Buenas.

Antes de que se termine el año, les traigo este nuevo capítulo que también es el inicio de un nuevo arco. Ahora sí empecemos.

(Advertencia: La siguiente historia puede no ser apta para todo público. Por lo que se recomienda discreción... o nó eso ya depende de cada uno. XD)


Danmachi X Queen's Blade: El Resurgir de los Héroes

Capítulo 6

-Posada en un pueblo de paso - temprano en la mañana - días después-

Oficialmente han pasado dos semanas desde que la Familia Hestia se formó y casi seis días desde que enfrentaron a Diomedes en la Mansión Barthon.

Durante ese tiempo consiguieron que Izumi, Melpha y Nowa se unieran a la Familia siendo decisivo sus aportes en la batalla contra el malvado rubio.

Tras un largo tiempo viajando se encuentran descansando en una posada consiguiendo dos habitaciones.

Una siendo ocupada por las nuevas integrantes mientras la otra…

-Mm… ¿Ya es de día?

Pregunto Bell que tenía la intención de levantarse pero…

-¿Hum…? No puedo moverme…

Entonces ve abajo en su cuerpo como Hestia, Leina y Nanael quienes visten camisones durmiendo cómodamente acurrucadas a él.

-¿Eh? ¿Eh…?

Pero se da cuenta de algo importante.

-No traigo camiseta.

Dormí con el pecho expuesto y podía sentir las buenas figuras de las tres féminas de su Familia.

-"¡Tranquilo Bell! ¡Tienes que controlarte, piensa en otra cosa! ¡Piensa en hielo o en el campo, sí el campo! ¡Duerme un poco más y sueña con el campo!"

Cerró los ojos para dormirse y soñar con su vida en el campo, el levantarse cada mañana a preparar la tierra, plantar los vegetales para que cuando estén listos para cosechar.

Su abuelo le enseñó cómo cultivarlos y hasta le dio consejos para que estos crezcan bien, incluso le dijo que podría enseñarle a su hijos cuando él los tenga.

Esto último hizo que Bell se formará una imagen de él mismo ya de adulto mientras le enseña a un chico y una chica mellizos de cabello blanco con el chico teniendo ojo rojos y la chica ojos azules, una semi ángel que tiene un ala artifical cabello azul con puntas blancas mientras su ojo derecho es de color rojo y el izquierdo es de color verde, y una niña de cabello blanco con ojos azul que desprende un aura semi divina.

Los cuatro eran sus hijos y pronto son llamados por las madres de estos que son Leina, Nanael y Hestia.

Al acercarse ellas le sonríen y las besa a cada una antes de que todos se fueran a casa.

-"Abuelo… ¿Qué fue lo que me enseñaste?"

Bell volvió a despertar y empezó a cuestionar las enseñanzas del hombre que lo crió desde que tiene memoria, por lo que acaba de visualizar era un futuro al lado de las tres féminas que estaban durmiendo sobre él.

Y lo que más le avergüenza es que le gustó lo que vio.

Su línea de pensamiento fue interrumpida cuando sintió como Leina empezó a moverse.

-*Mm…* …¿Ya amaneció?

Pregunto la rubia mientras abría los ojos.

Al frotarlos un poco sus ojos ve que su compañero ya estaba despierto.

-Oh. Buenos días, Bell.

-B-Buenos días Leina.

El chico saludo al ver a su amiga sonreírle aunque estaba algo nervioso de los cerca que estaban uno del otro.

-¿Tuve un sueño un poco raro?

-¿Qué soñaste?

-Soñe como mi padre se revolcaba en su tumba…

-Eso suena muy morbido…

Dijo el joven mientras una gota de sudor bajó por su cabeza.

-Lo es y creo que decía algo sobre "el futuro de los Vance ha sido manchado por un plebeyo que trabaja en el campo".

-Eso es muy específico.

-Sí pero lo más raro es que vi a dos jóvenes, más bien mellizos, un chico y una chica, ambos tenían el cabello blanco pero el chico tenía ojos rojos y la chica ojos azules. Eran muy lindos, se llamaban Valiant y Seraphina.

-Ah…

Bell no sabía que decir, ya que Leina estaba hablando de los hijos que podrían tener en un futuro.

De alguna forma el sueño de su amiga estuvo en sintonía con lo que él sueño que tuvo y eso lo asustaba.

-Mariel… No te comas mis… Oh. Fue un sueño.

Nanael se despertó mientras hablaba en sueños.

-Ya están despiertos.

-Sí…

Dijo Bell mientras la ángel lo miraba.

-Puedo preguntar… ¿Quién es Mariel?

-Bueno… Esto sonara raro, pero realmente no conozco a alguien con ese nombre, sino más bien es esta semi ángel bastante parecida a mí que vi en mi sueño. Su ojo derecho es de color rojo y el izquierdo es de color verde, además de que las puntas de su cabello eran blancas.

-Aja…

Lo específico que fue en su descripción lo tuvo inquieto.

Ahora eran dos quienes estuvieron en sintonía con su sueño, y si tenía que adivinar…

-Mm… Elpis ve a lavarte las manos antes de comer…~

Hestia hablaba entre sueños antes de abrir los ojos.

-¿Ya es de día?

Se preguntó la pequeña deidad antes de ver cómo Bell, Leina y Nanael ya estaban despiertos.

-Buenos días. No creerán el sueño que tuve, vi a una linda niña de cabello blanco y ojos azules llamada Elpis que me llamaba mamá, lo más increíble es que ella era mitad deidad. Increíble. ¿No?

Contó la pelinegra sobre su sueño teniendo una sonrisa.

La expresión en el rostro de Bell se volvió más nerviosa tras escuchar los sueños de las chicas, aunque lo que más lo alteraba era que estas sabían los nombres de los que podrían ser sus hijos en un posible futuro próximo.

-Bell. ¿Estás bien?

La diosa del hogar noto su estado e hizo que las otras dos lo vieran lo que lo pone todavía más nervioso.

-Estas sudando mucho.

Dijo la guerrera de cabellera rubia.

-Sí, como si supieras algo que nosotras no…

Comentó la ángel viéndolo con sospecha.

Las miradas solo lo ponen cada vez más incómodo.

-Bell. ¿Cómo fue tu sueño?

-¡¿Po-Por qué lo preguntas?!

Ahora si estaba alterado.

-Por nada. Nosotras compartimos nuestro sueño contigo, por lo que te toca a ti contar el tuyo.

Nanael tiene una sonrisita medio picara al decir eso.

-Cierto. Aún no nos dices cómo fue tu sueño.

-Yo te dije como fue mi sueño. Ahora cuenta el tuyo.

Hestia y Leina tenían curiosidad por saberlo.

-¡Bu-Bueno…!

El joven de cabellera blanca no sabía cómo salir de esta situación.

¡Tock! ¡Tock! ¡Tock!

-Diosa Hestia. ¿Está despierta? El desayuno ya está listo.

Hablo Melpha detrás de la puerta.

En ese momento Bell sintió que estaba salvado.

-Esperen un minuto que ya vamos.

-Muy bien. Les avisaré a Izumi y Nowa.

Y allí se fue su salvación.

-Muy bien, Bell. Ya puedes hablar.

-Y que sea rápido que tenemos hambre.

Fueron las palabras de Leina y Nanael.

-S-Sí…

Viéndose resignado Bell tuvo que contar su sueño, pero se le ocurrió contar el primer sueño que tuvo pero como no lo recordaba tuvo que inventarse que soño el ser una comadreja albina.

Pero ellas no se vieron convencidas, mentir no era su fuerte, por lo resignado dijo la verdad y al terminar las chicas estaban sonrojadas intentando verse normales al sonreír.

-S-Supongo que este es uno de esos raros casos donde por dormir en la misma cama todos soñamos lo mismo.

Dijo Hestia tratando de sonar normal.

-Debe ser eso. Recuerdo como mi Elina decía que cuando dormíamos juntas compartimos el mismo sueño.

Hablo Leina al recordar dicha anécdota aunque ella no le creía eso a su hermana.

-Bueno. ¿Quién tiene hambre?

Pregunto Nanael en un intento de cambiar el tema.

Cosa que funcionó pues Hestia y Leina le siguieron el juego, por lo que las tres salen rápidamente dejando a Bell solo en la cama.

¡Puff!

-¡Deben pensar que son un raro…! ¡Mhm-hmm-hmm!~

Se tira sobre la cama muy avergonzado y se cubre la cara con la almohada para llorar en silencio.

Este debe ser el momento más vergonzoso de su vida.

Tras desahogarse se levantó de la cama y se arregló un poco para ir a desayunar con las chicas.

El ambiente mientras todos comían era algo tenso, pero más para el único chico en la Familia, puesto que Hestia, Leina y Nanael trataban de no verlo mucho lo cual le hacía sentir mal.

-Ejem.

Izumi fingió una tos falsa para obtener la atención de todos.

-Bueno. Hay algo que debemos atender y es en cuestión a donde vamos a ir.

Las palabras de la samurai eran claras.

Por el momento estaban viajando sin un rumbo fijo, lo cual no era malo en sí pero no pueden estar como trotamundos, pues con ello están las cuestiones del dinero, los alimentos entre otras cosas.

-Eso es cierto…

-No lo habíamos pensado hasta ahora.

Tanto Leina como Bell se dieron cuenta de eso.

Si bien tienen una idea de a dónde ir, quizás no sea el momento indicado para ir.

-¿Y si vamos a la Ciudad Libre de Sheldan?

Melpha dio su sugerencia.

-¿La Ciudad Libre de Sheldan?

Pregunto Nowa de forma curiosa.

-La ciudad conocida como un importante centro de comercio y tráfico, fue construida sobre las ruinas de la antigüedad, los pasajes de agua subterráneos están presentes en todas partes. Su especialidad es su platillo de cangrejo.

Explico la Sacerdotisa.

-Suena a un lugar muy importante.

Comentó Hestia mostrando cierto interés en ese lugar

-Lo es, y cómo está cerca de un lago que conecta con el gran río que atraviesa el continente puede llevarnos a casi a cualquier lado.

Agregó Melpha.

-Pero… Lo último que escuche de esa ciudad es que aunque esté bien protegida han sido atacados por piratas en los últimos años.

Comentó Leina al recordar lo que había escuchado de Sheldan desde que salió del Territorio Vance.

-¿Piratas?

-Son como bandidos que van en grandes barcos por las aguas.

Respondió la chica rubia al cuestionamiento de la semi elfa.

-Osea que son malos.

-La mayor parte del tiempo, hay algunos que son buenos.

-No lo entiendo.

-Piensa que a quien le roban es alguien malo como Diomedes.

Le dio un ejemplo.

-Oh… Entonces también pueden ser buenos.

-Depende mucho de la situación que los llevó a convertirse en piratas.

-Podemos debatir la moralidad de los bandidos y piratas en otra ocasión. ¿Vamos a ir a esa ciudad de Sheldan? ¿Sí o no?

Izumi impaciente quería saber cual iba a ser su próximo destino.

-¿Y qué tan lejos está esa ciudad?

-A unos cuatro días de camino a pie.

Respondió Melpha a la pregunta de Hestia.

Se veía como un largo camino pero no es como que no puedan ir por sus propios medios.

-¿Qué dices Bell?

-¿Yo?

-Sí. Tú fuiste el primero a quien le di mi Falna por ello eres el capitán de esta Familia.

Explicó Hestia.

Todas las mujeres de la Familia se le quedaron viendo, lo cual le hace sentirse nervioso.

-"Supongo que ahora soy el hombre de esta Familia… No pensé que fuera a llegar tan lejos…"

Era su línea de pensamiento.

Si bien quería convertirse en un aventurero, su visión de ello era más a formar parte de la Familia de un deidad ya establecida, pero conoció a Hestia quien recién había llegado al Gekai, combatió con Goblins al lado Leina, fueron perseguido por Orcs y salvados por Nanael, con las tres formaron la Familia Hestia, conoció y enfrentó dos veces a Izumi que se integró a la Familia junto a Melpha, llegaron la Mansión Barthon, conocieron y se aliaron con Nowa, también se aliaron con Johan y sus compañeros, descubrieron todo un complot contra estos, se infiltraron en la Mansión Barthon enfrentó a un Minotauro controlado por Diomedes, liberó a Leina del control mental, enfrentaron y acabaron con Diomedes.

¡Todo eso lo hizo en una semana! y todavía no puede creer que eso pasó hace ya seis días atrás.

-"Bien Bell, no puedes hacerlas esperar, el abuelo dijo que eso está mal".

El muchacho supo que debía dar su respuesta y mejor que sea honesta.

-Quisiera ir a Sheldan. Si bien no me agrada los ataques piratas no es seguro que sea algo que ocurra todo el tiempo, con suerte llegamos en un momento de tranquilidad y tal vez podamos viajar en barco.

Dijo Bell.

-A mí tampoco me gustan los ataques piratas pero como está cerca de esa ciudad es nuestra mejor opción a ir por ahí sin rumbo fijo.

Dijo Hestia en concordancia con su primer dependiente.

-Como nos queda bastante dinero podemos conseguir las provisiones necesarias para el viaje a Sheldan.

Dijo Leina.

-Tengo curiosidad por probar ese platillo de cangrejo.

Nanael fue honesta con sus pensamientos.

-¡Si las personas que viven en Sheldan están en problemas, Nowa los ayudará!

Declaró la semielfa con gran ánimo.

-Si así va a ser la cosa, entonces la gran Maestra del Estilo del Dios de la Guerra prestara su fuerza.

Izumi infla su pecho con orgullo.

-Supongo que pueda dar la palabra de Dios a las buenas personas de Sheldan.

Melpha le ve el lado positivo a esto.

Con ello la Familia Hestia tenía su próximo objetivo, la Ciudad Libre de Sheldan.

Por lo que luego de desayunar buscarán todo lo que necesitaran para el viaje de cuatro días.

Siendo Bell y Leina quienes irían al mercado a buscar algo de comida.

.

-Mercado - Horas después-

El par de jóvenes tenía una lista de alimentos que comprar para el viaje, más que nada los no perecederos, pues debían asegurarse de tener suficiente hasta poder llegar a Sheldan.

-Ya podemos tachar de la lista a los cereales. Ahora debemos conseguir galletas y frutos secos. También unas patatas no estarían mal así como otros tubérculos.

Dijo Bell mientras revisaba la lista.

-Se nota que sabes mucho de alimentos.

Comentó Leina mientras cargaba una bolsa con los cereales para el viaje.

-Recuerda que antes de ser aventurero era un granjero. Levantarme temprano apenas sale el sol y cosechar mi propia comida es parte de ello.

-Cierto. Me olvidé de ese detalle.

-Descuida. Incluso yo olvidé que lo era hace casi ya dos semanas.

Los dos se ríen por ello, estaban pasando un buen rato mientras hacen las compras.

-¡Oye, hermosa!

Pero el buen rato terminó cuando la voz de otro joven llegó a sus oídos.

En eso ven como un joven y sus dos amigos, algo mayores que ellos, se acercan con intenciones obvias.

-Debes ser nueva por aquí. Mi amigos y yo podemos darte un paseo.

El joven sonríe confiado ignorando completamente la presencia de Bell.

-No gracias, solo compraremos unas cosas antes de irnos. Así que no se preocupen.

La joven rubia le rechaza de forma cortés.

-Vamos linda, te divertirás más con nosotros que con ese niño. ¿Además no estás cansada de cargar esa bolsa?

-Ella ya dijo que no.

Bell se pone en frente del tipo que molesta a Leina.

-¡Tu ni te metas que solo eres un tonto!

El joven trata de empujar al peliblanco…

¡POw!

-¡Uahh!

…reacción Bell le propinó un golpe en la cara haciendo que caiga al suelo.

Se había movido más rápido de lo normal gracias a la última actualización de su Falna.

Debido a esto los amigos del joven lo toman y salen corriendo, aunque este último le amenaza de que se las va a pagar.

-Creo que actue mal.

-No creo, ese tipo era un creído y fue bastante grosero contigo.

-Ojalá hubiera podido resolver las cosas de otra forma.

Se apenó por lo que hizo.

La primera vez que reaccionó así fue contra aventureros de poca monta que intentaron ligar con Leina, Hestia y Nanael antes de insultarlas, pero ahora había golpeado a un civil ordinario por muy grosero que fuera.

Viendo el estado de su amigo, Leina piensa en una forma para que se le olvide el asunto y entonces se le ocurre una forma que hace que sus mejillas se pongan rojas.

-Bell, sígueme.

Antes de que pudiera preguntar su amiga lo toma de la mano y lo lleva hasta un callejón donde nadie pueda verlos.

-¿Qué hacemos aquí?

-Quería darte algo por tanto por salvarme y por cómo me defendiste de ese tipo.

-No es necesario, solo hice lo que creí que era correcto.

El peliblanco era muy modesto con sus acciones.

La rubia aprovechó que este cerró los ojos y acercó su rostro al de él.

¡Mua!~

-¡¿HMM?!

Leina le da un beso en los labios para sorpresa de Bell.

La bella joven rodea con sus brazos por los hombros al chico en un abrazo, quien aún estaba sorprendido.

-"¡¿Qué debo hacer?! ¡¿Qué me dijo mi abuelo que haga en esta situación?!"

Pensó y al recordar al familiar que lo crió fue que solo llego a una posible conclusión…

Corresponder el beso mientras envuelve su brazos por la cintura de la chica.

Los dos jóvenes se estaban dando un beso largo hasta que se separaron al sentir la falta de aire.

-Hay esta mi gratitud…

Leina desvía la mirada sonrojada mientras Bell la mira igual de sonrojada pero asiente.

A sus ojos su amiga es una mujer hermosa y no podía negarlo.

Dejan de abrazarse para continuar con sus compras, aunque caminan más juntos que antes.

.

-Posada - 1 hora después-

Tras terminar sus compras Bell y Leina regresaron a la posada donde se estaban quedando con las demás.

Justo cuando llegan ven a Hestia hablando con una niña o más bien una Enana de orejas puntiagudas y que es más baja que ella, cabello rubio color arena peinado con rizos por detrás de su cabeza y ojos color azul. Lleva puesto un vestido blanco abullonado que se asemeja a un vestido de novia. La parte delantera de su vestido se abre por debajo de su cintura, dejando al descubierto sus bragas blancas y azules. Lleva guantelete de mano derecha y muslos blindados, su banda para el cabello ahora está adornada con flores, y su hacha de batalla ahora es blanca y también está adornada con flores.

-Entonces. ¿Quieres que te acompañemos a llegar a Sheldan?

-Así es, Diosa Hestia. Necesito compañía para llegar ya que en el camino hay bandidos, a cambio puedo darles un mantenimiento gratis a las armas de su dependiente.

Dijo la enana mientras tenía a su lado un saco con armas así como su equipo de herrera.

-Muy bien.

-Diosa.

Bell llama la atención de la pelinegra.

-Oh, Bell, Leina. Llegan justo a tiempo.

Hestia se alegra de verlos.

-Ella es Ymir, es una herrera ambulante.

-Gracias por la presentación Diosa Hestia. Y como ella dijo, mi nombre es Ymir y soy una herrería ambulante que vende sus armas.

Explicó la enana.

-Eso está muy bien pero disculpe mi atrevimiento. ¿De qué está hablando con mi diosa?

Preguntó Bell curioso.

-Descuida y respondiendo a tu pregunta, llegue a este pueblo mientras iba a Sheldan, pero últimamente han habido noticias de que hay bandido en el camino de ida. Iba a poner un anuncio para conseguir escolta esperando que alguien respondiera hasta que me encontré con la Diosa Hestia.

Hablo Ymir.

Si bien ella puede defenderse sola no está segura de que pueda con un gran número de estos a la vez por lo que no quiere correr el riesgo de ser robada entre otras cosas.

Cuando iba a poner el anuncio fue que se encontró con la Diosa del Hogar, al principio no se dio cuenta hasta que pudo sentir su aura divina, por lo que le habló y fue así como le contó de su situación así como hacer un trato antes de que llegaran los dos jóvenes.

-Estábamos haciendo un trato donde me acompañan hasta llegar a Sheldan y yo les doy un mantenimiento gratis a sus armas.

Explicó Ymir.

-Ya que lo mencionas, nuestras armas si necesitan mantenimiento.

Bell recuerda cómo combatió al Minotauro y como sus armas perdieron bastante filo.

-No suena a un mal trato la verdad.

Comentó Leina.

-También vendo armas por si les interesa.

La enana señala el saco con armas que lleva.

-Bueno, creo que ya sabemos a quién acudir si necesitamos nuevas armas.

-Soy una muy buena comerciante.

Ymir se mostró orgullosa ante el comentario de Bell.

-¿Les parece bien si cerramos el trato?

Preguntó Hestia a sus dos dependientes presentes.

-Por mí está bien.

-No hay problema.

Dando ambos jóvenes su aprobación la Diosa le estrecha su mano a la Enana cerrando así el trato en el que viajaran juntos hasta Sheldan.

Al rato le informaron al resto de las chicas.

Nowa se asombra de conocer a una enana, Melpha le saluda de buena manera mientras que Nanael la saluda con normalidad.

-Mi katana no necesita mantenimiento alguno. Está hecha para durar eternamente.

Izumi presume que su katana y la muestra, Ymir se la quita de las manos y empezó a examinarla.

-El mango está flojo, la guarda se desajusta y la hoja tiene hendiduras en el filo. ¿Qué intentas cortar con ella?

La Enana le da su honesta observación.

-Pues un minotauro.

-Esos monstruos son considerados de Nivel 2 y aunque tu arma es buena no está bien cuidada.

-¿Qué quieres decir?

-Que le daré mantenimiento.

-¡Oye, espera!

Ymir se va con la katana, Izumi trata de recuperar su arma pero Nanael la detiene con su telekinesis por lo que no puede hacer mucho más que resignarse y dejar que su arma sea la primera en recibir mantenimiento.

.

-Campo abierto - Horas de la tarde-

-¡Hahh!

¡WHOOSH!

¡CLINK! ¡CLANK! ¡CLINK!

Bell estaba entrenando con Nanael.

El chico sentía que necesitaba mejorar su técnica de combate y manejo de sus armas para así poder enfrentar no solo a los bandidos que puedan encontrar en el camino, sino también a cualquier enemigo que vayan a enfrentar.

-¡Enfócate!

¡FIWSHH!

Nanael mueve su Celestial Saber rápidamente.

¡CLINK!

-¡Uahh!

Bell consigue bloquear el ataque por muy poco aunque acaba retrocediendo.

Seguido a eso tuvo que agacharse para evitar un tajo cruzado a la derecha y contraatacar para solo que su tajo con la espada corta el cual fue bloqueado con cierta facilidad pero este lanza un corte ascendente con el cuchillo que el que aparte el Celestial Saber de Nanael.

-Buen movimiento.

-Gracias.

Bell respiraba bastante agitado.

-Creo que podemos dejarlo aquí por ahora.

La peli azul hace desaparecer su arma.

-¿Segura? Aun puedo continuar.

-Ya llevamos dos entrenando. Puedo entender que quieras hacerte más fuerte luego de lo que pasó en la mansión Barthon pero incluso necesitas descansar, de lo contrario no estarás en óptimas condiciones la próxima vez que te enfrentes a alguien.

-Supongo que es verdad.

El peliblanco se calma un poco.

Incluso cuando era un granjero su abuelo le dijo que era importante el descansar, pues de nada servía hacer más trabajo si no tienes la energía necesaria para ello.

Aunque esto le hizo generar una duda.

-Nanael.

-¿Sí?

-¿Los ángeles también necesitan descansar?

Si bien la había visto dormir o tomar siestas, tenía la duda si los ángeles también se llegan a cansar o era cosa de su compañera por su naturaleza holgazana.

-Sí le preguntas a cualquier otro ángel estos te dirán que no pero si nos llegamos a cansar con el tiempo y necesitamos de un descanso.

Dijo Nanael sin ocultar nada.

Ella vio como muchas personas en la Tierra tienen la idea de que los ángeles son seres perfectos que sirven a los dioses pero como con estos últimos los primeros también tienen sus comportamientos, muchos de estos son diligentes en su trabajo aunque Nanael no es el mejor ejemplo de ello.

Pero a todos los ángeles se les enseña a ser condescendientes con los habitantes de la Tierra, ya que estos son seres inferiores en varios aspectos, a veces se les puede olvidar que ellos también son seres con emociones y no hay ni uno solo que se parezca a otro a menos que sean gemelos pero hasta ellos tienen sus diferencias.

-Ya veo…

-Y hablando de ver. No me has agradecido todavía.

Se le acerca discretamente mientras lo mira de forma intensa.

-¿Agradecerte…?

Bell se pone nervioso al recibir esa mirada.

-¡¿Se te olvida la motivación que te di antes de la invasión a la mansión?!

Nanael se muestra molesta.

-¡¿M-Motivación?!

-¡Ya sabes… el beso que te di!

Al mencionar eso las mejillas de la ángel se tiñen de un rosa fuerte.

La cara del joven también se pone roja al recordar como su compañera alada le dio aquel beso, y por mucho que lo avergüence eso le dio la idea de como liberar a Leina del control de Diomedes.

-¡L-Lo recuerdo!

-Entonces… Debes agradecerme como se debe. ¿No crees?

Nanael pone sus manos sobre sus caderas mientras mira a Bell seriamente aunque con su mejillas coloradas se veía linda.

El joven de cabello blanco no estaba seguro de cómo podría agradecerle a su amiga por aquello y solo se le vino a la mente el agradecimiento de Leina mientras estaban de compras.

-O-Okey…

Sabe lo que tiene que hacer y solo espera que su "Castigo Celestial" no sea tan doloroso.

-Bien que te hayas dado cuenta-

Mua

Nanael fue tomada de sorpresa cuando Bell la beso en los labios sin avisar.

-"¿Eh…? ¡¿Eh?! ¡EHHHHHH!"

La peliazul gritaba mentalmente ante lo que puede considerar un atrevimiento a su persona, la cual se castiga con bastante violencia pero cuando recuerda que ella le había hecho lo mismo al chico.

-"Ah… Ya entiendo… Me está agradeciendo devolviéndome el beso… Muy bien…"

Fue su línea de pensamiento mientras hacía desaparecer su Celestial Saber que apareció de la nada y estaba apuntando a Bell por la espalda.

Nanael pone sus manos por encima de los hombros de Bell para acercarlo mientras le devuelve el beso a la vez que las manos del chico se posan la cintura de la ángel.

El beso duró unos segundos más antes de que ambos tengan que separarse.

-Ese… es mi agradecimiento…

Bell estaba muy apenado por lo que hizo, era la segunda vez que hacía eso.

-No era lo que esperaba pero lo voy a aceptar…

Nanael se cubría la boca con el puño derecho mientras desviaba la mirada.

Algo que el chico pudo notar era que las alas de la ángel se estaban moviendo como si estuviera volando, cosa que es rara ya que esta no necesita hacer esto para volar o levitar.

-Ya vámonos que debes tomar un baño antes de cenar.

Nanael hace un gracioso giro en dirección a la posada pero iba algo rápido y moviendo las alas.

A Bell le tomó un par de segundos alcanzarla y caminar a su lado.

.

-Comedor de la Posada - Horas de la noche-

Tras el entrenamiento y de tomarse un merecido baño, todos se fueron a comer una buena cena preparada por Hestia y Melpha.

Un buen filete, arroz frito, una buena ensalada y buenas bebidas.

Todos ocupaban una mesa junto a Ymir, quien se les unió por invitación de la diosa con tal de que no se sienta dejada de lado, cosa que está agradece.

-¡Gracias por la comida!

Dijeron todos a la vez antes de empezar a servirse en sus platos.

-¡Esto está muy bueno!

-Gracias nos esforzamos por hacer una buena cena antes de salir mañana por la mañana.

Hestia agradece el comentario de la enana.

Para aprovechar el tiempo se iban a levantar con la salida del sol y así poder partir cuanto antes, buscando evitar a los bandidos y monstruos en el camino mientras buscaban un lugar seguro para acampar.

Serían cuatro días de viaje a pie y debían aprovecharlo lo mejor posible.

No iba a ser fácil pero harán su mejor esfuerzo para llegar sanos y salvos.

-¿Cuándo me vas a devolver mi espada?

Le pregunta Izumi a Ymir.

-Te la regresaré mañana por la tarde a más tardar.

-¡¿Tanto tiempo?!

-Es que hay mucho que trabajar. Me sorprende que tengas un arma de buena calidad pese a que no te ves como la persona más responsable que he conocido hasta ahora.

Los demás presentes en la mesa tuvieron que taparse las bocas para evitar reírse del puchero que estaba haciendo la Samurai.

Era una cena muy amena para todos en la posada.

¡Thum!

La puerta se abrió de golpe lo que arruinó el ambiente.

En eso entran los mismos tipos con los que Bell y Leina se encontraron mientras iban de compras, pero iban acompañados de dos hombres bastante fuertes y un tercero vestía con mejores ropas.

-¿Y dónde está el vándalo que te atacó?

-¡Ahí está!

El joven que se interesó en Leina señaló a Bell sentado con las chicas.

-¿Ese? Pero si solo es un mocoso.

-Que no te engañe es peligroso y tiene a esas chicas contra su voluntad.

-Muy bien.

El hombre junto a sus hombres se acercaron a la mesa donde se encontraba la Familia Hestia e Ymir, específicamente iban hacia Bell.

-Disculpe.

La Diosa se levantó para poner entre los hombres y su dependiente.

-Haga se a un lado niña. Ese vándalo golpeó a mi hijo y merece ser castigado.

-¿Habla de Bell?

-¡Sí! ¡Me golpeó en la cara solo por hablarle a la chica de allí!

Dijo el tipo cuya cara tenía la mejilla izquierda golpeada.

Muchos de los que estaban en la posada ven este alboroto, siendo varios que reconocen al hombre como el jefe del pueblo por ende quien mayor poder tiene en el lugar.

Al ver al hijo de este golpeado y señalando a Bell como su atacante, ven un poco difícil que ese chico pueda hacerlo pero hubo testigos del hecho, habiendo más de la mitad que está seguros que el hijo del jefe es la víctima.

Pero para Hestia…

-Eso es mentira.

Ella no se cree eso.

-¡¿Está llamando a mi hijo mentiroso?!

-Quizás no lo sepa pero soy una diosa y sabemos cuando alguien miente.

Las palabras de la Diosa del Hogar hacen que los ojos tanto del jefe como sus hombres, su hijo y amigos de este se abran de sorpresa.

No se habían percatado del aura divina de Hestia, pues es muy sutil para ser detectada tan fácilmente.

-Respecto a lo que Bell golpeó a su hijo es verdad, pero lo hizo porqué este estaba molestando a Leina y lo insultó cuando la defendió, hasta quiso empujarlo y Bell reaccionó de la forma en la que lo hizo.

Explicó Hestia los hechos ocurridos que le contaron tanto el peliblanco como la rubia.

La misma Leina relató los hechos que llevó al altercado, el tipo trató de excusarse pero ya se notaba que no era serio con sus palabras y solo se aferraba al hecho de haber sido golpeado.

-Lamento haberlo golpeado no fue con mala intención, actúe sin pensar.

Bell se inclina en señal de disculpas, mostrando que lamenta su accionar.

-¡Sí claro! ¡No creas que con esa disculpa basta! ¡Voy a golpearte y-

¡Pull!

-¡Ayyyy!

-¡No vas a hacer tal cosa!

El jefe le jala la oreja a su hijo.

-¡Lamento el mal comportamiento de mi hijo y su actitud hostil!

Este se disculpa y hace que su hijo haga lo mismo jalándole la oreja.

El mismo era un hombre que cuidaba su reputación y a su comunidad por lo que no dejaría que su hijo abusara de su posición incluso frente a una deidad.

Lo obligó a disculparse con Leina y Bell por las molestias por mucho que no quería, siendo amenazado con que su madre se enterara de esto.

Tras que el jefe junto a sus hombres se llevaron al hijo de éste y sus amigos para regañarlos en privado por hacerlos pasar por tan vergonzoso momento.

Lentamente el ambiente en la posada regresó a la normalidad, lejos de sentirse incómoda Ymir dijo que muchos hijos solo piensan en los beneficios que tienen cuando sus padres son jefes de una comunidad o dueños de una empresa sin entender la responsabilidad de ello, por lo que no le sorprendería que otra persona se convierte en jefe en el futuro.

Una verdad dura pero cierta.

Todos volvieron a disfrutar de la cena haciendo que el ambiente vuelva a ser ameno.

.

-Cuarto de la posada - 2 horas después-

-Vaya día el de hoy, ¿No Bell?

-Fue un día bastante ocupado.

Hestia ya se encontraba lista para dormir al igual que el capitán de su Familia.

Los dos estaban sentados en la cama frente a frente mientras esperaban que Leina y Nanael regresaran.

Algo a destacar es que Bell compartía cuarto con las tres féminas, esto debido a que les salía más barato rentar dos habitaciones que tres por lo que tuvieron que dividirse para estar todos cómodos.

Como las camas eran grandes podían dormir hasta cinco personas en ellas, por lo que no había necesidad de que alguien durmiera en el sofá, además Nanael dijo que podía traer una nube y dormir en ella si lo quisiera.

-Igual lamento causar problemas.

-Lo que sucedió con ese tipo no fue del todo culpa tuya, él se sentía intocable solo porque su padre ocupa un cargo importante. Era un arrogante que no acepta un no por respuesta y no reconoce cuando está mal, a diferencia de ti que sabe cuando hace algo mal pero no hiciste nada malo ya que te defendiste cuando trato de agredirte. Así que dejemos el asunto allí.

-¿Segura?

-Segura.

Dijo Hestia sonriendo y al verlo no muy convencido decide abrazarlo de sorpresa.

En el poco tiempo que conoce a Bell sabe que este es un buen chico que no lastimara a nadie a menos que alguien le haga algo a sus seres queridos, por ello llegó a quererlo mucho.

El peliblanco por su parte no se esperaba que su diosa lo abrace de sorpresa pero no le disgustaba y lo devolvió envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de esta.

-"Es la tercera vez que abrazo así a una chica…"

Fue el pensamiento que tuvo Bell al recordar como estuvo con Leina y Nanael, claro que hacer eso le hizo recordar los besos lo que hace que su cara se ponga roja.

-"Un segundo… ¡¿Desde cuando veo a la Diosa como una chica?!"

Aquel pensamiento hace que su cara termine por convertirse en una farola.

-¿Bell estás bien? Tiene la cara roja. ¿Te enfermaste?

Hestia al ver su rostro pega su frente a la de él para ver si tiene fiebre cosa que hace que la cara de Bell se ponga más roja.

-¡E-Estoy bien Diosa! No se preocupe.

-¿Seguro?

-¡S-Sí seguro!

Tener el rostro de su Hestia muy cerca lo pone nervioso.

-Hmm… No estas tan caliente como esperaria así que confiare en ti.

-Gracias…

Se sentía un poco más tranquilo cuando separó su frente de la suya, fue que pudo notar lo coloradas que estaban las mejillas de Hestia, intuye que ella debe sentir igual que él en estos momentos.

Hubo un pequeño silencio cómodo entre los dos que no dejaban de abrazarse mientras se veían uno al otro a los ojos.

Sin siquiera notarlo ambos empezaron a acercar sus rostros uno al otro…

Chu

Los dos se besan de forma suave.

A diferencia del beso accidentado Bell y Hestia se dejaron llevar por el momento, algo que por lo visto no les disgustaba el uno al otro.

Tras unos segundos dejaron de besarse y vieron que sus mejillas estaban rojas.

-Ah…

-Hm…

Ninguno de los dos sabía qué decir tras lo que habían hecho.

Bell debería estar completamente avergonzado por lo que hizo, beso a su diosa, una figura que debería como una ser superior que merece respeto pero la beso como si fuera una chica y eso es algo de lo que no se avergüenza.

Al ver a Hestia, esta no se muestra asqueada, horrorizada o molesta, estaba atónita por lo que hicieron más se veía que le disgustara se veía maravillada.

Si debía ser honesto con él también le gusto, así como con…

-¡Ya llegamos!

Nanael anuncia su llegada por la puerta mientras Leina estaba detrás de ella.

Tanto Bell como Hestia se separaron rápidamente con sus caras rojas.

-¿Pasó algo aquí?

Preguntó la joven Vance al ver el comportamiento de su compañero y deidad.

-¿Acaso se estaban besando?~

La ángel hizo la pregunta de forma burlona lo que hace que vapor salga de las cabezas de Bell y Hestia mientras Leina tiene un leve sonrojo.

-¡Lo sabía!

¡Smack!

-¡Auhh!

La pelinegra le tira un manotazo en la cabeza a su amiga alada.

-Okey. Ya entendí…

Nanael se soba la cabeza.

-Bien. Vamos a dormir.

-Voy a dormir en el sofá.

Bell se levanta de la cama pero Leina lo toma de la mano.

-¿Eh?

-En la cama hay suficiente espacio para todos.

Dijo la rubia con las mejillas algo sonrojadas.

-Pero- ¡Ah!

Antes de que tan siquiera pudiera protestar Bell es jalado a la cama y echado en esta con las tres chicas poniéndose encima de él, igual a como estaban en la mañana solo que ahora y llevaba camiseta.

-¡Buenas noches Bell!

Dijeron las chicas mientras cada una le daba un beso al mencionado.

Leina besa la mejilla izquierda, Nanael le besa la mejilla derecha y Hestia le besa la frente.

Bell queda completamente estupefacto mientras ellas se acomodan para dormir abrazadas a él.

-"Este día fue de lo más raro…"

Era lo único que pensaba hasta que ve los rostros durmientes de las tres féminas y hace que sonría levemente.

-"Pero para nada puedo decir que fue un mal día".

Cierra sus ojos para poder descansar ya que en la mañana empieza el viaje a la ciudad Sheldan.

.

-Camino a Sheldan-

Se puede ver un campamento de grupo de aventureros, los cuales estaban completamente derrotados e inconscientes en el piso mientras cerca de la fogata encendida estaba una bella chica de cabello rojo la cual degustaba una pierna de carne asada y a su lado había un arma, una maza con picos.

-Estos tipos no sirven de nada.

Se dijo a sí misma mientras miraba al fuego.

-Necesito verdaderos guerreros si quiero salvar a esas dos tontas.


Hasta aquí llega el capítulo.

Muchas gracias a todos por su enorme paciencia y apoyo con esta historia, consideren esto mi regalo de navidad para ustedes y que el siguiente año haya más capítulos.

Pero ahora vamos con lo que más les gusta. Que responda a sus reviews.

-Providence G:
Me alegra que lo disfrutaras, a ver si adivinas quien es la misteriosa guerrera que aparece al final.
Todavía no se sabe que paso luego de que lo derrotaran.
Sip. Bell tiene un enorme blanco en su espalda.

-Haziq Saffari:
That's a lot of good question but the answers are remain a mistery.
That's the reaction of many will have if the Orario as we know still exist.

-Guest:
All right. All right. You wanna Ymir? You got her here!

-txmazo:
Quería que el final del primer arco cerrara de buena forma para así poder ir al siguiente. Bien que lo disfrutaras.

-Haziq Saffari:
Here is the update.

-Guest:
Aquí esta la actualización que pedía.

Nuevamente muchas gracias a todos por su apoyo, espero que hayan tenido una buena Navidad y que pasen un Feliz Año Nuevo.

Muchas gracias y hasta pronto.