El esbelto cuerpo de Shenhua subía y bajaba mientras cabalgaba el miembro de Hachiman, el roce de pieles y el sudor abundaban en esa cama que se balanceaba con fuerza, finalmente los dos llegaron al clímax y exhausta Shenhua se derrumbaba encima del pelinegro, luego se alejó a lado izquierdo de la cama, Hachiman naturalmente sacó el condón de su pene y lo tiró al suelo, junto a una gran cantidad de condones usados por ellos, después tomó un empaque de condón nuevo y procedió a ponérselo, mientras eso sucedía Shenhua lo miraba con avidez.

−Se más rápido, hache −ordenó con deseo Shenhua.

−Maldición Shenhua, relájate, debe quedar bien puesto o quieres quedar en embarazo −respondió con voz ronca Hachiman acercándose a la pelinegra y comienza a besar el muslo derecho de esta y sube hasta lamer los senos de Shenhua y esta por su parte acaricia con ferocidad el miembro de Hachiman que se reanima para la siguiente ronda, comenzándola a penetrar de nuevo con velocidad y mordisqueaba los pezones de ella con travesura. Esa tarde se extendió todavía hasta las diez de la noche que terminaron la faena. Después del sexo siempre solo se levantaban y cambiaban, nunca existía una palabra tierna y ningún abrazo, únicamente placer, luego como si fueran solo desconocidos se despedían diciendo un simple adiós.

Hachiman sabía que era la última vez que tendría el cuerpo de Shenhua en sus manos, ya que el día siguiente partiría a su natal Japón, ya se había despedido de todos los que conocía y esa noche no solo se despediría de Shenhua sino también de Dutch y los demás en especial Revy. Cuando llegó al edificio de la compañía Lagoon, quien le abrió la puerta fue Benny quien sorprendido lo hizo entrar y pudo ver que en la sala Dutch, Rock y Revy jugaban póker y tomaban cervezas, al verlo le sonrieron y le invitaron a jugar, Hachiman con una sonrisa aceptó.

− ¿Y qué tal tu trabajo con Balaika? ¿Conseguiste lo que querías? −indagó Dutch.

−Bien y si conseguí todo lo que deseaba −respondió Hachiman mientras se sentaba y prendía un cigarrillo ruso dándole una calada profunda.

−Vaya, ahora fumas, que mal ejemplo te hemos dado −comentó Rock mirando sus cartas.

−No es nada de eso, solo ayuda a relajar mi mente, por cierto, vine a despedirme de ustedes, mañana regreso a mi lugar de origen, que resultó ser el mismo que el tuyo Rock, soy japones como tú −explicó Hachiman ordenando las cartas que le dieron, todos le dieron una mirada sorprendida, pero siguieron jugando.

La noche pasó y Hachiman observaba desde la ventana la calle de Roanapur, los demás tripulantes ya se acostaron a dormir menos Revy que tomaba una cerveza en el sillón.

−Ve a dormir, tienes un largo viaje, Hache −murmuró Revy.

−Realmente no tengo sueño −respondió Hachiman.

−Ya veo, vámonos a caminar al puerto, ando aburrida −ordenó Revy, Hachiman asintió y salieron a caminar, había poca gente y viaje hasta el puerto fue silencioso, al llegar se sentaron en el suelo y miraron el mar.

−Hache, me alegro que vuelvas a donde eres, pero es lamentable, tus ojos están muy podridos, tú has asesinado personas, no lo comenté por Rock, pero tienes una mala mirada −comentó Revy.

−No me dirás algo como, yo te lo dije, te lo advertí y yo te responderé es verdad, mis manos tienen sangre −respondió con cinismo Hachiman.

−No, no soy tu madre o algo así para criticarte, pero estas seguro de irte estas contaminado por este lugar, y si te rechazan, ¿Qué harás, hache? −indagó Revy.

−Lo estoy, pero tengo personas esperándome y si me rechazaran, simplemente buscaría mi maestra de Roanapur y si ella me rechaza supongo que vagaré hasta que la muerte me abrace −contestó con simpleza Hachiman.

−Eso último es horrible, estoy segura que ella te aceptará, así el mundo te odie −con una sonrisa Revy afirmó.

−Eso es realmente bueno, por cierto, soy Hikigaya Hachiman, Revy ese es mi verdadero nombre, lo sé por el informe de Balaika, aunque solo recuerdo pequeñas cosas, pero estoy bien ya volverán mis recuerdos−comentó Hachiman.

−Es así, pero tú eres Hache para mí, no me importa si para los demás ese es tu nombre, aunque supongo que es importante para ti darme tu verdadero nombre −comentó con una mirada triste Revy.

−Gracias Revy −murmuró Hachiman.

Finalmente, el día vislumbró y Hachiman en un viejo barco partía a Japón, Balaika planeó todo, desde la llegada a Japón hasta el encuentro con los policías que lo llevarían a su hogar, al igual que todo lo que calcula la mujer rusa, todo se cumplió a cabalidad. Ahí estaba Hachiman en la estación de policía, todo cambiado y pulcro, en el otro lado de la habitación observó tres personas que al mirarlo empezaron a llorar.