Hola amigos, soy Yuzu Araki

El día de hoy, 12, que es el día de la Virgen de Guadalupe, les vengo a traer otro one shot.

Esta vez será con motivo de los villanos que hubieron en la obra "Kamen Rider Pegasus", cuyo autor es un amigo mío y a quien yo considero como el mejor en lo que hace.

Recientemente, los últimos villanos que quedaban en su historia fueron derrotados en su totalidad quedando solamente el jefe final por lo que decidí hacer este one shot ya que uno de ellos es un personaje que yo cree y a quien yo quiero mucho... Y no, no es Blair o Dokuro Jo.

Bueno, ya explicado esto, comencemos con este one shot.

Espero que les guste.

Yuzu y fuera

PD: Sé que en su totalidad ninguno de los personajes pertenece a Love Live pero... ¡No me importa! ¡Inazuma Candy es como una hija para mí por lo que merece estar en este one shot y quizás en muchos otros a futuro!

Si quieren joderme solo porque les estoy dañando el fandom poniendo una nueva corriente, ¡Adelante! ¡Los recibiré con los brazos abiertos!

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-¿A dónde dijiste que ibas, Kawakita-chan?

-Pues me voy de paseo un par de días con Honoka. Ya teníamos tiempo que no hacíamos nada juntos, Candy.

Keiji ya tenía listas sus maletas para estar unos días con su novia, mientras que su compañera de apartamento, Inazuma Candy, estaba en el sofá jugando con su consola favorita, más específicamente estaba jugando Resident Evil 3. Le encantaba ese juego, y adoraba con fervor al boss del juego, puesto que le parecía el enemigo más genial y fuerte que haya existido jamás en ningún otro videojuego que haya pasado por aquella plataforma. Sin embargo, la rubia siempre podía ser todo oídos para su amigo peliazul cada vez que ésta le hablaba.

-Te dejo a cargo del apartamento, y vas a tener que regar las hierbas, y con eso me refiero a las verdes, las rojas y las azules.

-Entendido- responde la raijin alzando su pulgar.

-Y también dejé algo de dinero por si lo necesitas.

-Gracias, pero en el trabajo me acaban de pagar un bono excelente- La rubia sonrió en grande- El señor Yoshikata quedó complacido con mi desempeño en el campo de pruebas científicas.

-Entonces no hay nada más que necesite decirte- Kawakita tomó sus maletas y sale del apartamento- Como ya te dije, vuelvo en un par de días. Espero que no me extrañen por aquí.

-No te preocupes. Si alguien pregunta, pues le digo adónde fuiste para que no se asuste por no tener sus clases de música- Candy regresó su atención a la consola y continuó jugando- Enserio amo a este monstruo. Incluso en el nivel más fácil es jodidamente difícil de matar y le da bastante emoción al juego. Y una cosa que te digo yo ahora, Kawakita-chan.

-¿Qué ocurre?

-Que no se te olvide usar protección con Honoka-chan. Por algo dicen que donde pones el ojo, pones la bala.

-¡Candy!- La rubia se rió mientras el peliazul se ponía completamente rojo- Como sea, cuídate y evita los problemas.

Candy siguió jugando hasta haber superado completamente el juego, y luego de eso apagó la consola y la tele para irse a la cocina a preparar algo para almorzar. Era una suerte que Keiji se hubiera hecho a cargo de las compras el día anterior, por lo que la rubia no tendría que pasar por la molestia que significaba ir al mercado, especialmente porque la gente de las cajas siempre se le quedaban mirando raro cuando iba para comprar verduras.

Ya en la cocina se hizo un revoltillo con vegetales y trocitos de jamón, si bien usó la considerable cantidad de siete huevos para que así comiese bien, y también se hizo una olla enorme de arroz marinado para así completar el almuerzo.

-Es una suerte que mi sueldo y el de Kawakita-chan sea tan bueno. Así la comida nunca nos falta- dijo mientras se servía la comida par luego ir a la cocina.

Estaba lista para comer, cuando escuchó el sonido de su teléfono celular,, atendió y escuchó la voz de su amigo Otori, su compañero de salidas y más confiable compañero de trabajo.

-¿Estás disponible esta tarde, Rayito de Luz?

-Así es. Tengo todo el fin de semana libre, por lo que no tengo nada que hacer aparte de superar todos los juegos que me quedan, y como en una hora iba a empezar el Survivor, que un viejo amigo mío me lo recomendó bastante.

-Perfecto. La enana me había prestado su juego, y también me advirtió que estuviera con el ojo abierto, pues supuestamente para el año que viene saldrá un remake.

-Pues los rumores tienen que ser ciertos, si hasta dijeron que iba a salir un demo y todo, y también pude ver una par de trailers.

Candy y Otori siguieron hablando de sus juegos favoritos durante un rato más, cuando quedaban en encontrarse esa misma tarde en el departamento de la rubia y Kawakita. Era una suerte que la rubia hubiera limpiado de cabo a rabo el lugar pues cuando se lo proponía cumplía muy bien su labor. Luego de meditar aquello un rato, simplemente continuó en lo que se había quedado con la comida.

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Rato después...

El timbre de la puerta suena, y Candy abre para recibir a sus cuatro mejores amigos, un pelinegro vestido de motociclista llamado Takao Matsudaira, su amigo Otori que era un peligris de gafas que por cierto era médico de profesión, su pequeña amiga Nico Yazawa que era una loli pelinegra de coletas y por último un escorpión humanoide.

-¡Que onda, amigos!

-¡QUE ONDA CANDY!

-Que onda...- Decía la más pequeña del grupo con desgano.

-¿Y a esa que le pasó?- Preguntó la rubia extrañada.

-Una colombiana le quitó a su elfa

-Cállate Otori

-Vamos, enana, es verdad hasta tu pequeño hermano me lo confirmó.

-Puta mierda.

Candy ya había preparado para una toda una tarde de videojuegos, ver gameplays por internet y ver qué trucos nuevos habían descubierto los gamers taringueros y con cuentas en Wikia. Los cuatro jóvenes y el escorpión reunidos eran unos amantes totales del juego, y eso era algo imposible de negar.

-Chicos, ¿Van a querer palomitas?- La rubia mostró unos cuencos enormes que estaban hasta el tope, y los cuatro invitados aceptaron- ¿Con cuál juego empezamos? Ya estoy deseando empezar.

-Pues les aviso que me traje mi consola, y es que me traje toda la colección para la plataforma, incluyendo los remakes que han salido hasta ahora- propuso Matsudaira- Aunque tuve que sacrificar mucho de mi tiempo por culpa de Eli.

-Espero que no esté aquí esa tipa. La última vez que jugó hizo un berrinche y destruyó mi televisor. Tuve que sacrificar una parte de mi semestre para comprarme un buen LCD- Dijo Otori

-Es una lástima que yo no pueda disfrutarlo como ustedes. Todavía ahora sigo sin dominar correctamente mi transformación- se lamentó el escorpión humanoide.

-Pues nos hubieras avisado desde antes, desgraciada. Quédate quieta, Sasori-chan- Candy tocó con su mano derecha el cuerpo del escorpión hasta que éste volvió a su forma humana que era una castaña de ojos azules- ¿Mejor?

-No jodas... Volví a la normalidad. Te debo una, amiga.

-De nada, Sasori-chan. Para eso somos los amigos.

-No manches, ¿De verdad este es el apartamento donde vives con Kawakita?

-Sí- asintió la rubia

-No puedo creerlo... Este lugar es una maravilla- La castaña se puso a dar vueltas mientras miraba las paredes del apartamento, y los otros tres se le quedaban viendo con cara de póquer- Ya había olvidado lo que se sentía estar en un depa muy grande... ¡Ese Keiji! ¡Maldito desgraciado! ¡No sabía que lo tenía todo!

-Esta tipa de verdad que no conoce nada de nada- Dijo Nico entre dientes pero recibió una pequeña palmadita en la cabeza por parte de Matsudaira- ¡Auch! ¡¿Qué te pasa, idiota?!

-Tampoco no seas así con ella. No todos los días te das de cuenta de que alguien de nosotros es un ricachón.

-Pero verle el lado positivo- Otori miraba de reojo a la castaña- La tipa está muy sexy.

Mientras Sasori seguía estando maravillada por el departamento de Kawakita, los otros cuatro sujetos empezaron con la maratón de juegos, siendo un juego de Fortnite el primero que habían sacado. Como tenían la posibilidad de jugar en línea con otras personas, contactaron con Nozomi, Tokuda y Uzaki los cuales aceptaron gustosos la oferta y se pusieron a jugar por turnos en distintos escenarios, disfrutando en grande de los niveles y charlando sobre la calidad de los gráficos y cualquier falta que habrían visto con respecto a los distintos argumentos en los escenarios.

También se echaban unas risas cuando Uzaki terminaba no cogerle la lógica al juego y éste se ponía a protestar por la webcam.

-Pobre idiota- dijo Otori en cuanto pudo controlar sus risas- Es muy hábil y se ha ganado mis respetos, pero es que es jodidamente divertido verlo así.

-Miren esto, amigos. Tenemos una solicitud de inclusión- señaló Matsudaira ─. Dice que es de.. Genial, Elichika.

-¿Elichika? ¿Cuál Elichika?- se extrañó Candy.

-¿Pues quién mas?- Dijo Nico- Es la pendeja de Eli.

-A esa loser déjenla en visto. Esa buena para nada no es digna de unirse a nuestra fiesta- dijo Candy con desdén, y Matsudaira hizo lo que le dijo.

-Mejor así. Sólo los más pros se permiten en nuestra fiesta- dijo Otori- Y a todo esto, ¿Y qué están haciendo Ren y Mei? ¿Por qué no se han conectado todavía?

-Es que ellas prefieren unirse a las partidas nocturnas, pues de día están atendiendo el trabajo en la escuela- respondió la rubia anfitriona- Yo lo sé porque la semana pasada coincidí con ellas en las rondas nocturnas que Kawakita y yo hicimos en el evento, y ellas estaban aclarando aquello cuando Yoshikata estuvo de curioso preguntándoles.

-Ya veo. Eso lo explica todo.

-¡Muy bien! ¡Que comiencen los putos chingadazos! ¡Ataca!- Matsudaira exclamó mientras disparaba hacia varios de sus rivales, no era el único tanto él como sus demás amigos seguían en lo suyo- bueno, Nicotina, ¿Dónde mierda estás?

-Ando matando idiotas por aquí- Nico exclamó y en eso, alguien más apareció matándola- ¡Un campero! ¡Maldito campero!

-¿Te mató un campero?- Sasori decía y en eso, alguien disparó desde una torre matándola - mierda.

-No se preocupen, yo sé como hacer esto- Otori lanzó varios disparos hacia los que mataron a la castaña, acabando con ellos- Bah, solo por ser médico, no significa que no pueda jugar.

-Mi querida Nico-chan, juro que te vengaré, mi amor- dijo Candy mientras miraba de reojo a la pequeña pelinegra que estaba a su lado.

-Cierra el pico, oxigenada.

-Por cierto, escuché por ahí que la hija de los Nishikino anda con una colombiana- Otori decía, los demás vieron de reojo a Nico quien frunció el ceño.

-Como si me importara, llegué a sentir algo por ella, pero al final se fue con esa gata arrastrada, por mi que se jodan ambas.

-Oh, vamos enana.. no es como que te hayan puesto los cuernos, digo, si ya los tienes- las risas se escucharon ahí por el comentario de Matsudaira.

-¿O te picaron?- Sasori exclamó para más risas.

-Bueno, ¿y al final como demonios te llamas?- Nico preguntó a la castaña que estaba a su derecha.

-Soy Sonohara Shizuka, para servirte cariño- la mujer dijo para luego sonreír- ¿Y no quieres que te llevemos pañuelos?

-¡Jajajajajaja!- Nuevamente las risas se escucharon mientras que la pobre pelinegra ya estaba comenzando a apretar los dientes de la ira.

-Son un par de idiotas.

-No te preocupes Nico-chan, si esa tomatito de tetas y culo buenos no te quiso, yo puedo ser la que te cuide y mime- Candy le lanzó un beso a la pequeña pelinegra quien solo escupió a un lado.

-Si te me acercas, te usaré como abrigo de piel de león.

-Ay, entre más me rugen, más las quiero follar.

-¡Idiota pervertida!

Ya con el tema cerrado, los cinco sujetos continuaban jugando y poniendo a prueba sus habilidades en los niveles más avanzados del juego. Estaban bastante concentrados en el juego, al punto que no se dieron cuenta que alguien estaba abriendo la puerta.

Se trataba de un grupo de tres ladrones, los cuales querían aprovechar que los dueños de casa no se encontraban para así efectuar su robo, pero definitivamente no contaban con aquellas extrañas personas en la sala.

-No griten. Esos tipos parecen no haberse dado cuenta de nuestra presencia- advierte uno de los ladrones entre susurros- Vamos con rapidez y con cautela. Seguramente ese Kawakita debe tener joyas y cosas de las buenas. El muy jodido se forra muy bien en dinero.

Los otros dos ladrones asintieron de acuerdo con el líder y avanzaron en silencio, procurando que los cinco sujetos no fuesen a voltear por accidente, puesto que sabían que sería su fin si eso llegaba a ocurrir. Fueron agachados y dando sus pasos con el mayor cuidado posible, y se sobresaltaban cada vez que alguno de los sujetos se reía por algo que estuviera ocurriendo en el juego.

Era la primera vez en sus vidas que tenían tanto miedo a la hora de cometer sus acostumbrados pillajes, pero era lo que había que hacer. Llevaban varias semanas esperando ese momento como para echarse para atrás.

-Ahora se nos acaba de unir Sayaka Miki. Esa jovencita no aprende- dijo Otori- Hace unos dos días le di una lección ejemplarizante sobre cómo es que se juega, y ahora parece que viene por más.

-Acaban de eliminar a Yoshikata- observó Matsudaira- Tal parece que Wakana le ha dado una buena zancadilla al viejo. Eso le pasa por andar presumiendo tanto de ser el mejor boss de todos.

-Seguro que al rato lo vuelve a intentar para vengarse. Ya lo van a ver- dijo Candy al momento de derrotar a un grupo de lickers y hunters- ¡Tomen esa! A ver, quiero algo más difícil, que apenas voy calentando...

-Pues por ahí viene una avanzada. Tu deseo se acaba de cumplir, Candy- señaló Sonohara..

-Por mí perfecto, que los haré puré a todos ¡Estoy ardiendooooo!- dijo Nico con una sonrisa macabra.

-Y ahora Emu Hojo también se nos une. Ese tipo es de armas tomar... ¡Oh, y ahora también se ha conectado Taiga Hanaya y Hiiro Kagami! ¡Y también el puto amo Dan Kuroto!- dijo la rubia anfitriona- Es la mejor maratón de juego de la historia. Puedo olerlo- dice la rubia muy emocionada.

(Nota de la autora: Los personajes que hace mención Candy son pertenecientes a Kamen Rider Ex-Aid)

Los ladrones avanzaban temerosos y con las armas preparadas. No es como si eso les fuera a servir de algo. Sabían que no funcionarían para detener a los cinco, pero era todo lo que tenían a mano en caso de una emergencia. Ya habían hurgado en la habitación de Kawakita y sustrajeron todas las cosas de valor que podían llevar. Dejaron aquella habitación hecha un caos, pero de alguna manera lograron evitar hacer ruido, y ya estaban preparados para huir de allí.

Todo parecía ir acorde a lo planeado, pero uno de los ladrones empujó accidentalmente una mesita en la que había una maceta con una hierba roja, la cual se tambaleó peligrosamente y cayó al suelo. El ladrón milagrosamente consiguió parar la caída, pero en ello se desestabilizó el botín que iba cargando, y aquello sí consiguió caer al suelo con estrépito.

-Ay, mamá...

Candy, Otori, Nico, Matsudaira y Sonohara voltearon a mirar, encontrando así a los tres ladrones que instantáneamente palidecieron al saberse descubiertos por los presentes en la fiesta. Se dispusieron a dirigirse a la puerta para huir, pero rápidamente la rubia y compañía sacaron unas medallas y se transformaron en un león, un carnero, un toro, un cangrejo y un escorpión, todos ellos con apariencia monstruosa y atemorizante.

Los cinco monstruos estaban frente al atemorizado trío de ladrones, uno de ellos extendió una de sus manos para cerrar la puerta, cortando así el paso a los delincuentes.

-Mierda. Ahora sí que estamos- dijo uno de los ladrones.

-¡RRROOOOOAAAARRRR!- Candy quién era el monstruo león rugió como si fuera una orden de ataque para los demás monstruos.

Sonohara, que era el monstruo escorpión usó su aguijón para atacar con gran ferocidad, a lo que los ladrones empezaron a correr despavoridos. El primero de ellos fue rápidamente picado por el aguijón del escorpion, quedando inmediatamente fuera de combate.

Los dos restantes se metieron nuevamente en la habitación de Kawakita, y Candy, al entrar también, se quedó atónita al ver el desastre en que había quedado reducido.

-¡Desgraciados! ¿Tienen idea del esfuerzo que me requiere limpiar esta habitación y ordenar todas las prendas de Kawakita-chan en el orden correcto? Me va a matar en cuanto vuelva si ve todo esto así.

-No si yo te mato primero- el líder de los criminales sacó un gatling, y enseguida le empezó a disparar como loco- ¡Muere, fenómeno!

Candy, en su estado monstruo, fue atrapada de forma sorpresiva ante la ráfaga de balas que no solo la golpean a ella, sino que también destrozó la pared e hizo añicos todo lo que estaba cerca: Diplomas, retratos, placas, figuras decorativas, plantas, jarrones, un reloj... En fin, la cosa era que el criminal, en su desesperación por acabar con la rubia, estaba perfectamente dispuesto a destruirlo todo.

Candy estaba incapacitada para moverse mientras era empujada hacia atrás rápidamente por la ráfaga de balas que la golpeaban con una fuerza mucho más intensa en comparación con cualquier arma convencional, incluso las que normalmente se usan en una guerra, pero la verdad era que no estaba siendo realmente dañada, y su vida no peligraba en absoluto, pero los criminales estaban seguros de ser capaces de eliminarla de esa manera.

-¡Muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere!- dijo el acompañante del líder.

En cuanto a Otori, Nico, Matsudaira y Sonohara, ellos estando en igual estado monstruoso no se atrevían a entrar a la habitación debido a que también se verían atrapados por los disparos frenéticos con el gatling.

-Vándalos estúpidos, Creen que se están luciendo, pero lo van a pasar putas en cuanto Candy se libere- señaló Matsudaira quien regresó a su forma humana.

-Estos desgraciados tendrán el penoso honor de conocer la ira del León Dorado- apoyó Otori quien al igual que su compañero entró a la normalidad.

-Esperen un momento- En eso Nico que al igual que sus amigos entró a la normalidad, sacó de entre sus bolsillos lo que parecía ser un medallón con una cobra tallada.

De repente, se convirtió en una cobra humanoide con un cetro y de un solo movimiento envió una infinidad de cobras hacia los dos ladrones, el ejercito de cobras rodearon rápidamente a los ladrones, estos no se daban cuenta de ellos, a causa de su empecinamiento por querer eliminar a Némesis.

-¿Le robaste su medalla?- Le preguntó Sonohara a la más pequeña.

-De alguna manera quería joderle a esa niña rica.

-A eso le llamo, "Joderle la vida a la puta"- Dijo Otori entre risas.

-Muy bien pensado- dijo Matsudaira- Te felicito, creo que en estos momentos la tomate debe estar chillando por su puta medalla.

-Gracias- Entró a la normalidad y de un solo apretón destruyó la medalla de la cobra que usaba su crush.

Antes de que los criminales tuvieran la oportunidad de hacer nada, las serpientes invocadas por Nico los capturó y los desarmó, permitiendo que Candy tuviera libertad de movimiento, cosa que los ladrones recordarían por el resto de su vida, pues el monstruo león estaba furioso al ver lo que ocurrió con la habitación de Kawakita.

-Ahora sí que se pasaron de la raya. Espero que estén listos para sufrir las consecuencias.

Los ladrones estaban tan asustados que no conseguían evitar orinarse encima. Tenían ganas de llorar mientras veían a Candy acercarse y alistando sus garras. Estaban viendo la muerte respirándoles en toda la cara.

-Por favor no nos mates- dijo uno de los ladrones como si suplicara por un milagro.

-¿Matarlos? Jajajajajajajajajajajaja- La rubia comenzó a reír fuertemente hasta que volvió a la humanidad, la joven estaba ahora con un gesto tan duro que era motivo para que cualquiera se asustara y corriera a casa con su mami

Uno de los delincuentes tragó saliva.

-No se consideren tan afortunados- respondió la rubia con furia- Ahora ustedes tres van a limpiar y arreglar TODA ESTA MIERDA. Los quiero en acción ahora mismo, o de lo contrario los convertiré en cobayas de experimentación para el señor Yoshitaka, que últimamente se anda quejando de que no llegan muchos sujetos para experimentar con las nuevas medallas Zodiart que le han llegado. Agradezcan que no les metí mi Soukin Jizai Ken por el culo.

Los ladrones finalmente cedieron al llanto por el miedo, y al ser soltados (previa instrucción de Candy), empezaron a recoger todo el desastre que habían hecho con la habitación, y también tuvieron que comprar (con su propio dinero, pues ni Candy ni sus compañeros quisieron ayudar) todas las piezas de repuesto y los materiales para reponer y pintar la pared, intentando que la pintura coincida a la perfección con la que ya estaba.

Se suponía que iban para robar, y ahora estaban haciendo el trabajo más pesado que hayan hecho en sus vidas, y encima pagando para hacerlo. Realmente robar allí había sido el mayor error de sus vidas.

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Dos días después

Candy estaba pasando la aspiradora por la casa, manteniendo la impecable higiene que tanto ella como Kawakita tanto apreciaban allí. Su seguridad de que esos criminales no volverían era absoluta, puesto que el susto que se llevaron esos sujetos claramente los marcaría de por vida.

En cuanto terminaba la limpieza y se cercioraba que todo estaba en orden, apareció Kawakita con su maleta, y la rubia se ofreció para cargar el equipaje hasta la habitación de su compañero.

-Kawakita-chan, ¿Cómo te fue en tu viaje con Honoka-chan?

.Muy bien, Candy. La playa ha estado divertida, y también nos dedicamos a disfrutar de los tours por el bosque de palmeras y por el casco colonial del balneario- La rubia asintió tranquilamente, y el peliazul se sentó en su cama- ¿Y qué me cuentas tú? ¿Pasaste horas enteras jugando en línea con tus amigos?

-Sí, y también supe que Yoshitaka acaba de crear una página para subir gameplays, y que va a empezar con los primeros juegos sacados por la PS1.

-¿Y ese tipo todavía es capaz de mover los dedos?- Candy asintió divertida- Es increíble que hay gente capaz de retar sus propios límites, aunque me imagino que querrá contactar con algunos de ustedes para que también suban sus juegos en aquella página, porque de verdad le será imposible que lo haga él solo.

-En efecto. Ayer me llamó y me hizo la propuesta, y yo acepté porque pensé que sería divertido.

Candy y Kawakita se rieron durante un rato, y luego la rubia se ofreció para hacer el almuerzo, aunque se detuvo cuando oye al peliazul olfatear algo en el aire.

-Es extraño...

-¿Ocurre algo, Kawakita-chan?

-No me lo vas a creer, pero es que huele como a pintura. Pareciera que han pintado recientemente- dijo el peliazul, y la rubia se puso un poco nerviosa.

-A lo mejor son los vecinos de abajo. Recuerda que cada vez que cocinan, aquí se siente el olor como si estuvieran cocinando a nuestro lado.

Kawakita se encogió de hombros y decidió creer en lo que su amiga decía. Había sido una mentira bastante ingeniosa, y Candy sentía que podría respirar tranquila, pensando que el peliazul no se daría cuenta de lo que pasó en su habitación.