Capítulo 15

Necesito saber

¿Crees que sentirás lo mismo?

Sakura

Cada parte de mi cuerpo se sentía sumamente pesada, lo que convertía mis movimientos, de por si lentos, en torpes imitaciones de lo que en realidad deberían ser.

Con un suspiro de pesar, le di un largo sorbo al amargo café que, Naruto había insistido en traerme. Mi garganta ardió dolorosamente, pero de alguna manera me sentí mejor, un poco mas despierta, lo cual, convirtió al malestar en mi cabeza, en un dolor sordo, más fácil de ignorar. Apure lo que quedaba de mi asqueroso brebaje, no entendía como Sasuke soportaba ese horrible sabor, cada mañana. Mis ojos se anegaron de lágrimas ante tal pensamiento, deposite un suave beso sobre su frente, antes de salir de la habitación sin decir una sola palabra a los presentes, quienes me miraron sorprendidos, pues era raro que me despegara de mi permanente puesto junto a la cama, justo a media tarde.

Después de una breve caminata sin rumbo, me adentre en uno de los baños que se encontraban cerca de la recepción, haciendo acopio de todo mi auto control, me trague las lágrimas que luchaban por ser liberadas. Fue entonces, cuando me hice una promesa. Me volvería alguien más fuerte. Una persona que no se dejara vencer, alguien que pudiera luchar por lo que amaba y deseaba.

Nunca más agacharía la cabeza, ni dejaría que los demás sintieran lástima por mí. Amaba con todo mi corazón a Sasuke Uchiha, por ello, le había permitido pisarme a su antojo, pero esa época había acabado, si no podía amarme de verdad, con esa intensidad que anhelaba desde niña, entonces podía irse al demonio.

Junte agua en las palmas de mis manos para esparcirla por mi rostro.

Desde años atrás, había sido solo un peón de mi propia vida, alguien carente de opinión que se dejaba llevar por lo que le ordenaran. Ahora podía entender la razón de que Sasuke llegara a parecer hastiado de mi, ya que, era mi costumbre, darle lo que él pedía sin esperar nada. Pues eso se había terminado, lucharía con todas mis fuerzas para ser alguien de quien me sintiera orgullosa, pero en el proceso, me quedaría a su lado, le daría esa oportunidad que deseaba.

Con una meta que me levantaba el animo y una nueva visión del futuro, me encamine hacia mi nueva vida.

—¡Tengo que ver a Sasuke Uchiha!

Me detuve en seco ante esa voz, tan parecida a la de Hinata y a la vez totalmente diferente. Por instinto, agache la cabeza e intente seguir caminando, pero un brusco agarre me impidió dar más de un paso. Cuando volví hacia la persona, gracias al fuerte tirón que le propino a mi brazo, me encontré de frente al ser que más me odiaba en el mundo, también fui consiente de que el desprecio, era mutuo.

—¡Tienes que llevarme con mi Sasuke!— me grito a la cara.

Mi Sasuke. Apreté los puños con rencor ante sus palabras.

Entonces, algo se rompió dentro de mi, todo el cansancio acumulado, la frustración ¿y por que no? el rencor que llevaba guardando en mi interior desde años atrás, se desbordaron dentro de mi pecho como una corriente, que fue invadiendo cada poro de mi cuerpo. Con un brusco movimiento, me deshice de su agarre, odiando que pusiera sus manos sobre mi.

—Disculpe, señora Uchiha— me dijo apresuradamente la enfermera, que se había acercado a nosotras en cuanto Hanabi corrió en mi dirección — Ya le explique a la señorita, que no puede pasar a ver al señor Uchiha, sin ser familiar o tener autorización de...

—¡Yo no necesito la autorización de nadie!— le interrumpió bruscamente Hanabi, quien se puso más histérica aun, en cuanto escuchó que la enfermera me llamaba, señora Uchiha —Sasuke es...

—Sasuke es mi esposo— fue mi turno de interrumpir, harta de que esta mujer se creyera con el derecho de estar cerca de Mi Sasuke, por que en realidad era mio —y por ello, será mejor que te retires ahora mismo— continúe con voz fría.

—¡No tienes derecho!— me gritó, cada vez, perdiendo más la compostura.

—Tengo todo el derecho de hacer lo que me venga en gana— con cada segundo mi paciencia se agotaba un poco más, pero me negué a gritar como ella lo estaba haciendo —Por que Sasuke, es mio.

El cuerpo de Hanabi se tenso de forma perceptible, antes de ponerse roja, parecía que estaba apunto de lanzarse contra mi, cuando un gran cuerpo se interpuso entre nosotras.

—¿Todo esta bien, señora Uchiha?

Por un largo momento, no pude reconocer al medico que me miraba de forma apacible y preocupada, era el mismo que me había tomado por la hermana de Sasuke. Sus cálidos ojos castaños, contrastaban a la perfección con el llamativo cabello rojo que coronaba su cabeza, era tan alto como mi esposo y tenia un rostro tan hermoso como su voz. Con un parpadeo de sorpresa, por apenas ser consiente de la persona que todas las mañanas revisaba los signos vitales de Sasuke y además tenia tiempo para dirigirme palabras de aliento y comprensión, me aclare la garganta.

—Quiero que saquen a esta mujer ahora mismo de aquí.— la furia aun se podía notar en mi tono de voz —Me niego a permitir que se acerque a mi esposo.

Hanabi estaba tan sorprendida que fue incapaz de hablar, pero el doctor se mantuvo impasible, casi podía ver la sonrisa que intento ocultar con un leve asentimiento.

—Señorita— dijo volviéndose, hacia la estupefacta, hermana de Hinata —le ruego que se retire— pero en su voz no había ni una pizca de suplica, parecía más amenazante que cualquier otra cosa.

—¡No lo haré!— en ese momento se recupero de su desconcierto, solo para volver a gritar —¡Tengo todo el derecho de estar con él y ni usted ni esa estúpida me impedirán ir a su lado!

Con cada palabra que soltaba Hanabi, la pose del doctor, del cual en ese momento no podía recordar su nombre, se volvió más y más amenazante.

—Enfermera— dijo en cuanto tuvo oportunidad —llame a seguridad.

Viví mi vida escondido entre sombras pero ahora puedo ver

Sakura

Con un suspiro de alivio me deje caer en la cómoda silla que me había ofrecido mi salvación, quien se mantuvo ocupado unos segundos en una esquina de su iluminada oficina.

Los furiosos gritos de Hanabi aún resonaban en mi cabeza, como un eco constante que no me dejaba en paz.

—¡Te arrepentirás de esto, Haruno!— había exclamado, inmersa en un mar de rabia, mientras era arrastrada por un par de guardias, hasta la salida del hospital —¡Sasuke es mio y por eso volví, no podrás hacer nada para separarnos!

—Es parte de mi reserva especial— su melodiosa voz, me trajo bruscamente a la realidad, mientras me ofrecía una humeante taza blanca.

Me incline levemente sobre el cálido liquido oscuro, disfrutando del agradable olor que desprendía el café, los primeros sorbos me transportaron a la gloria, amaba el olor del café.

Una suave risa hizo que mis mejillas se tornaran rojas, el doctor me miraba de una forma rara, casi tierna.

—Es agradable verte disfrutar de algo para variar— dijo un poco avergonzado —llevas demasiado tiempo en esa habitación.

Con un respingo de sorpresa me levante del asiento, llevaba mucho tiempo lejos de Sasuke. Aun cuando el encuentro con Hanabi me había dejado con un amargo sabor de boca, quería volver a mi puesto habitual con urgencia. Tenía la mala sensación de que si me alejaba de él por mucho tiempo, entonces, algo podría salir peor a como estaban las cosas.

—Es usted muy amable...— el rubor volvió a mis mejillas cuando me detuve de golpe, me resultaba increíble que no fuera capaz de recordar un simple nombre.

—Bien hecho, Sakura— me susurro una voz interior, que había permanecido en silencio por mucho tiempo.

—Sasori.

Mis propias cavilaciones, hicieron que tardara un momento en procesar lo que él decía.

—Mi nombre es Sasori— fue entonces cuando sonrió, se marco un pequeño hoyuelo en su mejilla derecha y creo que mi corazón se agito un poco.

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que un hombre, que no fuera de mi familia o un vendedor, me trataba con tanta amabilidad, pero no solo eso, Sasori me miraba de una forma especial, que en ese momento no deseaba clasificar.

—Yo creo que lo mejor es que...

—Por favor, al menos termina el café conmigo, me parte el alma verte sentada en esa habitación mirando a la nada— la preocupación en sus ojos parecía tan real que me hizo sentir pena por él.

No entendía nada, apenas había cruzado un par de palabras con ese hombre y, he de admitir que mi actitud no fue la mejor, pero él parecía no darle importancia a las veces que lo había mirado, irritada por su alegría, o a mis respuestas secas, que nunca dude en soltarle.

—Solo será un momento— me encontré diciendo, para después volver a sentarme.

Me dirigió otra de sus lindas sonrisas con hoyuelo, antes de rebuscar en uno de sus cajones, para ofrecerme un paquete de galletas con chocolate, como me había negado a probar bocado durante la mañana, mi estomago gruño de forma estrepitosa, avergonzada acepte lo que me ofrecía, Sasori fingió no darse cuenta de nada y empezó a hablar.

Hablo sin parar durante un buen rato, hasta que mi incomodidad fue abandonada y comencé a sentirme más relajada en su presencia, lo que dio lugar a que le respondiera con naturalidad e incluso reímos un poco sobre temas sin importancia. Me sorprendió el darme cuenta de lo agradable que era. Todo en él me relajaba, contrario de Sasuke con quien regularmente me sentía nerviosa y asustada, por hacer o decir algo que pudiera molestarle.

La culpabilidad me envolvió ante tal pensamiento, Sasuke nunca me había exigido nada, era yo la que siempre creía que debía complacerle sin importar nada más, así que me parecía injusto pensar de esa forma, pero la amabilidad de Sasori me hacia sentir cómoda y a gusto con su compañía.

...Estas atrapada en el pasado
y

ahora estas gritando
no me puedes olvidar
te he tratado muy mal
pero todavía estoy aquí...

Sakura

—Es una película increíble— me dijo Sasori sonriendo —deberíamos verla juntos un día.

—Claro— respondí, mientras le devolvía la sonrisa.

Llevábamos casi una hora, hablando sin parar, sobre libros, música, películas, lugares que amábamos y los que deseábamos visitar. Fue muy agradable darme cuenta de lo mucho que teníamos en común, habríamos pasado más tiempo juntos, de no ser porque en ese momento, entró apresuradamente en la oficina, una de las enfermeras, hablo de forma tan rápida que me costo un poco entender lo que decía. Pero mi cerebro, había sido lo suficientemente rápido como para que entendiera la parte esencial de lo que la mujer decía.

Sasuke, había despertado.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Y lo sentí, sentí a mi cuerpo llenarse no solo de valor, si no también de confianza; lo había amado más que a nada, fue cuando me olvide de amarme a mi misma, pero en esos momentos todo se esfumó. Probablemente, mis sentimientos permanecerán el resto de la vida, pero mi amor propio seguía tan latente en mi interior que afloro sin previo aviso.

-Ángel Caído

No tengo como disculparme por la tardanza, pero han pasado tantas cosas en mi vida que no sabría por donde empezar, espero que puedan perdonarme y que alguien siga por aquí.