Basara llevo rápidamente a Mio a un lugar apartado de la vista pública, su urgencia le hizo chocar con alguien pero continuo. Llegaron a un motel y María lanzo hipnosis a la recepcionista para que les diera un cuarto. Los tres estaban dentro de una habitación, y Mio estaba sentada en la cama.
"Muy bien, ya estamos en un lugar oculto. María, ¿Qué le está pasando a Mio?"
María soltó una risa nerviosa mientras hablaba
"Jaja, creo que... La maldición se activo"
"¿Maldición...?"
Basara se detuvo, miro a María con una mirada inquisitiva que solo puso más nerviosa a María
"Cuéntame más..."
"Aja... jajaja..."
María retrocedió un paso y levantó las manos en señal de rendición
"Veras, la parte más importante del pacto es garantizar la lealtad del sirviente"
"Si..."
"... Y cuando este desobedece a su maestro se activa una maldición. El efecto de la maldición depende de la esencia mágica usada, y como yo soy un súcubo..."
"Tu esencia mágica provoca un efecto afrodisiaco"
Concluyo. María Ascendiendo. Basara inhalo una gran bocanada de aire
"¡IDIOOOOOOOTAAAA!"
Basara grito con tanta fuerza que María retrocedió varios pasos
"¿Por que no nos contaste sobre algo como eso? Pudimos haber usado la esencia mágica de Mio en su lugar"
"E-era importante transferir el pacto al heredero del Clan, el pacto los fortalecerá a niveles inimaginables. Además, el elemento mágico de la señorita es fuego, y la maldición la haría arder, y al usar su [Linaje] la magia de gravedad apalastraría su cuerpo y la mataría de una forma dolorosa. Y con usted la cosa no mejora..."
Por supuesto. Utilizar su [Linaje] seria desastroso, e incluso teniendo su otro poder para utilizar, Basara sabia que el resultado seria peor
[Banishing Shift]. El poder que Jin robo de un dragón y que Basara heredo. La auténtica manifestación de la aniquilación.
"¡Así que evite el peligro para la señorita con una maldición que solo la desmayara o, en el peor de los casos, freira su cerebro por el exceso de sensaciones!"
"Eso sigue siendo peligroso"
"¡ahh!... Cierto. Necesitamos detener la maldición"
"hahhh... ¿Cómo lo hacemos?"
Basara dijo con cansancio
"Para mitigar la maldición provocada por desobediencia, el sirviente debe ser subyugado por el maestro"
"... ¿Subyugar?"
Basara ladeo la cabeza. Miro a Mio y observo como esta tenia una expresión encantada y como doblaba su cuerpo hacia atrás y adelante.
"S-solo hazlo y ayúdame con esto"
Se veia increíblemente sexy. Basara trago saliva
"Bien ¿Qué tengo que hacer?"
"Muy simple. Solo tócala"
"¿...? ¿Tocarla, dónde?"
"En cualquier lugar servirá. La señorita es en este momento extremadamente vulnerable a los estímulos. Ella no tiene experiencia sexual, por lo que no se resistirá al placer. Seguramente necesitarás unos minutos para que se doblegue"
"E-espera María, ¿Estás diciendo que yo?..."
María le otorgo una sonrisa cariñosa a la sobresaltada Mio
"Aguante un poco señorita. Mi señor la hará sentirse bien, muy bien. Esto es por su bienestar"
Mio se tranquilizo al contemplar a María, y supo que todo estaría bien. Ella era su auto-denominada sirvienta y quien la salvo de morir, todo lo que hacia era por su propio bien
"No es como que por ser un súcubo tenga el inhumano deseo de verla a usted, la noble dama del Clan Abadón humillada, arruinada y mancillada. Perdida en la lujuria y entregándose en los placeres de la carne... Haciendo las más deliciosas expresiones de una puta cuyo cerebro fue derretido por el placer"
María gimió y puso una sonrisa lujuriosa mientras que se sonrojaba y se abrazaba a si misma
"¡Dese prisa mi señor! ¡Toque los puntos erógenos de la señorita y ayúdela a alcanzar el clímax!"
"¿No dijiste que podía tocar cualquier parte del cuerpo?"
"Si, pero eso significa que tomara más tiempo ayudar a la señorita a pasar por el placer. Si realmente quiere ayudarla, deberá de tocar sus puntos más efectivos. A menos claro de que quiera comenzar con algo de juego previo, también soy fanática de eso"
"Uf... Está bien"
No podía dejar que Mio muriera por algo tan estúpido. Se sentó al lado de Mio
"Kugh... ¡A-aléjate de mi, idiota!... Si haces algo te matare cien veces- Mmm"
"... Lo siento, pero eres esto rápido"
Basara se acerco y retuvo firmemente sus brazos para que no se resistiera. El simple toque de su piel obtuvo una reacción sonora por parte de Mio
"¡AHHHJAAHHH!"
Su piel estaba muy caliente, y su voz exhalando de placer toco un nervio dentro de Basara. El dio un profundo suspiro, e hizo lo que debía
Extendiendo una de sus manos comenzó a desabrochar el uniforme de Mio, quitando su corbata y desabrochando su blusa, dejándola expuesta mientras intentaba en baño forzar para cubrirse los senos ocultos solo por un hijo rosa.
La maldición era fuerte, solo eso explicaba como cuando comenzó a acariciar su pie ella era sumergida en un mar de placer, estremeciéndose y soltando una dulce e intoxicante voz.
Mio se recostó en la cama jadeando con un tono sensual
"Ah... ¿Ahh?"
Las manos Basara se deslizaron por su espalda, y con un simple "Click", desabrocho el sostén. El tomo la prenda y el arrojo fuera de la cama
"¡KIAAHH— ¿Eh?"
Mio intento cubrirse, pero sus manos fueron sujetadas. No por Basara, sino por María.
"No se resista señorita, esto es por su bien"
María le susurro en un tono dulce. Mio solo pudo mirar a Basara mientras su cuerpo era retenido y su interior se llenaba de una dulce sensación.
Basara dio un fuerte suspiro, y estiro su mano.
"¡HYAAAHN!"
El presiono uno de sus pechos
La sensación era exquisita. Aquella masa de carne firme pero flexible que podía cubrir sus cinco dedos y sin embargo le daba un placentero calor...
"N-no... Suelta-¡YO!"
Basara procedió a amasar aquellos pecho con gran dedicación, provocando arcadas en la chica, quien retorció sus caderas adelante y atrás en un ritmo frenético.
Así continuaron... Hasta que paso
"Ahh... Hy... ¡YAAAAAAHH!"
El cuerpo de Mio fue recorrido por una breve chispa, una tan fuerte que erizo hasta el último bello de su piel. Una sensación de placer absoluto la llena, y esta se fue vaciando lentamente, todo mientras su cuerpo experimentaba un estado de relajación
Mio se olvido de respirar por un momento
"Ah... ja... Ahh"
Pero después dejo escapar una larga respiración llena de un aire caliente
'No puedo creerlo. Yo realmente lo hice...'
La vergüenza consumió a Mio, y habría perdurado en su mente de no ser por un detalle
"¿P-por qué?"
El efecto de la maldición aun perduraba en su cuerpo
"No, no, no señorita, así no es como funciona. La maldición se activa por ir en contra del maestro"
Mientras decía esto María puso la cabeza de Mio en su regazo y la forzaba a mirar a Basara
"Mire atentamente. Este es su futuro amo, a quien deberá jurarle su eterna lealtad y devoción"
"Amo... Devoción..."
Mio murmullo. Su mente era un caos y no pudo formular oraciones complejas. María sonrió como solo una súcubo podría y se lamio los labios
"Mi señor, ¿podría liberar su aura? Los demonios se sienten naturalmente atraídos por el poder, por lo que nos facilitara el proceso si la impregna con su esencia"
Basara no respondió, en cambio exhalo un suspiro con el que libero su aura, un aura de un ardiente color esmeralda que tenia destellos rojos y dorados.
El cuerpo de Mio fue envuelto por aquella aura. Las energías sagradas y demoniacas se adentraron por su piel, atravesando sus poros y llenándose de su esencia. Los sentidos demoniacos de Mio estaban especializados en detectar y manipular la magia, por lo que cuando aquella aura tan dominante se adentro en su cuerpo, perfora en su alma.
"Ahh... ¡HAAAH!... ¡HYAAAAAAHH!"
Los sentidos de Mio fueron estimulados a un nivel nunca antes visto, sintiendo un nivel de placer tan alto como si basara la hubiera penetrado.
Gimió y grito, resoplo y babeo con una expresión verdaderamente nublada por el placer
Mio movió sus ojos mareados y vio a un chico mirándola
Ella vio a Basara Toujou
'Basara... ¿El es... Mi amo?'
Sus pensamientos se nublaron. Un temblor de felicidad recorrió su cuerpo ante la idea. El deseo instintivo de servirle a una existencia superior.
Por que cuando Mio miro a través de esos brillantes ojos esmeralda, ella vio el poder y la voluntad de dominar, la valentía y la voluntad de luchar, el cariño y el deseo de proteger.
Mio vio a través de esos ojos un futuro, un salvador y una familia
Ella deseaba servirle, jurarle lealtad y complacerlo. Ella deseaba someterse desde lo más profundo de su corazón...
"N-no... Y-yo..."
Pero no pudo. La maldición volvió a arder en su cuerpo.
María suspiro, pero no se veia decepcionada
"Lo lamento mi señor, pero tendremos que repetir el proceso hasta que la señorita se someta a usted"
Ella no parece triste o infeliz por eso. Basara se recostó encima de Mio, asegurándose de tallar con su rodilla la entrepierna de la chica
Mio exhalo un gemido e intento resistirse, y tal vez Basara se habría detenido, pero cuando la vio a los ojos se vio incapaz de hacerlo.
... Esos orbes rosados llorosos que mostraban ternura, deseo, miedo y lujuria, pero por sobre todas las cosas... Mostraban el deseo de ser sometida
xXx
El ejercicio de sometimiento de Mio duro mucho tiempo, pero ninguno sabría decir cuanto. Lo único que estaba claro es que con el último y más estridente grito de Mio, la maldición se calmo
Mio ahora descansaba acostada en la cama, completamente desprovista de ropa y absolutamente agotada
"Se resistió nueve veces antes de someterse por completo, ¡Usted es grande señorita"
"¿No deberías de decir algo al respecto? Tu eres su sirvienta"
"Es por eso que estoy tan feliz. La señorita esta bajo el cuidado y servicio del heredero del Clan, el hijo de la Reina del Abismo. ¡No podría haber resultado mejor!"
"¡Pero no esta bien! Somos primos"
Basara hablo con cansancio
"Bah! ¿Y que? ¡Somos demonios! Los demonios no desarrollan mutaciones genéticas por la mescla de genes como humanos. Para nosotros, es la mejor forma de preservar la pureza de sangre"
Basara quiso discutir eso, pero supo que seria inútil. María era una demonio y una súcubo. Por mas que su apariencia sea humana, no lo es
Tratar de atarla a su sentido común seria inútil
Aun peor, Basara noto que Mio inconscientemente estuvo tratando de someterse desde el principio, pero su crianza humana se lo impidió
... Pero lo que mas lo puso nervioso es notar que, en un grado inconsciente, el propio Basara comprendía y aceptaba estas costumbres
"... Supongo que no vale la pena hacerte pensar como humana" Basara suspiro con cansancio "Por cierto, Mio no desobedeció ninguna orden mía, ni si quiera le di una y la maldición se activo de la nada"
"El estado de vasallo significa doblegar su voluntad a su amo. Una forma de desobediencia es el tener la intención de monopolizar la atención del maestro. Cuando esa chica se acerco a ti la señorita se debió de poner celosa y activo accidentalmente la maldición"
María soltó una risita
"Ahh... El corazón de una doncella pura siempre es una experiencia excitante de contemplar"
"Espera, espera. ¿Cómo sabes que esa chica se me insinuó? No estabas ahí cuando se acerco y no te lo contamos"
Basara dijo con un tono de sospecha. María se vio repentinamente invadida por nervios y soltó una risa culpable
"B-bueno... Quería apresurar el proceso de sometimiento en la señorita para fortalecer el pacto y yo..."
María trago saliva
"Yo... Lance un hechizo a la chica para poner celosa a la señorita. Lo siento"
"Ya veo..."
Basara soltó un suspiro
"¿No esta enojado? Ya sabe, les oculte la maldición y prepare este escenario. Pensé que se enojaría conmigo"
"No soy yo quien le corresponde estarlo..."
Al momento en que dijo eso, la cabeza de María fue agarrada firmemente por detrás. No hacia falta decir quien lo hizo. María empezó a sudar frio cuando una penetrante voz la llamo
"... María, ven conmigo. Tenemos que hablar"
Mio arrastro a María jalándola de su pelo mientras la albina gritaba y pataleaba
"¡Ahh! Espere señorita, mi pelo, ¡Mi pelo duele! Por favor, ¡Solo quería ayudar!"
Mio ignoro las suplicas mientras la arrastraba al interior del baño
Durante las próximas horas se escucho una sinfonía de gritos y crujidos, así como el sonido de llamas ardiendo
Basara desplego una barrera para silenciar el ruido en el baño y decidió recostarse en la cama. Fingió no escuchar las suplicas de ayuda
