TULA salió del centro pokemón de pueblo escaso con una mezcla entre tristeza y paz.
Suspiro
Se acercó al bosque y dejó ir toda su tristeza.
(...)
De repente sintió un toque en su hombro.
-¿Necesitas ayuda?-
TULA levantó la mirada, un joven de mirada brillante y bondadosa lo veía desde arriba.
-¿Quién eres?- Dijo sorbeteando sus mocos.
-Jeje... sí, creo que pasó mucho tiempo-
TULA parpadeó; era Walter, solo que dejó de ser un andrajo de nervios frente a la hierba.
-¿En serio eres tú?-
-Así es-
-Has crecido un montón- TULA sonrió con su cara mojada.
-Sí, seguí el consejo que me diste y todo empezó a fluir. Las personas no eran tan complicadas como me había imaginado; Son solo un par de frases y ya. Antes de darme cuenta ya tenía varios amigos. Incluso estoy ganando puntos con la enfermera de Petalia ¡Tengo una cita con ella mañana!-
-Suena excelente, te felicito-
-¿Y tú? Pareces un poco triste-
-Bueno... sí, un poco-
-¿Problemas con mujeres?-
-Digamos que sí, pero estoy tranquilo-
-Eso es bueno-
Entonces ambos se quedaron un rato sentados juntos sin decir nada. Luego TULA habló.
-Walter-
-¿Dime?-
-Creo que todo lo que te dije esa vez era mentira-
-¿Así cómo?-
-Sólo lo dije para poder quedarme con ese pokemón, disculpa-
-Ah... ya veo-
Walter se quedó en silencio un rato.
-Y también me llamo TULA, perdón-
-¿TULA? ¿Y qué significa eso?-
-Uh...-
TULA se quedó pegado mirando al vacío.
-Bueno, no importa. Lo importante es que estoy agradecido por lo que hiciste. Así que no te preocupes tanto y si te vienen ganas, podemos charlar un rato ¿Le parece señor TULA?-
-¡Nooo! No digas eso, suena terrible-
-Pero es tu nombre ¿No?-
-Sí... lo sé-
-¿Qué tal don TULA?-
-Basta-
Ambos sonrieron, luego TULA se puso de pie.
-Gracias por esto-
-De nada-
-Ahora me tengo que ir... tengo algo que hacer-
-Suerte-
-Gracias-
TULA se adentró en el bosque profundo. Caminó por varias horas hasta que encontró lo que buscaba.
La damisela estaba sentada en un árbol llorando en silencio.
Luego de un rato notó su presencia.
-¿Qué haces aquí?- Dijo sin descubrir su rostro.
-Vengo a buscarte-
-No quiero tu ayuda-
La damisela miró a TULA con enojo, a pesar de su rostro destruido. Pero él la miró con tranquilidad y con la misma tranquilidad, la subió a su hombro y comenzó a caminar.
-¡Déjame!- La damisela golpeteó frágilmente la espalda de TULA intentando liberarse.
(...)
Cuando llegó a Raíz, inhaló profundo:
-¡SALGAN DE SUS CASAS HIJOS DE PUTA!-
Luego dejó a la damisela en el pasto suave junto a las flores de colores y luego se fue a su casa en la esquina.
Su habitación no había cambiado nada.
(...)
Luego de un tiempo la damisela apareció en el cuarto de TULA.
Decir que había vuelto a ser la misma era poco. Parecía más brillante y perfecta que en el comienzo.
-¿Por qué lo hiciste?-
-Porque quería hacerlo-
(...)
-¿Qué te pasó?- Dijo la damisela.
-Nada- Dijo desinteresado
-No eres el mismo de antes-
-Lo soy-
-...
-...
-¡¿No puedes darte el tiempo de explicarme?!-
-No es una historia particularmente corta ¿Realmente quieres saber lo que pasó?-
La damisela frunció el ceño y luego se sentó en la cama con los brazos cruzados.
-Bien-
(...)
Cuando la historia terminó, la damisela estaba tendida en la cama mirando al techo como ida y medio traumatizada.
Pasaron unos minutos.
-Entonces... pasaste todo ese tiempo con esa bestia-
-Todito-
-Y la... ama... amabas...-
-Yep-
-¿Cómo puedes amar a...?-
-Siendo honesto, luego de casi morir tres veces y perder mi alma en la oscuridad infinita, una parte de mí pensó que decidir a quién amas es el menor de los problemas que pueden ocurrir cuando amas-
-Todo esto está demasiado mal en muchos sentidos...-
-También es verdad-
-¿Al menos encontraste eso que buscabas? Eso tan profundo que se escondía entre... ah ya no puedo ni decirlo...-
-Pues no-
-¿No?-
-No-
-Espera ¿Cómo que no?-
-Pues no-
-Entonces, no aprendiste nada-
-No... de hecho, siento que ahora soy más estúpido que antes-
-¿No que eras el mismo?-
-Oh... cierto-
(...)
-¡AAAA! ¿¡No podrías ser más claro!?-
-Emmm...-
-...
-Ahora sé que la gente puede cambiar fácilmente-
-...
-...
-¿Y qué con eso?-
-Bueno, hace un par de días estabas bastante segura de que tu lugar era sola en un árbol en medio del bosque. Pero ahora estás aquí luego de un cambio absurdo-
-...
-Ah... es más o menos así. Crees que no mereces nada ni a nadie. Pero eso no es más que un sentimiento llamado culpa, yo tenía claro que si te dejaba aquí los demás te iban a ayudar a volver a la normalidad-
-Ellos no saben por todo lo que he pasado, tal vez no me habrían ayudado si supieran quién soy en verdad-
-¿Cómo sabes?-
-Es que... a la gente no le gusta... cuando...-
-¿Por qué te adelantas al juicio de la gente? Tal vez la reacción no sea como esperas-
-¿Tú me perdonarías?-
-Por su puesto-
-¿Y por qué?-
-¿Necesito una razón?-
-Dime por qué-
suspiro.
-Porque me amas-
-Tsss pues sí que te has vuelto más estúpido-
-Hm...-
La damisela comenzó a reírse y su tono comenzó a bajar lentamente hasta volver al silencio. Luego de unos minutos su rostro se volvió serio. Luego comenzó a temblar lentamente.
-¿Y qué si lo hago?-
-Nada-
-¿Cierto no? Nada, eso es lo que te importo. Sabía que no tenía que venir...-
-No digas eso, siempre me caíste muy bien. Desde que jugábamos a gritar por estupideces que te considero mi amiga-
-¡No estaba jugando! ¡Realmente eras repulsivo! ¡Imbécil! ¡Además te la pasabas babeando por ROSE! ¿¡Por qué!? ¡¿Sólo porque tenía las tetas grandes?! ¿¡Eh inmundo animal!? ¡Por eso detesto a los hombres sin gustos refinados!-
-Pero tú no tienes gustos refinados, échame un vistazo-
-hmp- La damisela miró a otro lado con una lágrima en su mejilla.
-no No, perdón. Este... O sea...
Ah... sé que soy tonto, pero es verdad que me gustaba estar contigo. Fue triste cuando te fuiste-
-¡Fue tu culpa tarado!- La damisela volteó con enojo
-Lo sé... pero también es verdad que no me gustaría que te fueras de nuevo sin decirle a nadie-
-No te creo- El rostro de la damisela comenzó a endurecerse -Amabas a ROSE y dejaste que se fuera, incluso a esa bestia que decías que amabas la abandonaste ¿Qué me queda a mí que solo te "caigo bien"? No intentes engañarme-
-Es verdad que te dejaría ir si quisieras irte, pero también es verdad que no deseo que te vayas...-
-¿Qué...?-
-Es complicado... ah... voy a intentar explicarlo
inhalación profunda
Verás, antes creía que las personas eran como el mar, pero ahora creo que no son menos que un universo. Un universo lleno de colores, de planetas y estrellas naciendo y muriendo a cada segundo. Tal vez hay una parte de ti que quiere quedarse y otra que se quiere ir y no es tanto como que una sensación sea más grande que otra, tal vez solo una está más "lejana" que la otra. Pero ambas se están moviendo en todo momento. En mi caso, por mucho que no quiera que te vayas, debe haber una parte oculta de mí que lo desea, y si no la hay podría nacer mañana o pasado o tal vez se destruya mi forma de ser actual. Ni si quiera sabría decir si en este momento estoy sintiendo lástima o felicidad, es como si pudiera sentirlo todo si quisiera-
-...
-Sí. Creo que por cosas como esta soy más estúpido. Tampoco existe para mí una mala o una buena decisión. No existe necedad que no tenga millones de consecuencias negativas y positivas así como millones de causas de diferente naturaleza. Tal vez dejarte ir sea lo que cause que vuelvas, tal vez ser abandonado sea el impulso para otra aventura. Tal vez si te dejas llevar por esa parte de ti que tiene miedo ese miedo termine destruyéndose en el camino. Tal vez si caes en la tentación te vuelvas santo-
-...
-¿No suena interesante? El miedo se puede convertir en valentía. La maldad en bondad. El odio en amor. El defecto en virtud. Aunque eso es solo el primer paso ¿No te has puesto a pensar que el planeta tierra fue en algún momento un montón de lava? Que fue en un momento una gran roca y ahora es lo que es ¿No es fascinante? ¿No era antes de ser roca y lava un espacio vacío y oscuro? Es curioso, pero evidente. Es justo como este texto, que antes de ser texto era una hoja en blanco. Y, a su vez, antes de ser texto era pensamiento y antes de que ese pensamiento tomara lugar era un espacio vacío en la mente de alguien-
-...
-La bondad y la maldad giran como una rueda. Pero la inexistencia y la existencia también. Soy tan estúpido que podría mirar la pared de esta habitación, el techo y el espacio entre ellos y pensar que el día de mañana podrían transformarse en un cerdo, en una planta, en lava, en un profeta o podrían volver a ser un espacio vacío en el universo. A veces me pregunto si no será el acto más grande de amor el simple hecho de estar vivo y pasar por todos estos cambios sin perder la esperanza. El entregarse al dolor, al pecado e incluso al vacío sabiendo que el amor volverá por donde mismo se fue, que se creará de la misma manera en la que se destruyó-
-...
-Es como si siempre estuviéramos dentro de un cascarón...
-...
-...
La damisela había perdido el hilo de la conversación hace un rato, podía adivinar de cierta manera que el discurso de TULA ocultaba cierta verdad por la pasión que reflejaba al decirlo. Sin embargo, solo había una cosa dentro de toda la reflexión que se le quedó grabado; solo una cosa que llamó su atención. Algo que era para ella más importante que la moral, la virtud, los giros del destino, el cosmos, la lava y hasta el más amplio de los horizontes filosóficos.
-Entonces... ¿Tú crees que pueda ser dulce y amable como ROSE?- Dijo la damisela agachando la mirada.
-hmmmmmm...-
-...
-No-
-¿¡Qué!?-
-Que no-
-¡¿Y DÓNDE QUEDÓ ESE ESTÚPIDO DISCURSO MALDITO IMBÉCIL?!-
La damisela subió encima de TULA tomó su polera y comenzó a azotarlo en contra de la cama.
-No
puedes
ser
amable
como ROSE
porque ya siendo tú...
eres amable...-
-¿Cómo?-
-Para empezar, llenaste de vida a un hombre solitario-
-Pero en ese momento...-
-Bah, te preocupas demasiado por la intención. Sencillamente cambiaste su vida. No pudo estar mejor solo. Además, doy fe de que te quería mucho, vieras cómo te defendía... casi muero en el proceso JAJAJA-
-...
-Lo sé porque también hice algo parecido. Por mucho que no tenga buena autoestima, no puedo negar que mis errores ayudaron a varias personas. Considéralo como los venenos que curan a las personas de otros venenos-
-Hm...-
-...ahora que lo pienso. Nuestras historias se parecen bastante. Ambos huimos de nuestra villa por depravados. Ambos embarramos dos almas solitarias con nuestra suciedad. Ambos cometimos errores hasta el cansancio... y nos arrepentimos... vaya que nos arrepentimos ¿De dónde habrá salido esa inestabilidad? JAJAJA-
-No es gracioso...-
-JAja... ja... sí... creo que no lo es...-
-...
-Pero la pasamos bien ¿No?-
-No...-
-¿Cómo que no?-
-¿¡De qué hablas!? No recuerdo haber hecho una sola cosa buena...-
-Ah... cierto te sientes culpable, pero eso es solo-
-¡NO! No quiero más de tu comprensión. No merezco nada de esto-
-¿Qué? Jeje ¿De qué hablas?-
-¡NO PUEDE ESTAR BIEN! ¡SOY UN COBARDE!-
-no No es cierto-
-¡CÁLLATE! ¡Yo nunca quise que te acercaras! ¿¡Por qué volviste!?-
-Por ti...-
-¡NO! ¡NO ME QUIERES! ¡NO PUEDES QUERER A ALGUIEN COMO YO!-
-¡Pero no...!-
-¡NUNCA HE QUERIDO ESTAR CONTIGO!-
-...
-¡PERDÓN!-
La damisela se tapó la boca con sus dos manos.
TULA sonrió y tomó la mano de la damisela, pero fue rechazada.
-¡NO! ¡TE ODIO!-
-...
-¿¡Por qué me obligas a sentir esto...!?-
-...
-¡¿Por qué eres tan...?!-
-...
-..tan asqueroso-
Las lágrimas comenzaron a caerse de los ojos de la damisela que intentaba inútilmente devolverlas a su lugar con sus manos
-Siempre quise estar sola...-
-...
-Por qué... ¡Tardaste tanto!-
Las lágrimas se volvieron incontrolables así que la damisela se tapó la cara por completo.
-¡Gracias! ¡hip!-
-...
-¡NO GRACIAS!-
-...
-G-gracias... por volver-
-...
-¡hip! Perdón...-
La damisela comenzó a desmoronarse, cayó en el pecho de TULA sin tener energías para otra cosa que no sea llorar...
En un inicio quería rebatir ese sentimiento de autodestrucción, pero luego de un tiempo no pudo dejar de mirarlo. Por alguna razón, esas explosiones, esos cambios bruscos eran... hermosos.
Una parte de él podía sentir como el interior de la damisela se retorcía, ebullía y como escapaba fuera de su control. Era justamente como se sentía él en el pasado ¿Por qué ya no se sentía así? ¿Por qué ya no estallaba en llanto y en enojo con tanto vigor? ¿Por qué no sentía rabia, amor, enojo y la culpa que lo intentaba tapar todo inútilmente?
TULA se dio cuenta, la damisela tenía razón, ya no era el mismo de antes.
O al menos eso diría...
Pero no, es el mismo. El que inventó que era un animador de villa mientras apestaba a todos, ahora dice que todas las acciones pueden ser correctas, mientras pinta con colores su pasado lleno de errores. El decir que todo cambia y todo se vuelve bueno era al fin y al cabo una excusa, solo que más grande. Esta mujer era diferente. A penas se destruyó su reputación se fue al bosque alejándose de todos. Debió sentir a cada momento las ganas de arrepentirse, pero no volvió. Estuvo con él, estuvo a punto de morir, pero eligió seguir sola ¿Cuántas veces había intentado hacer eso mismo solo para rendirse inmediatamente?
Si existía el premio al acto más grande de amor no podría ser dado a un tarado que comete errores creyendo que está bien. Qué es eso. Esta perra estúpida se lanzó a un precipicio sin arnés. Se guardó toda esa pasión que había sentido bajo cinco llaves. Nunca esperó merecer la luz. Nunca esperó poder amar a quien amaba de verdad. Sencillamente renunció a su sueño junto con su vida.
No puede existir un acto de amor más grande que sacrificarse por alguien que uno ama, más si es en silencio. Es algo básico. Ella era más fuerte que él. Más amable. Era, en su modo, la mujer más apasionada que había visto...
La más romántica...
La más dulce...
La más...
La damisela se estaba comenzando a estabilizar, pero sintió cómo el pecho de TULA estaba latiendo como loco.
TULA había intentado tres veces empezar a hablar hasta ese momento, pero no pudo.
Cuando la damisela se levantó descubrió que los ojos de TULA estaban llenos de ansiedad y miedo. Se vio obligada a mirar a otro lado.
Ese medio segundo en que la damisela lo vio fue como un rayo. TULA intentó buscar las palabras correctas...
Pero, por alguna razón...
A pesar del esfuerzo de ambos...
La tensión no paraba de aumentar.
(...)
Ambos se dieron cuenta, pero nadie podía hablar.
Luego de unos minutos TULA juntó el valor suficiente para abrir su boca.
-yo...
yo...
bbbu-
La damisela apretó la boca de TULA tan fuerte como su propio pecho.
-No...-
bpbpp
-¡NO! ¡No lo digas!-
ppybyo
-¡Te lo suplico!...-
bcbreo pqube pte babmo
TULA sonrió desde el fondo de su corazón mientras su boca intentaba abrirse paso entre las manos de la damisela.
(...)
-¡IDIOTA!-
El rojo del amor y de la rabia de la damisela florecieron y se mezclaron en su rostro que se sonrojó a más no poder.
Impulsivamente, sacó unas esposas del relleno de sus senos y amarró al idiota en su cama.
Luego empezó a jadear.
-Espero...
...
...espero que no te importe...
...
Si no soy tan...-
-nop, solo sé tú misma- Dijo sonriente.
De alguna manera, la damisela pudo sonrojarse aun más.
Se paró en la cama y pisoteó la entrepierna de TULA hasta compensar por toda las puñaladas que había recibido. Luego de varios golpes, se estabilizó lo suficiente como para poder armar una frase.
-Te lo advierto...
jadeo
yo no soy la clase de persona que deja ir
jadeo
a quien ama-
-Lo sé-
suspiro
-Siempre lo supe...-
Me equivoqué, la damisela podía sonrojarse incluso más.
