Minami dirigió una mirada crítica a Tenten nuevamente. La detalló de pies a cabeza. Una mujer simple, poco elegante, a leguas se notaba que no era muy femenina en comparación a su persona; a juzgar por su vestimenta, no provenía de familia adinerada como ellos… En conclusión, tenía toda la ventaja del mundo, sin mencionar que Tenten se presentó como "institutriz" y no como candidata para ser esposa de Neji.
Al final, decidió que una mujer de su clase no debía siquiera rebajarse a saludar a una plebeya, por lo que ignoró el saludo de la castaña. Tenten algo ofendida por la descortesía, regresó a su lugar.
-"Minami…"- Hiashi interrumpió el silencio incómodo. - "La señorita Tenten no solo será institutriz de los niños Hyuga, sino que también será sensei en la Academia Ninja. Bajo ninguna circunstancia permitiré que se lleve una mala impresión del Clan por tu impertinencia." - regañó.
El anciano tragó grueso y maldijo la ineptitud de Minami. La aludida se levantó y a regañadientes devolvió el saludo.
- "Soy Minami, la futura esposa de Neji-sama." - se presentó mordaz.
Luego de la incómoda presentación, el grupo comió en silencio. De vez en cuando, los niños y niñas interrumpían haciéndole a Tenten consultas sobre armas ninjas de su interés hasta que al anciano se le ocurrió una brillante idea:
- "Retomando el tema del matrimonio… Minami es conocida por sus grandes aspiraciones de ser madre. ¿Por qué no nos cuentas un poco sobre ésto?"
Neji rodó los ojos. Sentía tal repugnancia por la situación que apenas si había logrado probar bocado. Observó el plato de Tenten que estaba casi intacto, salvo por alguna que otra verdura que comió cuando los niños le pidieron que lo hiciera.
- "Bueno, considero que una buena mujer tiene el deber de criar a una progenie de calidad. Toda mi vida me han preparado para desempeñar el rol de una madre ejemplar y eso, por supuesto, tendrá como consecuencia que mi decencia sea capaz de cualquier cosa: educación, elegancia, acatamiento de órdenes…"
Por cada cosa que decía, Tenten y Neji fruncían más el ceño. La primera, se preguntaba a sí misma, qué clase de educación espartana recibió Minami para hablar de tal forma de criar un hijo. Es decir, algo positivo que destaca de su proceso de estudio para sensor, era el cambio en el modelo pedagógico que se implementó. Ya no se buscaba que desde los 12 años las y los niños fueran máquinas asesinas, sino que fueron eso, niñas y niños. Neji por su parte aborrecía cada vez más el monólogo de la mujer. Su discurso era el mismo retrógrada que usaban los ancianos del clan para perpetrar el odio entre las ramas.
- "Simplemente una visión maravillosa." - halagó el anciano. Hanabi, murmuró un "idiota", mientras que la pareja lo miraba como si se tratara de una broma. - "¿Y usted señorita Tenten? ¿Qué aspiraciones tiene como madre?
- "Honestamente, no he pensado en tener hijos, aunque no rechazo la idea, pero si llegase a pasar espero criar a un futuro adulto funcional y buen ninja, antes que a un títere. La crianza infantil está evolucionando y los métodos de enseñanza que señala y usted halaga son… retrógradas. Pero con todo gusto puedo incluir dentro de mi programa un curso pequeño de crianza responsable para los adultos del clan." - finalizó la chica con una sonrisa inocente.
Neji sonrió orgulloso por la respuesta contundente de Tenten, Hiashi lo secundó. Este último, rectificó todas sus dudas y se convenció a sí mismo que la compañera de Neji era una candidata ideal, sin embargo, por lo pronto, no la anunciaría oficialmente como tal, se guardaría ese as frente a su rival. Para fortuna de todos los presentes, el almuerzo terminó y Tenten volvió con los niños al área de entrenamiento. De previo a iniciar, la castaña se acercó al líder de la rama principal dispuesta a expresarle su punto de vista:
- "Hiashi-sama… con todo respeto, quisiera pedirle un favor." - habló la chica mientras Neji se colocaba a su lado.
- "Claro, la escucho." - respondió el mayor con tranquilidad.
- "Respecto al almuerzo de hoy… No me importa el hecho de compartir la mesa con esos dos descerebrados…" - Neji sonrió ante el insulto. - "Sin embargo, no estoy de acuerdo con que los niños nos acompañen. Es un ambiente hostil y estaban visiblemente incómodos, sin mencionar que los temas que se tocaron eran inapropiados para su edad. No deben ser expuestos a los problemas entre las ramas." - pidió contundente.
A Hiashi le sorprendió la solicitud. No se esperaba que la principal preocupación de la chica fueran los niños y el hecho de que, ante todo, mantuvo su profesionalidad.
- "Estoy de acuerdo con Tenten." - intervino Hanabi. - "Fue totalmente un fastidio"
- "Lo tomaré en cuenta, señorita. Ahora… debo retirarme a atender otros asuntos." - finalizó Hiashi mientras se retiraba seguido por Hanabi que sonrío a modo de despedida.
Una vez que la pareja estuvo a solas, Tenten se dirigió a Neji con indignación:
- "Y tú Neji… ¿Qué te pasó? No dijiste ni una sola palabra. Si serás el líder de la rama secundaria, será mejor que vayas poniendo en su lugar a ese anciano molesto. Debes tener más autoridad." - regañó la castaña mientras se alejaba dispuesta a continuar con el entrenamiento de los niños.
Neji se quedó perplejo ante la llamada de atención de su amada. Genial, el anciano causaba un momento incómodo y él terminaba pagando los platos rotos. Pero admitía que Tenten tenía razón, debía empezar a dejar claro quién sería el futuro líder y por ende, que la autoridad estaba en sus manos.
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Cuando el sol cayó, Neji no alcanzó a ver a la castaña para despedirse y aunque le generó incomodidad admitió que fue lo mejor. Durante el resto de la tarde que se dedicó a descansar alcanzó a sentir el chakara de varios guardias cerca de su habitación lo que indicaba que el anciano había empezado a vigilarlo. Supuso que buscaba respuestas acerca de si él tenía un vínculo con Tenten, por lo que lo mejor sería ser precavido.
Para la hora de la cena, nuevamente lo reunieron con la molesta mujer.
-"Me parece importante que se vayan relacionando." – comentó el anciano sonriendo.
-"Jía…"- intervino Hiashi. Ese era el nombre del anciano. – "Me parece un abuso de su parte invitar a Minami a las comidas, más porque lo hace con claras intenciones de que mi sobrino la elija, más está dejando de lado que la rama principal también propondrá una candidata."
A Neji esto último le llamó la atención. Cierto, ahora recordaba que esa fue una de las condiciones que impuso su tío. Debía averiguar a qué mujer propondría.
-"No es problema de la rama secundaria que la rama principal se esté tardando tanto." . respondió Jía mordaz.
-"En ese caso…" – habló Neji por primera vez en la noche. – "Soy yo quien le pide que no la presente más. Empezaré a asumir mis responsabilidades como futuro líder de la rama secundaria y con ello, adquirir el poder que me corresponde. Por eso le ordeno no forzar interacciones con su candidata hasta que la rama principal también presente la suya. Hiashi-sama, por favor…"
Las palabras de Neji causaron perplejidad en los presentes de la mesa. Por un lado, Hiashi estaba cohibido por tal demostración de autoridad por parte de su sobrino, al punto de convencerse a sí mismo, que si Neji le ordenase cualquier cosa, él la cumpliría sin importar la diferencia de ramas. Por su parte Jía apretaba con furia su taza de té molesto por la humillación. Ese niñato debía agradecer que estuvo ahí asumiendo sus labores mientras era un crío, pero el hecho de recalcar que su puesto era el de un mero sustituto a la espera de que el verdadero líder asumiera el poder le generó arcadas. Sentada sin decir una palabra, Minami se encogía en su posición. Si su madre se enteraba de la orden de Neji-sama la mataría.
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Al llegar a su apartamento se tumbó sobre el sofá. Su primer día de trabajo y se llegaba semejante sorpresa; definitivamente, involucrarse en territorio Hyuga era tarea compleja y no cualquier persona podría soportar la presión. Recordó el beso apasionado que inició Neji en su habitación, así como las intenciones de éste de ir más allá. Eso la llenó de alegría y valor, ¡ella no era cualquier persona! De ahora en adelante, aprovecharía cualquier oportunidad que tuviera para sacarle información a Hiashi sobre su plan para beneficiar a Neji, es más, le ofrecería su ayuda para alcanzarlo si determinaba que realmente buscaba el beneficio de su amado.
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Al día siguiente, inició su clase con normalidad. Hiashi continuaba supervisando el entrenamiento mientras ella observaba con detalle los movimientos de los niños y niñas e identificaba sus puntos ciegos. Se concentraría en eso. Supo de primera mano lo que eso perjudicó a Neji desconocer algo tan importante, al punto de ponerlo al borde de la muerte cuando tenía catorce años, por lo que no permitiría que lo mismo le sucediera a sus estudiantes.
-"Este es el informe de la clase de esta mañana." – habló Tenten en la oficina de Hiashi.
-"¿Puntos ciegos?" – preguntó intrigado el patriarca leyendo la hoja de papel.
-"Así es. Como puede ver, es un problema frecuente en el clan Hyuuga, incluso Neji lo tuvo de adolescente. Al principio pensé que era el mismo para todos, pero descubrí que no. De los diez niños, dos lo presentan en la espalda, uno por el costado derecho, otro por el izquierdo, tres de ellos en la pierna, uno en la espalda baja, otro en la espalda alta y finalmente, uno sobre el hombro. Si no se alcanzan a corregir, serán blancos fáciles para cualquier enemigo que tenga un kunai o shuriken a la mano." – detalló la castaña preocupada. No pensó que ese problema fuese tan grave en un clan tan antiguo y poderoso.
Hiashi suspiró preocupado.
-"Este definitivamente será un tópico de conversación en la próxima reunión entre las ramas. Necesitaré que asista para que explique todos los detalles, señorita Tenten." – pidió amablemente el mayor.
-"Puede contar conmigo, Hiashi-sama."- respondió la chica con profesionalidad.
-"También hay otra cosa de la que quiero hablarle, antes de retirarse."
Tenten le prestó su total atención. Era su oportunidad de recabar información si la conversación tomaba el rumbo que ella intuía.
-"Aunque llevo poco tiempo de tratarla, alcanzó a comprender un poco que es una mujer que no se anda con rodeos… Así que, quiero proponerla como candidata de la rama principal para que se case con mi sobrino Neji." – soltó sin más Hiashi.
Tenten abrió los orbes castaños reflejando la sorpresa, tardó varios segundos en recomponerse y conectar sus neuronas para formular alguna oración.
-"Q-Quiero saber por qué." – preguntó ya seria. – "Conozco muy bien su historia y relación con Neji y aunque admito que ha cambiado su actitud con él, desconfío completamente de usted. No creo que hoy se haya levantado y decidido hacer su acto de caridad del año." - comentó Tenten picada.
La respuesta de la castaña lo inquietó. En los ojos de esa mujer se reflejaba la misma autoridad que vio la noche anterior en su sobrino. Estaba seguro que ella tenía una influencia muy pesada sobre su sobrino. Las manos le empezaron a sudar al preguntarse adónde llegaría el futuro del clan Hyuga con ambos a la cabeza de las dos familias. Sin lugar a dudas, sería la época dorada del clan.
-"Y no se equivoca. Pero es por esas razones que decidí expiar mis pecados. Imagino que lo sabe, Tenten, pero mi hermano murió por mis pecados, y por si no fuera suficiente, hice que su hijo los cargara también. Es por eso que he decidido afrontar las consecuencias de mis actos y cargar yo mismo con mis pecados. Además, por lo que puedo ver en su mirada, no se quedará quieta y sé que no le es indiferente a mí sobrino. Por el contrario, es importante para él, creo que es lo justo."
-"Lo haré. Pero debe saber una cosa… No pasaré por alto injusticias simplemente porque ustedes lo cataloguen como algo "normal". Y aunque estaré de su lado, no permitiré que Neji salga perjudicado por nadie, ni siquiera por usted. No tendré piedad con quien lo intente dañar." – amenazó la castaña.
La bravía con la que defendió a su sobrino, incluso de su persona quien era una autoridad en la aldea, lo dejó sin palabras. Nuevamente veía el reflejo de la mítica Mito en esa mujer. ¿Sería acaso su reencarnación? Su temple sucumbía ante su demostración de fortaleza.
-"Lo sé y no lo dudo. Porque mi sobrino hará exactamente lo mismo por usted." – afirmó una vez que se recompuso. –" Ahora que será mi aliada, le pido por favor que no comente nada con mi sobrino por ahora. Permítame antes presentarla como es debido."
El acuerdo estaba hecho. Hiashi estaba satisfecho, Tenten también. Ambos habían alcanzado su primer objetivo, ahora restaba ganar lo demás. Tenten ya conoció a la chica de la rama secundaria y por lo visto enfrentarla sería complejo. No por asunto de poder físico o inteligencia - parecía más un títere que una mujer capaz de tomar decisiones por sí misma-, sino porque lucía fácilmente manipulable. No la enfrentaría a ella, por más testaruda y altanera que aparentara ser, sino porque estaba segura que habían otras personas detrás suyo queriendo tomar el poder a través del matrimonio arreglado.
Necesitaba pensar en una estrategia… El clan Hyuuga era famoso por ser formalista, tradicionalista y muy cerrado de mente. Poco abiertos al cambio, machistas, acostumbrados a la sumisión en la mujer… Podía enumerar la cantidad de defectos y no le alcanzarían los dedos de las manos. Le sorprendía que Neji cambiara tanto y se alejara del adoctrinamiento de su clan.
Siguió su camino de vuelta a su departamento. La clase de hoy fue corta, solo durante la mañana, así que se dedicaría a reflexionar sobre lo ocurrido y la propuesta de Hiashi.
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En los dominios de la rama secundaria, Minami permanecía sentada en silencio con la cabeza agachada. Frente a ella, su madre caminaba de un lado a otro histérica.
- "¿Cómo permitiste que Neji-sama ordenara algo así? ¿Qué hiciste Minami?"- le preguntó moderando su tono de voz para no ser escuchada.
- "M-Madre no hice nada. Guardé silencio durante la cena." - trató de defenderse la joven mirando a su madre con tristeza.
- "¡Tienes que hacer más! ¡Conquístalo! Te he enseñado cómo seducir a un hombre y complacerlo. Te he educado para ser la esposa perfecta. ¿Qué no has estado enamorada de Neji desde hace tiempo? A este paso nuestros planes serán un fracaso, ¡perderemos la posibilidad de tener poder en el clan!" - continuó el reclamo la mujer mayor quien vestía un elegante kimono.
- "M-Madre… Eso no pasará, te lo aseguro. Hiashi-sama ni siquiera tiene una candidata. Tenemos ventaja" - insistió.
Desde que era tan solo una niña, Minami recordaba estar enamorada del heredero a la rama secundaria. El prodigio del que todo el mundo hablaba no tardó en robarse su corazón después de haberla salvado de ser aplastada por un enorme y pesado mueble del comedor. Estaba jugando con una de sus primas cuando de pronto, golpearon el ornamento y éste empezó a tambalearse de un lado a otro hasta amenazar con caerle encima. Minami solo alcanzó a observar un reflejo que la empujó y protegió de los restos de vidrio y madera que saltaron al chocar contra el suelo.
Desde ese día, no pudo sacarlo de su cabeza. Más luego de la muerte del hermano de Hiashi-sama, no volvió a verlo más. Su madre la encerraba dándole clases extenuantes de cómo convertirse en la esposa perfecta. Si bien al principio se negó, su madre supo convencerla diciéndole que se convertiría en la esposa de Neji en el futuro. Eso le dio la fuerza suficiente para continuar durante todos esos años.
- "¿Qué hay de la mujer que entrena a los niños?" - preguntó desconfiada.
- "Es solo una sensei. Dicen los rumores que solo tiene un contrato como institutriz." - alegó Minami tratando de convencer a su progenitora.
- "También dicen los rumores que fue compañera de equipo de Neji." - rebatió contundente la mujer.
- "¿Y eso qué? Si en todos estos años no conquistó a Neji-sama pese a estar cerca no lo logrará ahora. Menos sabiendo que su única función es ser sensei." - Minami se levantó de su posición - "Ella estuvo en el almuerzo del otro día, créeme, no es rival para mí. No tiene porte ni elegancia, incluso afirmó no haber pensado en hijos aún."
La madre de Minami relajó su postura ante ésto último. La descendencia era un aspecto primordial en la familia Hyuuga; una mujer que no pensaba en hijos era descartada como posible prospecto.
- "Muy bien… Pero la mantendré vigilada. Si la considero una amenaza nos desharemos de ella."
¡Feliz año nuevo! No pensé en actualizar tan pronto, pero aquí estamos, jaja.
Muchas gracias a Génesis por los comentarios, muchos besos!
