- Al parecer la Guerra del Santo Grial de verdad ha iniciado. - Dijo un anciano decrépito en la cómoda sala de su oficina.

Este enfermizo ser no era nadie más que Matou Zouken, alguna vez conocido como Zolgen Makiri hace mucho tiempo. El hombre había dicho que no le tomaría ningún interés a la participación de su "hijo" en la actual Guerra del Santo Grial, esperando criar a un mejor participante en la siguiente contienda, pero su naturaleza como magus era difícil de ignorar y la curiosidad había tomado lo mejor de él.

Realmente no esperaba que el tonto de Kariya ganara, ni que estuviera lo suficiente cerca como para quedar entre los finales tomando en cuenta lo mediocre que se había vuelto los últimos años, pero el Servant que había invocado logró ganar su interés.

Aquella ira infinita, aquel desprecio eterno, sufrimiento ilimitado y odio primordial ... Ciertamente un Servant perfecto para la Clase Berserker. Aunque si Zouken hubiese querido hubiese modificado un poco el círculo de invocación para replicar el mismo truco que hicieron los Einzbern en la anterior Guerra del Santo Grial e invocar a una Clase Extra, la Clase Avenger.

Hubiese sido algo divertido de realizar, pero tomando en cuenta como les había salido el tiro por la culata a la familia de Justeaze, pues era mejor no tentar a la suerte.

Pero aún así, por lo poco que había visto de Berserker, no iba a ser necesario alguna fuente externa de ayuda por lo poderosa que era a simple vista, era realmente hilarante que su mediocre "hijo" invocará semejante Servant.

No podía esperar a ver la masacre que provocaría con ella.

Por lo tanto, tenía algunos insectos repartidos en algunos lugares específicos de la ciudad de Fuyuki para poder observar como se iba desarrollando los combates entre los legendarios Espíritus Heroicos.

La supuesta "derrota" de Assassin no lo desanimó, después de todo, fu oponente Archer era el Servant del actual líder de los Tohsaka y conociendo al hombre con quien había hecho un contrato a través de su otro "hijo" Byakuya para adoptar a Sakura, supuso que emplearía una estrategia semejante a través de un combate perfectamente planeado donde podrían engrandecer el poder de Archer y ocultar la amenaza de Assassin.

Después de todo, Zouken hubiese hecho algo similar al haber invocado a su clase favorita, el Asesino Silencioso, el Servant que trabajaba mejor en las sombras.

Sin embargo, se había percatado que las cosas eran muy diferentes a las anteriores Guerras del Santo Grial, si el Servant de Kariya no era un indicación de aquello entonces ...

La presencia de dos Rider ya debía ser una gran letrero que manifestaba un gran problema.

Aunque por un momento el viejo magus pudo creer que solo era una estratagema para confundir a sus adversarios, no tenía sentido mantener dicha fachada ante el verdadero Rider. Además de que la repentina aparición de Caster apoyando a la Rider femenina tampoco ayudaba a discernir lo que estaba ocurriendo en esta Guerra del Santo Grial. Estaba seguro que el actual supervisor, quien también lo fue en la Guerra del Santo Grial anterior, debía estar arrancando sus propias greñas ante lo que estaba ocurriendo actualmente bajo su jurisdicción.

Una imagen divertida para el retorcido anciano.

De cualquier manera, por ahora no tenía intenciones de involucrarse ni tomar partido de ninguna manera ni para apoyar o entorpecer a Kariya, solo se mantendría vigilante con interés de lo que podría pasar hasta ahora.

Después de todo, esta podría ser la Guerra del Santo Grial más irregular hasta la fecha ...

Y Matou Zouken no podía esperar a ver que podría sacar beneficio de ella.

El viejo magus sonrió con malicia, por ahora tendría otros asuntos que vigilar. Él camino fuera de su oficina e hizo todo el camino hasta el sótano de su casa, lo cual tenía un parecido enfermizo con unas catacumbas, donde en el centro había un gran pozo donde estaba lleno de cosas que no paraban de retorcerse ...

Gusanos.

Toda la fosa estaba llena de gusanos más grandes de lo normal con bocas llenas de dientes capaces de desgarrar la carne como un cuchillo a la mantequilla. Era una imagen tan aterradora y siniestra que incluso algunos psicópatas no podrían evitar estremecerse ante la vista tan horrenda.

Pero lo peor de todo era la persona que se encontraba en el centro del foso, con su cuerpo siendo profanado constantemente por aquellas horrendas criaturas.

Era nada más ni nada menos que su nieta adoptiva, el futuro de su linaje, la última esperanza de Makiri.

Matou Sakura vivía un verdadero infierno, ya sea por mejorar en verdad el linaje casi muerto de la familia Matou o quizás el disfrute psicótico del fundador de la familia.

Nadie lo sabía con exactitud, pero ciertamente Matou Zouken no dejaba nada por sentado.

- Muy bien, querida Sakura. - Dijo el anciano con malicia. - ¿Volvemos donde dejamos tu entrenamiento de hace unos días? -

La niña, apenas un cascarón vacio de lo que alguna vez fue, ni siquiera tuvo la fuerza para responder, solo era un esfuerzo inútil ir en contra de este ... Monstruo que tenía como abuelo.

- ¡Muy bien, empecemos! - Exclamó Zouken tomando el silencio de Sakura como una respuesta afirmativa.

Entonces, de los diferentes hoyos de la catacumbas empezaron a salir aún más gusanos, cayendo al foso como una cascada perturbadora salida de las peores pesadillas. Los nuevos gusanos estaban deseosos de jugar con la niña, así que agresivamente se retorcieron hasta llegar hasta la peli morada y cubrirla por completo.

Para este punto, alguna evidencia de que Sakura estuvo allí era completamente nula, siendo enterrada por cientos, quizás miles de gusanos por el bien de su "entrenamiento" o el simple placer personal de Matou Zouken.

El susodicho sonrió ampliamente, en sus ojos oscuros llenos de maldad solo podían disfrutar gratamente la vista. De cualquier forma como se desarrolle la Guerra del Santo Grial a partir de ahora, ya sea que Kariya le traiga el Santo Grial u obtenga una horrible muerte al intentarlo ...

Zolgen Makiri ya había ganado.

...

Los dos Servants de la Clase Rider miraban a los recién llegados con diferentes tipos de emociones. En primer lugar, la mirada del Rider masculino se tornó más seria al ver a su Máster nuevamente, esta vez acompañado por un posible enemigo, demasiado cerca del joven como para actuar sin lastimarlo por accidente o bien ser amenazado por este individuo. Por otro lado, en vez de sentirse aliviada de tener un aliado acompañándola, la Rider femenina miraba a Caster con molestia para nada disimulada en su expresión, para ella el Servant a su lado no era nada más que una insignificante mosca que solo buscaba atención ...

Y ella se la daría en forma de una gran hacha de batalla que lo partiría a la mitad si no dejaba de interferir en su gloriosa batalla con el hijo del Sol cuando por fin las cosas se estaban poniendo emocionantes.

- Hoho, veo que mi presencia no es muy aclamada en estos momentos. - Decía Caster con diversión al ver la expresión realmente mortífera de su compañera. - Estoy seguro que esto no pasaría con el señor Hans Christian Andersen. - Dijo el hombre entre murmullos que solo podían ser escuchados por Waver.

El susodicho se ánimo al escuchar un nombre tan conocido, ¿Y como no hacerlo? Cuando sus cuentos eran tan reconocidos por varios lugares del globo, especialmente en Europa. Cuentos infantiles como la Sirenita, el Patito Feo, ¡Diablos, recordaba perfectamente como su abuela le leía la Reina de las Nieves cada vez que no podía dormir!

El hecho de que Caster nombrará a tan famoso escritor danés, significaba que estaba relacionado a él de alguna manera. El magus londinense tendría aquel dato en su mente para discernir su identidad más adelante.

- ¡Por supuesto que no! ¡No haces nada más que interrumpir mi combate! ¡Vete a molestar a Saber! - Rugió la Rider pelirroja con furia.

- Ugh, que rígida eres. - Dijo Caster levantando la manos como una señal de paz y apaciguar a la mujer guerrera que bien podría voltear sus armas en su contra si no tenía cuidado con sus siguientes palabras.

Y realmente no estaba de humor para ser apaleado por semejante mujer, además de que estaba seguro de que su Master no iba a estar muy contenta si pasaba eso.

Después de todo, se suponía que debían hacer recorridos de reconocimiento por la ciudad donde sería el campo de batalla de la Guerra del Santo Grial y probar la fuerza de alguno de los Verdaderos Servants si se llegaban a encontrar con alguno de ellos.

No se supone que debían luchar entre ellos, aunque no se debía esperar algún resultado diferente al tomar en cuenta que varios Servants invocados por su Master tenían personalidades muy incompatibles entre ellos.

Pero eso no significaba que al False Caster le gustara ser utilizado como saco de boxeo por la amazónica simplemente para sacar sus frustraciones.

Para eso estaba el galante, honorable y realmente poderoso Servant de cabellos blancos y ojos azules delante de ellos.

- Tranquila, tranquila, no debemos luchar entre nosotros. - Dijo Caster con una sonrisa ominosa, que solo irritaba amas a la reina guerrera. - Solo hago lo que ordeno nuestro Master, recopilar información. Simplemente trato de captar las cosas desde un punto de vista más amplio al verte combatir con el verdadero Rider aquí presente. -

Sus palabras no pasaron desapercibidas por Waver como su Servant, quienes al escuchar "nuestro Master" no pudieron evitar cuestionar muchas cosas al respecto.

¿Acaso tenían un mismo Master realmente? ¿Siquiera eso era posible? Es decir, solo mantenimiento de un Servant era realmente complicado y extenuante para muchos magus de la época actual, especialmente uno del calibre de Karna, el Héroe de la Caridad o bien Hippolyta, la Reina de las Amazonas, comparable en poder al hijo de Surya. Por lo tanto, la idea de que el Master de la Rider femenina también sea el Master de Caster les parecía inaudito.

Si no era suficiente el hecho de que dicha persona fue capaz de invocar un segundo Rider a la Guerra del Santo Grial cuando ese puesto ya había sido ocupado por el hijo del sol.

Por otro lado, Hippolyta chasqueó los dientes con molestia por las palabras rastreras de su compañero, dándose la vuelta para encarar a su homónimo e ignorar por completo al hombre de dientes de colores dispares.

Caster no pudo evitar reír complacido por el desarrollo de los acontecimientos, no le gustaba mucho el trabajo duro, pero tampoco podía desobedecer las órdenes de su Master, pero esta forma podría cumplir su objetivo sin requerir un sobre esfuerzo de su parte, además ...

El hombre sonrió con malicia mirando a Waver por un segundo y de nuevo al True Rider, quien tenía una expresión pétrea llena de seriedad, buscando una forma de deshacerse de aquellos oponentes que no paraban de amenazar la vida de su Master, sin ponerlo en peligro en el fuego cruzado.

Si tenían suerte, podrían acabar con uno de los verdaderos Servants de la Guerra del Santo Grial de esta época.

- Bien, ya que no nos van a molestar. - Decía la hija del dios de la guerra tomando posición de combate con su hacha encadenada preparada para descuartizar la a su oponente. - ¡Sigamos con nuestro combate, Karna! -

Sin embargo, el susodicho no podría estar más desinteresado al respecto. No lo malentiendas, el verdadero Rider era una guerrero del principio al fin, nació como tal, fue criado como tal y murió como tal, estaba en su naturaleza y sangre divina.

No obstante ...

Por encima de todo combate, por encima de cualquier oponente, por encima de incluso su propia familia ... Estaba la la lealtad.

Eso fue lo que hizo que se mantuviera al lado de su amigo Duryodhana a pesar de las promesas de grandeza, poder, riqueza y gloria que el gran Lord Krishna le hizo.

Se le prometió el mundo entero como el mayor de los hermanos Pandava, pero el ya tenía algo más grande con la amistad y lealtad de Duryodhana.

Y era esa misma lealtad que lo hizo priorizar a su Master por encima de todas las cosas ...

Incluso el Santo Grial.

- ' ... Mi Master está haciendo una expresión similar ... ' - No pudo evitar pensar el hijo de Surya.

El rostro del joven de cabellos negros se había tornado a un semblante preocupado y angustioso, era exactamente los mismos sentimientos que vio en su viejo amigo Duryodhana antes de fallecer, cuando su cabeza fue decapitada por su hermano menor Arjuna, indefenso sin su armadura dorada y la rueda de su carroza atorada en el fango.

Luego vino el llanto de su amigo ... Y se encontró con su padre Surya al segundo siguiente.

- 'Lamento haberte llenado de tanta angustia, viejo amigo ... Y a ti también, Master.' - Pensó el guerrero Kshatriya mientras su expresión se llenaba de resolución.

No volvería a defraudar a sus aliados, no volvería a ser tomado por sorpresa ...

No volvería a perder ante nadie.

Con aquellos pensamientos y una expresión determinada, el True Rider levantó su espada antes de envolverse en furiosas llamas tan calientes y brillantes como el sol, listo para incinerar a su homónimo sin compasión alguna.

La susodicha al ver las intenciones que tenía su rival no pudo evitar sonreír con más fiereza, emocionada por la continuación de su gran batalla hasta que alguno de los dos caiga ...

Y la hija de Ares no estaba dispuesta a ser la perdedora.

Caster sonrió expectante, esperando un espectáculo sin precedentes, incluso podría obtener alguna inspiración para sus siguientes obras para ayudar a su Master con su cometido ... O simplemente lo haría por diversión.

De cualquier forma, no había forma de que salieran perdieron de esta situación.

- Vaya, si que se están divirtiendo por aquí. -

Peligro.

Amenaza.

Muerte.

Esas fueron las palabras que los instintos primarios de cada individuo en el puente de Fuyuki sintieron cuando aquella voz hizo acto de presencia, cuando pudieron registrar a un nuevo individuo tan cerca de ellos, ya era demasiado tarde porque se sentían atrapados en la boca del lobo.

Todos voltearon tan rápidos en la dirección de la voz que se escuchó como algunos cuellos resonaron con el sonido de un latigazo por la velocidad. Solo para encontrarse a este extraño sujeto al lado de Caster y Waver, observando a el encuentro entre los dos Rider como calma absoluta, sin darle importancia el hecho de que dos guerreros legendarios y poderosos por derecho propio estaban a punto de enfrentarse.

No, al igual que el supuesto Caster a su lado, estaba recopilando información para la actual Guerra del Santo Grial que ya había comenzado desde el enfrentamiento entre Archer Y Assassin. Porque este hombre estaba más que decidido a ganar ...

Pero no quería el Santo Grial.

Todos observaron al individuo de cabellos blancos y ojos de plata con cautela, sabiendo muy bien que no era alguien ordinario, naturalmente llegaron a la conclusión de que era un Servant al instante, pero las preguntas que tenían era ...

¿Como había pasado tan desapercibido hasta ahora? Incluso si era un Assassin, nadie podía camuflarse tan bien con el mundo de esta forma.

Y la segunda pregunta, perteneciente a Waver y su Servant era ... ¿Era un aliado o un enemigo más? Si era la segunda ...

El magus miró al sujeto con ojos analíticos, un montón de teorías formándose en su cabeza y tan rápido como aparecían en su psique fueron descartadas, tratando de llegar a una hipótesis que sea la correcta en esta situación y si era posible que los ayudara a salir de esta situación tan peligrosa.

Una de aquellas teorías era que el sujeto en realidad era Assassin, quien posiblemente había sobrevivido a su combate con Archer, después de todo, el sujeto se parecía un poco al Asesino Silencioso, aunque no podía estar seguro ya que el sitio había sido muy oscuro y el resplandor del Noble Phantasm de Archer no le dio oportunidad de vislumbrar con precisión toda la escena.

Pero si incluso su hipótesis era la correcta, ¿Por qué estaba aquí? ¿Por qué revelaría su presencia de manera tan casual? ¿Iba a combatir también? Si así era ... ¿De qué lado estaba exactamente?

El hijo del gran dios solar también pensaba de dicha forma. Primero se sintió consternado de que alguien pudiera burlar sus instintos para ser acto de presencia de manera tan casual, después de todo, hablábamos del hijo de Surya, cuya vista y sentidos se extendían tan lejos como el resplandor del sol ... Sin embargo, este sujeto los había ignorado como si nada.

Un oponente así era peligroso ... Pero aún así el verdadero Rider no pudo sentir que fuese un mal hombre, si su habilidad para leer a las personas no fallaba. Sin embargo, eso no evitaba que él bajara la guardia, mucho menos en esta situación tan problemática y con su Master siendo utilizado como rehén.

Su homónima también estaba pensando de manera similar, ¿Como no ponerse en guardia cuando un sujeto había superado los sentidos de todos y anunciaba su presencia de manera tan casual? ¿Acaso era un idiota o ... Estaba demasiado seguro de sus habilidades? Cualquiera que fuese la respuesta, solo empeoro cuando el causante de todas estas dudas que ella tenía era nada más ni nada menos que un hombre. Como hija del dios de la guerra, como una reina amazona, como una rival de del gran héroe Heracles ...

No iba a perdonarle la vida.

- ¡Tu! ¡¿Quien eres? - Rugió la Rider femenina abandonando toda su atención en el otro Rider para depositarla en el nuevo individuo presente.

El sujeto sonrió de manera molesta, solo aumentando la furia de la mujer guerrera aún más, antes de que pudiera siquiera abalanzarse y cortarle la cabeza con su hacha, el hombre de cabellos blancos volteó su mirada hacia Caster, quien lo miraba de manera expectante.

- Tu deberías saber muy bien quién soy, ¿No es así? - Le dijo para mayor confusión.

El hombre de dientes coloridos lo miró con una ceja levantada, aunque debía sentirse en peligro por alguien que se había acercado de aquella manera tan discreta, su lado de escritor solo tenía curiosidad por este sujeto que hablaba de manera tan casual delante de ellos.

O era muy tonto ... O estaba muy confiado de sus propias habilidades.

Mirándolo un poco mejor, incluso podría ser ambas.

Sin embargo, no importa cuanto pensara en ello, no podía reconocer quien era este hombre, había conocido a grandes figuras en la historia que al final se volvieron Espíritus Heroicos, Hans Christian Andersen, Charles Nodier y Napoleón Bonaparte fueron algunos ejemplos y posiblemente los más destacados en su vida, pero este hombre delante de él no podría ser ninguno de ello.

Incluso si la apariencia de los Servants pueden cambiar mediante el efecto de la Esfera Cultural debido a la mentalidad de las personas, dando origen habilidades como Monstruo Inocente, el falso Caster sentía que ni siquiera algo semejante podría hacer que no pudiera identificar a este hombre.

Y ciertamente podría recordar a una persona con una apariencia tan particular, pero estaba seguro de algo, nunca había conocido a este sujeto en su vida.

- ¿Mm? - El hombre misterioso le miró con una ceja levantada y una sonrisa ominosa en su rostro. - ¿No llegas a la conclusión? No me sorprende la verdad, lo estas pensando demasiado, la respuesta es un poco más simple. -

Todos los miraron con expectación, esperando la respuesta de te hombre de cabellos blancos.

- Yo soy ... El verdadero Caster de esta Guerra del Santo Grial. - Declaro como un hecho tan claro como el día, mirando con molestia al "Falso Caster". - Y ustedes son los falsos Servants de esta guerra, así que mejor ... -

Desaparezcan.

Apenas dijo esas palabras, la False Rider se abalanzó como un toro salvaje contra el True Caster, con un movimiento de su brazo su hacha encadenada voló en forma de arco en contra su nuevo enemigo sin importarle si su compañero y el Master de True Rider salieran heridos.

Su único objetivo era matar a este hombre a toda costa y sacarlo de su vista.

El hijo de Surya también se movimiento al ver a su oponente arremeter de aquella forma, pero su objetivo no era nada más que proteger a su Master y sacarla de aquella tan peligrosa situación en la que terminó en medio tan desgraciadamente.

- Oh, ho ... - Dijo el False Caster retrocediendo rápidamente, sin querer terminar hecho pedazos por su compañera. Al notar sus ojos tan siniestros y sedientos de sangre, no parecía dispuesta a escuchar a razones ni importarle descuartizar amigo o enemigo.

Por desgracia, Waver se quedó ahí parado junto al hombre que se hacia llamar el True Caster sin nada que poder hacer, no tenía sentido huir para él, no estaba al mismo nivel que un Servant para salir del alcance de ataque de la hija de guerra, y por lo que veía, el hombre de cabello blanco tampoco tenía intenciones de alejarse y se mantuvo calmado a pesar de la amenaza divina que se acerca a una velocidad de vértigo contra su persona.

Demasiado calmado para su gusto.

- ¿Eh? -

Sin embargo, el magus londinense no pudo seguir criticando al hombre cuando de repente sintió como era agarrado por la parte trasera del cuello de su camisa y elevado del suelo como si se tratara de un niño pequeño, de reojo pudo el Master de True Rider se dio cuenta que la persona que lo había levantado no era otro que True Caster, quien le miró con aquellos ojos plateados sin emociones pero aún con aquella sonrisa molesta.

- Trata de caer bien. - Fue lo único que dijo antes de hacer lo impensable.

El Servant del Magecraft lo lanzó. El maldito Espíritu Heróico lo había arrojado como si de una pelota de básquetbol se tratara por encima de la furiosa reina amazona, quien al igual que los demás Servanys presentes vieron las acciones del True Caster con desconcierto.

No obstante, eso no evitó que True Rider pusiera en primer lugar la seguridad de su Master, ya que cuando este último estuvo a buena distancia en el aire mientras gritaba despavorido, el guerrero Kshatriya lo atrapó con facilidad y lo dejó en el suelo con seguridad, con sus ojos enfocados en los Servants enemigos delante.

Pero haciendo una nota aparte de considerar a True Caster como un aliado por haber ayudado a su Master ... Al menos por ahora.

Por otro lado, la situación del susodicho Servant se tornó oscura, después de todo, el objetivo de la False Rider no era otro que el molesto hombre delante suya. Le daba igual el débil y miedoso Master del hijo del dios solar, su única misión era destrozar al hombre frente a ella que simplemente la despreciaba como si no fuese nada.

Le demostraría lo contrario.

Y a pesar de ello, True Caster se mantuvo expectante incluso cuando la cuchilla del hacha encadenada de la mujer pelirroja estuvo a pocos segundos de rebanar su cabeza.

Y luego ... Desapareció.

No, el hombre de ojos plateados avanzó contra la furiosa enemiga que quería su cabeza en bandeja de plata y al parecer quería hacer las cosas más rápido.

True Caster avanzó esquivando no por mucho la cuchilla que estaba a punto de cortarle la cabeza, sin embargo la cadena del hacha estaba a punto de atraparlo hasta que repentinamente el hombre sacó una cuchilla desde la nada y la lanzó directamente a la cara de False Rider.

La susodicha sorprendida por aquel movimiento tan arriesgado de su oponente reaccionó al instante acorde de la amenaza. Con otro movimiento de su brazo pudo hacer que la hacha encadenada sea retraída y así utilizar la gigantesca hoja para destrozar la cuchilla como si fuese cristal.

Sin embargo, los ojos dorados de la Servant miraron los restos de cuchilla con ojos críticos, mientras que el arma se desvanecía en leves virutas de energía dorada y azul. Ciertamente se había roto con suma facilidad, pero eso no evitó que los instintos de la guerrera amazona se confiarán. Porque a pesar de su fragilidad, esa había sido un arma con el potencial de dañarla, de gravedad dependiendo en donde golpearía.

Y ciertamente su cabeza no era un buen lugar para ser golpeada.

La False Rider miró a su nuevo oponente con furia pero a la vez con cautela, este era un tipo de adversario diferente a Heracles y Karna que utilizaban su poder y fuerza para el combate, el individuo delante de ella era del tipo más problemático al utilizar tácticas metódicas y habilidades precisas para luchar.

Realmente era el tipo de oponente más molesto que existía, y el hecho de que no dejara de sonreír de esa manera tan molesta no ayudaba al temperamento de la ya furiosa mujer.

Por otro lado, los demás espectadores tenían su propios pensamientos al respecto con True Caster.

Waver estaba agradecido de haberlo sacado de aquella situación de rehenes, ¡Pero quería gritarle que no era necesario lanzarlo por los aires como si fuese una pelota fuese la mayor solución! Mientras que True Rider también estaba ciertamente agradecido por la ayuda que le habían brindado, el guerrero Kshatriya no pudo evitar analizar un poco a este Servant tan extraño.

Aunque decía ser un Caster, no daba aquella sensación al estar tan tranquilo en la primera línea de combate, pudiendo contrarrestar los ataques con confianza a pesar de no estar en su Taller, sitio donde generalmente los Servants orientados al Magecraft tenían mayor ventaja, pero ese no parecía ser el caso para el Caster delante de ellos.

Incluso el False Caster parecía desconcertado por las acciones de su homónimo, no se supone que un Caster deba ponerse peligro de esa manera, pero lo peor de todo de todo es que parecía que el hombre de cabello blanco y ojos grises acero disfrutaba más la situación de esta manera.

Un loco imprudente, era lo único que el famoso escritor podía opinar de este hombre.

- Bien, ¿Acaso quieres continuar con el combate? - Le preguntó True Caster mirando detenidamente a la mujer pelirroja. Incluso cuando su sonrisa bastante molesta y engreída permanecía de manera casi omnipresente en su rostro, sus ojos no paraban de analizarla.

Ciertamente el peor tipo de hombre para ella.

La susodicha hija de Ares empezó a balancear la cadena de su arma a gran velocidad provocando que la cuchilla girara peligrosamente, Waver tenía el temor de que la cadena se rompiera o que la pelirroja la soltara y que la hacha saliera volando hacia su persona.

Sin embargo, pronto se dio cuenta que su miedo era auto infundado cuando repentinamente la cuchilla junto la cadena se transformaba en una lanza lista para atravesar al molesto hombre delante de ella y así poder continuar su combate con alguien más digno, como el hijo de Surya.

Quizás porque había previsto este escenario, True Caster no parecía sorprendido por las acciones de su oponente, así que cuando False Rider se abalanzó nuevamente contra él hecha una furia helada con su lanza para un combate más cercano, el hombre no se alarmó para nada y la enfrento en su mismo terreno contra todo pronóstico.

Acero contra acero.

Esa era la única forma de combate que este hombre conocía.

Y ese fue el sonido que resonó en el puente de Fuyuki ante la vista de los espectadores curiosos de ver lo que el True Caster tenía para demostrar en este combate contra la furiosa False Rider.

El hombre de ojos plateados mantuvo su sonrisa a pesar de que la cuchilla que había convocado se volvió añicos al chocar contra la hoja de la lanza de la pelirroja, incluso cuando los fragmentos de la daga salieron volando como metralla pero antes de que pudiera golpear a ambos, dichos trozos se desvanecieron en virutas de energía dorada nuevamente.

False Rider gruñó con frustración y con la misma furiosa volvió atacar la cabeza de su oponente pero esta vez con la parte roma de la lanza con un giro circular, pero dicho intento fue frustrado nuevamente por otra daga que desvió dicho ataque, a pesar de que la hoja del arma se agrietado bajo la increíble fuerza de la reina guerrera, pero aún así su molesto oponente permanecía sin ningún rasguño, lo cual no paraba de molestarle aún más.

En otro giro rápido, la hija del dios de la guerra posicionó su lanza esta vez para intentar una poderosa estocada que atravesaría el pecho de True Caster como si de una manzana atravesada por una flecha se tratara.

- ¡Nhg! ¡Que molesto eres! - Gruñó False Rider cuando nuevamente su lanza fue desviada por otra cuchilla que apareció en la mano opuesta de su oponente, cuyo filo se rompió por la hazaña.

Pero eso poco parecía importarle al hombre cuando ambas dagas en sus manos se desvanecieron en otro resplandor dorado y volvieron a ser reemplazadas por otro par de cuchillas en perfecto estado, para luego continuar el choque de armas contra su oponente que cada vez se ponía más furiosa por el punto muerto en que ambos se encontraban.

El False Caster de verdad se estaba cuestionando de porque existía un Caster así. Por otro lado, True Rider no podía evitar admirar las capacidades de aquel Servant a pesar de ser un Caster, para mantenerse en igualdad de condiciones con la furiosa reina amazona incluso cuando ella no estaba utilizando sus Noble Phantasms, un hecho para destacar.

Pero en el caso de Waver, este solo podía ver las cuchillas con sorpresa, después de todo, las había reconocido casi al instante.

- E-Esas son ... Espadas Azoth ... - Murmuró el peli negro algo estupefacto por la vista y la forma en que True Caster las utilizaba como si nada.

- Master, ¿Conoce esas dagas? - Le preguntó su Servant con curiosidad. A pesar de los grandes conocimientos del hijo de Surya como un Guerrero entrenado por el mismísimo Brahman Parashurama, lamentablemente eso solo se limitaba a dichos conocimientos del hinduismo. Cualquier tipo de arte más moderno que no fuese esencial, no fue provisto por el Santo Grial.

- Esas son espadas Azoth ... O al menos una versión modificada, incluso su diseño son un poco diferente. - Explicó brevemente el magus londinense. - Generalmente son utilizados por magus para entregarlos a sus discípulos cuando se han graduado, su uso es más ceremonial que como arma en sí ... ¡Y este hombre lo utiliza como si fuese algo desechable! - Exclamó el joven con incredulidad, literalmente True Caster se estaba burlando de siglos de tradición de la Torre del Reloj.

¡Diablos, este sujeto se había vuelto su ídolo! Cualquier cosa que fuese una blasfemia contra las costumbres antiguas de los magus a Waver le parecía lo mejor de lo mejor.

True Rider no pensó mucho sobre las palabras de su Master, aunque conocer dichas dagas le daba cierta noción de la identidad del Servant del Magecraft, no sentía que eso era lo importante. Lo esencial en este momento era como True Caster utilizaba dichas armas a su favor para enfrentar a la temible hija de Ares con simple técnica y habilidades humanas.

Y pensar que después de tantas batallas el hijo de Surya seguiría aprendiendo incluso después de la muerte.

Sin embargo ...

- ¡Eres un maldito estorbo! - Rugió la False Rider con más furiosa a su vez, aumentando cada vez más la fuerza y velocidad los ataques de su lanza.

Aquellos movimientos no solo destrozaban con mayor facilidad y rapidez las armas del hombre de ojos plateados, sino que también lo estaban haciendo retroceder y por primera vez durante el encuentro la expresión de True Caster cambió.

Ya no estaba sonriendo y ahora si su expresión frívola e indiferente concordó con sus ojos fríos como el acero.

- ¿Oh~? ¡Esa es una buena expresión! ¡Ya no eres tan molesto! ¡Pero aún así muere! - Exclamó la hija del dios de la guerra arremetiendo con mayor furia mientras que leves chispas negras empezaban a rodear su figura.

True Caster frunció aún más el ceño mientras las dagas Azoth se rompían y eran reemplazadas una docena de veces en cuestión de segundos, estaba demasiado concentrado en no ser convertido en brocheta que ni siquiera le importaba dejar los fragmentos de las cuchillas tirados por todo el puente.

De hecho, eso podía funcionar para su beneficio ... Solo tenía que cambiar un poco su táctica.

De repente, el misterioso hombre de ojos de acero le lanzó una patada directa al pecho a su contrincante, aunque le sorprendió el repentino cambio de ritmo, eso no logró que False Rider no pudiera bloquear el ataque. Pero al instante se dio cuenta que no era un simple ataque cuando True Caster la utilizó como punto de apoyo para saltar bastante lejos en el aire, donde en sus manos se manifestaron un par de cuchillas completamente diferentes a las anteriores.

Una cuchilla tan pura y blanca como las nubes.

La otra tan oscura como la noche, líneas hexagonales como la sangre misma adornan su hoja.

Iguales pero diferentes, opuestos y siempre juntos.

- Son hermosas ... - Susurró Waver admirando la artesanía de este par de espadas que parecía tener un origen chino por el diseño yin y yang que tenían.

Y luego el hombre procedió a lanzar las cuchillas como si fuesen boomerangs en contra de la reina guerrera.

Para nada sorprendida por la táctica, False Rider simplemente las desvió con su lanza haciendo que se claven en el asfalto alrededor de ella. La mujer de cabellos rojos se sorprendió un poco por la resistencia que estas armas tenían, las anteriores armas se rompían con la mínima presión pero estas espadas chinas ni siquiera recibieron mella a pesar de su fuerza divina.

- '¿Son Noble Phantasms ... ?' - Pensó con brevedad la reina pero no tuvo tiempo para seguir debatiendo sobre ello cuando más pares de espadas yin y yang volaron en su dirección.

Con fuerza pero a su vez con gracia, False Rider demostró porque había sido una rival del famoso héroe Heracles tanto en poder como en habilidad porque desvió cada espada sin esfuerzo alguno.

Después del duodécimo par de espada arrojado, True Caster cayó al suelo desarmado, mirando a su oponente expectante. Por otro lado, la hija del dios de la guerra le miraba con menos hostilidad que antes, pero no era como si el hombre se haya ganado su respeto como Heracles o Karna, sino porque no podía parar de pensar sobre las habilidades del Caster delante suyo.

Creaba armas casi al instante, esto no debía a la habilidad Construcción de Artículos comúnmente utilizados por la Clase Caster, la cual requería tiempo y materiales.

Era algo más allá de eso.

Además, aquel par de espadas negras y blancas era algo diferente a las dagas que estaba utilizando antes. No podía ubicarlo con exactitud pero estaba segura de que eran Noble Phantasms ...

Creados al instante.

¿Que clase de habilidades tenía este hombre?

- ¿Continuamos o ya te cansaste de querer matarme? - Le preguntó True Caster, con aquella molesta sonrisa volviendo a su estupida cara mientras cerraba un ojo, dándole una expresión divertida.

Si, ciertamente lo iba a matar.

- ¡Cállate de una vez! - Rugió False Rider con rayos negros emanando fuertemente de su persona y arremetió contra su oponente.

Justamente directo a donde el hombre quería.

Rápidamente True Caster se agachó y puso una mano en el suelo, de repente líneas de interfaz doradas se hicieron presentes en el suelo para sorpresa de los presentes, cada línea conectaba las espadas chinas y los fragmentos de las dagas Azoth en el suelo, juntos como una unidad.

- Explota. -

De repente, False Rider vio un resplandor y al segundo siguiente todo se convirtió en llamas.

Waver miraba con asombro como la Rider femenina era cubierta en furiosas llamas rojas. Mientras tanto, su Servant y False Caster miraban de manera analítica al hombre de ojos plateados, el escritor con una seriedad mortal en su expresión.

El fuego continuó por un rato, sin mostrar señales de la mujer guerrera, pero todos estaban alertas, sabiendo muy bien que un pequeño truco como ese no haría tanta mella en alguien como hecha.

Y dicho y hecho, para cuando True Caster volvió a su posición de pie, las llamas se desvanecieron casi al instante y en medio de todo estaba False Rider con su rostro ensombrecido y su cuerpo junto a sus ropajes algo quemados pero por lo demás, parecía prácticamente ilesa.

- ¡Te voy a destrozar! -

Eso si, parecía más furiosa que nunca si los relámpagos negros la rodeaban y llamas rojas sangre emanaban de sus ojos y cabello.

Hippolyta nunca había estado tan furiosa en su vida hasta ese momento.

Y lo peor de todo es que a pesar de invocar su furia divina, True Caster seguía con aquella expresión tan molesta.

True Rider lo iba matar.

- ¡Noble Phantasm ... ! -

El puente de Fuyuki se estremeció entero cuando la energía mágica de la reina guerrera empezó a elevarse, siendo señal de la invocación de un Misterio Cristalizado entre las Leyendas ...

True Rider frunció el ceño, mientras tomaba a su Master y lo ponía detrás de él para protegerlo. Waver no pudo evitar preocuparse por como estaban escalando las cosas. False Caster se mantuvo impasible, limitándose a observar todo.

Pero antes de que la hija del dios de la guerra pudiera liberar una destrucción masiva en la ciudad, de repente, ella se puso rígida a su vez que los rayos y las llamas en su cuerpo se apagaban. Una sutil energía del color del arcoíris la rodeó por un momento antes de apagarse.

La pelirroja apretó los puños con furia mientras gruñía con fiereza.

- ¡Maldición! - Exclamó False Rider dándose la vuelta para sorpresa del magus londinense.

Por otro lado, True Caster y True Riser observaron con cuidado las acciones de la mujer. La susodicha empezó a caminar en dirección de su compañero hecha una furia.

- Bueno, esa es nuestra señal para irnos. - Dijo False Caster con una leve sonrisa. - A nuestro Master no le pareció nada gracioso toda esta situación. Así que, ¡Nos vemos pronto! -

Esas fueron sus últimas palabras antes de tomar su forma espiritual. La furiosa mujer se mantuvo más tiempo en escena, antes de mirar por encima del hombro a los dos hombres que había enfrentado esta noche.

- Será mejor que sobrevivan hasta que nos volvamos a encontrar, porque ustedes solo pueden morir por mi manos. - Eso fue lo último que False Rider dijo antes de tomar su forma espiritual también.

Ahora la noche quedó en calma.

Los dos Servants restantes suspiraron con alivio.

- Bueno, eso fue un poco tenso. - Dijo el hombre ojos plateados poniendo sus manos en sus costados, aún mantenía una sonrisa irónica en su rostro.

- ¡¿Solo un poco?! - Exclamó Waver cayendo sobre el asfalto cuando sus piernas dejaron de funcionar. - ¡Creí que iba a morir! -

- Hehe, pensé lo mismo cuando estaba lista para sacar su Noble Phantasm. - Dijo True Caster casualmente.

Los ojos celestiales de True Rider nunca abandonaron su figura. - Tengo que agradecerte por tu ayuda, nos has sacado a mi Master y a mi de una situación complicada. -

Al escuchar las palabras tan nobles de su Servant, Waver no pudo evitar suspirar, ciertamente habían terminado en una situación peligrosa y se sentía culpable por ello.

- S-Si ... Supongo que te debemos una. - Dijo el magus londinense mirando hacia otro lado.

Por primera vez, los ojos fríos como el acero de True Caster parecieron iluminarse y su expresión dejó de verse tan mal.

- Y creo que ya se en que puedo cobrar ese pequeño favor. -

El dúo Master y Servant se miraron por un momento antes de volver a centrarse en el Espíritu Heróico del Magecraft, esperando que su solicitud no sea tan descabellada.

- ¿Quieren formar un alianza? -

...