Sonrisas después de veinte años
One Piece pertenece a Eiichiro Oda
Este fic participa en la actividad Multifandom 4.0 del Foro Alas Negras, Palabras Negras
Tabla nº2. Emoción: Calma
Tabla nº4. Escénica: Silencio
Tabla nº5. Verbo: Herida
Advertencia: debes estar al día del final de arco de Wano en el manga y el anime para leer este fic
— ¡Sombrero de Paja! — Kid se acercó para acabar con él y poder alzarse como uno de los nuevos Cuatro Emperadores.
— ¡Ey! ¡Pinchos! — Luffy rodeó a su antiguo aliado por los hombros y saltó hacia arriba para brindar.
— ¡SAAALUUUUUUUD! — gritó.
— ¡SAAAAAAALUUUUUUUUUUD! — respondieron los Piratas del Sombrero de Paja, sus antiguos aliados y los habitantes de Wano.
La Capital de las Flores del País de Wano estaba de jolgorio.
Después de veinte años, por fin habían derrotado a los tiranos de Kaido y el shogun Orochi.
La gente reía y comía lo que quería. El shogun Orochi retenía toda la comida para él en sus almacenes y la gente pasaba hambre… había personas que probaban alimentos por primera o disfrutaban de comidas que, en anteriores circunstancias, solo probarían una vez al año.
Todos los Vainas Rojas, excepto Kin'emon, tomaban sake juntos en honor a su señor, el daimyo Oden, a su esposa, la señora Toki, y a sus dos compañeros caídos: Ashura Doji e Izou.
— Por el señor Oden y la señora Toki! — Denjiro levantó su copa de sake.
— ¡Y por Izou! — Kiku hizo lo mismo que su compañero, pero con una expresión más triste…
Echaba de menos a su hermano… justo cuando se reencontraron después de veinte años… él tenía que morir por sus heridas al intentar salvarla…
Pero un samurái no lloraba. Levantaba la mirada hacia el frente y luchaba hasta el último aliento, como hicieron sus señores, su hermano y sus compañeros. E Izou habría querido que ella estuviera feliz en un día tan esperado como hoy.
— ¡Por Ashura Doji! — Raizo levantó una copa de sake en honor a su amigo.
— ¡Por el señor Yasuie! — Inuarashi y Nekomamushi levantaron sus copas de sake en honor al que fue el daimyo de Hakumai, quien les enseñó el arte de la disciplina y que los sirvientes del futuro shogun debían ser cultos y cuidar su aspecto y modales.
— ¡Y por los caídos durante todos estos veinte años! — Kawamatsu levantó su copa de sake.
El kappa fue el único que se quedó en el país de Wano, sin viajar al futuro o regresando a Zou, como los minks, cuidando de la señorita Hiyori, la hija de sus señores… Ashura Doji también… regresó a Kuri y siguió haciendo de bandido… ojalá estuviera aquí… Denjiro tampoco viajó al futuro… él se quedó en la Capital de las Flores fingiendo servir al shogun Orochi para traicionarle en el momento oportuno… y aunque, Denjiro tuvo que fingir su lealtad por el asesino de sus padres y cometer atrocidades en su honor, Kawamatsu pasó hambre, como casi todos los habitantes de Wano, y proteger a la hija de sus señores hasta el regreso del señorito Momonosuke. Kawamatsu había visto a gente morir de hambre, literalmente… había visto demasiadas personas morir y no solo en batalla precisamente… gente matando a sus seres queridos para que no sufrieran o suicidándose por evitar morir de inanición…
Pero todos esos duros momentos, ya habían terminado.
— ¡SAAALUUUUD! — todos brindaron y bebieron.
…
Mientras tanto, Kin'emon, el líder de los Vainas Rojas, estaba con su esposa, a la que hacía veinte años que no veía, contemplando el amanecer…
— Tsuru… han pasado veinte años… pero sigues siendo igual de hermosa…
— Kin'emon… no digas tonterías… soy veinte años más anciana… tú viajaste al futuro, por eso todavía tienes treinta-y-seis… pero yo no… tengo cincuenta-y-cinco años… — Tsurujo estaba completamente roja de vergüenza.
— Lo digo de verdad… jamás vi en Wano una mujer tan hermosa como tú… después de viajar al futuro, estuve en varias islas: Punk Hazard, Dressrosa y Zou, pero no vi a una mujer que fuera más hermosa que tú… además, puedo pedirle a Shinobu que me envejezca con su fruta, como hizo con el señorito Momonosuke…
Ella se apoyó en su hombro y susurró.
— No hace falta… sería extraño que tuvieras una mente de joven y cuerpo de anciano… además, el nuevo shogun, el señorito Momonosuke, necesita a un hombre joven que le aconseje.
— ¿Vendrías a vivir en la Capital de las Flores conmigo? Podrías seguir teniendo tu casa de té…
— Por supuesto. Tenemos que recuperar el tiempo perdido.
….
En medio de la capital, con toda la gente festejando, Kozuki Hiyori tocaba con el shamizen, la canción favorita de su padre.
La gente bailaba, cantaba y elogiaba a la hija de su señor por su talento por la música, su belleza y su entereza por tener que convertirse en una oiran y fingir sentir atracción por el shogun o alguno de sus secuaces.
Tocaba la misma canción, pero esta vez, ella sentía alegría en su interior… antes tocaba obligada para complacer el shogun Orochi, el asesino de su padre, ahora tocaba para su pueblo liberado y para su hermano, al que no veía desde hacía veinte años.
Momonosuke miraba a su hermana sonriente… para él habían sido meses sin verla tocar, pero en realidad habían sido veinte años… ventajas de viajar en el tiempo… siempre le gustaba verla tocar el shamizen, ¡pero no lo reconocería en voz alta! Que ella era siempre le propinaba patadas de improviso cuando jugaban… a él… a su hermano mayor… al futuro shogun…
Toko también tocaba el shamizen, se lo había enseñado Hiyori cuando todavía trabajaba de oiran bajo el nombre de Komurasaki. Pensaba en su padre, ejecutado por el shogun delante de sus narices… lo extrañaba… pero como le había dicho Tenguyama Hitetsu, Yasuie se había sacrificado para poder iniciar el levantamiento contra el shogun y poner a la legítima dinastía del sogunato de Wano, los Kozuki. Y ella como su hija, debía estar orgullosa de él. Sin embargo, ahora que su padre había fallecido y Hiyori volvería al palacio, ella pensó que quedaría desamparada… suerte que Hiyori le dijo que podría vivir en palacio con ella; su hermano y los Vainas Rojas estaban de acuerdo.
….
Tama estaba disfrutando de los manjares de la capital. Llevaba toda su vida pasando hambre y racionando la poca comida que tenía… y ahora ya no tendría que preocuparse por eso nunca más… El hermano mayor Luffy cumplió su promesa de que podría comer todo lo que ella quisiera…
Vio a Shinobu escuchando la música que tocaba Hiyori… había algo que tenía que pedirle…
…..
Shinobu escuchaba la música que tocaba la hija de su antiguo señor, pensando en todo lo que tuvo que pasar en Wano durante esos veinte años. Escondiéndose de Orochi, por ser del bando enemigo, ver morir a compañeros, a sus señores, pasar hambre…
Nunca fue una Vaina Roja, pese a estar al lado de Oden tantos años… sabía que a los demás no les importaría que fuera a brindar con ellos, pero quería estar un rato a solas. Lo necesitaba… se uniría después.
— Shinobu. — se le acercó Tama dudosa.
— Tama, ¿a qué viene esa cara? ¿Ocurre algo?
— No, nada malo. Estoy muy feliz… solo quería pedirte que me entrenaras para ser una kunoichi… — agachó la mirada. — Mi sueño es ser una kunoichi… y tú serviste al daimyo Oden… y ayudaste a derrotar a Kaido y a Orochi…
— Bien, la primera norma de las kunoichi es que siempre debes mostrarte segura de ti misma y hablar claro. ¿Cómo pediría una verdadera kunoichi que la entrenaran?
La niña captó la indirecta. Tomó aire y exclamó.
— ¡Shinobu! ¡Quiero que me entrenes para ser una kunoichi!
— Bien. — sonrió. — El shogun Momonosuke necesitará una valiente kunoichi como tú.
— ¡Sí! ¡Gracias, Shinobu! — Tama sonrió, inclinó la cabeza en señal de agradecimiento y despedida y corrió a comer más dulces.
…..
— ¡CAAAAAAAARNEEEEEEEE! — gritaba Luffy corriendo de un puesto de comida a otro acompañado de Yamato y Chopper.
— ¡CAAAAAARNEEEEEE! — gritaba Yamato.
— ¡DUUUULCEEEEES! — gritaba el renito.
Zoro, Nami y Jinbe bebían y compartían sake, Franky bebía cola mientras Usopp comía comida tradicional de Wano, Brook tocaba su guitarra para animar una parte de la fiesta y aprender canciones tradicionales del país; Sanji, el cocinero de los Sombrero de Paja, estaba preguntando por recetas locales.
La única que no estaba presente era Nico Robin, la arqueóloga de la tripulación, quien había entrado en los sótanos del palacio para leer el Ponegliph que vio antes de la guerra de Onigashima.
Law también se dirigió hacia el palacio, dejando a sus subordinados celebrar la fiesta. También quería investigar sobre el Siglo Vacío y el significado de la D, tal como le habló Corazón cuando él era un niño.
…..
En ese momento, Luffy, Zoro; Sanji y Jinbe notaron una presencia peligrosa.
Momo, Yamato y los Vainas Rojas también y fueron a defender a su país.
Hiyori vio la cara de su hermano y notó que algo malo pasaba; pero si ella le seguía, la gente del pueblo notaría que algo malo estaba pasando y no se lo merecían después de veinte años de sufrimiento. Siguió tocando como si nada.
Usopp también notó que una fuerte presencia se acercaba. Vio que su capitán y sus tres compañeros más fuertes se iban… él decidió quedarse en la fiesta… ni siquiera había podido vencer a un Tobiroppo, como para enfrentarse a esa persona, fuera quien fuera. Sentía que los dos años que había estado entrenando no eran suficientes… que no estaba a la altura… que nunca lo estaría… De repente, notó que le faltaba el aire… se llevó la mano al pecho… sabía lo que se venía… un ataque de pánico… salió de la ciudad a un lugar más tranquilo para calmarse.
….
Luffy veía con calma como Momo se enfrentaba al almirante para proteger a su país y como lo mandó a volar a la costa de la isla.
Ahí todos notaron un terrible haki del rey que hizo desistir al almirante de seguir atacando.
Mientras, Zoro, Sanji y Jinbe se preguntaban de quién era ese haki, Luffy sonrió. Sabía de quién era. Shanks. Su modelo a seguir como pirata y amigo. Todavía le quedaba mucho para estar al nivel de Shanks, pero cada vez estaba más cerca.
Cuando los Vainas Rojas regresaron a la Capital, fueron directamente al palacio, para que nadie se alarmara de ver a los siervos de su fallecido señor heridos.
Los Sombrero de Paja volvieron a la fiesta. Pero Luffy se desvió. Tenía un objetivo. Quería contarle a Usopp que la tripulación de Shanks el Pelirrojo había estado muy cerca de ellos. No sabía si Yasopp seguiría con Shanks después de doce años, pero conociéndolos… seguro que sí. Usopp merecía saber que su padre había estado muy cerca de él…
Pero, ¿cómo encontraría a Usopp? Había mucha gente y la Capital de las Flores era muy grande…
Estiró los brazos para alcanzar un sitio alto y empezó a buscarle…
…
Usopp estaba sentado en unas ruinas cercanas a la Capital de las Flores con las manos en el pecho intentando calmar su respiración.
— ¡USOOOOPP! — Luffy estiró los brazos hasta las ruinas donde estaba su amigo y se proyectó hacia allí.
El francotirador se giró con los ojos llorosos a donde estaba Luffy, quien entendió enseguida lo que pasaba.
— Usopp, dame las manos. — cuando Luffy supo que Usopp tenía ataques de pánico, le pidió a Chopper que le enseñara como detenerlos. — ¿Notas mis dedos? Son de goma. Estíralos.
Usopp jugó con los dedos de Luffy, al estar concentrado en los dedos, su respiración se fue calmando al poco de unos minutos.
Después de estar unos minutos comprobando su respiración, Luffy le dijo:
— Tenemos que avisar a Chopper. — el médico llevaba un recuento de los ataques de pánico que había tenido Usopp.
El francotirador estaba cabizbajo, avergonzado de su reacción y de su debilidad.
Luffy se dio cuenta de que algo le pasaba.
— Usopp, ¿qué ocurre? ¿En qué piensas?
El chico estaba concentrado mirando sus dedos.
— Sabes qué, la tripulación de Shanks estaba en las costas de Wano, seguro que Yasopp estaba con ellos. — le sonrió Luffy.
Esa vez sí, Usopp miró a su capitán. Sabía que Luffy había intentado animarle. Sabía que Usopp admiraba a su padre, lo consideraba un modelo a seguir como pirata y guerrero por su valentía.
— Menos mal que no han entrado en Wano… Así mi padre no habría tenido que ver lo inútil que es su hijo… — Usopp sonrió para no llorar.
— ¿A qué te refieres? — preguntó Luffy perdiendo su sonrisa.
— Soy un inútil… ni siquiera he podido vencer a Page One… mis ataques más poderosos no le hacían absolutamente nada… de no haber sido porque apareció Big Mom… es… como si estos dos años de entrenamiento no hubieran servido de nada… joder… soy tan débil… tan inútil…
Luffy estuvo escuchando en silencio, pero muy serio. Se levantó y le soltó un puñetazo en la cara.
Usopp cayó al suelo, sorprendido… Luffy nunca le había golpeado para lastimarle… solo cuando él le desafió… pero incluso cuando jugaban en el Sunny, Luffy iba con cuidado de no hacerle daño; pero aquí había tenido la intención de lastimarle.
Se llevó los dedos a los labios y la nariz… le habían salido sangre… tenía una herida en el rostro.
Antes de que pudiera hablar, Luffy lo agarró del kimono y lo estampó contra la pared.
— ¡¿ERES IDIOTA?! ¡¿QUIÉN HABRÍA PROTEGIDO A TAMA JUNTO A NAMI MIENTRAS YO ESTABA LUCHANDO CON KAIDO Y BIG MOM?! ¡PARA QUE YO ME HUBIERA PODIDO ENFRENTAR A KAIDO Y BIG MOM NECESITABA QUITARME A LOS PLEASURES Y GIFTERS DE EN MEDIO! ¡Y ESO ES LO QUE HICISTE TÚ!
— Pero… Luffy… — a Usopp le daba miedo abrir la boca cuando Luffy estaba enfadado, el Luffy sonriente y el Luffy furioso eran dos personas completamente diferentes. — ¿no me has oído? No pude hacer nada contra un Tobiroppo…
— ¿Y? Otro se habría encargado de ellos, mientras tú hacías otra cosa.
— Pero, mis ataques más poderosos no le hacían nada…
— En el Sunny te tocará entrenar y pensar ataques nuevos. Eres muy creativo, algo se te ocurrirá.
Usopp se sonrojó por el cumplido.
— Y sobre los dos años de entrenamiento, eres más fuerte que hace dos años en Sabaody, ¿verdad?
— Sí, pero…
— Entonces, sí que sirvieron de algo. De todas maneras, ya lo hablamos una vez... Hay distintos tipos de fuerza... No hace falta que rompas una montaña de un cabezazo, eso ya lo haré yo.
— Lo sé. — Usopp sonrió. — Yo dispararía a esa montaña.
— Exacto. Y ya puedes volverte más fuerte, porque no quiero a otro francotirador en la tripulación que no seas tú.
El chico de la nariz larga asintió.
— ¿Has dicho que los Piratas del Pelirrojo han estado en la costa de Wano?
Entonces, Luffy le explicó la lucha de Momo contra el nuevo almirante y el haki de Shanks. Que no sabía si Yasopp seguiría en la tripulación, pero que era lo más probable.
— Usopp, ¿volvemos a la fiesta? — le preguntó Luffy sonriente.
— Claro.
Ambos se levantaron y volvieron a la fiesta.
…..
— ¡Usopp! ¡¿Y ese golpe en la cara?! — chilló Chopper.
El francotirador iba a soltar una mentira, pero Luffy no le dio tiempo.
— He sido yo. Usopp decía tonterías. — contestó el capitán de los Sombrero de Paja tan tranquilo.
— ¡Luffy! — chilló Chopper sorprendido y alarmado.
— Tranquilo, Chopper, ya está arreglado. — le tranquilizó Usopp.
Usopp le contó a Chopper sobre su ataque de pánico mientras el médico tomaba notas. Luffy fue a llevarles algo de comida y bebida.
Cuando llegó, Chopper había curado las heridas de Usopp de su cara y los tres se sentaron.
— Oh, estáis aquí. — Zoro, Nami y Jinbe se sentaron con ellos y siguieron bebiendo.
— Os hemos visto aquí y hemos decidido traer más comida. — dijeron Sanji y Brook.
— Yo traigo cola. La bebida más… ¡SÚPER! — exclamó Franky.
— Que sitio tan relajante… — la última en llegar fue Robin.
Los diez tripulantes de la Banda del Sombrero de Paja miraron juntos la fiesta que seguía en la Capital de las Flores.
Hacía tiempo que tenía ganas de escribir esta escena con Luffy y Usopp; y esta ha sido la ocasión perfecta. Además, me gusta mucho ese dúo. Luffy es positivo y Usopp, negativo; Luffy es fuerte físicamente, pero Usopp usa su inteligencia en el combate. Creo que se complementan muy bien. ¿Vosotros qué pensáis?
No sabía que existía el headcanon de que Usopp tiene ataques de pánico hasta que empecé a leer fanfics del personaje. Y me encaja totalmente con él.
Esperemos que Usopp consiga brillar como personaje en los próximos arcos.
Hasta la próxima
