Ladies and Gentlemen!
Desde hace algún tiempo que quería escribir este fic pero por buscar las palabras correctas, siempre lo atrasaba. ¡Esta vez fue diferente y ahora si pude plasmar lo que tanto quería decir! En el momento que vi la película de Providence dije: ¡Tengo que escribir algo! Me encanta tanto el anime, lo he seguido desde hace mucho tiempo y ver la película en cines, pude sentir que mi pecho se llenaba de satisfacción. ¡Era justo lo que necesitaba! Y bueno, aquí un poco de lo que quiero plasmar con los bellos sentimientos.
It's showtime!
Aclaración: Psycho Pass no me pertenece. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias.
Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.
En el momento que su mirada se enfoca en la pequeña mujer de cabello castaño que se mueve de un lado a otro por aquella pequeña oficina con una mirada concentrada en la información de su pantalla como de los papeles que se encuentran en sus manos. Kogami Shinya no puede evitar mirarla con mucho más atención mientras una pequeña sonrisa es capaz de aparecer en su rostro.
Decir que conoce a Tsunemori Akane desde hace mucho tiempo, no es una mentira. La conocía a la perfección, sabia cual y como era su forma de pensar, de investigar y sacar aquellas conclusiones rápidas estando en el duro campo de batalla. Pues había sido él mismo quien se encargo de guiarla por aquel difícil camino en el que a veces no puede evitar sentirse orgulloso como sentirse culpable.
Aun es capaz de recordar a la pequeña Inspectora que temerosa, llego en aquella noche de tormenta para asignarla en el que sería su primer caso aun cuando era nueva en la División de Investigación Criminal. Ver la duda y el temor en aquellos grandes ojos, no pudo evitar compadecerse un poco de la misma, pues el destino había sido muy cruel para asignar a una simple novata con ellos. Claro que, al recordar sobre aquella noche, no puede evitar sentir un poco de dolor en su cuerpo cuando ella le disparo con su Dominator para evitar que matase a una mujer que estuvo en el momento equivocado. Aunque el daño no fue mucho, se dio cuenta que aquella pequeña chica tendría un buen potencial si es guiada de la manera correcta.
Quizá, fue a partir de ese momento, en el que ella personalmente se fue a disculpar por las heridas como de los problemas ocasionados, que le llamo la atención. Quizá, el sistema aún no se encontraba perdido.
En cada caso, le ayudaba un poco a comprender un poco sobre su nuevo trabajo, a leer con cautela cada información que tenía en las manos, analizar con mucho cuidado y observar todo a su alrededor, pues aunque no quería señalar, todo el mundo era sospechoso cuando se trataba de encontrar a un culpable. La llevo a conocer a personas que le ayudarían a evolucionar, como también tuvo que sufrir para comprender un poco más que aquel mundo donde se involucraba, nunca tendría un final feliz.
Tuvo que aprender a la mala, pero fue gracias a esa desgracia, que pudo crear su propio juicio. Un único juicio que es capaz de mantenerla estable a pesar de los grotescos escenarios que ha visto en su carrera, evitando así que su tono se convierta en un color oscuro.
Fueron muchas situaciones las que pasaron.
Fueron muchas despedidas las que tuvieron.
Pero también tuvieron muchos encuentros.
Kogami, no pudo evitar cruzarse de brazos en ese momento y molestarse un poco con ella, aunque quizá, aquella molestia también era por él mismo. No podía entender como es que, a pesar de que la había "traicionado" tantas veces en el pasado, Akane es capaz de seguir confiando en él aun cuando todo el mundo le advierte que no debe hacer aquello. Hasta él mismo le confirma aquellos rumores, no es bueno confiar en alguien que tantas veces ha traicionado su confianza. Pero, cuando le confiesa la verdad, Tsunemori es capaz de negar y alzar los hombros desinteresada, darle la espalda y hablar como si aquello no fuera importante.
No podía creer lo que ella hacía, darle la espalda a un perro rabioso, era peligroso, pues no se sabía en qué momento sería capaz de morder la mano que en ese momento le ayudo. Pero eso no le importaba a ella, es más, hasta pareciera que jugaba con él mientras le contaba alguna que otra cosa que se supone, era un secreto. Y Kogami Shinya, solo soltaba un suspiro antes de seguirla y cuidar sus espaldas como el buen perro de caza que fue con ella.
Nunca se atrevería hacerle daño.
Muchas veces la protegió en el pasado.
Nada cambiaria en seguirla protegiendo en el futuro.
Pues Akane nunca quiso hacerle maldad, siempre estuvo al pendiente de todos aun cuando le pedían que no se involucrara. Miraba al mundo como seres humanos y quizá, fue aquello lo que provocó que decidiera seguirla y proteger aquellos ideales. Aunque siempre choca con los mismos porque no se adapta a lo que él piensa o quiere, era ella quien tenía la última palabra.
Por eso, en el momento en que ella tuvo que sacrificar su propia libertad para que él pudiera tener la suya. Se enojo tanto con Akane por la estupidez que había hecho que todo a su alrededor pago las consecuencias de aquellos actos.
¿Cómo es que tuvo el valor para hacer aquello?
Solo tenía que dejarlo morir y ya estaba, nadie iba a llorar por él. Pero una vez más, se involucro cuando ya tenia un lugar asegurado en la vida, tuvo que tomar la decisión que, para ella, fue la correcta y hacer algo para sacarlo del lugar oscuro donde lo habían metido.
De alguna manera, Kogami siempre se encontró caminando en la luz que le brindaba Akane, lo sabia muy bien. Era la única capaz de brindarle una segunda opción, de hacer lo correcto por primera vez en la vida. Se sentía culpable de haberla arrastrado junto con él que decidió en ese momento, hacer todo lo posible para sacarla de aquel lugar.
Fueron años difíciles.
Fueron momentos difíciles donde la investigación no daba para más o las pruebas no eran las necesarias para poder moverse. Pero nunca se rindió, así como Akane le enseño en su momento, era cuestión de seguir con lo mismo, por ella.
Por eso, verla en el presente, frente a frente como en los viejos tiempos. Shinya no puede evitar sentirse orgulloso de lo que ella ha hecho en el paso del tiempo, de lo que él fue capaz de hacer para demostrar que rendirse no era una opción. Cuando ambos obtuvieron su libertad, aunque aun estarían bajo los ojos de SIBYL, fue él quien fue por ella. Era una de las tantas promesas que le hacia cuando la iba a visitar y la hizo realidad cuando sus ojos se encontraron por primera vez después de mucho tiempo.
-¿Kogami-san?
Salió de sus pensamientos en el momento que aquellos grandes ojos le miraban con curiosidad. Tuvo que carraspear un poco al verse atrapado mirándola.
-Solo estaba pensando -Alzo los hombros desinteresado.- Vamos, te invito a comer, es imposible que puedas seguir concentrándote
-Veo que me conoces muy bien -Soltó una risita cansada, tenía razón, desde hace algunos minutos, solo estaba leyendo una y otra vez aquellos documentos. Alzo los brazos y se estiro.- Te tomare la palabra, ¿Vamos?
Akane sonrió en el momento que se levantaba de su silla y caminaba a la salida para mirarlo una segunda vez.
-De todos, soy el que mejor te conoce -Presumió.- No te burles de mi mocosa, que fui yo quien te enseño todo lo que ahora sabes
-Claro, claro, mientras no presumas frente a Ginoza, no quiero meterme en problemas -Se molesto un poco.- Ya no soy una niña por si no te has dado cuenta
Kogami sonrió al verla tan animada cuando solo había mencionado las palabras "Te invito a comer", sin saber hacia dónde se dirigían o que comerían aquella tarde. Se levanto de su silla y siguió su pequeña espalda, que, desde su punto de vista, ya no era aquella pequeña chica que una vez conoció. Creció para convertirse en una mujer fuerte que no dudara en tomar un arma y proteger lo que ella cree correcto.
Por eso se sentía orgulloso cada que la miraba. Después de todo, había hecho bien con ella. En guiarla y verla crecer.
-Lo sé, ya no eres una niña -Susurro Kogami.
Akane lo miro con curiosidad, no había logrado escuchar lo que susurro y eso solo provoco una gran sonrisa en el de cabellos negros para pasar a su lado mientras le daba suaves palmadas en la espalda mientras le comentaba a donde irían a comer.
Mientras el mundo tenga a Tsunemori Akane protegiendo lo que es correcto, Kogami Shinya sabía que había algo en lo que podía seguir creyendo. Alguien en quien sentirse orgulloso de seguir y proteger.
Alguien en quien poder caminar a su lado.
¡Muchas gracias por leer!
Saben, me gusta la relación que tienen Kogami y Akane. No de manera romántica pues así muy pocas veces lo veo, si no de compañeros. De personas que se preocupan por el otro. Me encanta aquella conexión que tuvieron en ese momento que simplemente, es lo único que necesitas. No se si vaya a escribir más historias de este que es mi anime favorito, pero estén al pendiente. ¡Sin duda las historias que escribiré estarán llenas de tantos sentimientos!
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Atte.: AnZuZu Dragneel
Fecha: Lunes 1 de Enero de 2024
