Parte I. Días Festivos.

Capitulo 2.

Recuerdos de Noche Buena, Parte 2.

Cuando la cosas salen mal en el intercambio de obsequios, Chase se siente muy deprimido, por lo que Skye se encargara de hacerlo sentir mejor.


Skye corrió fuera del mirador para buscar a Chase. Camino alrededor del mirador, y reviso los alrededores del jardín pero no pudo encontrarlo. Recordó que podía llamarlo con su placa, pero pensó que talvez no querría responderle. Justo cuando había decidido llamarlo, escuchó un débil sollozo proveniente desde detrás de un árbol a la orilla del precipicio que da al mar. Se acercó lentamente para ver si era Chase y lo que vio la entristeció.

Chase estaba llorando, haciendo lo posible por no hacer ruido. Tenía los ojos cerrados y estaba con la frente apoyada contra el árbol, con sus patas delanteras cruzadas entre si como abrazándose a si mismo. Parecía estar hablando en voz baja consigo mismo.

-No puedo... no puedo... lo siento... ya no lo soporto… ¿porque soy así?... lo siento... -dijo Chase en voz baja con mucha melancolía.

No era la primera vez que Skye veía a Chase sufrir un ataque de ansiedad. La última vez que lo vio así, fue cuando tuvo que bajarlo de aquel edificio en Adventure City. Chase siempre había sido muy nervioso y ella siempre estaba allí para apoyarlo cuando lo necesitaba.

Skye dejo en el suelo la pequeña bolsa de regalo que cargaba en el hocico y se acerco a Chase para intentar reconfortarlo.

-Chase, estoy aquí, dime que tienes -dijo Skye intentando tranquilizarlo con su voz.

Chase al escuchar a Skye, no pudo evitar intentar darse la vuelta para ocultar su rostro de ella, el joven pastor no quería que ella lo viera llorar.

-Skye... estoy bien... no te preocupes por favor... solo necesitaba salir un momento -dijo Chase intentando forzar su tono de voz normal.

-Chase, por favor, sabes que puedes decirme cualquier cosa -dijo Skye acercándose más a Chase.

-No, no puedo... aunque quiera -dijo Chase con tristeza.

-Chase, Zuma solo hablo sin pensar, no te tomes enserio lo que dijo por favor -dijo Skye intentando calmarlo.

-No… no es eso… -dijo Chase intentando controlar su llanto-, yo solo… quería darte algo lindo Skye.

-Chase, tu obsequio me gusto mucho, y se lo mucho que te esforzaste para dármelo, realmente lo aprecio -dijo Skye con la voz más dulce que pudo hacer.

-Marshall les dijo, ¿no es así?, ¿no puede guardar un secreto? -dijo Chase un poco molesto, volteando a ver a Skye.

-Chase, por favor, quiero ayudarte, confía en mi -suplico Skye.

-Confío en ti... -dijo Chase-, pero no se si confío en mi... aunque me esfuerzo en ello... no lo consigo... siempre tengo miedo y yo intento ocultarlo. Siempre siento una presión en el pecho y ya no lo soporto. Ni siquiera puedo decirte lo que siempre he querido decirte.

Skye sintió que entendía lo que Chase intentaba decir, pero necesitaba que él se calmara primero.

-Tengo una idea Chase, que tal si abres mi obsequio ahora -dijo Skye con una sonrisa, acercando la bolsa de regalo a Chase.

Chase dudo por un momento, pero al final acepto, tomo su obsequio y abrió la bolsa. Lo primero que vio fue lo que parecía un cuadro metálico, lo tomo para verlo y cuando lo observó con detenimiento, su corazón se calentó.

Era un portarretratos con un marco metálico como de cobre, adornado con finos relieves que recordaban al viejo oeste, una locomotora de la época, un pueblo clásico, vaqueros y ganado se podían ver en los extremos del marco. A Chase le pareció un marco muy bonito, pero lo que más llamaba su atención era la fotografía que portaba.

En la fotografía aparecía un Chase unos años más joven, con una gran sonrisa, y justo a su lado estaba una Skye más joven, recargando su cabeza en el pecho del pastor, con los ojos cerrados y una dulce sonrisa en su rostro, como si se sintiera muy segura a su lado.

-¿Recuerdas cuando nos tomamos esta foto Chase? -pregunto Skye.

-Como olvidarlo -dijo Chase con nostalgia-, fue el día del amor y la amistad de hace cinco años. Ryder nos tomo esta foto, ambos estábamos posando y yo no esperaba que te recargaras en mi, eso me sorprendió. Siempre quise una copia de esta foto, pero nunca se la pedí a Ryder, otra cosa que nunca tuve el valor de hacer -dijo Chase volviendo a decaer.

-Chase, ¿sabes como me siento cuando estoy contigo? -pregunto Skye con un tono dulce pero serio.

-No lo se -dijo Chase sin comprender.

-Me siento como en esta foto, feliz y segura, tu me haces sentir así -dijo Skye recargando su cabeza en Chase como lo hizo en la foto.

Chase sintió como sus mejillas se calentaban, algo que hubiera sido muy notorio de no ser por su pelaje. Le parecía increíble como un pequeño gesto de su amiga más cercana podía calmarlo y hacerlo sentirse de buen humor de nuevo.

-Gracias por la fotografía Skye, creo que era lo que quería, y el marco es muy bonito -dijo Chase de mejor humor y con una sonrisa en su rostro.

-Por nada -dijo Skye-, cuando vi el marco en la tienda, supe que te gustaría, es del viejo oeste después de todo. También falta algo más, revisa de nuevo en la bolsa.

Chase lo hizo y encontró otra pequeña bolsa de plástico transparente decorada con listones que contenía galletas. Olían delicioso, y Chase se pregunto como es que no noto ese dulce olor antes, debió estar muy distraído.

-¡Oh, galletas! -dijo Chase con sorpresa.

-Son galletas de mantequilla recién hechas -dijo Skye-, aún deben estar calientes, yo misma las hice, le pedí ayuda al Sr. Porter para prepararlas, por eso llegue un poco tarde a la fiesta.

Chase abrió la bolsa y se apresuro a tomar una de las galletas, la metió en su hocico y la saboreo, era la galleta más deliciosa que hubiera probado, talvez no por el sabor, sino por saber quien la preparo para el. Chase incluso soltó unas cuantas lagrimas mientras comía.

-Chase, ¿estas bien? -pregunto Skye al notar las lagrimas de Chase.

-Si, estoy bien... es solo que... hace mucho que no me sentía sinceramente feliz -dijo Chase dándole un abrazo a Skye y frotando su cabeza contra la suya-. Gracias Skye, por todo, no se que haría sin ti.

Skye se sentía feliz de haber podido ayudar a Chase, pensó que no se necesitaba de mucho para hacerlo feliz. Chase es una persona sencilla y eso le gusta a ella.

-Oye Chase, ¿me darías una galleta? jeje -pregunto Skye riéndose un poco.

-¡Claro!, ¡hay que compartirlas! -dijo Chase con emoción.

Ambos cachorros estuvieron comiendo galletas juntos por un buen rato, sentados en silencio uno al lado del otro bajo ese árbol, solo mirando el mar en la oscuridad de la noche, disfrutando de la compañía del otro.

Cuando se terminaron las galletas, Skye solo se quedo recargada en Chase por un rato, pensando en lo que debería hacer ahora, o que seria lo mejor, entonces le propuso una idea a Chase.

-Dime Chase, aún es temprano, ¿te gustaría salir a caminar un rato por la ciudad? -propuso Skye.

-De acuerdo, suena agradable -respondió Chase.

Ambos cachorros se levantaron de la base de ese árbol. Chase guardo en su casa de cachorros la fotografía que Skye le obsequio. Ambos se pusieron un gorro y una bufanda y comenzaron a caminar hacia la ciudad.

Los dos cachorros caminaron sin prisa, uno al lado del otro. Cruzaron el puente, caminaron frente a las tiendas, pero todo estaba cerrado por navidad. Pronto darían las 9 de la noche, aún había muchas personas en las calles, cantando villancicos, algunas buscando algún obsequio de último minuto, o simplemente dando un paseo nocturno igual que los cachorros.

Chase y Skye llegaron a la plaza de la ciudad y pudieron ver ese bello árbol de navidad que ellos mismos habían ayudado a instalar y decorar. Se sentaron frente a este y solo lo observaron juntos por un par de minutos.

-Es un bello árbol, ¿no lo crees? -pregunto Skye.

-Nos esforzamos para que lo fuera, fue lindo decorarlo -dijo Chase.

-Y que lo digas, siempre es lindo poner la estrella -dijo Skye con una mirada soñadora.

-Si, bueno, solo tu puedes ponerla con tu helicóptero después de todo, jeje -dijo Chase intentando hacer una broma.

-Oh, ¿celoso? -pregunto Skye en un tono atrevido.

-¡Bastante! -respondió Chase siguiendo el juego.

Ambos cachorros solo se rieron un rato de la broma. Hablar entre si en un tomo juguetón era algo que acostumbraban hacer mucho, y siempre disfrutaban burlándose de estas situaciones.

-Skye, ¿puedo hacerte una pregunta? -dijo Chase dejando de reír.

-Técnicamente la acabas de hacer, adelante dime -respondió Skye.

-Bueno... ¿alguna vez has tenido miedo de hacer algo que realmente quieras hacer? -pregunto Chase.

Skye lo pensó por un momento antes de dar una respuesta.

-Bueno... -comenzó Skye-, en nuestras misiones, muchas veces he tenido miedo de hacer lo que debo hacer, pero siempre intento que eso no me detenga, eso no seria muy profesional de mi parte, generalmente siempre intento enfrentarlo a quedarme sin hacer nada.

-Bueno si -dijo Chase-, pero ese es nuestro trabajo, lo que quiero decir es si ¿has tenido miedo de hacer algo que tu quieras hacer por ti misma?

-Supongo que no había pensado en eso -dijo Skye intentando pensar en algo-, bueno, hay una cosa que me gustaría hacer algún día, pero no se si tendría el valor de hacerlo finalmente o si realmente podría hacerlo. En realidad es muy poco probable que suceda.

-En serio, ¿que cosa? -pregunto Chase con mucha curiosidad.

-Me gustaría ir al espacio -conto Skye con emoción-, por lo menos una vez, hacer una caminata espacial, o pisar la luna, talvez visitar la Estación Espacial Internacional, no lo se. Es algo que siempre he querido hacer pero también me asusta mucho, porque siempre existiría el riesgo de no regresar. Además, no es algo que cualquier persona pueda hacer, y se necesitaría mucho entrenamiento para eso.

-Wow, ¡eso es genial Skye! -dijo Chase con asombro-, y... en un caso hipotético, si tuvieras la oportunidad de ir, aunque tengas miedo, ¿lo harías?

Skye no necesito pensarlo mucho para dar su respuesta.

-¡Si!, absolutamente si, sin importar el miedo que tenga, lo haría, porque se que seria una experiencia única que realmente vale la pena el riesgo -dijo Skye con seguridad.

Chase se sintió muy conflictuado, sin duda Skye era mucho más fuerte que el.

-Quisiera tener tu valor Skye, eres mucho más valiente que yo, y siempre te esfuerzas tanto en todo, yo no podría ser como tu -dijo Chase con tristeza.

-De que hablas, tu eres muy valiente también, has afrontado muchas cosas como todos -dijo Skye extrañada.

-Pero no he podido hacer lo que más quiero hacer en la vida, y temo no poder hacerlo nunca -dijo Chase bajando la mirada.

-¿A que podría tenerle tanto miedo Chase? -pensó Skye sintiéndose algo confundida-, y ¿que es lo que tanto anhela?, a menos...

-Chase, se que tu puedes hacerlo, no importa lo que sea, creo que deberías intentarlo -dijo Skye intentando darle ánimos al pastor.

-Skye... -dijo Chase volteando a ver a la cockapoo directamente con una mirada anhelante, solo para volver a bajar la mirada después.

-Deberías estar molesta conmigo -dijo Chase con decepción.

-¿Que?, ¿porque?, tu no has hecho nada malo -dijo Skye confundida.

-Me distancie de ti deliberadamente las últimas semanas, y actúas como si no te importara. Deberías estar enojada conmigo, ni siquiera debiste darme un regalo, y menos uno tan lindo -dijo Chase decepcionado de si mismo.

-Chase, realmente no me importa -dijo Skye-, y si, acepto que se sintió extraño, como si quisieras alejarte de mi, o si quisieras ocultarme algo, pero creí que debías tener alguna razón, y bueno, gracias a Marshall creo que se porque. Solo no querías que supiera de tus trabajos extra, ¿verdad?

-Bueno, en parte, pero... no lo se -dijo Chase sin saber que más decir.

-Chase, ya no importa, se que te esforzaste mucho porque querías hacer algo lindo por mi, y eso no lo olvidare, gracias -dijo Skye viendo a Chase a los ojos.

-Aún me siento culpable -dijo Chase con la mirada caída.

-No deberías... ¡ya se!, que tal esto. -dijo Skye con emoción-. Durante la noche de año nuevo habrá una lluvia de estrellas que podrá observarse por varias horas. Que un fenómeno natural así ocurra precisamente en año nuevo lo vuelve algo especial, ¿no crees? Porque no buscamos un lugar alto en la montaña, alejado de las luces de la ciudad, y lo vemos con el telescopio que me diste, solo tu y yo, para recobrar el tiempo perdido. No pudiste darme el telescopio en un mejor momento. Podemos incluso pedirle permiso a Ryder para acampar en el lugar toda la noche, ¿no te gustaría?

Chase pensó que Skye estaba siendo demasiado amable, y también creyó que esta podría ser su última oportunidad en mucho tiempo. No la iba a desperdiciar.

-Eso suena muy lindo, ¿enserio quieres hacer eso conmigo? -pregunto Chase inseguro.

-Si, eso me gustaría mucho, será divertido -dijo Skye inclinando la cabeza de forma tierna.

-Bueno, entonces... ¡hay que hacerlo! -dijo Chase volviendo a sentir seguridad.

-Excelente, entonces esta decidido -dijo Skye emocionada y dando su clásico salto hacia atrás.

-Creo que deberíamos volver -dijo Chase-, se esta haciendo tarde, los demás deben preguntarse donde estamos.

-Solo unos minutos más, este árbol me da mucha tranquilidad -dijo Skye sentándose a lado del pastor y volviendo a recargar su cabeza en el.

-Esta bien, solo unos minutos más, ¡Feliz Navidad Skye! -dijo Chase con una sonrisa.

-¡Feliz Navidad Chase! -dijo Skye cerrando sus ojos por un momento, sintiéndose muy tranquila.


Nota del Autor: Gracias por comenzar a leer mi historia. La historia se tornara más profunda conforme avance. Intentare tomarme enserio esta serie de historias. Habrá capítulos nuevos todos los lunes hasta finalizar la Parte I.