Todos los hombres en algún momento de nuestras vidas hemos buscado cómo evitar la eyaculación precoz en google. Incluso el autor de este texto seguiría haciendo sentadillas si no hubiera perdido toda esperanza de ponerla como por el cap 15. Si tú has hecho esto también, podrás recordar la técnica más común: Pensar en otra cosa.

TULA, sin usar pastillas, llevaba dos horas siendo un pistón industrial que hacía pensar a la damisela que el marinero era una alpargata y sus caricias un juego de niños ¿Quieres saber cómo lo hace?

...pues estaba todo el tiempo pensando en VAGINA.

Haber huido, haber asumido que no la merecía, haber aceptado ser el juguete de la damisela, ninguna de esas cosas lo hizo olvidar a VAGINA.

Queriendo entregarse al placer se entregó a la culpa. Incluso embarrándose hasta el cuello seguía queriendo salir corriendo donde VAGINA y pedir perdón.

VAGINA, VAGINA, VAGINA.

Lo único que pudo desear TULA en ese momento era que VAGINA lo olvidara para siempre. Pero VAGINA ya había tomado una decisión.

-¿Por qué te de- detienes?- Dijo la damisela con el 80% de su cognición derretida.

No quería aceptarlo. Pero un gruñido lo obligó.

TULA se desenganchó de la damisela y volteó. VAGINA había aparecido de la nada. TULA solo se quedó ahí, de rodillas, agachando la mirada. La damisela observó a VAGINA desde el hombro de TULA (¡¿ESTE TIPO REALMENTE TENÍA UNA PAREJA?!). De pronto, VAGINA desapareció y apareció detrás de ambos. TULA no reaccionó, la damisela, en cambio, al saber que TULA tenía una ex con superpoderes sintió que el mundo se le venía encima.

La damisela intentó ponerse de pie para huir. Sin embargo, temblorosas y débiles, sus piernas se volvieron a flectar y cayó. VAGINA empezó a acercarse con sus ojos rojos brillando en la oscuridad. Ya que no podía ponerse de pie, la damisela intentó alejarse torpemente usando sus brazos. Retrocediendo sin poder sacar su mirada de VAGINA, no notó un árbol que bloqueó su escape. Cuando VAGINA llegó a su lado, la damisela solo pudo cerrar sus ojos.

Un escalofrío subió por su espalda, luego otro y otro… su sistema nervioso fue estimulado en su totalidad y toda esa sensibilidad fue llenada con placer. Ni siquiera ella sabía que podía sentirse así en todo su cuerpo. Luego del orgasmo de su vida, se desmayó por varias semanas.

VAGINA apareció frente a TULA con una sonrisa, pero él seguía bloqueado.

(...)

VAGINA desapareció y apareció de nuevo, pero con el arpón del marinero en la mano. TULA vio el arma y se puso de pie.

-Gracias- TULA cerró los ojos.

El sonido del arpón cayendo al suelo se mezcló con los brazos de VAGINA abrazando su cuello con la misma confianza de siempre. TULA contuvo las lágrimas, no quería prometer algo que no podría cumplir. No quería herirla de nuevo…

Sin embargo, antes de materializar esa frase tan mamona, fue VAGINA quien lo soltó, tres metros sobre el cielo, arriba del barco del marinero y a kilómetros del bosque en el que estaba hace dos segundos.

Ya acostumbrado a estrellarse contra el barco, se recuperó en unos segundos. Cuando levantó la vista vio al marinero vestido con su uniforme completo sonriéndole.

-Bueno, si tanto quieres irte, yo te llevaré-

-...

-Luego me lo agradeces- y se fue a encender el barco.

TULA estaba… confundido. Se supone que él iba a irse por su cuenta. Y ahora VAGINA y el marinero estaban actuando como si supieran qué quería y no quería hacer…

-¡Así me sentía yo!- gritó el marinero desde la cabina, confirmando la teoría.

TULA se quedó enojado en una esquina.