"Entre La Bestia Y El Hombre."
Por B.B. Asmodeus.
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Fandoms: Guardians of the Galaxy Vol. 1, 2, 3. Saga de Jurassic Park/Jurassic World. Novelas de Michael Crichton.
Pareja principal: Rocket Raccoon/Peter Quill (Star-Lord).
Parejas secundarias: Mantis/Nebula, insinuaciones de Peter Quill/Gamora.
Personajes principales: Peter Quill, Rocket Racoon, Mantis, Ego, Herbert Wyndham (High Evolutionary), Nebula, Gamora, Drax, Groot.
Personajes secundarios: Lylla, Floor, Teefs, Blue, Delta, Echo, Charlie, Kraglin, Meredith Quill, Yondu, Thanos, Cosmo, ¡y más sorpresas!
Rating: Adulto.
Categorías: Fusión con la franquicia Jurassic Park/Jurassic World y Guardians of the Galaxy, Universo Alterno, Drama, Suspenso, Acción/Aventura, Primera Vez, Problemas de Comunicación porque Peter y Rocket son Idiotas, Amistad, Romance, Humor, Drama, Slow Burn/Romance lento, Saltos en el Tiempo, Rocket POV, Peter Quill/Star-Lord POV, Dinosaurios (¡Y se comen a mucha gente!), Muertes de personajes.
(i) Advertencias (!):
1. Descripciones de violencia y terror psicológico (ya lo dije, tenemos dinosaurios).
2. Experimentación en animales (tanto la novela de Jurassic Park como las ideas para esta historia son bastantes oscuras). No apto para personas sensibles. EN ESPECIAL EL FINAL DE ESTE CAPITULO.
3. Sufrí mucho en determinar si este AU sería en estilo Human AU, pero la verdad, me gustan demasiados los elementos de los Guardianes de la Galaxia, así que, la historia estará basada en un universo donde la vida off-world es conocida y aceptada (además me ayuda mucho a crear la pseudociencia que está detrás de todo esto). Imaginen que la tecnología más avanzada de otros planetas todavía no es de uso general a la población de la Tierra, sino es de jurisdicción más en auge en el sector privado (como *cof-cof* InGen).
4. Manejaré dos líneas del tiempo de manera simultánea. La primera abarcará una adaptación de los hechos en "Jurassic Park" con Peter y Co. de preadolescentes (Primera Iteración), y la segunda abarcará el presente, adaptando los hechos de "Jurassic World" con Peter y Rocket adultos (Segunda Iteración).
Spoilers: De todas las películas de Jurassic Park/Jurassic World y de las novelas de Michael Crichton. Así como de las películas de Guardians of the Galaxy Vol 1-3.
Sinopsis: Cuando Peter es llevado de visita a las instalaciones del nuevo trabajo de su padre en Isla Nublar, nunca esperó entrelazar su vida con uno de los sujetos de prueba albergado ahí. Mucho menos, compartir una conexión que duraría por el resto de su vida.
Dedicatoria especial: ¡A Inubaki, esta historia es su culpa! 3 3 3
Disclaimer: Guardians of the Galaxy le pertenece a Marvel. Todo lo referente a Jurassic Park/World le pertenece a Michael Crichton y Universal Studios.
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i.
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"Acabo de ver una conexión,
Una conexión de verdad.
Entre hombre y bestia."
-Victor Hoskins (Jurassic World).
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PRIMERA ITERACIÓN.
1992.
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"Peter, abre los ojos."
El primer instinto de Peter fue negarse. Sus dedos estaban encajados en el cojín de plástico del asiento del helicóptero. La voz de su padre no tuvo simpatía alguna. Fue dura, casi frustrada.
"Peter." No me hagas repetirme, fue lo que se completó en silencio. Peter tragó saliva y parpadeó de manera experimental.
"¿Estás bien, Peter?" Mantis, sentada a lado de Ego en el siento frontal a él, lució preocupada. Peter notó los dedos de su mano derecha moverse con nervios, preámbulo a una acción inconsciente. Ego no lo perdió de vista tampoco.
"No lo ayudes, Mantis." Ego reajustó la mano enguantada de su hija sobre el respaldo. "Honestamente, es ridículo que sigas teniendo este tonto miedo a las alturas. Tienes doce años, Peter. Si sigues dependiendo de la influencia de tu hermana nunca aprenderás a superar tus miedos por tu cuenta."
"Perdón, padre." Mantis susurró, lanzando una mirada de disculpa a su hermano. Peter trató de sonreírle para apaciguarla. Esperaba no lucir tan verde como se sentía.
Ego rodó sus ojos mientras peinó un fleco caído de su rostro. El hombre divisó el panorama que Peter seguía rechazando. Al suspirar, su conexión entrañable con este lugar fue obvia. "…Sé que preferirían ir a Disneylandia, o cualquier otro lugar entumecedor-de-cerebros como esos en estas vacaciones, pero créanme… Esto es más importante." Ego se volvió a sus hijos. Su voz se volvió más flexible, ahora en modo de convencimiento. "Los traje hoy para que sean conscientes de su legado." Ojos azules claros se fijaron en Peter. "No para que estén temblando en una esquina."
Si Peter no tuviera el corazón palpitándole en la garganta, hubiera ofrecido una respuesta sabionda para enfurecer a Ego con más furor. Su cuerpo estaba endurecido como tabla de surfeo, sin embargo. El helicóptero no dejaba de vibrar y menearse de un lado a otro. Con mucha dificultad Peter trató de recordar que esta carcacha era lo único que los detenía de estrellarse en tierra firme.
Tiempo atrás, Peter hubiera apreciado tener la atención de su padre en este viaje. Por años, había deseado por nada más que eso.
Pero, mucho había cambiado desde sus ingenuos siete años.
Después del divorcio—después de darse cuenta de las múltiples infidelidades de Ego en sus viajes fuera de Terra y como esa hilera de traiciones habían destrozado a su madre poco a poco—Peter había hecho un pacto consigo mismo de ver a su padre como realmente era: un verdadero bastardo.
Cero lentes de color de rosa.
"Mira afuera." Ego apuntó hacia la ventanilla, golpeando el vidrio con su anillo de su cuarto matrimonio. Porque hasta la difunta madre de Mantis ya se había unido a la colección de exes. "Deja de esconderte."
"Sí, señor." Peter gruñó entre dientes.
Lo primero que reconoció, al inclinarse hacia su ventanilla, fue un mundo verde.
Verde y delineado de densa neblina.
"La llaman Isla Nublar." Ego proporcionó. "Aunque se trata más bien de una montaña submarina. Su roca es de origen volcánico."
"¿Cómo Hawaii?" Mantis preguntó, no sin curiosidad en su voz. A Peter le resultó triste que a pesar de pertenecer a una raza de otro planeta, su hermana llevara un estilo de vida atado a los deseos de Ego. Hawaii era probablemente lo más emocionante que su hermana se había encontrado hasta ahora, como atracción turística en Terra.
"Exactamente, chica lista." Ego estiró su brazo alrededor de los hombros de Mantis. "No dejen que las apariencias los engañen, chicos. Esta montaña es caliente debajo del mar. Produce tanto calor que hemos logrado alimentarnos de su energía geotérmica para el manejo de nuestras instalaciones."
Genial. En vez de divertirse en un parque de diversiones, o ir a la playa, estaban en una roca volcánica que podría explotar en cualquier momento. -Gracias, papá. No debiste molestarte. Peter sintió vértigo y no pudo más. Se tornó de vuelta a su familia. "¿Qué exactamente… son esas instalaciones?"
"¿Es un resort?" Mantis se le adelantó a su padre, casi con esperanza. Ego, sin embargo, resopló con humor.
"Algo mucho mejor." Ego se tornó a la ventanilla de nuevo. "Algo inimaginable hasta este momento."
Peter tragó saliva. Se sintió como si la turbulencia estuviera empeorando. "¡Das't!"
"Peter." Ego regañó de inmediato. "Te he dicho que no repitas esas profanidades vulgares—"
"Señor, estamos por aterrizar. Por favor, sujétense y colóquense sus cinturones de seguridad."
Como si Peter no hubiera hecho un moño alrededor de su cintura al subirse a esta lata de aluminio. "¿Por qué no? ¡Todos lo dicen en la escuela! ¡Es cool!"
"No eres todos—Debes de evitar seguir esas modas tan ignorantes… ¡Sólo porque los demás lo hacen! ¡Deja de imitarlos!" Fue casi gracioso ver a Ego batallar en el proceso de asegurar a Mantis con el cinturón. Peter sabía que el hombre debía estarse tragando la misma maldición 'de moda´, solo para llevarle la contraria a su hijo. "¡Los Kree son gente sucia! ¡No te bajes a su nivel!"
No por primera vez, Peter envidió la ventaja de Ego de conocer otras civilizaciones más allá de este apestoso planeta.
Después, Peter no tuvo mucha oportunidad de pensar en algo más. Tuvo suficiente con enfocarse con no morir. No podía creer como el aterrizaje estaba mostrando ser peor que todo el viaje, pero henos aquí. Cada vez que el helicóptero descendía, un golpe en dirección opuesta de fuertes vientos los arrojaba, mostrando oposición a su llegaba. Uno podría decir que esta roca del infierno los quería fuera de aquí.
Fue en uno de esos arremates, que Mantis gimió temerosa y se agarró del brazo de Ego, a pesar de saber que su padre nunca había sido muy afectivo.
"¡Mantis, todo está bien, no te asustes!" Peter se obligó a sonreír y comportarse como si esta experiencia fuera divertida. "¡Mejor que Space Mountain! ¡Vamos, no te asustes!"
Mantis relamió sus lamios con incertidumbre, aguantándose las lágrimas.
Peter despegó su agarre mortal de los respaldos y levantó sus brazos como si estuvieran cayendo de una montaña rusa. "¡Vamos, sube los brazos! ¡Woooh-hoo!"
"Peter, con un demonio, baja los brazos—"
"W-Woo-hoo." Mantis imitó a Peter con un poco menos entusiasmo, pero al menos lo hizo. El siguiente arremate del helicóptero pareció alterar hasta a Ego. Peter lo ignoró y repitió su alarido emocionado. Esta vez, Mantis lo repitió con más convencimiento. "¡Wooo-hooo!"
"¡Mantis, no lo escuches!"
"¡Woo-hoo!" Peter carcajeó al ver a Ego ser semi-tumbado al suelo del helicóptero mientras trató de callarlos.
"¡Wooo-hooo!"
Finalmente, parecieron aterrizar en la plataforma. Hubo un momento donde los tres se observaron con tres muy distintas perspectivas. Ego se apresuró a re-peinar su cabellos rubio y gruñir malhumorado.
Mantis, por su parte, estaba sonriendo. "¡Tienes razón, Peter, eso fue divertido!"
-"Ya llegamos, Sir."
"Me di cuenta, idiota." Ego murmuró. Abrió la puerta. Enseguida, ráfagas de viento fresco se filtraron a la cabina. "Peter, Mantis, vamos, quítense los cinturones y tomen sus mochilas."
Las astas del helicóptero continuaron batiéndose, en espera a que los visitantes vaciaran el transporte. Peter se colocó su mochila y ayudó a Mantis con sus propias cosas. No entendía por qué las chicas siempre tenían que empacar el doble de lo necesario. A Peter le había bastado empacar su Walkman y suficiente ropa interior, para considerarse listo.
Ego los esperaba en piso firme, sosteniendo la puerta. "¡Cuidado con sus cabezas!"
Peter guio a Mantis fuera de la lata de aluminio. De un salto, estuvieron en la plataforma. Ego los cubrió con su propio cuerpo mientras los encaminó por un sendero de piedras hasta llegar a un par de Jeeps. La neblina no fue tan marcada en el paisaje que se encontraron. Una enorme cascada se encontró a sus espaldas—el sonido de su cauce y de la selva rodeándolos, fueron casi tan ruidosos como el mismo helicóptero.
"Vamos, chicos, al Jeep." Ego le dio la mano a uno de los trabajadores que se había bajado de uno de los Jeeps, mientras el otro conductor se mantuvo dentro del segundo automóvil. "Peter, irás con Kraglin, Mantis, conmigo."
Peter se dirigió al Jeep señalado, tras mandar una mirada asesina a su padre. Mantis no lució contenta con el arreglo tampoco, pero de seguro esta otra de las maneras en las que Ego quería que Peter se hiciera un hombre. El Jeep no tenía el techo arriba, así que Peter se trepó por la parte trasera del Jeep y se acomodó en uno de los asientos. Enseguida, abrió su mochila para sacar su Walkman.
"Hola, amigo. ¿Cómo te va?"
Peter ignoró al conductor y se colocó los audífonos.
Frente a ellos, el Jeep arrancó con su padre y Mantis. Ellos, pronto les siguieron.
Hey (hey) what's the matter with your head, yeah
Hey (hey) what's the matter with your mind and your sign and oh
Hey (hey) nothin' the matter with your head
La densidad de la jungla fue un paisaje que le pasó por enfrente en total trance. Peter no sintió emoción por estar en este lugar remoto, rodeado de tipos que eran pagados para besarle el trasero a su padre a diario. Dudó que su madre hubiera tenido idea del lugar al que sería su hijo traído, al aceptar que Peter pasara una semana con Ego junto con su media hermana. A decir verdad, Meredith había estado desconfiada de la propuesta en primer lugar, pero había su abuelo Jason el que había insistido en dejar a Peter interactuar más con su padre.
-"Para cuando te aburras." Meredith le había entregado un nuevo Mix para su Walkman con un guiño, antes de despedirse. -"Intenta tener algo de diversión, ¿de acuerdo, mi pequeño Star Lord?"
-"Ya estoy grande para ese sobrenombre, mamá." Peter había aceptado el cassete y el abrazo de Meredith con cierta vergüenza. Si Ego oyera a su madre todavía llamándolo Star Lord, tendría más material para humillarlo. Afortunadamente, Ego lo había recogido en el aeropuerto y no en la casa de su abuelo.
Come and get your love
Come and get your love
Escuchando a Redbone, Peter divisó los primeros indicios de las famosas instalaciones que su padre había mencionado, aproximarse. Altas vallas metálicas marcaron el inicio de un perímetro en el territorio de la montaña volcánica. Al alcanzar las vallas, los Jeeps cruzaron un umbral metálico de doble puerta. Zumbaron al atravesarlas y Peter escuchó interferencia en sus audífonos. Trabajadores abrieron cada una de ellas y las cerraron tras de sí. Peter leyó los señalamientos con ceño fruncido.
PELIGRO – 10,000 Voltios.
-Algo extremo para unos simples laboratorios, ¿qué no? Peter se preguntó. ¿Para qué ocuparían tanta seguridad en medio de la nada? ¿Había tigres en esta isla, o animales así de salvajes?
Volvieron a un camino de terracería después de los portones de seguridad. El camino de tierra no fue estable para nada. En uno los tantos saltos del Jeep, sus auriculares cayeron de su cabeza.
"¡Con cuidado, hombre!"
El conductor se rio al oírlo. "Más vale que te agarres, vaquero."
"¿Vaquero? ¿En serio?" Peter murmuró. Ante los continuos saltos, se sujeto de las agarraderas laterales del Jeep. "¿Falta mucho para llegar… a donde sea que vayamos?"
"No falta mucho. Estamos tomando el camino largo. Tu padre quiere que los llevemos directo al pabellón."
"¿Pabellón?"
El conductor torció su perfil el asiento trasero, perturbando a Peter por quitar su atención del camino. "Es donde se hospedan los visitantes. El Pabellón Safari."
Resignado, Peter dejó sus audífonos colgar desde su cuello. Estaba comenzando a sentir la extrema humedad del entorno selvático. Peter usó el cuello de su camiseta para limpiarse el rostro. "¡Bueno, um—espero tenga retrete! ¡Estoy a punto de regresar todo mi desayuno!—¡Hombre, ojos en el camino!"
El conductor del extraño mohawk volvió a reírse. "Aw, conozco este camino como la palma de mi mano, relájese, Jefecito."
Peter hizo otra mueca. "¡Mi nombre es Peter!"
"Ah, genial. ¡Mucho gusto, Pete! ¡Soy Kraglin!"
"¡No! Dije—Oh, dios." Peter cubrió su boca con su mano. Su estómago no podía aguantar tanto abuso. Primero el helicóptero de la muerte y ahora este viaje de Jeep sobre trampolines. Peter en serio odiaba estas vacaciones.
Gracias a Dios, llegaron al dichoso domo que el conductor había mencionado. Cuando Pete se bajó del Jeep en rodillas temblorosas, corrió a una de las macetas decorativas y regresó el resto de su desayuno. Trató de lograr la hazaña lo más rápido posible para que su padre no notara el incidente.
Después de regalarle su ensalada de macarroni a la planta de colores púrpuras y verdes, Peter volvió a sacrificar su camiseta para limpiar su rostro.
"Heh, primerizos." Para su sorpresa, encontró al empleado—Kraglin—escudándolo con su cuerpo de ojos ajenos. Hasta ofreció su botella de agua, cuando Peter se reincorporó. Agradecido, el chico aceptó la botella para dar un par de tragos.
"¡Peter! ¿Dónde te metiste? ¡Vamos!"
Peter regresó la botella de agua a su dueño. Se apresuró hacia donde Ego y Mantis estaban bajándose del otro Jeep. Sólo entonces, Peter tuvo oportunidad de echarle un vistazo al domo. Era un edificio rústico con una serie de pirámides de vidrio en el techo tratando su mejor esfuerzo por verse como cabaña de lujo.
En el arco superior del domo, Peter leyó Bienvenidos a Jurassic Park: Pabellón Safari.
Peter parpadeó. Se tornó hacia la puerta del Jeep que Mantis recién había cerrado. El logo de un esqueleto de Tiranosaurio Rex acompañaba el título.
Jurassic Park.
-¿Un parque? ¿Cómo un zoológico? ¿Qué demonios hace papá en un zoológico? Su trabajo científico estaba enfocado en el biotecnología, pero no era ningún veterinario. ¿Qué no había negado el mismo Ego que no se trataba de un resort?
"Permanecerán aquí unas horas. Tengo otros asuntos de los cuales hacerme cargo. Tenemos más visitantes en la Isla. Todo tiene que salir de acuerdo con el plan—Por aquí, apresúrense." Ego los empujó hacia el interior de una de las suites del edificio. La decoración era ridícula, con alusión a un safari. Las ventanas estaban cerradas y había cables desnudos en las orillas inferiores de la suite, como si siguieran bajo construcción. Peter aventó su mochila a una de las camas, comparando el tono beige de las paredes con lo que había vomitado en una de las macetas.
Descubrió que había una televisión contra la pared opuesta. Tenía un tarjeta de cartón en la parte de arriba, con el programa impreso. No era televisión por cable, eso sí. Peter encontró nombres de lo que teorizó eran de tipos de dinosaurios y sus hábitats.
Canal 2: Tierras Altas del Hipsilofodonte.
Canal 3: Territorio del Triceratops.
Canal 4: Pantano de Saurópodos.
Canal 5: Tierra de los Carnívoros.
Canal 6: Sur de los Estegosaurios.
Canal 7: Valle del Velocirraptor.
Canal 8: Pico del Pterosaurio.
"¿Velocirraptors?" Peter podía no ser un experto, pero conocía suficiente de dinosaurios para reconocer a ese tipo. Habían sido rápidos y con muchos colmillos, ¿qué no?
"No toques nada. Todavía no están funcionando—Ugh, Peter. ¿Qué dije?"
Peter, en efecto, obtuvo estática. ¡Que chatarra! Gruñó en decepción. "¡Este viaje apesta!"
"Peter, no empieces."
"¿Qué se supone que haremos aquí encerrados?" Peter gesticuló hacia Mantis. "¡Nos moriremos del aburrimiento, papá!"
"Kraglin permanecerá con ustedes. Ni siquiera se les ocurra salir del pabellón por su cuenta." Ego se acercó a la televisión para apagarla. Se tornó hacia sus dos hijos, y al no verlos convencidos, levantó su dedo en advertencia enfática. "Lo digo en serio. Está prohibido salir sin supervisión. Es peligroso, estamos en la maldita selva, por el amor de Dios."
"Tienes que estar bromeando." Peter, de repente, se sintió harto. No podían salir. No podían ver televisión. Estaba sudando y probablemente un mosquito ya le había mordido una pierna porque no dejaba de rascarse.
"Peter." Ego le jaló del hombro para obligarlo a darle la cara de nuevo. "Promételo. No saldrás de aquí y no pondrás a tu hermana en riesgo. Regresaré."
Peter sintió sus ojos humedecerse del coraje. Era tan injusto. No había pedido venir a este lugar. Su padre ni siquiera deseaba pasar tiempo con ellos. El abuelo Jason había estado tan equivocado. Apretó sus labios juntos para no soltar más de las maldiciones Kree que había aprendido. No miró a Ego a la cara cuando asintió.
Fue suficiente. Ego se dirigió a la puerta. Cinco minutos después, se encontraron a solas.
Una pausa.
"¿Crees que haya chimpancés?" Mantis se tornó hacia él.
Peter rodó sus ojos. "Como si me interesara." Ignoró a Mantis para aventarse sobre la cama donde había dejado su mochila. Se volvió a poner los audífonos.
De reojo observó a Mantis explorar la habitación con toda la paciencia del mundo.
Era algo que los diferencia a ambos. Mantis era tranquila, Peter era impaciente. Mantis se adaptaba a nuevos ambientes, Peter hacia más rabietas para aferrarse a lo que ya le era familiar.
Por lo menos, era lo que Ego siempre decía.
Mantis era altamente sensible, en parte por su personalidad y en otra, por su habilidad empática. Eso la hacía blanco de todo tipo de gente rara queriendo "hacer pruebas" de lo que podía hacer. Idiotas. Peter no podía estar con ella todo el tiempo, pero desde que habían comenzado a compartir vacaciones con Ego como en esta ocasión, Peter había hecho su mejor trabajo de enseñarle a su hermana cómo patear a esos tipos raros en la ingle.
Peter se abrazó a sí mismo y se dio vuelta sobre la cama para enfrentar la claraboya piramidal construida en el techo. Tal vez, si el cristal no tuviera grueso barrotes reforzados atravesados, uno podría disfrutar de una vista paradisiaca. En efecto contrario, Peter se sintió atrapado en una prisión.
And so I cry sometimes when I'm lying in bed
Just to get it all out what's in my head
And I, I am feeling a little peculiar
Star-Lord.
Peter solo podía admitirse a sí mismo lo que el sobrenombre significaba para él. Como lo hacía ansiar dejar este planeta y explorar el espacio. Su padre lo había hecho cuando había trabajado en Stark Industries en su programa de Biotecnología Espacial, todavía casado con su madre. Meredith lo había llamado su Space Man.
And so I wake in the morning and I step outside
And I take a deep breath and I get real high
And I scream from the top of my lungs
"What's going on?"
Luego, su padre había vuelto de su primer viaje intergaláctico y Ego había cambiado por completo. Desde entonces había estado lleno de historias, diciendo que la Tierra no era más que un grano de sal a comparación con las galaxias distantes a las que ya había visitado.
And I say, hey-ey-ey
Hey-ey-ey
I said "Hey, a-what's going on?"
Peter también quería conocerlas. Quería saber de qué se estaba perdiendo.
And I say, hey-ey-ey
Hey-ey-ey
I said "Hey, a-what's going on?"
"¡Peter!" El ataque a sus espaldas lo hizo brincar del susto. "¡No estés triste!"
Peter trató de escapar de las cosquillas a manos de Mantis. "¡No! ¡Quítate!"
"¡Vamos, ríete! ¡Quita esa cara de amargado!" Mantis le retiró de los oídos el llamado de revolución de canción de 4 Non Blondes. "¡Estamos de vacaciones!"
Entre risas involuntarias, Peter rodó sobre la cama. "¡Sí, y apestan!"
"No apestan." Mantis lo soltó por fin. Formó un puchero exagerado. "La selva es bonita."
"¡Y acalorada!" Peter se levantó de la cama. "¡Mírame, estoy todo sudado! No entiendo para que papá nos trajo aquí. ¡No podemos hacer nada, Mantis! ¡Para esto me hubiera quedado en casa!"
"Pero, entonces, no nos hubiéramos podido ver. Y en verdad quería ver a mi hermano… Te he extrañado mucho." Considerando su misión cumplida, Mantis se abrazó de la almohada de Peter, acostándose en la cama por entero. Peter rodó sus ojos con la invasión, pero había espacio para acostarse a lado de ella. Hubo un momento donde ambos observaron el ventilador del techo dar vueltas lentamente, los inicios de Creep escapándose por los auriculares alrededor del cuello del chico.
Las sombras de los barrotes caían transversalmente sobre la cama.
"Peter, papá está actuando raro."
Peter frunció su ceño. "Siempre ha sido raro."
"Más raro de lo usual." Mantis comenzó a apretar la almohada entre sus brazos. "No sale de su laboratorio privado en la mansión y cuando lo hace, es para viajar a estas islas… Esta es la primera vez que lo he visto más de cinco minutos en casi todo el año. Apenas nota mi existencia."
"¿En serio?" Peter sintió pena por la chica. Sonaba a una vida muy solitaria. "Mantis, lo siento."
Mantis guardó silencio otro lapso. Indicó estar en un punto donde no estaba segura si elaborar más de su experiencia.
Peter le sonrió al compartir miradas. Eso pareció ser todo el aliento que la chica necesitó.
"Me tiene entrenando mis habilidades todos los días." Su hermana levantó su mano enguantada sobre su rostro. "Creo que quiere que aprenda más de mis poderes para poder ayudarlo en su trabajo."
"¿Qué?" Peter se alarmó al instante. "¿Por qué piensas eso?"
"He husmeado en sus llamadas telefónicas. Me ha mencionado con este tal… Doctor Wyndham. ¡Te ha mencionado a ti también!" Mantis giró su perfil hacia Peter. Su expresión fue solemne. "Creo que es por eso que estamos aquí."
Un nudo se le hizo en el estómago. Había tenido un mal presentimiento. Y ahora, se empeoraba. Sin embargo, no deseó asustar a Mantis. "Pero, no soy como tú. ¿Cómo podría ayudarlo en su trabajo?..." Chocó su hombro contra el de su hermana en jugueteo. "Estás pensando demasiado, 'Tis."
"Todo el camino hacia acá estuvo haciéndome preguntas."
"¿Qué tipo de preguntas?"
"Como… '¿Sientes algo?' Pensé que se referían a percibir emociones, así que le recordé que solo puedo percibir sentimientos de personas que toco. Pero, siguió insistiendo. Quería saber si el tamaño de un ser vivo determina el poder de mi influencia sobre sus emociones… Según él, con el entrenamiento riguroso que he tenido, debería haber avanzado mucho más con mis habilidades."
Clásico de Ego, demandando cosas imposibles de ellos, cuando él raramente cumplía sus promesas.
"…Y preguntó otra cosa muy extraña."
"¿Qué cosa?"
"Quería saber si yo…" Mantis era inteligente para su edad, solo dos años menor que Peter, y lo dejó extremadamente claro al intentar darle una interpretación al comportamiento de su padre. "Si yo creía que podía influir en seres que han sido modificadas con partes cibernéticas." Los enormes ojos oscuros de Mantis lucieron profundamente perturbados. "Sé que no estoy loca. Te lo juro, Pete. Papá está planeando algo."
Mierda.
¿Qué se suponía que debía decir? Peter rascó su nuca. Al final, se guio por lo que sintió en su pecho. "No te preocupes tanto, no dejaré que te metan agujas por doquier." No estaba mintiendo. Nadie se metería con su hermana. "Te protegeré."
Lentamente, la expresión de Mantis se suavizó. Le ofreció una sonrisa. "Yo tampoco dejaré que te metan agujas por doquier."
"Grandioso." Peter volvió a golpear sus hombros juntos. "Es un trato. Le patearemos el trasero juntos a cualquier científico loco que se nos acerque."
Dos horas después, su padre no volvió. En lugar de eso, mandó por ellos con Kraglin. El tipo los pastoreó al Jeep haciendo conversación con Mantis, mientras Peter siguió pensando en la reciente revelación de su hermana. Mantis se sentó enfrente junto a Kraglin, y Peter retomó su lugar detrás del asiento del pasajero.
"¿Listos?"
Peter alzó una ceja. "Depende. ¿Voy a vomitar otra vez?"
"Jefecito, ¿dónde quedó su espíritu de la aventura?"
"En mis otros boxers." Peter no perdió el ritmo, sonriendo al oír a Kraglin reír. Eran pocos los que se reían de sus bromas, hoy en día. "Oye, ¿por qué no pones algo de música si voy a brincar como Kris Kross?"
"No puedo." Kraglin apuntó hacia el lugar del tablero donde debería existir un estéreo instalado. Solo era visible un sistema de radio. "Estos automóviles no están creados para divertirnos."
Peter suspiró. Volvió a presionar Play en su Walkman y se cubrió los oídos. Mantuvo el volumen bajo.
Esta vez, el trayecto fue corto, dentro del mismo recinto. Ahora sí, Peter puso atención en su alrededor.
Había letreros de Jurassic Park por todas partes. Parecía que habían construido, en efecto, un zoológico, o un parque temático en la Isla Nublar. Kraglin los condujo por la calle principal del recinto hacia el sur. La avenida estaba tapizada con tiendas sin inaugurarse de artículos promocionales del parque. Había cientos de señalamientos clavados en postes de madera, todo con el mismo estilo de rotulo tipo safari. Fue por estos mismos rótulos y la dirección tomada del Jeep, que Peter supo que se dirigían al Centro de Atención Turística, desde antes que arribaran.
"No puedo creer que papá nos haya traído a un zoológico de huesos, cuando podríamos estar divirtiéndonos en cualquier otro lado." Peter fue el primero en saltar del Jeep, en cuanto el automóvil frenó.
"¿Zoológico de huesos?" Kraglin resopló como si Peter hubiera dicho algo muy ridículo. Apagó el Jeep, salió y escoltó a Mantis hacia los escalones del Centro de Atención junto a Peter. "¿Qué te hace pensar eso, Jefecito?"
Bienvenidos a Jurassic Park, anunciaba un enorme letrero en letras blancas sobre un rotulo negro. Peter apuntó hacia el letrero con una expresión, Duh, ¿crees que soy tonto?
"Ya te lo dije, mi nombre es Peter." Peter corrió delante de Mantis, saltando dos escalones a la vez. "¿Qué diablos hace papá trabajando en un lugar así? ¡Es un científico espacial! ¿A quién le importa los huesos de lagartijas gigantes que vivieron hace millones de años? ¡Pudo habernos llevado a un viaje al espacio, en vez de esto!"
"Bueno, en una cosa no estás equivocado. Tu padre es un científico. Es el Perro Alfa, te lo aseguro. No está aquí para ser guía de turistas, ni para encargarse de relaciones públicas." Kraglin utilizó un tono de voz evasivo y nasal. Empujó de Peter cuando ambos hermanos entraron al vestíbulo del centro de atención y frenaron en seco al encontraron con un esqueleto armado de un Tyrannosaurus rex. A pesar de sus quejas, Peter tenía que admitir la impresión al encontrarse con tal monumento de huesos y colmillos. Sabía que había fósiles de dinosaurios en los museos, aunque Peter nunca había tenido interés en dinosaurios, particularmente. Su pasión estaba en las estrellas.
"Wow." Mantis se acercó al Rex como si estuviera aguantándose las ganas de acariciarlo como un gato. Torció su cabeza hacia arriba para registrar cada detalle del T-Rex. "¡Es tan majestuoso!" Se tornó a Peter. "¿En serio tienen criaturas como estas en tu planeta, Peter?"
"Hace mucho tiempo." Peter se encogió de hombros. "Antes que los humanos existiéramos." Rodó sus ojos. "Todos se han muertos, Mantis. No te emociones. No puedes adoptar uno hoy en día."
"Vamos, Peter. No mates las ilusiones de tu hermana todavía." Ego apareció por uno de los pasillos laterales del vestíbulo. Estaba sonriendo y vistiendo una expresión apacible. Peter pronto averiguó por qué: no venía por su cuenta. "Kraglin, gracias por traerme a mis hijos. ¿Falta alguien para el tour?"
"Martinex está transportando a los últimos visitantes. No debe tardar." Kraglin les echó un vistazo a Peter y Mantis, y luego asintió hacia Ego.
"Bueno, nos pueden alcanzar, no me gustaría que nos retrasáramos más. Peter, Mantis, vengan a saludar." Mantis obedeció con entusiasmo. Le gustaba conocer gente nueva. Peter primero analizó a cada una de las personas esperando detrás de su padre.
La primera fue la mujer de shorts cortos, botas, y camisa de manga larga remangada, su camiseta de botones estaba atada en su estómago. Era rubia con una expresión amigable. Vestía lentes. Fue la primera en acercárseles.
"Hola, Mantis. Hola, Peter. Soy la Doctora Sattler. Pueden llamarme Ellie."
"Mucho gusto." Mantis le estrechó la mano. Después, fue el turno de Peter.
"Hola." Peter murmuró. De cerca, la Doctora Sattler era bastante bonita. Peter sintió calor correr a sus mejillas. Detrás de Sattler, había un sujeto alto y delgado, vestido todo de negro. Vestía gafas semi-oscuras.
"Hola, campeón. Ian Malcolm, Maestro del Caos." Fue todo lo que el tipo le dirigió, guiñándoles un ojo. Lució irremediablemente cool. "Mi lady."
Mantis dejó salir una risilla.
"Alan, saluda." La Doctora Sattler llamó la atención—o lo intentó—del hombre acompañándola. Lució más como un obrero que un científico. "Este es mi colega, Alan Grant."
"Sí, um. Hola." Alan se mostró renuente a acercárseles más de lo necesario. Inclinó su sombrero de vaquero hacia ellos en saludo. Detrás de ellos, un tipo en traje formal murmuró algo parecido a un saludo, casi de mala gana. Aparentó estar molesto con verlos y aventaba miradas a las espaldas de Ego.
"De acuerdo. Empecemos en el segundo piso." Ego empujó a sus hijos al frente hacia las escaleras. Desde ese punto todo el grupo se movilizó al segundo piso. Pasaron frente a un cartel que decía:
SECTOR CERRRADO: MÁS ALLÁ DE ESTE PUNTO UNICAMENTE PERSONAL AUTORIZADO.
-Whoa, ¿quién diría que guardar huesos era tan importante? Peter no quiso otra cosa más que colocarse los audífonos otra vez, pero sabía que Ego lo mataría si lo miraba haciéndolo. Peter no quería terminar con su Walkman confiscado.
Recorrieron el pasillo del segundo piso. Una de las paredes era de vidrio y daba a un balcón con palmeras en la leve bruma. En la otra pared había puertas con letreros, como si fueran oficinas.
GUARDA DEL PARQUE.
SERVICIOS PARA HUÉSPEDES.
GERENTE GENERAL.
En la mitad del pasillo se toparon con un tabique de vidrio con otro cartel: PELIGRO BIOLÓGICO. Debajo tenía el símbolo que Peter había visto en muchos insecticidas.
PRECAUCIÓN:
PELIGRO BIOLÓGICO.
Este Laboratorio obedece los Protocolos Genéticos
USG p4/Ek3.
PRECAUCIÓN:
Sustancias Teratógenas.
Mujeres Embarazadas Evitar Exposición
en este Sector.
PELIGRO:
Utilización de Isótopos Radiactivos.
Peligro Potencial de Carcinogénesis.
Con tantas advertencias, Peter se preguntó si en verdad deberían estar aquí. Alejó a Mantis de aquellas puertas en específico, tomando su mano para que no se quedara de curiosa. Notó que los demás adultos lucieron intrigados, aunque no particularmente asustados.
Ego, a la cabeza del tour, volteó hacia sus hijos y los leyó como si fueran transparentes. "No presten atención a los carteles, sólo se pusieron por cuestiones
jurídicas. Les puedo asegurar que todo es perfectamente seguro." Ego fijó su mirada en los adultos. "Tal vez se han dado cuenta de que tenemos un mínimo de personal en
la isla. Podemos manejar este centro de recreo con un total de veinte personas. Naturalmente, tendremos más cuando haya huéspedes pero, por el momento, sólo hay veinte. Aquí está nuestra sala de control. Toda la reserva se controla desde aquí."
"¿Reserva? ¿Qué los lugares así no son para animales vivos que necesitan ser protegidos?" Peter preguntó. "¿Qué tienen miedo de que todos esos huesos de dinosaurios tomen vida y salgan corriendo de aquí?"
Ego sonrió de manera misteriosa. Gesticuló hacia una de las ventanas que daban a una sala oscurecida. Parecía una versión, en pequeño, de la sala de Control de Misiones de la NASA. Peter lo sabía porque todo lo relacionado al espacio estaba grabado en su cabeza. Había un mapa vertical del infame 'parque de huesos', hecho de vidrio transparente. Frente al mapa, un banco de luminosas consolas de ordenador era visible. Algunas de las pantallas exhibían datos, otras imágenes televisivas de alrededor del parque. En el interior de la sala no había más que dos personas, en pie y hablando. Peter sintió emoción al notar que una de las personas tenía piel azul y un extraño compartimento cibernético en su cráneo.
Era un alienígena.
"Genial." Peter aspiró en emoción.
Sabía que su padre tenía colegas del espacio exterior trabajando con él, pero esta fue la primera vez que lo tuvo en evidencia. Lo más cercano que tenía a un ser de otro planeta era Mantis.
"El hombre que está a la izquierda es nuestro Jefe de Ingeniería, Bruce Banner." Ego señaló a un hombre delgado en bata blanca y de lentes. Era joven, con cabello oscuro y rizado. "… y junto a él, nuestro guardaparque, Yondu Udonta. Podría decirse que es… un especialista."
Ojos carmines echaron un vistazo desde el otro lado. El Señor Udonta no lució impresionado con las caras bobas inspeccionándolo. Tenía un palillo en su boca, y lo torcía con cierto aburrimiento. Era un hombre corpulento. Al contrario de estar vestido para este tipo de clima, vestía todo negro como el Doctor Malcolm.
"Estoy seguro que quieren ver esta sala." Ego continuó. "Pero, primero verán cómo obtenemos el ADN de dinosaurio."
Peter lo admitió.
Las palabras no tuvieron mucho sentido inclusive cuando atravesaron una puerta metálica con el letrero EXTRACCIONES, después de que Ego la abrió con su tarjeta de seguridad. En el interior, todos se encontraron con una sala iluminada por una pequeña luz verde. Cuatro técnicos con guardapolvo miraban a través de microscopios, o bien observaban imágenes que aparecían en pantallas de vídeo de alta resolución. La sala estaba llena de piedras amarillas distribuidas sobre estantes de vidrio. A su vez, las piedras estaban reposando dentro de cajas de cartón, en grandes bandejas corredizas. Cada piedra tenía una etiqueta y un número escrito con tinta negra.
"No entiendo. ¿Esas piedras son huevos de dinosaurios?" Mantis susurró. Peter no tenía idea.
"No puede ser." Peter murmuró. "Todos son fósiles." ¿O no?
"Permítanme presentarle al alma de esta operación, mi colega, Herbert Wyndham." Ego gesticuló hacia un hombre de tez oscura que recién salía de un cuarto frio. Era más joven que su padre, pero más viejo que Bruce Banner. Peter suponía que andaba por los treinta años.
El apellido resonó en su cabeza. Wyndham. El hombre que Mantis había mencionado.
"Es el Genetista a cargo de esta división."
"Gusto en conocerlos." Wyndham se presentó como alguien tranquilo, sonriéndoles a labio cerrado y colocando sus manos detrás de su espalda. Como si tuviera este encuentro ya ensayado en su mente.
Ego apuntó a su colega y luego al resto del grupo. "Dejaré que les explique lo que hacen aquí."
"Lo intentaré, al menos." Wyndham rio de forma cortés. El hombre los invitó a acercarse a las mesas con las piedras doradas. "Si gustan seguirme, por favor."
Peter y Mantis fueron detenidos, sin embargo. Ego les dio señales con su mentón que se separaran del grupo. "Vengan conmigo. Puedo darles las notas de Clifford a escuchar toda esta letanía que tomará una hora de mi tiempo."
Ambos hermanos compartieron una mirada de aprehensión. "¿A qué te refieres, papá?"
Ego lo ignoró. Utilizó su tarjeta de seguridad para tener acceso a una de las tantas puertas metálicas. "¿Mantis, recuerdas lo que hablamos?" Lanzó sobre su hombro mientras avanzó por un largo pasillo.
Mantis mordió su labio inferior. Asintió.
Peter se colocó frente a la chica e infló su pecho. "Papá, ¿para qué nos trajiste a este lugar?"
Ego se volteó hacia ambos desde el otro extremo. Estaba frente a otra puerta, esperándolo. "No tenemos tiempo para tus berrinches, Peter. Tu hermana tiene mente propia para contestar por su cuenta."
"No si la estás asustado." Peter le retó de vuelta. "¡Me estás asustando a mi también! ¡Desde que llegamos no nos haz dicho nada! ¿Qué diablos es Jurassic Park? Pensé que odiabas ese tipo de cosas. ¿Cómo puedes estar trabajando aquí?"
Ego suspiró. Se tomó un momento y volvió a caminar hacia Peter. Cuando se agachó para quedar a su nivel, la expresión en su rostro fue impaciente.
"Se los dije. Esto es su legado. Tuyo y de Mantis." Ego lo tomó de los hombros. "Sé que estás fascinado por lo que existe fuera de esta atmósfera, Peter. Sé que lo quieres. Quieres seguir mis pasos. Explorar el espacio. ¡Pero eres demasiado especial para permitir que te expongas a esos peligros! Tu lugar es aquí. El de Mantis también. Ustedes son especiales. No tienen idea…" Ego se cortó a sí mismo. Sacudió su cabeza ligeramente. "Ustedes son mis semillas. Deberán ser fortificadas por lo que yo creo es adecuado, no por las ideas hippies de Mer, ni por sacerdotisas ingenuas que alaban dioses imaginarios en otro sistema solar."
Peter quiso protestar. Odiaba escuchar a Ego hablar mal de su madre. Ego era intimidante, sin embargo. Sus manos estaban apretándose alrededor de sus hombros al punto de calar.
"Ahora, escúchenme. ¿Quieren respuestas?" Ego, por fin, lo soltó. Apuntó hacia la puerta pendiente de abrir. "Vengan conmigo."
La orden fue tan dura que ambos no tuvieron opción. Siguieron a Ego hacia la puerta. Peter leyó el letrero: GUARDERÍA.
Ego deslizó su tarjeta. La puerta fue cerrada.
"¿Qué tenemos aquí hoy, Kathy?"
Era una sala circular, toda blanca. Había incubadoras de las utilizadas en las maternidades de hospital, pero estaban vacías por el momento. Trapos y juguetes estaban esparcidos por el piso. Una joven que llevaba una chaqueta blanca estaba sentada en el suelo, dándoles la espalda.
"No mucho." Vino de la joven. "Un raptor bebé."
La mente de Peter se atascó.
Puesto que, al levantarse, la joven dejó al descubierto algo más extraordinario que simples huesos fosilizados.
"Das't." Peter siseó.
Esta vez, su padre no lo regañó. Lució satisfecho, manos en su cintura. "Vamos, echen un vistazo."
Mantis fue la primera en apresurarse hacia la incubadora y su ocupante. "¡Peter, luce como una lagartija!"
No era una lagartija. Entre más se acercó, más colgó el mentón de Peter.
El animal que estaba en la incubadora tenía alrededor de cuarenta y cinco centímetros de largo, el tamaño de un mono pequeño. Era de color grisáceo-plateado oscuro con bandas azules. Sí, tenía cabeza de lagartija y hocico largo, pero se mantenía erguido sobre unas fuertes patas traseras, equilibrado por una cola recta y gruesa. Sus patas anteriores, más pequeñas, se agitaban en el aire.
La criatura enderezó la cabeza hacia un lado y miró con curiosidad a los visitantes que, a su vez, lo miraban con fijeza.
"Es tan lindo." Mantis comenzó a levantar su mano y luego frenó, recordando a Ego.
"Está bien." Ego caminó hacia ellos. "Por eso estás aquí, Mantis. Puedes tocarlo. En verdad, tocarlo."
Mantis lució en shock.
"Ten cuidado." Peter, a pesar de todo, se sintió igual de emocionado. No podía creerlo. ¡Era un Velocirraptor! ¡No es un fósil! ¡Un dinosaurio vivo!
Mantis se quitó los guantes y se los pasó a Peter. La criatura hizo un sonido inquisitivo al ver los dedos delicados de la chica acercárseles. "No te preocupes, no te lastimaré."
Los ojos del animal eran dos gotas doradas. No se cerraron al sentir el primer contacto de Mantis sobre su cabeza.
Hubo una pausa donde todos aguardaron. Mantis sonrió, familiarizándose con la piel corrugada del raptor.
"Se siente gracioso."
El raptor volvió a chillar.
"¿Qué percibes?" Ego presionó.
Mantis lució pensativa. "Tiene curiosidad. Quiere jugar."
"Oh, dios mío. Así que es verdad." Detrás de ellos, la joven científica llevó su mano a su boca. "¿En verdad puede sentir sus emociones?"
"Kathy, déjanos." Ego ladró de inmediato. La chica saltó apabullada. Indicó renuencia a querer irse, pero Ego era Ego. No lo desobedecías a menos que quisieras perder tu trabajo. Una vez a solas, Ego se tornó hacia Mantis de nuevo. "¿Algo más?"
"Todo es nuevo para él…" Mantis se escuchó sin aliento. "Le gusta—"
Lo siguiente que sucedió fue el Raptor saltando de la incubadora por sobre la cabeza de Mantis.
Directamente a los brazos de Peter.
"¡Mierda!"
"¡Con cuidado!"
"—saltar." Mantis terminó. "¡Peter, no te asustes!"
"Oh, um. Rayos, eres pequeño—¡No te caigas!" Peter agarró el velocirraptor primero con manos nerviosas. Sin embargo, como el raptor no mostró tendencia a morderle la cara, Peter se tranquilizó y lo atrajo hacia él. La criatura no pesaba mucho. Cerca de medio kilo, o un kilo. La piel era tibia y completamente seca.
La cabecita estaba a centímetros de la cara de Peter. Los ojos, brillantes e inexpresivos, contemplaron su rostro en profundo análisis.
"¡Le gusta la manera en la que hueles!" Mantis declaró, al volver a tocar al animal, ahora en la espalda.
"¿Podrías indagar en algo más profundo?" Ego intervino. "Estamos tratando de investigar la dimensión de sus emociones. ¿Procesan emociones como nosotros?"
"Diría… que no." Mantis deliberó. "Lo que siente… viene como corrientes esporádicas. Todo pasa rápido por sus mentes. Imágenes. Olores. Sonidos. Lo registran, pero… no sienten como nosotros, padre."
Ego lució pensativo.
"Hola, amiguito." Peter murmuró. "No me vas a morder, ¿verdad?"
"Es hembra." Ego ofreció, distraído. "Todas son hembras. Y no tienen dientes todavía."
"Oh." Peter se sintió aliviado. Sin esas preocupaciones, pudo disfrutar entonces del momento. "¡Mierda, tengo un dinosaurio en mis manos, Mantis!"
"Peter, no seas vulgar." Ego, sin embargo, ya estaba dándoles la espalda, su mente en otro plano.
"Esto es… Esto es tan cool." La pequeña velocirraptor le olfateó las manos y su camiseta. Después, se frotó la cabeza contra el cuello del chico. Pete lanzó una risita incrédula.
"Tiene hambre." Mantis volvió a declarar.
"¿Qué comerán?"
"Ratones en su mayor parte." Ego respondió, ahora enfrente a una de las computadoras del lugar. La pequeña raptor se inclinó hacia atrás. Miró a Peter y de nuevo meneó con rapidez los antebrazos en el aire. Peter vio las pequeñas
garras de cada mano. Después, la raptor volvió a hundir la cabeza contra su cuello.
"Les gusta el contacto corporal." Desocupado, Ego volvió a ellos. Luego, resopló cáusticamente. "Al inicio, al menos."
"Me hace cosquillas." Peter rio suavemente. Se la ofreció a Mantis. "¿Quieres cargarla?"
"Sí." Mantis tomó a la criatura con sumo cuidado en sus brazos. "Hola, de nuevo."
"¿Crees que puedas influenciarla?" Ego suavizó su voz. "¿Darle un comando y que lo obedezca?"
Mantis tragó saliva. "No lo sé."
"Inténtalo."
Mantis buscó de inmediato a su hermano. Peter trató de darle aliento con su sonrisa.
Mantis respiró hondo. Cerró sus ojos para concentrarse. La criatura se acurrucaba en su cuello.
Nada sucedió.
"¿Mantis?"
Mantis gimió en frustración. "Estoy intentándolo."
"Mm."
Mantis lo intentó. Justo como lo prometido. Nada sucedió más allá de la Velocirraptor chillando en la dirección de Peter, queriendo regresar.
Mantis suspiró y la cedió a Peter. Lució vencida, a punto de llorar.
"¿Qué intentaste indicarle?" Ego preguntó en tono bajo.
"Que saltara… hacia ti." Mantis susurró. Resonó sus narices.
Ego, para la sorpresa de Peter, no explotó en furia. Lució interesado. "Sus mentes son demasiado primitivas."
Peter y Mantis guardaron silencio. Peter aprovechó para acariciar la larga cola del Raptor. Un chillido salió del animal. Algo en su persona no estuvo de acuerdo con lo dicho por su padre. Había inteligencia en los ojos dorados de la Raptor. Sus cerebros debían ser diferentes, por eso Mantis no podía usar sus poderes de la misma manera. No significaba que fueran criaturas estúpidas.
"Bueno, no podemos estar aquí todo el día." Ego rompió el momento. "Peter, regresa el raptor a su lugar. Todavía tenemos otra visita que hacer antes de reincorporarnos al tour."
Peter se tragó a la decepción. Acercó a la raptor a la incubadora. "Perdón, amiguita. Tenemos que irnos."
Mantis se despidió con una caricia en su cabeza. "¿Podríamos visitarla otra vez?"
"Seguro." Ego ya estaba deslizando su tarjeta por la ranura de la puerta. "Andando."
Salieron al pasillo, pero esta vez, tomaron un ascensor a otro subnivel. Peter notó que estaban dirigiéndose hacia abajo.
"Antes de clonar con éxitos a esa Raptor y muchas de su especie, tuvimos que experimentar con otras formas de vida." Ego lo platicó de una manera que la información se escuchó trivial. "Llegar a este punto no fue de la noche a la mañana… El enfoque de la investigación de Herbert cuando lo conocí era la evolución. La mía, la biotecnología. Yo lo convencí de especializarse más en el campo de la genética, para así, juntar fuerzas. Tuvimos que comenzar desde cero."
El elevador se detuvo.
"Henos aquí." Ego esperó a que las puertas se abrieran para indicarles que salieran. "El principio de todo."
Este laboratorio era más oscuro que el de los niveles superiores.
"Hemos ayudado a muchos sujetos de prueba a evolucionar. A los que lo han deseado, al menos." Ego encendió un interruptor y luces fluorescentes parpadearon hasta quedarse encendidas. Su padre les apuntó hacia un ventanal en el fondo del laboratorio. "Sin embargo… yo diría que puede que Herbert los haya ayudado… demasiado."
"No veo nada." Mantis susurró. Ambos espiaron por el hábitat establecido en el otro lado de la ventana. A comparación con las incubadoras de lujo de la Guardería de Dinosaurios, este hábitat se mostró más viejo. Usado. Había tres divisiones, la primera albergaba lo que parecían ser jaulas semicubiertas con cobijas termales. Platos de comida. Había periódicos en el suelo, como las jaulas en las tiendas de mascotas. En la segunda división había un hábitat con una alberca artificial. La tercera división era la más grande. Lució como un salón de preescolar. Había una mesa y dos sillas. Restos de revistas y libros esparcidos…
Peter parpadeó.
Se acercó. Creyó haber visto—
—El bulto se volvió a mover. Estaba parcialmente escondido por juguetes. Peter necesitó de un momento para ver que el bulto estaba sosteniendo un pequeño pizarrón. El bulto estaba escribiendo algo.
Ego se acercó al flanco derecho de Peter. Presionó un botón en el tablero. Resultó ser un altavoz.
"P13, ven aquí. Tienen visitas. Y trae a L06 contigo. Hay alguien que quiero que vea."
Por un momento, nada sucedió.
"P13." Ego endureció su tono. "Ahora."
El bulto se levantó. No soltó el pizarrón. Comenzó a caminar hacia ellos.
Cuando las luces fluorescentes le bañaron, Peter reconoció la forma de dos orejas pequeñas y redondeadas. Color café oscuro. Un pequeño y esbelto cuerpo le siguió. Después, un cola esponjosa y anillada.
Peter parpadeó. Había esperado otro dinosaurio. "¿Un mapache?"
De inmediato, el mapache siseó en su dirección, desnudando sus colmillos frontales. "¡No soy un mapache!"
Los ojos de Peter casi se salieron de sus cuencas. ¿Acaso el mapache había…?
"Tsk, tsk. P13, ¿es esa la manera correcta de recibir a nuestros visitantes? Peter no sabe tu historia. No puedes culparlo."
De inmediato, ojos calculadores se instauraron en Peter. Eran caobas, con destellos rojizos haciéndose aparecer por la luz fluorescente. Eran realmente intensos. Un sonido indiferente se produjo de la nariz oscura. "¿Qué ves?"
"¡N-Nada!" Peter tartamudeó, enrojeciéndose hasta las orejas. Se sintió dentro de una película. No podía creerlo. Primero dinosaurios, luego un mapache que podía hablar. "Perdón." Movió su atención a su Walkman, sus dedos acariciando los botones, sin presionarlos.
Mantis, siempre la valiente, se agachó sobre la ventana y las ranuras que permitían que corriera su voz. "Hola, soy Mantis. Tienes orejas lindas."
P13 tocó sus orejas como si Mantis hubiera dicho algo profanador. "¿Lindas?"
"Él es mi hermano." Mantis jaloneó del brazo del chico. "Se llama Peter. Discúlpalo, le gusta quedarse mirando fijamente a las cosas, pero no lo hace para hacerte sentir mal."
P13 achicó su mirada, mirándolos con sospecha. Con la luz y la manera que ladeó su cabeza en consideración, Peter distinguió piezas de metal en sus mejillas. Peter frunció el ceño, recordando lo que había dicho su padre.
-"Hemos ayudado a muchos sujetos de prueba a evolucionar."
-Pero, ¿de qué forma? Peter sintió su estómago revolcarse con las implicaciones. -¿Qué ha hecho papá con él?
"¿Peter?"
Un rechinido vino de un punto en las espaldas de P13. Extremidades metálicas se estiraron alrededor de la silueta del mapache. Tres de cada lado.
Luego, dichas extremidades impulsaron un nuevo ser a las alturas en un movimiento muy similar a las tarántulas. Excepto que la nueva figura estaba cubierta en pelaje blanco y felpudo.
"¿Peter, aquí?" Vino de un bozal metálico cubriendo la mitad de la cabeza. Largas orejas semi-rosáceas se irguieron en atención. Ojos rojizos se conectaron con los verdes de Peter. "¿Peter aquí, visitando ahora?"
Un conejo.
-No, es una coneja. Peter retrocedió. No pudo mascullar algo por su boca. La bilis corriendo por su garganta se lo impedió. Conocía a esa coneja. Había creído haberla enterrado en el patio de la mansión de su padre dos veranos atrás. -Oh dios, no puede ser.
Fue Mantis quien se atrevió a preguntar lo que Peter tanto temió.
"¿Floor?"
[+][+][+]
Fin de Parte i.
[+][+][+]
NdA: Si el final fue traumático, pueden mandarle la factura de su terapia a Inubaki, fue una petición especial de su parte que incluyera a Floor como vieja mascota de Peter antes de caer en las manos del Alto Evolucionador. ¡Lo siento mucho! Esa conexión será VITAL de para la trama, créanme.
¡Oh, dios mío! ¡Estoy tan orgullosa de este inicio! ¡Había querido comenzar con esta novela por meses! ¡El crossover/fusión fic de GotG/JP que todos merecemos! ¡Yay! Me alegra tanto por fin tener la inspiración para comenzarla. ¡Tengo tantas ideas! ¡Estoy MUY EMOCIONADA!
Por favor, aprecio cualquier tipo de feedback, ya que alimenta mi entusiasmo por seguir escribiendo. También acepto peticiones que puedo revisar y ver si pueden ir con la historia.
Aunque sea repetitivo, quisiera darle un agradecimiento especial a Inubaki por brindarte ya casi el 99.9% de las ideas para esta historia. ¡Sin olvidar su hermoso poster! ¡Por fin tengo la oportunidad de estrenarlo! ¡Muchas gracias!
¡Por último, Feliz Año Nuevo 2024! Que todos sus sueños se haga realidad.
Xoxo
Asmos.
