Rivales
Había decidido en ese momento, en aquella pelea que Uraraka cara redonda Ochako seria su enemiga también, tenia las malditas agallas para patearle el trasero. Reconoció en aquella primera batalla que no era para nada frágil, y en cada entrenamiento que la veía se daba cuenta de que era bastante bueno, tenia todo el potencial para ser la numero uno de su generación…algo que JAMAS permitiría.
Cada vez que podía quería hacer equipo contra ella para pelea, quería demostrarle que no solo ella estaba mejorando en todo, si no que él también se estaba haciendo mas y mas fuerte. Pero sus batallas siempre eran interrumpidas por que parecían demasiado peligrosas haciendo explotar todo el campo a su alrededor.
—Debes de tranquilizarte un poco—Dijo un día Aizawa después de uno de esos entrenamientos—Están entrenando, ella no es tu enemigo, ni vas a acabar con ella.
—¿Dirá lo mismo cuando me encuentre con un enemigo real? —Dijo Bakugo con su típico mal humor.
—Estas en la escuela, aquí hay reglas y normas niño—Aizawa estaba cansado de regañar todos los días a Bakugo, pero si no le ponían limites el solo con su poder destruiría todo.
No era mala persona, lo reconocía, pero también reconocía que era demasiado agresivo para la escuela. Bakugo había tomado aquella pelea como algo personal, pero Uraraka también, ella quería ser más fuerte para vencerlo.
El segundo año llego, pero para mala suerte de ambos no les toco en ninguna competencia juntos, fue frustrante para ambos, eran más grandes tenían mas experiencia y estaban listos para patearse el trasero, pero eso no sucedió. Estaban frustrados por no poder competir juntos.
Al día siguiente Bakugo la esperaba en el ascensor antes de clases, a Uraraka le pareció bastante extraño eso, aun así, le saludo cordalmente.
—Buenos días Bakugo.
—Tu, yo, después de clases en el gimnasio beta, resolveremos lo que no pudimos resolver este año.
—¿Una pelea? —Pregunto Uraraka algo escéptica.
—¿No entendiste acaso? —Bakugo pulso el ascensor.
—Bueno, está bien—El ascensor llego pronto y los dos subieron.
No era raro para ambos, pero ese día se sentía diferente algo en Bakugo habia cambiado. El estaba delante de ella, podía ver su enorme espalda y los músculos de su cuello bien tonificados, olía a caramelo quemado, lo normal por su sudor, pero tenia algo raro ese día.
Uraraka no dejo de pensar en ese encuentro en ningún momento, tanto que estuvo distraída la mayor parte del día, incluso en la comida con sus compañeras.
—Pasa algo Ochako-chan, kero.
—No es solo que…
—¿Te sientes aun adolorida por el festival de ayer? —Pregunto Mina mientras tomaba leche de fresa.
—No, me siento con energía, pero paso algo en la mañana.
—Cuenta cuenta—Mina dijo bastante animosa por aquel nuevo chisme que tenía en puerta.
—Bakugo me pidió que peleara esta tarde con él.
—¿Por qué? —Pregunto Jiro.
—No lo sé, creo que ya se le hizo costumbre que pelear en el festival escolar—Uraraka dijo con una sonrisa que sus amigas no pudieron evitar notar.
—¿Estas feliz por la pelea? —Pregunto Momo—Dijo, en cualquier practica el insiste en luchar contra ti.
—Tal vez por que quiere la revancha del año pasado—Uraraka menciono algo alegre, a decir verdad, ese día no le molestaba que el rubio fuese el típico tonto que quisiera pelear con ella.
Ese día al finalizar las clases se preparó y se dirigió al gimnasio, Bakugo ya estaba ahí, con su ropa deportiva calentando un poco, estaba ya algo sudado algo que le daba ciertas ventajas al rubio, más sin embargo eso no lo noto Uraraka, si no que notaba cierto brillo en su rostro y en sus músculos que ¿En qué momento creció tanto Bakugo?
Era mas alto que ella, si pero ahora lo veía aún más grande, los chicos se desarrollan más pensó inmediatamente, pero no solo la altura habia cambiado, si no que sus músculos eran mas grandes, y su mirada de mal humorado que normalmente tenia habia cambiado, ¿En que momento se dio cuenta de que Bakugo tenía los ojos color rubí brillante? Dios que pasaba con ella en ese momento. El era su rival, tenían esa tonta rivalidad por todo un año, por que ahora notaba detalles que siempre estuvieron ahí.
—¿Te vas a quedar muda ahí parada o vas a calentar cara redonda? —Pregunto Bakugo aun con su calentamiento.
—Ah si…
—¿Si qué?
—Nada gruñón—Uraraka inflo las mejillas y comenzó su rutina de calentamiento.
Despues de unos minutos Bakugo vio de reojo a la castaña, era bastante ágil y su cuerpo parecía en buena forma, pero no le daría el gusto de nada ese día. Estaban listos para el combate.
—Pongamos un límite de tiempo—Sugirió Uraraka.
—¿Para qué?
—No quiero que si me pasa lo del año pasado termine en una camilla nuevamente—Dijo con las mejillas infladas.
—Estas admitiendo tu derrota desde ahora? —Dijo con arrogancia el rubio.
—No, no es eso, sabes a lo que me refiero.
—Se lo que dices Uraraka—La vez de Bakugo era gruesa algo que hizo estremecer en ese momento a la castaña.
Bakugo saco de su bolsillo su teléfono, le mostro el cronometro, 15 minutos contaba, Bakugo le dijo que era una pérdida de tiempo así. Pero al iniciar el cronometro, Uraraka se le lanzo al primer golpe, no utilizo su poder, pero si le dio un fuerte golpe en la mejilla e intento hacerle una llave. Aquel golpe dolió mucho pero no era momento para lloriquear, era momento de ganarle nuevamente a Uraraka.
La batalla continuo, explosiones por doquier, Uraraka tenía muchos escombros volando por doquier, habia aprendido a lanzar proyectiles a un punto fijo, y los lanzaba cada vez que Bakugo estaba distraído. Quedaban menos de 5 minutos y ninguno e los dos daba tregua, estaban cansados, heridos, golpeados y ninguno de los dos quería ceder. Uraraka estaba apunto de desmayarse, su poder estaba a su límite, al igual que Bakugo, pero a la castaña se le notaba más.
Bakugo la tiro al suelo, la inmovilizo, sus piernas, sus brazos estaban inmovilizados. El estaba sobre de ella cuando la alarma sonó, dando como ganador nuevamente a Bakugo. El rubio no se quito inmediatamente, pero si le solo las muñecas. El rostro de Uraraka estaba rojo y parecía que estaba a punto de llorar. Se llevo una mano a su rostro y se cubrió con él. No entendía por que iba a llorar, habia dado lo mejor de sí, Bakugo le gano en toda regla, porque se sentía de esa manera.
Bakugo se sorprendió demasiado, ¿Por qué demonios lloraba?
—Bájate—Decía entre sollozo—Me duele…—Mintió la castaña.
Bakugo entendió que tal vez su peso le habia lastimado el estómago, y por eso lloraba. Se bajo de ella y Uraraka le dio la espalda mientras se limpiaba las lágrimas, no entendía por que lloraba, solo se sentía tonta al haber perdido ante Bakugo.
—No fue para tanto—Dijo Bakugo intentando arreglar la situación, si algo no soportaba desde niño era que alguien lloraba, no sabia como actuar ante ello.
—Lo…lo se…solo…me dolo el estómago—Dijo Uraraka mientras se sentaba a su lado. Volteo a verlo, tenía la nariz roja y los ojos vidriosos, pero en su rostro habia una sonrisa—Ganaste.
Bakugo se sorprendió ante ello, tan solo chasqueo la lengua y se volteo.
—Hay que ir a que te curen esas heridas—Dijo con vergüenza el rubio.
—Estoy bien…no fue para tanto no…—Menciono la castaña para después irse de ahí rápidamente.
En el dormitorio la vieron como estaba totalmente sucia y algo golpead no hizo caso a nadie y subió directamente a su dormitorio. Necesitaba una ducha y limpiarse las heridas. Se sentía realmente avergonzada por aquella pelea, habia dado lo mejor y volvió con el mismo resultado, termino llorando ante la perdida de Bakugo.
No.
No termino llorando por esa razón, se sentía frustrada, quería demostrarle a Bakugo que era fuerte, que habia mejorado muchísimo, pero tan solo hizo nuevamente el ridículo ante él. No era frágil, ella lo sabía, los golpes y los arañazos no le dolían, le dolía no poder demostrarle que era igual de fuerte que ella.
Esa semana en su pasantía Uraraka estaba demasiado distraída, Nejire se dio cuenta de ello, la chica de cabellos azules ya era oficialmente miembro de la agencia y aún seguía siendo superior de ella y Tsuyu.
—¿Estas bien? —Pregunto la chica una tarde cuando su amiga no se encontraba.
—Ah si… ¿Por qué lo preguntas?
—Es que…estas muy distraída, tengo que darte ordenes cuando es evidente lo que tienes que hacer, ¿Qué es lo que ocurre? Puedes contarme.
Ni ella misma se habia dado cuenta de que estaba sucediendo, no se habia percatado de que estaba muy distraída, pero de repente recordó lo que habia pasado días antes con Bakugo y esa pelea y de como había llorado. Le conto lo que paso a Nejire, la chica sonrió maliciosamente.
—Te enamoraste—Dijo con picardía la chica de cabello azul.
—¡¿Qué?! No… estas…estas loca—Uraraka se sentía avergonzada por lo que dijo su superior.
En el pasado Aoyama le había dicho algo similar con Deku y termino siendo simplemente una atracción, mas no sintió nada más, ella se prometió a si misma no seguir más pensando en esas cosas, para su camino para ser un héroe no le serviría de mucho.
Los días continuaron igual, Bakugo siempre pedía combatir contra ella, pero ahora se le hacía más difícil estar a su nivel, pareciera que después de aquella pelea todos sus ánimos y todo que había aprendido en el ultimo año se hubiese esfumado.
Ese día Bakugo le gano con demasiada facilidad, termino huyendo de ahí, llorando en el baño, mientras Bakugo era reprendido por todas las chicas del salón, diciendo que era un mal tipo y que le hizo demasiado daño a Uraraka, pero realmente no fue así.
Uraraka tan solo se sentía mal por no poder estar a la misma altura que él, solo era frustración, y cada vez que la atacaba sentía que no podía contra él, pero quería dar más, quería hacer más.
—Viejo, deberías disculparte con Ochako-chan—Menciono Kirishima una vez que estuvieron en los dormitorios.
—¿Por qué demonios tendría que disculparme con ella?
—La hiciste llorar, Tsuyu dice que ha estado deprimida desde hace días, creo que desde el día que lucho contra ti—Bakugo se sorprendió un poco.
—Esa no es Uraraka.
—¿A que te refieres? ¿A caso es un enemigo como Toga?
—No idiota—Dijo Bakugo para después ir a su habitación.
Cuando bajo del ascensor, se dio cuenta que en el pasillo estaban todas las chicas intentando entrar en el dormitorio de la castaña, pero ella se negaba a abrir, de repente un short azul con camiseta rosa de franjas se acercó hacia él.
—Eres un monstruo sin corazón—Dijo la chica invisible comenzó a golpearla en el pecho.
—Basta de eso—Bakugo estaba molesto, todos lo volvían a tratar como si el fuese el culpable de haberla hecho llorar.
—Bakugo al menos discúlpate con ella—Dijo Mina también entrando en acción.
—¿Por qué demonios me tengo que disculpar? Fue un combate limpio, gane limpiamente.
—Ella ha estado llorando y deprimida desde hace días, kero.
—Tal vez, no tengas que disculparte con ella.
—Momo.
—Gracias.
—Tal vez solo tengas que hablar con ella. No lo se tal vez esa batalla la puso sensible por algo.
—Ustedes son sus amigas, yo no tengo nada que preguntarle.
Sin que alguien más pudiese protestar Bakugo se fue de ahí. Realmente no entendía a las chicas, ¿Por qué demonios una heroína lloraría por perder un combate? Eran rivales, ella era un rival mucho mejor que Deku y ahora se la pasaba lloriqueando como muñeca vieja por los pasillos, que tontería.
No pudo dormir esa noche, solo pensando en que pasaba con la castaña. Bajo por un poco de leche cuando vio que el refrigerador estaba abierto, alguien más estaba asaltando el refrigerador.
—Bakugo—La voz de Uraraka se hizo presente, tenia una dona a medio comer en sus labios y hurgaba el refrigerador.
—Comiendo chatarra harás que tus mejillas se inflen más—Aquellas palabras hicieron que la chica decayera un poco.
Cerro el refrigerador y salió huyendo nuevamente a los dormitorios pasando por un lado de él, Bakugo la tomo de la muñeca obligándolo a verlo, pero en la oscuridad nada podían ver. Saco su teléfono de su bolsillo y encendió la lampara, vio nuevamente el rostro de la castaña, estaba cubierto por lágrimas.
La arrastro al sofá y la tumbo ahí, dejo su teléfono en la mesa con la lampara encendida, Uraraka parecía algo confundida por lo que estaba haciendo, Bakugo se sentó a su lado, no dijo nada por varios minutos mientras ella comía su dona.
—¿Qué te ocurre? Todo mundo dice que soy un monstruo contigo por hacerte llorar, pero yo no te hice nada—Bakugo estaba molesto intentando no subir su voz para no ser descubiertos.
—No ocurre nada—Dejo de comer su dona, parecía nuevamente triste.
—¿Nada y estas así? ¿Demonios, te pones así porque te gane? Tú sabes bien que no te voy a dejar ganar nunca, tienes que superarme.
—Ese es el problema—Grito la castaña.
—Estas llorando por que no te deje ganar?
—No.
—Entones cual es el maldito problema?
—Yo soy el maldito problema—Bakugo no entendió nada—Yo soy la débil, no me he vuelto para nada fuerte, sigo estando muy por debajo de ti…
—¿Estas loca? —Bakugo la tomo por los hombros agitándola un poco—Eres endemoniadamente fuerte, no entiendo por qué crees que no eres malditamente fuerte.
—Me distraje, perdí concentración y sigo perdiendo concentración.
—Entonces deja de pensar tonterías.
—Tu eres la maldita tontería—Dijo casi gritando, Bakugo se sorprendió aún más.
Los dos dejaron de habla, Bakugo la soltó, era extraño eso que dijo, por qué pensaría en el…Uraraka se levantó del sofá y se intentó ir nuevamente de ahí, pero Bakugo la retuvo.
—Eres mi rival lo recuerdas.
—Lo se…se que somos rivales, pro que tu así lo decidiste, pero…desde hace un tiempo…no lo sé…no te veo como un rival.
—¿Estas subestimándome?
—No…solo creo que…
—Dilo…
—No me hagas decirlo…por favor…
—Solo dilo maldita sea
—Agh está bien…me puse a llorar como una tonta porque creí que te habia decepcionado al no esta r a tu nivel, y desde hace tiempo no creo que seamos rivales…yo quiero…que seamos…mas…como…amigos…
—Uraraka…
—¿Qué?
—Esa no es la maldita verdad.
—Claro que lo es…
—Uraraka…
—Por favor…no…—Veía como suplicaba no decir nada, pero él quería que fuera directo…
—Creo…que…me gustas…ok…listo…lo dije—Uraraka se zafó de su agarre y se fue huyendo de ahí.
Bakugo estaba perplejo por lo que había dicho…ellos eran rivales…los rivales…no se pueden gustar…los rivales…solo pelean…Maldita cara redonda ahora ella lo estaba confundiendo a él.
Lamento la tardanza de este fanfic, tuve demasiados problemas para escribirlo, originalmente había escrito algo mas, pero no termino por gustarme así que "deseche" algún día vera la luz, pero espero que te guste este fanfic que hice con mucho amor y cariño.
La imagen de portada es la que me regalo mi querida Shizuki para el intercambio de navidad.
