Este tipo realmente sabía dejarla sin palabras "ser suya" a que se refería ¿a ser su mujer, su esposa?

Apenas ayer él no entendía las implicaciones de un beso y hoy en la mañana le está pidiendo matrimonio, o otro beso o ser pareja o aparearse ¿como diablos iba a saberlo? Inosuke Hashibira era impredecible.

Aoi estaba a nada de desmayarse, se agarro de la mesa con ambas manos y lo miro directamente sacando

-Inosuke, no puedo tomar enserió lo que dices, ayer nisiquiera sabias que era un beso, mucho menos entendías su significado, yo no quiero entregarme a alguien que puede cambiar de opinión con tanta ligereza, solo permitiré que mi amor floresca sobre un terreno estable-.

Era peligroso, estaba segura que si uno de los dos se enamoraría perdidamente sería ella, Inosuke se distrae fácilmente, ese hombre mitad jabalí mitad tejón, se recuperaría rápidamente si algo salía mal, pero ella... era otra historia, si no tenía cuidado, su corazón podría terminar masacrado.

-En ese caso, no me dejas opción, seré una roca, como las que están debajo de la ojarasca y la tierra, la que permanece sin importar la lluvia y el viento, ya lo verás, no me voy a rendirme tan fácil contigo, Aoi, haré lo que tenga que hacer- Aoi lamento inmediatamente lo dicho él tenía esa mirada en los ojos, se había comprometido, en otras palabras, sí, estaba perdida.

Aoi estaba asustada de sus ganas de lanzarse a sus brazos, el corazón se le iba a salir del pecho, ¿se estaba rindiendo acaso, lo lamentaría después? ella sabía que las chicas de la finca no gozaban de una buena reputación y el dejarse hacer por su amigo que era un impulsivo e inadaptado de la buenas costumbressociales, no era lo más apropiado para una señorita, pero...

De a poco su mirada se suaviza- puedes confiar en mí, Aoi, no voy a lastimarte, ¿es eso verdad? no quieres porque tienes miedo- despacio se acercó a ella, lentamente tomó su mano, la caricia fue tan suave que le dieron ganas de llorar, Aoi ya no tenía fuerzas para resistirse, si tenía que pagar su debilidad sería después.

-Inosuke... por favor- el nombrado siguió avanzando a su objetivo, como un conquistador de ojos dulces,lo había conseguido, ella era suya ahora.

La mano masculina subió en reconocimiento, a lo largo del brazo esbelto, para depositarse en la cálida mejilla, él sonrió al verla cerrar los ojos, expectante dejándose hacer, le se maravillo la delicadeza de la joven, sus rasgos finos, su suave mejilla amoldarse a su palma, era preciosa, su preciosa Aoi.