Y ustedes que dijeron? ya termino el anio y esta no nos actualizo? Pues casi. Mas bien, en estos ultimos cinco dias casi se quedan sin escritora no que a nadie le importe (hay heredera para la continuacion). Este proximo 2024, les deseo salud, dinero y amor en ese orden. Hasta que mi oxigeno sea cero, yo continuare la historia.

Capitulo 233

15 de Octubre 1:00 pm

Fondo del Océano

Atlántico Norte

Kanon llego hasta el fondo marino, donde los seis generales marinos intentaban contener a Tritón y Shura. Este último, ya lastimado, lidiaba contra Baian, Ío y Krishna mientras que Caça, Isaac, Sorrento y otra marina de aparente rango menor, luchaban por contener al hijo de Poseidón, quien, a su vez, intentaba zafarse de ellos para enviar a Shura de regreso a proteger a Zita.

- Llegas tarde a la fiesta Aleix… - dijo Baian viendo como el Dragón Marino se acercaba imponente hacia ellos - Ni creas que te daremos parte de la recompensa.

Krishna volteo también a pesar de tener su lanza en el cuello de Shura a punto de rematarlo.

- ¡Un momento! Ese no es Aleix – dio dos pasos atrás para poder maniobrar mejor su lanza y apuntarla hacia Kanon – Aleix odia usar el casco.

- Nadie más puede usar la Scale de Dragón Marino… – contesto poniéndose junto a Krishna para ver más de cerca al intruso.

- Dejen ir a los dos – Dijo Kanon finalmente para sorpresa de todos los Generales Marinos, quienes no pudieron evitar ignorar a sus prisioneros por primera vez para tener que enfrentarse a él, dejando solo a la marina de bajo rango sosteniendo la caja de cosmos con la que encerraron a Tritón, quien claramente no tenía gran experiencia pues se puso a batallar para poder controlarlo.

Sorrento fue el primero en dar un paso enfrente y hablar.

- ¡Quítate esa Scale de inmediato! No eres digna de ella.

- Si la traigo puesta es porque ella así lo quiso – respondió Kanon tranquilo – Permitan que me lleve a mis amigos y esto no pasara a mayores.

- ¿Disculpa? - Ahora fue el turno de Isaac de hablar - ¿Crees que puedes manipularnos de nuevo? Estas cometiendo doble traición al venir aquí, vestido así.

Kanon se deshizo de la Scale, quien tomo su forma animal a unos cuantos metros y llamó a su Armadura Dorada quien vistió su cuerpo de inmediato.

- ¿Así te parece mejor? Para mí es una gran y completa pérdida de tiempo, pues incluso sin ninguna de ellas les pateare el trasero.

Los seis Generales Marinos rodearon a Kanon quien, sin moverse, sopesó la situación: Shura se veía bastante herido y sangrando profusamente, por lo que supuso que había sido atacado por varios de sus excompañeros a la vez. Era necesario subirlo y darle atención médica. En cuanto a Tritón, si no llamaba más la atención y podía zafarse de esa trampa congelante que mantenía esa Marina desconocido para él, debería poder volver a escapar. Aun así, los seis Generales Marinos al mismo tiempo lo iban a mantener lo suficientemente ocupado como para poder ayudarlos a ambos.

Isaac hizo una señal a la Marina que tenía a Tritón haciendo que Kanon volteara hacia allá, siendo el momento aprovechado por Krishna, quien fuera el primero en lanzarse contra el usando su Flashing Lancer. Kanon tuvo que retroceder unos pasos para evitarla y al hacer eso, quedó a merced de los otros cinco.

Durante varios minutos, Kanon pudo simplemente esquivar los ataques mientras pensaba la manera de salir de ahí con Alejandro y Shura, sin herir a sus antiguos compañeros.

- ¡Ríndete Kanon! ¡Nuestro Señor llegará en cualquier momento y no te perdonará! – gritó Baian mientras Sorrento comenzaba a tocar su Flauta en contra del antiguo General Marino.

- Cuando los dejen ir, tal vez lo haga, pero no te lo aseguro.

Sorrento logro finalmente lanzarle su Sinfonía Mortal, logrando paralizar por unos segundos a Kanon quien, de reojo, vio resonar la Scale que minutos antes estuviera en su cuerpo. Como si la Scale le hablara, Kanon subió su cosmos para liberarse de las garras de Sorrento y al hacerlo, le hizo una señal a la Scale de Dragón Marino quien, con la misma figura, se lanzó en contra de Shura a toda velocidad para subirlo a la superficie antes de que ninguno de los ahí presentes pudiera detenerla. Krishna aprovechó para clavar su lanza en la clavícula izquierda de Kanon clavándolo en el suelo.

- Hemos entrenado mucho más desde que nos dejaste – contestó.

- Y estas en nuestro territorio. – Contestó Sorrento acercándose – Me pregunto ¿qué pasara contigo cuando se enteren en el Santuario?

- Con lo débiles que son allá en los castigos… - contestó Isaac

Kanon tomo la lanza con ambas manos para fingir liberarse, logrando que de nuevo todas las Marinas lo rodearan con ganas de seguir lastimándolo. Tritón, adivinando lo que Kanon hacía, subió su cosmos lo suficiente para liberarse para sorpresa de la Marina y haciéndolo volar varios metros. Desgraciadamente para él, esto llamó demasiado la atención y el sonido de caracoles marinos se escuchó de manera sonora.

- ¡Carajo! – Exclamó Ío - Pudimos haber tenido la parranda del Siglo con la recompensa.

Cientos de Marinas con uniforme azul rodearon a todos formando un domo haciendo imposible que Tritón escapara. Kanon cerró los ojos tanto por el dolor de la lanza que no se podía quitar, como por el sabor de la derrota. Ahora Tritón no podría escapar, aunque ambos unieran fuerzas.

Un contingente en un carruaje tirado por delfines llegó casi de inmediato bajando Anfitrite en su uniforme de Batalla

- ¡Sorrento! ¿Me puedes decir donde esta Aleix? O si están todos aquí, ¿tienen algo que ver en que allá arriba hay toda una movilización de la guardia costera y cientos de personas reportando sucesos extraños en la playa? ¿Saben que si ellos llegaron a grabarlos tendrán un juicio directo en el olimpo verdad? ¡Contesta!

Los seis Generales Marinos fueron a formarse delante de ella con Sorrento como líder y pusieron una rodilla en el piso en señal de respeto.

- señora, estamos cumpliendo órdenes ancestrales.

- ¿A qué te refieres?

La armadura de Géminis inesperadamente dejo el cuerpo de Kanon y la lanza de Krishna fue arrojada hacia los pies de Anfitrite una vez que este se hubo puesto de pie, logrando llamar la atención de la Diosa.

- ¿Kanon? ¿Pero qué…?

Kanon caminó hasta donde estaba Anfitrite balanceándose de manera extraña y mientras se hincaba frente a ella, señaló en silencio hacia donde se encontraba Alejandro.

Anfitrite volteó hacia donde el señalaba y vio a un Tritón algo maltratado pero vivo y corrió hacia allá

- ¡Hijo!

- Madre

Una sonora cachetada sonó por todo lo alto. Tritón, sorprendido, recibió un abrazo muy fuerte por parte de su madre.

- Me has tenido preocupada todos estos siglos. ¡Ni una carta, una llamada… nada! ¿Acaso no quieres a tu madre?

- Déjame regresar a tierra. Sabes que si mi padre me ve…

- Tu lugar es aquí abajo controlando a las Marinas y ayudándome a mantener el equilibrio de los ecosistemas…

Alejandro se quitó a su madre de encima mientras Anfitrite le hacia una señal a uno de sus Asistentes.

− Madre… debo ir a ver a mi hija. ¡Quiero saber que está bien!

Dos marinas dieron un paso al frente mientras, para asombro de todos, Anfitrite misma le ponía unos grilletes especiales a su Hijo.

- No te dejare ir. A mi lado, tu padre no podrá tocarte.

Tritón miró a su madre y volteó a ver a un Kanon que no hacia ningún intento por usar su Healing en su herida y tampoco intentaba irse.

- Deja ir a Kanon sin repercusiones y me quedare aquí contigo. De no haber sido por su ayuda y la de mi yerno, tal vez me hubieran llevado con mi padre y tú nunca te hubieras enterado.

Anfitrite volteó a ver a Kanon, quien mantenía la cabeza agachada.

- Muy bien. Kanon… la próxima vez que quieras visitarnos, avísame. Tú tienes mi teléfono. – Señaló a dos de sus Marinas – llévenlo a salvo a donde puedan atenderlo. Y borren cualquier evidencia que pueda incriminar a nadie allá arriba.

- Pero Señora… - comenzó a decir Sorrento – Él debe ser acusado de traidor. Está usando la Scale y la Armadura Dorada. Eso, es imposible de pasar por alto.

- ¡Silencio! ¿Ahora quieres venir a darme órdenes a mí? – Las dos Marinas desaparecieron con Kanon y aprovechó para subir su cosmos e infundirles miedo – Si Poseidón se entera por ustedes de lo que sucedió… yo misma vendré por ustedes y mi esposo tendrá que conseguirse nuevos generales marinos, ¿entendieron? ¿Por qué andan en el Atlántico Norte? ¡Vayan a sus puestos!

Isaac fue el primero en levantarse, ir por su Asistente que se estaba recuperando del golpe y desaparecer en un portal. Uno a uno cada uno de ellos fue haciendo una reverencia y desapareciendo de la misma forma hasta quedar únicamente el Ejército de Marinas de Anfitrite.

- Ahora si hijo mío. Vamos a Casa. Tienes muchas cosas que contarme.

Zita verificó que el paramédico atendiera a un Shura que no se quedaba quieto mientras veía como Kanon salía caminando del agua flanqueado por dos personas en uniforme de salvavidas. Estos tronaron los dedos y otros paramédicos, de una segunda ambulancia estacionada ahí, corrieron hacia Kanon.

- Llévenlos al Hospital más caro de Atenas por atención. Esta benefactora paga – dijo uno de ellos extendiendo una tarjeta, pero Kanon lo tomó del cuello

- AHEPA

- ¡Ok, ok! Llévenlos a AHEPA. Que genio.

Los paramédicos miraron a Kanon caminar directamente a la ambulancia sin quejarse a pesar de estar aun sangrando del brazo. Corrieron para alcanzarlo y subirse con él. Zita corrió hacia las Marinas antes de que volvieran a entrar al agua.

- ¿Mi padre… dónde está?

- ¿Quién es su padre?

- Alejandro… Tritón… no sé cómo lo conozcan. Aún debe estar bajo el agua…

Los dos se miraron y le entregaron la tarjeta de presentación de Anfitrite.

- Él está bien por el momento. Regresara cuando deba hacerlo.

- ¿Puedo verlo?

Ambos negaron y volvieron al agua. Zita espero para verlos desaparecer antes subirse a la ambulancia y de que una ola bastante grande llegara suavemente a la orilla para mojar a los bañistas, echándoles a perder todos los celulares.

Saga salió del quirófano dos horas después junto con todo el equipo médico.

- ¡Excelente cirugía, Doctor Gemini! –Dijo su compañero – Seguro que apenas está en la residencia.

- Muchas gracias por los elogios mi estimado colega, pero es lo malo de comenzar a estudiar tarde. Nadie me cree que apenas soy un puberto de la tercera edad.

- Jajajaja…

La Jefa de Enfermeras en turno se tronaba los dedos a unos pocos metros de donde él estaba. Se movía nerviosa por darle la noticia al Doctor Gemini. Cuando los médicos llegaron junto a ella, los increpó aun temblando.

- ¿Doctor Gemini puedo hablar con usted?

- ¿Que quiere mi morenita chula? – contesto Saga mientras le apretaba los cachetes

- ¡Doctor…! ¡Compórtese!

- ¿Qué? ¿Acaso he perdido mi toque?

- No. Más bien la Señorita Nina nos tiene prohibido… - la enfermera guardo silencio – ¡Olvídelo! Es verdad ¿qué usted tiene un gemelo?

- Es correcto. Mi hermano Kanon.

La enfermera comenzó a tronarse los dedos.

- Es que necesitamos su ayuda con él.

- ¿Las está molestando?

- No. No nos deja tocarlo.

- Eso es nuevo.

- No me entiende – La enfermera levanto la mirada hacia el – Hemos intentado cerrar su herida y esterilizarla, pero no nos deja tocarlo. Los Médicos de urgencias se dedicaron mejor a atender a otras personas y…

Saga la tomó por los hombros.

- ¿Qué le paso a mi hermano? ¿En qué cubículo está?

- Lo…. Lo pasaron a una habitación particular para que… no fuera a molestar a los demás enfermos – le contestó– está en el 103 y ya perdió mucha sangre…

Saga no esperó a que terminaran de decirle. Salió corriendo hacia allá tumbando camillas vacías y enfermeros a su paso. No tardo llegar a la habitación que le dijeron que estaba flanqueado por dos Enfermeros varones con las narices rotas, que Saga reconoció como los que usaban para los pacientes violentos y obviamente, no habían podido controlar a Kanon.

- ¡Doctor Gemini! ¡Dígale a su hermano que presentare cargos! – contestó uno de ellos enojado mientras otro colega llegaba a ponerle una bolsa de hielo

- Y que lo perdonaremos si nos dice que sustancia ilícita se mete para estar así de fuerte – mencionó el otro.

Saga no contestó, sino que se metió a la habitación donde Kanon estaba sentado sobre la cama, con el torso desnudo y aun sangrando del brazo, aunque ya no tan profusamente. Veía hacia la ventana con la mirada fija al infinito.

- ¡Kanon!

Saga llegó hacia donde él estaba y no hubo respuesta por parte de su hermano. Vio el estado en el que estaba e intentó tocarlo, mas Kanon extendió su brazo herido hacia el cuello de Saga intentando ahorcarlo, más Saga fue lo suficientemente rápido para hacer lo mismo, infringiéndole el mismo daño que el intentaba hacerle. Afortunadamente para ambos, tanto la pérdida de sangre en ese brazo como el estado general de Kanon, no ayudaba a hacerlo. Finalmente dejo caer el brazo y levantó la vista hacia Saga quien supo, por la mirada de Kanon, que ese no era su hermano. Saga también lo soltó y comenzó a escanear su cosmos. Frunció el ceño cuando descubrió que, aunque el cuerpo era el de su hermano, su cosmos era muy bajo casi nulo.

- ¿Quién eres tú? – Pregunto – tú no eres mi hermano. Dime tu nombre.

- Morgan.

Saga intento recordar. Era el mismo nombre que había escuchado decir a Laura en sus pesadillas.

- ¿Qué haces dentro de mi hermano? ¿Él te invitó a entrar? Porque te estas volviendo una verdadera molestia.

- ¿Qué tiene el que ver con mi Señor Poseidón?

- ¿Qué?

- Lo he estado vigilando. Usa mi Scale. No me gusta.

- Momento. El algún tiempo fungió como Dragón del Mar, pero hace años, ahora solo es fiel a Athena como Caballero Dorado.

- Cobarde.

Saga caminó hacia el carrito rojo de emergencias que los enfermeros habían dejado en la habitación y comenzó a preparar lo que necesitaba para suturarlo.

- Mira, no me interesa mucho quién eres, si te escapaste del infierno o si nunca estuviste en él, alguien estuvo haciendo mal su trabajo en el Hades y deberemos reportarlo. Tú deberías estar descansando en paz dejando a mi hermano viviendo tranquilo y feliz.

- ¡Ja! La única forma en la que yo puedo estar aquí es porque tu hermano es un infeliz debilucho. Por eso se volteó hacia las filas enemigas

Saga regresó y se sentó frente a él. Comenzó a curarlo sin que Kanon reclamara nada. Aparentemente al darse cuenta de que Saga era lo suficientemente fuerte para controlarlo, decidió dejar de luchar. Saga agradeció internamente no tener que lidiar con él.

- Infeliz debilucho será, pero él está vivo y tú no. ¿Quién es el debilucho entonces?

La mirada de furia del ente se reflejó en los ojos de Kanon. Ninguno de los dos hablo por unos minutos mientras Saga lo suturaba.

- ¿Tu estuviste en mi casa antes, verdad? – finalmente preguntó Saga

- Sí.

- ¿Qué quieres con nosotros? ¿Acaso Kanon te mató y quieres venganza?

- Él nunca hubiera podido matarme. Es inestable y eso lo hace débil.

- Pues te diré. Hasta Poseidón lo respeta.

- No hables mentiras de mi Señor.

- Deja a mi hermano en paz y lo hare.

- No puedo

- ¿Por qué?

- Es la única forma en la que tengo de estar cerca de ella.

Saga dejó de suturar para ahora verlo enojado.

- ¿Cuál ella?

- Sophia.

Saga pensó. ¿Cuál Sophia? Esto se estaba complicando.

- ¡Idiota me duele! –la voz normal de Kanon retumbó en la habitación, haciendo que Saga se sintiera más tranquilo. El seguía ahí. Solo era cuestión de tiempo para que regresara.

- ¿Dijiste algo?

Saga apretó la herida para infringir dolor y tratar de recuperar a su hermano. Por un momento vio que Kanon hizo una mueca al dolerse por primera vez mirando a Saga como queriendo matarlo por un segundo antes de volver a su estado tranquilo anterior.

- Que estoy buscando a Sophia, mi esposa.

Saga terminó de curar a Kanon, regresó los instrumentos al carrito y volvió a sentarse.

- ¿Sophia? La única a la que has estado jodiendo es a MI esposa y no se llama Sophia sino Laura. Y no permitiré que te le acerques y menos ahora que está embarazada. – la voz de Saga era de alguien determinado a no dejar que eso sucediera – Y si tengo que ir al inframundo a pedirle a Hades que personalmente venga por ti a cambio de volver a servirle, con tal de no verte cerca de ella, lo hare. ¿Oíste?

- ¿Laura? No. Ella es Sophia. También está embarazada. De mi hijo. Tengo que ir con ella…

Comenzó a sacudir dubitativamente la cabeza mientras Saga se levantaba molesto con ganas de golpearlo. Morgan o Kanon lo estaba llevando al límite de su paciencia. En ese momento Kanon hizo una mueca de dolor.

- ¡Con un carajo! ¡Maldito Krishna me las voy a cobrar todas juntas cuando lo vea y le meteré la lanza por donde no le da el sol!

Saga parpadeó un momento.

- ¿Kanon?

- Obvio. ¿A quién esperabas? ¿Al Chapulín Colorado? – Comenzó Kanon a tomarse la cabeza – Odio decir esto, pero… ya estoy viejo para estas batallas. – se quitó las botas aun mojadas de una sola vez haciendo que volaran por toda la habitación y se recostó totalmente sobre las almohadas– No me digas que caminé dormido hasta acá para que me dieras un besito en la herida y me cantaras el sana, sana ¿Shura cómo está?

- ¿Shura venía contigo?

- Eso espero o no vuelvo a salvarle el trasero.

- Ok. Dormita unos minutos ¿sí?, no te muevas de aquí. – Vio que Kanon comenzaba a cerrar los ojos – Kanon. Prométeme que no saldrás de este cuarto.

- Si Daddy, jeje zzzz…

Saga se aseguró de dejarlo dormido antes de salir y despedir a los Enfermeros no sin antes perderle el gusto a dos cheques por las molestias. Fue a recepción a averiguar sobre el estado de Shura donde le informaron que había sido dado de alta, pero se encontraba en la sala de espera de Obstetricia. Se dirigió ahí rápidamente.

Shura estaba sentado tranquilamente frente al televisor de la sala de espera. Tenía algunas cortadas y golpes leves, pero nada extraordinario. Saga se sentó junto a él.

- ¿Está todo bien?

- Ah Saga. Me preguntaba cuándo aparecerías. ¿Cómo esta Kanon?

- Todo bajo control. ¿Me dijeron que tu esposa se sintió mal?

- Parece ser que se le subió un poco la presión, nada de cuidado según los Médicos que ya la revisaron, pero ahora está descansando tranquila y está en buenas manos… ¿verdad?

- Todos aquí son muy profesionales y le darán la mejor atención, pero aun así me sorprende que estés tan tranquilo cuando la última vez Kanon tuvo que drogarte.

- Esta vez tengo toda mi confianza puesta en Athena y Hera para que todo salga bien así que, ¿por qué dudarlo? Además, ella estaba junto a mí y yo la vi muy bien. Solo los Médicos que me checaron vieron que estaba algo mal.

Saga le puso la mano en el hombro mientras le sonreía. Shura y su lealtad.

- Tienes razón amigo. Tienes razón.

- Por cierto, no te sorprenda si ves a Aioros por acá. Mientras nos atendían, preguntaron sobre el Seguro Médico y le llamaron. Parece que viene para acá para ver por qué estamos aquí. Si le digo que fue mi culpa o la de Zita…

- ¿Y lo fue?

- Yo no debí traerla a la playa, así que sí. Fue mi culpa. – declaro Shura – y el estado de Kanon también. Discúlpame por favor.

Saga volvió a sonreírle

- Ya no es un niño. Él toma sus propias decisiones. Pero de mi parte no diré nada. Ve planeando mejor tu coartada y me la pasas para no echarlos de cabeza, ¿sí? Iré con él para planear la suya.

Shura asintió mientras Saga se levantaba y se dirigía de regreso a la habitación 103.

Kanon se despertó de golpe, mareándose un poco. ¿Dónde estaba? Volteó hacia la habitación y no reconoció el lugar. Hizo un ligero recuento de lo que recordaba. Su brazo izquierdo estaba vendado, pero ya no le dolía y estaba casi seguro de que su Healing ya le había reparado cualquier cosa que hubiera salido mal de la pelea con los generales marinos. La pelea… ¿Shura y Zita? ¿Y Alejandro?

Saga entro en ese momento.

- Buenos días bello durmiente. Batiste récord. 7 días dormidote huevoneando en la cama. Creo que ya estas viejo.

- ¿Qué? ¿Qué? ¿Siete días? Esos idiotas deben estar entrenando mucho entonces…

- Jajaja – Se sentó junto a el – Solo bromeo. No han pasado ni 15 minutos desde la última vez que te vi. Cómo te sientes.

- Siento que mi hermano es un idiota. Debo ir a buscar a Shura y Zita…

- Están revisando a Zita. Parece que este día tuvo demasiadas emociones fuertes y no quisieron arriesgar su vida ni la de su bebe.

Kanon suspiró aliviado.

- ¿Y Alejandro?

- ¿Quién? Solo me reportaron que venían ustedes. Tal vez puedas preguntarle a Shura después. Ahora… quisiera tener una pequeña charla contigo…

Kanon no pudo reprimir su cara de fastidio.

- No por favor. Sermones no.

- Esta vez no será un sermón. Solo quiero saber qué es lo que está pasando en tu vida que no me has dicho.

- ¿Por qué lo preguntas así?

Saga lo miró a los ojos.

- Lo que te sucedió hoy, tal como otras veces, no es normal. Te siento algo, inestable emocionalmente.

- Así soy yo…

- No, Kanon. Deja de mentirme. Si un espíritu chocarrero invade el cuerpo de mi hermano, no es la primera vez, y el mismo me dice que puede hacer contigo lo que quiera porque estas en un estado mental deplorable, discúlpame, pero no puedo creerte. Y sí. Me preocupo. Dime que está pasando.

- Primero dime por qué dices que están invadiendo mi cuerpo.

Saga se tomó la barbilla para pensar la forma más simple de explicárselo a Kanon.

- ¿Recuerdas la última vez que estuviste en mi casa?

- Si. Aleix llego cuando estábamos jugando videojuegos, en algún punto me pase de borracho y… - Y había hecho esa llamada fatídica a Tania donde le habían confesado que era una Golfa.

Su cosmos comenzó a fluctuar al recordarlo y Saga lo noto.

- ¿Y?

- Y ya no se mas – respondió Kanon muy serio.

Saga decidió seguirle el juego por el momento.

- Ese día, Shaka te pidió que revisaras una joya. Esa joya, de algún modo a nosotros nos lanzó hacia el Egeo y a ti, te quitó la vida, aunque fuera por unos segundos. – Saga se dio cuenta que Kanon escuchaba atento y sin discutir – Cuando pudimos regresar, tenías la Scale puesta dentro de mi departamento, y querías atacar a Laura. O al menos eso nos pareció. Tuvo que venir Poseidón en persona a poner orden.

Kanon guardó silencio mientras veía hacia el piso tratando de recordar. ¿Entonces no lo había soñado?

- Hoy llegaste aquí desde no sé dónde y en un estado deplorable con el mismo ente dentro. El confesó que se está aprovechando de tu falta de fuerza interior para poseerte y acercarse a mi Lau y como comprenderás es algo que yo no estoy dispuesto a permitir.

- Haces bien. Ni como tu hermano deberías dejar que me le acerque… - susurro Kanon aun pensando. Eso era lo único que le faltaba.

Saga lo abrazó fraternalmente.

- Kanon. Por favor. Habla conmigo. No me dejes fuera de tu vida así.

- Tú tienes tus problemas y yo los míos.

- Sí, pero…

- Pero solo te importan porque involucra a tu mujer. De otro modo no serían importantes.

Saga lo soltó para mirarlo con dolor.

- No digas eso.

- Pero como siempre, mi sabio hermano tenía razón. No estoy bien porque me deje engañar como un estúpido. No debí darle importancia a lo que tenía con ella. – sus puños se cerraron con fuerza mientras hablaba más para sí mismo – No. Ni siquiera hubiera tenido que involucrarme del todo y aún menos seguir con ella después de esa noche en la Cabaña… - comenzó a reír de forma un poco diabólica – Pero supongo que la envidia me ganó. Y yo caí redondito en la trampa. Le dije que la amaba y después descubrí, que se revolcaba hasta con el que yo creí que era mi amigo. Por Athena. ¿En qué momento me volví tan idiota como tú?

Saga intentó atar cabos. El cosmos de Kanon cada vez estaba más inestable y se sentía dolido. ¿Estaba hablando de Tania? Kanon miraba al piso y movía la cabeza como si estuviera haciendo un repaso rápido de cómo había sido su vida los últimos años. Saga guardó silencio unos segundos. Analizaba lo que Kanon dijo. Acaso… ¿Kanon tenía el corazón roto? ¿Eso le estaba afectando?

- En fin – dijo Kanon algo repuesto - la temporada de caza ya comenzó, pero con esta situación ¿qué dices?, ¿qué sugieres que se haga?

- Avisar a quien se tenga que avisar que ciertas personitas no están haciendo un buen trabajo manteniendo las almas de los muertos en su lugar – Dijo Saga – ¿tienes el teléfono de Hades?

- El que trabajo con el fuiste tú, no yo.

- Cierto, cierto… entonces, ¿sí le llamas Julián y le preguntas…?

Kanon agarró a Saga de la solapa de su bata de forma tan repentina y agresiva, que lo tomó por sorpresa.

- A ese no me lo nombres…

Saga miró fijamente a su hermano y asintió. Kanon comenzó a soltarlo lentamente. El mismo se había sorprendido de su reacción.

- Muy bien. Entonces… el teléfono de Shaina y de ahí que nos dé el de Minos…

- Ahórrate la vuelta. Yo tengo el teléfono de Minos en mi celular… - suspiró – …que tenía en mi pantalón al meterme al mar.

- ¡Ouch!

Kanon volvió a recostarse esta vez tapándose los ojos con el antebrazo. Estaba cansado más mental que físicamente. Saga escuchó una voz conocida en el pasillo y en silencio, salió hacia allá. Aioros estaba preguntando en la Recepción del piso acerca de Kanon.

- ¡Aioros! ¡Hermano!

- ¡Saga!

Ambos se abrazaron

- ¿Cómo está Kanon? ¿Qué le paso?

- Nada grave. Gracias por venir a preguntar.

Aioros se lo llevo hacia un lado del pasillo.

- Oye si uno de mis Caballeros más fuertes viene al hospital y me tienen que llamar para firmar responsabilidades, comienzo a preocuparme. ¿Él está bien?

Saga vio verdadero interés en los ojos de Aioros. Le iba a doler mentirle para encubrir a su hermano.

- La verdad es que el pobrecito está anémico. Parece que no está llevando una dieta muy saludable y tanta parranda lo ha afectado. Ya no tiene 18. Ya casi entra en la tercera edad.

- ¡Oye! ¡No me siento tan viejo! – reclamó Aioros

- Tu no pero el sí. Voy a detenerlo para los estudios pertinentes y observación antes de soltarlo. Solo no digas nada allá o le perderán el respeto. Yo te enviare un informe detallado.

Aioros suspiró. Ahora iba a tener que enviarlos a todos a chequeo para evitar que esto pasara en un futuro.

- Bueno al menos no fue grave. Pero… las Enfermeras dijeron que había mucha sangre…

- Porque se cortó al sostenerse de una banca para no caerse.

- ¡Ah! eso lo explica. ¿Y Shura?

- A él le cayó encima Kanon y lo magullo un poquito y a Zita se le subió un poquito la presión del susto, pero nada de cuidado. Ya deben estar por salir. ¿Te acompaño a buscarlos?

- No es necesario. Solo dime por dónde.

Saga le dio las indicaciones.

- ¿Oye Aioros, una cosa… tú tienes el teléfono de Shaina? Necesito preguntarle algo.

- Claro. ¿Tienes pluma y papel?

15 de Octubre 2:30 pm

Edificio de Departamentos

Ática, Grecia

Shaina subía las escaleras de su edificio con dos bolsas de víveres cuando tuvo que detenerse por quinta vez. Comenzó a zapatear impaciente al ver que dos personas de mudanza se habían atorado al dar la vuelta al subir una cama de latón dorada tamaño King Size. Era bastante impresionante en tamaño y decoración, pero claramente iban a tener problemas para maniobrar.

- ¿Es en serio? – Les preguntó – solo me faltaba un set de escaleras para llegar a mi casa!

- Lo siento Señorita.

- ¡Se-ño-ra!

- Discúlpenos Señora, tal vez pueda regresar al piso de abajo y…

El choque de otro sillón muy largo en la esquina de abajo, le hizo comprender que estaban atorados también y no podría regresar como se lo habían sugerido. Con cara de fastidio, dejó los víveres en uno de los escalones y se sentó a esperar. Apenas acababa de tomar su celular para comenzar a jugar cuando sonó y tuvo que contestar:

S Pronto

G ¿Cómo está la más hermosa de las Santas Femeninas hoy?

S Kanon, ya te dije que no te voy a pasar el pack de nadie.

G No soy Kanon. Soy Saga

S Peor tantito. Tú nunca me hablas para saludar sino para pedir algo.

G ¿Por qué de mal humor? Yo no te llamo porque sé que estas ocupada en tu nueva vida.

S Estoy de mal humor, porque quiero llegar a mi casa a descansar y hacer la cena, pero no puedo ¡porqué una bola de ineptos tienen bloqueada mi entrada! – esto último lo dijo gritando para que todos en la escalera la escucharan

G ¿La de tu casa?

S ¡Y las escaleras! Tuve que tomar las escaleras porque el elevador está detenido arbitrariamente en otro piso y aquí también está obstruido.

Uno de los Bersekers que intentaba ayudar a movilizarlos desde arriba y que la había escuchado, le gritó:

- Lo siento Señora, pero la comodidad de nuestro Señor va antes que la de los demás residentes y eso la incluye.

- ¿Acaso te pregunte? ¿Sabes acaso quién es mi suegro? – le respondió del mismo modo

- No lo sé y no me importa. Siéntese y espere jeje…

Shaina respiró profundo unos segundos antes de volver a su conversación telefónica.

S ¿Ves por qué estoy así?

G Jajaja… tranquila. No los mates o te quedaras ahí para siempre. ¿Aparte de frustrada, estás bien? ¿Minos te trata bien?

S No tengo queja. Algunas fricciones normales de pareja, pero nada que no podamos resolver.

G Me alegro. Entonces… no está cerca de ti, ¿verdad?

S Me está esperando arriba en el Departamento. Debe haber llegado ya del Veterinario.

G ¿Se sentía mal?

S ¿En serio?

G ¡Ya… ya! Broma de mal gusto. Me disculpo. ¿Crees que pueda hablar con él en calidad de urgente?

S ¿Vas a seguir fastidiándolo?

G No soy Kanon.

S Por eso.

G No. Es un asunto de trabajo. Te prometo que para eso le llamo.

S Muy bien. No cuelgues.

Shaina se puso el celular en el bolsillo trasero de sus jeans, tomó sus bolsas y sin decir con permiso, comenzó a escalar la cama bajo los reclamos de los trabajadores. Hizo caso omiso y saltó para salir al otro lado pateando hacia atrás el pesado mueble haciendo que los trabajadores perdieran el control y cayeran varios escalones abajo. Sin voltear hacia atrás, corrió el último set de escaleras y al llegar al pasillo que daba a su puerta, se dio cuenta que todo el elevador estaba detenido porque los empleados del vecino descargaban cajas y cajas que se apresuraban a meter al departamento.

- Que caballerosos. En serio – les reclamó enojada - O sea que por culpa de ustedes tuve que hacer todo ese ejercicio.

Los empleados la vieron de arriba abajo sonriendo con suficiencia.

- Es que debemos mantenerla en forma.

- ¡Cómo que últimamente le hace falta! Creo que le esta creciendo el trasero

- jajaja!

Minos abrió la puerta al escuchar la voz de Shaina, quien al verlo le dio las bolsas para regresarse a echarle bronca a los empleados del vecino por insinuar que estaba gorda, Minos, reaccionando rápido, dejó las bolsas en la mesa para salir justo a tiempo y lograr atraparla de la cintura para intentar someterla y llevarla a casa. Los empleados y guaruras sólo la veían sonriendo y con aire de suficiencia.

- ¡Déjame romperles la cara! –gritó

- ¿Te hicieron algo?

- ¡Ya estarían muertos!

- ¿Te faltaron al respeto?

- No estoy segura…

- Entonces cálmate. – Se dirigió hacia los Bersekers que los veían en tono de burla - Señores, aprovechen que le traigo más ganas a mi mujer que de pagar la limpieza de una escena de crimen en el pasillo y por favor, terminen rápido antes de que me queje con la Administración – cargó a Shaina quien seguía pataleando intentando zafarse – ¡Vamos Honeylips! Ando caliente y no quiero hacerlo aquí delante de ellos. No es que me moleste, pero no les daré el gusto.

Los beserkers comenzaron a chiflar intentando alentar a Minos a cumplir su promesa, pero el no les hizo caso y siguió su camino.

Shaina detuvo su pataleo totalmente sonrojada. Si era capaz. Minos cerró la puerta tras de ella para acorralarla contra la pared y Mientras Minos la besaba con intensidad bajando la mano a su trasero, Saga comenzó a gritar:

G Shaina…. Shaaaaaaaainaaaaaaaa….. Shaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaainaaaaaaaaaaaaa.

Minos la soltó de inmediato.

- Tu trasero habla con voz de hombre – declaró sorprendido

- Jajaja… no seas tonto. Es mi teléfono – dijo Shaina mientras se separaba de Minos y sacaba el teléfono de su bolsillo trasero entregándoselo - Es Saga. Dice que tiene que hablar contigo, es algo urgente. Ya se me había olvidado.

- ¿Y cómo para qué? ¿Ya lo demandaron por mala Praxis? Porque no cobro barato. – se burló Minos

- No sé… pero no le hagas descuento. ¡Que se joda! – Vio a Minina hurgar entre las bolsas del mandado – ¡No! La carne es para la cena.

Dejó a Minos en la puerta con el teléfono en la mano mientras correteaba a la gatita, quien desafiante, se había robado la bolsa de la carne molida y se había echado a correr para que no se la quitaran.

Minos vio la escena divertido y movido por la curiosidad, decidió contestarle al ex Patriarca.

M ¿Hola?

¿No puedes esperar a que termine la llamada para manosearla?

M Mi casa, mi horario. Ademas cuando tienes a una jugosa y deliciosa esposa como la mía, es difícil. Bueno ya ¿Qué quieres? No cobro barato. ¿A quién mataste en el quirófano?

G A ti te voy a matar si no arreglas las estupideces que hacen y que afectan a mis seres queridos – gritó y después cambió el tono de su voz – Pero tienes razón. Cuando se tienen esposas así es algo difícil. Si no pregúntale a la mía.

M ¿Entonces para que me llamas? Me quitas tiempo valioso que puedo usar en cogerme a Shaina en la terraza. Apuesto que trae puesta la tanguita negra que…

G ¡Eres un hijo de…! - se escuchó que estaba haciendo ejercicios de respiración, para no explotar – ok. Te pido que en esta llamada no hablemos de Shaina así porque me altero.

M ¡Ja! Perdiste puntos con ella, ahora su nuevo papi es el borrego mayor y tu eres un cero a la izquierda en su vida. Es más, te mandare unas fotos de nosotros dos para que te la jal…

G *(&^&^%$^%$#

K Minos, soy Kanon. Estás en altavoz

M ¡Ay no! Dos por uno. ¿Ahora a quién quieres que saque de la cárcel?

K A nadie. Por mi puedes dejar que se pudran todos donde sea que estén ahí.

M Me parece bien. ¿Entonces para que querían hablar conmigo?

G Estamos un poco preocupados por un ente, alma, espíritu chocarrero, muerto, o como quieras llamarle, que parece que no puede vivir en paz y está molestando a mi hermano y mi esposa – dijo Saga un poco más calmado.

M Hagan un exorcismo y ya. Que inservibles se han vuelto.

G Si pudiéramos lo haríamos, pero es alguien que, creemos que se ha escapado del inframundo

M Lo dudo. Nuestra seguridad es infalible. Ademas mi puesto es juzgarlos y hacer que cumplan su castigo por sus pecados, no estar cuidando si escapan o no. A mi me tiene eso sin cuidado.

G Según entiendo, porque mi Esposa se lo escucho decir a Poseidón, esa alma debía estar en los Elíseos y de ahí se escapó.

M Eso es todavía menos probable. Los guardianes son Hypnos y Thanatos. Tendría que ir algún dios a sacarla y eso, nunca ha pasado ni pasara –mintio - Así que dejen de hacerme perder el tiempo.

G Necesitas testigos? Tengo varios como dije, incluyendo a Poseidón y a Shaka. Te lo estoy avisando como un favor, ya que, si Kanon quisiera, podría llevar directamente la queja a Hades.

K ¿Yo por qué?

G Pues porque trabajas aun para Hera.

M Ok, ya entendí. Tienes testigos incomparables e incorruptibles jajaja Ay por Hades!. Ese es un buen chiste de cantina. Lo anotare. La verdad no creo nada de lo que me dices, pero para paz mental de todos, te hare el favor de investigar mas no prometo que sea rápido. Tengo otras cosas que hacer.

G Es todo lo que pido.

M Una pregunta. ¿Qué tipo de problemas te está dando?

G Ha estado poseyendo a mi hermano para molestar a mi esposa.

M ¿Y esta buena?

G ¿Quién?

M Tú esposa…

G Claro que sí, pero… ¡Oye! ¿A ti qué te importa?

M Jajaja para saber si esa cosa que posee a Kanon es pretexto para cogerse a tu esposa. Aunque te apuesto a que la mía esta mejor que la tuya.

G Maldito hijo de (/%/&%#%#=

K ¡Saga compórtate!

G Por lo menos la mía está embarazada y me case mucho después que tu… ¿Quién es el inservible ahora? Ni para eso sirven los espectros!

M …

K ¡Saga compórtate!

G El empezó.

M Bueno ya les dije que investigare. No hagan nada mientras tanto

G ¿Miedito?

M ¡Nah… por cierto! Tengo que ir a Columbus. ¿Algún recado para los Smirnov? ¿Alguna felicitación para Tania? ¿O para Vladimir?

G Felicitación? Por qué Kanon habría que felicitarla? Es su cumpleaños?

M Supe que fue ascendida en su trabajo y firmó un nuevo contrato con Poseidón.

G Julián querrás decir.

K cállense! No me interesa!

G ya ya… y ¿Quién es Vladimir?

M El hermano de Tania. Debo confesar Kanon, que al principio creí que querías tirártela a ella y por eso habías pagado mis honorarios para sacarlo de la cárcel, pero todo lo que he oído que has hecho por ese muchacho, creo que estas más interesado en él jajaja. No sabía que te gustaban los hombres y menos platinados Kanon. ¡Oh oh… te recuerdo que estoy tomado! No vayas a fijarte en mí también, ¿eh?

K Hijo de … )(/&&/%$

M Jajajaja adiós. Y gracias por el aviso. Si este es tu teléfono Saga, lo guardare para avisarte cualquier avance.

Minos colgó, buscó su teléfono y de inmediato envió un mensaje a Aiacos y Radamanthys. Tenían que reunirse lo antes posible para investigar esa situación, o sus cabezas estarían en juego si lo que los gemelos decían era verdad, pero… podía esperar una hora o dos a que terminara de cumplirle a Shaina primero.

16 de Octubre 12 pm

Cafetería de Rodorio

Grecia

Aiacos estaba casi dormido con los pies irreverentemente arriba de la mesita de la cafetería de Rodorio con los lentes obscuros puestos. Ninguno de los empleados se atrevían a molestarlo debido a la mirada que les había echado al pedir su agua mineral con hielo de una marca que nadie conocía. Minos descendió de su vehículo y en silencio le dio una patada a la silla de Aiacos que lo hizo reaccionar.

- Oye!

- No seas corriente. Que van a pensar los demás comensales?

- Pensaran que soy un chico guapo y rico que les hace el honor de comprarles – contestó altaneramente – Porque nos citaste aquí? O sea pudiste llevarnos a algún restaurante de lujo.

- Porque aquí es más improbable que alguien nos escuche y… - vio como el siguiente auto en estacionarse era el de Pandora – A ella quien la invitó a la fiesta?

Aiacos volteó disimuladamente hacia allá

- Tu quien crees? En su defensa, nuestro señor le dijo que si algo le pasaba a ella o si alguien volvía a pelear con ella o discutir con ella o si ella se veía involucrada en un escándalo, se desquitaría con Radamanthys así que, ahora la debe vigilar más.

- Pues sí pero no veo que el venga con ella.

- Cierto.

Los dos vieron descender a Pandora del vehiculó deportivo. Ninguno de los dos esperaba verla con el cabello recogido con una diadema cuadrada de terciopelo morado, maquillaje moderno y sorprendentemente, jeans negros y una blusa de satín morada de cuello alto y manga larga. Aiacos tuvo que bajarse los lentes para verla por arriba de ellos mientras le cerraba la boca a Minos. Esa era Pandora?

- Por qué me ven así? – contestó Agresiva cuando se acercó a ellos

- No respondas – sugirió Minos a Aiacos – Todo lo que digas puede ser usado en tu contra.

- Ridículos. Radamanthys no ha llegado? – Preguntó Pandora – Lo esperare adentro. No pudieron encontrar un lugar más corriente?

- Ahora soy yo el que te sugiere lo mismo Minos.

- Yo no la invite.

Pandora les echo una mirada de muerte y entró al café haciendo que ambos jueces se dedicaran a verle el trasero descaradamente mientras dos manos los golpearon en sus nucas con fuerza.

- Ouch

- No sean Irrespetuosos con Pandora. – Señaló Radamanthys antes de sentarse – Aun tiene el poder para quemarles sus joyitas

- Que yo sepa nunca se lo han quitado – contestó Minos saludando a Wyvern afectuosamente – Tanto tiempo sin verte.

- Ya vez, uno que es persona responsable…

- Jajajaja

Minos pidió tres cafés irlandeses para desgracia de los jueces.

- Ni un whiskey siquiera, me tienes en ayunas – reclamó Rada

- En este momento créeme que lo que necesitamos es estar lucidos los tres.

Los jueces se acomodaron a modo de quedar muy cerca para poder charlar en voz baja. Minos procedió:

- Que posibilidades hipotéticamente hablando hay, de que hubieran escapes de almas de los Elíseos?

- Bah! Me dices que solo un café cuando tú ya vienes borracho – exclamó Wyvern

- Hablo en serio. Créanme o no, me acaban de llamar para reclamarme que una de ellas ha estado acosando la casa de Saga, el asesino de patriarcas, y como no puede con algo que no puede matar, pues dijo que o lo arreglamos o nos acusa de negligencia prácticamente.

- Y le creíste? – preguntó Aiacos – Que pruebas tiene?

- Desgraciadamente tiene testigos fuertes que pueden meternos en problemas. – contesto Minos – Alguno de ustedes ha oído o visto algo raro allá abajo?

Radamanthys los miró.

- Yo llevo semanas sin bajar por estar en Londres…

- Y yo tenía la semana de la moda en 4 ciudades distintas. Tampoco he bajado. – Contestó Aiacos – Se supone que tú eres el que ha…

- Yo tampoco he estado abajo desde la fiesta – confesó Minos.

Los otros dos jueces lo miraron extrañados.

- A ver a ver, como esta eso? A dónde vas todos los días entonces y como justificas tu ausencia arriba con Shaina y abajo con Hades?

- Hades tampoco ha estado en el inframundo – dijo Aiacos – La señora Deméter y la señora Perséfone lo han traído de compras desde la fiesta. Lo sé porque mi preciosa Viólate esta con ellos. Pero Rada tiene un buen punto. Que explicación le has dado a tu mujer?

Minos se alejó un poco de ellos para recargarse de nuevo en su asiento.

- Estoy haciendo algunas diligencias aquí y allá, investigaciones y visitas a corte aquí y allá… no he pisado Ptolomea en un buen rato. Pero ella no tiene que saberlo así que ya saben.

- Nosotros no te echaremos de cabeza. Muy tu problema – contestó Radamanthys – Aunque… yo escuche que cierta Monja Oscura será regresada al inframundo muy pronto.

- De verdad? – Los ojos de Minos brillaron esperanzados – Finalmente tendré ropa limpia. Gracias Hades!.

- Jajaja tu toxica no sabe lavar o qué?

- Obvio que sí y Yo también, pero era una expresión.

- Si claro niño mimado.

- Momento… que no se supone que estas usando a Lena?

- Pues sí, pero hay cosas que ella no sabe hacer como mi Ana…

- Ana?

- ¿?

- Dijiste que Lena no sabía hacer lo que Ana…

- Dije Francine!

- El subconsciente te traiciona… Puerco! Jajaja

- Guacala que rico jajajaja

- Bueno ya! Nos salimos del tema. – respondió Minos entre avergonzado y enojado

- Ya cálmate. Te ayudaremos como siempre. De donde dicen que se salió?

- Elíseos aparentemente.

- Ah entonces no te preocupes mucho. Ni nosotros tenemos acceso ahí, así que si alguien escapo, es culpa de alguno de los dioses, incluidos Hypnos y Thanatos. No se nos podría culpar aunque quisieran.

Minos lo medito un poco. Era cierto a medias. Hades los culparía a ellos porque no culparía a su propia familia y menos a los gemelos. No era conveniente para su reputación y se desquitaría con los primeros en la línea que eran ellos.

- Se de una ninfa que por una caja de chocolates, puede informarnos que dioses han estado en Elíseos desde la fiesta. Eso nos puede ayudar a reducir las opciones y la investigación porque con la súper pena, pero yo estoy muy ocupado – contestó Wyvern

- Con Pandora?

- Ojala y no. – Contesto Radamanthys – Acá entre nos, para asuntos de hombres, solo estorba.

Aiacos hizo ademan de desmayarse de la sorpresa y Minos cacharlo abanicándolo con la mano.

- No le sueltes de sopetón la noticia. Se le va a bajar la presión jajajaja

- Idiotas. – volteó hacia Pandora haciendo una cara de incredulidad – Y ahora a Pandora que le pico? De cuando acá toma tres pasteles.

Los otros dos se incorporaron y vieron la escena donde pandora, tomaba fotos de los pasteles antes de probarlos ávidamente.

- Supongo que el mismo día que trae jeans embarrados. Ella tampoco ha bajado últimamente verdad?

- No. Estaba terminando el diplomado. – Contestó Radamanthys sin entender que estaba pasándole – Tiene que decidir en estos días si continua la carrera o no. De ser positivo, nos libraremos de su lanza por tres años.

- Rezaremos a Zeus porque eso pase – dijo Minos – Mejor ve a controlarla antes de que te madreen por dejarla que suba de peso jajaja

- Ella aun así se vería bonita – Contesto Radamanthys levantándose – Pero sí. Compren esos benditos chocolates y yo consigo la info. Pero de los finos. No de los del mercado.

Se despidió de sus hermanos antes de entrar a la cafetería. Pandora se divertía con alguna conversación que tenía con alguien en el teléfono. Wyvern se sentó frente a ella y se quedó mirándola por un rato hasta que ella alzo la mirada y dejó el teléfono a un lado.

- Hola. Te ves bonita hoy. Cambiaste de peinado de nuevo? – le preguntó

- Solo me quite las extensiones. Creo que me veo mejor al natural – respondió Pandora

Wyvern vio los tres platos vacíos.

- Dejaste la dieta?

- Ahora me fiscalizas lo que como?

- No. Solo no quiero que te sientas mal después.

Pandora lo miró en silencio con ganas de reclamarle, pero él no le dio la oportunidad.

- Lo siento. La costumbre. Comete hasta diez. No es mi problema. – sacó su celular para fingir que revisaba sus mensajes – Me trajiste los pasaportes de Gisly e Ivar?

- No los traje conmigo, los deje en el hotel – contestó – Podemos ir por ellos si los necesitas.

- Obviamente. Si no para que querría decirte que los trajeras.

- Pudiste haberme pedido que los enviara por paquetería y no hacerme venir hasta acá.

- No se me ocurrió.

Radamanthys tamborileó sus dedos en la mesa de forma impaciente. Pandora guardó silencio un momento.

- Y solo para esto me llamaste?

- En realidad para preguntarte, aunque ya se la respuesta, que tienes tu que ver con Deathmask.

Pandora se ruborizó un poco pero no dio su brazo a torcer.

- Nada

- Estas segura de esa respuesta?

- Si lo dices porque lo lleve a la fiesta, pues solo fue porque Thetys iba con su amigo y yo…

Wyvern golpeó la mesa con el puño haciendo sobresaltar a Pandora y otros comensales alrededor.

- Dado que al estar aquí arriba se me permite tratarte de un modo más libre te preguntare, me crees tan idiota? Ya dejaste bien en claro que eres demasiado poderosa y snob y malcriada y de mucho más categoría social que yo, por lo que no puedo aspirar a nada contigo pero, si mi señor Hades no me considera estúpido, te pido que tú tampoco lo hagas.

- Yo no creo que…

- Pandora, de verdad creíste, que siendo de los Heinstein y considerada hermana de mi señor Hades, no ibas a ser vigilada? Tengo los reportes de lo que ha pasado desde que subiste, mientras estabas en mi departamento, y cuando te fuiste. Quien entraba, quien salía, cuando lo hacían etc. Así como Shaina tenía un espectro siguiéndola, tu también. Con la diferencia, que era parte de mi ejército el espectro que te seguía. – Pandora comenzó a buscarlo con la mirada – Y el reporte me lo da a mí.

Pandora apretó los dientes para no dar a conocer el miedo que sentía. Si ese reporte llegaba a manos de Hades, el mismo acabaría con su vida. Fue por eso que Radamanthys comenzó a ser menos empalagoso con ella? No era que ella alguna vez se fuera a interesar en el porque lo consideraba un inferior como no se cansaba de repetírselo, pero el siempre estaba ahí para ella y cada vez la ignoraba mas y ella no sabia como sentirse al respecto.

- No tienes derecho a hacer eso. Es mi vida!

- Y es mi deber protegerte, aunque sea de ti misma. Pero también, no he querido intervenir porque conviene a mis propios intereses.

- Que quieres por tu silencio?

- Por el momento nada. Más tiempo libre tal vez para, ya que mis hermanos tienen algún interés amoroso alrededor, yo tenga tiempo de hacer lo mismo.

Pandora se sorprendió. Wyvern le estaba diciendo en su cara, que ya no iría tras de ella? Ahora si comenzaba a preocuparse.

- Yo creí que tu siempre…

- Seguiría rogándote? Jajaja… ya no estoy en edad de eso y además escuché que mi señor tiene grandes planes de boda para ti con alguien de tu misma clase social. Obviamente no se refería a mi entonces decidi dejar de perder el tiempo y oportunidades. Soy Ingles, joven, exitoso y rico. Muchas matarían por que siquiera les dirija la mirada.

- Que que? – Exclamó Pandora – Él no puede hacerme esto!

Radamanthys comenzó a reír. De verdad Pandora nunca se lo había planteado?

- En serio crees eso? Lo escuche cuando hablaba del tema con Zeus y Poseidón en tu fiesta. No tardara mucho en informártelo.

- Debo evitar eso… o posponerlo… - Pandora sopesaba las posibilidades.

- Puedes posponerlo quedándote arriba estudiando y cuando vuelvas será más difícil que te manipulen – contestó Rada – A mi punto de vista, creo que al ser la última Heinstein, necesitas preservar la pureza de sangre o algo así.

- Pero si me caso, mis hijos no serían Heinstein…

- Legalmente si pueden, si llevan primero su apellido.

Pandora comenzó a tronarse los dedos. Su careta de mujer fría y calculadora estaba derrumbándose por los nervios.

- Rada ayúdame – le tomó las manos al susodicho – Esto se sale de mis manos. Tu eres mi único amigo! No dejes que me casen con un desconocido!

Radamanthys la miró asombrado. Ese gesto no lo esperaba. Muy despacio, tomó las manos de Pandora y las besó con fervor. Si ella hacia ese tipo de gestos, le iba a ser muy difícil seguir su plan de cambiar de rumbo. Pandora se sonrojó. Ella sabía lo que Radamanthys sentía por ella, pero ella no podía corresponderle del mismo modo. Ya no.

- Primero veamos con quien planea casarte y si podemos hacer que la otra familia desista sin que mi señor se entere. Hay muchas formas. No prometo nada excepto intentarlo.

Pandora le sonrió. Sabía que iba a poder contar con él. Aprovechando el momento de debilidad del espectro, preguntó:

- Y… tu espectro le ha reportado a mi hermano mis… movimientos?

- No. Aún no.

Pandora suspiró aliviada. Si Hades sospechara siquiera que había algo entre DM y ella…

- Pero de nuevo te lo digo Pandora. El no aceptará a nadie de menor rango de los Heinstein. No lo olvides.

- Aceptó a la suri…

- Cuidado con lo que dices que a mi tampoco me hace gracia que te comportes asi.

- Shaina. Iba a decir Shaina.

- Eso es otra cosa. Ninguno de nosotros tres somos Heinstein de sangre así que, técnicamente podemos estar con cualquiera – aclaró Radamanthys – Y espero que, ya que no serás tú, cuando yo elija a alguien, tengas la amabilidad de tratarla bien venga de donde venga.

- Lo intentaré… Es solo que, después de todas tonterías que él hace, porque mi hermano no le dice nada? Que lo hace su favorito? No lo entiendo. – Pandora comenzoo a hablar mas para si misma que con Radamanthys - La línea del juzgado esta atrasada varias décadas; acepta sobornos, falsifica firmas, pasa más tiempo arriba que abajo… Incluso sospecho que lo que hizo para hacerme enojar y lo mandara a Columbus, fue adrede para tener vacaciones en lugar de estar aquí trabajando. Y todavía acepta un compromiso y un pacto por el, que al final resulta ser otra cosa y hasta le regala el departamento que me había prometido a mí!

Si Radamanthys se sorprendió con esta información, no hizo ningún intento por dárselo a conocer.

- Son celos de Minos? O por Minos? – le preguntó muy atento a la respuesta.

Pandora pareció pensar la respuesta un poco más de lo que a Rada le hubiera gustado.

- Si tu pregunta está infiriendo que a mí me gusta Minos, te equivocas. Supongo que juega una parte importante de mi irritación al tema, mi sangre Heinstein. Como pudo fijarse en alguien tan… común? El estaba acostumbrado a las mejores mujeres.

- Tal vez por eso mismo – contestó Radamanthys – A veces lo bueno cansa. Tú deberías saberlo bien.

- Yo? – Pandora se ruborizó al leer la mente de Wyvern al saber a lo que se refería

Radamanthys se levantó y aventó varios billetes a la mesa.

- Vámonos. Tal vez tú te hartaste de lo fino pero yo no. Además, quiero esos pasaportes. Los llevare conmigo a un viaje de negocios ya que no he podido convivir con ellos últimamente.

Pandora se levantó también.

- Recuerda que tienen 10 y 8 años. Los bares no los dejaran entrar.

- A menos que sea un bar mío

Pandora ya no contestó. Solo se dejó guiar hasta su auto donde Wyvern le abrió caballerosamente la puerta.

- Te sigo al hotel. Ah y por cierto… Quieres hacer enojar a Shaina sin que nuestro señor Hades sepa que tu tienes algo que ver?

- Claro. Dime como?

- Regrésale a Minos su monja oscura. Cuando ella se entere, lo más seguro es que lo mate y así ya no tendrás problemas en mantenerlo abajo jajaja

Pandora se sentó mientras lo veía y asintió. Radamanthys cerró la puerta y se volvió hacia su propio auto para seguirla mientras Pandora pensaba un poco. Y si llevaba a las niñas con Thes a Paris mientras Radamanthys se llevaba a los varones? Y si le regresaba a Francine a Minos como Rada sugería, sería un premio para él? O un castigo para ella? Valía la pena uno para obtener el otro? Y Como haría para que Shaina se enterara?

16 de Octubre 4 pm

Templo de Anubis

Egipto

Anubis entró a su Cámara principal dejando que su ayudante le quitara su máscara para dejarla sobre una mesita de oro. El sumo Sacerdote lo seguía muy de cerca detrás como queriendo decirle algo sin atreverse a hablar.

- No estoy para nadie. Ha sido una semana muy pesada gracias al calor extremo del desierto haciendo estragos por aquí y…

- Y ya te estás haciendo viejo si no aguantas un poquito más de gente en la fila – exclamó Thanatos saliendo de las sombras con un paquete de varios kilos de hachís en su mano que le aventó a Anubis quien, sin decir palabra, la agarro en el aire.

- Lo siento Señor – dijo el Sacerdote - Íbamos a decirle que tenía visitas y…

Anubis hizo una señal de silencio con la mano libre mientras veía a Thanatos y sopesaba el paquete con la otra:

- ¿De quién intentas comprar el perdón? Es una suma muy fuerte. - dijo finalmente

Thanatos sonrió:

- El de mi cuasi padrastro favorito.

El tono con el que lo dijo hizo esta vez sonreír a Anubis para beneplácito de sus sirvientes.

- ¿Algún día lo superarás?

- ¿Cuándo mi amigo se atreve a hacerle el favor a mi madre, en medio de su borrachera y sigue vivo para contarlo, porque habría de superarlo? Jajaja…

Anubis le abrió los brazos a Thanatos para darle fraternal abrazo a lo que Thanatos no pudo resistirse.

- ¿Cómo carambas llegaste hasta mi Cámara sin que te detuvieran?

- La Duat no tiene secretos para mí…

- No ya en serio…

- Nuestras borracheras también me dieron los códigos de acceso. – dijo Thanatos separándose - En serio espero que en estos años de tu retiro espiritual en el que nos has rechazado las invitaciones a las fiestas, tu tolerancia al alcohol haya crecido.

- Todos hemos tenido que madurar… al menos de este lado del mundo. ¿Quieres algo de tomar o beber? Puedo hacer que te lo traigan.

Thanatos se sentó en una de las sillas de la habitación cruzándose de pierna mientras extendía sus brazos acomodándose y Anubis ordenaba a su gente que le trajeran algo a su amigo.

- ¿Hace cuánto qué no estás aquí? ¿Tres mil? ¿Cuatro mil años?

- Quien los cuenta. El clima es un poco extremo de este lado del mundo y no quiero ensuciar de más mi ropa – contestó Thanatos – y no tienen mucha diversión aquí. Además, tu hermanita Isis ha estado haciendo de las suyas con mi hermano Hypnos, y créeme que es mejor no venir para no darle tentación a que me acompañé y se haga un problema más grande. Por cierto… Necesito ver a Keres. ¿Puedes llamarla también?

En la habitación se hizo un silencio total, mientras la gente que aún se encontraba ahí, retrocedía para salir de la habitación. Todos menos el Sumo Sacerdote. Thanatos miró la casi imperceptible incomodidad de Anubis que disimulaba muy bien, casi como si hubiera ensayado sus reacciones.

- ¿Para que la buscas?

- En el inframundo hubo rumores sobre un juicio sobre Ares por asesinar a Keres. Pero si así hubiera sido, habría entrado en Elíseos por derecho, pero no lo hizo. Indagando un poco más en los chismes, tampoco encontraron su cuerpo así que supongo que por eso absolvieron de toda culpa a Ares y afortunadamente ya está de vuelta en el negocio.

- ¿Y crees que ella está aquí? – volvió a preguntar Anubis

- Yo creo, que, ya que Ares no la tiene, mi madre no la tiene, nadie en el panteón Griego la tiene… Tú eres la opción más lógica. Por lo que, como te digo, te pido que me permitas hablar con ella. No le hare nada. Yo respeto tu casa.

Anubis puso una cara adusta. Olvidaba que no estaba tratando con ningún estúpido. Pero él no podía aun revelar el estado de Keres sin saber las reales intenciones de Thanatos.

- Si solo a eso vienes, puedes irte ya con un saludo especial a tu madre y...

El cosmos de Shaka vibrando se dejó sentir en todo el lugar haciendo que tanto Thanatos como Anubis se levantaran de un salto.

- ¡Deténganlo de inmediato o la matara! – le gritó al Sacerdote - ¡Tráelo ante mí, de inmediato!

El sumo Sacerdote salió corriendo del lugar para obedecer las órdenes de su amo mientras Anubis comenzaba a pasear nervioso por el lugar. Thanatos intentó correr siguiendo al Sumo Sacerdote, pero Anubis lo detuvo:

- ¡No vayas! ¡Espera! Necesito que me digas todo lo que sabes de ese humano.

- ¿Cuál humano?

- El esposo de Keres. El nuevo General Marino de Poseidón.

Thanatos volteó a ver a su amigo. Su preocupación era genuina. Decidió jugar eso a su favor.

- Es un poderoso traidor de la Diosa que sirvió por 20 años que se fue con el que le ofrecía más plata, lo cual dice que es ambicioso y arrogante y encajara bien en la familia, y parece que quiere mucho a Keres. ¿Entonces me confirmas que Keres está aquí?

- Espera un poco. Hablaremos cuando estemos solos

Shaka entró en ese momento en la Cámara junto con el Sacerdote que comenzaba a sudar por la carrera que había pegado.

Thanatos se soltó de su amigo para regresar a su asiento. Tenía que ver que era exactamente lo que estaba pasando. Shaka hizo una ligera reverencia ante Anubis.

- ¿Me mandó a llamar Señor?

Anubis volvió a asumir su postura seria.

- ¿Por qué no se ha ido? ¿Ya lleva qué? ¿Una semana? No tiene nada que hacer aquí por el momento.

- No puedo hacerlo y lo sabe. Me quedare el tiempo necesario hasta que se me permita verla. – viendo de reojo a Thanatos – Y si llegara Poseidón a llamarme en ese tiempo, voy cumplo mi deber y regreso. No puede impedírmelo.

- De poder puedo. ¿Por qué subió su cosmos cuando le dije que no lo hiciera? ¡Pudo haber causado un problema irreparable grandísimo estúpido!

- Fue involuntario Señor. Mi cosmos presintió peligro cerca de mí mientras yo descansaba. – contestó Shaka mientras veía a Thanatos.

Anubis miró al Sacerdote, quien asintió con la cabeza dándole la razón a Shaka. Thanatos frunció el ceño. Entonces Keres SI estaba aquí y se la estaban ocultando. Decidió preguntarle a Anubis por cosmos.

- ¿No dijiste que no estaba Keres aquí?

- Yo, no he afirmado ni negado nada.

- No hay ninguna otra razón por la que él estuviera aquí esperando algo que no fuera Keres a quien, según mis fuentes, o sea tu hermana, ha estado buscando por meses. Aunque pusieras de pretexto que está en una misión para su nuevo amo, lo más cercano es el Nilo, aun así, esto está fuera de los límites de Poseidón. ¿Entonces, me dices que está pasando aquí? ¿O debo reportárselo a mi madre para que ella venga personalmente a preguntártelo?

Anubis miró a Thanatos sin decir palabra. Thanatos no sabía toda la verdad acerca de Keres o sus hermanas ni que su madre había estado involucrada en el intento de asesinato de las últimas dos debido a su etnicidad evidente a tan solo minutos de haber nacido. Y él no se atrevía a decírselo porque no sabía qué partido tomaría o siquiera si le creería. Desvió la mirada hacia Shaka.

- Iré a revisar que todo esté bien antes de tomar una decisión. Respondiendo tu pregunta – dirigiéndose ahora a Thanatos - Si. Keres está aquí pero no. No puedes verla. Tu tampoco, Aleix. Pero dependerá de lo que vea en un momento más, el hecho de que te permita una pequeña visita de lejos. Y si lo que estoy sintiendo entre ustedes es animosidad, les pido se comporten dentro de mi casa. Los escándalos, peleas y otros, no están permitidos. No me hagan prender nuestra versión del Kekkai que ambos conocen. Si lo hago, debo hacer mucho papeleo y luego la familia se me echa encima…

Salió de la Cámara mientras seguía hablando de lo fastidioso que seria que Osiris lo regañara por eso seguido de su gente mientras Thanatos y Shaka se quedaban ahí solos.

Thanatos se asomó por la puerta y tal como esperaba, varios Guardias que custodiaban la entrada.

- ¡Mmmh… interesante! – se volvió hacia Shaka – Porque no te permiten verla si eres su esposo?

- No lo sé. Nadie me dice nada. – contestó Shaka tratando de respirar profundo para evitar irritarse ante su presencia – ¿Usted qué hace aquí?

- Vine a llevarme su alma y su cuerpo a Elíseos, ¿qué más?

Shaka volteó a verlo angustiado. ¿Era por eso por lo que no dejaban que la viera? ¿Por qué a pesar de todo estaba fallecida y en proceso de embalsamamiento que él había leído duraba 30 días? Sacudió la cabeza para quitarse los malos pensamientos. No. Athena le había dicho que ambos estarían bien.

- ¿Por qué no se la llevó antes? ¿O la protegió para que no llegara a ese estado? ¿Acaso no es su hermano?

- Keres estaba muy bien protegida con Ares. Varios milenios de buen comportamiento lo avalan - contestó Thanatos mientras se dirigía a la pared con jeroglíficos del fondo - Tan así, que sigue viva a pesar de todas las bromas pesadas que nos jugó a mi hermano y a mí que bien merecían mínimo una golpiza – llegó hasta un dibujo en relieve y sonrió – Por cierto, no pienses que intento provocarte de ningún modo y menos después de la amenaza de Anubis, pero… en mi última plática con Junet, mencionó algo que me trae dando vueltas. Dice que la razón por la que ambos no somos tan bienvenidos en su vida es que ambos la engañamos. Yo no la engañé. Omití cosas. ¿Pero y tú?

Shaka lo miró en silencio por unos segundos. La pregunta parecía genuinamente sin intención de provocarlo, pero con él no podía estar seguro.

- No le dije que yo era… Shaka y que me había casado.

- ¿Por qué? ¿Miedo a que no te hiciera caso?

Shaka negó con la cabeza.

- No está en mi naturaleza mentir. Pero en esos días, estaba tan confundido que no sabía ni siquiera mi nombre real. Admito que no decir que estaba casado sí fue una omisión de mi parte, pero lo otro…

- ¿Confundido?

- Desde aquel corte de cabello en Rodorio con esa infusión de sabor raro… luego más de esas pociones en ese hotel de mala muerte…

Thanatos abrió mucho los ojos. ¿Pociones? ¿Relacionadas con Keres? ¿Qué habían hecho esas dos locas?

- ¿Hace cuánto fue eso?

- Posiblemente unos seis meses.

- ¿Y cuándo dices que te casaste?

- Hace seis meses.

Thanatos comenzó a hacer cuentas. Seis meses hacía de cuando Hypnos había caído en el hospital; seis meses desde que conociera a Junet por primera vez; seis meses desde que Isis fue vista por su hermano por última vez…

- ¡Malditas sean las dos brujas! ¡Siempre jodiendo a todos! Juro que cuando vea a Keres…

- Por favor, no le haga nada. Podría poner en peligro a mi hijo y…

Thanatos corrió a tomarlo por los hombros entre sorprendido y asustado. ¿Keres embarazada? Shaka solo lo miró impasible.

- Ok. Ahora si necesito verla. ¿No podemos buscarla por cosmos o nos descubren así que necesitaremos ayuda de la única estúpida que tendrá suficiente miedo para ayudarnos – lo soltó para ir hacia el dibujo con relieve para presionarlo hasta que escuchó un clic que hizo que una puerta se dejara ver – Vienes o te quedas? Necesito un chivo expiatorio en caso de problemas.

Shaka volteó hacia la puerta y lo siguió. No perdía nada y no estaría contradiciendo las órdenes de Anubis tampoco. Vio extrañado como Thanatos chocaba con las paredes de un modo un poco extraño tocando las paredes como si no mantuviera el equilibrio.

- ¿Perdiste la razón?

- No. Es solo que las únicas veces que he estado en este lugar, he estado ebrio. – confesó mientras llegaba a una puerta que reconoció – Era la única forma de reconocer el camino correcto.

Abrió el pasaje entrando a toda velocidad para asaltar por detrás a una joven que cepillaba su cabello frente al espejo, tapándole la boca mientras la sujetaba fuertemente por la cintura. Shaka se abstuvo de intervenir al reconocer a Isis como la chica en cuestión.

- Mira bruja... sabes bien que tienes muchas cosas que pagar, y este es el momento de cobrarme – dijo Thanatos en su oído.

Isis asintió asustada y casi llorando.

- Estoy dispuesto a pasarlo por alto por el momento todas las tonterías que me han hecho a mí y a mi hermano, pero necesitamos ver a Keres y Anubis no nos la deja ver. ¿Si te suelto, mantienes el silencio y nos ayudas? o te mato aquí mismo y en silencio?

Isis comenzó a temblar y Shaka estuvo a punto de intervenir cuando Isis asintió y Thanatos la soltó. Isis estiró un poco los brazos para tranquilizarse cuando vio a Shaka.

- Te veías mejor con el cabello negro, pero sigues viéndote muy guapo. ¿Me odias?

- El odio es ignorancia porque alimenta una mirada superficial sobre los defectos de otros. – dijo solemne – Es uno de los tres fuegos que te consume: Ignorancia, Odio y Apego.

Thanatos sonrió mientras rolaba los ojos.

- Menos mal. De ese modo dejaras de perseguir a mi novia Junet al evitar el apego.

- Ya quisieras que ella te hiciera caso. En todo caso estaría con Shun o con… Shion.

- Que para el caso es lo mismo. Quedaría en familia, pero no. ¿Acaso no sabes la nueva? Ya me perdonó y todo es de nuevo color de rosa entre nosotros.

- En tus sueños…

- Después discutimos eso. ¡Ahora Isis, llévanos con Keres y nada de trucos sucios!

- Inpu me matara si sabe que los ayude.

- Y yo te matare si no lo haces. Apúrate que no tenemos todo el día.

Isis lo pensó por un momento y le hizo una señal para que la siguiera. Caminaron en silencio por unos minutos antes de entrar a un corredor mucho más ancho con una puerta dorada. Contrario a lo que ambos pensaron, ella los llevo por una escalera a otro piso. Abrió una puerta de madera que los llevo a una Cámara cerrada con un grueso vidrio cargado de cosmos desde donde podían ver a Anubis y varias personas con bata revisándola dos metros más abajo. No se escuchaba lo que decían, pero era obvio que se ponían al día con los progresos de Keres. Tanto Shaka como Thanatos se acercaban a la ventana lo más que pudieran para apreciar lo que sucedía abajo.

- No se dejen ver – les susurro Isis – Afortunadamente la luz aquí está apagada, pero ella podría aun así verlos y eso la mataría. - vio la sorpresa en la cara de los dos - Sí. No está para impresiones fuertes Aleix y si ve a Thanatos…

Shaka tuvo mucho cuidado para no dejarse ver mientras preguntaba.

- ¿Y el bebé?

- Es lo único que la está manteniendo estable por el momento, pero, afortunadamente está creciendo de nuevo de acuerdo con los médicos.

Thanatos se sentó en una butaca que estaba cerca para poder esconderse un poco más y a la vez acercarse al cristal. Keres, en su forma original de adolescente, descansaba sus ojos mientras que una tenue respiración se notaba al subir y bajar pecho.

- ¿Eres un enfermo – le susurro Thanatos a Shaka – cómo pudiste cogerte a alguien tan joven?

- No tendría por qué darte explicaciones de lo que hago o no – contestó del mismo modo – Pero ella no se veía así cuando eso paso… ¡Ella tenía otra apariencia! – bajo la mirada tratando de hacer un rápido análisis y recordar – Ella se parecía a…

- ¿A quién?

Shaka miró a Isis. Estaba hilando sus pensamientos mientras involuntariamente tocaba su cabello aun corto.

Isis intuyó que iba a meterse en problemas así que decidió que era el mejor momento para la retirada.

- ¿Qué madre? ¿Me llamas? ¡Si ya voy! – fue retrocediendo unos pasos, pero Thanatos le cerró el paso.

- ¿Tú qué sabes de lo que está diciendo? ¿A quién se parecía Keres cuando lo sedujo?

Isis retrocedió hasta quedar contra la pared. Shaka vio el miedo en sus ojos, pero no intentó parar la intimidación hacia ella. Él también quería respuestas.

- No sé nada

- No recuerdas que era rubia de cabello largo, de ojos azules, labios carnosos y…

Thanatos miró furioso a Isis.

- En la reunión con mi madre apareció rubia pero no con el cabello largo ni ojos azules. – volteo a ver a Shaka - Keres siempre cambiaba a su conveniencia excepto cuando estaba con Ares. – se volvió hacia Isis – ¿A quién intentaba parecerse, bruja?

- A… la chica que vivía en el Santuario...

- ¿Chica rubia? – Thanatos golpeó la pared cerca de la cara de Isis – ¿Me quieres decir que tomó la apariencia de Junet para seducirlo?

- ¡Yo no sé mucho... te lo juro!

Un gran estruendo se escuchó cerca de la puerta dorada de la habitación en el piso de abajo y los tres salieron corriendo a ver lo que estaba pasando. Para los pocos segundos que les había tomado bajar las escaleras, vieron como dos figuras de negro arremetían contra la puerta.

- ¡Deténganlas! ¡Si entran violentamente la pueden matar! – gritó Isis desesperada

Thanatos fue más rápido que Shaka y se puso frente a la puerta justo cuando las dos figuras estaban a microsegundos de chocar sus puños contra la puerta, evitando con sus manos abiertas, que ambas llegaran siquiera a rozarla.

Las dos mujeres, Mai y Yui no hicieron un segundo intento al ver quién era el que se había interpuesto. Shaka reconoció a una de ellas como la novia de Poseidón que aparentemente, solo estaba actuando al pretender ser una Marina. Ahora veía claro que era algún tipo de infiltración en sus filas, más aún no entendía de parte de quién o por qué. Volteó a ver a la segunda figura. Su cosmos era inmenso, pero parecía estar lesionada pues hacía una ligera mueca cada vez que movía su brazo. Decidió guardar silencio hasta no descubrir la verdad.

Una de ellas volteó hacia Isis.

- ¿Te aliaste con este para lastimar a tu mejor amiga? ¡Cómo pudiste!

- ¿Aliarme? ¿De qué hablas? ¿Por qué están ustedes aquí? ¿No deberían estar no se… en Timbuktú? – respondió Isis

- ¡Tonta! Se refiere a que Thanatos es muy amigo del asesino de Keres. ¡Tal vez también estuvo involucrado!

Thanatos miró la conversación extrañado. Reconocía a una de ellas principalmente por las juergas donde Poseidón, ¿pero y la otra?

- ¿Quién les dijo a ustedes que ella estaba aquí? Ni mi madre está segura de donde está.

- No nos sorprende. Tampoco nos sorprendería que ella estuviera detrás de todo esto – contestó Mai – Es una redomada asesina de hijas. ¿Dónde está Anubis? ¡Exigimos ver a Keres!

- Vaya que Keres era popular… - susurró Shaka haciendo que Yui volteara a verlo amenazadoramente.

Isis fue esta vez la que se interpuso entre ellos tratando de calmar los ánimos, por lo que Thanatos aprovechó para decirle al rubio.

- Ve por Anubis o cualquier otro Dios de su familia. - dijo viendo que los ánimos estaban muy exaltados – Recuerda lo que él dijo respecto a la seguridad de Keres. Es imperativo que venga.

Isis volteó a verlo urgiéndolo con la mirada, por lo que Shaka dio media vuelta rápidamente y salió corriendo. Thanatos las miró despectivamente.

- Se me hace extraño que dos ratas como ustedes se atrevan a entrar aquí sabiendo que están muy lejos de la protección de tu patrón, Mai.

- Entonces sabes quién soy.

- Aparentemente solo a medias. – contestó Thanatos – La pregunta es… ¿Él lo sabe?

Yui intervino rápidamente.

- No estamos aquí para hablar de eso. ¡Nosotras impediremos que te lleves a Keres!

- ¿Tú y cuantas más?

- Nos bastamos solas, créeme. O mejor pregúntale a Phobos…

Thanatos abrió grande los ojos. ¿Ellas habían sido las asesinas del hijo de Ares? ¿Por qué?

Isis hizo un gesto de desesperación cuando escuchó un gruñido y un bastón golpeando las baldosas del pasillo de la intersección más cercana.

- No, no, no… váyanse los tres. ¡Vienen problemas serios!

- Olvídalo. No tenemos miedo y…

Un vacío de arena las succionó con fuerza a ambas estrellándolas estrepitosamente contra las paredes de la intersección. Thanatos e Isis corrieron hacia ellas para verificar su daño, topándose con Seth y Shaka.

- ¿Oye que te pasa? – dijo Mai levantándose - No hemos hecho nada malo

- ¿Y por qué al otro imbécil no le dices nada? – Reclamó Yui tambaleándose – tenemos más derechos que el!

- ¡Silencio! – reclamó Seth con cara impasible – Ese imbécil, como lo llamas, no se estaba comportando tan estúpidamente como ustedes en zona sagrada y hasta pareciera que le tenía aún más respeto. Agradezcan que Osiris no fue el que vino que ya se las tiene sentenciadas.

Las dos parecieron avergonzarse un poco. Isis comenzó a ver para todos lados comiéndose las uñas. Thanatos miraba toda la escena en silencio. Había algo más que nadie le decía y eso le molestaba.

- ¿Qué nos están ocultando? ¡Sólo queremos verla y protegerla de estos dos! – repitió Mai

- Cuida como le hablas a Seth – dijo Anubis, quien había salido de la habitación al percibir escandalo afuera y les había llegado por detrás sin que ellas lo hubieran notado - ¿Porque están haciendo tanto ruido?

- ¡Queremos ver a Keres!

- ¡Nos la quieren quitar!

- Ridículas. De haber querido hacer algo ya lo hubiera hecho – Blofeó el Dios de la muerte – Yo solo estaba preocupado por su seguridad. Cierto Aleix.

Shaka volteó a verlo. ¿Desde cuándo tan sedita? Anubis agitó la cabeza mientras se tocaba las sienes. Eso era una tortura a su paz mental. Seth intervino.

- Tus hijas estaban a punto de entrar a la fuerza a la Cámara donde está su hermana y eliminaron a varios Guardias en el camino para conseguirlo. Yo estaba haciendo la investigación, cuando tu yerno me encontró para avisarme y controlar la situación.

Thanatos volteó a ver a Anubis. ¿Sus hijas? ¿Hermana? Anubis se hizo el occiso al sentir la mirada y se volvió hacia las otras dos Keres.

- Si yo dije que no podían verla, no es por capricho. Su hermana está en un estado tan delicado, que cualquier fluctuación de cosmos puede ser fatal para ella. Les he abierto las puertas de la casa para que puedan moverse con libertad, mas no para que eliminen a mis Guardias que solo hacen su trabajo.

- Pero…

- Seth llévatelas. – dijo Anubis - Que dejen impecable los baños de Necher-Jertet antes de dejarlas libres. Deben aprender a respetar estos recintos antes de regresar a los tugurios donde les gusta vivir.

Seth las tomó de los hombros y Thanatos decidió aprovechar ese relajo para retirarse.

- Bueno Anubis, veo que estas ocupado. Tendré que venir a visitarte otro día con más calma…

Seth lo detuvo con su bastón mientras Anubis se acercaba a él. Sólo lo soltó cuando Anubis estuvo lo suficientemente cerca.

- Thanatos, ¿qué reportaras sobre Keres?

El Dios Griego de la muerte miró a Shaka de reojo y guardó silencio unos segundos.

- Soy el Dios de la muerte y recojo las almas que lo necesitan. – contestó - Aquí no hay nada que hacer por el momento. Y como no quiero dar muchas explicaciones, diré que no la encontré.

Shaka suspiró aliviado más Anubis lo miró con preocupación. Thanatos nunca era tan benevolente.

- Pero mi silencio tiene un precio, amigo.

- No esperaba menos

Anubis le hizo una señal a Seth para que se las llevara y después se dirigió a Shaka.

- Entra solo cinco minutos a la Cámara de arriba. Iré por ti yo mismo. Le diré a los Guardias que te escolten y…

- Gracias, pero ya se el camino – contestó Shaka yendo rápidamente.

Anubis le indicó el camino a Thanatos hacia la salida mientras caminaba a su lado. Esperó lo suficiente para estar lejos antes de preguntarle:

- ¿Cuánto quieres?

- ¿Con que me pagues con respuestas me conformo – contestó Thanatos – Explícame como que hermanas de Keres? ¿E hijas tuyas? Eso es imposible a menos que te hubieras tirado a mi madre más de una vez como siempre predicaste.

- Sabes que no fue así, y prometo contestarte esa pregunta, pero no ahora. – dijo Anubis – Tus reacciones pueden ponerla en peligro y en este momento ella es prioridad. En cuanto ella este lo suficientemente fuerte, yo misma te mandare llamar y te lo explicare. Solo no les digas que está aquí.

- No me iré sin un pago por mi silencio, pero te lo hare más fácil. – Thanatos sonrió. Tal vez eso podría jugar a su favor – No dejes que Aleix se separe de Keres. Has que cumpla sus obligaciones maritales y la haga feliz. Si esto no se cumple, o decides que ellos no deberán estar juntos, mi madre sabrá con certeza donde está su hija y querrá hacerle una visita. Advertido quedas.

Anubis se sorprendió con esto. ¿De cuándo acá Thanatos jugaba al hermano mayor preocupado por su hermana? Llegaron a la entrada a la Duat donde Thanatos desapareció sin voltear. Anubis regresó caminando dubitativamente, chocando suavemente con Seth.

- Te recuerdo que no soy uno de tus criados. Ya he puesto a tus bastardas donde dijiste, pero no debiste darles entrada aquí.

- ¿Y qué querías que hiciera? ¿Qué las dejara a merced de su madre?

- Una de ellas está muy herida. A saber, qué hicieron. – recalcó Seth – ¿No te preocupa que Thanatos sepa de su existencia?

- No sabe toda la verdad, primero debo saber de qué lado actuaria. – Anubis hizo una pose pensativa – Ya me ha sorprendido bastante el día de hoy. ¿Sabes que me pidió que hiciera lo posible porque Keres y su esposo se quedaran juntos y fueran felices?

- ¿Jajaja en serio? Thanatos ha de andar de novio si se puso romántico y sensible! – vio de reojo como Isis intentaba evadir el cruzarse con ellos – Isis ven acá!

- ¡No quiero! – contestó intentando correr hacia el lado contrario.

Anubis solo le extendió el brazo a Seth.

- Tráemela.

- ¿Qué parte de no soy tu Esclavo no entendiste? ¿Acaso no te enseñaron las palabras mágicas?

- Por favor. No estoy para bromitas.

Con cara de exasperación Seth solo tardó unos segundos en traerla tomada firmemente del brazo.

- ¡Suéltame bruto! ¡Yo no he hecho nada!

- ¿Ah no? ¿Y entonces como llegó Thanatos y el esposo de Keres a la entrada de la Cámara? ¿Y por qué estabas tú ahí con ellos?

- No lo sé.

- ¿Quieres que revise las Cámaras? – blofeó para sorpresa de Seth

- ¿Cá... cámaras?- Isis palideció - ¿Cuáles cámaras?

Isis miró a Seth, quien le advirtió con los ojos que Anubis no soportaría mucho si ella no decía la verdad. Sus ojos comenzaron a acusarse.

- No es mi culpa. Llegaron a mi habitación y me secuestraron y me obligaron y…

Seth hizo gestos de impotencia. Anubis en cambio estaba que explotaba de coraje.

- ¿Y quién está en su territorio? ¿Ellos o tú?

- Yo

- ¿Y quién tiene a muchos Guardias y toda su Familia a menos de un minuto? ¿Ellos o tú?

- Este… yo

- ¿Entonces cómo puedes dejarte intimidar así? ¿Eres tonta? –gritó Anubis haciendo que Seth volteara a verlo. El casi nunca perdía la paciencia. – Esta bien. Respiro. ¿Qué historia tienen en común esos dos? Trabajan para Dioses diferentes y antagónicos. ¿Por qué se hablan con tanta familiaridad?

- Solo sé que ambos estaban discutiendo acerca de una chica que... Keres utilizó para acercarse a su esposo. Una Santa de Athena… - contestó Isis - Yo no me meto con él. Sólo con su gemelo. No quiero perder dinero por su culpa.

Anubis comenzó a caminar de vuelta hacia la Cámara donde estaba Keres. ¿Por qué Thanatos estaba tan interesado en que ella fuera feliz con su esposo? ¿Y quién era esa persona por la que discutían? ¿Y lo más importante… Guardaría silencio respecto a sus hijas el Dios de la muerte griega? Esperaría a que saliera Aleix para hablar con él al respecto y ver cómo podía usar toda esa información a favor de su causa.

17 de Octubre 8:00 am

Octava Casa Dorada

Santuario de Hera

Milo estaba enredado en media decena de ovillos de lana de colores que había tenido regados y donde varios de sus alacranes habían decidido enredarse también haciéndole más difícil el trabajo al tener que desenredarlos primero antes de guardarlos. Uno de ellos, aún más necio, había decidido darle batalla.

- Oh vamos Brandon! Suéltalo para que lo pueda guardar antes de que pase la diosa a inspeccionar y comience con sus regaños de abuela. Sabes que eso no me gusta

Brandon le hacia la maldad de sostenerse con ambas tenazas para no soltarse y así jugar con él.

El teléfono comenzó a sonar del otro lado de la habitación y todos los alacranes se pusieron de acuerdo para hacer, que en su prisa por contestar, los pies de Milo se enredara en varios de los hilos y cayera de bruces.

Después de sobarse el golpe, una sola mirada de Milo hizo que todos y cada uno de ellos, corriera a esconderse dentro de su casita de Barbie.

M Parakalos?

S Habibe! Espero que sea una buena hora para llamarte.

M Samira? Hola! Como estas? Como está la bebe?

S Ambas estamos bien. Ella es muy tranquila y risueña. Casi no llora.

M Ah que linda. Brandon esto no se va a quedar así!

S Que te hicieron ahora?

M Les estaba tejiendo sus cobijas para el invierno y los muy ingratos no les pareció que cabeceara una o dos veces, comenzaron a molestarme para despertarme, tire la lana, al recogerla me seguían molestando, me tropecé, me caí y no hay nadie aquí que me haga sana sana.

S No me recuerdes ese tema. Ahora entiendes por lo que yo pase y que tu no me apoyaste pero… olvidemos eso. Por qué no has regresado a visitarnos?

M bueno, digamos que ahora hay un pequeño problema de logística y no me puedo escapar

R No puedes pedir permiso?

M Eso estoy intentando pero al paso que vamos... momento. Quien dijo eso?

S Ah si Habibe…! Tenemos una visitante: Maryem está aquí.

M Maryem! Hola!

R Hola. Espero que no te moleste que venga. Me dijeron que tu her…- Samira le dio un codazo de advertencia a Maryem - El señor Deimos no estaba aquí y decidí venir a visitarlas.

M Pues… no. Supongo que el que se lleven bien, será un punto a favor. Además te agradezco que les des una vuelta ya que no vi muchas mujeres por ahí que pudieran cuidarlas.

R Lo cual es lógico si las mujeres deben estar separadas de los hombres y no debes verlas.

M Ni siquiera el personal de servicio?

R No si el Jeque no lo permite.

M Reglas estúpidas!

S Milo!

R Milo!

M Ya ya. Recuerden que no vivo allá así que algunas cosas se me hacen retrogradas y aburridas y en mi casa no es ni será así. Samira lo sabe y tu tendrás que hacerte a la idea.

S Milo, es mi imaginación o me cambiaste el tema? Cuando vendrás a vernos?

M No lo sé, porque te urge? No te tratan bien?

S No es eso…

R Milo, lo que Samira tal vez quiere decir es que, a pesar de nuestras costumbres, ella quiere que te involucres más en la vida de su hija.

M Y lo haré una vez que ella pueda viajar y regrese a Atenas, pero solo ha pasado una semana y…

S Milo, no quiero pasar esto sola…

M Necesito que me des un poco más de tiempo.

R Milo, la niña no llora. No da lata. Te dejara dormir…

M No es por eso Maryem. De verdad. Samira… pusieron nuevas reglas. No te dejaran regresar a menos que Hera de un permiso especial pero, ella no está en el santuario. Eso es lo que estoy esperando.

S No me lo habías dicho…

M No quería que te estresaras con tu embarazo…

R Sera por eso que le está cambiando el color del cabello a la niña, Samira? Por el estrés?

M Como dices?

S Es que Maryem dice que su cabello se le ha aclarado mucho desde que nació.

M Su cabello era negro como el tuyo, cierto?

S Tal vez alguno de sus antepasados sea muy rubio

R Y si le preguntamos a tu pad…

M No! Ya bastante tengo con tenerlas allá y tener que aguantar su caridad!

S Yo creo que a él le gusta tenernos aquí. Cuida mucho a la bebe. Él sabe cargarla y alimentarla muy bien, y aunque con el ama de llaves Kadhija se comporta extraña algunas veces, cuando la ve patalea y sonríe y deja que la alce, cosa que con las otras mujeres eso no pasa. Pero también en otras ocasiones solo llora y no quiere que nadie la cargue más que él. Y… sabiendo todo lo que él sabe, creo que nos trata mejor de lo que nos merecemos.

R El Jeque es un hombre muy bueno Milo. Tienes mucha suerte.

M Hay muchas cosas que podría decir para que pensaras lo contrario pero, supongo que el color del cabello de Kadhija es lo de menos mientras no salga tan desobediente como Sammy… Como se me desapareció en mi guardia, estoy esperando castigo ejemplar, razón por la que tampoco quiero tener que verle la cara a Sasha.

S Dejaste perder a Sammy?

R Quien es Sammy?

M No fue mi culpa! Se nos escapó del baño de mujeres.

S Nos? Entonces no estabas solo

M Camus y Kanon iban conmigo

S Pero que irresponsabilidad de los tres!

M Querías que metiera a la niña al baño de hombres? o que me metiera al de mujeres?

R No peleen o… - se escuchó un llanto desesperado al otro lado - …la van a despertar. Muy tarde. Yo me encargo.

M Se fue a atenderla?

S Sí. Entonces… no hay la posibilidad de regresar antes a tu casa? La bebé y yo te necesitamos, y además Zita me llamo y me dijo que Niv está en embarazo también y que Shura le contó que Laura también. Por eso quiero reunirme con ellas y que conozcan a nuestra hija y contarles mi experiencia.

M No sabía que se habían vuelto tan cercanas…

S No hay muchas mujeres en el Santuario y siempre es bonito sentirse perteneciente a un grupo.

M Bueno… tal vez pueda conseguir donde te quedes afuera por el momento pero aquí en la ciudad para tenerlas cerca...

S Si esa es la única opción…

M Pero debo poner a trabajar a Bosch en eso y no sé cuánto tarde…

Se escuchó como Samira le pedía en Árabe a Maryem que le llamara a Ares para controlar el llanto del bebe al ver que su compañera no podía. Ni bien Maryem lo hubo hecho, Ares apareció en la puerta.

- Donde está la bebe más linda de la casa?

Por arte de magia, la bebé dejo de llorar para beneplácito de su madre.

S Lo siento Milo… tenía que esperar a que dejara de llorar o es peor.

M No te dejes controlar por alguien tan pequeño. En todo caso, te decía que tengo que buscar departamento, amueblarlo y tenerlo listo…

Ares sonrió mientras cargaba a Kadhija. Ese era un buen momento para hacer "caridad".

A Hola Milo!

M Ash.

S Milo…

M Buenas tardes. Ya está mejor de su… madriza?

A Oh si… no al 100 desafortunadamente y por eso debo ir a ver a mi médico personal a Grecia ya que el cabeza de fuego, está demasiado ocupado como para venir hasta acá. De que hablaban?

M De que…

S Le pedía a Milo que por favor viniera a vernos…

A Samira, veo que te has occidentalizado mucho en tan poco tiempo. De cuando acá las nuevas madres necesitan a los padres?

M No le hables así. Esta sensible aun.

A Aja. Ella sabe bien que no debería moverse de aquí en 40 días.

M Tanto?

R Yo te lo explico Milo. Resulta que…

A No, no, no… deja que el nuevo padre vaya a preguntarle a su jefa. Ella estará más que… - recordando que ella no podía conocer a Kadhija o se daría cuenta de todo – No mejor si dile tú.

M De todos modos mi Jefa no anda en el santuario. Pero ahórrame la lección Maryem, que la señorita Sasha nos tiene programadas una serie de películas al respecto.

A Ouch jajaja, En cuyo caso Milo, si a Samira la dan de alta antes, me dará mucho gusto llevarla personalmente a Grecia?

S De verdad haría eso tío?

A Claro. En lo que Milo manda a redecorar su departamento, pueden quedarse en el mío de Ática.

S Milo… tienes un departamento y no me habías dicho?

M Mentira. Si lo tuviera (no estaría casado)

A Samira, en qué lugar te quedaste al salir del santuario?

S En un departamento …

M Qué?

A Si alguna vez se te diera la gana de abrir la correspondencia que mis abogados te han mandado por los últimos 15 años, tendrías en cuenta ese lugar que te heredo tu madre.

M …

R Samira! Entonces podrás ir con el!

S Tu también podrías…

A No. Maryem no estará cerca de Milo hasta que haya boda. Cierto Milo?

M No es el momento ni el lugar de hablar eso.

A Cierto. En todo caso, yo salgo en 7 días o antes si me da la gana y Samira ya estará más recuperada, sin menos depresión postparto y podrá viajar en avión con los cuidados médicos de Francine antes de que deba regresarla con Minos. Mis cosas ya fueron enviadas por adelantado ya que espero tomarme una buena temporada ahí, y puedo llevarlas sin problema, dejarlas en tu departamento si ya está listo, con o sin matrona que las cuide e irme al mío a comerme un pollito. Tu decisión.

Ares se alejó del teléfono llevándose a la niña mientras Milo meditaba. La verdad era que todos los documentos que llegaban de ese bufete de abogados, ni siquiera llegaban a su casa. Les daba una buena propina a los mensajeros para que los quemaran antes de subir las escaleras, así que no tenía ni la menor idea de lo que Ares estaba hablando. Se puso a pensar un poco. El hecho de que Samira estuviera en Grecia, le permitiría visitarla cuando el pudiera y eso le daría en el hígado a Sasha. Pero no podría protegerlas como él quisiera de ser así. Además estaba lo de Maryem. Si su esposa podía estar en la octava casa con el pero no Samira, pero Maryem también iba a ser su esposa así que no podrían evitar que entrara…

M Muy bien. Estoy de acuerdo. Samira, Dile a mi…padre que le diga a sus abogados que me envíen todo otra vez que se me perdió y que haga el favor de traerte solo si los médicos dicen que sí. No por capricho tuyo.

S Si habibe

M Y… dale mi teléfono personal a Maryem. Me da gusto que se lleven bien.

S Esta… bien. Ella vendrá con nosotros?

M No te preocupes por eso. Las leyes islámicas que me dijeron en el compromiso dicen que debo ser justo con las dos y eso seré una vez que estemos casados, pero… por ahora tu serás la única. Si? Ahora debo ir a castigar a unos bichos. Las esperare con ansias. Les mando muchos besos.

Milo colgó el teléfono antes de que Samira pudiera contestarle para comenzar a planear como decirle a Aioros que habría una segunda señora de Milo en la casa de Escorpio mientras internamente se preguntaba si, de haber sido Shaina su esposa, hubiera necesitado una segunda esposa?