Nota: Pensé en actualizar Magic Dolls con esta temática, pero sinceramente quiero hacer algo corto debido a que sinceramente han sido días difíciles para venir a ponerme al día. Además, mientras fregaba una idea vieja la pude convertir en una cosa más interesante que compagina con la canción "Souvenir" de Lasso. Así que les recomiendo escuchar la canción antes de empezar a leer.
Día 1 SenHaku Week de X (Twitter)
Tema: Amanecer / Atardecer.
Título del fanfic: Renunciar o no.
…
Senku odiaba los vuelos largos que interrumpían sus investigaciones, los odiaba infinitamente porque le restaban horas de sueño y la verdad le parecía totalmente absurdo perder sus horas de descanso, pero lamentablemente en el momento en que se le había ocurrido mantener una relación a distancia había tenido que aceptar que eso era un compromiso totalmente absurdo.
La verdad, ese compromiso absurdo era algo que Senku tenía algún tiempo queriendo romper, pero cada vez que se reencontraba con su novia, era como si su cerebro dejara de pensar lógicamente y se le hacía imposible decirle que tendrían que dejarlo. Sin embargo, con lo cansado que se encontraba en ese momento estaba totalmente dispuesto a finalizar todo de una vez.
Acomodó algunos mechones de su cabello blanco-verdoso que con el sudor de la frente habían perdido su rigidez y no le permitían ver, mientras arrastraba sus maletas deseando ver de una vez a la leona para que le ayudara. Tener que pagar extra por el equipaje para poder llevarse sus equipos y seguir trabajando en ese país era una odisea, pero lamentablemente ambos trabajaban en cosas totalmente diferentes, pero que en ocasiones podían mezclarse ya que la casa de su novia era bastante grande.
"¿Por qué tarda tanto?" —salió del aeropuerto viendo cómo el calor pegaba fuertemente, revisó su teléfono en ese momento, que se había actualizado con el cambio de región.
El Cairo – Egipto
01/09/2024
11:42 horas
30 °C
El calor era abrumador, pero Senku ya pondría fin a todo.
…
Estaba llegando tarde a buscar a Senku, pero había tenido un accidente cuando examinaba unas ruinas que habían sido un dolor en el trasero después de que, a su mejor amiga, Suika, casi le cayera encima una roca enorme, la cual había atajado con su fuerza superior. Y es que Kohaku no era cualquier chica: era una increíble aventurera con una fuerza descomunal para el promedio femenino. Ya vendada, había salido sin prestarle mucha atención a las indicaciones y pidiéndole a su amiga que tomara nota y después hablaran. No podía dejar de pensar en verlo.
La rubia subió a su Jeep y aceleró para llegar lo más rápido posible al aeropuerto. Encendió la radio y escuchó el informe del clima, dándose cuenta de que estaría bastante caluroso y seguramente Senku estaría bastante enojado por el estrés que implicaba el viaje, pero no importaba. Sonrió abiertamente, pensando en lo feliz que se encontraba con su pareja, amaba sus aventuras como estudiante de Arqueología, pero amaba también cada momento que pasaba con él.
El teléfono sonó y vio que era una llamada de Senku.
—¡Ja! ¡Ya estoy en camino! Lamento haberme atrasado, ¿hace mucho que me esperas? Seguro no puedes esperar para verme —se burló ella.
—Eso es totalmente ilógico, tengo ya 18 minutos y 8 segundos esperándote y tengo mucho equipaje, leona, por favor, apúrate —expresó él, indignado.
—Ya estoy llegando, escoria. Y no me llames leona —se quejó Kohaku.
Pisó más fuerte el acelerador, moviéndose por las calles como si no tuviera ningún tipo de sentido común y segundos después estacionó en el medio del estacionamiento en el peor lugar y posición posible, para luego correr a la entrada donde un cabello blanco-verdoso le alertó de dónde se encontraba su novio. Lo ayudó a cargar las cosas con su fuerza superior y después de subir todo en el Jeep antes de que los policías quisieran amonestarla, arrancó tan rápido que a Senku apenas le dio tiempo de ponerse el cinturón de seguridad.
…
Era ilógico cómo perdía todo el sentido común cuando estaba frente a esa leona, cuando la miraba fijamente a esos ojos turquesa que lo enloquecían, y cuando terminaban teniendo sexo desenfrenado. Y pues eso había ocurrido, tras llegar a la casa de Kohaku y ambos tomar un baño (juntos), estuvieron por horas atrapados entre las sábanas.
Tras descansar, ella lo ayudó a instalar el laboratorio en el sótano donde siempre trabajaba y en donde el aire acondicionado era lo suficientemente bueno para que ninguna máquina se sobrecalentara y empezaron con lo de siempre, aunque sí notó que Kohaku estaba más distante de lo normal y no parecía querer hablar del tema. Su aniversario sería unos días después, el 10 de septiembre, pues habían empezado su relación justamente durante uno de los cumpleaños de Suika.
Senku no encontraba la mejor manera de decirle las cosas, y lamentablemente el tiempo transcurrió, los días en Egipto iban a finalizar, y todavía él no le había dicho nada, pero algo le decía que sí podría obtener una respuesta favorable de Kohaku, especialmente por cómo se había comportado extraña los últimos días, supuso que ella también sentía algún tipo de incomodidad respecto a la relación.
El día de su aniversario, Senku y Kohaku fueron a pasear por el Parque Al-Azhar, el cual era ya conocido para ellos, les gustaba pasar el día juntos, y, especialmente, ver el atardecer. Era hermosa la visión del atardecer desde el parque y generalmente hacían un picnic para merendar y hablar de trivialidades y luego ver tranquilamente el atardecer, como una forma de recordarse a ellos mismos que después de un día difícil, siempre habría atardeceres de reflexión.
Pero en ese momento, hasta el atardecer del Parque Al-Azhar, que tanto marcaba su relación a distancia, se había convertido una experiencia realmente triste.
—Debo hablarte… —dijeron al mismo tiempo después de comer, mientras se volteaban al horizonte y veían cómo se ponía el sol—. Tú primero —volvieron a hablar al mismo tiempo.
Se sonrieron y luego fue Senku el primero en hablar.
—Yo… no sé cómo empezar esto, porque creo que será igual de duro para mí y para ti, en especial si lo digo en este lugar que ha sido tan importante en nuestra relación, pero… creo que lo mejor es que lo dejemos hasta aquí, Kohaku —habló, sin mirarla a los ojos, sólo viendo el atardecer.
Ella no dijo nada, pero él no quería voltear a verla, porque no podía sucumbir.
—Es demasiado extenuante seguir queriendo estar juntos, seguir viéndonos y hacer estos viajes que sólo nos agotan. Vengo muchas veces porque me gusta aprovechar de hacer mis investigaciones, pero ya no puedo más, son muchas horas de viaje que no se compensan con el poco tiempo que estamos juntos —continuó él, intentando mantener la seriedad y mirando al infinito, como si nada.
Escuchó los sollozos de Kohaku, y se sintió la peor basura del universo. Eran novios desde la adolescencia, pero cuando Kohaku había escogido irse a estudiar con Chrome y Suika a Egipto, todo había empezado a ser complicado, los viajes, a veces mensuales, a veces trimestrales, las despedidas que eran agotadoras, incluso para él que estaba acostumbrado a la distancia hasta con su propio padre.
—Yo sé que podrás superarlo, eres tan fuerte como una leona, pero yo realmente necesito concentrarme más en mis investigaciones. Llámame egoísta, si quieres, pero no puedo atrasarme más, no puedo seguir perdiendo tiempo valioso, horas de sueño, ¿por una mujer? ¡Vaya! Es absurdo decirlo, hasta para mí. —Lanzó una risa irónica.
Era como si algo le impidiera alejarse, era su delirio, quería conservarla siempre a su lado, quería que ella estuviera para él, incluso aunque pasaran los años, pero él realmente no tenía tiempo, quería dedicarse a sus cohetes, a sus proyectos en la JAXA.
Desvió la mirada al sentir una lágrima escaparse de sus ojos.
—Serás siempre la única persona a la que amaré, pero la distancia es muy cruel, leona. —Ella ni siquiera le estaba reclamando por decirle "leona" y Senku supo que las cosas estarían mal, pero ya no había vuelta atrás—. Y tener que escoger entre tú y mis sueños ha sido difícil, Kohaku, absurdamente difícil, pero creo que no podré estar tranquilo hasta llegar al espacio.
Miró fijamente el atardecer, ya casi no se veía el sol y la estrellas se convirtieron en un factor reforzador de su argumento. Ver esas estrellas tan brillantes, distantes, distribuidas por el universo, sabiendo perfectamente que le esperaban, que algún día, si se esforzaba, podría lograr alcanzarlas, eso fue suficiente para seguir adelante.
—Algún día estaré en el espacio, como siempre soñé, y me doy cuenta de que el amor no es más que una ilógica distracción. —Finalmente volteó a verla, y las lágrimas en los ojos de ella seguían brotando—. Siento mucho no poder ofrecerte más.
Ella negó con la cabeza, y se secó los ojos.
—Tus sueños siempre han sido primero, Senku —habló un poco entrecortadamente Kohaku—. También serás siempre la única persona a la que amaré, y si nuestro destino es no ser más que amigos, estaré siempre dispuesta a darte mi apoyo, y caminaré junto a ti, si es necesario, en este proceso de lograr paso a paso alcanzar tus sueños —expresó ella con tranquilidad, dedicándole una hermosa sonrisa, que no compaginaba con sus mejillas hinchadas y sus ojos llorosos.
Estuvo tentado a rectificar, sabía que no podía dudar entre renunciar o no, pero definitivamente no era el momento de estar con alguien más. La amaba y la amaría por siempre, pero ellos tenían historias opuestas, caminos separados y objetivos distintos.
—¿Qué querías decirme? —preguntó él.
Ella negó con la cabeza.
—Es tarde, volvamos a casa —expresó ella, mirando al horizonte, donde ya no había un atardecer, sino que simplemente se veía la oscuridad de la noche, y las hermosas estrellas que tanto Senku anhelaba alcanzar.
…
¡Y eso es todo! Aquí quedarán con la duda sobre qué le iba a decir Kohaku a Senku, pero bueno, ese no era el objetivo de la historia, ¡pero ya habrá algún tiempo para ello!
En fin, estoy atrasada con la SenHaku Week, pero pronto me pondré al día, porque esta semana creo que no tengo tantas cosas para hacer, así que bueno, ¡poco a poco y a paso de vencedores!
Como saben, los personajes de Dr. Stone no me pertenecen, pertenecen a Inagaki y Boichi, yo sólo los uso para mis historias.
Y espero que puedan dejarme comentarios, que me motivan a seguir escribiendo y a no rendirme con esto.
