Luego de la indeseable, para Kenshin, visita de ese chico el cual ni el nombre había conseguido averiguar (tampoco le importaba) sus alertas con respecto a la Kendoka aumentaron.

Precavido como la guerra le enseñó a ser, lo primero que hizo fue preguntarle a Yahiko con respecto a sus visitas a los dojos vecinos donde Kaoru iba a trabajar ya que el Dojo Kamiya seguí sin alumnos, algo que en estos momentos al peli rojo lo estaba molestando por primera vez desde su llegada a esa morada.

- "Yahiko necesito que hablemos un momento" –lo llamó un momento que Kaoru se había ido a comprar algunas provisiones-

- "Claro Kenshin dime"

- "Me gustaría saber ¿cómo es Kaoru-dono durante sus clases?" –dijo mientras se sentaba y dejaba unas tazas con un té recién hecho-

- "¿Cómo es? No entiendo la pregunta"-estaba confundido, él muchas veces vio las clases de Kaoru por lo tanto no encontraba nada coherente su pregunta- "Siempre has visto sus clases, creo que entiendes mejor que yo cómo es ella dándolas"

- "No es a lo que me refiero Yahiko" –y el silencio del niño continuo levemente sonrojado- "Quiero decir, ¿cómo es ella con los alumnos? Entiendo que es exigente pero muy pedagógica y amable, pero ¿es muy amable? ¿la viste sonreír mucho, sonrojarse mucho? ¿viste a alguno de los alumnos muy amable con ella? ¿sonreírle mucho? ¿sonrojarse mu…?"

- "ESPERA ESPERA ESPERA son muchas preguntas hombre" –Kenshin se le acercaba con cada pregunta haciendo que el kendoka esté cada vez más incómodo- "A pesar de ser un niño, me doy cuenta (hace rato) que tus sentimientos por esa fea mujer son de un gran amor, y que por lo tanto estas preguntas son por los celos que seguramente estás sintiendo" –Kenshin se sonrojó aún más por esto, al margen de la sorpresa de que haya siempre estado tan expuesto a los ojos del muchacho. Porque una cosa era su amigo luchador, pero él-

- "¿Soy muy obvio? –dijo volviendo a su lugar-

- "A ver la expresión que pones cada vez que alguien así viene o se acerca siquiera a esa fea mujer da miedo. Y Sanosuke me confirmó que esta expresión puede ser peor de lo que yo he visto" –no contestaba el ex hitokiri, entonces el chico prosiguió luego de tomar un sorbo de té- "a pesar de lo fea que es, es muy amable a la hora de explicar, pero siempre mantiene esa relación alumno-maestro, siempre que vamos el maestro dice que aumenta la cantidad de alumnos porque es interesante esa "chica kendoka", entonces supongo que a todos les gustan ella y sin el supongo puesto que sí, siempre se sonrojan cuando Kaoru se acerca para corregirles algo, algunas veces cuando terminaban las clases algunos le hablaban en privado, nunca escuché qué le decían solamente miraba como ella se disculpaba con ellos, supongo que los rechazaba o algo por el estilo…" –ante esto Yahiko recordó que uno de los chicos quiso insistirle tomándola del brazo por la fuerza recibiendo un golpe de la chica, pero decidió no contarle esto al peli rojo- " a pesar de todo ella cree que no es muy popular con los hombres, y solamente lo hacen por amabilidad o desesperación aunque bueno, ella también supone que es culpa de ella por pensar solamente en ti"

Ante esto último Kenshin sonrió pero no dejó de preocuparse un poco por estas historias que le contaba Yahiko, se perdió en sus pensamientos se sentía un poco mal puesto que realmente él no podía estar con ella por sus grandes manchas, pero el pensarla con otro hombre lo enloquecía, no podía permitir que eso pase.

- "Supongo…" –continuó Yahiko sacándolo de sus pensamientos- "… que mucha culpa es tuya, y no solamente hablo por los chicos que ahuyentaste creo que hay algo más y el imbécil de Sanosuke no me quiere decir qué es, así que bueno no preguntaré pero…" – y se paró sorprendiendo a Kenshin- "Kaoru es una fea sin remedios, no es femenina y siempre me pega, pero…. Puedo entender porque es popular con los hombres" –diciendo esto sin mirarlo para ocultar su sonrojo- "así que si no vas a estar con ella, deja que sea feliz con alguien más, aunque sé que ella quiere estar solamente contigo, así que por favor hazla feliz, sino te la verás conmigo"

Kenshin estaba sorprendido, aunque sabía que en el fondo Yahiko quería a Kaoru nunca creyó que le diga tal planteo. Suspiró, él tenía razón debía dejar de ser tan egoísta y tanto con ella como con él mismo.

De esta charla pasaron unos días, diría como una semana, el caso es que luego de esto Kenshin se levantaba más temprano para terminar los quehaceres mañaneros de la casa para acompañar Kaoru a sus clases.

Flashback

- "Pensé que me gustaría acompañarla a sus clases Kaoru-dono" –dijo con amabilidad la noche del mismo día que habló con Yahiko-

- "¿Acompañarme, por qué?" –preguntó realmente confundida-

- "Es que me parece que es mejor que alguien la ayude con todas las cosas que lleva" –sonrió-

- "Pero, solamente llevo mi estada de madera y algo de agua"

- "Pero seguramente llega muy cansada con eso"

- "No te preocupes porque muchas veces Yahiko lleva todo"

- "Pero hay veces que él se va más temprano porque tiene que algunos compromisos"

- "No hay problema porque se lleva algunas cosas y luego la trae"

- "Pero puede ser peligroso que alguien la ataque yendo o volviendo"

- "Kenshi… sé defenderme"

- "Pero…"

- "NO TE DAS CUENTA QUE QUIERE IR CONTIGO" – dijo Yahiko luego de escuchar con hartazgo el pin-pon que ambos estaban teniendo, Kaoru simplemente miró al niño y luego al vagabundo, el cual asentía con un dejo de vergüenza-

- "Está bien Kenshin, simplemente no quería molestarte"

El negó con la cabeza, nunca lo molestaría, es más el caminar con ella era un placer personal que había comenzado a tener. No quería decirlo para no incomodar a la chica, así que solamente le sonrió y se levantó para comenzar a lavar los platos, ayudado por Kaoru la cual luego se fue a dar un baño.

- "Las mujeres son complicadas y un poco tontas" –pronunció Yahiko cuando Kaoru ya no estaba-

- "No digas eso, es cierto que somos diferentes pero eso es mejor porque hay un complemento. Aparte por la forma en como defendiste a Kaoru no creo que pienses así"

Yahiko solamente lo miró con enojo y un sonrojo no dijo nada y se fue a su habitación. Kenshin rio despacito para que el niño no lo escuche.

Fin Flashback

Se estaba terminando de arreglar como todos los días, desde ese día.

- "¿Nos vamos Kenshin?" –dijo con una sonrisa, la cual lo hizo sonreír instantáneamente-

Kenshin rápidamente se encontró con ambos para partir hacia el Dojo, y para ver con sus propios ojos a los niñatos que quieren a su Kaoru-dono.

En una de las visitas al Dojo los chicos caminaban tranquilamente cuando Kaoru fue agarrada de su brazo, siendo rápidamente liberada por el peli-rojo el cual ya se había percatado de su movimiento. Era el muchacho que fue a casa unas semanas antes y el cual él echó sin ningún tipo de delicadeza quemando posteriormente su carta. El chico lo miró con enojo al asesino, pero luego miró a la kendoka y sonrió mostrando todo el encanto que él creía que le sobraba y el cual Kenshin estaba dándole asco con solo verlo.

- "Kaoru-san, muy buenos días" –su tono era como el que tuvo cuando el peli-rojo le abrió la puerta ese día-

- "Disculpa, ¿quién eres?" –preguntó con cordialidad, haciendo que Kenshin ría por lo bajo-

- "Me entristece un poco que no me recuerdes, pero lo entiendo estuviste en mi Dojo la semana pasada, soy al que aplaudiste por sus logros, mi nombre es Setsu ¿te acuerdas?" –su sonrojo estaba hartando no solo a Kenshin sino también Yahiko-

- "¡Ah! Eres ese chico. Qué bueno verte Setsu, espero estés entrenando todo lo que te dije y me gustaría charlar más pero estoy un poco apurada" –y cuando quiso girarse el chico volvió a tomarla del brazo sorprendiéndola y separándola rápidamente de los dos hombres que la acompañaban, Kenshin se apresuró a separarlos de nuevo una vez que llegó donde estaban el cual eran unos pocos pasos-

- "¡ESTO NO ES ASUNTO TUYO!" –el peli-rojo lo estaba hartando-

- "Ella te dijo que está apurada, así que nos vamos" –y tomó su mano, pero la chica no se movió-

- "Espera Kenshin ¿necesitabas algo de mí?" – Kenshin suspiró, a veces su chica era tan amable que le daba ganas de encerrarla y que nadie la vea-

- "Si, pero ¿podría ser a solas? Aunque no" –se retractó- "será mejor que él escuche" –mirando al hombre cuya voz ya empezaba a bajar varios tonos- "Yo fui a tu casa hace unos días pero no estabas, me recibió el caballero y tomó la carta que pensaba darte, luego de echarme amenazándome con tu espada"

Kaoru no podía creer lo que escuchaba y miró al peli-rojo el cual sus ojos mostraban un odio que nunca le vio. Díganle rara pero no pudo evitar sentirse feliz, Kenshin sentía celos por ella y eso le encantaba, aunque eso no lo liberaba del reto que luego iba a darle, mientras siguió hablando con el chico.

- "¿Y para qué me buscabas?" –obviando lo que le dijo de haberlo echado, lo cual enojó un poco al chico, en parte también la estaba cansando un poco a ella-

- "Quería invitarte a salir, me has gustado desde que fuiste al Dojo la primera vez, pero no sabía que tenías un tutor tan estricto, igual yo le dije que no se reocupe porque soy un hombre tan bueno que soy ideal para ti" –golpeaba su pecho con orgullo haciendo que ambos lo vieran con lástima-

- "Él no tiene por qué elegir quién puede o no estar conmigo, pero él tampoco es mi tutor, es mi compañero. Por otro lado nunca estaría con alguien tan soberbio y repugnante como tú, así que olvídate de mí, aparte yo amo a otra persona"

El chico se quedó sin habla y Kenshin simplemente sonrió, sabía que ese hombre era él, comenzaron a caminar hacia su destino. Le ex hitokiri se sintió un poco mal por ser él la causa de que los hombre no tengan oportunidad con ella, pero comenzó a pensar que no estaba mal aceptar sus sentimientos y tomarla para él, aunque ahora Kaoru se notaba enojada con él. Suspiró debían hablar luego.

El silencio de la chica lo estaba alterando.

- "Ka-Kaoru-dono su baño está listo" – la chica simplemente le agradeció y se fue al baño, Kenshin preparó todo para hablar con ella luego-

La cena transcurrió en silencio, el peli-rojo hizo lo preferido de Kaoru, pero ella seguía molesta, o al menos se mostraba así, porque en su interior amaba que él la cele así aunque si es verdad que él no tenía por qué meterse en sus temas de amor, pero la ponía feliz. Su corazón en ese momento pasaba por una dualidad bastante extraña, pero buena en parte.

- "Kaoru-dono" –llamó su amado- "¿Podemos hablar luego?"

- "Claro Kenshin, creo que es necesario"-escuchar nuevamente su voz lo hizo feliz, aunque haya sido en un tono un poco hostil-

Pasaron unos minutos y Kenshin entró a la habitación de Kaoru

- "¿Se puede saber quién te dio permiso de ahuyentar a mis pretendientes?" –fue directa y dura con su pregunta, Kenshin el cual seguía en la puerta del cuarto suspiró y le pidió que lo siga-

La llevó a su habitación y le mostró el escondite que Sanosuke también conocía, dándole todas sus cartas. Kaoru lo vio indignada y Kenshin bajó la mirada con vergüenza

- "No entiendo. Eres tú el que no me quieres corresponder nunca" –estaba feliz, pero no podía dejar pasar esa falta de respeto a su intimidad-

- "Soy un egoísta. Yo no quiero que esté con otro hombre, pero eso no es algo que decido yo" –se lo notaba realmente arrepentido-

- "Yo te quiero a ti, y no necesitas hacer esto porque yo me encargaré de rechazarlos, porque quiero estar contigo" –quiso tocarlo pero él se alejó haciendo que ella se entristezca-

- "¿Me deja pensarlo? Porque soy sumamente consiente que mis ensangrentadas manos no la merecen" –Kaoru sonrió-

- "No te digas eso, solamente eres un poco tonto, pero si yo espero no hay problema. Simplemente no le digamos a Sanosuke ni Yahiko, para que no me molesten" –Kenshin rio ante esto-

Mientras tanto un hombre de gran sombrero y mirada de esquizofrenia mataba a todos los gobernantes de esta nueva era que Kenshin ayudó a crear.

Fue así como días después buscaron a Kenshin para enfrentar al peligroso Jinei.

Fin