hacia arriba.
El chico de trenza no hacía ni un gesto, no hablaba ni se movía parecía que su alma hubiera salido de su cuerpo.
—Ranma, escuchame tendrás que afrontar esto lastimosamente se acabo la vida libertina — hablo finalmente su padre, al ver que su hijo no respondía ni pestañaba lo agarró de ambos hombros agitandolo— ¡Comportarte Ranma actúa como un hombre no como un niño! —
Finalmente Ranma se salió del shock de donde estaba y se alejo bruscamente de su padre.
—¡Que quieres papá! Eso es lo que soy ¡un niño! no estoy listo para esto, yo...yo ¡no se ni como pasó! — al momento que dijo eso sintió un golpe departe de su padre.
—¡Admite tu responsabilidad! yo no te crié para que escapes de tus problemas — grito Genma.
—¿¡no!?, papá te recuerdo que tu salías corriendo de cualquiera problema cuando podías y de paso ¡me involucrabas siempre en eso! — Ranma salto dándole un golpe a su padre — Dime viejo ¡soy muy joven! — el chico se encontraba desesperado agarrando fuertemente los hombros de su padre.
—Ranma, hijo —Genma cambio su tono a uno serio— esto no se trata de un simple problema que se solucionará y luego desaparecerá, se trata de una vida, ¡entiende! —
Ranma sentía miedo, mucho miedo, ya sabía de antemano que esto no simplemente desaparecería y ya, sino que cargaría con eso toda su vida, y eso lo aterraba.
Y verdaderamente lo que decía Ranma no era falso, no sabía ni como habia pasado de hecho ni Akane lo sabía, en la fiesta de la llegada de las festividades en casa de los Tendo había una gran fiesta con los del barrio, akane y Ranma tomaron un poco y estaban medio ebrios, ya después se sobrepasaron, se metieron al cuarto de Akane y había paso lo que pasó, de lo contrario ranma no se atrevería en hacer tal cosa debido a su estúpida timidez.
El ya no sabía que hacer, amaba a Akane pero las cosas con ella no iban del todo bien, por lo de sus otras prometidas y por Ryoga por último el accidente fue la gota que derramó el vaso haciendo un menudo caos.
Finalmente el señor Tendo bajaba las escaleras, no dijo nada y solo miró a Ranma en silencio.
—Kasumi, tu hermana está en su habitación pidió que vayas con ella — hablo tendo sin despegar la mirada de Ranma, Kasumi en ese instante corrió a por su hermana — Ranma, Saotome, acompañenme a mi habitación. —
Al ya estar ahí todo estaba en silencioso, el señor Tendo agarraba un cigarro en la boca, lo apartó y lo apago.
—Tendrás que hacerte cargo de tus acciones Ranma, yo y tu padre decidimos comprometerlos, lo admito pero ¿acaso estan ya casados?, faltaron la moral de esta casa, pensé que serían un poco más conscientes y no pasaria nada hasta que se casen y pase un poco más de tiempo, pero mira ahora son solo unos mocosos ya con una responsabilidad mayor —
—Tendo, yo ya le explique a mi hijo y se hará cargo de todo — Genma trato de calmar el ambiente.
—¡Por supuesto que se casaran! y lo antes posible, ya no hay más "esperemos a que se lleven mejor" si es necesario los obligaremos, Ranma desde ahora debes encargarte de Akane y tratarla mejor, no tolerate nada más y quiero que ni una de tus "prometidas" entre a mi casa, pueden retirarse —dicho esto Tendo se paro.
Ranma no podía más, su vida había acabado para el.
Ya de día la peliazul se acomodo en su cama tratando de ocultarse del sol, al no lograrlo abrió los ojos, se sentó y se tallo los ojos se acordó de los acontecimientos de ayer y su mirada cambió a melancolía, debería hablar con Ranma. Se dispuso a levantarse y arreglarse para salir hacia la sala y buscar a Ranma.
Por otro lado, Genma se despertó y vio que su hijo no se encontraba como de costumbre durmiendo en su cama, no había nadie y la cama estaba intacta.
—¿Como te encuentra Akane? — Kasumi vio entrará a Akane a la cocina.
—Bien, gracias Kasumi...— pensaba si preguntar o no—...viste a...mmm ¿Ranma? —
—No, creo que aún no se desperto, tranquila debe estar aún dormido — sonrió para tratar de que su hermana no se preocupe de más.
Akane simplemente asintió y salió de ahí, vio a Genma bajar las escaleras y le preguntó a él también, Genma se excuso diciendo que había "ido a correr".
Akane salió de la casa Tendo para ver si podía alcanzarlo o encontrarse con el, tenía que hablar muchas cosas con el y lo mejor sería si estarían fuera de la casa, a lo lejos distinguió la figura de Ranma, se alegro al encontrarlo pero no estaba solo, al parecer estaba con Ukyo ¿que hacía ella ahí? se acerco con sigilo, al estar ellos de espaldas no notaban su precencia.
—¡Claro que puedes quedarte en mi casa Ranma! Como lo hiciste en la noche, mi casa es tu casa tranquilo — hablaba con ánimos la de cabello castaño.
Acaso el...habia dormido en ¿casa de ella?, debía haber una explicación, akane se quedó callada oyendo más.
—Perdoname por las molestias Ukyo, se que puedo contar contigo la verdad..no es muy buena idea que este cerca de la casa Tendo, quieren sacarme la cabeza —
Akane no podía creerlo, su padre sólo quería defenderla, como cualquier otro.
—¿y akane? —
—Yo estoy bien —de pronto akane hablo y ambos se dieron la vuelta rápidamente.
—Akane...—susurro Ranma.
—Ranma puede largarse de mi casa cuando quiera, las puertas estan abiertas —Respondió Akane con todas las fuerzas del mundo.
—Ranma me contó que...estas em —Akane la interrumpió.
—¿Embarazada? si, lamentablemente el padre es un canalla cobarde que no es capaz de afrontar su responsabilidad, pero también es mi responsabilidad, sin embargo yo lo tomaré —
—¡Yo no soy ningún cobarde! —se defendió el pelinegro, aunque la verdad tenía miedo de lo que vendría.
—¿Y que se le puede llamar a un infeliz que huye de sus problemas? — respondió con ironía la peliazul.
—No me iré de la ciudad o escápare, simplemente no quiero estar en esa casa que lo único que quieren hacer es ¡matarme! — Ranma ya no podría soportar el trato del señor Tendo cuando estaba ahí.
—¿a si?, ¡pues vete Ranma! ni quien te quisiera! —Grito Akane.
—Pues yo sí lo quiero — hablo Ukyo — el no está solo Akane, tranquila estará en buenas manos — agarró a Ranma del hombro— ¿nos vamos? —.
Ranma vio A akane, esta desvío la mirada molesta, Ranma asintió lentamente.
Akane apretó los brazos, se dio media vuelta y se fue, no tenía caso hablar con el, veía como ambos se marchaban, al ya estar ellos dos lejos akane comenzó a derramar unas cuantas lágrimas que caían de su rostro, se sentó en un banco que había en el lugar, se agarró la cara intentando que las lágrimas pararán pero era inútil.
—Ranma...— susurro mientras recuerdos de él y ella invadian su mente.
—Te lo advierto, si vuelves a molestar a Akane ¡escucha! Akane es mi prometida y la defenderé ¡a toda costa! —
Akane recordó la vez que la defendio en la competición de patinaje delante de todos diciendo que era su prometida, ¿donde había quedado eso? ahora el la había déjalo sola en esto..estaba deshecha, miro su barriga y aunque aún no se notaba mucho empezaría a hacerlo en los próximos meses, pensó que estaría gorda y más fea y tal vez Ranma penso en eso y la dejó, aunque le dolia no pretendía que Ranma notará eso así que se haría la fuerte...aunque no podía.
Las lágrimas no paraban, se sentía sola e indefensa por primera vez en su vida, maldiciendo la noche en que ambos tomaron y lo hicieron sin pensar en las consecuencias. De repense un pañuelo se poso en su vista, akane miró hacia arriba.
—Ryoga...—susurro mirándolo, el parecía estar con una mirada triste.
—Akane, deja ya de llorar —Ryoga saco la valentia que no tenía y agarró con delicadeza el mentón de la chica, acerco el pañuelo y limpio las lágrimas con despacio. Ambos se vieron un momento.
Sin embargo un pelinegro estaba encima de un arbol no muy lejano al lugar donde observaba perfectamente el momento con un gesto de fastidio.
—Fue una tontería pensar que podría hablar con esa marimacho...—dijo molesto para luego saltar hacia abajo e irse, pero de repense sintió un vacío en su corazón.
Había vuelto con la escusa de que se le había "olvidado algo" dejando a Ukyo sola en el camino, recordó las veces en las que Akane no lo había dejado sólo e incluso se puso en peligro ella misma por salvarlo múltiples de veces que se había convertido en una total cotidianidad tenerla a su lado acostumbrándose a ella, pero le seguía aterrando la idea de un bebé en camino ¿como lo haría? No sabía nada y su padre no era un muy buen ejemplo que digamos, volteo por última vez a la dirección de aquellos dos y vio como Ryoga la abrazaba.
Apretó los puños y los dientes, se fue corriendo y a los pocos centímetros saltando de cada en casa, aunque sus pies y corazón querían ir hacia atrás y hablar con ella. No sabía que hacer.
Esta historia por Navidad te dará sólo dos capítulos, esta y la otra.
¡Que pasen una linda Navidad! Gracias por leer!! Ya los leo en la próxima actualización!!
