Cartas para Kaoru

No habían pasado ni dos semanas de que Sanosuke apareció en la vida de los tres inquilinos del Dojo Kamiya que ya había fichado la personalidad de cada uno de ellos. Desde el altísimo ego que tenía el menor de la "familia", hasta el carácter explosivo de la jovencita la cual no paraba de molestar. Especialmente entendió bastante la cerrada cabeza del ex hitokiri, aunque seguía siendo prácticamente un enigma, mucho de él fue relucido a los ojos del luchador.

Unas de estas "verdades" que descubrió del corazón del peli rojo, era el amor que sentía por la jovencita a su lado, claro estaba antes los ojos de todos que Kaoru amaba a Kenshin, pero los sentimientos de él eran los que menos se reflejaban de los dos. Sanosuke estaba convencido que el espadachín nunca insinuó nada por la pesada mochila cubierta de sangre ajena que llevaba a sus espaldas, lo que no se enteraba era que a la muchachita eso no le importaba, aunque se lo haya dicho infinidades de veces para que se quede en su casa y le haga compañía.

Otras de las sospechas de Sanosuke, e incluso si se quiere de Yahiko, fue que el primero en enamorarse de ambos, había sido Kenshin, esto se confirmó una mañana que él iba a comer, gratuitamente como siempre, a la casa Kamiya.

Flashback

Llevaba las pesadas bolsas de las compras acompañado por Kenshin el cual tenía terminantemente prohibido a ayudarlo con su mandado por órdenes de Kaoru: "si él quiere comer sin siquiera ayudarnos un poco con los gastos que se lo gane", se le repetían las palabras dichas por la luchadora.

- "No entiendo cómo la aguantas" –largó de repente, provocándole una leve risita al vagabundo, mientras una gotita caía por su sien-

Antes de poder contestarle llegaron al dojo y la susodicha, al escuchar la voz de Sanosuke, se aventuró para recibirlos y pedirles si por favor podía hacerle otro mandado.

La chica vestía su ropa de entrenamiento, el cual se había desprendido dejando a la vista sus pechos cubiertos por las cintas con las que los cubría, ella no se dio cuenta de ello por la urgencia del mandado, provocando que ambos hombres la vean con asombro y sonrojados, haciendo que ella al mirarlos que no se inmutaban salga corriendo luego de dar un grito de vergüenza.

Luego de un instante se escuchó un silbido de asombro por parte de Sanosuke…

- "Ya veo porque la soportas tanto, con esa figura seguramente es muy hábil en muchas cosas… ¿Verdad Kensh…? –hablaba mientras le daba codazos pero al notar que la cara del espadachín era tapado por sus cabellos, paró de hablar- "¿Kenshin?"

El aludido simplemente lo miró, su expresión era aterradora: sus ojos tenían las pupilas ligeramente más finas y cuando le ordenó que cierre su maldita boca el tono de su voz bajó por lo menos dos o tres tonos.

Fue la primera vez que Sanosuke temía por su vida. Sus pensamientos fueron cortados cuando Kaoru, aun con sus mejillas sonrosada les dijo a ambos chicos que había hecho un té para que tomen mientras esperaban la comida que claramente Kenshin iba a hacer. Fue ahí que el luchado vio como los ojos del peli-rojo cambiaban de unos asesinos a unos llenos de amor y cariño para con la chiquilla.

Fin Flashback

A pesar de este día, Sanosuke no creyó de primera que esa reacción de Kenshin haya sido por los celos que lo consumieron en ese preciso momento, de hecho él creía que era por lo irrespetuoso que él estaba siendo con Kaoru. Aunque los ojos que le puso a ella hayan delatado mucho, fue muy lento para darse cuenta hasta unos días después.

Flashback

Resulta que Kaoru estaba dando clases en el dojo de un amigo de su padre y Sanosuke llegaba al dojo a comer algo como siempre, siendo atraído por el exquisito olor que de ese lugar provenía, Kenshin realmente era un maestro en el arte de la cocina o eso pensaba el luchado como todos en la casa.

Cuando estaba a unos pasos de la puerta principal pudo notar un joven bien parecido, más o menos de la edad de la chica con ojos zafiros parado al frente de la puerta del dojo indeciso si saber si tocar o no y que tenía una carta en su mano.

Zan-zan simplemente se ocultó cuando el chico optó por tocar siendo abierta por Kenshin, el cual al ver su semblante lo miró con una serie expresión. Algo le decía a Sanosuke que el vagabundo sabía a qué venía ese chico.

- "¿Se te ofrece algo?" –Sanosuke se sorprendió porque, aunque no era el tono de voz que usó con él esa vez estaba serio y no ni siquiera lo había saludado, siendo la persona más cordial respetuosa que conoció hasta ahora-

- "¿¡Eh!?" –el chico estaba desconcertado al ver un hombre salir de esa casa, preguntándose si se había confundido de domicilio-

- "¿Vas a hablar o no?" –dijo perdiendo la paciencia supuestamente infinita que tenía-

- "Emmmes que me preguntaba si aquí vive Kamiya Kaoru, pero creo que me he confun…"

- "Ella vive en esta casa, pero ahora no está ¿qué necesitas de ella?" –era directo porque quería que la conversación termine ya mismo antes de hacerle algo malo a ese atrevido-

- "¡Ah! ¿y dónde puedo encontrarla? Es que me gustaría darle esto y hablar con ella, ¿usted es su tutor o algo?" –estaba sonrojado y sus ojos brillaba con anhelo de poder cumplir con la misión que se propuso ese día. Sanosuke lo miraba con un dejo de pena, mientras que Kenshin estaba cada vez más serio en la situación-

- "No me es permitido darte esa información, donde ella esté y lo que esté haciendo no es asunto tuyo. Tampoco soy su tutor soy su compañero y la carta me la puedes dejar a mi…"

- "ESPERA ESPERA ¿QUIEN TE CREES QUE ERES? Si tú mismo estás diciendo que solamente eres el compañero de Kaoru-san no tengo porque darte esta carta. Es un asunto que no te concierne, es entre ella y yo, y si intentas evitar que me quede con ese escultural cuerpo estás muy equivocado porque soy el más fuerte espadachín de mi dojo y te aseguro que caerá rendida ante mis habilidades y mi figura y no ante un mugroso vagabundo como lo eres…" –una espada se acercó rápidamente a su cuello- "¿qué piensas hacer con una espada sin filo?"

Y ante el burlón comentario Kenshin simplemente giró la espada mientras mostraba la misma expresión que le hizo a Sanosuke días atrás. El susodicho oculto unos metros más allá reconoció perfectamente esa mirada.

- "O me das la carta o la rompo en mil pedazos junto con tu cuello" –el cambio de voz también fue reconocido por su amigo-

Temblando el chico entregó la carta y se fue rápidamente sin decirle siquiera el nombre al peli-rojo. No se preocupó mucho por ello puesto que en la carta decía el nombre, aunque pensándolo bien sabía perfectamente que ese mensaje nunca iba a ser dado a su destinataria.

Kenshin miraba como el chico se iba y luego con la misma expresión vio a Sanosuke que tembló ante esto, pero no dejó de saludarlo para poder entrar con él a dojo. Kenshin simplemente le sonrió volviendo el amable vagabundo y haciendo que el luchador suspire con alivio.

Entraron y Sanosuke vio la carta del chico anterior en la mano del vagabundo, para luego ver cómo era rota por el susodicho sorprendiéndolo.

- "¿La carta no era para Jo-chan?" –fue lo único que pudo preguntar-

- "Si" –respondió sin más-

- "Entonces ¿por qué la rompiste?, no será que amas a Jo-chan ¿verdad?" –el silencio de Kenshin lo hizo confirmar su teoría y más aún el sonrojo de su amigo. Esto provocó que comprenda la actitud que tuvo con él hacía unos días atrás- "¿Kenshin?" –en otras situaciones él no lo presionaría para contestar, pero ahora realmente necesitaba respuestas, entonces insistió- "Jo-chan realmente es una linda mujer… y no lo tomes a mal no lo digo con ningún doble sentido, pero hay que ser ciego para no verlo" –a pesar de las aclaraciones la violenta mirada de Kenshin apareció nuevamente, pero se calmó sabía perfectamente que su amigo no tenía esos sentimientos hacia Kaoru-

- "Es hermosa… pero no se lo digas, no quiero que ella se haga ilusiones puesto que soy una persona que no la merece. Mis sangrantes manos no merecen ser feliz"

- "Sabes perfectamente que a ella eso no le importa" –le agregaba saber que su amigo ame a pesar de todo y no iba a desaprovechar esa situación, aparte esa chiquilla era una buena mujer para él- "aparte si realmente sientes que ella merece algo mejor ¿por qué rompiste la carta de su pretendiente"

Ante esto Kenshin no contestó solamente llevó a su amigo a un cajón oculto detrás un espejo que estaba en su habitación, el cual Kaoru no conocía y él encontró un día limpiando dicho lugar. Allí se encontraba una caja la cual al abrirla se mostraron todas las cartas las cuales tenían como remitente a Kaoru, Sanosuke solamente vio a Kenshin el cual no podía estar más colorado.

- "¿Te das cuenta lo egoísta que estás siendo?"

- "No puedo estar con ella, pero tampoco puedo permitir que otro hombre la tenga, si soy egoísta. Pero hay cartas que ella pudo obtener y que ella amablemente ha rechazado, no puedo evitar ponerme feliz"

- "Eso es porque te ama a ti ¿o no te diste cuenta?"

- "¿Cómo no lo voy a notar? Si ella es la persona más transparente que he conocido en mi vida" –sonrió con orgullo-

- "¿Entonces por qué haces esto, si sabes que ella te ama?"

- "Porque estas cartas que no he roto son de chicos que realmente me agradaron y que pienso serían ideales para ella, entonces me dan pena romperlas, aparte siento que Kaoru tiene derecho a recibirlas en algún momento, pero ya me encargaré de hacerlo, cuando yo esté listo de que se enoje conmigo, porque eso pasará" –sonrió nuevamente y luego escucharon la voz cansada de la susodicha, haciendo que Kenshin oculte rápidamente las cartas y salgan a recibir a la chica y al niño-

Fin Flashback

Lo que ahora divisaba Sanosuke era como claramente los sentimientos de Kenshin se veían en el aire y cómo la chiquilla dueña del lugar no se daba cuenta de ello. Suspiró sonoramente y luego vio a Yahiko el cual también miraba con resignación lo tonta que era su maestra.

Continuará...