EL LEGADO HYUGA

Naruto pertenece a Masashi Kishimoto. Únicamente hago la historia para el disfrute de las y los fans de esta pareja.


La Aldea de la Hoja empezaba a tener un poco de paz luego de los sucesos ocurridos tanto en la guerra como con el peligro que sufrió el clan Hyuga al haber sido secuestrada la heredera de la rama principal, Hinata. Afortunadamente, aquél último suceso no pasó a más y gracias a la participación del héroe de guerra Uzumaki Naruto, volvió sana y salva. La intervención del ninja de cabellos rubios, sumado al hecho de que éste solicitó la mano de la heredera, fue controversial dentro del clan ya que generó discusiones y opiniones divididas dentro de la rama principal. Los más extremistas, criticaron el hecho de que la pureza del byakugan se perdería y el linaje del clan estaría en riesgo. Otros, por su lado, consideraron que sería una oportunidad para realzar el nombre del clan - si es que eso era posible - y darle mayor influencia al mismo dentro de la aldea.

Al final, se decantaron por la segunda posición y aceptaron el compromiso. Hiashi, apoyó esta opción, pero no por los deseos egoístas de los demás miembros, sino porque su hija le había confesado los sentimientos románticos por el ninja revoltoso hijo de Minato y Kushina. Hiashi meditó que desde el cielo, la pelirroja esposa de su amigo debía estar saltando en una pierna, puesto que la chica siempre le criticó a su persona la actitud clasista que tenía e incluso le advirtió que terminarían emparentados alguna vez gracias a su "bocota". ¡Qué razón tuvo esa condenada mujer!

Sin embargo, si bien se libró de la discusión en torno a su hija, ya que la boda se había celebrado hacía un par de meses, el meollo se dirigió ahora hacia su sobrino Neji. Al ser el heredero directo de la rama secundaria, tenía ciertas responsabilidades para con ellos, a criterio de los ancianos del clan, por supuesto.

-"Neji está en edad casadera. Es su obligación como heredero perpetuar la rama secundaria." - había dicho uno de los ancianos en la reunión que actualmente se desarrollaba en el territorio Hyuga.

- "Neji fue el capitán de nuestro clan en la guerra, sus capacidades han demostrado estar muy por encima del promedio en nuestro clan y actualmente es un jounin. Considera la rama principal que tiene méritos suficientes para elegir el destino de su vida." - intervino Hiashi.

El actual patriarca de la rama principal había cambiado. Desde que a sus catorce años su sobrino le demostró sus fortalezas, habilidades y el cambio significativo que éste tuvo para con sus hijas, a quienes cuidaba como hermanas, se ganó su respeto como ninja y como persona. Es por ello que ahora estaba ahí, tratando de defender los intereses de Neji frente a los intereses de la rama secundaria.

-"Con todo respeto, Hiashi…" - tomó la palabra uno de los ancianos. - " Si bien tiene voz como representante de la rama principal, su voto es limitado. A diferencia de la rama principal, no queremos mestizaje en la rama secundaria." - el comentario ácido caló entre los presentes de la habitación, especialmente para el actual patriarca.

- "Ese "mestizaje" no es motivo de vergüenza para la rama principal. Uzumaki Naruto tiene todos los atestados para ser considerado un ninja élite; héroe de la aldea y candidato para convertirse en el futuro Hokage." - respondió con enojo el hombre.

-"Neji es un ninja de élite también. De los más destacados de la aldea, usted mismo lo señaló, Hiashi…Incluso en la Guerra se atrevió a poner en riesgo su vida por el héroe y la princesa." - dijo nuevamente el anciano. - "Pero si la insistencia es mucha, tal como usted lo plantea, la posición de la rama secundaria será la misma que la principal: aceptaremos un mestizaje siempre y cuando la mujer pertenezca a la élite de la aldea. De lo contrario, optaremos por casarlo con una mujer del clan."

-"Muy bien. Sin embargo, la rama principal exige participar en la elección de la mujer para ambos casos contemplados. Incluso, que tengamos la posibilidad de proponer una candidata." - condicionó el hombre de cabellos negros que ahora empezaba a relucir canas.

Sin opción de réplicas, así finalizó la dichosa reunión entre las dos ramas del clan Hyuga. Hiashi salió de la habitación con evidente molestia, ya que a su criterio, el clan debería avanzar de cara al futuro y adaptarse a las nuevas realidades. Sin embargo, también le preocupó su propia propuesta: ¿de dónde sacaría una mujer con los méritos similares a su sobrino?, y más importante aún, una mujer de confianza que no fuese oportunista. Pésima fue su suerte, cuando al cruzar el pasillo, se topó con Neji, quien solo miraba al suelo con rabia contenida. Había escuchado toda la discusión y lucía visiblemente molesto, incluso su byakugan estaba activado.

- "Neji…" - trató de hablar el mayor, sin embargo, no alcanzó a decirle más ya que el chico salió de la residencia Hyuga con rapidez.

. . .

Era pasada de la media noche cuando salió de la mansión. Neji estaba furioso, al punto que solo optó por retirarse como una medida de seguridad, ya que de lo contrario haría una masacre similar a la del clan Uchiha ahí mismo. Odió con cada fibra de su ser haber escuchado las palabras del anciano decrépito que en apariencia se creía con el derecho de decidir sobre su vida. Le costó muchísimo romper con ese pensamiento sobre el destino y aún más empezar a tener una vida "normal", como para que ahora le vinieran a imponer tal cosa. Mientras saltaba de techo en techo, su mente divagaba en miles de pensamientos homicidas hacia ese anciano, ya que no lograba aplacar sus sentimientos por primera vez en su vida. De un momento a otro se detuvo abruptamente frente a una ventana.

Neji respiraba agitadamente, su aliento caliente chocaba con el vidrio; y sin previo aviso, entró a la habitación irrumpiendo con sigilo. Sus habilidades de jounin habían salido a relucir. En la oscuridad de la habitación, su respiración era lo único perceptible. Aún con el byakugan activado examinó toda la habitación hasta que se detuvo en un punto en particular: la cama. Gracias a su habilidad hereditaria, logró distinguir entre las sábanas una figura femenina que dormía plácidamente, ajena a su presencia. Se quedó quieto. No debía estar ahí, es más, era una completa falta de respeto hacia la mujer, pero en su estado actual, la coherencia estaba amordazada en un rincón de su consciencia.

Tenten dormía plácidamente. Había tenido un día agotador ya que estaba empezando a aspirar para formar parte de la academia ninja como maestra y el examen de selección era arduo. No era la única, incluso Shino Aburame estaba aspirando como ella, solo que para un puesto distinto. Le llamó muchísimo la atención la cantidad de ninjas intencionados, más confiaba en sus habilidades y en que lo lograría; ¡ya estaba dentro de los candidatos! Cuando llegó a su departamento, alcanzó a cambiarse la ropa por unos shorts cortos para el calor y una blusa de tirantes sencilla, acto seguido, cayó como una piedra. De ahí, no recordó más, hasta ahora… Sus reflejos ninja, le avisaron de una presencia intrusa en su habitación. Con cautela, tomó una kunai que estaba bajo su almohada y rápidamente se lanzó contra su atacante.

Quedó estupefacta cuando sintió una mano sobre su muñeca deteniendo el ataque mortal y detalló el byakugan en la mirada del intruso.

- "¿N-Neji?" - preguntó preocupada bajando la guardia. El pelinegro no respondió, simplemente se limitó a apretar con aún más fuerza la muñeca femenina. A pesar del dolor que sintió, Tente no reclamó. Suavizó la mirada comprendiendo a la perfección que su compañero había pasado un mal rato y ahora estaba ahí buscando desahogo con su persona. - "Olvidé cenar y tengo hambre. ¿Me acompañas?"

Neji la soltó lentamente y la siguió hasta la pequeña cocina. Una vez ahí, se sentó en la mesa del comedor mientras Tenten preparaba ramen para ambos. La castaña seguía sin decir una palabra, pero no era necesario. Cuando Neji estuvo al borde de la muerte durante la guerra, ella estuvo muy al pendiente de sus cuidados y lo apoyó en su recuperación, al punto en que su relación se había vuelto más estrecha que antes. No necesitaban palabras, se leían el uno al otro a la perfección. Gracias a esa convivencia, la admiración que Tenten sentía por su compañero de equipo, se transformó en amor, sin embargo, la castaña no se atrevía a confesarse. Admitía que sentía miedo de que las cosas entre ellos se tornasen extrañas afectando la relación que tenían hasta ahora.

Cuando estuvo listo, sirvió dos tazones de ramen; Neji por su parte sirvió té. Empezaron a comer en silencio, hasta que el portador del byakugan decidió hablar.

- "¿Puedo pasar la noche aquí, Tenten?" - preguntó. Quería decirle la verdad acerca de su molestia, pero las palabras se le atravesaron en la garganta. No se explicaba por qué, pero su lado racional le advirtió que si le contaba a la castaña lo sucedido, la lastimaría.

La chica detuvo su bocado. Luchó con todas sus fuerzas para que sus mejillas no expusieran sus sentimientos, sin embargo, fue imposible.

- "P-Puedes quedarte en el sofá." - respondió terminando de comer su ración.

Una vez que cenaron, Tenten le brindó al oji perla una almohada y mantas para que pasara la noche, mientras ella volvió a su habitación. Afortunadamente, el sofá era amplio, muy similar a una cama; Tenten lo había comprado hacía un par de meses cuando inició el examen para ingresar a la academia como profesora ya que tuvo que pasar varias noches estudiando hasta tarde, por lo que Neji pudo descansar sin ningún problema. La castaña por su parte volvió a su habitación y cerró la puerta. Sentía su corazón latir rápidamente y su rostro arder por la vergüenza de tener al Hyuga en su casa. A pesar de que su cercanía se había incrementado nunca habían llegado a tal punto.

En la sala, Neji observaba el techo. Su mente, ya más calmada, divagaba esta vez en torno a su relación con su compañera. Observó su departamento; era pequeño, no se comparaba con la mansión Hyuga, sin embargo, se sentía mil veces más acogedor y cálido. Tenía la esencia de Tenten impregnada en cada rincón, lo cual le transmitía la tranquilidad característica de su compañera. Escuchó el ruido de una gota caer en el fregadero y recordó la improvisada cena. En su clan, una comida tan simple no era común, pero a su criterio, la comida de Tenten era la mejor. La castaña cocinaba muy bien gracias a que desde temprana edad tuvo que valerse por sí misma debido a la muerte de sus padres. A esas alturas, si alguien le preguntara a Neji acerca de su comida favorita, él respondería que cualquier cosa que cocine Tenten.

. . .

Desde el techo de una vivienda, Hiashi Hyuga observaba curioso un pequeño departamento. Gracias a sus habilidades, poco tiempo después de que Neji dejara los territorios del clan, decidió seguir su rastro hasta llegar a un departamento ubicado en una de las tantas zonas residenciales de la aldea. Extrañado por la actitud de su sobrino, activó su byakugan y a través de las paredes alcanzó a verlo acompañado de una mujer. Al principio no la identificó, pero luego, alcanzó a ver un enorme rollo en una esquina muy familiar. Si no estaba equivocado, pertenecía a la jovencita compañera de equipo de Neji a la cual recordó haber visto en varias ocasiones fuera de los dominios Hyuga acompañada de otro joven que vestía unas horribles mallas verdes. Con la nueva información recabada, se retiró.

. . .

A la mañana siguiente, Tenten se levantó alrededor de treinta minutos después de su hora habitual gracias al cansancio acumulado que sentía. Le costó un mundo pegar el ojo ya que los nervios de tener a Neji a tan solo una puerta de distancia no la dejaron dormir. Se estiró para desperezar su cuerpo hasta que un delicioso olor inundó sus fosas nasales. Atraída por el agradable aroma se dirigió a la cocina encontrándose con Neji preparando el desayuno. Su pecho se llenó de calidez al verlo de espalda y no pudo evitar fantasear con lo agradable que sería pasar su vida al lado de Neji.

- "Buenos días." - habló por fin. Recogió su cabello en una coleta dejando su delicado cuello visible.

- "Buenos días." - respondió el pelinegro mientras volteaba con dos platos de frutas.

Neji reparó en su compañera… La piel de Tenten lucía radiante por las mañanas, su cabello amarrado en una coleta desordenada le daba una apariencia despreocupada, su rostro soñoliento era adorable, y las curvas de su cuerpo se remarcaban sobre el pijama. El pelinegro tragó grueso y dejó los alimentos en su lugar. Desayunaron en silencio, pero ninguno estaba incómodo, es más, era agradable convivir.

- "Neji… Deberías volver a la mansión Hyuga. No sé lo que sucedió, pero imagino que están preocupados por tí." - habló Tenten. Si bien estaba encantada con la presencia de Neji, era consciente de la realidad en la que vivía y de lo estricto que era su clan.

El aludido arrugó el ceño. ¿Preocupación? ¿Por él? ¡Claro que no! El único interés que tenían en la rama secundaria, era casarlo y que tuviera hijos lo más pronto posible con una desconocida. Una total estupidez…

- "No es el caso, créeme." - respondió comiendo un trozo de fresa. - "Pero volveré en cuanto termines de desayunar, lo prometo. Hoy tendrás la prueba final, ¿cierto?" - preguntó interesado.

¡Cierto! ¡Lo había olvidado por completo! En unas horas era su prueba final para ingresar el próximo año a la academia. Sintió un nudo en el estómago por los nervios.

- "Lo siento Neji, pero debo prepararme…" - contestó terminado su ración lo más pronto posible. Acto seguido, dejó su plato en el fregadero y corrió hasta su habitación a buscar un cambio de ropa, darse una ducha y partir.

A pesar de que su rostro no lo demostró, le causó gracia la reacción espontánea de Tenten, y aún más el hecho de que no se percató que dejó la puerta de la habitación entreabierta y alcanzó a ver cómo se desnudaba. Desvió la mirada rápidamente, pero ya era tarde, el cuerpo delicado de Tenten se grabó a fuego en sus casi transparentes pupilas. Salió de su letargo al sentir un bulto empezar a levantarse en su entrepierna.

. . .

Hiashi Hyuga salió de los dominios del clan cerca de las diez de la mañana con una finalidad específica: buscar al sensei de Neji. "Maito Guy", era su nombre si mal no recordaba. Un hombre excesivamente excéntrico para su gusto, pero al que se le reconocía en todo el mundo shinobi por habérse plantado cara a cara con nada más y nada menos que Uchiha Madara y causarle grave daño; incluso, éste último lo nombró como el "Shinobi más fuerte", palabras más, palabras menos. Un acto digno de respeto.

Tardó cerca de una hora en encontrarlo. Para ser una persona con la movilidad reducida era escurridizo. Venía acompañado por el mismísimo Hokage.

- "Buenas tardes, Hokage-sama, Maito Guy…" - saludó Hiashi inclinándose con respeto.

Los dos amigos se miraron entre sí algo consternados. No todos los días tenías el placer de estar frente a frente con una persona como el patriarca líder de la rama principal Hyuga.

- "¡Oh, pero si eres el tío de Neji!" - identificó Guy sin tacto.

- "Hola, Hiashi-san" - respondió Kakashi con su usual tono despreocupado.

- "¿Vienes a buscar a Kakashi? Es un hombre muy solicitado ahora." - molestó Guy quien ya estaba acostumbrado a las usuales interrupciones en los ratos libres de su amigo.

- "En realidad… Vine a verlo a usted, Maito Guy." - reveló el hombre de cabellos largos.

A Kakashi le llamó la atención la inusual petición. Un líder de clan recurriendo a Guy solo podía significar una cosa: había problemas con Neji. Y si había problemas con Neji, quien a su vez era heredero a la rama secundaria en el clan Hyuga, significaba problemas entre las ramas. En conclusión, un posible problema para la aldea entera. Guy, que supo leer a la perfección la preocupación en la mirada de su amigo de años, simplemente se echó a reír para sorpresa de los presentes.

- "En ese caso no puedo evitar sentirme honrado, ja ja ja. Venga, hay que dejar la seriedad y sentarnos a charlar." - Acto seguido, los tres ninjas se dirigieron a un pequeño puesto de dango. Mientras Guy comía los tradicionales dulces, Kakashi permanecía sentado con una taza de té a unas cuantas mesas de distancia. Hiashi no pidió nada, él no era afín a los dulces. - "Y bien, ¿en qué puedo ayudarlo?

- "Como sabrá, la relación de Neji con el clan ha empezado a mejorar desde hace unos años atrás, y aunque me he dado a la tarea de entrenarlo, me temo que mi sobrino no ha logrado desarrollar una confianza plena con mi persona. Es por eso que busqué a alguien cercano. Noté que la jovencita con la cual suele estar es su compañera de equipo, por lo que me gustaría saber, cuál es la relación entre ambos."

- "¿Tenten?" - Hiashi anotó mentalmente el nombre de la chica para no olvidarlo. - " ¡Ja, ja, ja!" - rió Guy estrepitosamente. - "Ayyy… Bueno, Tenten como sabe es la única mujer en el equipo, es nuestra bella flor. Al principio, Neji y ella no se llevaban muy bien, incluso Tenten solía decir que era muy arrogante; sin embargo, conforme pasó el tiempo su relación mejoró. Aunque también influyó el hecho de que, me centré un más en el entrenamiento de Lee y los dejé un poco de lado. Al principio me sentí culpable por eso, sin embargo, ambos supieron apoyarse y complementarse a la perfección lo cual me dejó tranquilo. Siempre se han cuidado entre ellos, e incluso juntos nos cuidaban a Lee y a mí." - narró Guy.

- "Así que… son unidos." - comentó Hiashi más para sí mismo que para la bestia verde.

- "¡Pero claro que sí!" - exclamó Guy mientras le daba un fuerte golpe en la espalda del Hyuga - "Neji es un genio indiscutible, pero me atrevo a decir que es lo que es gracias a Tenten."

Hiashi le devolvió una mirada llena de extrañeza, y algo de fastidio por el golpe.

- "¿ A qué se refiere?" - preguntó intrigado. ¿El talento natural de su clan dependiendo de una simple habitante de la aldea?

- "Bueno… Neji mejoró sus técnicas gracias a que ha entrenado con Tenten durante todos estos años. Incluso, logró cubrir su punto ciego. Tenten es una experta indiscutible en herramientas y armas ninjas, diría que la única de la aldea. Tiene un amplio abanico de conocimiento sobre el tema y claro, Neji ha sabido aprovecharlo. Oh… Pero Tenten no se queda atrás. Los años de entrenamiento con Neji le han dado muchísimo conocimiento sobre cómo enfrentar a un portador del Byakugan y salir bien librada. Me llena de orgullo admitirle, Hiashi-san, que Tenten es capaz de darle una paliza a más de uno en su clan, jajaja." - finalizó Guy

. . .

El atardecer empezaba a desaparecer dando paso a la noche. Ese fue el paisaje que recibió a Tenten cuando salió de la prueba. Estaba absurdamente cansada y su rostro lo reflejaba, de ahí que los tres varones que la esperaban fuera de la academia se preocuparon ante un posible resultado negativo para la fémina del equipo. Lee estaba decidido a armar un escándalo si rechazaban a Tenten como sensei, como algo que sucedía pocas veces en la vida, Neji estuvo de acuerdo con la menor de las bestias verdes. Cuando la chica de coletas se detuvo frente a ellos, su rostro triste se transformó en segundos en una mueca de genuina felicidad. Sacó de su bolsillo la boleta que la acreditaba como sensei en la academia ninja de Konoha.

El grito de felicidad no se hizo esperar. Lee brincó en su sitio y procedió a alzar a Tenten y sacudirla de un lado a otro. Acto seguido, lanzó a su compañera soltando un "atrápala, Neji". El pelinegro reaccionó a tiempo tomando a la mareada chica en sus brazos. El sonrojo en ambos no se hizo esperar. Tan solo segundos después, Neji bajó a Tenten y desvió la mirada. Sentía en sus manos aún el cosquilleo que le causó la sensación de suavidad del cuerpo de Tenten.

- "¡Muy bien! ¡Esta noche iremos a celebrar!" - exclamó Guy con entusiasmo.

Lee le siguió con igual efusividad, mientras ella y Neji los seguían de cerca con un poco más de reserva. Comieron y bebieron, mucho en realidad; Lee balbuceaba medio dormido mientras Guy lo colocaba sobre su silla y lo cargaba. Al principio, Neji se ofreció a llevarlo hasta su casa ya que era uno de los más sobrios, sin embargo, su sensei se lo impidió alegando que no era de caballeros dejar a una dama sin compañía por la noche. Tenten por su parte estaba sentada con las mejillas sonrojadas. Si bien se sentía algo mareada y atontada, estaba lo suficientemente lúcida para irse por su cuenta, así que trató de intervenir, pero al final su voz y voto fue ignorado por el pelinegro que la tomó del brazo y la sacó del restaurante.

- "Oye, no es necesario que me lleves, Neji, estoy bien." - se quejó Tenten.

- "Estás ebria." - respondió escuetamente el pelinegro.

Por fortuna el restaurante estaba cerca del departamento de la castaña, por lo que no tuvieron que caminar mucho. Una vez que llegaron, Neji abrió la puerta y entró.

- "Oye, ¿de dónde sacaste las llaves de mi apartamento?" - preguntó indignada. No recordaba haberle dado acceso a su apartamento, aunque últimamente el chico entraba como perro por su casa.

- "Saqué una copia en la mañana cuando te fuiste." - respondió sin más el portador del byakugan mientras ingresaban y guiaba a Tenten hasta su habitación.

-"Oye… Estoy segura que eso debe ser un delito. ¿Acaso quieres que te arresten? - preguntó Tenten con una sonrisa tonta mientras se acercaba coquetamente al rostro masculino. Estaba cometiendo una imprudencia hacia su promesa de no dejar salir sus sentimientos, pero qué más daba, estaba feliz por pasar la prueba y podría culpar de todo al alcohol.

Al principio, la parte racional de Neji le aconsejó que lo mejor era dejarla dormir y retirarse a la Mansión, sin embargo, aún estaba ese problema latente. Por un momento, deseó olvidarlo todo: su apellido, su estatus, su clan, su obligación… y solo quedarse en ese pequeño apartamento al lado de Tenten, quien ebria le coqueteaba descaradamente. Es por eso que, mandando al demonio todos sus problemas, decidió seguirle el juego a su compañera:

-"¿Me denunciarás, Tenten? - preguntó mientras atrapaba a la chica con su brazos y la apegaba a su cuerpo.

-"Mmm…no, supongo que no. Pero si tienes algo mío, hurtado, es justo que yo tenga algo tuyo."- sugirió la castaña sonriendo pícara.

-"Te daré cualquier cosa que me pidas, Tenten". - respondió el pelinegro mientras rozaba los labios femeninos.

El ambiente era embriagador, Neji sentía su cuerpo arder y al mismo tiempo un cosquilleo que se extendía deliciosamente sobre su cuerpo. Estar con Tenten era adictivo. Le daba mucha paz y lo hacía olvidar todo el infierno que lo esperaba en ese lugar al que ni siquiera catalogaba como su hogar.

- "Entonces… Cierra los ojos". - pidió la chica susurrando. El pelinegro se dejó llevar.

Ansioso, esperó los labios de Tenten sobre los suyos, pero para indignación suya, el contacto estaba tardando más de lo esperado. Iba a protestar hasta que sintió su banda ninja deslizarse suavemente sobre su cabello, dejando expuesta la marca maldita del clan. Acto seguido, sintió los labios de Tenten sobre su frente, dejándolo en shock.

- "Ahora… Tu marca maldita es mía." - afirmó la maestra de armas antes de caer dormida en el pecho masculino.


¡Hola! Después de meses revivo de entre los muertos jaja. Este fic lo traigo a ustedes con mucho amor y cariño ya que el Nejiten ha sido mi ship preferido de toda la vida. He de decir que no trae tanto drama como podrán imaginar, pero se debe a que a mi criterio estos dos eran la pareja mas sana y coherente de Naruto, pero bueno, Kishimoto se levanto con ganas de matar personajes innecesariamente.

He estado significativamente inactiva debido a cuestiones laborales y también personales, pero actualmente estoy en vacaciones y espero aprovechar este tiempo para actualizar todas mis historias pendientes, las cuales les invito a leer y que le dejen todo su amor.

Aprovecho para desearles una feliz navidad y que el año venidero este repleto de bendiciones, crecimiento personal y nos traiga a todos y todas la mejor versión de nosotros mismos. Les envio muchos abrazos y espero leerles en los comentarios.

Espero que disfruten leyendo el fic tanto como yo al escribirlo, ¡Nos leemos pronto!