Pinot Noir.

El maldito Potter y su fama de mierda quedando bien ante sus amados profesores, comadreja Ron pobreton Weasley presumiendo a su nuevo hoyo financiero y la amante de elfos… bueno aún no nos honra con su presencia, pero seguro que llegará vanagloriándose por sus grandes influencias en el ministerio. ¡Qué puta mierda!

¿Pero por qué había accedido a venir? "Reunión de paz" decía la invitación… mis huevos a que sólo es un intento desesperado por recaudar fondos para la reconstrucción del castillo, porque sí mucha magia pero de la nada no se puede reconstruir algo tan grande como Hogwarts. Y entonces aquí estoy "rescatando la dignidad", le había dicho su madre. Dinero es lo que quieren y dinero es lo que tengo, "voila" por eso me enviaron y por eso vine, oh que bella y estúpida ironía.

Suerte que nadie viene a esta parte del castillo, los pasillos son caprichosos pero si eres paciente entiendes tarde o temprano el patrón, excepto si eres Longbottom claro. Paso el tercer piso y subo a la escalera que se mueve con rapidez, corro porque sé que no se detendrá y solo tengo unos segundos para atravesar la puerta. Apunto y el hechizo hace lo suyo, me abre la puerta que rechina como si me extrañara de veras. La única bienvenida que realmente ansiaba, la del olor de esa vieja y rancia cava.

Tras un muy silencioso "Lumus" que ilumina las ennegrecidas paredes camino a paso seguro a través de los incontables estantes de botellas viejas y seguramente inservibles. Conozco este lugar como la entrepierna de Pansy Parkinson, ni siquiera necesito la varita porque sé a dónde voy, al girar sobre un pasillo a la derecha la luz de la luna me sorprende, no recordaba una ventana tan amplia en este lugar, ¿será algún daño tras la guerra? inmediatamente temo por mis preciados Whiskys, la única cosa sensata que debía haber protegido aquella noche, pero al llegar ella me recibe como si nada.

-¡Hola! me preguntaba ¿cuánto tiempo tenía antes de que llegaras?- dice

-¿Sangre sucia?, me alagas. No sabía que me esperabas.

- Sí, cómo no - responde mientras se lleva una copa a los labios y traga- hay mucho espacio Malfoy, ve a jugar con tus preciados Whiskys al piso de abajo.

-Quisiera, pero tu trasero está sobre mí barril favorito, ¿por qué no te vas tú y nos ahorramos la discusión? seguro te esperan ansiosamente en la fiesta.

- Aún no quiero ir, quizá más tarde pero gracias.

Pocas, realmente pocas veces me dejo dominar por la curiosidad, pero es que es la bruja del año, la más joven en ganar un premio a la paz con sus reformas a la ley mágica sobre muggles y criaturas mágicas, entonces qué hace aquí? embriagándose? ocultándose?

-En serio Granger, tu trasero está sobre mí barril favorito, si solo levantaras una nalga verías mi nombre en la tapa.

-Lo ví, por eso me senté aquí.

Inmediatamente se me seca la boca.

-Valla, que sucia! Sólo tenías que mandarme una lechuza y negociabamos. Te habría hecho el favor a cambio de una mejora en mi reputación.

Su rostro se gira y sus ojos me observan por primera vez, taladrandome. Odio, rencor, inteligencia, la nada y una media sonrisa. - Puedo hacerlo, sólo si el favor es muy bueno.

Su respuesta me aturde, me seca aún más la boca y la garganta me arde pidiendo alcohol. Lo dejo, porque sé que muy en el bajo vientre hay una reacción que necesito controlar. Bien, este es mi territorio, no me puede ganar.

Le quito la copa de las manos y bebo, agua tinta, apenas algo de alcohol, muy suave, nada de lo que venía a buscar. Me mira sin parpadear esperando una respuesta.

-No puedo decir que será el mejor favor de tu vida Granger, pero soy un hombre de palabra, cumplo todos mis acuerdos. Una cogida y una semana de negocios públicos, nada importante tú eliges el factor social a la causa que quieras. El dinero me sobra, ya lo sabes.

-Éstas idiota? - me responde inmediatamente y me mira con incredulidad, ya sabía yo que no podría llegar muy lejos.

-Se dice "No Malfoy muchas gracias, ya me cojo al encargado de San Mungo", si quieres puedes tirarme tu asquerosa copa de vino tinto y llevar tu digno trasero fuera de aquí.

-¿Y desperdiciar un excelente pinot noir?, por favor. Cogemos una semana y te doy otra de negocios. Es justo.

-¿Justo para quién?- le replico sin dar crédito a lo que estoy escuchando- Te cojo una semana y negociamos un mes.

-Y por qué no mejor cogemos un mes y negociamos una semana.

-No es negocio Granger, te llevas la mejor parte.

-No podrías asegurarlo, soy muy buena en todo. Tu reputación podría estar de vuelta en cosa de semanas. -

¡Demasiado bueno para ser verdad! Guardo silencio un minuto. Obligo a mi cabeza superior a pensar en un buen trato y no a blofear solo por molestar.

-Cogemos tres meses y negociamos 6, la estabilidad Granger…

Guarda silencio y me vuelve a taladrar con esos ojos marrones, sin pestañear. Por primera vez me siento dudando. ¿De verdad está aquí por casualidad?

La observo apenas en la periferia sin siquiera despegar un ojo de su mirada. Vestido negro corto sin mangas, muy muggle y muy corto, lo había mencionado ya? zapatillas de tacón negro, el último grito de la moda directamente traído desede mugglelandia. Pero qué pantorrillas… y ese labial tan intenso… será el color o es que ha bebido demasiado vino ya?

-Cogemos dos meses, te cojo uno más y negociamos todo el tiempo que eso dure. Mi última oferta, tómala o lárgate.

-Hecho!

Pero que…

-Excelente, exijo una prueba de calidad. - dice, mientras baja su trasero de mi whisky favorito y se acerca. - A menos claro que quieras tiempo para pensar en lo que acabas de hacer.

Una trampa, y caí con el suave suspiro de un "te cojo"... maldita mi suerte.

- Te puedo dar una prueba si eso quieres, pero tendrás que darme un contrato firmado, disculpa si no me fío de la gente del ministerio.

Sonríe, observa su copa casi vacía y la deja de lado.

-Precavido, me gusta señor Malfoy.- saca de un diminuto bolso en su regazo, un pequeño pedazo de papel- Mi tarjeta - explica, mientras con la punta de la varita le lanza un hechizo - Hago una promesa de negocio con el Señor Draco Malfoy a vencer en 3 meses. De la punta un rayo azul impregna el pedazo de papel. La miro entendiendo poco de cómo funciona, pero en cuanto mi mano recibe el papel, su voz resuena "Hago una promesa de negocio con el Señor Draco Malfoy a vencer en 3 meses".

- Funcionara, le digo mientras guardo su tarjeta en el bolsillo interno del saco. -... y se supone que debo besarte ahora?

Se ríe, suelta y tranquila y eso me desespera. No se que hacer con ella, si fuera Pansy ya estaría en cuatro pero es Sangre Sucia Granger!.

-No es la clase de prueba que quiero.- dice, mientras en un último sorbo atrapa el vino restante de la copa y mirándome a los ojos lo traga.

-Oh. - Ahora entiendo. Sus tacones resuenan en las baldosas mientras se acerca a mí.

-Noté desde hace un rato que estas algo tenso por aquí abajo, y yo, pues aún tengo sed. - me toca y me place y veo en sus ojos que eso le place también.

-Si no tienes inconveniente, me gustaría comprobar que todo funcione apropiadamente.

-Me ofendes Granger, pero adelante, date el gusto de convencerte por tí misma.

Aparentemente la maldita no tiene solo manos hábiles para escribir sus interminables reformas para el mundo mágico, me desabrocha el cinturón y el pantalón como si hubiera un hechizo no verbal. Su fría mano se roza sobre mi pene duro y puedo sentir como su tacto lo pone más duro. Eso le agrada, y a mi me agrada esta nueva Granger.

La miro divertido, pero ya no me presta atención, sus rodillas se han doblado y me ha bajado todo de un tirón, alguien tiene hambre. Me observa, pero yo solo puedo verla a ella a punto de comerse mi pene, abre la boca pero a penas me toca, eso me manda un escalofrío que nada tiene que ver con la temperatura del lugar. Maldición, quiero un trago!

Su lengua recorre la base de mi pene y sube a punto de darme una buena chupada, pero otra vez se aleja, ¿a qué juega?. Su mano fría está en mis pelotas, las masajea y las chupa, primero una y luego la otra, oh vaya se siente bien, pero sin previo aviso cambia tan rápido y por fin me chupa, de la punta a la base en un solo movimiento. No puedo evitarlo, me arranca un gruñido y me obliga a aferrarme a la orilla del barril más próximo. Una botella de vino se tambalea y por acto reflejo la tomo. " Pinot Noir, Rhone Francia 1995" Al carajo, me la llevo a la boca y me sabe a gloria!. Me ajusto a su altura y entonces entiendo lo que necesitaba, que se lo diera cómodamente.

Me toca con ambas manos, me acaricia las piernas, las bolas, el vientre y mi pene quiere explotar, lo contengo. Un poco más amigo mío, debemos dar un buen espectáculo hoy. Su cabello me estorba, sé que a ella le estorba, le ayudo a quitárselo de la cara y bueno, que buena vista. Esos labios carmesí comiéndose todo, ¿dónde te cabe tanto Hermione?.

El calor de su boca y su ritmo me golpean en oleadas de placer, siento mi cuerpo estrellarse contra su boda, los músculos tensos, esa sensación de placer aguardando. Oh por Merlín, cuanto quiero ensuciarla de verdad! Correrme y verla tragar. Uff, casi no aguanto, estoy en el límite. Mi mano sobre su cabello empieza a darle menos espacio para retirarse, la sujeto más fieramente y se lo quiero dar todo! Sé que puede, se que lo quiere y se lo doy. Gime y sus gemidos me llegan como descargas eléctricas que me sacuden y ya no aguanto más, se lo tengo que dar. Siento la presión desahogarse, siento la cabeza dando vueltas, los colores me nublan los ojos y ella me sigue chupando y yo le doy un poco más.

-Granger, ya me he corrido.- le anunció.

-Lo sé, pero aún estás duro y escurriendo.

La miro, valla que visión. Cerca de sus labios una gota de mi semen, sin pensarlo le toco la cara y la atrapa los dedos con la boca y los chupa mientras su mirada me taladra el líbido. Oficialmente se ha tragado hasta la última gota.

Oh, me sacude el placer de solo imaginarla haciendo otras cosas.

-Aún estás goteando, déja que te limpie.

-Estoy algo sensible, mejor déjalo así.

Se ríe, y su risa estalla en cada esquina de ese lugar.

- Mejor vete acostumbrando Draco Malfoy.