This is the night

Regreso…

Ella no sabía lo que le sucedía simplemente se encontraba corriendo entre los jardines de aquel palacio, poco le importo salir corriendo como loca de aquella fiesta de un millonario que a quien rayos le importaba quien era, simplemente estaba segura de haber visto algo, algo que le revivió el corazón por un momento… que era la razón por la cual se encontraba corriendo en la oscuridad de aquella noche, siendo la luna el único testigo de su persecursión, quería encontrar ese algo que se lo sentía perdido… aquello con lo que solamente ella sabía que soñaba, eso por lo que ella dejaría tirando toda su vida de mujer adinerada… si tan solo tuviera oportunidad, ahorita poco le importaba incluso su apariencia, cualquiera diría que es una loca corriendo por ahí… pero a ella ya no le importaba, una vez que cruzo los arbustos… no le importaba que ya no llevara sus zapatillas o que su hermoso vestido azul marino ajustado a su cuerpo se hubiera rasgado con las ramas o que su perfecto cabello aguamarina ondulado se hubiera arruinado, ella… ella solo quería encontrar su razón de vivir… siguió corriendo como si su vida dependiera de ello hasta que llego a una fuente, en el centro de la fuente había una estatua de una pareja abrazándose y se encontraba en el centro de cuatro columnas, las cuales estaban invadidas por ramas de rosas rojas y blancas, otro diría que este era un encuentro romántico pero ella sabía que así no era esto, eso dejo de ser hace mucho tiempo… se detuvo en aquel lugar observado la figura que se hallaba recostada a una de las columnas de la fuente, solo podía ver su silueta ya que la oscuridad no le permitía ver más mientras que el único sonido en aquel lugar era el de su respiración agitada, hace tanto que no había corrido de esa manera… y ahora se sentía incapaz de poder acercarse a aquella figura que solamente contemplaba la luna y le daba la espalda, sus ojos se llenaron de lagrimas a poder reconocer quien era, pero temió acercarse a aquella persona… temía que fuera como sus tantos sueños en los que podía estar a su lado, volver a ser un solo ser pero aquellos eran sueños, anhelos de su corazón… y temía que fuera como cuando ella tenía que despertar en este mundo, en este repugnante mundo que ya no tenía sentido para ella… con miedo se atrevió a dar un paso al frente pero una voz hizo que abriera los ojos de la sorpresa, captado toda su atención.

Cualquiera que te viera… diría que no eres tu Michiru –fue lo que dijo aquella voz grave, que venía desde la silueta oculta en las sombras y con un tono muy particular sarcástico, cosa que Michiru percibió y sintió una punzada en su corazón, apretó los puños de impotencia y siguió hablando la silueta – En otra época a te estarías muriendo del coraje por verte tan mal… creo que hace unos momentos te vi y estabas hermosa, que te paso para verte de manera tan… espantosa.

Desde hace mucho… que dejo de importarme como me veo… hace ya tanto tiempo que deje de ser yo –dijo la aguamarina intentado de mantener un tono de voz neutral a la vez que intentaba de contener las lágrimas y sus puños los apretaba con tal fuerza que en un momento se lastimo pero no le importaba eso ya – La hermosura será para los demás… pero tú que ni siquiera me estás viendo de frente sabes como estoy en realidad.

No se necesita ser un experto para conocerte… como lo hice, después de todo no fui la única –suspiro profundamente la silueta y se recargo de perfil en la columna con los brazos cruzados – Realmente te ves horrible –dijo de manera fría, aquel tono frío que escuchaba a pesar de no haberlo escuchado tanto tiempo, aun le causaba temblores y más punzadas en el corazón.

Con un gesto rápido la aguamarina se limpio las lagrimas sin apartar la mirada de su interlocutor, el cual se atrevió a verla realmente estaba que daba pena, no era ni la sombra de quien conoció por suerte la oscuridad no le permitía que la viera totalmente – A que has venido hasta aquí… que sepa a ti nada se te perdió en este lugar, tu lugar está en esa fiesta –dijo nuevamente la sombra regresando a ver la luna, para que ella no viera sus ojos verdes esmeralda que delataría lo que causo ver a aquella chica de cabellos aguamarina que estaba ahí en tan pésimo estado.

Sabes que si se me perdió algo aquí… hace ya tanto tiempo –contesto Michiru con voz baja intentado de ocultar la sensación desgarradora que sentía, la cual no paso desapercibida por la otra persona, luego la joven de cabellos aguamarina suspiro profundamente y se atrevió por fin a dar unos cuantos pasos más cerca y entonces la luz de la luna le permitió por fin ver a su interlocutor, una joven alta rubia, de cabellos cortos, piel blanca… de bellos ojos verdes esmeraldas que ella conocía muy bien y que ahora se le negaba verlos, la joven vestía unos pantalones negros ajustados, camisa blanca abotonada con una chaqueta de cuero negra encima y zapatos y cinturón que hacía juego con la vestimenta, se le hacía curioso su vestimenta siempre caracterizo por ser mas masculina y esta no era la excepción solo que lo curioso es que se le veía un poco mas femenina pero esas debieron ser ideas suyas – Aquella fiesta no tiene lugar para mi… el que considero cual es mi lugar ha sido realmente negado…a ti que se te perdió en este lugar… Haruka –dijo intentado de contenerse a hacer una estupidez y perderla nuevamente.

Solo vine… para pensar y recordar algunas cosas –fue la respuesta de Haruka y no se atrevió a ver a la joven aguamarina que la acompañaba en aquel lugar, era como que si hubiera una gran barrera de acero entre ellas pese a estar solo a unos pasos de distancia una de la otra, por su parte Michiru intento de romper aquella distancia… aunque sabía que… ella ya se encontraba lejos de su alcance, camino los pasos faltantes para quedar a su altura más sin embargo no se atrevió a verla, de repente una risa sin gana que parecía más como una respiración forzada – Eso es lo que crees tú… no diré nada al respeto, lo dejare en ti.

Michiru respiro profundamente y levanto la vista hacia la Luna, contemplado aquel astro con el que únicamente compartía su corazón, bajo la mirada viendo hacia sus manos observado un pequeño anillo que tenía en el dedo anular de su mano izquierda… suspiro nuevamente y se atrevió a ver a la cara a la persona a su lado, el impacto fue grande, Haruka no apartaba la vista de la Luna, a los ojos de Michiru, la rubia se veía realmente hermosa pero había algo en esos ojos verdes que le recordaba el motivo por el cual se atrevió llegar hasta ese lugar… esos ojos que aun la hacía temblar.

Entonces… porque realmente has venido –fue la pregunta que surgió de los labios de Michiru seguida de un silencio sepulcral mientras desviaba la mirada, por su parte a Haruka le llamo la atención aquella pregunta y se atrevió a verla, grave error… aquello fue una verdadera punzada, ella sin verla sabía cómo estaba… además de sus medios para saberlo, pero no se imagino que se encontraba en tan lamentable estado y no lo pensaba exactamente por su vestimenta, aparte de que reconoció cierto anillo en la mano de Michiru, pero era por sus ojos que tenía esa sensación… aquellos ojos que a pesar de ser realmente hermosos ante la luz de la luna, esta le revelaba la consecuencia de lo que ocurre en el silencio, lo que hay detrás de una mascará… prefirió regresar la mirada a la Luna y se mantuvo en silencio, evitado ser descubierta.

Ese silencio era la peor tortura en opinión Michiru pero que podía hacer ella… no tenía voz ni voto pero al menos por esa noche… podía que fuera… una excepción. Se mantuvieron en silencio por mucho tiempo, quien sabe cuánto tiempo estuvieron así, ambas mirando hacia la Luna.

Haruka –la aguamarina susurro el nombre de su acompañante y tomando valor de quien sabe donde se atrevió a mirarla, la rubia por su parte sintió aquella mirada penetrante y como respuesta suspiro profundamente para verla a los ojos – Que has venido a recordar… porque… viniste exactamente a este lugar.

Porque… este lugar tiene algo especial, que no puede evitar que lo deje de visitar – contesto la joven de cabellos dorados viéndola – Al menos para mí… si tiene un significado.

Michiru entendía perfectamente lo que le quería decir pero aun así le mantuvo la mirada aunque esta ya empezaba a cristalizarse debido a las lágrimas que amenazaban con salir.

Para mí este lugar… es sagrado, no digas cosas que… –pero la aguamarina se tuvo que callar, lo que le había dicho le había dolido realmente, claro ese lugar para ella era realmente sagrado y la miro a los ojos – Recuerdas… cuando nos conocimos… por primera vez… fue justamente en una fiesta –mantuvo la compostura pero a Haruka aquel recuerdo… como no lo iba a olvidar, ese día marco el inicio de todo.

Si… fue en una fiesta –una pequeña sonrisa de nostalgia asomo por los labios de Haruka – Organizada en tu casa… quien diría que aquello marcaría muchas cosas –le regreso a la mirada y con solo verla miles de sensaciones invadieron a Haruka como la primera vez que la vio, seguía pareciéndole hermosa pero a la vez era alguien realmente frágil, quería tenerla entre sus brazos y protegerla nuevamente pero aquello no podía hacerlo, eso mismo fue lo que se prometió cuando la dejo ir de su lado pero… podía hacer una excepción a su promesa… al menos una noche, una noche… solo para confirmar aquello que aun la agobia.

Con paso seguro Haruka se acerco a Michiru hasta queda solo a un paso de distancia de ella, extendió una mano a su mejilla, gesto que hizo que la aguamarina cerraran los ojos mientras que a su vez la rubia podía sentir con el tacto de su mano las lágrimas que ella había estado derramando en silencio, sabía muy bien la causa de aquellas lagrimas y un fuerte deseo de quitarlas se apareció en su ser… pero a la vez la ira que sentía no le permitía hacer su deseo realidad, era una gran confusión de sentimientos pero aun así se atrevió acariciar la suavidad de aquella piel, Michiru se atrevió abrir los ojos, los cuales estaban llenos de lagrimas y Haruka pudo verse reflejados en ellos, como en aquella ocasión, el dolor que le trajo el simple recuerdo hacía que su corazón se comprimiera, no quería verla con más lágrimas… eso no era lo que quería para Michiru.

Todavía me acuerdo de eso… de aquella fiesta, de cómo… te veías la primera vez que te vi… la Michiru que conocí –dijo con un tono de voz más suave pero aun así Michiru se percato del tono de tristeza que venía de Haruka – Me acuerdo de tantas cosas… y la mujer que estoy viendo… no entiendo que fue lo que le sucedió–la rubia pudo sentir perfectamente como las lagrimas ya salía por si solas pero aun así no se detuvo en su caricia, su cuerpo temblaba pero aquellos ojos zafiros, le demostraba tantas cosas y no sabía ya que pensar o que sentir… ni en sus peores pesadillas se imagino esto.

Por su parte Michiru con la caricia sintió una sensación que hace tanto ya no sentía pero era tan cálida, tan tranquilizante, con temor se atrevió poner su mano sobre la de Haruka, no permitiéndole a Haruka que quitara la mano en caso que se le ocurriera hacerlo, la aguamarina cerró los ojos quería disfrutar de aquella caricia.

Tu calidez… es algo que no se ha perdido, es algo… que no puedes ocultar –susurro con una pequeña sonrisa mientras que por su parte Haruka se mantenía viéndola atenta, esto no se lo esperaba pero se mantuvo en silencio queriendo escuchar más, entonces Michiru continuo aunque por dentro temía perder aquel simple contacto – Haruka… este lugar… es realmente especial para mí y sabes muy bien el por qué de lo que te digo – la aguamarina volvió a cerrar los ojos dejándose envolver por aquella caricia, ella pensaba que si esto era un sueño le rogaba a la vida por todo lo sagrado que le permitiera quedarse ahí.

Lo sé –fue la respuesta de Haruka mientras mantenía la mano en la mejilla de Michiru, a la cual le sorprendió escuchar la respuesta y abrió los ojos de sorpresa para verse reflejada en aquellos ojos verdes que a pesar de que le brindaba una mirada de hielo, ella sabía que o más bien creía lo que había oculto en ellos – Este lugar… guarda muchas cosas, así como el día que te conocí y muchas cosas más Michiru… ese día no… lo puedo olvidar…

Ambas chicas se quedaron contemplado una a la otra en silencio, la Luna era el único testigo de aquel encuentro entre ellas dos… y esta noche para ambas… iban a ser una excepción y una aclaración para todo lo que ellas guardaban… desde hace tanto tiempo.

Continuara…

Saludos a mis lector s, acepto he estado desaparecida un buen tiempo pero la explicación de eso se los daré después, bien este fic más bien es escrito a impulso mío (por eso esta algo corto este capi) pero con una gran fuente de inspiración por eso si me nota errores o horrores de redacción sepan discúlpame, bien para los que tal vez se confunda… lamento decirles que las aclaraciones del porque de este encuentro se irá descubriendo poco a poco, pero si cualquiera tiene alguna duda o no entienda algo, no duden en preguntan en los reviews que gustosa contestare, espero que les gusten este nuevo.. Los veo en el siguiente capi… cuando lo termine. Saludos