Cuando TULA llegó a la isla pudo ver por sí mismo los cristales de los que le habló el marinero. Con ganas de sobra de desaparecer de este mundo, empezó a caminar.
Caminaba lleno de paz, hasta que sintió que algo jalaba su pantalón, volteó y vio a Ralts sonriendo. TULA ignoró y siguió caminando. Siguió y siguió pero, por alguna razón sus pasos no lo hacían avanzar. De repente, vagina apareció de un salto y comenzó a girar en sus hombros. TULA sacudió su cabeza y corrió hacia los cristales solo para aparecer al inicio de nuevo. La damisela, ROSE y la corredora de triatlón se aferraron a su cuello en el camino de vuelta emitiendo fuertes gemidos. Cuando por fin estaba logrando llegar al cristal, empezó a sentir mareo, sus pies se sintieron débiles y apenas podía mantenerse en pie, en lo que una VAGINA gigante lo tomó por la fuerza y lo dejó en el inicio de nuevo. Cuando intentó volver, un miedo incontrolable vino a su cabeza y le dijo que los cristales lo matarían, pero TULA cerró los ojos, apretó su cabeza con sus dos manos y caminó con firmeza.
VAGINA, la autora intelectual de la tortura, mantenía su mano sobre la cabeza de TULA, que, en la realidad, solo estaba de pie con sus ojos cerrados padeciendo la ilusión.
El plan era simple: Ya que VAGINA sabía que TULA se daba cuenta de sus errores solo tras haberlos cometido, armó todo para que fuera a los cristales y completara su voluntad de desaparecer. El papel que jugaba la tortura en este plan era fortalecer el alma de TULA. Iba a obstaculizarlo lo suficiente como para que necesitara darlo todo en alejarse de ella, así, cuando vuelva, podría quedarse con la misma convicción.
Y sin embargo, el plan tenía una falla. VAGINA no contaba con el hecho de que torturar a TULA sería tan estimulante.
VAGINA, con sus capacidades, podía ver nítidamente cómo la parte de TULA que la amaba y quería huir a sus brazos se hacía más grande a cada dificultad y cómo, a duras penas, la otra parte de TULA que la amaba y haría lo que fuera por protegerla de él mismo se hacía igual de grande y retomaba el control una y otra vez.
Cada vez que VAGINA lo tentaba, le infundía confusión o miedo, TULA seguía determinado a avanzar, aunque tuviera que repetir el recorrido infinitamente.
VAGINA ya se había pasado del límite estipulado hace tiempo, pero no podía dejar de sorprenderse por lo lejos que TULA llegaba, lo lejos que podría llegar. Incluso siendo un humano, incluso siendo él, estaba desafiando todas las pruebas sin perder la esperanza; sin perder la cordura.
Al principio, VAGINA solo seguía la pauta de una premonición sin fallos. Sin embargo, la sabiduría fue lentamente reemplazada por placer y por donde entró el placer entró la culpa. Así es, paulatinamente VAGINA comenzó a ser parte de su propia tortura porque la parte de ella que lo amaba y sentía placer al pensar lo lejos que llegaría TULA por ella se empezó a pelear con la parte que lo amaba y quería dejar de torturarlo porque se compadecía de él.
En la realidad, todo esto se trataba de un hombre adulto y un pokemón en una isla desierta, totalmente quietos y sin emitir ningún ruido. Nada haría pensar que dentro de ellos existiese una ilusión; un verdadero mundo conformado por un camino de dos metros, un héroe y un Dios. Ambos desafiando su fortaleza mental peleando entre ellos y con ellos mismos. Un mundo que titubea entre desmoronarse en un segundo y durar toda la eternidad.
Esta contradicción pudo durar para siempre, pero, por suerte, si bien TULA era lo más importante para VAGINA, no era lo único que le importaba. Y un llamado los sacó del círculo vicioso.
VAGINA desapareció del lugar y TULA despertó de la ilusión con una jaqueca del demonio, logrando arrastrarse para tocar el cristal y desaparecer.
