Descargo: Puella Magi y Type-Moon son propiedad de sus respectivos autores, sólo escribo un Fanfic. Inspirado por As N Approaches Infinity.
Nota del Autor: Edité y corregí algunas cosas del prólogo, y del Fic en sí mismo. Agradezco a Phantom Thief of Hearts por señalarme un error que cometí en las etiquetas, también a mis lectores beta por ayudarme a rectificar otros detalles. Aclaración: Luca Saijou es un OC basado en el hermano de Miyu y el hijo de Elsa Saijou, una máster en Fate Prototype: Fragments. Su trasfondo se irá revelando y aclarando de forma intermitente conforme avanza el Fic.
Capítulo 01.
Akemi seguía asistiendo a clases en la Secundaria Mitakihara, una construcción diseñada con una arquitectura elegante. Las paredes de las aulas eran paneles de vidrio, permitiendo observar con claridad otros salones, los pasillos y el exterior. El instituto daba una sensación refrescante, a pesar de la lúgubre atmósfera pesando en dos aulas, donde habían asientos vacíos. Esto no era porque la secundaria tuviera dificultades en matricular estudiantes, sino porque algunos todavía tenían que volver tras el descubrimiento del cuerpo de Miki Sayaka.
La desaparición de Kaname Madoka y Tomoe Mami no hizo más que alertar más a los representantes, quienes forzaron a los estudiantes a abandonar la escuela por un tiempo. En especial con la media, que había hecho un circo al principio, incluso si eso se había calmado, los policías también llegaron a la secundaria a entrevistar a los estudiantes. Todo lo que pudieran saber sobre el paradero de Tomoe Mami y Kaname Madoka, pero a pesar que la muere de Miki Sayaka se filtró, nadie sabía las circunstancias de su muerte.
Para ellos, Miki Sayaka se había apagado súbitamente, sin señales de ataques ni envenenamiento. Tomoe y Kaname sólo se desvanecieron sin explicación alguna, no quedaba rastro de ellas. Akemi sabía que no encontrarían nada, porque sus cuerpos fueron consumidos cuando el Laberinto colapsó. Además, ella no estaba siguiendo la investigación, no sabía si los oficiales estaban avanzando o decidieron que no había suficiente información y se moverían a otros casos.
Parada frente a la clase, una mujer de corto cabello verde y lentes continuó con su conferencia, vestida en un abrigo y una falda de conservadora apariencia con sandalias finalizando su conjunto. La joven mujer, Saotome Kazuko, es una profesora gentil que suele sobre-analizar y ser muy vocal sobre sus relaciones fallidas. Ella animaba la clase, o puede decirse que era "extrañamente enérgica" para alguien que lucía todo lo contrario a eso.
Actualmente, no parecía estar de ánimos para hablar sobre su más reciente relación o falta de ésta, había una solemnidad en su voz y su expresión indicaba un ligero dolor. Akemi podía decir que su profesora se vió bastante afectada por las noticias, ella cuidaba por sus estudiantes y era una persona sentimental, no que fuese algo malo. Sólo que, observando a Saotome Kazuko tener dificultades y que su actitud se volviera más quieta, era otra parte que no le gustaba de los bucles.
Akemi vestía su uniforme escolar, un abrigo beige con una falda plisada a cuadros, el anillo plateado en el dedo medio de su mano izquierda siendo la sola decoración. No que nadie presente en su aula pudiera notarlo, como las únicas con potencial en el salón ya no estaban entre ellos.
Que su profesora ni siquiera empezara su extraña dinámica con Nakahara, hacía que el ambiente del salón se sintiera mucho más coagulado, Homura nunca creyó que extrañaría las payasadas de los dos. Siempre es así en los bucles, cuando las noticias de una muerte, que una estudiante dejaba de asistir, cuando una desaparición se hacía conocida, eran su salón y el de Tomoe Mami los que se vieron afectados.
Luego de que la profesora Saotome, su maestra de aula terminara su conferencia y anunciara el receso, Akemi Homura fue detenida al salir del aula. Dándole una mirada a la joven de cabello verde, Shizuki Hitomi era la única de tres amigas de la infancia que seguía viva. La sola que no sabía sobre las Chicas Mágicas, desde que no se involucró, cobraba sentido que ella tuviera oportunidad de vivir.
Incluso si luce apagada, miserable y ojerosa, como el conocimiento de que una de sus más viejas amigas está muerta y la otra desaparecida se volvió conocido. Ella había sido sacada temporalmente de la escuela por sus padres, pero decidió regresar tan pronto como los reporteros se mantuvieron al margen. Claro, eso no fue logrado por la consideración de dichos reporteros, sino por el virtualmente imperceptible campo colgando alrededor de la escuela. Saijou había levantado esto porque, en sus palabras, los estudiantes no necesitaban tratar con ése circo.
El notar una nueva, más elaborada aplicación de las runas, dejó que Akemi viera más similitudes en cómo las Brujas operan. Un campo que implica ciertas condiciones, entretejido con una forma sutil de sugestión mental. El pelirrojo hasta admitió que podía usarse para que grupos cometan sucidio, si el conjurador quería y era habilidoso. Akemi también notó que él podía replicar el deseo de Sakura Kyoko, con sencillez y sin necesidad de que una chica venda su alma.
Era triste en muchos sentidos.
—... Kemi… Akemi.
—Disculpa, mi mente estaba divagando sobre algo.
—No, entiendo… Estos días han sido…
Las palabras de Shizuki cesaron, la señorita peliverde parecía buscar la oración adecuada y siendo honesta, Akemi dudaba poder sostener la conversación que la chica deseaba. En el fondo, era lo mínimo que podía hacer por ella, pero nunca fue realmente buena tratando con personas. Más no significa que no pudiera darle tiempo a Shizuki, tanto para recuperar la compostura como para encontrar sus palabras.
—... Yo, quería saber si hablaste con M..
M-Madoka, antes de todo esto. No estoy acusando de nada— Shizuki aclaró en pánico, antes de proseguir—. Solamente esperaba saber, ¿Sabes? Estos días no se sienten reales. Es como un sueño del que sabes que despertarás, del que quieres despertar y sin embargo no puedes.
— Sí, puedo entender eso.
Los puestos vacíos de Miki Sayaka y Kaname Madoka se mantenían frescos en su mente, Homura podía manejarlo por el momento. Mientras su Gema del Alma se mantenga limpia, ella podía continuar asistiendo a la escuela como siempre, aún si las clases pasaban algunas veces tortuosamente lento. Se notaba su ausencia, Sayaka era enérgica y bulliciosa para una chica japonesa, comparada a sus dos amigas. Vivaz, extrovertida y en general, mantenía la atmósfera juguetona alrededor.
Madoka por otro lado, era mucho más tímida, dulce y bondadosa. No necesitaba ser excesivamente alegre o activa, su mera presencia era confortable, aún si la chica necesitaba más confianza en sí misma y una mayor autoestima. Entre las tres amigas, era la más comprensiva también, dispuesta a hacerse amigas de quienes estuvieran cerca.
—Lo siento por no serte de ayuda, Shizuki Hitomi, aunque en ocasiones cruzamos caminos, no llegamos a concordar totalmente. A Miki Sayaka no le agradaba mucho mi presencia, después de todo.
—Debería disculparme, haciéndote preguntas, interrumpiendo tu tiempo del almuerzo... Lo siento, Akemi…
—Realmente no… Es necesario disculparse.
La chica peliverde hizo una reverencia apologética, antes de salir al pasillo para encontrarse con Kamijou Kyosuke. Eso dejaba a Akemi a las puertas del salón, el vidrio permitiéndole ver a los estudiantes charlando y comiendo. La atmósfera en su salón era diferente, pero en otros no había cambiado mucho, de cierta manera la vida continuaba avanzando y el mundo seguía girando.
Todas las chicas que alguna vez llamó amigas, salvo unas pocas, estaban muertas y nada había cambiado.
—Pareces pérdida, Akemi.
Reconociendo la voz, Homura apartó su mirada de los estudiantes, dirigiéndose al chico en el pasillo fuera del salón. El joven pelirrojo decidió encontrarse con ella en la escuela, a pesar que no había necesidad, como la chica de ojos amatista no era una persona muy social. Vistiendo la chaqueta beige clara y los pantalones blancos que formaban parte del uniforme, generaba la impresión de un estudiante impecable. Puede deberse a ser un "senior", quizás ser un estudiante de último año produjo una presencia capaz y relajada en los de tercero, Mami también era así.
— ¿Ofrecen clases sobre cómo ser un "senior apropiado"?.
Conocía una excepción, por supuesto, Homura tenía dificultades en contar a la solitaria cinéfila como "apropiada senior". Todavía resulta curioso que los de tercero sean amables y elegantes, si fueran a decirle que Saijou era bueno cocinando lo creería. Podía tratarse de otro requisito de "Guía de Cómo ser el Perfecto Senior", y quizás hasta compartía notas con Mami en eso.
Saijou la estudió con sus opacos ojos dorados, su expresión se había suavizado desde el día anterior. Un vistazo bastaba para saber que es más aproximable, entre su postura relajada y su afable rostro. Ella casi no podía asociarlo con la precisa máquina de combate de la noche anterior, empuñando los extraños híbridos entre espadas y pistolas. Una parte de Homura aún se sentía escéptica sobre él, creyendo que se trataba de una chica mágica que deseó ser chico.
Naturalmente, sólo era la extrañeza de su situación, y la incógnita de si existían más chicos con capacidad para usar magia o él era un caso particular.
—¿Tengo algo en mi cara?.
—No, sólo estoy distraída.
Cuando finalizaron su conversación en el café, partieron caminos y Saijou le había pedido su número de teléfono, como una forma de mantener contacto. Era una muy extraña situación para Homura, quién no recordaba su número, desde que solía conversar por telepatía con las chicas. La situación se volvió más incómoda, aunque el pelirrojo no parece tener problemas con eso.
—¿El patio, o el techo?.
—Preguntas como si fuéramos a almorzar juntos, ¿No?.
Durante el breve intercambio, mantenían una imagen calmada, con Akemi mirando con neutralidad y Saijou conservando su amable expresión.
—A menos que busques otro momento para continuar la conversación, ¿Qué mejor momento que éste?.
—Estamos en la escuela, y dijiste que era improbable que puedas comunicarte por telepatía a través de Kyubey.
Homura había sugerido eso al separarse, Saijou se negó por dos motivos, el primero que no quería tener su conversación intervenida por un tercero, y la segunda que sería improbable que pudiera. Él aún tenía que explicarle por qué pensaba eso, luciendo seguro que no pasaría. De todas formas, la pelinegra de cabello sedoso avanzó por los pasillos, sus intenciones claras de continuar su charla anterior en un lugar diferente del pasillo.
—¿El techo está bien, no? ¿Volverás a usar esa runa?.
—Si necesitas que nadie sobre escuche, por supuesto. Además, tengo dudas en ciertas cosas que me encantaría entender, y eres la mejor para darme las respuestas que busco.
El pelirrojo de tercer año la siguió, sin darle mayor importancia al lugar donde estarían almorzando. Homura quería aprender más sobre sus runas, cómo podía usarlas, y en qué situaciones podría aplicarlas. Una cuestión de expandir más su repertorio, tener más opciones cuando combate Brujas o necesita defenderse de otra chica mágica. Por esto la pelinegra quiere saber si es exclusivo de Saijou o que puede aprender, igual al mejoramiento mágico que Mami le enseñó hace años.
Algunos estudiantes los observaron a través de los paneles de cristal que servían de paredes, también como los que caminaron por los pasillos en dirección a la cafetería y el patio escolar. Si Homura notó la curiosidad en las miradas de los estudiantes, o los susurros en los pasillos, ella no comentó en esto. De todas formas, Saijou estaba ignorando esto también, a menos que sea especialmente despistado y no se haya dado cuenta.
—¿Qué quieres preguntar?.
—Lleguemos ahí primero, pero si quieres saber, es sobre los Laberintos y Brujas.
Parecía una pregunta extraña, sobre todo porque no tenía sentido que alguien que conozca la magia, no esté familiarizado con esos dos términos. De nuevo, Akemi notaba ciertas discrepancias sobre la información que tenían, o porque él no reconocía el nombre de Kyubey. Luego de tanto tiempo de conocer cada factor, tras haber revivido lo que equivale a casi dos meses una y otra vez, tener una variable desconocida la alteraba un poco.
Habían buenas y malas variables en eso, Saijou seguía siendo un extraño, factor desconocido aún entonces. Él actuaba amistoso, no amenazante y respondía a sus preguntas sin mayor cuidado en el mundo. Incluso entonces, Homura sabía que él era peligroso, con una eficacia de combate rivalizando su propia, un enigma y contradicción andante. Por esto mismo no podía bajar la guardia, no quería volver a hacer eso, ella no quería formar una conexión personal con alguien más de nuevo.
Todos los demás mueren, y ella se queda sola, Homura no espera experimentar eso una vez más. Al mismo tiempo, buscaba desentrañar el secreto que representaba, el por qué su magia se sentía como una constante guerra consigo mismo. Como su magia parecía una noche de invierno en medio de una ventisca, con una solitaria luna y todavía, él no parecía frío y blandía fuego extremadamente caliente.
Por no decir sus runas, diferentes en diseño a las runas grabadas en los muros de los Laberintos. Y sus campos que, en niveles sutiles, funcionan igual que los poderes de una Bruja. El campo colgando alrededor de la Secundaria Mitakihara era una prueba de eso, manteniendo a raya los medios y pudiendo hacer mucho más si él quisiera. Homura reflexionó durante varios minutos sobre esto, en su camino al tejado de la escuela.
— Tendré que aprender más sobre runas, además de los campos… Parecen útiles. ¿Qué funciones puedes implementar en uno? Él levantó éste, que sutilmente influye en la mente de los reporteros. Sin embargo, ¿No debería afectar a los adultos en general, o acaso es un método más elaborado?.
Akemi podía inferir que alguien con potencial podía traspasar el campo, aún cuando este estaba diseñado para afectar a su "designación". De la misma manera que chicas con potencial pueden ver a Kyubey, sus trajes de Chica Mágica y encontrarse a sí mismas en un Laberinto. No quedaban muchas chicas con potencial alrededor, además de tres que ella no quisiera que contratasen tan tarde en ésta línea descartable.
Abriendo la puerta al tejado, encontrando el lugar inusualmente despejado de otros estudiantes, Homura volteó a ver a Saijou. Una pregunta no pronunciada, si él había sabido su elección y alejó a las personas del techo, con la misma sencillez que mantuvo alejados a los medios. Notando el significado de su mirada, el pelirrojo sacudió su cabeza en negativa, ella aceptó tácticamente.
Caminando en el tejado hasta las bancas, Akemi tomó asiento mientras el senior entrecerró la puerta.
El chico se aproximó, sentándose en el otro extremo de la banca y dándole una mirada al cielo despejado, con pocas nubes blancas. Estirando una mano, Saijou dibujó un par de letras en el aire, nuevamente en el mismo color etéreo azulado que chocaba con el rojo de su cabello. La atmósfera cambió un poco, Homura intentó discernir el propósito por sentir la magia en acción, durante un momento.
Fácilmente intuyó que el pelirrojo era más habilidoso de lo que demostraba, la viajera del tiempo dudaba que él derrochara su magia sin pensar. En retrospectiva, puede que tenga tanta magia como Mami, así dándose el lujo de utilizarla sin cuidado. Homura sabía que la chica de cabello dorado utilizaba su magia para hacer sus rizos, en lo que debía ser uno de los usos más frívolos que haya conocido.
—Debería ser suficiente.
—Son más caracteres que los que usaste en el café, ¿Por qué?.
—Quisiera decir que es porque estoy cubriendo un área mayor, pero no estaría siendo honesto. Las runas tienen varias interpretaciones por sí mismas, usadas en conjunción pueden darles significado a ciertos fenómenos y hasta aumentar la potencia de algún efecto.
Mientras explicaba, sus dedos emitieron etéreas partículas de luz azules, dibujando un círculo en el aire con esto. Era como un "campo" miniaturizado, donde él empezó a escribir más caracteres en orden.
—No sólo debes poder leerlas, necesitas interpretarlas, es el propósito con el que son dibujadas y utilizadas lo que decide como una runa o conjunto se comportará.
Saijou procedió con su demostración, una piedra se materializó dentro del "campo" miniaturizado. Una piedra como rombo, flotando en el aire y girando sobre su propio eje, desafiando a la gravedad.
—Las runas sirven para muchas cosas, si comprendes su significado— El pelirrojo miró la piedra rotando suavemente—. Son utilizadas para atacar, defender, sanar, mejorarse a uno mismo, establecer bordes con distintos efectos. Seriamente, son una de las ramas mágicas más útiles que puedes imaginar…; escribiré un silabario luego y podrás estudiarlo a tu ritmo.
Luego de explayarse, Saijou abanicó su mano y las brillantes letras azul neón se desvanecieron, sus efectos aún persisten en el entorno. Para la percepción mágica de Homura, era como un campo mucho más enfocado y notable que el levantado alrededor de la escuela. La viajera del tiempo no sabía por qué el chico decidió explicarle así, más no se quejaría de ver el potencial de las runas. Si las runas escritas en los muros del Laberinto poseen funciones similares, sería mejor aprender cómo usarlas.
Observando el romboide rotando sobre su propio eje, sostenido por una fuerza invisible contraponiéndose a la atracción gravitacional, Homura preguntó.
—¿Hay alguna forma de contrarrestarlas?.
—Varios métodos en realidad, puede que sepas cómo utilizar runas también con tanta habilidad o más que el conjurador, hasta puedes cambiar la interpretación y usarlas contra él o ella. Hasta encontrar la manera de interferir con el flujo de energía del conjunto, o sencillamente destruir la runa, de alguna manera.
Como una demostración, el mago de ojos dorado oscuro tocó el aire frente al rombo, generando chispas blanco azulado. Sus sentidos le permitieron a Homura entender qué pasaba, cómo la magia afectando la roca recibía interferencia, provocando que ésta se desmorone en polvo. El polvo fue dispersado por una brisa, originada desde la magia del chico.
— ... ¿Acaba de utilizar otra forma de magia aparte de runas, su creación de armas y ése fuego azul?. Entonces si tiene más cosas… Qué extraño, no debería ser posible ser tan variado. Por otro lado, él habla más cuando el tópico es runas, ¿Es orgullo, o sólo le gusta hablar sobre esto?.
De cierta manera, podía imaginarse a Luca Saijou felizmente charlando sobre runas con sus amistades, o tan cerca de feliz como lo haya visto. Akemi no creía que él fuese feliz justo ahora, aunque era mucho más abierto que el día previo. Tal vez, era una cosa de los senior disfrutar el explicarle cosas a sus junior, Mami era así también. Sólo esperaba que él no utilice nombres extraños en sus ataques, Tiro Explosione, había empujado los límites de lo que aceptaría.
— Tampoco es que estemos en un manga Shonen, no hace falta tener técnicas y gritar el nombre de un ataque…
Durante su introspección, el pelirrojo tomó varios sándwiches, comiendo y dejándole tener su tiempo. Notando que la otra parte empezó a almorzar, no podía evitar preguntarse cómo se llevaría Saijou con las otras chicas mágicas de haberlas conocido – Akemi intuyó que bien. Puede que ellas estén mucho más dubitativas y desconcertadas con un chico que posee magia, quizás sólo bromeen con él al respecto.
Tomando su propio almuerzo, un pan dulce y una lata de té verde, Homura miró el cielo despejado con desgana.
Aunque faltaba menos de una semana para poder volver, éste bucle todavía la golpeó más fuerte de lo anticipado. Ella ni siquiera sabía dónde falló en realidad, por mucho que volviera a trazar sus acciones, parecía no encontrar una respuesta adecuada. Es posible que fuera cuando falló en advertir a Mami, que debió haberle prestado más atención a Kyōko y Sayaka, y ser menos críptica con sus advertencias a Madoka.
Luego de beber un sorbo del té verde, Homura se dirigió a Saijou, el pelirrojo se tomó la situación con lo que parece una calma habitual.
—¿Qué quieres saber sobre los Laberintos? No garantizo conocer todo sobre estos, desde que sólo aprendí a través de mis experiencias en ellos y algunas cosas que me dijeron otros.
Ella sabía que Kyubey no podía mentirles directamente, pero ocultando información no formaba parte de esa cláusula. De igual manera, las cosas que aprendió desde la rata astuta fueron corroboradas luego por su propia experiencia.
—Está bien, sólo dime qué sabes sobre estos o lo que hayas escuchado. Desde mi perspectiva, era una especie de dimensión de bolsillo construida con la Bruja como su piedra angular. He tratado con algo similar antes, diría que estuve involucrado más que un par, pero eran diferentes a ése.
Sin elaborar sobre sus experiencias, Saijou prestó atención a Homura, quién quería saber más al respecto. Viendo que el pelirrojo guardó silencio, ella suspiró y empezó con su explicación simplificada.
—Los laberintos son construidos por la Bruja, estos poseen cosas significativas para ellas, como jardines florales, aves, o similares. Una afición, una pasión, o una parte de la naturaleza de la Bruja misma, se les puede llamar una expresión de quiénes son… Sólo que son retorcidas por lo que son.
Una expresión de la naturaleza de la chica, retorcida por la desesperación y el dolor de ser una Bruja, o locura en ciertos casos. Puede tomar cualquier emoción negativa, hasta el sentimiento de culpa era peligroso para ellas, como es el auto-odio. Homura necesitaba ser cuidadosa ella misma, porque si fuera a dejarse ahogar por la culpa, sería el final para todas.
—Una expresión de la Bruja, es una manera interesante de exponerlo. Estuve un poco… Inmerso en mis pensamientos la última vez, pude notar que la dimensión de bolsillo es sostenida por la Bruja en sí. Además, la Bruja posee una forma de subordinados generados por el Laberinto…
Saijou musitó tranquilamente, dándole a Akemi una impresión de un tarareo fruto de su interés en los Laberintos, junto con la naturaleza de las Brujas. Fuera por las similitudes con sus propias habilidades o alguna otra cosa, que Homura desconocía todavía; ella prosiguió con su explicación.
—Los Familiares son fragmentos de la Bruja, son una porción de ella utilizados para traer presas a su guarida que es el Laberinto. Desde que las Brujas no suelen salir de sus Laberintos, son uno de los métodos que tienen para interactuar con el mundo fuera de esa… Dimensión de bolsillo.
—¿Familiares y Brujas?... Tiene sentido, ¿Entonces, también posees familiares?.
Se produjo un silencio incómodo tras la cuestión, Homura miraba con apatía a Saijou, que parecía genuinamente confuso por estar recibiendo este tratamiento frío. El chico era muy bueno en leerle, a pesar que mantuviera su expresión neutral, y la chica de ojos amatista no esperaba eso.
—Digo, eres una maga y los familiares son bastante útiles, para reconocimiento y relatar información. No sugerí eso antes porque no consideré hacer uno en meses, no veía la necesidad de tenerlo.
Homura intentaba procesar lo que decía el chico pelirrojo, que miraba de regreso con una expresión de incomodidad evidente en su rostro. Quizás no estaba acostumbrado a esa severidad, siendo fijado por apáticos orbes amatistas. Según entendió Akemi, Saijou podía producir familiares, algo que una Bruja suele hacer y era sentido común para él, llegando al extremo de creer que ella tendría sus propios. Las discrepancias continúan aumentando, dejando a la chica mágica de ojos púrpura cuestionar si tener magia era tan diferente para los chicos.
— ¿Kyubey encontró una manera más efectiva de hacer uso de las habilidades mágicas, o es sólo un rasgo de ellos? ¿Es acaso una técnica que puede aprenderse, pero nunca consideramos?. ¿Significa que las chicas mágicas podemos aprender a levantar una especie de Laberinto, como una Bruja?. ¿Podemos producir nuestros propios Familiares, si aprendemos cómo hacerlo?, ¿Dónde está la línea divisoria, si puedes desdibujar tanto el borde entre una chica mágica y una Bruja?.
Puede que sea un malentendido, que se tratase de un error de comunicación por ambas partes. No obstante, Akemi sentía que había mucho más en eso. Si existía la oportunidad de mejorar su magia, que ella ganase más habilidad en esto, pensaba tomarla sin dudarlo. Cualquier cosa que pudiera darle el filo en los bucles, ahora que el armamento militar no aumentaba sus posibilidades de victoria.
—¿Por qué creerías que tengo familiares?.
—... Es una habilidad útil, y desde que las Brujas que enfrentas tienen sus propios, no sería extraño que tuvieras los tuyos. Puede que no sean aptos para la batalla, familiares de ése tipo son raros, al menos los verdaderamente efectivos lo son.
Luego de explicar, Saijou siguió comiendo uno de sus sándwiches, la implicación de saber sobre familiares más efectivos para el combate colgando el aire. Ignorando la mirada que Homura le dirigía, con práctica facilidad aún cuando minutos atrás estaba incómodo por ésta. No era tan sencillo en realidad, como la chica de sedoso cabello negro tenía una mirada verdaderamente perforadora.
Era una situación bastante inusual para Homura, ella no sabía cómo tratar con ello o con las ramificaciones si fuera posible. Puede que no, quizás era algo exclusivo de las Brujas y los "magos", donde encaja Saijou[...] todavía era difícil de ignorar eso. Reflexionando en el tema de las Brujas un segundo, Homura recordó una cosa que había olvidado el día anterior, debido a la incredulidad y sorpresa. En adición a todo lo demás que sucedió, junto con la charla posterior en el Café "Recompense".
La Semilla del Dolor de la Bruja Aviar, la pelinegra aún debía aprender el nombre de esa Bruja en particular.
—Saijou.
Escuchándole llamar su nombre, el joven pelirrojo miró de regreso y Homura recuperó la Semilla del Dolor, que guardó con el propósito de regresar después. Aún si ambos pelearon con la Bruja, Saijou fue quien la asesinó, dándole el botín era la etiqueta a menos de querer pelear a muerte con otra chica mágica.
Volvió a pensar en ello como " otra chica mágica", ignorando que el chico no estaba contratado con Kyubey.
— Es raro que no me la haya pedido, pero tampoco señaló que pudiera quedarmela. La recogí por reflejo y me olvidé de esto porque él es, "él"… No hay otra forma de expresarlo.
Sosteniendo el orbe metálico por la puya, la Semilla del Dolor con una temática de plumas no había sido utilizada, Homura tenía tres para sí misma, entre ellas la de Oktavia que decidió no utilizar por ahora.
El mago pelirrojo miró el orbe metálico con cierta curiosidad, tomándolo de la mano de Homura y estudiando la semilla con detenimiento. Sólo tomó segundos para que frunciera el ceño, con una interfaz cibernética azul neón brillando a través de sus dedos, extendiéndose sobre la Semilla del Dolor. El chico conducía su magia a través del orbe, generando una aspersión de etéreas partículas azules, que produjo una encantadora vista.
Cuando usaba su magia, Saijou siempre produce un maravilloso espectáculo, uno que hasta Homura reconocería. Viendo las luces brillando misteriosamente en colores azules, para sus sentidos era similar a la pirotecnia. A pesar de lo llamativo, ella decidió vocear su cuestión.
—¿No vas a purificar tu magia?.
—¿Qué?.
La pregunta de Akemi rompió el enfoque de Saijou, que miró de regreso con una confusión claramente visible en su rostro usualmente afable. Sin entender el motivo de su confusión, Homura sólo quiso saber por qué no recargaba su magia, desde que no deberían ser tan diferentes en eso. Todavía, ella tuvo la impresión de que las discrepancias aumentarán, en especial por la forma en que miró la semilla.
—Es la primera vez que me toma tantos problemas examinar algo con magia, tiene un sentimiento familiar. No en el sentido de "sé de dónde provino", sino en un "reconozco éste sentimiento". Es similar a las maldiciones, esto contiene sufrimiento, miseria y cruda desesperación…
El chico continuó mirando la Semilla del Dolor, Homura juraría haber visto un breve destello púrpura en los ojos de Saijou, antes de que se amplíen en sorpresa. Los orbes dorado oscuro se fijaron en Homura, una mezcla ilegible de sentimientos.
—Oye, Akemi… ¿Qué es esto?.
—... Es una Semilla de Dolor, es necesaria para que las chicas mágicas recuperen su magia tras combatir contra las Brujas. La semilla atrae las impurezas en una Gema del Alma, limpiando la gema y de esta manera recuperando la magia de quien la utilice.
—Eso… No tiene sentido alguno.
Frunciendo el ceño levemente en la respuesta de Saijou, sin comprender el motivo de sus reacciones, Homura estuvo por continuar hasta que él prosiguió.
—Hay un alma aquí, no… Esto es un alma, puede que mi análisis no pueda reconocer algo tan complejo como la materialización del alma. Quizás sea algo más, una especie de bloqueo o cualquier cosa que sea esto, evitando que pueda analizarlo por medios convencionales. Sin embargo, un vistazo es suficiente para entenderlo… Cuando tienes ojos como los míos.
— ¿Él no sabía el secreto de las Chicas Mágicas? Pensé que por eso había dado su pésame ayer, ¿Qué está pasando?.
Unas campanadas se escucharon, anunciando que la hora del almuerzo terminó y necesitaban volver a sus aulas. Ninguno se encontraba entusiasta de volver a clases, aunque el ambiente en el tejado denotaba incomodidad y tensión. La chica de ojos púrpura miró al pelirrojo, ella entendía cómo el ánimo de alguien podía desplomarse por descubrir esto. Saijou se lo estaba tomando mejor que la mayoría, aún tenía que intentar asesinarla, no sería la primera vez que sucede.
Saijou giró la semilla entre sus dedos, las partículas etéreas azules se desprendían desde el artilugio metálico, una enigmática vista en su propio derecho. Por su lado, Homura comenzaba a cuestionar las discrepancias que había estado hallando, preguntándose si era coincidencia o él en verdad no sabía. Sería extraño, porque muy claramente era conocedor del tema, utilizaba runas y él posee armas mágicas.
—... Lo siento, Akemi… Me sobresalté un poco…— La magia del chico continuaba envolviendo la semilla—. Digamos que me tomaste por sorpresa, ¿Me puedo quedar con esto un par de días? Prometo que lo regresaré… Tal vez.
—Puedes quedártela, tienes tanto derecho a tenerla sino más, porque mataste a la Bruja que la contenía. Sólo una cosa, si no dispones de esto en cierto tiempo, puede volver a eclosionar a la Bruja y tendrás que matarla otra vez.
Para crédito del pelirrojo, no se encogió ni reaccionó visiblemente, hasta su magia se mantuvo bajo meticuloso control. Sólo que Homura podía verlo, sus ojos dorados se oscurecieron en respuesta a tener que asesinar ésta Bruja, otra vez.
—Gracias por el aviso, prometo dejarte saber lo que descubra… Espera, ¿Dijiste que utilizaban esto para recuperar magia?. ¿Cómo? Ésta cosa no parece tener una función para transferir la energía sellada dentro, y lo que contiene es combustible para maldiciones.
A pesar que necesitaban regresar a sus aulas de clase, Homura escogió mostrarle a qué se refiere con que las Semillas del Dolor sirven para recuperar magia. Puede que su Gema del Alma estuviera limpia, no obstante sólo debía gastar un poco de magia para demostrarle. Usualmente, ella puede objetar el consumo innecesario de magia, y tampoco le gustaba revelar qué podía hacer en realidad.
Homura se transformó ahora vistiendo su traje de chica mágica, conformado por una camisa blanca de cuello púrpura, una falda plisada color negro. Ella vestía calcetines largos negros con un patrón de diamante, que finalizaron en botas de tacón. Su traje posee una temática de diamantes, desde los calcetines negros, hasta su escudo en forma de diamante descansando en su mano izquierda y su Gema del Alma en el dorso de la misma mano.
Ignorando las miradas del pelirrojo, Homura detuvo el tiempo, causando que el mundo perdiera sus colores. En éste escenario en escalas grises, ella podía interactuar y afectar su entorno, que había sido suspendido en el tiempo. Ni siquiera el inusual mago de oscuros ojos dorados estaba exento, suspendido en el tiempo junto con el resto del mundo. Estudiando sus alrededores, Homura comprobó que no sentía el campo levantado alrededor de la escuela, ni tampoco el que Saijou hizo para tener la conversación en el tejado.
Un mundo donde nada avanza, una quietud imperturbable, el tiempo mismo se había detenido para ella. Su magia fue llamada por Mami cómo una de las más "poderosas", a pesar que Homura tenía sus problemas con esto. Ella desearía mucho mayor poder de fuego, porque en todos los bucles, jamás consiguió vencer a la Bruja del Teatro aún poseyendo una magia tan "poderosa".
Dentro de éste escenario donde nada pasa, Homura podía moverse y elaborar ataques en su enemigo, desplegando armas de mayor calibre y explosivos. Era una magia que la mantenía a salvo, que le permitía sobrevivir, teóricamente debería de agradecer poseerla. Después de todo, tenía todo el tiempo del mundo para hacer como quisiera, o tanto como su magia le permitiese.
Observando su Gema del Alma, que aún relucía en color púrpura luciendo ajena al entorno monocromático, la viajera del tiempo notó el leve oscurecimiento de las esquinas del diamante amatista. La joya reluce de un radiante púrpura, incrustada en el dorso de su mano izquierda, misma mano en que llevaba su pequeño escudo.
—Debería ser suficiente… Está un poco más oscura de lo que esperaba, ¿Será por la conversación con Shizuki Hitomi?.
Sin poder verificar eso, Homura permitió que el tiempo se resumiera, devolviendo los colores al mundo como todo empezó a moverse de nuevo. Hasta Saijou que lucía confuso sobre sus acciones, empezó a respirar de nuevo en lugar de ser una estatua grisácea.
—Cuando una chica mágica utiliza su magia o combate, su Gema del Alma se oscurece y es necesario purificarla. Utilizamos las Semillas del Dolor de las Brujas que derrotamos para limpiarlas de impurezas, así podemos continuar usando nuestra magia para combatir de nuevo.
Omitiendo que necesitaban las semillas para seguir viviendo, desde que Homura consideró que Luca Saijou no estaría muy cómodo con ello, por su reacción a las semillas. Si una chica mágica no mantiene su Gema del Alma limpia, se convertirán en Brujas, y no era tan sencillo como "no pelear". Simplemente vivir podía llegar a oscurecer la gema, como los sentimientos negativos, inestabilidad emocional y estrés también acelerarán la transformación.
Finalizando su conferencia, tomó una Semilla del Dolor, que aún tenía algunos usos restantes, sosteniendo esta cerca del diamante púrpura en su mano. Una bruma oscura emanó desde el diamante, atraída por el metálico orbe oscuro llevado en su mano derecha. Homura tampoco entendía precisamente cómo es que las Semillas del Dolor recuperaban su magia, o sus medios para atraer las impurezas en su Gema del Alma. Sería normal si ella tomase la magia contenida dentro de la semilla, tendría sentido a pesar que fuese una magia corrompida, más el acto de limpieza no transferencia magia a la gema.
Funciona igual que un filtro de impurezas, quitando una obstrucción a su magia que se construye con la utilización constante, estrés y otros aspectos negativos. Homura reconocía que aún visto de esa forma, no tenía sentido como esas impurezas eran una forma de energía también, una que las Brujas utilizaban y Kyubey cosechaba.
— Éste tópico puede darle dolores de cabeza a Kyōko, Sayaka y Madoka…
La semilla podía llenarse hasta el borde con la oscuridad extraída de la gema, en ése punto son entregadas a Kyubey para que dispusiera de ellas. Con el propósito de prevenir que las Brujas eclosionen y regresen con más fuerza en teoría. Aún era un acto extraño, si su Gema del Alma contiene la magia sólo que las impurezas impedían acceder a esas reservas[..., tendría sentido. Puede que fuese cuestión de energía positiva y energía negativa, que las chicas mágicas sólo pueden usar la primera; Akemi tenía dudas sobre eso.
Homura mantuvo sus teorías para sí misma, no había manera de verificarlo, porque las chicas mágicas necesitarán siempre de las Semillas de Dolor, para mantener limpias sus almas.
—... ¿Satisfecho?.
Preguntó Akemi, notando el silencio de Saijou y viendo su ceño fruncido, como si intentase comprender algo que escapaba a la propia pelinegra. Luego de no llegar a nada, el mago pelirrojo suspiró y asintió a su cuestión, dándole otro vistazo a la semilla en su mano.
—Sigo confuso en varias cosas, sobre cómo esto permite que recuperes magia, o por qué necesitarías esto en primer lugar.
—¿Cómo recuperas tu magia, entonces?.
—Sólo tengo que esperar, dependiendo de ciertos factores puede ser menos de tres horas o más de cinco, hasta que vuelva a tener mis reservas al máximo.
—... ¿Qué?.
Akemi a veces olvidaba que Saijou nunca contrató con Kyubey, aunque si fuera honesta, una parte de ella creía que era una chica convertida en chico y tuvo sus memorias modificadas. No tenía ninguna base para esa teoría, de la misma forma que no tenía respaldo en muchas de las cosas que el pelirrojo podía hacer. Sin embargo, poder recuperar magia por sí mismo, sólo con el pasar del tiempo era[...] Bastante sorprendente para Homura.
[...] Una parte de ella estaba celosa, si era verdad que podía recuperar magia por sí mismo, con sólo esperar unas cuantas horas para tener sus reservas llenas. Ella tenía que recordarse a sí misma que él no posee una Gema del Alma o símil, que él no vendió su alma a Kyubey a cambio de un deseo. Saijou confesó que pidió un deseo a "algo más", incluso si algunas de sus declaraciones eran contradictorias o vagas, desde la perspectiva de Homura.
—... Necesitaré un tiempo para procesar todo en ésta conversación, y tenemos que asistir a clases. Si me disculpas, volveré a mi aula… Podemos continuar después de que finalicen las clases.
Anunciando esto, Homura observó a Saijou asentir en respuesta, como ella desactivó su transformación. Recogiendo su bolso, bebió la lata de té verde y finalizó el pan dulce, como avanzó hacia la salida. El pelirrojo seguía sentado en la banca y no parecía estar apresurado en regresar a su aula, sin embargo no era responsabilidad de Akemi que él asista a sus clases.
Tenía mucho en su plato, para estar tratando con eso también, esperaba que la profesora Saotome no la reprendiera por llegar varios minutos tarde.
Ninguno de los dos sabían los rumores que empezarían a circular en torno a esto.
§§§
Después de regresar a su aula de clases y disculparse con la profesora Saotome por su tardanza, Akemi encontró imposible no pensar en todo lo que conversaron. No fue una charla especialmente larga, de forma casi irónica, el tiempo pasó muy rápido y por poco olvidó finalizar su almuerzo. Ellos no pudieron abordar todos los temas otra vez, comprensible como la hora del almuerzo no duraría por siempre y Akemi Homura aún no quería revelar su magia a otro.
— Él no necesita semillas, o dice que no las necesita… ¿Por qué?, ¿Cómo es posible que alguien tenga magia, y pueda recuperarla por esperar?. No tiene sentido, no…— Homura pausó un segundo, como recordaba más de su conversación con él—. Saijou tenía magia antes de pedir su deseo, según su admisión, es difícil de creer… No obstante, quizás esa es la diferencia. Si él no tiene el equivalente a una Gema del Alma, regenerar su magia… No, sigue sin tener sentido.
Sin importar cómo lo viera, era demasiado diferente a lo que estaba acostumbrada, a lo que sabía era un factor. Homura nunca encontró nada igual, y no podía creer que fuera genuino, aún si no detectó ningún engaño por parte del pelirrojo. Era menos sobre su confianza en otra persona, y más que continuaron surgiendo discrepancias cuánto más hablaron entre ellos.
— Olvidé preguntarle cómo funcionan los campos y qué más puede hacer con estos, también sus razones en no ser capaz de comunicarse por telepatía. En todo esto… ¿Dónde ha estado Kyubey estos días? Es la primera vez que me deja sola por tanto tiempo, ¿Estará tramando algo?.
La ausencia de Kyubey había escapado a Akemi durante los últimos días, aunque era comprensible, desde que ella inició un frenesí homicida de los clones de la astuta rata blanca. Debía estar ocultándose, o sólo no hacía su presencia conocida para ella, sabiendo que Homura le dispararía antes de que formase dos oraciones.
Prestando mínima atención a la conferencia, sabiendo el entero contenido de su año escolar, Akemi se enfocó en su situación actual. Sin embargo, estaba en clase de lengua, y algunas veces su nombre era llamado para leer párrafos del libro, interrumpiendo sus pensamientos. La viajera del tiempo desearía poder sólo escribir una de esas runas en su escritorio, solamente para continuar su introspección.
— Tenía planeado cazar Brujas más tarde en la noche, pero reponer mí reserva de semillas no es tan prioritario ahora. Faltan sólo unos días y podré volver, y todavía… Quiero ver qué más puede hacer Saijou, cuántas diferencias existen. Si en verdad puedo aprender a levantar campos y convocar familiares, acceder a los poderes de una Bruja…
Tales contemplaciones que usualmente calificaría de absurdas llenaban la mente de Homura, porque eran opciones que no había considerado. Por una razón, ¿Quién pensaría que una chica mágica podía utilizar los poderes de una Bruja? Nunca nadie pensó en ello, Kyubey jamás aludió a ello. Puede que nunca fuese hecho antes, quizás no era posible del todo. De todas formas, si existía la posibilidad de que su magia se desarrolle más, ella no perdía nada en intentarlo.
A diferencia de Mami, que logró realizar proezas absurdas con su magia de listones, la magia de Homura era fija en "tiempo suspendido" y poder regresar entre fechas fijas de tiempo. Akemi no sabe qué pasaría si alguna vez conseguía vencer a Walpurgisnacht, y si las chicas que alguna vez llamó amigas seguían vivas en ése resultado.
— ¿Perdería mi magia de viaje en el tiempo, o ocurriría algún cambio?.
Homura desistió de pensar en eso.
Porque no tenía tiempo en contemplar un "después", ella falló tantas veces y por lo que se sentían como años, lo que eran años en el sentido más literal que no podía sólo pensar en ello. Se volvió una fantasía, una visión idealizada que Homura ya no era capaz de imaginar, no desde veinte o treinta bucles atrás. El producto de sus errores, de sus fracasos, la razón de que hubieran dos asientos vacíos en su salón y uno en el de Mami, que no quedase nada de Kyōko salvo sus recuerdos de ella.
Homura sentía que no tenía el derecho a imaginarse un mundo donde ellas estuvieran vivas, un final feliz, no hasta que los bucles terminaran en verdad.
— Saijou seguro querrá volver a ése café, ella debe estar ahí… ¿Contrató está vez? Si es así, ¿Decidió no involucrarse, o sólo fue demasiado tarde?. Puede que ella no haya procesado todas sus memorias, y no llevaría esto contra ella si decidió no meterse de nuevo en esto.
Habían varias chicas con potencial en la Escuela Secundaria Mitakihara, una era una estudiante de último año, otra era una del mismo año que Homura misma. Ellas no parecen haber contratado está vez, y no porque Akemi haya interferido con Kyubey – sólo algunas veces.
Ambas chicas, si piden los mismos deseos que la primera vez, conseguirían magias que interactúan de forma inusual con su propio deseo o su magia. Una de ellas tendría magia en un territorio similar a su propia, sólo que a menor magnitud y escala.
Mientras que Homura estaba inmersa en sus pensamientos, Shizuki Hitomi dirigía su mirada ocasionalmente a la reservada y tranquila pelinegra, algo que escapó a la atención de la misma. Después de intentar preguntarle en la hora del almuerzo, la señorita peliverde sintió culpa y quería enmendarlo, aunque decidió esperar a un mejor momento. En una cuestión distinta, Shizuki estaba curiosa sobre el motivo de la tardanza de Akemi, desde que no creía que una chica como ella se retrasara.
Las clases siguieron su curso, el ambiente del aula de Akemi era mucho más pesado que el de otras aulas, salvo el salón de Tomoe Mami, no que ella supiera eso. La pelinegra esperó hasta que su profesora finalizó su conferencia, la mujer de cabello verde con lentes dándoles la despedida y dirigiéndose ella misma a la salida.
Resulta realmente extraño no escucharle hablar sobre ex-novios o regalando sus consejos de vida, pero lucía apresurada. No que Homura buscase saber los planes para la noche de la mujer, sintió un estremecimiento recorrer su cuerpo de sólo pensarlo, no le interesaba saber en qué mala cita terminaría.
—Adiós, Akemi… Sé cuidadosa.
—Gracias Shizuki, igualmente.
Recibiendo una despedida desde Shizuki era inesperado, Homura cortésmente regresó la reverencia y se dispuso a salir. Saijou no apareció ésta vez, ella no sabía si el chico había regresado a su aula o permaneció en el tejado. De todas formas, podía encontrarse con él rastreando su magia, no sería particularmente difícil.
La magia de Saijou era extraña, como una quimera, una mezcla de diversas cosas y ella no podía descifrarlo. Era un afilado contraste con los colores de su magia, de su fuego, normalmente delatando que había mucho más de lo que mostraba. No obstante, Homura no cree que él estuviera ocultando algo del todo, puede que su magia se sintiera extraña sin embargo el pelirrojo mismo no.
— ¿Por qué alguien que produce llamas tan calientes, posee una magia que se siente tan fría? Como una ventisca en medio de la noche…
Casi podía imaginarse una solitaria luna colgando sobre un campo nevado, Akemi pensaba que la imagen mental concuerda con el chico, a pesar que no debería ser el caso. Forma parte de las contradicciones del joven mago, otro contraste añadido en su magia que generaba curiosidad en la viajera del tiempo.
— Demasiadas contradicciones, Saijou… Produces llamas, pero tu magia se siente igual a una ventisca, se siente fría y no actúas como si lo fueras. No entiendo cómo puedes vivir, debería ser un poco enloquecedor estar en tu condición.
Sacudiendo su cabeza, Homura intentó no pensar en el caminante enigma que había aparecido en Mitakihara, enfocándose en otros asuntos pendientes. A pesar que ella no pensaba enfrentar a Walpurgisnacht, visitará una base cercana de la JSDF para reunir más munición y algunos explosivos de grado militar. Tomaría más misiles ésta vez, guardando para el siguiente bucle le daría un mayor poder de fuego, siendo una diferencia con los bucles anteriores donde su arsenal en su mayoría fue gastado en Walpurgisnacht.
Nada parecía lastimar a la Bruja, ningún armamento convencional, y Akemi quisiera poseer el poder de fuego de Mami, desde que nada corto de armamento nuclear parecía surtir efecto. Esa era otra cosa, Homura no podía conseguir, ni quería buscar armamento nuclear, incluso si ella pudiera salirse con la suya. La ciudad sería aniquilada, quedaría inhabitable y las personas morirían por radiación. Obtener un mayor poder de fuego no valdría la pena si llegaba a eso, quizás por eso le molestaba no tener ataques mágicos más poderosos.
Se veía obligada a utilizar armas humanas contra algo despojado de su humanidad, y estaba perdiendo. Incluso si sobrevivir y poder volver a intentar siempre no podía considerarse una entera pérdida, ése sería el caso si no fuera enteramente inefectiva contra la Bruja.
Walpurgisnacht también suele pasar de largo en ocasiones, destruyendo y marchándose sin ningún cuidado en el mundo, haciendo a Homura sentirse peor. Más precisamente, la Bruja demuele la entera ciudad y entonces se retira, haciendo caso omiso de Homura.
Pensando que sus familiares también eran otro problema, las chicas mágicas que combatieron a la Bruja, fallaron y murieron contra ella, ahora convertidas en familiares destruyendo otras ciudades a su paso. Enfrentarse a Walpurgisnacht equivale a luchar contra una fuerza de la naturaleza, sumado a un batallón de chicas mágicas caídas; Homura aceptaba que era un milagro seguir viva después de una vez. Sobrevivir varias docenas de veces a un encuentro contra ella, era algo que no se había escuchado, porque nadie aparte de la propia Homura resistió tanto.
— ¿Saijou lucharía contra Walpurgisnacht, si acaso?... No, es improbable, él jamás apareció antes. Quizás esa sea otra cosa, la presencia de "Luca Saijou" en ésta línea temporal, suponiendo que habrá un "Luca Saijou" en más líneas temporales. ¿Qué estuvo haciendo durante esto? O será… ¿Que murió en algún punto?.
También existe la posibilidad de que no le importase, salvo que Akemi había visto su reacción a las Semillas de Dolor, resulta difícil de aceptar que él no participe luego de notar eso.
Cuestiones que Homura tenía y no sabía cómo responder, la chica no sabía cómo preguntarle al pelirrojo esto, porque sería revelar su línea de vida. Sería exponer que ella puede volver en el tiempo, rehacer todos los sucesos y empezar con un mes y medio de antelación. Incluso si la otra parte no era una amenaza, aún si ella pudiera ganar, Homura ya estuvo bastante cerca de morir en numerosas ocasiones.
Dos veces por bajar la guardia alrededor de Tomoe Mami – haciéndole prometerse a sí misma que nunca volvería a pasar.
Luego de salir del salón de clases y dejar la escuela, Homura se dirigió a un callejón, donde se transformó y saltó hasta el techo de un pequeño edificio. Brincando hasta alcanzar el tejado, ella se dispuso a saltar entre edificios cuando el diamante púrpura reaccionó a una fuente de magia cercana. Había una Bruja en las cercanías, tenía sentido considerando cómo las escuelas reúnen un poco de negatividad, además de tener presas más susceptibles a su influencia.
Frunciendo el ceño ante la repentina interrupción de sus planes, Akemi decidió postergar su visita a la base militar.
—Puedo eliminarla y entonces visitar la base.
Dicho eso, Akemi saltó desde un tejado a otro, guiándose por su gema hasta un callejón un par de calles de la secundaria. Saltando desde el tejado hacia el callejón, Homura se recompuso y estiró su mano para tocar una especie de cortina, haciendo que apareciera un sigilo. Tan similar y disimilar a las runas utilizadas por el pelirrojo, sin embargo no tenía tiempo de pensar en ello, como la barrera de la Bruja se abrió dándole entrada.
Sería más tarde que se reuniera con él, para hablar sobre muchas cosas y obtener una explicación adicional en "campos".
Entrando en el Laberinto, Akemi Homura descartó todo pensamiento innecesario.
§§§
Las campanas habían resonado, Akemi se marchó de vuelta a su salón y Luca Saijou continuó sentado en el tejado, observando el cielo. El pelirrojo no estaba motivado para regresar a clases, no después de lo que había descubierto, lo que sus ojos vieron y hallaba difícil de sacar de su mente. Realmente podía imaginarse cosas peores, porque los magi en su línea temporal, dimensión o universo, llegaban a ser genuinos bastardos frecuentemente.
Recordaba los proyectos del magus Atrum Galliasta, Luca estaba insatisfecho de no haberle dado un escarmiento adecuado por sus prácticas. Escuchó que algún americano tiene parte de su investigación, y si no fuera porque estaba en esta línea temporal, estaría dándole caza a ése bastardo también.
Viendo el alma corrompida ofertada por la apática chica de cabello negro y ojos color amatista, dejó a Luca pensando sobre qué debería hacer ahora. Él perdió una buena parte de su entusiasmo tras la guerra, aún se preguntaba por qué estaba vivo en primer lugar.
— ¿Cómo hicieron esto? Para materializar un alma y entonces… Esto es como si alguien produjera ése lodo negro que Julian dejó caer en Fuyuki. Es similar a mis propios Gandr, que no pueden ser comparados a los de otros magi. ¿Para qué hacer algo así, qué consiguen con eso? Ella dijo que utilizan esto para recuperar energía… Es un sinsentido…
Ella.
Akemi Homura, una extraña chica que mantenía una expresión calmada y una mirada neutral, la mayoría del tiempo. Su apariencia era destacable, con un rostro de delicados, elegantes rasgos y bellos ojos púrpura. Ella era una "Chica Mágica" que combatía criaturas llamadas Brujas, quienes poseen su propia dimensión de bolsillo y diversas habilidades.
Una Bruja dejaba caer una Semilla de Dolor, un orbe negro con una aguja metálica que era usado para limpiar una Gema del Alma.
Las Semillas de Dolor contienen o son, un alma materializada y corrompida por emociones negativas, siendo una de las más prominentes desesperación. Una emoción tristemente familiar para Luca, a pesar que el pelirrojo quisiera no pensar sobre ello.
Un despedazado pequeño cuerpo, siendo reunido y para formar una copa dorada, como la figura del chico que alguna vez llamó amigo se reía de su fracaso. Su propia forma, desangrándose en el suelo, un escenario que rasgaba su mente.
Ira, todo-consumidora furia, como un enloquecido dios demonio.
Una ciudad costera reducida a escombros, las burlas de un hombre que no puede morir, sin importar qué intentase.
Él falló, él fracasó, él fue un estúpido y lo hizo tan mal, y ella está muerta.
Ella está muerta, su cuerpo profanado y convertido en un Santo Cáliz, en poder de un hombre ya borracho con esto, quién no muere incluso cuando el martillo divino lo golpeó con tanta fuerza que el espacio mismo se quebró.
Ella está muerta, ella ya no puede sonreír, ella no puede llamar su nombre, y esto es su culpa.
— ¡¡Eso no pasó!!.
Sacudiendo su cabeza, Luca miró hacia el orbe negro con evidente cansancio en su rostro. Intentar penetrar a través de la cáscara con su energía mágica no sirvió, obligándole a utilizar otros medios. Sin embargo, la exposición abrupta a tales emociones negativas, a la desesperación tan cruda[...] Trajo sus pesadillas al frente de su mente.
—Eso nunca pasó, ella está bien, ella vivirá felizmente en algún lado, un mundo donde pueda sonreír sin preocupaciones. Estúpidos sueños… Maldita sea.
Las náuseas revolvieron su estómago, forzando al pelirrojo a contener sus reacciones, una mueca en sus labios. Regulando su respiración, intentando mantener el control sobre sí mismo, Luca agradecía que Akemi se hubiera retirado cuando lo hizo. Sería vergonzoso si lo llegara a ver en éste lamentable estado, al borde de las lágrimas sobre pesadillas de una posibilidad que nunca pasó.
Él se rehusó con firmeza en ése aspecto, de entre todas las pesadillas que había experimentado, era de las pocas que conseguía una reacción tan fuerte.
— ... Al menos no desperté sólo para vomitar, eso sería desagradable…
Sus pesadillas siempre son sobre las posibilidades, "aquello que pudo haber pasado", como él no recuerda qué ocurrió en el final de su guerra. Eran trucos de su mente, en la opinión de Luca, mucho más efectivo que las memorias del Guardián de la Humanidad en hacerle sentir miserable. Puede deberse a que el Contra-Guardián estaba en un estado miserable también, o sólo una mala compatibilidad entre ambos.
Por supuesto, Luca reconocía que la guerra no fue de maravillas para él, eso era seguro. El joven magus estaría más que satisfecho con "no pensar sobre esto, jamás", junto con los demás fracasos y momentos lamentables en su vida.
—... No creo que regresar a clases sea una buena idea.
Jamás había tenido un arrebato, Luca dudaba que él pudiera experimentar PTSD del todo, más no se sentía confortable con regresar hasta que pasaran horas. Hasta que estuviera seguro que el efecto que la semilla tuvo en él no fuese duradero, sólo entonces volvería a sus actividades usuales.
—Ah… Olvidé explicarle por qué no puedo comunicarme por telepatía, usando su método al menos.
Contrario a lo que Akemi pensaría, Luca era más que capaz de construir un enlace telepático entre ambos, sin embargo sería improbable para un tercero establecer uno entre ellos. Él no había podido explicarle sobre esto, debido al alma contaminada con una versión más ligera del lodo negro tomando su atención. Puede que cuando se encuentren más tarde, Saijou pueda aclarar ése asunto con ella.
—¿Tal vez deba buscar por ése Kyubey? Si esto anda garantizando deseos y dando poderes a chicas para que combatan esas Brujas, que dejan caer almas corruptas… Debería tener respuestas a mis dudas.
Siempre podía intentar sonsacarle las respuestas, quien sea ése "Kyubey" y aún contando sus posibles capacidades, Luca esperaba tener unas rondas con él o ella. Si sus ojos no le engañaron, y nunca lo hacen, el alma en cuestión es de una chica rondando su edad. Necesita más información, y mientras que Akemi no era una mala fuente, ella estaba siendo abrumada en algunos niveles durante sus intercambios.
— Si eso no funciona o si no encuentro a ése tal Kyubey, sólo me queda… Construir un taller y empezar a examinar la semilla apropiadamente.
Un Taller, el laboratorio de investigación y desarrollo de un magus, el lugar donde mantienen los secretos de sus misterios. Éste era un entorno favorable y controlado, donde la taumaturgia del magus estaba en su más fuerte por las funciones del Taller, dependiendo de cómo éste fuera hecho y qué tan habilidoso fuese el magus. Usualmente, atacar a un magus en su taller era suicida, por no decir desfavorable, es como combatir en territorio enemigo a ciegas.
Existían excepciones que podían penetrar un taller, matar al magus y salir sin darle mucha importancia, eran casos raros que poseyeron un extraordinario desempeño de combate.
Dejando eso de lado, Luca no construyó un taller aún, nunca viendo la necesidad desde que despertó como una versión de sí mismo de ésta línea temporal. Intentó comunicarse con la Torre del Reloj, con la Santa Iglesia, con el Instituto Atlas, hasta con el Mar Errante, sin embargo fracasó en encontrarlos. Sea que no pudiera hacerles llegar el mensaje por ningún medio, o ésas instituciones no existieran en ésta realidad. Saijou no encontró razones para construir un taller, debido a su decaído estado de ánimo.
No había hallado nada para seguir avanzando, Luca Saijou estaba dejando que los días pasarán a través de él. Si alguien viera al pelirrojo en ésta condición, no podrían reconocerlo a pesar de ser el mismo chico. Faltaba de ésa fuerza conductora y audacia, que lo hacía reconocido entre los autónomos.
Así es como Luca pasaba sus días, como un estudiante normal, sin propósito ni razón para seguir con su investigación, una sombra de lo que alguna vez fue.
Hasta la noche anterior, cuando estaba frente a una extraña criatura aviar en una dimensión de bolsillo, similar a esas que Millennium Lock era famoso por hacer, y no obstante diferente. La verdad, él podía haber dejado que el monstruo pájaro lo comiera de un bocado, debido a su actual condición.
Una contradicción viviente, puede que sea debido a su desgana o falta de conexión con su entorno, él culpaba al Guardián por eso. El hombre no estaba en un estado mental saludable de ninguna forma, aún más importante, su doctrina es polarmente opuesta a la de Luca Saijou. El pelirrojo era consciente de eso, entendía que la naturaleza del guardián iba en oposición directa con su propia.
El hombre que batalla para asegurar la supervivencia humana, y el chico que lucha para la salvación de sus cercanos.
—... Bravo, ahora estoy pensando en eso, de nuevo.
Anhela morir, quería vivir – Luca esperaba no tener que tratar con eso.
—¿Dónde debería construir el taller? Mi residencia tiene el espacio, no es como si fuera a… ¿Siquiera existen los materiales más inusuales aquí?.
Un nuevo problema se presenta antes de que pueda tratar con el primero, era como estar en casa nuevamente para Luca.
—Bien… Sin la Torre, no podré conseguir recursos desde la Tumba Espiritual de Albion, eso no podré construir un taller de decente calidad. Puedo sintetizar algunos materiales usando recursos mundanos, el entero proceso me llevaría un par de días y sería un taller inferior a lo que quisiera.
Sosteniendo el orbe negro en su mano, desde la aguja metálica, Luca empezó a trazar un plan de acción para estudiarla e intentar "purificar" la contaminación en el alma sin destruirla.
— Siempre tendré la opción "D" en caso de que nada más funcione, y debería ser lo suficientemente bueno con maldiciones para tratar con esto.
Las emociones negativas como tristeza, resentimiento, amargura y desesperación eran familiares para el chico. Él había abrumado a un heredero de una familia de magos reconocida por sus avances en el departamento de maldiciones, usando maldiciones. Su oponente no era malo en usarlas, sin embargo no estaba a la altura de las circunstancias tampoco estaba en su nivel.
Matou Shinji era brutal, además de poseer una buena afinidad a su taumaturgia familiar, con algo de talento en el campo en el que Makili Zolgen contribuyó. Por otro lado, carecía de la experiencia de combate y habilidades que Luca tiene, y tuvo mala suerte de cruzarse con alguien que entendía las maldiciones mejor que él. Aunque a favor de Shinji, usando su Carta Assassin consiguió ése filo en batalla del que usualmente carecía, y Assassin podía denegar una parte de la taumaturgia de Luca.
Recordando al chico con cabello de alga, Luca se preguntaba qué pensarían sus profesores en la Torre si supieran que dos de sus estudiantes combatieron a muerte.
— Es probable que apuesten por mí…; No es momento de pensar en eso— Luca guardó el orbe negro en el bolsillo de su pantalón—. Necesitaré realizar unas compras, quizás decomisar algo del dinero de los grupos criminales en ciudades cercanas… O empezar a vender joyería en el mercado negro.
Levantándose de la banca y recogiendo su bolso, avanzó tranquilamente al borde del tejado cercado, dibujando runas sobre sí mismo con su diestra. Habiendo dibujado las runas con su energía mágica, Luca sin darle mayor importancia a la cerca, brincó por encima de ésta. El pelirrojo empezó a utilizar una forma básica de taumaturgia con maestría, manipulando el flujo de aire para ralentizar su caída. Una de las runas que dibujó en la chaqueta del uniforme, tenía el propósito de prevenir que fuese notado por los civiles. Una función similar a Ocultamiento de Presencia, que Shinji había utilizado contra él en ocasiones durante la guerra.
— Tendré que remodelar una habitación entera, ¿No?.
Aterrizando suavemente en el suelo con ráfagas de viento envolviendo su figura, Luca empezó a esprintar, rápidamente dejando la escuela atrás. Su cuerpo que no sufría por la resistencia al aire alcanzó rápidamente los 120kmh, moviéndose a través de las calles. Por supuesto, estas ráfagas de viento envolviendo su cuerpo no sirvieron sólo para reducir la velocidad de descenso y denegar la fricción con el aire. Utilizando el flujo de aire como una forma de respaldar sus movimientos, esto servía para ganar estabilidad aún a altas velocidades.
Podía sostener una carrera a éste ritmo debido a eso, y porque controlaba el flujo de aire con precisión para respirar con normalidad, aunque alcance los cientos de kilómetros por hora. Esto tomaba forma de un borde acotado simplificado, un hechizo básico que servía de fundación para otros numerosos hechizos. Dentro del campo móvil rodeando su cuerpo, Luca posee la capacidad de percibir cambios tanto en la composición, como el flujo de los gases atmosféricos. También la habilidad de manipular la composición y flujo de dichos gases, dentro del área delimitada por el borde tomándolo como centro.
Utilizando éste borde acotado móvil como base para su taumaturgia, Luca podía elaborar hechizos más complejos con un menor costo y preparación. Esto era una "base" desde donde construir cosas más avanzadas, en una analogía. Aumentar o disminuir la fricción con el aire, alterar la composición de los gases atmosféricos, regir el comportamiento del flujo de aire y mucho más estaba dentro de su habilidad gracias al campo. El costo para sostener el borde es comparativamente menor del que algunos suponen, cubriendo un área de 50 metros alrededor de Luca, dándole un amplio margen de acción.
Debido al preciso control, él conseguía mantener ésta rapidez mientras que evade a los civiles y automóviles. No tenía que preocuparse por chocar con alguien, con el campo de viento concediéndole 180 de claridad, cualquier cosa que perturbara el flujo de aire sería registrada. Eso, Luca podía correr cerca de una persona o pasar sobre un camión, y solamente sería como una leve ráfaga de viento.
Estos vientos que le permitían moverse a 120kmh, eran reducidos en gran medida una vez que estaban a 20cm de distancia de su cuerpo, siendo convertidos en una ligera brisa.
Haciendo uso de algunos hechizos que reducen los efectos perjudiciales de la Inercia y fuerzas G, logró sostener ésta velocidad incluso en ángulos cerrados. Su cuerpo mejorado por taumaturgia y runas, moviéndose ágilmente por las calles, llegó hasta el destino que esperaba. Uno de los destinos, Luca quería reunir los materiales para su taller, incluso si tenía que empezar con algo más rudimentario. Deteniéndose casi en seco, el pelirrojo echó un vistazo a una tienda de antigüedades, esperando encontrar algo útil para el taller.
—Esto me llevará horas si no encuentro nada aquí…
Luca se había condenado a sí mismo a buscar por más tiendas.
§§§
Desde uno de los rascacielos en la ciudad costera de Mitakihara, una criatura blanca con un cuerpo híbrido entre un conejo y un gato observa con perlados ojos rojos a las calles, su cola esponjosa abanicando lánguidamente detrás de esto. Posee unos anillos metálicos dorados en sus largas orejas, que finalizaron en un color rosáceo y en su espalda había dibujado una forma ovalada, similar a un huevo.
— Hay otra irregularidad, como Akemi Homura, ésta unidad no tiene información de haber interactuado con el individuo que se encontró con ella la noche anterior.
Esto es la Incubadora, también conocida como "Kyubey", que observó una figura de cabello rojo desplazándose por las calles, saltando decenas de metros hasta tejados de construcciones de 7 plantas. Ésta figura como borrón recibía apoyo de corrientes de viento, ofreciéndole impulso, estabilidad y protección al moverse.
— Ésta unidad se mantendrá al margen, si el irregular es cercano o tiene una relación de socios con Akemi, lo más probable es que ya sea antagonista para la unidad.
Kyubey no pensaba revelarse a sí mismo, no para que Akemi vaciara el cargador de su Beretta en esto, tampoco para que su nuevo compañero decida hacer algo más. Sólo observaría desde la distancia, desde que en unos días, ésta ciudad ya no sería un lugar donde pudiera contratar a más chicas.
— La unidad está curiosa sobre la acompañante de Akemi, ¿Otra chica que no tengo registro de contratar?.
Lamentablemente, debido a la distancia y algunas distorsiones en su figura, no había podido identificar al sujeto en cuestión.
Seis días para que Mitakihara fuese visitada por la bruja más fuerte activa.
Final del Capítulo 01.
Nota del Autor: Homura conoce a Luca a siete días de la llegada de Walpurgisnacht, éste es el segundo día. Quedan meros seis días antes de que ella regrese en el tiempo, para el cuarto día de su interacción tengo preparada una sorpresa. Por supuesto, habrá antelación antes de la sorpresa, o de lo contrario no sería una buena sorpresa sino sólo factor choque.
