Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.
Resumen: Secuela de pérdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se casó con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida! ¡Qué león tan morboso y masoquista! ¿Qué hago resolviendo sus problemas?
Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer; excepto Hannah James, Danielle James, Charles Taylor y todos los personajes del universo de Hannah.
Advertencia 2: Algunas frases originales del libro Amanecer aparecerán en la historia.
Parte XLV
Inspirado en Despiértame cuando termine septiembre – Green Day
El hecho de que Charles vampiro estuviera merodeando alrededor de la casa del jefe Swan no era una buena noticia para nadie. Desde esa mañana que había observado sus ojos furiosos, quizás por la escena de la cama con Jacob, las cosas no habían mejorado un ápice, tenía un monitoreo constante por parte de la manada como por los Cullen.
Era simplemente grandioso, no podía hacer nada y me sentía como Rapunzel en su torre. Estaba tratando de persuadir que me permitieran ir alguna parte en la cual no causara tantos problemas, pero ninguno quería entrar en razón y la llegada de los Vulturis en menos de un parpadeo, no ayudaba en mucho.
Bella había llevado a cabo la reunión con el abogado y ahora tenía los papeles tanto para Nessie como Jacob; por lo poco que pudimos comunicarnos, el plan seguía en pie y no podía moverme de mi sitio a menos de que mi vida corriera riesgo y ¿Charlie?, bueno se pasaba gran parte del día en la jefatura de policía, solo iba trabajar tranquilo, cuando vio a la manada de Jacob resguardando la casa.
- Debe ser frustrante lo que está pasando -comento Leah haciéndome compañía en la cocina mientras preparaba el almuerzo-. ¿Qué piensas hacer con el chico?
Lanzando un suspiro de frustración, no podía mover un dedo sin que nadie hiciera un intento por detenerme.
- Por ahora nada -conteste esperando mientras terminaba la cocción-. Debe tener muchas preguntas, pero ya vez, no puedo moverme; Tendría que salir con toda la manada encima y no me dejarían ni siquiera echar un vistazo.
-Es peligroso -dijo Leah mirándome como si estuviera loca-. Corre de manera veloz, me di en apuros para alcanzarlo, ni siquiera los de la Push pudieron hacerlo.
Ese era Charles en su vida humana, era muy rápido en la cancha de fútbol, tanto que había ganado una beca para la universidad de Chicago y ser parte de su equipo. Aquello me había traído un par de sinsabores, cuando sus fanáticos se quisieron pasar de la raya, estuvimos a punto de terminar nuestra relación por ese aspecto.
-Debes quererlo mucho -dejo caer Leah con curiosidad.
- Es el único que me mira más allá de mi rebeldía -dije soltando otro suspiro-. Tuvo que hacer muchas cosas para lograr que lo aceptará, lo odiaba un poco al principio.
- ¿Entonces cuando cambias de opinión? -pregunto la chica interesada por la historia
Solté un amago de risa, mis recuerdos se transportaron a la secundaria de East Side… pasaron muchas cosas para que Charles pudiera tener siquiera un buen pensamiento de mi parte, siempre vio en él todo lo típico y cliché de la juventud en nuestro país, un típico deportista cuya novia era la capitana de porristas, una chica malcriada que había hecho de la vida de las mujeres en esa escuela un auténtico infierno.
- Cuando herí sus sentimientos -proseguí cruzándome de brazos-. Desenmascare a su novia y eso golpeo un poco la confianza que tenía en las mujeres. Luego entendí que no era el típico chico deportista, en verdad estaba enamorado de mí, solo que no sabía cómo llamar mi atención.
- Entonces… todo este tiempo -se cuestionó Leah mirándome perpleja-, Jacob… ¿sabía tu relación tan profunda con este chico?
Asentí la cabeza un poco dudosa, nunca engañé a Jacob acerca de mis sentimientos, era el chico quien no entendía que en el corazón no se puede mandar.
- Pero ahora está mucho mejor -sigue poniendo atención a la comida-. ¿Cómo estás con la boda de Sam?
- Aun lo echo de menos -se sinceró la chica apoyándose en la encimera-. Me continuo preguntando por que no fui yo la escogida y luego recuerdo cuando me dijiste que te alegrabas de que no tuviera esas cicatrices, entonces comprendo que todo tiene una razón… así que los apoyare, no tengo otra alternativa, no es como si pudiera cambiar los hechos.
Esas palabras me golpearon… no tenía otra alternativa en esta historia y no podía cambiar los hechos de esta historia, nadie iba a salir de esta historia más que yo misma, porque así debía ser.
- ¿Ya terminaste con tus memorias? -pregunto Leah echando un vago vistazo a través de las ventanas, como si esperase una visita indeseable.
-El día de ayer -conteste apagando el fuego de la cocina-. Debo pedirte un favor grande Leah. No sabemos que pueda ocurrir en el futuro… es muy posible que haya bajas en esta incursión contra los Cullen…
- ¡No! -salto Leah mirándome con un terror asomándose en sus ojos-. Es su pelea, no la tuya…
-Se que no voy a estar ahí -dije tratando de calmar a Leah-, pero ellos no perdonan y su jefe máximo sabe que existe, que conozco sus secretos y si ellos no están, vendrán tras de mi…
-Te protegeremos -dijo Leah sin pensarlo-. Charlie y tu pueden venir a la reserva…
-Eso no será suficiente -mencione paseándome para poder retomar de nuevo lo que iba a decir-. Entonces serán ustedes los afectados y no me lo perdonaré nunca, así soy de protectora Leah. Solo quiero que cuando eso pase, lleves mis memorias a los Cullen o lo que queda de ellos…
Mi voz se quebró al decir eso… solo esperaba no haber modificado en algo sobre la batalla final y el escenario fuera diferente al esperado, eso no iba a ocurrir, no podía ocurrir, solo yo debía morir para regresar a mi mundo y realidad.
- Promételo Leah -dije mirando a la chica que me observaba como si estuviera pidiendo que me matara en ese instante-. Solo así estará tranquilo, cuando no pueda ayudarte.
Leah negó con la cabeza aturdida, ella no concebía un escenario como ese. Espera hasta que esté tranquila, la mire de nuevo y prácticamente le suplique con mis ojos que accediera a mi pedido.
- Esta bien -accedió a mi petición-. Les llevare lo que pidas, solo déjalas en un lugar visible.
Después de esto dio media vuelta y salió hacía la parte trasera de la propiedad, necesitaba tiempo para sosegarse, asimilar el favor que le estaba pidiendo, así como aceptar que inevitablemente debía salir de Forks después de la batalla con los vampiros.
Pasaron dos días desde mi petición a Leah. Charles se había esfumado de pronto, así como había aparecido, me tenía intranquila ese proceder. Desde hace tiempo estaba barajando la posibilidad de que los Vulturis tuvieran que ver sobre este asunto y de solo pensarlo, quizás Caroline no estuviera viva o quizás fue un rehén para que Charles cumpliera sus deseos.
Respire profundamente y deje salir el aire lentamente, mire de soslayo el calendario que había en la sala de los Swan, era el día señalado para la derrota parcial de los Vulturis frente a los Cullen, el día estaba un poco soleado y muy posiblemente ya todos Estaban en posición de defensa frente a los italianos que deseaban ferviente quedarse con Alice y Edward, pero eso no sucedería hoy y quizás no tuvieran otra oportunidad en muchos años.
Devolví la mirada a mi atuendo, no por que quisiera ser dramático en mi despedida de este mundo, solo quería cerciorarme que mi muerte no fuera por el frío del ambiente, así que tenía algunas capas debajo del abrigo que Alice en algún momento adquirió en mi estadía, los guantes estaban en su lugar, al igual que el gorro para el frío y los lobos de la manada de Jacob Black se habían marchado esta mañana, por lo cual tenía despejado el camino para irme.
Baje rauda los escalones que me separaban del auto que me habían provisto para escapar de los olores de los vampiros, pase la llave un poco nervioso pensando que alguien podría detenerme de esta escapada, solo rezaba a mis adentros para que ningún lobo rezagado estuviera vigilando mis pasos. Después de unos cuantos intentos, el auto arrancanco con un destino que quizás ningún protagonista de una historia como la mía quisiera y menos Amanda Price que se había quedado con el señor Darcy para siempre en un mundo al que no pertenece.
Antes de encontrarme con mi destino, di un pequeño paseo por Forks y estaba como la recordaba en mi primera llegada a este pueblo, la secundaria no había cambiado ni un poco, la tienda de los Newton estaba cerrada y los pocos establecimientos que me encontré en mi recorrido seguían como si el tiempo no les pasara, procure no tomar rumbo a la jefatura y despedirme de Charlie, sería muy duro hacer ya estas alturas no quería cambiar de decisión.
Luego de unos minutos de vagar por el poblado, me enrute hacía la casa de los Cullen despacio y sin ninguna prisa, si quizás Charles seguía mis pasos debía estar tras el auto en todo mi recorrido, pero en ningún momento vi al vampiro en el camino. , o solo era mis paranoias que se habían desarrollado a lo largo de esta historia.
El camino que era verde y tupido en el verano, ahora se encontraba solitario y nevado, su camino diáfano además de blanco era propicio para que se rodara una película de suspenso, no se escuchaba absolutamente nada más a parte de las ruedas del carro en el que me transportaba, para los miedosos de caminos como estos era para morirse si se escuchaba otro sonido diferente, para mi era como si algo estuviera marchando mal, no era lo que estaba planeado.
Unos días antes, Bella me había mandado un texto críptico, como los tantos que habíamos intercambiado tras la reunión con el abogado, en el me pedía reunirme con Jacob y Nessie en casa, para darle pista de posibles rutas en las que podía huir en caso de que las cosas no salieran como estaban en el guion, así que de modo me encontraba camino a la dicha reunión que nunca se llevaría a cabo, ya que, ellos ganarían esta partida.
Antes de llegar a mi destino, una figura aterrizo en medio de la nada, haciendo que mis reflejos apretaran en modo automático el freno del inestable coche, bueno al menos para mi lo era, Jacob discutiría que era tan seguro como andar en un avión entre las nubes. Nunca admitiría que necesitaba un buen ajuste, de modo que, los frenos no tendrían por qué chirriar de aquella manera tan agonizante.
Una vez que el paisaje delante dejo de estar borroso por la nieve que se había levantado por el frenazo, pude observar el desconocido que estaba impidiendo seguir mi camino. Era tal cual, Leah había descrito en Navidad. Charles estaba tan alto como un asta de bandera, su cuerpo atlético tenia una pose despreocupada, su copete rubio estaba de lado dándole un aspecto de un modelo de comercial, su aspecto físico era tan similar de cuando estábamos en la secundaria y me recordaba los días. en que solía odiarlo.
Su vestimenta estaba pulcra, como si no hubiera estado persiguiendo a su presa, traía una chaqueta negra sobre otro conjunto de ropa negra, como si formara parte de algún grupo gótico, solo le faltaba unas gafas oscuras y pareciera como si una barbie gótica lo vistiera. para hacer juego consigo misma, eso hacía preguntarme si la Sally de este mundo fue quien se convirtió en Charles, ya que esto, me recordaba a mis amigas acusando a ese par de ser la Barbie y el Ken del instituto de Eastside.
Sus pasos y controlados se acercaron lento a poco hacía el auto, mis manos temblaron un poco debido a la desventaja con la que contaba esta vez, no sabía que querría de mí. ¿Convertirme? ¿Pedir ayuda? ¿Jugar conmigo? O quizás ¿Matarme?; antes de que pudiese preguntar algo de aquello, baje del auto en un impulso estúpido como solía llamarlo Edward, no tenía armas y no se hasta que punto Charles era bueno en esta historia.
El vampiro se detuvo a unos cuantos palmos de mi para observarme, tenía los ojos rojos como Bella, lo que indicaba su conversión hace muy poco, muy probable en la visión que Alice tuvo hace un tiempo, era un neófito con pensamiento, como quizás lo Fue Jasper en sus primeros años con María o como en la película del segundo libro, donde Riley hacía todo lo que Victoria pedía para complacerla.
Mi respiración era el único ruido que se escuchaba, se volvía un poco inestable a medida que Charles acercaba sus pasos, no era un simulacro, era real lo que estaba ocurriendo, Charle había venido a mí, instigado por alguien que quería verme muerta y que solo espero el momento exacto donde no hubiera guardianes a mi alrededor.
- ¿Qué quieres? -solté con un tono brusco debido al miedo que me poseía en ese momento.
Mi corazón latió con más fuerza, al observar que Charles se movió tan rápido y termino a un palmo de nariz de mi rostro, esos ojos rojos eran iguales a los de mi pesadilla y como en el pasado, sabía que estos hechos ocurrirían, solo esperaba. que Alec apareciera y suprimiera todo el dolor que su hermana causaría por su venganza a medias contra los Cullen.
- Te he encontrado -susurro Charles con una sonrisa-. Estarás conmigo por toda la eternidad.
Hola a todos... espero que estén disfrutando de las fiestas al lado de sus seres queridos, si bien prometí que en diciembre acabaría esta historia, solo espero que enero pueda hacerlo, solo falta un capitulo desde el punto de vista de Hannah, otro desde el punto de vista de Edward y las dos partes del epilogo.
Charles encontró a Hannah... ¿Qué ocurrirá?
;) Hasta una próxima actualización.
