JULIETA
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Historia sin fines de lucro.
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Advertencia de rango de edad. Si eres sensible se recomienda discreción.
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- Akane. - La llamó la señora. - Mi más sentido pésame, créeme que esto también es difícil para nosotras, ¿verdad Shampoo? - La mencionad asistió en silencio.
- ¿Ustedes que hacen aquí? - Su voz contenía tanto odio que Cologne tuvo que dar un paso atrás ante el aura oscura, estaba segura de que si esa chica hubiera recibido las lecciones apropiadas para controlarla, les hubiera causado muchos problemas, sin embargo, Happosai probablemente ya estuviese muerto, hace un año que había dejado el legado en manos de Ranma y había desaparecido sin más, así que fuera de él, no había nadie que la entrenara adecuadamente, Happy había sido enormemente descuidado confiando en que sus jóvenes aprendices podrían aprender por su cuenta con la asistencia de Soun y Genma, y eso había sido un garrafal error.
- Ya te dije muchacha, vine a darle el último adiós al yerno. Disculpa que no nos presentáramos al funeral, pero en la condición de Shampoo es mejor que se mantenga alejada de grandes multitudes, ¿verdad? - Shampoo asistió de nuevo, sin emitir una sola palabra, Akane supuso que se sentiría culpable de todo, y tenía razón en hacerlo, si era culpable y viviría con ello por un largo tiempo; después de acusar a Ranma de deshonrarla y probar que estaba embarazada, Cologne había exigido que Ranma le cumpliera yendo con ellas a la aldea amazona y casándose con ella, lo que Shampoo no esperaba era que, cuando Saotome negara contundentemente haber tenido algo con su nieta, su abuela se pusiera furiosa al recibir la negativa y movilizara al consejo de matriarcas para darle caza al muchacho y en caso de seguir negándose, la muerte.
- ¿Para cuándo nace tu bebé Shampoo? - Akane volteó a verla de reojo, notando como sus cejas hacían un gesto casi imperceptible de pánico.
- Yo... en febrero. - Dijo por fin.
- Vaya, ¿desde ahora sabes que será prematuro? - Se suponía que Shampoo, según sus declaraciones con respecto a esa tan mencionada noche de pasión con Ranma, debía tener seis meses. Si nacía en febrero tendría ocho meses. - Espero que aun así todo salga bien con tu bebé, él no tiene la culpa de nada.
- No estamos aquí para hablar de la bebé de Shampoo. - Remarcó la abuela, aunque en realidad solo estaba confiando en que fuese niña. - Estamos aquí por Ranma, es una pena que esta bebé no pudiera conocer a su padre. - Habló mirando de reojo a Shampoo.
Sin poder evitarlo Akane volteó a enfrentarlas, una sola lágrima le rodó por la mejilla al decir con furia acercándose más.
- ¡¿Qué más quiere, maldita vieja bruja?! - Genma se acercó de inmediato y la detuvo de los hombros, hasta el momento había estado abrazando a su mujer que estaba inconsolable.
- Akane... tranquila, le hiciste una promesa a Ranma de cuidarte. Ya el tiempo se encargará de poner a cada cual en su lugar. - Dijo con los ojos enrojecidos. No podían hacer nada contra Cologne, ella era demasiado fuerte, y aún más aliada con el consejo amazona, otras ocho viejas más con la misma cantidad de poder, era un suicidio enfrentarlas, tal como le había pasado a Ranma. - Señora, retírense por favor, respeten nuestro dolor, están a punto de cremar a mi único hijo, si usted estuviera a punto de incinerar a su nieta al menos le gustaría que le dieran un poquito de consideración.
Cologne torció la boca, esperando que aquel ejemplo solo fuera eso y no una amenaza hacia su nieta.
- Bien... - Fue lo único que contestó antes de tomar a su nieta de la mano y alejarse hasta una esquina de la sala de espera.
- Ya está todo listo, los familiares que gusten pasar a revisar antes de comenzar la cremación, adelante.
Nodoka lloró más fuerte pero no se levantó, no tenía valor, en cambio le rogó a su esposo que fuera a verlo, Akane también se encaminó mientras el resto de la familia Tendo consolaba a la señora Saotome. Sin siquiera pedir permiso, Cologne se fue detrás de Akane y Genma.
- Mi amor... - Lo llamó Akane cuando se acercó y le acarició desde la cabeza, pasando por la cara y terminando en su cuello donde posó su mano. Ranma estaba dentro del cajón de madera rodeado de flores y algunos de los objetos personales que apreciaba. - Yo... no... no sé cómo seguir sin ti. - Lo acarició de nuevo, aún con el maquillaje que le habían puesto para el funeral se traslucían un poco las marcas de los golpes propiciados por esas brujas chinas.
Genma abrazó a su única nuera mientras ponía su otra mano sobre la cabeza de Ranma, no dijo nada, el hombre no era de palabras, sin embargo, lloraba silenciosamente.
En la puerta de entrada Cologne los observaba detenidamente, hubiera querido que Shampoo también se despidiera de su prometido, pero se había mantenido rígida mientras se sobaba la panza, sabía que se sentía culpable, pero lo hecho, hecho estaba y cuando la bebé naciera, ella misma se encargaría de mantener a como fuese lugar la mentira de la que apenas se había enterado una semana antes de la muerte del muchacho, en verdad apreciaba a Ranma, pero no estaba dispuesta a decir la verdad ante el consejo de matriarcas, podrían matarlas a ambas por mentir.
- Procederemos cuando ustedes decidan. - Dijo el hombre del servicio manteniéndose lejos de la camilla y de la familia.
- Vamos, Akane, ya es hora.
- No, solo un poco más. - Se resistió a ser conducida, aferrando su mano al cuello de Ranma. - Por favor, tío... por favor... - Rogó casi sin voz, había tratado de mantener la compostura durante el funeral, pero ahora, al estar a nada de que el cuerpo de su amado se desintegrara, no pudo más. Lloró, lloró con desesperación mientras Genma la apartaba de la camilla. - ¡No! ¡no! ¡aún no! ¡aún no! ¡no tío! ¡no quiero! ¡NO QUIERO! - Gritó con fuerza, sus uñas incluso lacerando la pálida piel del chico cuando intentó aferrarse a él.
Soun entró y tomó por el otro brazo a su hija, entre ambos señores la sacaron de la sala mientras Genma daba la orden de proceder.
Mientras el empleado comenzaba a movilizar la camilla, Cologne se acercó un poco, alcanzó a ver de lejos el rostro de aquel guerrero orgulloso que ni ante el poderoso consejo se había acobardado, eso era de admirarse; se detuvo en la puerta viendo como introducían el cuerpo al horno, luego se dio la vuelta para esperar en la sala principal con el resto, no se iría de ahí hasta que todo el proceso hubiese acabado.
Afuera, los gritos de Akane siguieron, estaba muy débil debido a que casi no había comido ni bebido líquido alguno en los últimos días y no podía hacer mucho contra su padre y suegro, pero su aura se extendía de manera oscura por todos lados, haciendo que su dolor fuera sentido por cada persona en la funeraria; tanta fue la fuerza de su aura que las luces tintinaron varias veces y de pronto se fue la luz, fue menos de un minuto, y cuando se recobró la energía, el encargado avisó que encenderían los hornos por fin.
La chica Tendo gritó más fuerte en un completo estado de pánico hasta que Nabiki se le acercó y le dio una bofetada que hizo que cesara de inmediato, luego la abrazó como pocas veces.
- Sé que esto es difícil, pero debes controlarte.
En la esquina del lugar Shampoo también lloraba silenciosamente, lo que le profesaba a Ranma no era amor, era un orgullo que llevó hasta las últimas consecuencias, pero también era innegable que le había tenido afecto y sobre todo, la culpa no la dejaba tranquila.
El servicio del crematorio dispuso la merienda para la familia y durante poco más de dos horas los estuvo atendiendo, aunque ellos apenas y tocaron el té caliente, menos los bocadillos.
- Procederemos con el acto funerario. - Salió el encargado cuando la pantalla digital anunció a los presentes que el horno se había apagado, un servicio muy moderno. - Los familiares que quieran pasar, adelante. - Dijo el hombre invitándolos de nuevo a la cámara interior.
Akane esta vez no se movió.
- Debes hacerlo. - Le recordó Nabiki ayudándole a levantarse, Akane temblaba como una hoja, a duras penas se sostenía.
Esta vez Nodoka se limpió las lágrimas, este sería el último acto que haría por su hijo para despedirlo según la costumbre budista y no iba a negárselo, Ranma se merecía este esfuerzo en honra a su vida. Se levantó del brazo de Genma y caminaron hacia la cámara interior del crematorio.
- Vamos Akane. Ranma quería esto. - Le recordó Soun sosteniéndola del brazo para que avanzara, ella estaba muy perturbada por todo pero hizo el esfuerzo de mover sus pies.
- Solo por ti Ranma, solo porque te amo.
Kasumi se levantó tomando una larga respiración, Tofu le apretó fuerte la mano para darle apoyo, la joven asistió y junto con Nabiki, entraron de últimas al sitio.
- ¿Quieres venir Shampoo? – Preguntó Cologne, sabía que le harían mala cara al entrar pero debía comprobar hasta el último detalle, no fuera a ser que la quisieran hacer tonta, además como ella no profesaba aquellas tradiciones, sería un acto solemne de presencia que retorcidamente le dedicaría en oración a Ranma por su alma.
- No. - Contestó la embarazada pasando saliva.
Cologne entonces entró a la sala. A penas puso un pie dentro, Nodoka intento gritarle, pero Genma la detuvo, no quería que lastimaran a su esposa.
- Mientras no se acerque, que haga lo que quiera. - Le dirigió con odio. Cologne se quedó de nuevo en una esquina.
El personal del crematorio terminó de abrir el horno, sacaron la plancha interior con los restos, todos los empleados hicieron una inclinación de 90 hacia ellos, y después dieron la indicación a la familia de rodear la placa donde estaban las cenizas y la osamenta mayormente desecha en piezas.
Un empleado se encargó de acomodar la mesilla delgada con ruedas que se podía movilizar por encima de la plancha para la comodidad del acto, sobre ella, la urna funeraria donde se pondrían los restos.
- Se procede a continuación a hacer el último acto funerario para el señor Saotome Ranma según lo solicitado por la familia del mismo. En breve se les entregarán los palillos, con ellos podrán tomar los restos del señor Saotome y depositarlos en la urna elegida por la familia. Al lado de la urna encontraran el instrumento para majar los huesos grandes y que todos los restos entren en la urna, en caso de que nadie de la familia se sienta cómoda de hacerlo habrá un empleado acompañándolos para apoyarlos con ello. - Habló el encargado y otro trabajador se movilizó para entregarles los largos y gruesos palillos de madera. - Se depositarán todos los huesos posibles en la urna excepto la osamenta craneal. Luego se verterá todo el material pulverizado, y al final, y por encima de todo, el cráneo como muestra de respeto al señor Ranma Saotome. - Dijo con respeto. - Pueden iniciar cuando deseen.
Akane negó con la cabeza, tenía los palillos en la mano y sabía que el ritual se trataba de honrar al difunto, pero simplemente no podía con ello.
Genma tomó la iniciativa suponiendo que era su deber como padre y colocó el primer hueso en la urna, después le siguió Nodoka, Soun, Kasumi y Nabiki. Esta era la familia que habían formado desde hace seis años y esta era la familia que despediría a Ranma.
Rato después, Akane cerró los ojos con fuerza cuando Genma también fue el primero en tomar la mano de mortero y machacar los primeros huesos largos y gruesos dentro de la urna, hacerlo era relativamente fácil por las altas temperaturas a los que habían sido sometidos. En la esquina del lugar Cologne se contuvo de hacer lo mismo que la joven al escuchar los constantes ~crack~, este era el primer y único rito funerario al que asistía en Japón.
- Ya vamos a acabar, Akane debes poner al menos uno. - Le dijo Soun y ella negó. - Hazlo, por Ranma, por el amor que aún le tienes. - La tomó de la mano y le acomodó los palillos correctamente, también tuvo que acercarle la mano a los restos.
Akane tardó mucho en tomar uno de los huesos y aún más para ponerlo en la urna, la mano le temblaba sin cesar.
Al terminar de poner todo, vaciaron los restos que estaban pulverizados y le pidieron a la familia que alguien colocara el cráneo dentro de la urna.
- Nos volveremos a ver algún día hijo. - Pronunció Genma al hacerlo.
Cerrada la urna por fin, se las entregaron envuelta en un fino paño negro.
- ¿Qué hace usted todavía aquí? ¿Acaso no tiene ni un poco de vergüenza? - Preguntó Soun.
- Shampoo y yo solo mostramos nuestros respetos. - Dijo simplemente, se acomodó sobre su bastón y haciéndole una seña a su nieta, por fin se fueron, o al menos eso creyó la familia, quienes volvieron a verlas a lo lejos cuando dejaban en el cementerio los restos.
Mientras sellaban la cripta, Akane no aguantó más y se desmayó. Al despertar ya iba en la furgoneta de regreso a casa con la familia.
- ¿Qué pasó con las locas? - Preguntó la menor Tendo cuando llegaron al dojo.
- Se fueron, supongo que cumplieron con su tarea de "verificar" todo. - Dijo Genma.
- Hijas de perra. - Todos voltearon a ver a Nodoka tras aquel insulto.
La familia entró en la casa y se sentaron alrededor de la mesa del comedor, las horas pasaban sin que ninguno dijese nada, simplemente esperando.
- ¡Ya no puedo más! - Gritó llorando de nuevo Akane hiperventilando, intentó levantarse, pero sus piernas le fallaron.
- Kasumi tráele algo helado para la frente. - La chica obedeció a su prometido y salió disparada. - Hay que recostarla en el suelo es otro ataque de pánico.
- No, no, solo quiero... - Sus palabras se cortaron cuando Nodoka le tomó de la mano, de entre todos ella debía estar tan afectada como Akane, y sin embargo mantenía el aplomo.
- Sé que esto ha sido muy difícil para ti querida. - Le habló dulcemente. - Pero debemos esperar.
- Si... - Dijo la chica en un hilo de voz, sin expresar realmente todos los miedos que le venían a la cabeza ante la espera tan larga.
El teléfono sonó y Akane esquivó a todos, corrió hasta el aparato y contestó.
- Dojo Tendo. -
- Todo listo, toma nota de la dirección. - Dijo la voz y procedió a dictarle las indicaciones del sitio. - Recuerda que nadie puede verte. llega a más tardar a las 22:00.
- Lo sé... - Dijo ansiosa antes de terminar con la llamada. Al regresar la vista al comedor se dio cuenta que todos se habían levantado y estaban tras ella. - Es hora. - Dijo respirando un poco más tranquila.
Subió, se cambió de ropa y tomó su mochila de viajes, bajó y todos se despidieron dándole un fuerte abrazo, al menos de Akane si habían podido despedirse, y cuando todos le habían dado sus buenos deseos, la chica salió hacia donde Tofu tenía estacionada la furgoneta, una cochera que Nabiki había mandado instalar cuando compró su primer auto.
El médico se despidió con la mano, le abrió la parte del maletero a Akane y ella entró en ese recóndito sitio a pesar de los ocho asientos vacíos en la parte de enfrente.
Sintió que el auto se movió por varios minutos, y finalmente se detenía, seguro ya estaban en la clínica, pero sabía que aún no era tiempo de salir, así que se acomodó mejor en el maletero mientras escuchaba a Tofu hablar con su nueva asistente, una enfermera jubilada que necesitaba dinero extra.
- Buenas noches señora Hashisako. ¿Hubo algún inconveniente en mi ausencia?
- No doctor, todo tranquilo. Los pocos pacientes que hay estuvieron reposando sin problemas, a todos se les dio su dosis indicada según la programación que me dejó.
- Muy bien, muchas gracias.
- Doctor, sé que ha sido un día pesado para usted, y tal vez esto no sea nada, pero me pareció curioso y quiero comentárselo.
- Usted dirá.
- Hoy desde la mañana vi varias veces pasar a una mujer, se veía muy sospechosa y dirá que soy entrometida, pero como dicen por ahí que a su cuñado lo... bueno... que no andaba en buenas compañías...
- Mi cuñado era un joven honrado, muy recto, por lo mismo algunas personas se quisieron aprovechar de él. - Lo defendió al instante, Akane se contuvo de hacer cualquier cosa.
- Si, claro, yo entiendo, discúlpeme si lo ofendí doctor, solo quería avisarle de esta mujer, porque se veía muy sospechosa, rondando varias veces por fuera de la clínica, seguro pensaba que no la noté, ¿pero cómo no vas a ver a una mujer que se para sobre el poste de la luz? La verdad si me dio un poco de miedo. - Finalizó, seguro considerando si debía seguir trabajando en ese lugar, los chismes sobre la muerte de Ranma señalaban que, si la "mafia" lo había matado, bien podían atacar a su familia.
- Le agradezco su preocupación, pero usted sabe que soy especialista en lesiones de deporte, tengo clientes destacados de diferentes y curiosas especialidades que vienen desde lejos a verme. - Fue lo único que explicó, no quería decir nada que alimentara los rumores. - ¿Volvió a verla después?
- No, solo hasta el mediodía, luego desapareció.
- En ese caso, seguro que mañana ella vuelve a presentarse. - Inventó para quitarle importancia. - Ahora si gusta, puede ir a descansar.
- Pero doctor... pensé que me quedaría a ayudarlo, usted no está en las mejores condiciones anímicas, de verdad comprendo si quiere tomarse un descanso.
- No se preocupe, en la noche no hay gran cosa y mañana la volveré a necesitar todo el día, me volveré a ausentar, debo apoyar a la familia de mi prometida.
- Si, comprendo, en ese caso, buenas noches. - Akane oyó el replicar de los zapatos alejándose, segundos después, Tofú hizo como si buscara algo en sus bolsillos, luego como si regresara a buscar dentro del vehículo rentado y cuando "buscaba" en la parte trasera habló casi sin mover la boca.
- Estoy seguro de que estuvieron vigilando la clínica por si acaso, probablemente ella se fue cuando supo que Cologne estaba en el crematorio con nosotros y confirmó la muerte de Ranma. Aun así, no podemos estar seguros si aún hay algún tipo de vigilancia, así que quédate escondida y en una hora más te llevaré al lugar.
Horas después Tofu utilizó su auto particular para llevar Akane, de nuevo escondida, al lugar que le habían indicado, se despidió de ella con un abrazo y arrancó sin mirar atrás.
Akane entró en unas bodegas abandonadas del puerto de Chiba, buscó con sus ojos algún punto de luz, pero todo estaba oscuro, al menos hasta que avanzó hacia el área que en algún momento debieron ser oficinas, ahí, tras una de las puertas se veía luz, nerviosa tocó la puerta.
- ¿Diga? - Se oyó desde dentro una voz muy ronca.
- Soy Akane. - inmediatamente la puerta se abrió y un brazo masculino la jaló hacia dentro cerrando al instante.
- ¡Son las diez con tres Tendo!, ¿dónde estabas? - Dijo ya con su voz normal mientras avanzaban por la distribución de oficinas hasta la zona trasera.
- Tofu tuvo que tener más precauciones de lo que pensábamos, parece que por la mañana estaban vigilando su clínica.
- Si, me lo imaginaba, que Ranma haya muerto en su hospital no les ha de haber dado buena espina, al menos se han de haber tranquilizado si fueron al funeral.
- Vimos a una de ellas vigilando de lejos pero no entraron, había mucha gente, entre amigos, ex compañeros de escuela y colegas de trabajo, no creo que quisieran arriesgarse a llamar la atención, tu dijiste que esas locas se mantienen en el anonimato.
- Si, así es.
- Por otro lado, Cologne y Shampoo se presentaron en el crematorio.
- ¿Shampoo fue?
- Si.
- ¿Y qué hizo? - Preguntó deteniéndose, desesperado por una respuesta.
- ¿Y qué iba a hacer? Sigue haciendo todo lo que la vieja le dice, sigue siendo la misma arrastrada.
- ¡Cuidado con tus palabras Tendo!
- ¡Lo siento Mousse! ¡Pero estamos metidos en esto por su culpa! - Enojada siguió avanzando sin él, deduciendo a donde se dirigirán siguiendo las luces encendidas.
- Ella fue adoctrinada desde niña por Cologne, pero estoy seguro de que está arrepentida, asustada de que algo le pase a nuestro bebé. - Excusó. - Y por tu bien Tendo espero que respetes nuestro trato.
- Si, ya lo sé Mousse, ya lo sé, solo espero que al final todo salga bien para ti, también estás arriesgando tu cabeza, y entiendo que quieras salvar a tu bebé del mundo amazona de mierda, pero ten cuidado con Shampoo, ella es capaz de darte una patada en el trasero si Cologne se lo pide. - Mousse no contestó a eso, sabía que era cierto.
- Tendo, allá es el baño. - La detuvo parado en una puerta del largo pasillo. - Es aquí. - Akane detuvo su paso y regresó junto a él rápidamente, Mousse abrió la puerta y ella inmediatamente tuvo una visión que la hizo llorar, esta vez de felicidad.
Corrió hasta el viejo sofá donde Ranma estaba acostado, el maquillaje se le había caído y los golpes eran notorios.
- ¿Tuviste problemas? - Dijo acariciándole el rostro, luego sacó un pañuelo de la mochila que había dejado caer y comenzó a limpiarle la suciedad de las mejillas, Mousse contestó.
- No, todo fue conforme al plan. Aunque, debó decir Tendo, que no esperaba tu gran actuación, escuchaba hasta mi escondite tus gritos y sentía tu aura, me pusieron la piel de gallina, parecía real. - Akane no dijo nada acerca de que en verdad había tenido un ataque de pánico al pensar que Mousse no pudiera sacar el cuerpo de Ranma del horno en los pocos segundos en que cortó la luz, que se equivocara en algo y terminaran por incinerar a su prometido en lugar del cadáver que se había encargado de conseguir Nabiki y Tofu.
- ¿Cuándo despertará? - Akane regresó su vista a la mochila, la abrió y comenzó a sacar varias cosas, la mayor parte eran indumentos dados por Tofu, y rápidamente se dispuso a comenzar el trabajo de inmovilizar ciertas zonas del cuerpo de Ranma que estaban fracturadas, todas sus férulas le habían sido retiradas para el funeral.
- En cosa de minutos. Te recomiendo que atiendas primero su pie izquierdo, en el camino, puede que haya sido muy brusco con él.
- ¡Mousse! - Lo regañó.
- Lo siento, el tipo está pesado Akane.
La chica consiguió un balde de agua y preparó las vendas de yeso, repasó la zona con cuidado para limpiar las zonas antes de colocar todo, estaba nerviosa, aunque su cuñado le había dado un curso exprés de como se hacía aquello, no quería arruinarlo, sino la recuperación de Ranma sería más lenta.
Mousse la vio trabajar con mucha concentración, fijándose en cada detalle de lo que hacía con extrema delicadeza y devoción, luego, se le quedó mirando a la propia Akane, tenía bolsas bajo los ojos rojas a más no poder, imaginó que habría llorado mucho en estos días en que estuvieron haciendo pasar a Ranma por muerto, y pronto se dio cuenta de que Akane no había estado actuando, en verdad estaba afectada por la situación, entonces, se preguntó si algún día Shampoo podría amarlo con la misma intensidad y amor. Esperaba que si...
- Ahh... - El pequeño sonido gutural alertó a Akane, quien inmediatamente le tomó la mano hincándose cerca de él.
- Ranma... Ranma... - Lo llamó. - Aquí estoy... vamos amor, despierta.
- Trata de que espabile lo más rápido posible, el barco sale a las 23:00 del puerto. - Luego decidió darles privacidad saliendo de la habitación.
- Mousse... gracias, en verdad gracias. - Le dijo sinceramente antes de que se fuera, él solo asistió encogiendo los hombros.
- A... Aka... Akane... - Ella regresó su vista a su prometido.
- Si, si, aquí estoy. - Le dio un suave beso en la mano.
- ¿E-es... es-tas... - La voz se le cortaba, habían sido casi tres días de inconciencia.
- Espera, te voy a dar agua. - Tomó una botella y se la puso en los labios después de tomarle la cabeza y levantársela un poco, aún no había abierto los ojos, lo intentaba, pero la luz le calaba demasiado. - Bebe despacio.
- Akane... - Cuando terminó de beber, ella dejó la botella a un lado, se acomodó para que reposara la cabeza en sus piernas e incluso tuvo la consideración de hacerle sombra en los ojos al notar que le molestaba. - ¿Es-tas... bi-bien? - Fue lo primero que preguntó intentando alcanzarle el rostro.
- Si, bien, todo salió conforme al plan. ¿Tú cómo te sientes?
- Mo-lido... - Dijo con una sonrisa mientras, al fin, abría los ojos.
Akane nunca pensó que ver el azul de sus ojos le diera tanta alegría como en ese momento.
- Hola, amor. - Dijo riendo al mismo tiempo que derramaba algunas lágrimas.
- Hola... amor. - Le regresó el saludo sonriendo lentamente, pocas veces la llamaba de manera "cursi". - Akane dobló su cuerpo y le besó los labios, estaban resecos y su aliento no era el mejor, pero a ella solo le importó la dulzura intrínseca del acto.
- Vamos Ranma, tienes que sentarte, pronto deberemos movilizarnos. ¿Puedes hacerlo? - Preguntó ayudándolo.
- Si... si... - Le costaba bastante, estaba muy mareado y se sentía muy débil.
- Toma. - Le extendió un bote de jugo de tomate que sacó de su mochila, la mayor parte de las cosas eran para atenderlo cuando él despertara y dinero.
- No... - Se quejó.
- No puedes consumir un gran bufete ahora Ranma, después del tiempo que estuviste inconsciente no te sentaría bien, bebe el jugo y luego vemos que puede aguantar tu estómago.
Akane usó el tiempo para enyesarle el pie izquierdo al igual que la mano del mismo lado, le hizo un extenso vendaje en las costillas donde tenía varias rotas; le revisó algunas heridas de la cabeza que le habían suturado, afortunadamente los puntos estaban intactos y finalmente le vendó su muñeca derecha.
- ¿No he olvidado nada? - Preguntó ella respecto a sus heridas.
- No, está todo cubierto. Ven. - Pidió con voz ronca, extendiéndole la mano para que se sentara junto a él. - Cuéntame que pasó. - Antes de que ella hablara le besó los labios y le acarició el rostro, ella se veía terriblemente cansada y Ranma temía que las amazonas le hubieran hecho daño.
Akane lo miró extasiada y lo abrazó durante un rato antes de comenzar.
Cuando Cologne había llamado al consejo de la tribu para matar a Ranma pensaron que de alguna forma podrían contra ellas, había sido muy estúpido, primero habían ido tras Akane, pero al darse cuenta que Saotome solo las odiaría si la mataban y con menos razón se iría con ellas, habían optado por algo más práctico y rápido, al final de cuentas y en honor a la verdad, como Shampoo ya estaba embarazada que era lo primordial de las uniones con guerreros fuertes, las viejas amazonas actuaron para hacerle el favor a Cologne de respaldar a su nieta.
Así que solo habían ido por la cabeza de Ranma, tan simple como: o iba con ellas o moría, como decidió no ir, le dieron muerte, solo que no contaban con que sobreviviría tras la paliza que le habían dado y menos después de dejar el cuerpo en una zona a las afueras de la ciudad, pero, gracias a que Akane les había seguido el paso todo el tiempo, lo había encontrado rápidamente, así la atención médica fue oportuna.
Analizando la situación entre los prometidos y sus padres, habían decidido que nadie era apto para hacerles frente a esas ancianas, y ellas no se rendirían fácilmente; la primera opción fue esconder a Ranma hasta que el bebé de Shampoo naciera, cuando todos notaran quien era el verdadero padre y la furia de las amazonas se volcara hacia ella por mentir, pero, era probable que ni aun así dejaran de buscar a Ranma; en primer lugar porque Cologne intentaría de nuevo que el chico se casara con Shampoo para redimirla, y en segundo porque Ranma de todas formas ya había herido varias veces el orgullo de las otras matriarcas al escapárseles tantas veces con vida, ellas ahora, por cuestiones de honor, lo querían muerto con más razón.
Así que, Soun había propuesto la segunda opción, que el muchacho desapareciera mientras tomaba un entrenamiento riguroso dirigido por instrucciones escritas que había dejado Happosai, y cuando estuviera listo, podría reaparecer con la fuerza suficiente; sin embargo, el proceso podría tardar incluso años y Cologne no estaría tranquila, ninguna amazona lo dejaría en paz. Así que, Genma había mencionado que tal vez si lo creyesen muerto sería más fácil, y Ranma había tomado la idea con "entusiasmo", además de que nadie lo buscaría ni interrumpiría su entrenamiento, ya no tendrían motivos para desquitarse con Akane.
En menos de dos días tenían un plan bien estructurado para llevar a cabo la misión.
Para sorpresa de los involucrados, Mousse había aparecido presentándose como aliado, primero diciendo que lo único que le importaba era tener a su bebé con él, que no quería que creciera en la cultura amazona y Akane había confiado en él porque la abuela ya lo había intentado matar para mantenerlo en silencio. Después también había revelado que quería salvar a Shampoo y Akane ya no pudo deslindarse de él, ya estaba involucrado en el plan de hacer pasar a Ranma por muerto y dependían del joven chino para conseguir las yerbas, robadas de la propia reserva de Cologne, que dejarían inconsciente a Saotome por más de 60 horas, suficiente para pasar por un funeral y hacer la pantomima de la cremación, detalles que por cierto habían arreglado entre las hermanas Tendo y Nodoka para darle realismo a todo.
El trato con Mousse era que él les ayudaría en todo, sería su aliado a cambio de proporcionarle entrenamiento y que, llegado el momento, le ayudarían a recuperar al bebé, y en caso de que también pudieran hacerlo, a Shampoo. No estaban de acuerdo con esto último, pero Mousse estaba muy enamorado y aún tenía esperanza de que ella admitiera que también lo amaba y que tuviera el valor de salir del legado amazona que la tenía esclavizada.
Tofu fue pieza clave en el plan, no solo había salvado a Ranma de la muerte, sino que él había realizado el acta de defunción, había estado al pendiente de los pocos signos vitales del cuerpo de Ranma durante su inconciencia, y lo había cuidado de que en la funeraria no tocaran en ningún sentido el cuerpo. También había hecho tratos con ayuda de Nabiki para conseguir un cuerpo de una persona con una fisionomía parecida a la de Ranma, un pobre desdichado que había terminado en las cámaras de enfriamiento de las personas no reconocidas ni reclamadas por nadie. Todo esto a riesgo de perder su licencia médica.
- Los de la funeraria llegaron por ti a las dos horas de que ingeriste las yerbas. - Comenzó Akane. - Yo estuve contigo lo más que pude, pero Tofu fue quien consiguió quedarse contigo más tiempo y consiguió con sus conocidos de la funeraria que ni se les pasara por la cabeza hacerte autopsia e incluso Nabiki le pagó a varios que cuidaran de ti, mintió diciendo que éramos budistas extremistas o algo así, ni siquiera sé si eso existe. - Con delicadeza se abrazó a Ranma. - En el funeral hubo mucha gente y las amazonas estuvieron vigilando desde lejos, ellas no volvieron a acercarse ni a mí ni a la familia. - Ranma asistió con alivio. - Para la cremación estaba muy nerviosa, pero Mousse logró hacer todo, estoy muy agradecida con él.
- Si... pero bien que nos va a cobrar el favor. - Dijo resentido, no quería ayudar a Shampoo bajo ninguna circunstancia, Akane tampoco, pero a diferencia de ella, Ranma ni siquiera creía que hubiese posibilidad de que ella quisiera la libertad que Mousse tanto quería darle, pensaba que era otra amazona sin escrúpulos como su abuela y las demás brujas.
- Ya lo prometimos... de todas formas, pienso que hay una pequeña posibilidad de que el consejo descubra su mentira cuando nazca el bebé y aunque no creo que la maten gracias a la influencia de Cologne, no la van a tratar bien, solo espero que el bebé esté a salvo hasta que logremos fortalecernos para enfrentarlas.
- Tal vez tengas razón. ¿Qué más sucedió?
- Para la cremación, como esperábamos estuvo Cologne y Shampoo, la vieja ni siquiera esperó una "invitación" y ya la teníamos colada en la cámara interior del crematorio y estuvieron mirando desde lejos en el cementerio... se me revolvía el estómago de verla ahí, husmeando en nuestra desgracia.
- Espero que no te hayas exaltado y la hayas enfrentado.
- No... tío Genma no me dejó. - Confesó.
- Akane...
- ¡Perdón! ¡No pude evitarlo! - Dijo con molestia. - Yo nunca había odiado a nadie Ranma y te juro que a ella le deseo cosas muy malas... sé que no está bien, pero...
- Lo sé... maldita vieja, ella y todas las suyas. - Apoyó besándole la cabeza y abrazándola lo más fuerte que le daba su cuerpo débil y mallugado. Se tomaron un tiempo así antes de volver a hablar.
- En cuanto a mí, mis hermanas y tía Nodoka tienen todo bien cubierto, todo mundo creerá que estoy en depresión y que no salgo de la casa, extenderán la mentira lo más que puedan y si se presentan problemas inventarán algo, lo más probable es que Nabiki "me lleve" fuera del país o algo así.
- Aunque no podía tomar el riesgo de dejarte ahí a merced de que algún día quisieran hacerte algo las amazonas, también pienso que es un riesgo muy alto llevarte conmigo, tal vez...
- No, olvídalo, no me voy a alejar de ti, ya lo habíamos hablado.
- Ah, sí... ya me acordé, me amenazaste con enfrentar a esas locas por tu cuenta si te dejaba sola. Akane, ¿qué voy a hacer contigo? - Le acarició el rostro con ternura, luego su mirada se volvió algo juguetona. - Estás demasiado enamorada de mi para tu propio bien. - Ella hizo un puchero.
- Y mira quien lo dice, "Julieta", que prefirió hacerse pasar por muerto para evitar ponerme en peligro.
- Deja de llamarme así boba. - Pidió disgustado, su prometida lo comparaba con aquella protagonista ridícula que Akane había interpretado en el primer año de preparatoria. Ella ni se inmutó, solo le tomó del rostro. - No puedo creer la guerra que se originó solo por amarnos. - Suspiró ahora tristemente al recordar que Shampoo había iniciado con todo aquello cuando Ranma la eligió oficialmente.
- Y llegaré hasta la última consecuencia Akane con tal de que seamos felices. - Declaró contra sus labios. -Te lo prometo.
- Te amo... - Susurró antes de por fin besarse con ímpetu.
- Es hora de irnos, dejen eso para después. - Los interrumpió Mousse. - Faltan quince minutos para que zarpe el barco que nos llevará a Usuki, será nuestro primer destino.
Akane rápidamente empacó todo, luego ayudó a Ranma a ponerse de pie, y Mousse tuvo que apoyarlos porque iban muy lento.
- A buena la hora en que dejaste de estar maldito. - Se quejó Mousse.
- Y bien que te beneficiaste. - Le recordó, Ranma hacía meses que había conseguido una cura en polvo que todos habían aprovechado.
Subieron al barco con identificaciones falsas que también les había dado Nabiki, sería difícil si querían salir del país, pero al menos les servía para movilizarse por Japón sin problemas.
Cuando el barco dejó atrás la costa, Mousse se fue a descansar, Ranma y Akane se quedaron observando la luna abrazados, normalmente Ranma habría hecho un comentario tonto pero dado que este podría ser uno de los pocos momentos que tendrían tranquilos como pareja no dijo nada, en su lugar, abrazó más fuerte a Akane que volvió a llamarlo "Julieta" con gracia y Ranma, aunque rodó los ojos, solo pudo pensar que al menos "su Romeo", su necia prometida, no había muerto durante su inconciencia y podrían seguir juntos, esperando que en el futuro ya no tuvieran que esconderse.
FIN.
.-.-.-.
ACLARACIONES.
- Todo lo descrito en el crematorio, es un proceso realizado en Japón según las costumbres budistas. Literalmente lo descrito se puede ver en video en YouTube por si les interesa buscarlo.
- El título de la historia viene de la novela clásica "Romeo y Julieta" de Shakespeare.
N/A
Para el 20 de diciembre.
Queridos lectores, quiero decirles que hice una investigación profunda sobre los rituales de funerales en Japón, la verdad, aunque soy una persona que gusta de ver videos científicos que incluyen restos humanos, ver como hacen el proceso de los huesos en el crematorio fue un choque, no me imagino a mí misma manipulando los restos de algún familiar mío, menos pulverizándolos a mano para que quepan en la urna; aclaro, por si acaso, que respeto mucho a quien profese esas creencias.
Espero haber podido transmitir la sensibilidad del momento, admito que el final es bastante abierto, pero es un final donde nuestros dos protagonistas se quedan juntos y con eso me doy por bien servida, no descarto una segunda parte, pero tampoco pensaré en ello por el momento.
Sobre el titulo de la historia, solo por si alguien no ha leído la historia de "Romeo y Julieta", ella toma un elixir que la hace pasar por muerta al igual que a Ranma, por eso Akane lo compara con ella.
Gracias a todos por su apoyo, en especial a:
1. Crisel Grajeda
2. Akanita de Saotome
3. Benani0125
4. Juany Nodoka
5. Nita-chan84
6. Psicggg
7. Jesse rj
8. Kirara822
9. Akai27
10. Pao Vedder
11. Arianne Luna
12. Sandy
13. Lili
14. gatopicaro831
15. Sailordancer7
16. Guest01
17. Kris de Andromeda
18. mariabermudez
19. vanesa112
Nos leemos pronto, de este lado del internet, AkaneMiiya.
