Nota: Hubiera deseado que el manhwa durara un poquito más, porque todo fue tan repentino y pronto llegamos al final... me hubieran dado también a los niños.


Últimamente Legion estaba siendo chantajeado.

No por un enemigo (con el cual podría acabar fácilmente si así quisiera) o por un noble, sino más bien por su querida esposa, Luana.

No era como si hubiera una mala intención, porque sabe que Luana no es así. No cuando se ha esmerado en demostrarle sinceridad en cada platillo que le prepara, incluso ahora que finalmente la comida ha dejado de saber a basura y puede cocinar un poco por sí mismo.

Es sólo, que últimamente, Luana le ha mirado con ojos de perrito. Ojos que lentamente, lo han hecho vulnerable (más de lo que ya era, cuando se trata de Luana).

El caso es– que Luana le pide que le cocine algo mientras pone esos ojos, como si él fuese a negarse a hacerlo. Como si no la hubiese puesto como su máxima prioridad, hasta por encima del reino que el (loco) emperador le dejó tras suicidarse y del cual, ha manejado bien por el momento.

Cuando eso pasa, Legion se levanta, ya sea del escritorio o la cama y seguido por una feliz Luana se encamina hacia la cocina para prepararle una comida o un aperitivo; a veces preparándolo solo o con la guía y ayuda de la joven bruja.

A Legion no le molesta complacerla con su sencilla sazón, mientras pueda escucharla emitir pequeños sonidos de gusto, ver su expresión de deleite y oler ese ligero aroma a mantequilla dulce que delata su felicidad en sus feromonas, él siempre lo hará.

Le es imposible contener una sonrisa de tan sólo mirarla comer.

En cuanto Luana se percata de que nuevamente ha hecho que Legion le cocine, le es imposible no tragar su último bocado y mirar apenada a su marido. Este nuevo instinto suyo le ha jugado mal otra vez.

Y cuando está por disculparse…

– P-perdón, Le…

El divertido alfa le interrumpe, negando ligeramente con una pequeña sonrisa –. Está bien, Luana. Sabes que no me molesta si se trata de ti.

La joven zeta suspira levemente, ruborizándose.

Definitivamente, los embarazos pueden ser difíciles, complicados y sobre todo, extraños.

(Luana ya compensará más tarde a Legion por esto, se lo promete).