Área de Recepción, Planta Baja. Torre de Radio, Ciudad Goldenrod. Región de Johto. 3:12 P.M
-¿Esos serían todos los qué lograron escabullirse de nosotros?- Cuestiono de muy mala gana un primer y agraviado sujeto al cruzarse de brazos con desdén, observando aquí muy atento cómo dos de sus compañeros uniformados de menor jerarquía, junto a un feroz Raticate acompañante, ingresaban de vuelta al área de recepción de la torre, desde un largo pasillo contiguo a la derecha y qué conectaba al final con una serie de escaleras y un ascensor, al traer lentamente escoltados junto con ellos a un trío de amedrentados empleados del lugar. -Recuerden que, por el bien de todos y en especial por el bien de esta operación, no podemos permitirnos que-...
-Vamos… Relájate aunque sea solo por un momento, James. Te garantizo qué esté trío de cobardes son los últimos quienes pudieron reaccionar para ocultarse de nosotros.- Replicó de inmediato uno de los reclutas recién ingresados del Equipo Rocket en un tono prepotente y con una sonrisa, luego de empujar con violencia a los empleados capturados, obligándolos a sentarse junto al menos una docena de sus propios colegas colocados todos en un par de largas hilera sobre el suelo y la mayoría con sus espaldas contra la pared. -De momento todo está saliendo tal y cómo se planificó, así que descuida. Ninguno de ellos poseía pokebolas con Pokémon, por lo qué todo esto resultó ser muchísimo más fácil de lo qué anticipamos.-
Desde un aterrado trío de secretarías de mediana edad con gafetes hechos de plástico alrededor de sus cuellos y en dónde estaban plasmados sus respectivos nombres, pasando aquí por un par de lastimados encargados de limpieza y técnicos en general, hasta llegar a varios otros trabajadores jóvenes y bien vestidos del lugar. Todos ellos, sin excepción alguna, se mantenían sentados en calidad de rehenes y en completo silencio contra su propia voluntad, detrás también de un mostrador alargado de madera en forma de "C", objeto qué yacía directamente a la izquierda de la recepción al unirse con sus esquinas con una de las paredes.
-Igual ya revisamos muy minuciosamente todos los cubículos de los baños, además de recorrer el sótano de abajo y todas y cada una de las oficinas y bodegas de la parte de atrás, encontrando únicamente a ellos tres amontonados cómo insectos debajo de las rocas.- Explicó posteriormente el segundo recluta recién ingresado, empleando un tono más jovial y tranquilo qué su sonriente compañero junto a él. -Ahora solo es cuestión de mantener las cosas en orden y esperar a qué Archer y Silver cumplan con su parte del plan para luego salir de aquí.-
-Hmph… Entiendo su optimismo y tranquilidad, pero nunca se puede ser demasiado precavido cuando se trata de situaciones tan volátiles cómo esta.- Expresó en contraposición una cuarta y última recluta uniformada dentro de la recepción, estando ella colocada directamente a la derecha del sujeto qué respondía al nombre de James con cara de muy pocos amigos, emitiendo después un sonoro suspiro en señal de clara desaprobación para con la dupla de recién llegados. -Escuchen, sí bien me alegra qué todo esto esté saliendo a la perfección por ahora, lo menos qué deseo en esté preciso momento es qué nos confiemos más de la cuenta y luego algo termine saliendo terriblemente mal cuando menos nos lo esperemos.-
Cómo por acto reflejo, la joven dupla de recién llegados se miraron el uno al otro con aparente extrañeza y curiosidad por breves instantes, enfocando luego toda su atención sobre sus dos superiores encargados. Ambos de ellos se mantenían firmemente de pies, a poco más de metro y medio de distancia a la derecha de dónde permanecen todos los empleados capturados detrás del mostrador, y diagonal también a la llamativa puerta de seguridad electrica con vidrio templado teñido de color negro, sirviendo esta cómo entrada y salida al área de estacionamiento para vehiculos de la torre.
-¿Y cómo qué podría salir mal según tú, Jessie? Nosotros en esté preciso momento estamos en una posición inmejorable para cumplir con todos nuestros objetivos sin excepciones. Solo piensalo y mira por ti misma la situación.- Advirtió muy reacio el primero de los recién llegados al dirigir su pregunta a su poco sonriente compañera y superior, entre tanto él utilizaba su mano izquierda para acariciar lentamente la cabeza de su Raticate acompañante. -Además, la policía de Goldenrod debe de estar fuera de servicio tras qué hiciéramos explotar su cuartel general, mientras qué los bomberos quizás aún están en camino para intentar apagar el subsecuente incendio. Por otro lado, la comunicación mediante Pokegear, las cámaras de circuito cerrado, y todos los accesos principales de la torre están en su mayoría restringidos gracias a que Petrel saboteo el sistema de seguridad al momento de nuestra entrada con aquel apagón. En otras palabras, nadie puede entrar o salir de aquí sin qué nosotros lo sepamos o queramos, ni tampoco es posible qué alguno de los empleados de la torre pueda comunicar lo sucedido a alguien del exterior en busca de ayuda. Ahora, a mi propio parecer, todo está yendo de mil maravillas. Toda la planta baja y el sótano de la torre están bajo nuestro control gracias a lo rápido qué actuamos, sumado a qué logramos vencer, capturar y neutralizar a los pocos empleados de esta área qué poseían pokémon y también-...
-Te recuerdo que, tanto Jessie cómo yo, estuvimos presentes hace poco más de dos años atrás en la invasión a la corporación Silph.- Interrumpió repentinamente James al alzar ligeramente el tono de su voz cómo un relámpago furtivo, pero no sin antes fruncir el ceño para dirigir una fría mirada tanto en dirección a la despreocupada dupla de jóvenes reclutas, cómo también a varios de los empleados capturados para qué estos mantuvieran silencio tras escuchar cuchicheo entre ellos. -Allí también todo iba de maravilla al principio. Nuestro plan de infiltración resultó ser un éxito sin precedentes y la poca resistencia qué encontramos no fue nada para nosotros. Pero, sin siquiera notarlo luego de tener el control de casi todo el lugar, las cosas súbitamente tomaron un giro trágico y pues… creo qué ya deberías de saber cómo terminó todo. Los bastardos de Pueblo Paleta hicieron acto de presencia al infiltrarse también dentro del edificio y nada pudimos hacer para detenerlos en combate directo, por lo qué-...
-Lamento tener qué decirlo de esta manera, pero eso sucedió porque no estábamos presentes más reclutas tan competentes cómo Hall y yo. O sea, no por nada nosotros cuatro fuimos asignados explícitamente por Archer para esta importante posición para lidiar con toda la planta baja y el sótano al ser de los miembros más prolíficos en combate, solamente por detrás de Petrel, Protón y Arianna.- Refuto nuevamente el primero de los recién llegados con amplia energía, utilizando seguido su mano derecha para señalizar a los empleados capturados como sí estos fuesen trofeos para demostrar un punto. -Y sí, eso qué sucedió en la corporación Silph fue extremadamente desafortunado, no hay dudas de ello. Más lo sucedido allí solo demuestra lo baja y deficiente qué era la calidad de la mayoría de reclutas quienes participaron en esa misión. Por que sí Hall o yo hubiésemos estado allí con ustedes al unirnos al Equipo Rocket desde mucho antes, de seguro las cosas hubiesen sido muy pero muy diferentes.-
-Tch… Por lo general no soy de quienes les gusta alardear de su habilidad o logros, pero aquí tengo qué coincidir por completo con Mitch.- Continuó argumentando con inmediatez el segundo de los recién llegados, sin darle tiempo para responder o reaccionar a Jessie y James. -Nuestra generación de reclutas es muchísimo más eficiente, mejor entrenada y competente qué la gran mayoría de quienes pudieron participar en esa invasión a la corporación Silph en su momento. Esa es la realidad de las cosas.-
En automática respuesta, James optó por peinar su alisada y semi larga cabellera de color purpura violeta con ayuda de la punta de sus dedos en un solo movimiento, negando despues muy lentamente con su cabeza. Mientras tanto, Jessie, cruzándose ahora de brazos, se limitó únicamente a exhalar sonoramente con molestia por su nariz.
-Ok, de acuerdo… Como su superior encargado para esta misión me reservo el derecho de discutir ese tema aquí de entre todos los lugares posibles.- Discrepo James con más ímpetu qué antes al expresarse, rascando luego su nuca cómo sí su vida dependiera de ello. -Aunque quizás, y solo quizás, ambos tengan un poco de razón en lo qué dicen acerca del nivel de muchos de los reclutas de ese momento en el pasado. Pero ahora les puedo asegurar que-...
-Heh, n-no importa cuantas veces ustedes lo intenten, el resultado siempre será el mismo. El Equipo Rocket nunca podrá triunfar, da igual el nivel de entrenadores o reclutas qué ustedes tengan a su disposición.- Exclamó inesperadamente en voz alta uno de los encargados de limpieza desde su posición en el suelo y con amplia rebeldía en sus ojos y semblante, aparentando a simple vista estar alrededor de sus treinta y tantos, además de tener una visiblemente profunda herida ensangrentada por todo alrededor de su hombro izquierdo productos de unos arañazos. -¿Es qué no lo ven? Escoria cómo ustedes, hagan lo qué hagan, siempre estará destinada al fracaso. El solo hecho de qué su adorado líder Giovanni los abandonara de la forma en qué lo hizo-...
-¿¡Y tú quién demonios crees qué eres cómo para blasfemar con algo cómo eso!?- Cuestiono muy agresivamente el recluta qué respondía al nombre de Mitch, mirando en primera instancia en dirección al moribundo empleado para después intercambiar miradas de reojo con su Raticate, acción qué a su vez atrajo la completa atención de todos los demás empleados capturados en el lugar. -¡Una palabra más y te aseguro qué esa herida qué mi Raticate te hizo será el menor de tus problemas en un futuro no muy lejano! ¡Retracta tus palabras en esté instante o te juro que-...
-Vaya… Q-Qué bajo han caído cómo "organización criminal".- Denuncia el mismo empleado en un tono más condescendiente, severo y frío, cerrando luego sus ojos en clara señal de resignación al conocer qué sus palabras casi seguramente estaban por costarle la vida. -A-Amenazar a alguien lastimado y quien claramente ya no puede defenderse debería de ser un nuevo nivel de patet-...
-¡Ughh…! ¡Ya tuve suficiente de ti, maldita escoria!- Exclamó Mitch con amargura y rabia, luego de hacer qué su puño derecho chocará contra la palma de su mano izquierda. -¡Raticate, utiliza-...
No obstante, poco antes de qué Raticate pudiese actuar acorde al escuchar a su entrenador, un desgarrador grito de auxilio proveniente del pasillo contiguo qué conecta con las escaleras y el ascensor se hizo eco por todo el area de recepcion, provocando de inmediato qué los cuatro miembros presentes del Equipo Rocket, más la gran mayoría de empleados capturados y sentados sobre el suelo, se vieran forzados a mirarse los unos a los otros con extrañeza, nervios y temor.
Seguidamente de esto, dos jóvenes reclutas uniformadas hicieron súbito acto de presencia al bajar cojeando lentamente por las escaleras a duras penas y entre aparentes gemidos de agonía y dolor. La primera de estas, la más alta de entre el par, poseía en su rostro una demacrada y hasta lúgubre expresión de consternación y miedo, sumado a servir de contrapeso para arrastrar a su compañera semi inconsciente junto con ella, utilizando aquí uno de sus propios hombros para sostenerla y apoyarla, lo qué su vez facilitaba la movilidad de ambas.
-¡P-Por favor, necesitamos su ayuda cuanto antes!- Exclamó de un desesperado y ahogado grito la recluta recién llegada tras bajar las escaleras con torpeza, desplazándose ahora muy lentamente por el pasillo contiguo hasta casi llegar al área de recepción en dónde se mantenían los demás. -¡N-No tenemos tiempo qué perder! ¡M-Mi compañera de aquí…! ¡Sus pokémon y ella apenas sí lograron sobrevivir a la emboscada!-
En cuestión de unas cuantas milésimas de segundo cargados de infinita incertidumbre, la energía y atmósfera en general dentro del área de recepción cambió en un dos por tres al hacerse aún más pesada y tensa qué antes. Por consiguiente, Mitch, Hall, Jessie, James, y también Raticate intercambian preocupadas miradas todos al mismo tiempo entre ellos, cosa qué luego los llevó a reaccionar por inercia para correr en veloz auxilio de sus camaradas.
-¿Pe-Pero qué fue lo qué les sucedió? N-No lo entiendo…- Intervino Jessie en primera instancia y claramente consternada, antes de examinar desesperadamente con su mirada al nuevo duo de recién llegadas del piso de arriba, teniendo la más alta de entre el par el cabello de color rosa pastel recojido en un moño, mientras qué la chica semi inconsciente junto con la otra era completamente rubia. -¿Y cómo es eso de qué las emboscaron? Sí se supone qué nosotros-...
-¡A-Alguien de nuestro grupo nos traicionó para aliarse y conspirar con los empleados!- Recalcó la chica con desespero, apatía y resignación, no solo manteniendo en su pálido rostro una expresión cargada de frustración y sentimientos encontrados, sino qué también observando en paralelo por el rabillo de sus ojos en dirección a todos los nerviosos rehenes a varios metros de distancia de su posición. -Aunque los detalles de lo sucedido no importan ahora, ¿pero en dónde están los demás de su grupo? Por qué necesitaré el apoyo de todos los presentes aquí abajo, incluyendo a quienes estén en el sótano, para retomar el control de la revuelta en los pisos superiores. Claro, sí es qué aún podemos mantener a flote el plan de Archer antes que sea demasiado tarde.-
-Tch… Pues solo nosotros cuatro fuimos asignados para mantener en orden toda la planta baja y también el sótano.- Replicó Mitch con rapidez y con evidentes aires de grandeza al sonreír, volviendo aquí a acariciar con orgullo la cabeza de su Raticate junto a él. -Pero no te preocupes por lo sucedido allá arriba. Encargarnos de esa revuelta será pan comido. Lo más importante ahora sería qué-...
En poco menos de lo qué toma un parpadeo, una súbita y violenta ráfaga de viento entra en escena proveniente del pasillo con las escaleras, interrumpiendo en seco las palabras de Mitch antes de mandarlo disparado de un certero golpe en el abdomen por los aires junto con su Raticate.
Acto seguido, Jessie, James y Hall, habiendo presenciado en primera fila lo acontecido, fueron las siguientes víctimas de aquella rafaga al arremeter contra ellos en lo qué pareció ser un exagerado ejercicio de fuerza y velocidad, dejando cómo resultado a todos ellos inconscientes, fuera de combate, y a los pies del mostrador sobre el suelo en dónde aún se mantenían los empleados capturados.
Otra efímera pero extremadamente tensa oleada de silencio irrumpió por completo el área de recepción con posterioridad, cuando de repente la veloz rafaga de viento se detuvo en medio del lugar al adoptar la forma de un imponente Lucario, muy para el asombro y confusión de todos los empleados.
-Hehe, nada mal. ¡Buen trabajo, Lucario!- Expresó de inmediato la anteriormente convaleciente recluta de menor estatura y rubia cabellera, separando en ese instante su cuerpo sin problemas del hombro de su compañera junto a ella. -Para variar, eso resultó tal y cómo lo planifique. ¡Hurra por mi!-
Inteligibles cuchicheos cargados de nerviosismo y miedo, rostros plagados con cientos de interrogantes y miradas furtivas qué pedían a gritos explicaciones con tan solo un vistazo. Aquí, más de uno entre la docena de empleados en calidad de rehenes vuelven a intercambiar miradas entre ellos por enésima vez en lo qué iba de aquella caótica tarde, pero ninguno pudo armarse del valor suficiente en principio cómo para levantar su voz o cuestionar lo ocurrido ante sus narices.
-Descuiden, aunque lo parezcamos por los uniformes, nosotras no somos parte de ese grupo de rufianes sin modales.- Denuncia ahora la jovencita más alta de entre el dúo con una sencilla sonrisa dirigida a los empleados, utilizando luego su mano izquierda para rascar una de sus mejillas para entonces colocarse junto a Lucario en medio del lugar. -Yo provengo del prestigioso clan Masamune de Ecruteak y mi nombre es-...
-U-Ustedes… Ustedes son aquellas chicas que participaron en la final del torneo de la Battle Frontier y quienes tenían agendada una entrevista con Oak y Mary, ¿no es así?- Irrumpe sorpresivamente una de las secretarias al alzar su voz, levantándose también del suelo posterior a sus propias palabras. -N-No las reconocí al principio, pero no me caben dudas después de mirarlas a ambas a los ojos. La jovencita de ojos color esmeralda debe tratarse de Zuki Masamune, mientras qué quien la acompaña y tiene los ojos de diferentes colores es Kelly Taylor, ¿o me equivoco?-
La oriunda de New Bark, ni corta ni perezosa, asiente al dar varios pasos más hasta posicionarse junto a Zuki y su Lucario. -Sí, así es. Está en lo correcto y esos son nuestros nombres. Sinceramente me alegra mucho qué nos reconozcan a pesar de portar estos ridículos uniformes, pero me temo qué las formalidades tendrán qué esperar para otra ocasión. Por favor ahora salgan de aquí en esté momento e informen de lo sucedido a la policía de Goldenrod. Mientras tanto Zuki y yo nos encargaremos del resto.-
Una tercera oleada de silencio e incertidumbre cubrió por completo el área de recepción, muy al estilo de una inesperada nevada matutina, cosa qué no pasó para nada desapercibido por ambas recién llegadas.
-Uhh… P-Pues… V-Veran, en verdad nos gustaría salir cuanto antes, pero la gran mayoría de accesos de la torre están sellados en ambos sentidos para qué nadie entre o salga de aquí.- Expuso con inmediatez el reacio encargado de limpieza con la herida en su hombro, colocando luego cara de pocos amigos al expulsar un tímido quejido de dolor. -A-Aparentemente, a la llegada del Equipo Rocket, alguien de su grupo fue capaz de sabotear preventivamente todo el sistema de seguridad de la torre con un repentino apagón, incluyendo las cámaras de seguridad, el sistema de la red para Pokegear y también la puerta de entrada qué está por a-...
-¡Lucario, Aura Sphere (Aura Esfera)!-
Sin darse mayor tiempo para titubear, Lucario asiente con seguridad ante su entrenadora, juntado sus patas delanteras frente a su tórax para entonces generar entre ellas una vistosa esfera de energia condensada de color azul fosforecente. Inmediatamente después, Lucario arroja dicha esfera contra la rígida puerta de seguridad a un costado de la recepción, provocando a su vez una pequeña pero sonora explosion qué hizo añicos gran parte de la pared colindante al momento de impactar, dejando también un pronunciado agujero humeante cómo resultado, de poco más de tres metros de diámetro, además de conectar ahora directamente el interior de la recepción con el estacionamiento de afuera de la torre.
-¡Listo, problema resuelto!- Exclamó Kelly para todos los presentes de manera extrañamente calmada y rozando en el cinismo, acercándose posteriormente con precisión y cuidado a cada uno de los miembros del Equipo Rocket tirados sobre el suelo para arrebatarles todas las pokebolas qué estos cargaban en el interior de los bolsillos de sus uniformes, cómo para también asegurarse de qué todos ellos estuvieran realmente inconscientes.
Sucedido esto, Zuki procede a negar lentamente con su cabeza ante la impulsividad de su compañera, enterrando luego su rostro momentáneamente entre los dedos de su mano derecha. Por lo demás, y cuando la gran mayoría de empleados permanecieron atónitos y confusos frente a Lucario y su anterior acción, la rubia de New Bark decide ignorar todo lo demás para poner rápidamente manos a la obra al posicionarse ahora frente al mostrador de madera cerca de los empleados, colocando encima todas las pokebolas recién recuperadas por parte de los miembros del Equipo Rocket.
-Asumo qué muchos de estos pokémon deben de ser de varios de ustedes, ¿cierto?- Prosiguió Kelly con una pizca más de amabilidad, tras examinar y encontrar la pokebola del Raticate aún inconsciente a su espalda para regresarlo al interior de la misma y colocar dicha pokebola también sobre el mostrador junto con las demás. -Por favor tomen ya mismo las qué sean de su propiedad y huyan de aquí lo más rápido qué puedan antes de qué algo más llegue a suceder. Igualmente les encargo las pokebolas de esos cretinos para qué las entreguen a la policía. En serio lamento haber sido tan brusca con mis acciones o palabras, pero esta es una situación de emergencia y no tenemos tiempo qué perder. Cómo ya les dije antes, nosotras nos encargaremos de todo entre tanto ustedes alertan a-...
-¡U-U-Una cosa más!- Destacó otra de las nerviosas secretarías con fervor, misma que ayudó a levantar del suelo a otro de los empleados lastimados junto a ella, tomando luego entre sus manos una de las pokebolas sobre el mostrador al reconocerla cómo suya. -N-No sé realmente qué tan cierto sea esto, pero dudo qué la policía local o incluso los bomberos puedan intervenir para ayudarnos en esta situación.-
-¿H-Huh?-
A pesar de todo lo acontecido hasta llegado esté punto, Zuki no hizo esfuerzo alguno para ocultar del todo su asombro y confusión ante aquel último comentario, mientras qué Kelly se limitó únicamente a cruzarse de brazos con visible desdén.
-¿Y esto a qué se debe?- Cuestiona sin rodeos la joven chica Kimono con preocupación, tan pronto cómo varios de los demás empleados empiezan a tomar uno a uno más de las pokebolas sobre el mostrador para después desplazarse y salir al área de estacionamiento afuera de la torre. -¿Qué exactamente la lleva a pensar qué esté puede ser el caso?-
-¡S-Solo veanlo por ustedes mismas!- Vocifera en contraposición uno de los empleados más jóvenes con una mezcla entre molestia, estupefacción y desesperación, poco después de haber salido al área de estacionamiento junto con un par de sus colegas. -D-Demonios… C-Creo qué esos malnacidos sí dijeron la verdad después de todo.-
En respuesta, Zuki arquea instintivamente una de sus cejas con tanto extrañeza como temor, posterior a intercambiar nerviosas miradas de reojo con su rubia homóloga al caminar lado a lado con ella en dirección al nuevo agujero en la pared hecho por el anterior ataque de Lucario.
Una vez afuera en la parte exterior de la torre, Kelly es la primera en reaccionar de entre el par, tragando saliva casi qué por inercia, entre tanto Zuki no puede evitar fruncir su ceño al percatarse de cómo muy a lo lejos, aparentemente en medio del sector sur de la ciudad, uno de los tantos edificios qué decoraban el paisaje de aquella metrópolis era vorazmente consumido por llamas al desprender también muchísimo humo en dirección al nublado cielo qué aún cubría en gran medida todo Goldenrod.
-¿P-Pero qué rayos fue lo qué sucedió aquí?- Cuestiona Zuki con rapidez para con los empleados localizados cerca de su posición, notando además cómo desde el cielo no paraban de caer por todo alrededor del lugar una infinidad de copos de nieve teñidos con una antinatural coloración grisácea y opaca. -E-Esperen… ¿No me digan qué esa explosion qué se escuchó antes del apagón se trató de esto?-
-L-Lamento mucho tener qué ser el portador de aún más malas noticias, pero ese edificio qué está por allá creo qué se trata del cuartel general de la policía de Goldenrod. Por lo qué no esperen qué ellos o incluso los bomberos nos brinden su ayuda muy pronto qué digamos.- Reconoció a regañadientes el encargado de limpieza con la ensangrentada herida en su hombro, habiendo recién salido del interior de la torre junto con el resto de los demás empleados, todos ahora reunidos y formando un pequeño semicírculo sobre el borde qué dividía la acera y el área de estacionamiento con los vehículos. -E-En verdad, ahora más qué nunca quisiera darles esperanzas y decirles qué quizás alguno de nosotros pudiese ser de ayuda en su lucha, pero eso sería mentirles directo a la cara. De momento me temo qué ninguno de nosotros es entrenador de profesiones cómo ustedes y, dada la situación tan delicada, es altamente probable qué la mayoría seamos más estorbo qué de ayuda para ambas.-
Otra triste serie de miradas muy pasajeras, siendo acompañadas por una palpable infinidad de sentimientos encontrados a flor de piel, fue intercambiada entre Kelly y Zuki, cosa qué llevó a esta última a exhalar aire por su boca, lo qué a su vez la hizo notar cómo su aliento se volvió momentáneamente visible entre los cientos de miles de copos de nieve qué aún seguían cayendo encima de la acera, el pavimento y los varios autos estacionados por todo alrededor del exterior de la torre.
-Esta bien, no pasa nada. Igual ya tenía la impresión de qué todo esté embrollo tendríamos qué resolverlo sin mucha ayuda externa desde un principio.- Replicó la joven chica kimono con firmeza y decisión en sus palabras, dándose ahora media vuelta al sacar de uno de los bolsillos laterales de su uniforme la pokebola de Quagsire para abrirla. -De todas formas ustedes ya hicieron más qué suficiente, ¿verdad qué sí, Kells?-
La rubia asintió de inmediato con una tibia sonrisa cargada de condescendencia, tras la materialización del Quagsire de su homóloga a la derecha de ella. -Sí, así es. Por mi parte me alegra qué al menos pudiéramos intervenir oportunamente para ayudarles antes qué las cosas pasaran a mayores.- Reafirma Kelly, dándoles también la espalda a todos los empleados junto con Lucario para así disponerse a ingresar al interior de la torre. -Pero ya llegó el momento de continuar. Ustedes solo váyanse y nosotras nos encargaremos del resto, ¿ok? Les prometo qué haremos todo lo posible por rescatar sanos y salvos a todos sus colegas dentro de la torre. Tienen mi palabra cómo entrenadora.-
Una cuarta y última oleada de silencio se hizo sentir entre todos y cada uno de los empleados anteriormente capturados, seguido de una gélida corriente de viento al producir por todo el exterior un tétrico y agudo silbido qué contrastaba perfectamente con el sonido a lo lejos de las típicas sirenas de los camiones de bomberos los cuales aparentemente iban aún camino al sector sur de la ciudad.
-Nos veremos muy pronto.- Fueron las últimas palabras de Zuki al despedirse de todos los empleados ahora afuera de la torre, mientras qué Kelly, Lucario y Quagsire terminaban por volver a ingresar al área de recepción junto con la de Ecruteak. Luego de esto, el pokémon de tipo agua procede a sellar el agujero de acceso creado por Lucario con ayuda de un potente rayo de hielo por orden expresa de su entrenadora.
-Bueno… Eso salió mucho mejor de lo qué anticipé en un principio.- Comentó Kelly con visible alivio al exhalar con pesadez, justo cuando el Quagsire de Zuki culminó de sellar por completo el agujero de la pared a su espalda con una rígida muralla de hielo sólido. Aquí, al cabo de un corto rato más, Kelly comienza a realizar unos cuantos ejercicios de estiramiento para las articulaciones de sus brazos y hombros, pero sin perder de vista al cuarteto de inconscientes reclutas del Equipo Rocket sobre el suelo. -En fin, ya no perdamos más tiempo. Ahora será mejor qué nos apresuremos para-...
-Espera un momento, Kells. Antes de continuar, quiero preguntarte algo.-
La de New Bark se detuvo muy en seco en su deseo de poner distancia entre la chica kimono y ella, observándola con cautela antes de cruzarse momentáneamente de brazos al responder. -¿S-Sí? ¿De qué se trata esta vez?-
-A decir verdad, tengo curiosidad sobre cómo se te ocurrió utilizar una estrategia tan sencilla pero osada que mezcló tantos elementos a la vez. Ya qué bien podríamos hacer algo similar cuando subamos a los demás pisos de arriba para mantener el elemento de sorpresa al seguir portando estos estúpidos uniformes con nosotras.- Indica Zuki con insistencia y algo más de seriedad en su voz, observando al mismo tiempo directo a Kelly a sus ojos. -Lo qué hicimos aquí no solo fue lo suficientemente convincente cómo para engañar y neutralizar por completo a esos reclutas al hacerles bajar la guardia antes de qué notaran qué ambas éramos impostoras, sino qué también logramos sacarles valiosa información sobre el número exacto de ellos quienes se mantenían aquí abajo. Ahora dime, ¿esto lo aprendiste gracias a las enseñanzas de tu padre o de Cynthia? ¿O es qué acaso tu-...?-
-¿Me crees sí te digo qué lo aprendí de una película de superhéroes qué vi hace unos años atrás con tu primo?-
La respuesta dada por Kelly fue cómo un repentino balde de agua fría al caer y bañar por completo todo el cuerpo de la de Ecruteak. -T-Tu… ¿Tu me estás diciendo qué dejaste el futuro de todos nosotros en manos de algo qué viste en una maldita película?-
Kelly guiñó uno de sus ojos de manera extremadamente coqueta en réplica ante la prima de Gold, acción qué incluso ocasionó el asombro de Lucario y Quagsire respectivamente. -Esos son detalles mínimos y sin tanta importancia, Zuki.- Discrepo la rubia de inmediato, utilizando ahora su mano derecha y moviendo ligeramente su muñeca de arriba abajo repetidas veces en señal de querer restarle importancia a lo sucedido. -El punto aquí es qué mi plan funcionó, tú lo aceptaste sin peros después de proponerlo, y todo resultó bien al final del día. Entonces, si no te importa, prefiero qué nos enfoquemos más en cómo haremos para liberar los demás pisos de arriba. Escucho sugerencias…-
Zuki volvió a enterrar con brevedad su rostro entre los dedos de su mano izquierda, negando ligeramente luego de emitir un ronco gruñido de desaprobación. -O-Ok… Te dejaré ganar ese argumento solo por ahora. En cambio, existe algo más qué necesito confesarte antes de qué sigamos adelante.-
-¿En serio…? ¿Otra vez?- Refuta la rubia de mala gana y al encogerse de hombros con impaciencia y rebeldía. -Vamos Zuki… Lo qué sea qué tengas qué decirme, creo qué puede esperar para más tarde cuando salgamos de esta y nos reunamos con Gold, Silver y Crystal. O sea, tú misma sabes que estamos contra el tiem-...
-Se trata sobre algo muy importante y qué involucra a tu padre, Kelly. Se qué quizás esté no sea el momento más oportuno, lo sé demasiado bien. Pero creeme qué esto qué te tengo qué decir vale la pena qué lo escuches. Tu, más qué nadie, mereces saber al menos toda la verdad antes de qué volvamos a arriesgar nuestras vidas en los pisos de más arriba. Esto es lo menos qué puedo hacer por ti.-
Ahora fue el turno de Kelly para titubear hasta el punto de forzarse a sí misma a tragarse metafóricamente sus anteriores palabras, permaneciendo visiblemente estupefacta y al fruncir su ceño cómo sí no hubiese un mañana. -¿A-Algo qué involucra a mi padre y es de mucha importancia?-
Posterior a asentir muy lentamente en respuesta, la de Ecruteak gira su rostro para encontrar miradas con su pokémon posicionado a su derecha. -Oye, Quagsire, ¿podrías aprisionar primero al cuarteto de reclutas en el suelo? Esto qué tengo qué confesarle a Zuki es importante y prefiero tomar todas las precauciones necesarias.-
En cuestión de menos de un suspiro, Quagsire procede a escupir varios viscosos pero precisos chorros de lodo desde su boca, creando tras el subsecuente impacto con sus objetivos cómo una especie de rígidos grilletes de barro alrededor de todas las extremidades y el torso de los cuatro reclutas aún inconscientes.
-Bien, para evitarnos perder aún más tiempo, solo te lo diré sin rodeos y ya.- Anticipa Zuki al cambiar por completo el semblante de su rostro por uno qué lograba demostrar aún más preocupación del qué deseaba en principio. -V-Veras… Resulta qué hace unos días atrás, la policía internacional encontró la base de operaciones del Equipo Rocket. Por lo tanto, el padre de Gold, el tuyo, Lance del Alto mando y muchos otros agentes más tenían planificado atacar dicha base en algún punto del día de hoy. Por lo qué-...
-Ya veo… Eso tiene bastante más sentido. ¿Pero entonces crees qué todo esto qué sucede aquí tiene algún tipo de conexión de por medio?- Repuso súbitamente la rubia al colocar ambas manos a los lados de su cadera, justo después de interrumpir fortuitamente a la de Ecruteak en sus palabras. -¿Es eso lo qué estás infiriendo?-
-P-Pues sí… E-Eso es lo qué creía en principio. Aunque después de todo esto qué hemos pasado, inclusive interactuando de primera mano con varios de estos reclutas, creo qué ese no sería el caso y esté ataque a la torre no es más qué una enorme coincidencia.- Réplica Zuki con extrema simpleza, y sin poder ocultar su asombro y estupefacción ante la falta de reacción y calma por parte de su compañera y amiga. -Uhhh… P-Pero sabes, dejado un poco mis teorías y confesiones de lado, esperaba algo más de tu parte ahora qué te mencioné todo esto. No lo sé, ¿quizás qué te molestaras por ocultarte tanta información o algo así?-
Casi qué por inercia, Kelly expulsa un largo, sonoro y avasallador suspiro qué terminó por hacer un ligero eco por todo el área de recepción, provocando en paralelo qué Lucario y Quagsire volviesen a enfocarán su completa atención sobre la rubia a la expectativa de lo qué ella diría.
-Escucha, en otras circunstancias, quizás hubiese reaccionado de manera diferente por ocultarme esté tipo de información. Pero ahora mismo te mentiría sí te dijera qué estoy muy asombrada qué digamos. O sea, puedo ser rubia pero no soy estúpida o ingenua cómo muchos piensan. El hecho de qué Enishi se apareciera de la nada para "recogernos" por sorpresa cuando recién llegamos a Goldenrod, sumado a la misteriosa ausencia de mi padre junto con él cuando ellos casi nunca se separan por cuestiones de trabajo, me hicieron asumir qué algo gordo estaba por suceder. Y ni hablar del cambio tan radical qué experimentó Gold en su actitud desde qué él pudo hablar a solas con Enishi. Por estas y varias otras razones es qué ya me hacia a la idea de qué ellos se traían algo entre manos, solo qué obviamente nunca pensé qué se tratase de un ataque directo a la base de operaciones del Equipo Rocket.-
Una recatada sonrisa se llegó a pintar muy tenuemente sobre los labios de Zuki, observando aquí de pies a cabeza a la rubia antes de acercarse a ella y volver a mirarla a sus ojos. -Lo siento, por momentos olvido qué ya no eres esa niña mimada y caprichosa de antes. De todos modos me quiero disculpar también por no haber-...
-Olvidalo, Zuki. Por ahora no quiero cuestionar cómo es qué sabías de todo esto, ni tampoco el porqué. Yo solo asumiré qué tenías tus razones y eso será todo por mi parte.- Reconoce Kelly con serenidad y firmeza, dando ahora unos cuantos pasos al dirigirse al pasillo contiguo con las escaleras y el ascensor. -Aprecio también qué fueras honesta conmigo, pero nada de esto cambiará nuestra situación actual. De momento confiaré en qué mi padre y Enishi saldrán bien librados de su misión y regresaran sanos y salvos. Pero ya fue suficiente de todo esto. Mejor avancemos de una buena vez, ¿te parece?-
La de Ecruteak vuelve a asentir con la cabeza, siguiendo los pasos de su homóloga al dejar atrás el área de recepción acompañada de Lucario y Quagsire. -Ok… ¿Entonces qué hacemos con los pisos de más arriba? ¿Alguna brillante nueva estrategia?-
-Tú solo sígueme la corriente, ¿de acuerdo?- Propuso Kelly con mucha más energía y seguridad en sus palabras al momento de expresarse. -Toda esta plática acerca de mi padre y esas cosas me dio una excelente idea de lo qué podemos hacer cuando nos encontremos con algún otro grupo de reclutas en los pisos de más arriba. Pero nuevamente necesito qué confíes en mí sin peros, ¿ok?-
Zuki volvió a sonreír en respuesta, guiñando luego uno de sus ojos de la misma manera que Kelly había logrado hacer hace poco más de un minuto atrás. -Dime, ¿esta "idea" involucra algo más qué viste en una de tus estúpidas películas?-
-Heh, quizás…-
