"Es Una Vida (Esplendorosa)."

Por B.B. Asmodeus.


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Parejas principales: Kou Seiya (Sailor Star Fighter)/Usagi Tsukino (Sailor Moon). Kou Yaten (Sailor Star Healer)/Haruka Tenoh (Sailor Uranus).

Parejas secundarias: Ami Mizuno (Sailor Mercury)/Makoto Kino (Sailor Jupiter) - Ahora sí, se las voy a cumplir. Implicaciones de Rei Hino (Sailor Mars)/Mamoru Chiba (Tuxedo Mask) (¿O qué tan segurxs están en verdad?). Menciones de una pasada relación entre Haruka/Michiru.

Rating de este capítulo: Todas las audiencias.

Categorías/Advertencias: Realidad Alterna a Sailor Stars, Humor, Romance, Drama, Acción/Aventura, Lemon, Yuri, Yaoi, Het.

Sinopsis: A ocho meses desde la Guerra de los Tres Soles donde Kinmoku fue liberado de un Punto Fijo, Usagi, Seiya y sus amigas deben enfrentar algo más trasformador e inevitable: el cambio.

Notas Importantes:

(1) Como recordatorio, en efecto, Rei está embarazada con dos herederos al Reino de la Tierra. Así es, son dos. He aquí el comienzo de su historia. ¡Estoy muy emocionada por contarla!

(2) Este Prologo está situado en el pasado, durante el Volumen 3: "Atravesé Fantasmas Para Llegar Aquí."

Disclaimer: Bishoujo Senshi Sailor Moon no es obra mía, pero esto es lo que puedes esperar si así lo fuera.


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Prólogo.

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Abril de 1998.

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"Y fue así que descubrí

Que cada uno de los Cristales Cosmos

Se ha reforzado

En la fragua de un amor verdadero."

-Sailor Kairós.

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El mundo existía y se desvanecía.

Para Sailor Mars fue casi imposible sostenerse de algo firme para no ser arrastrada por el fenómeno.

-¡Rayos! ¡Odio no tener control alguno! Había estado luchando junto a Sailor Neptune en el centro deportivo, y en un parpadeo, el colapso interdimensional las había interrumpido.

Lo peor era la sensación de caer por momentos indefinidos, sin saber donde aterrizarías. Sailor Jupiter lo había descrito así desde su experiencia en el tren. Era horrible. El vértigo le revolvió las entrañas.

Y de repente, se encontró de rodillas en firmeza. El súbito cambio le robó el aliento. Mars se desplomó entre alivio y más confusión.

"¿Dónde… estaré…. ahora?" Mars sobó su cabeza, mientras se reincorporó.

La última vez había sido arrastrada a un mundo alterno, había terminado tomando té con Rubeus junto con Sailor Saturn, y esperaba no encontrarse con circunstancias más extremas que esas.

Para su sorpresa, se encontró en un pasaje más tranquilizador que la nave de Black Moon.

El sonido del viento silbando sobre gruesos árboles le hizo ver que había aterrizado en un bosque. La tierra bajo sus rodillas estaba húmeda. El olor a ozono apuntaba a que había llovido recientemente.

Mars se levantó con cautela. Trató de identificar algún rasgo del bosque que le causara familiaridad, pero más allá de compartir el mismo color del cielo que su realidad, Mars no encontró indicios más delatadores.

"Genial. Perdida en un bosque mientras Sailor Neptune me necesita para combatir a ese youma. Que suerte la mía." Mars comenzó a caminar por el sendero que mas o menos ya estaba marcado por el bosque. Era buena señal. Significaba que personas transitaban por aquí, ¿no? "Creo que usar tacones no es la mejor opción, ¿pero, qué se puede hacer?" Mars hizo una mueca, en especial, después atravesar ramas secas con dichos tacones.

Esperaba que Sailor Neptune siguiera en la realidad a la que pertenecía, al menos. Con una Senshi perdida, era suficiente lío.

Una ráfaga más fuerte que antes, se coló por el sendero. Sailor Mars sintió escalofríos y se abrazó a sí misma. Encontró peculiar como, para ser un bosque, reinara un silencio total, exceptuando al mismo viento y su canto frígido.

"Que extraño lugar. Aunque…" Cesó el paso. Mars cerró sus ojos momentáneamente, concentrándose. El aura alrededor era densa, más no maligna. No estaba contaminada de energía negativa. "Sugoi. Este tipo de energía es muy extraña." Abriendo sus ojos, Mars examinó el firmamento grisáceo sobre su cabeza. Nubes espesas estaban tejiéndose. Llovería de nueva cuenta, muy pronto. Mars no era extraña a la necesidad de acampar y sobrevivir en el exterior, pero al menos le hubiera gustado contar con una casa de campaña.

La única alternativa era buscar un tipo de refugio. Por lo menos, hasta que fuera retornada a su Tokio. Decidida, Mars respiró hondo y no se permitió caer en la incertidumbre. Estaba acostumbrada a tener que ser la fuerte, la dura. Inclusive a solas, mostrar debilidad le pareció aberrante. No podía fallarle a las chicas, ponerse a llorar y esperar que milagrosamente las cosas se arreglaran. La vida, muy raramente, era así de bondadosa. Y Sailor Moon no se encontraba con ella para lograr uno de tales milagros.

Siguió el sendero por un rato más, hasta desembocar en un lago. No encontró cuevas a su disposición, pero, a la altura norte del lago, su corazón se aligeró al reconocer la presencia de un templo.

"¡Ay, por fin! ¡Algo de buena fortuna!" Mars apagó su henshin para tener la ventaja de sus zapatillas deportivas. Correr hasta el templo en tacones sería un infierno y no podía teletransportarse por sí sola. Las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer. Rei se apresuró por el sendero a galope, esperando no mojarse tanto. "¡Dios, voy a terminar con un enorme resfriado!"

A pesar de cubrir la mitad de la distancia restante, Rei rogó por ser devuelta a su dimensión antes de llegar al templo. Entre más tiempo transcurría, más peligroso podía convertirse este problema con las dimensiones. Sus amigas la necesitaban. Su planeta la necesitaba. Usagi la necesitaba…

-¿En verdad lo crees? Rei jadeó, tumulto emocional alimentando la adrenalina del ejercicio. -No parece necesitarte mucho que digamos, últimamente.

Rei cubrió su cabeza con sus manos. La lluvia estaba intensificándose. Estaba mojándose, lo quisiera o no.

El templo en cuestión, aunque parecido al estilo de su nación a lo lejos, reveló diferencias al tenerla cada vez más cerca. De madera, la técnica de la construcción mostró aproximadamente cinco niveles escalonados, con techos en forma de V inversas. Una base de piedra rodeó el área. Rei casi se resbaló al pisarla, tras trepar los escalones con musgo y vegetación. En sí, el templo no lució muy hogareño que digamos. Todo lo contrario a extender alguna invitación de bienvenida, el templo comunicaba ganas de espantar visitantes.

Bueno, Rei no tenía tiempo que perder. Golpeteó sobre la puerta principal con todas sus fuerzas. "¡Hola! ¿Hay alguien ahí?"

Por un instante, creyó haber escuchado un siseo y saltó de la sorpresa. Esperó unos segundos, pero el sonido no se repitió. Sin embargo, al acercarse al diseño del portón, encontró tallada la figura de una serpiente comiéndose su cola, creando una circunferencia—un ciclo. Rei mordió su labio.

Respiró hondo.

"¡Oye, si hay alguien ahí, por favor déjenme entrar! ¡No tengo tiempo para bromas!" Golpeteó la puerta, justo sobre la serpiente, tres veces más. "¡Les prometo que solo será un rato! ¡Por favor! ¡Estoy empapada!"

Si no le abrían, Rei no sabía dónde más encontraría refugio rápido. Podía hacer una fogata, pero no bajo estas circunstancias. No violaría la privacidad del templo si no se le cedía el paso de manera voluntaria.

"Sólo almas imprudentes exigirían ser ayudadas de esa forma."

Rei dejó de golpetear la puerta. Se congeló por un instante en su posición, notando que la voz vino de sus espaldas.

"Y sólo cobardes…" Rei en seguida insertó su mano a su bolsillo, buscando por su pluma de transformación. Se dio la vuelta para enfrentar a la nueva presencia. "… ¡asustarían a un joven como yo desde las espaldas!"

Con el cuerpo tensó en caso de un ataque, Rei fijó su atención en la persona ahora uniéndosele en la base de piedra. Era un hombre. Estaba empapado, aunque no molesto al respecto, cubierto en un tipo de uniforme ceremonial. De manera muy particular, en su mano izquierda cargaba con una voluminosa rama de uvas.

De las uvas, Rei alzó su mirada al rostro del desconocido.

Ojos despreocupados se conectaron a los suyos conforme el hombre arrancó una uva del ramo y la aventó a su propia boca, masticando casi con insolencia. Mechones oscuros caían por sus hombros, humedecidos. El déja vú fue electrizante.

"Que gracioso." Mirada fría la recorrió de tennis deportivos a cabeza desaliñada. "Yo no te veo muy asustada que digamos, niñita invasora."

Por Kami-sama. El parecido fue insólito. Por un momento, el anhelo de encontrarse con alguien familiar pareció cegar a Rei.

Dio un paso al frente. "¿Mamoru?"

La figura parpadeó. Las líneas de su boca se aplanaron como si hubiera recibido un insulto.

"No eres lo que esperaba."

Fue el turno de Rei parpadear. Apretó sus dedos alrededor de su pluma—

El hombre caminó hacia ella, ágilmente rodeándola para alcanzar la puerta de entrada.

Todo sucedió tan rápido que Rei apenas logró reaccionar. "¿N-nani?" Se tornó hacia la puerta, la cual ahora se mostró semiabierta. Había sido abandonada en las afuera del porche. Ofendida Rei, abrió la boca de nuevo para—

"¿Qué estás haciendo? ¿Quieres que se invite la lluvia acá adentro también?"

Oh.

Rei volvió a guardar la pluma en su bolsillo. Se apresuró a cruzar el umbral, pero se sujetó del marco y se detuvo. Creyó volver a escuchar aquel siseo…

Echó un vistazo a sus espaldas.

La lluvia estaba empeorando.

No hubo señal de otro arrastre interdimensional en el horizonte.

Rei suspiró. Entró al resguardo del templo, sin mucha otra opción.

Sólo haría tiempo, mientras regresaba a casa. Sí, solo eso.

Esto era únicamente otra breve distracción de la verdadera batalla que tenían que vencer. Muy pronto, Sailor Mars sería devuelta a donde pertenecía.

Estaba segura.


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Fin de Prólogo.

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Notas Especiales:

No tengo mucho más que decir, aparte de un enorme agradecimiento a las chicas del Discord de Sailor Moon: La Vida Es Como Una Caja de Odangos, que nunca dejan de darme aliento a seguir escribiendo. Gracias por esperarme y por su amor a esta Saga.

You guys ROCK!

¡Ahora sí, que empiecen las teorías falopas!