En la entrada de la cabaña se podían ver a Raven y a Issei, quien había bajado de dónde estaba viendo las estrellas. El chico se encontraba de brazos cruzados mientras veía expectante a la mujer delante suyo.

Hace un momento la había visto con una foto en la mano en donde salían ella y un bebe. No había que ser un genio para saber que la infante de la foto seguramente era Yang, pero eso le generaba una duda. ¿Por qué ella tenía algo como eso sí, en teoría, abandonó a su familia? Necesitaba respuestas.

-¿Y bien? Estoy esperando Raven.

La mujer solo soltó un suspiro ante la mirada seria del adolescente frente de ella. Sabía que en esta ocasión no tiene forma de huir y aun si intentara usar sus portales sabe que él no dejaría el tema… Es más, lo cree capaz de decirle a Yang sobre la foto.

-Es… Un recuerdo. Uno de una buena época…

-Eso no responde a mi pregunta.

-Mira es solo… Ugh, es una larga historia.

-Tenemos tiempo, no es como si mañana fuéramos a Haven de una vez. – Se encogió de hombros no dispuesto a dar su brazo a torcer. – Así que vamos Raven. Soy todo oídos.

-...Supongo que no hay de otra. – Suspiro tras decir eso. – Supongo que sabrás cómo se obtiene el poder de una Maiden. ¿No?

-Si no mal recuerdo, Ozpin dijo que se consigue de tres formas. La primera es que la actual anfitriona muere y el poder pasa a la última mujer en la que pensó. La segunda es que otra mujer mate a la actual anfitriona y el poder pasa a esta. Por último y lo más común-.

-Que el poder pase a una mujer de forma al azar… Ese es mi caso.

Issei vio a la pelinegra con algo de sorpresa. Eso no lo espero.

-Un día de la nada justo cuando estaba apunto de darle tomar a Yang de su cuna para darle de comer, sentí como alguien me hablaba y de la nada termine lanzando un rayo que quemó la cortina… Te imaginarás mi reacción.

-Un susto de muerte imagino…

-Eso es quedarse corto… El rayo por suerte le dio a la cortina, pero si hubiera ido un poco más abajo… – La mujer cerró los ojos con fuerza y sacudió la cabeza en un intento de alejar la idea.

-Creo empezar a entender… – El Sekiryuutei se llevó una mano a la cabeza al imaginar por un momento… – Pero eso no explica el porqué te fuiste.

-Claro que lo explica. – Issei la vio con duda. – Traté de tenerlo ocultó por un tiempo, pero incluso cuando estaba en calma podía sentir la magia manifestarse aunque fuera solo un poco. ¿Te imaginas lo que es no poder tocar a las personas que aprecias sin usar guantes por miedo a hacerles algo involuntariamente?

La verdad no podía imaginarlo. La sola idea de que pueda lastimar sin querer a sus amigos o a las chicas…No lo soportaría.

-Además que por lo de Salem, el riesgo era doble. Es por eso que decidí marcharme.

-Pero… ¿Por qué no decirle a tu equipo o a Ozpin? – Preguntó mientras suavizaba un poco la mirada. Por su parte Raven solo soltó un pequeño bufido.

-Si se lo hubiera dicho a Ozpin no dudo que igual me hubiera alejado para "mantenerme" a salvo, siendo lo único que le importaría es el poder de la Maiden.

-Ya… Ozpin era bastante idiota antes. – Issei recordó el trato que tenía con el mago al inicio y… Si, puede entender por qué no dijo nada.

-En cuánto a mi familia… No podía arriesgarme. – El la vio con una ceja alzada para que se explique mejor. – Tanto Tai como Qrow estaban muy metidos con Ozpin en ese tiempo. Summer también, pero ella al menos pensaba más las cosas. Pero a lo que voy es que hubieran estado de parte de Ozpin, lo que tarde o temprano pondría a Yang en peligro.

La mujer soltó un suspiro que no sabía que estaba conteniendo, se sentía agotada al estar contando todo esto. En eso levantó la mano y el Sekiryuutei vio cómo en esta se formaba una pequeña llama y Raven jugaba con ella.

-Puede que parezca que tengo un buen control de los poderes de la Spring Maiden pero no es del todo cierto. – En eso vio como la llama aumento de tamaño, amenazando con salirse de control en cualquier momento.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Tarde varios años para no electrocutar a nadie por error o accidente… Aún ahora tengo que tener cuidado de que el poder no se salga de control por accidente. – Dijo mientras hacía desaparecer la llama.

- [Ahora entiendo. Esos poderes de alguna forma están ligados a tus emociones, lo cual los hace muy sensibles… Más que un poder, parece una maldición.] – Ddraig dio su punto de vista al escuchar todo lo narrado por la mujer. – [Lo peor es que, al no tener a nadie que sepa de la propia magia para guiarte, los portadores son un peligro en potencia.]

-Pero Ozpin sabe de magia. Podría haberla ayudado.

- [No lo dudo compañero. Pero creo que después de tanto tiempo llego a la conclusión de que tenerlas "a salvo" era la mejor opción.]

Tenía que darle razón a Ddraig, después de todo cuando llegaron a Remnant Ozpin no era el más activo que se diga. Posiblemente hubiera o aislado a Raven de todo y todos, su familia incluida o simplemente estar respirando sobre su cuello todo el tiempo… Sin contar el asunto con los traidores… Vea como lo vea ninguna opción parecía buena.

-Supongo que tienes razón dragón. Pero aún así me negaba a ser su "esclava".

- [¿Y decidiste dejar atrás todo y simplemente marcharte lejos de aquellos que dices querer? Pudiste al menos dejar una carta o yo que se.]

-Ninguno hubiera aceptado eso…En especial Summer. Ella era demasiado insistente y no podía darme el lujo de discutir con nadie… Eso hubiera terminado mal.

-¿Y crees que la situación actual es mejor? Tu propio hermano no quiere ni verte, tu esposo se nota aún perdido y tu hija está obsesionada con saber si realmente la abandonaste por qué no la querías. Lo cual le ha generado miedos Raven, eso lo sé bien…

-No… Pero al menos Yang pudo tener una infancia casi normal… Summer fue mejor madre de lo que yo hubiese sido. Lo se por que de vez en cuando los veía a la distancia y podía ver lo felices que eran los 4.

-¿Cómo hacías eso? – preguntó ladeando la cabeza. Por lo que recuerda Patch era un pueblo pequeño y cree que se hubieran dado cuenta de su presencia.

-Simple. Cuando Ozpin nos hizo parte de su grupo, nos dio a mí y a Qrow un… Poder particular.

Justo estaba por volver a preguntar cuando de un momento a otro la mujer frente a él se envolvió en un pequeño destello de luz y al desaparecer… Se convirtió en un cuervo… Al parecer tanto golpe en la cabeza al fin está cobrando factura, ya está alucinando.

- [No es así compañero. Yo también lo estoy viendo.] – Estupendo… Al parecer Ozpin olvidó decirles un par de cosas. – [Así que de esa forma pudiese vigilar a tu hija, ¿No?]

El cuervo asintió con la cabeza. Cosa que hizo que el Sekiryuutei sintiera que le da una migraña, para que luego Raven regresará a la normalidad teniendo una sonrisa… Con que Yang la heredó de ella.

-Correcto… Me perdí cuando dio sus primeros pasos o cuando dijo sus primeras palabras, pero creo que es un precio justo por tener a todos seguros.

-Ya veo… Entonces parece ser que si la quieres, ¿Eh? A Yang me refiero.

-Más que a mi propia vida… Pero estoy dispuesta a que ella me odie si con eso ella esta segura… Se que no tengo derecho alguno, pero me gustaría…

-No lo digas. – Issei levantó una mano deteniendo las palabras de la mujer. – Yo cuidaré a Yang y evitaré que algo le pase. Después de todo es una de las personas que más amo.

-Te lo agradezco… Y lo que hablamos…

-No diré nada… Por ahora. Pero esto es algo que Yang tiene derecho a saber y lo sabes. – La mujer no pudo decir nada contra la mirada del castaño. – Luego de que tengamos la Reliquia a salvo y nos encarguemos de liberar a Mistral, tanto tu como ella charlaran como lo que son… Madre e hija.

La mujer no supo qué responder a eso. ¿Realmente tenía derecho a hacerse llamar su madre…?

-Además creo que subestimas a Yang. Claro que es muy posible que se enfade y haga una rabieta… Como cuando fue a la peluquería.

-¿Te sabes esa historia? – La mujer la vio con sorpresa. Aún recuerda cuanto lo vio todo en la lejanía… Menudo destrozo.

-Tai me mostró las fotos… – Río de forma nerviosa. Cuando Yang dice que ama su cabello… Habla en serio.

-...Sin duda tiene mi sangre. Las mujeres de mi familia somos todas así.

Eso puede que le de problemas a futuro. Tosió en su puño para poder regresar a lo central.

-Pero a lo que quiero llegar es que a pesar de todo, ella se alegrará de saber que siempre te preocupaste por ella. Eso le quitará un enorme peso de encima.

-Quizás tengas razón. – La mujer miró al cielo estrellado. Antes de poner su vista de nuevo en él, dándole una mirada que… Oh, así que la mirada coqueta de Yang también salió de ella. – Si tan sólo tuvieras 15 años más, creo que Yang y yo hubiéramos tenido ese tipo de peleas. Ya sabes…

-Esto… Yo… Ammm… – Se sonrojo por la vergüenza, ya que no se esperaba que ella dijera eso. El sonrojo aumentó al verla reír. – Muy graciosa… Definitivamente eres la madre de Yang. – Se cruzó de brazos mientras veía con fastidio a la mujer que se secaba una pequeña lágrima del ojo.

-Culpable. Aunque me sorprende que sientas vergüenza en lugar de desagrado o algo así.

-¿Por qué debería? – La mujer lo vio con sorpresa. – Quiero decir, sé que soy más joven que tú y tal. Pero siendo sinceros a mi me pareces bastante hermosa y nunca tuve nada en contra de las mujeres mayores… O por lo menos las que no son TAN MAYORES.

-...Tienes suerte que no esté interesada en los jóvenes… – Dijo mientras se daba la vuelta para seguidamente abrir un portal. Aunque Issei podía notar que tenía las orejas algo rojas. – Nos vemos mañana.

-Hasta mañana Raven. – Él se despidió de la mujer mientras agitaba la mano antes de dar una pequeña risa.

- [Al parecer no es tan mala.] – En eso podemos estar de acuerdo lagartija. – [Ahora solo es cosa que esas dos hablen. Al parecer si cumpliras tu promesa a la rubia de ayudarla con su madre. Solo procura que no se entere que coqueteaste con su madre.]

-...¿No serías tan cruel para echarme de cabeza o si? – Lo único que recibió fue silencio. – Debí dejar que Tiamat nos comiera dragón mal agradecido.

Fue todo lo que dijo antes de entrar a la cabaña. Al hacerlo vio que había luz en la cocina, la cual se apagó a los pocos segundos y se vio con…

-¿Ise? ¿Qué haces afuera tan tarde? – Preguntó Yang quién tenía puesto una camisa sin mangas y un pantalón largo.

-Pues estaba viendo las estrellas. – No era del todo mentira, pero ni loco le dice toda la verdad. – ¿Y tú?

-Tenía sed. A pesar de que estamos a mediados de octubre hace algo de calor. – Fue su respuesta mientras agitaba suavemente el borde inferior de su camisa en un intento por tener algo de fresco.

-Ya veo… Sabes es curioso. – Ella lo vio con curiosidad por lo que dijo. – Ya han pasado poco más de 7 meses desde que nos conocimos. – Dijo con una sonrisa en su rostro. Cosa que ella imito.

-Cierto. Jeje, como pasa el tiempo. Antes solo pensaba en viajar y pasármelo bien.

-Bueno estamos en un viaje y a pesar de todo nos hemos divertido, ¿No? – Dijo con una pequeña sonrisa que la hizo poner los ojos en blanco un momento, solo para luego negar con la cabeza con una sonrisa divertida.

-Supongo que tienes razón en eso… Y todo te lo debo a ti Ise. – Él la vio con una ceja alzada. – Desde que llegaste a nuestras vidas las cosas han sido muy emocionantes… Tanto en el buen sentido como en el malo, tonto propenso a la muerte.

El se rasco la parte de atrás de la cabeza. Por más que quería no podía negar eso. Ciertamente había hecho pasar un mal rato a sus amigos algunas veces.

-Pero está bien. Siento que si tu no hubieras aparecido en nuestras vidas, las cosas hubieran sido más… Deprimentes y dolorosas.

-Repito, me dan demasiado crédito. Todos ustedes son fuertes. – Se acercó a ella y la envolvió en un abrazo que la rubia no dudó en devolver. – Estoy seguro que con o sin mi ustedes hubieran salido adelante.

-Tal vez pero igual nos faltaría lo más importante… Tú. – Yang se separó del castaño y lo vio directamente a los ojos. – Me alegro de que estés en este momento con nosotros… Conmigo. Te amo Ise, eres lo mejor que me ha pasado en la vida. – Dijo acariciando una de las mejillas del castaño con su mano real.

-Yo también te amo Sunshine. Tenerte a mi lado es algo por lo que nunca dejaré de estar agradecido y prometo seguir haciéndote feliz. – Dijo mientras él también acariciaba la mejilla de la chica con su mano humana y de paso le limpiaba una pequeña lágrima que se escapó.

Sin más ambos se dieron un beso casto, pero cargado de amor. Pasaron unos segundos antes de finalmente separarse y verse a los ojos, los de Issei brillando en ámbar y los de Yang en morado.

-Oye… Ise…

-¿Hmmm…?

-Ya que es costumbre que todas hagamos un poco lo que queramos… ¿Te parece bien si…? – Ella le dio una mirada deseosa.

-Bueno… Aún tenemos que terminar lo que iniciamos en el hotel… – Fue su respuesta mientras sus manos empezaban a acariciar la espalda de ella.

-Esa fue la mejor cita de mi vida… Y si, aún tenemos que terminar lo que iniciamos ahí. – Dijo mientras tocaba el pecho del adolecente con sus manos sintiendo sus músculos. – Y tengo que decir que tienes más músculos ahora… Me gusta.

-Lo mismo puedo decir. – Él aún recuerda esa noche de calidad que pasó con ella y Blake. – Siempre me pregunté por qué a algunas personas les gustan las mujeres con musculos… Ahora ya lo sé.

-Pervertido…

-Tu igual…

Sin más que decir ambos subieron las escaleras los más rápido pero silenciosamente posible y nada más entrar a la habitación… Se escucha un gemido de la rubia.

--

A la mañana siguiente…

-¿Está todo bien Yang? – Fue la pregunta de la morena mientras veía a la mencionada con una ceja alzada.

-Claro Ciel. ¿Por qué? – Ella respondió con una sonrisa alegre.

-Hoy pareces más… Brillante. – Ciel mencionó sin cambiar su mirada de sospecha sobre la rubia. – Es como si algo muy bueno te hubiera pasado.

-Nada realmente. Creo que simplemente dormí bien anoche… Pero que muy bien. – Fue lo que dijo mientras sonreía, aunque eso la llevó a sobarse la quijada. – (En verdad que tiene buena resistencia, aún con mis pechos y mi boca me costó hacer que suelte todo y que sea grande no ayuda… Aunque la forma en que usó su lengua lo compensa.) – Fueron sus pensamientos mientras se cruzaba de piernas al sentir ese cosquilleo de nuevo… Su novio se está volviendo bueno en esto y le encanta.

La respuesta que dio hizo que más de una la viera con aún más sospecha. Pero sabiendo que no lograrían sacarle nada lo dejarían pasar… Por esta vez…

-A todo esto. ¿Dónde está Issei?

-Se fue a entrenar con Vali. – Fue la respuesta de Ravel para después seguir con lo que sería su plan de infiltración en Haven con la ayuda de Weiss.

-Solo espero que esos dos no se sobreexijan. – Blake negó con la cabeza. – Pensar que esos dos se llevarían relativamente bien.

-Los más sorprendidos somos nosotros. – Bikou colocó sus manos detrás de la cabeza. – Después de todo él es el señor seriedad y quien se aísla de todos.

-Bueno Issei tiene la capacidad de conectar con la gente. Digo solo vean a Ice Queen, ella lo odiaba al inicio y ahora está toda acaramelada con él.

-Pudrete Yang. – Fue la respuesta de la heredera, aunque no negó lo de acaramelada.

A la distancia Kuroka miraba todo eso. Bufo molesta y se retiró a explorar los alrededores, todo ante la mirada algo preocupada de su hermana.

-¿A dónde vas Fay? – Preguntó el rubio al ver como su hermana se dirigía a la puerta con algo en las manos. Alzó una ceja al ver como reaccionó con nervios.

-C-creo que paseare un poco, nada más. ¡Nos vemos! – Salió a toda prisa por la puerta ante la mirada extrañada de todos.

-¿No les parece que Fay ah estado algo rara desde que peleamos con esa cosa? – Varios asintieron ante las palabras del Youkai. – No la había visto así antes.

Esas palabras encendieron una alarma en las novias del Sekiryuutei, ya que recordaron como Issei se arriesgo a para salvarla… Que no sea eso, por que si lo es matan al idiota.

Por su parte tanto Ravel como Koneko también tenían el ceño fruncido, siendo la rubia la que no sabía el porqué ver a su amiga de esa forma la molestaba tanto. En cuanto a la pequeña peliblanca solo soltó un suspiro cansado, pensar que su senpai la haría sentir así.

Arthur frunció un poco el ceño ante la actitud de su hermana, intuyendo en algo lo que le debe rondar por la cabeza. Dio un suspiro al ver que su hermanita estaba creciendo, teniendo lo que parecía su primer crush… Solo espera no tener que ir a decapitar al Sekiryuutei por hacerla llorar.

--

Algo alejados de la cabaña, Issei y Vali se encontraban cara a cara con sus armaduras puestas. Aunque Issei estaba usando la nueva que le da un plus de velocidad.

De repente ambos desaparecieron en un parpadeo y al segundo siguiente aparecieron a escasos metros uno del otro, dando Issei un corte descendente con su espada derecha que Vali esquivó por los pelos y procedió a alejar al castaño de una patada.

En eso fue el castaño que esquivó una serie de ataques mágicos de alto poder. Ese relámpago le pasó muy cerca de su cara para su gusto. En eso esquivó un puñetazo de Vali sabiendo que debe de tener cuidado de que no lo toque.

[¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!]

Tras esa serie de Boost, Vali vio con ligera sorpresa que el castaño ahora se movía tan rápido que dejaba imágenes residuales de él. Estaba girando a su alrededor en un intento de confundirlo, pero no iba a ser tan fácil.

Vali dejó que el castaño le de una patada ante la sorpresa de él y puede darse una idea de por qué lo hizo.

{¡Divine!} {¡Divine!} {¡Divine!} {¡Divine!} {¡Divine!} {¡Divine!} {¡Divine!} {¡Divine!}

El Sekiryuutei sintió como su fuerza disminuia y en eso el Hakuryuukou lo lanzó al suelo donde por poco se estrella, pero usó su propulsor para estabilizarse. En eso al castaño se le ocurrió una idea, cargo la energía que usa en los Dragon Shot en las espadas y estas brillaron con un tono carmesí.

-¡Ragna Blade! – Junto ambas espadas sobre su cabeza y la energía fue liberada en forma de una enorme espada de energía carmesí que estaba por impactar contra el Hakuryuukou.

-¡No creas que será tan fácil! – Las alas de la Divine Dividing brillaron con intensidad.

{¡Half Dimension!}

Usando su técnica más fuerte, logró hacer que poco a poco el ataque redujera su poder hasta que se volvió una simple brisa.

En eso ambos Dragones Celestiales se vieron fijamente, si se miraba bien se notaba que ambos estaban agitados.

- {Creo que podéis dejarlo hasta aquí por hoy. Lleváis así un par de horas.}

- [Si. Es bueno entrenar, pero no se sobre esfuercen. Recuerden que dentro de unos días es el asalto a Mistral.]

Ambos Dragones Celestiales dieron su opinión compartida, a lo que sus poseedores sólo dieron un suspiro antes de hacer desaparecer sus armaduras.

-Parece que estás mejorando el cómo encajar los golpes Vali. Esa patada de antes debería haberte hecho más daño. – Issei dijo eso con una pequeña sonrisa burlona, ganándose una mirada poco amigable del peliblanco.

-Tengo que hacerlo, golpeas como un salvaje. – Contestó mientras se sobaba el abdomen. – Puedo decir que tu fuerza física es lo más destacable.

-Es lo único en lo que soy realmente bueno. Ya sabes que soy un asco con la magia.

-Eso es cierto. – Al menos lo hubieras dudado un segundo. – Pero sí, creo que es suficiente por hoy.

-Supongo que sí… ¿Y ahora qué? Lo cierto es que no tengo nada que hacer.

-Ni tu ni nadie además de Ravel y la chica rica. Ellas siguen ocupadas con el plan, ya que no quieren dejar cabos sueltos.

Issei le tuvo que dar la razón ahí. Lo cierto es que le alegraba ver que Weiss parecía haber hecho una nueva amiga con la que parece entenderse muy bien.

-Yo por mi parte volveré a la cabaña y trataré de nuevo de contactar con la IA que puso Elohim en la Divine Dividing.

-¿Aún no lo lograste? – Lo vio negar con la cabeza. – Eso es raro.

-Puede ser. Pero es lo que hay, ¿Vienes o qué? – Preguntó mientras alzaba vuelo y veía a su rival quedarse.

-Nah, creo que me quedaré un rato a descansar aquí. Solo diles a los demás en donde me encuentro… Conociéndolos son capaces de imaginarse una locura, en especial Nora.

El peliblanco solo se encogió de hombros y dio un asentimiento con la cabeza para pasar a retirarse del lugar.

Cuando se fue, Issei se recostó sobre el pasto. Sintió la brisa pasar suavemente por el lugar, viendo las hojas de los árboles mecerse con el viento como solo se puede ver en el otoño y escuchando el agradable sonido de la naturaleza en su estado más tranquilo. Se sentía realmente en paz ahora mismo.

-Esto… – Una voz conocida lo hizo girar la cabeza. – Ho-hola Issei-sama.

-Oh, eres tú Fay. ¿Qué tal? – Preguntó con una sonrisa amable mientras saludaba a la chica con la mano.

-Yo, verá… – El castaño vio con una ceja alzada el cómo la pequeña brujita estaba sonrojada y se le notaba nerviosa. – Es sólo que… ¡T-te traje esto! – Saco lo que parecía ser una caja de almuerzo envuelto en una manta.

-Oh pues… Gracias. – Issei tomó la caja con ligera sorpresa y la desenvolvió. Al abrir la caja se encontró con un almuerzo estilo japonés. ¡Con salchichas en forma de pulpo y todo! – ¡¿De dónde sacaste esto?!

-Y-yo quería hacer algo por usted… – Le pareció tierno el cómo jugaba con sus dedos, los cuales tenía algunas curitas y desviaba la mirada. – Ya sabe, por salvarme cuando esa cosa quería devorarme.

Con que era eso. Colocó una mano en el hombro de la chica quien se tenso un poco, para luego pasar a verlo y notar que tenía una sonrisa amable en su rostro. Sintió como sus mejillas se calentaban junto a que su corazón comenzará a latir con fuerza.

-No las des Fay, con gusto lo hice y lo haría de nuevo sin dudarlo. Después de todo, no puedo permitir que una chica tan linda salga herida. No es mi estilo después de todo. – Término con una sonrisa, ya que para él no era la gran cosa. Lo haría por cualquiera.

-Yo… Gracias de verdad. – Fue todo lo que pudo decir, ya que sentía como se le había un nudo en la garganta. Jamás había conocido a alguien tan noble y bondadoso como este chico. – Es-espero que te guste. No soy muy buena cocinando.

-Bueno yo seré quien juzgue eso.

Fue lo que dijo antes de llevarse a la boca un poco de arroz con pollo. Al instante de hacerlo sus ojos se abrieron como platos y pasó a ver la comida para después a la maga quien se tenso.

-Fay…

-¿¡S-si!? – Cerró los ojos esperando que diga que sabe mal o algo similar.

-Vuelve a decir que no eres muy buena cocinando… Y te juro que me enfadaré. ¡¡Esto está delicioso!!

La chica abrió los ojos de golpe por la sorpresa, solo para ver cómo el castaño volvió a meterse algo de su comida a la boca y parecía muy feliz.

-¿En-enserio te gusta? – Preguntó mientras jugaba con su sombrero. – ¿No lo dice por compromiso? Está bien si dice que no le gusta.

-Es enserio Fay, esto está delicioso. – Siguió comiendo con una sonrisa. – Llevo tiempo sin comer algo de Japón y esto es nostálgico. Eres una buena cocinera.

-¡Mu-muchas gracias Issei-sama! – Ella hizo una reverencia al decir eso, teniendo una gran sonrisa en su rostro.

-Sobre eso… ¿Te importaría dejar de decirme así? Se siente un poco…

-Yo… ¿No sería una falta de respeto?

-Nah, no soy de formalidades. Solo dime Issei. Realmente lo apreciaría Fay.

-En-entonces… I-I-Issei… San. – Ella se tapó la cara con su sombrero al decir ello. Issei pudo jurar ver una nube de vapor salir por encima de su cabeza.

-...Supongo que estará bien por ahora. – Fue lo que dijo con resignación. Bueno ella parece proceder de una familia de nobles, no la culpa. – Por cierto Fay.

-¿S-si?

-¿Te importaría contarme más de ti? – La chica lo vio con sorpresa. – Quisiera saber más de mi nueva amiga.

La rubia no supo por qué, pero se sintió algo mal que el castaño la llamara así. Pero igual sonrió algo apenada y respondió.

-Bueno… Realmente no hay mucho que contar. Mi apellido prácticamente dice todo de quien soy.

-Pendragon… Je, nunca me hubiera imaginado que la leyenda del "Rey de Camelot" fuera verdad.

-Si, mi hermano heredó el gusto por las espadas y yo el talento con la magia… Y no haga bromas sobre nuestros nombres. Bikou-sama y Kuroka-sama ya lo han hecho suficiente. – Dijo con un puchero que le saco una risa al castaño. – ¡No se ría!

-Lo siento, lo siento. Pero no te preocupes, te doy mi palabra de no hacerlo.

-Más le vale Issei-san. – Lo vio con seriedad para luego sonreírle. – Como se lo imagina, mi hermano y yo somos de Inglaterra y de una familia noble.

-¿Y qué llevó a dos miembros de una familia como a vuestra a seguir a Vali? – Preguntó con genuina curiosidad.

-Mi hermano quería ver el mundo y luchar contra oponentes fuertes. Yo lo seguí para asegurarme que esté bien y eso nos terminó llevando con Vali-sama.

-Ya veo. – Él respondió mientras se cruzaba de brazos y miraba el cielo. – A todo esto. ¿Cómo hicieron para llegar a la Brecha Dimensional?

-¡Oh! Pues eso fue gracias a mi hermano y su otra espada. – Rio un poco por la cara de confusión del chico frente a ella, le parecía tierna. – El no solo tiene a Excalibur Ruler si no también a Caliburn.

-Momento. ¿Esa no es la segunda espada que tuvo el Rey Arturo?

-Así es. Esta espada tiene la capacidad de abrir un pequeño pasaje hacia la Brecha Dimensional, así es como lográbamos movernos entre territorios de diferentes mitologías.

-Ahora entiendo. Eso es bastante increíble. – Issei debía reconocer que eso era bastante útil. ¿Tal vez por eso Vali lo reclutó en primer lugar? Quién sabe.

-Y fue en uno de estos viajes por la Brecha Dimensional que encontramos a Gogmagog.

-¿Enserio? ¿Y como es que llego ahí?

-Pues es una creación de los Dioses antiguos y luego de un tiempo fueron mandados a la Brecha Dimensional. Tuvimos suerte de encontrar a uno que estuviera activo, ya que los demás fueron desactivados.

-Pues tuvo que ser muy aburrido para él estar a la deriva por ese lugar por tantos años. – La chica río un poco ante eso. – Por cierto. ¿Qué hicieron con él? La última vez que lo vi… Perdió la cabeza. Literalmente.

Ante esa pregunta la joven maga creó un pequeño círculo mágico y de este salió Gogmagog, quien estaba como nuevo, pero con un tamaño muy reducido. Le recordó a un Gunpla.

-Una de sus habilidades es la autoreparación. – Gogmagog se posó en el hombro de Fay y esta lo vio con una sonrisa. – No importa si es destruido totalmente, siempre podrá reconstruirse. Lo que es bueno ya que no me gustaría perder a mi amigo.

-Ya veo. Es bueno verte bien grandote. – Dijo mientras veía al ser que flexiono los brazos, como diciendo que él era resistente. – Jejeje, me agrada.

Tras decir esto volvió a su comida, la cual terminó a los pocos segundos. Al hacerlo recogió todo y dio gracias por la comida antes de entregarle la caja a Fay.

-Gracias de nuevo por la comida Fay. Realmente aprecio el gesto.

-N-no hay problema. Tenía que darte las gracias de alguna forma. – Fue lo que dijo mientras jugaba con la caja en sus manos.

-Ya lo dije, no las des. Con gusto lo haría de nuevo… Aunque sé que las chicas me matarían después jeje.

Rio de forma nerviosa al recordar el como todas lo regañaron después de despertar… Hasta Penny se unió a la masacre. Pensar que su sonriente amiga daría miedo estando molesta. Al parecer es cosa de mujeres ya sean humanas, faunus o androides.

Pero no noto el cómo la rubia frunció los labios al oírlo hablar de esas chicas que sabe que son sus novias, pero agito la cabeza tratando de alejar esa sensación.

-Bueno creo que ya me iré. Nos vemos después Issei-san.

-Claro Fay, solo prométeme que volverás a cocinar para mi.

-Bu-bueno no veo por qué no. – Volvió a sonrojarse, pero tenía una dulce sonrisa en su rostro al saber que realmente disfruto su comida.

-Genial. Si debo de ser honesto, me siento un poco celoso por quien acabe siendo tu esposo en el futuro.

-¡Y-yo…! ¡Me voy Issei-san! – Salió corriendo con un sonrojo monumental en su rostro y su corazón latiendo a mil por hora. Al parecer lo que escuchó de sus nuevas amigas era cierto… Él no sabe lo que sus palabras hacen en las mujeres.

-¿Dije algo malo? – Él preguntó mientras veía extrañado por dónde se fue la rubia.

- [Solo porque estoy en el mismo barco que tu, no te digo tus verdades compañero.]-Ddraig dio un suspiro de rendición y lo peor es que no le puede reclamar nada. Perdió buena fuente de diversión.

-¿Y qué se supone que significa eso? – Issei vio con cierta molestia la Boosted Gear.

-Eso es bastante simple de explicar. – Dijo una voz que destilaba enojo.

Issei se volvió sorprendido al oír esa voz y al hacerlo se encontró con una Pyrrha que tenía una mirada que a cualquiera le haría pensar que de repente empezaría a lanzar fuego por los ojos… Eso si que daba miedo.

-Pyrr… ¿Pasa algo? – Pregunto un tanto inseguro, pero al parecer no fue lo mejor al ver como parecía más molesta.

-¡Oh pues no lo sé, Issei! ¿¡Cómo debería de sentirme al ver a mi novio coquetear con más y más chicas mientras que a mi me deja de lado!?

-¡¿Qué?! ¡Espera un momento, yo no estaba coqueteando! ¿¡Y qué es eso de que te estoy dejando de lado!?

-Desde que somos pareja. Y no hablo de los equipos en Beacon, si no como novios. No hemos tenido ni una sola cita Issei. ¿Cómo quieres que me sienta con eso?

Ahí el castaño no supo qué responder. Era cierto que no ha tenido una sola cita con ella desde que son novios y de eso ya hace meses.

-Mira, se que no estamos en la mejor situación. – Pyrrha suavizo su mirada y soltó un suspiro. – Pero aún así no quita que sienta que poco a poco nos distanciamos… Y eso es lo último que quiero. – Ella soltó algunas lágrimas al decir eso.

-Pyrr… – Issei sintió como si le hubieran dado una patada en el estómago. Nunca fue su intención hacer sentir así a la pelirroja. – Lo siento, de verdad.

-Está bien… – Ella respondió con muy poco ánimo, además que sus ojos se encontraron pudo notar que los suyos apenas tenían ese brillo que siempre la caracterizó. Eso le dolió en el alma al castaño.

-No lo está. – El castaño se acercó y rodeó a la pelirroja en sus brazos. Ella se aferró a él dejándose envolver en su calor. – Perdón por hacerte sentir de esa manera Pyrr. Sabes que eres una de las personas mas importantes para mi. Fuiste uno de los primeros vínculos que formé aquí.

-Issei… – Ella sintió como las lágrimas finalmente le ganaron, solo que estas eran lágrimas de felicidad.

-Y voy a solucionar el problema ahora mismo. – Issei se apartó un poco de la pelirroja, la cual lo vio con duda. – Quiero que tengamos una cita. Ahora mismo.

-¿Q-que? – Ella preguntó un poco en shock. – Pero Issei, no hay algún lugar al que podamos ir.

-Si no mal recuerdo, tú fuiste una de las pocas que aprendió magia de teletransporte cuando estuvimos en Menagerie. – Ella se sorprendió por lo que dijo. Es más, se dio una palmada mental en la cara. ¿Cómo se le pudo olvidar eso? – Así que… ¿Qué me dices Pyrr? ¿Quieres tener una cita conmigo?

-*Snif*... Si… Si que quiero… – Ella respondió con toda la emoción del mundo mientras sus ojos recuperaban su brillo. – ¿Podemos cambiarnos primero? Quisiera ponerme algo mejor.

-Por supuesto Pyrr. – Y con eso ambos caminaron con rumbo a la cabaña. Con sus manos entrelazadas en todo momento.

Desconocido para ambos, alguien más estaba ahí y escuchó todo. Tanto la conversación con Pyrrha como la de Le Fay. Ese alguien salió de detrás de un árbol, revelando que era Kuroka quien tenía un semblante serio.

-Tch, que estupideces nya. – Apesar de sus palabras no puede evitar pensar que el Sekiryuutei parecía totalmente genuino en sus palabras, tanto con Fay como con esa pelirroja. Una parte de ella pareciera que quiere creer que lo de su madre no es algo que pase siempre, pero otra parte le dice con más fuerza que solo se puede tener a ella y a su hermana, junto a tal vez algunos amigos… Pero nada más.

Con eso en mente siguió con su camino. Necesita estar sola por un tiempo.

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-Ya te dije que solo hablamos hermano.

-Pues tardaste mucho tiempo en regresar junto a que estabas sonrojada. – Arthur se ajustó sus anteojos ante la mirada algo fastidiada de su hermana. – ¿Tendré que hablar seriamente con el Sekiryuutei?

-¡No! – Se apresuró a contestar. Sabe cómo es su hermano. – Todo está bien, en serio sólo hablamos.

-Fay está roja… – Koneko señaló ese hecho, lo que apenao más a la maga. – Eso es… Raro de ti.

-Yo verás… Es qué…

-También pareces muy nerviosa. – Ahora era Ravel la que se unía al interrogatorio. – Normalmente no eres así. Sin contar, ¿Por qué tienes curitas en los dedos? – Se cruzó de brazos mientras afilaba la mirada. No sabe por que le molesta tanto esto, pero no se quedara callada.

-Bu-bueno quería agradecerle a Issei-san por ayudarme. Así que-.

-Un momento. – Ahora fue Bikou quien habló, más por añadir más leña al fuego que otra cosa. – ¿Lo llamaste "Issei-san" en lugar de "Issei-sama"?

Ante esas palabras del Youkai los tres interrogadores abrieron los ojos con sorpresa. Fay jamás ha aceptado llamar de forma tan informal a alguien, ni siquiera con ellos y ya llevan tiempo juntos.

La pequeña maga solo soltó un insulto por lo bajo por el comentario de Bikou, ahora entiende por qué Kuroka-sama lo golpea todo el tiempo.

-...Voy a llegar al fondo de esto…

-¡¡Onii-sama no!! – La joven maga se aferró a la pierna de su hermano en un intento de evitar una masacre.

A la distancia el grupo del Sekiryuutei estaba viendo cómo se llevaba a cabo el interrogatorio a la pequeña maga, con una gota de sudor en la nuca.

-Nosotras no nos vemos así, ¿Verdad? – Blake le preguntó a sus amigas quienes no sabían qué responder.

-No…-. Las palabras de Nora sacaron un suspiro de alivio a las chicas. -Son peores-.

-Nora… Hay cosas que no se dicen… – El chico tragó algo de saliva al ver como sus amigas ahora estaban fulminando con la mirada a su novia.

-Como sea… ¿Qué es eso que tienes una cita con P-Money? – Yang preguntó con una mano en la cadera y viendo al chico con seriedad… Lo cual era un poco difícil ya que su vestimenta actual la hacía morderse el labio inferior por reflejo.

El castaño tenía puesto el fedora que Coco le compró en Vale dejando ver de su pelo únicamente la cola baja que tenía, la cual ahora le llegaba hasta media espalda y también tenía unas gafas de sol. Llevaba una camisa de manga corta de color blanco algo ajustada. Además que los primeros botones no estaban abrochados, dejando ver en algo su pecho. Unos pantalones de vestir color café y unos mocasines negros.

-Es que verán… – Se rasco la nuca con una sonrisa nerviosa en su rostro. – La cosa es que no he tenido una cita con ella desde que comenzamos a salir y no me parece del todo justo… Y antes que digas algo Neo, ya tendremos una cita formal.

La Ex-criminal bajo su Scroll ante las palabras del chico y le lanzó una mirada que se entendía como "Más te vale cumplir con eso", lo que hizo que el Sekiryuutei riera de forma nerviosa.

-Se que pueden estar celosas, pero les prometo que cuando resolvamos lo de Mistral tendré tiempo para cada una de ustedes. ¿Les parece bien?

-Eso espero. – Ciel le dio un guiño, cosa que no le vino de gracia a ninguna de las chicas. Incluida Penny quien agitó la cabeza para alejar los pensamientos que llegaban a su unidad de procesamiento. – En fin. ¿Dónde irán?

-¿Y arriesgarme a qué nos sigan? – El adolecente las vio con una ceja alzada. – No lo creo.

-¡El descaro! ¡Nosotras…! – Las palabras de Weiss murieron en su boca al ver la mirada que el castaño le daba por encima de los lentes. – Bueno… Solo fue una vez…

-Weiss… – Mantuvo su mirada en la heredera que se sonrojo al punto de parecer un tomate.

-¡Está bien, ya entendimos el punto!

-Perfecto. – Dijo mientras se ponía bien las gafas. – ¿Cómo vas Pyrr?

-Ya casi estoy. – Ella contestó desde detrás de una puerta, la cual se abrió a los pocos minutos. – Lista. ¿Qué tal me veo Issei?

La pelirroja preguntó mientras daba una pequeña vuelta para dejar ver bien lo que tenía. Su atuendo consistía en un sombrero de paja con una cinta naranja, unas gafas de sol y un vestido de una pieza de color rojo que le llegaba hasta las rodillas con unas sandalias.

-¿Me veo rara? – Pregunto al ver como se había quedado callado. – ¿Issei?

-Yo me encargo. – Nora se acercó al castaño y levantó una mano para hacer que reaccione. Esto le dolerá más a ella que a él… Nah. – ¡Despierta hermano!

Lo siguiente que todos vieron fue como la pelinaranja le dio una cachetada al castaño que hasta le movió el rostro. Este reaccionó y vio a su hermana de cariño con una sonrisa burlona en su rostro.

-¡¡¡MIERDA NORA!!!

-Ya venga, no te enfades y contesta a la pregunta de Pyrrha. Está esperando.

Ante eso el castaño se relajo un poco, dio un suspiro por la nariz y vio de vuelta a la pelirroja que jugaba con sus dedos.

-...Ok seré honesto. Pareces una diosa griega Pyrr. Y déjame decirte que, de entre todas las culturas, estas eran consideradas las más bellas de mi mundo.

-Oh… – Fue lo más inteligente que pudo decir mientras su cara adquiría el mismo tono de rojo que su cabello. – Gracias Issei… Tú también te ves muy guapo.

-Bueno creo que es hora de irnos. – Le tendió su mano a la pelirroja que no dudo en tomarla. – Regresaremos más tarde y de nuevo prometo que se las compensare a cada una.

Sin más que decir, la pelirroja creó un círculo mágico con su emblema debajo de ambos y tras un destello de luz los dos desaparecieron.

-Y ahí se fueron… – Ruby dijo eso con cierto pesar. – Espero que esa compensación sea pronto.

-"Estoy de acuerdo contigo." – Neo cerró su Scroll y fue hasta el sillón más cercano donde se dejó caer con un pequeño ceño fruncido.

Las demás simplemente se fueron a hacer sus cosas cada una por su lado, todo bajo la mirada de algunos de los miembros del equipo de Vali.

-...Definitivamente le pediré consejos al Sekiryuutei. – Bikou seguía sorprendido por lo popular que él era con las chicas… Y el que ni una novia ha tenido.

-Dudo que sus consejos te sirvan de algo.

-¡Eso ofende Arthur! – El mencionado solo se encogió de hombros. No dijo nada que no creyera, es verdad. – Pues yo al menos no tengo una hermana que se muestra toda celosa.

Esto lo dijo mientras señalaba a la pequeña maga, la cual tenía un puchero adorable. Algo que era compartido tanto por Koneko como Ravel.

-Otro día con Issei. – Ren dijo dando un suspiro, para luego dar una pequeña sonrisa. No cambiaría esto por nada del mundo.

-Si esto realmente será recurrente… Tendré que tener una seria charla con él. – Y una vez más, el hermano sobreprotector se mostraba serio.

-A veces me preocupas Arthur… – Bikou negó la actitud de su compañero rubio. – También temo por el Sekiryuutei. Será pesado tener un cuñado siscon como tu.

-¿Qué me llamaste? – Preguntó mientras desenvainaba su espada.

-¡Hey, si van a partirse las piernas al menos esperen que encienda la cámara!

-...Maldita sea Nora… – Fue todo lo que alcanzó a decir Ren mientras veía cómo su novia, la cual tenía puesto un traje de directora de cine, tenía la cámara lista.

Esto obviamente hizo que ambos chicos parpadearon un par de veces confusos antes de pasar a ver al pelinegro que simplemente les dijo… Que Nora era Nora.

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En una zona poco transitada de Shion se pudo ver cómo un círculo mágico apareció y tras un breve destello de luz se pudo ver al castaño y a la pelirroja. Ambos salieron de forma disimulada de ahí, integrándose rápidamente con el bullicio de la calle.

-Bueno ya estamos aquí. ¿Lista Pyrr?

-Debo decir que ahora me siento un poco nerviosa. – Era verdad, su tono de voz inseguro lo dejaba ver.-Es nuestra primer cita y bueno…Quiero que salga bien.

-Tu relájate, estaremos bien. Además que vestimos algo más discreto que la última vez que estuvimos aquí, por lo que no tendremos que preocuparnos de que nos reconozcan.

Él aún recuerda cuando llegaron aquí por primera vez y rápidamente la gente los rodeó y les pedían autógrafos y fotos. Esto de la fama era realmente agobiante.

-Cierto. No me quiero ni imaginar lo que pasaría si la gente nos ve a los dos solamente… Por esto nunca tuve la oportunidad de hacer amigos de verdad.

Dijo con una sonrisa triste, debido a que por lo general la gente solo se acercaba a ella por su fama de la "chica invencible". Pero salió de su ligero estado melancólico al sentir como el castaño tomaba su mano y al verlo vio que le sonreía con cariño.

-Pues ya no estás sola, tienes muchos amigos. Incluso se ve que le caíste bien a Fay. – Dijo con una sonrisa que la pelirroja no dudó en regresar.

-Jeje, cierto. Es una chica realmente agradable. Y gracias a ella aprendí algunos trucos.

El castaño sonrió al ver a la chica mostrarse con esa alegría que siempre la caracterizó y mantenía oculta bajo esa máscara de imperturbable.

-Y bueno… ¿A dónde vamos?

-Recuerdo algunos sitios interesantes que no tuve tiempo de ver. Vamos.

-Te sigo Issei… Siempre.

Ella tomó su mano y se dejó llevar por su novio. El primer lugar al que llegaron fue un parque lleno de lagos y algunas estatuas que representaban a héroes y criaturas mitológicas de la región. Después de un relajante paseo bajo los árboles pararon en una caseta donde vendían dulces típicos de la región, además de algo de comida para peces para tirarla a las carpas que había en un lago cercano. Issei se puso algo nostálgico al ver unos teriyakis, los cuales compró para ambos y le pareció adorable ver a la pelirroja maravillarse con el sabor. También le pareció gracioso como la chica se asustó al inicio cuando lanzó un poco de comida y enseguida las carpas se arremolinaron en el sitio.

Luego siguieron con un paseo por la zona comercial de Shion. El castaño estaba sorprendido de que en efecto este lugar le recordaba a Tokyo por la cantidad de tiendas que había. Se sentía algo nostálgico junto a que no pudo evitar reír al ver como Pyrrha se quedaba viendo la ropa en las vitrinas… Mujeres. Al parecer, a todas les gusta la moda de una o otra forma.

Más adelante se encontraron con un puesto donde les hacían fotos. Issei no lo dudo y llevó a la chica allí. Tras pagarle al hombre que atendía el sitio, ambos adolescentes se tomaron algunas fotos. Pyrrha se mostró algo avergonzada al ver algunas, como esa donde salía siendo cargada al estilo princesa por Issei. O esa donde estaba sentada en su regazo mientras la abrazaba por la espalda.

-Ya Issei, no te rías…

-Je, no puedo evitarlo, te ves tan adorable sonrojada… Ya sé cuál será mi nuevo fondo de pantalla para mi Scroll. – Río con más fuerza al ver como hacía un puchero, para luego tensarse al sentir como besaba su mejilla. – No es que me queje pero, ¿Por qué fue eso?

-Simplemente es mi forma de decir gracias. – El castaño sintió su corazón acelerarse al ver como la pelirroja sonreía mientras tenía un tierno sonrojo. – Realmente he disfrutado nuestra cita. Te amo Issei.

-Yo también te amo Pyrrha. – Él le dio una sonrisa sincera. – Nunca podré estar lo suficientemente agradecido por que nos volviéramos compañeros en Beacon… Aunque hubiera preferido que no me hubieras lanzado tu arma. – La chica se mostró algo avergonzada por ello y desvió la mirada.

-Lo siento… Necesitabas ayuda y tenía que pensar rápido.

-Y me alegra de que lo hayas hecho. – Contestó mientras le daba un abrazo que ella no dudó en devolver.

Siguieron caminando un poco más hasta que Pyrrha se detuvo de repente, lo cual extrañó al castaño. Este notó que la chica tenía una cara avergonzada mientras veía en una dirección. Siguiendo su mirada pudo entender por qué… Justo a su lado estaba la entrada a una calle llena de Love Hotel. Lo que más le sorprendió es que, a pesar de que apenas era por la tarde, ya habían algunas parejas caminando por ahí o entrando y saliendo de alguna de esas instalaciones.

-Ehm… Quizás debamos seguir y… – Al intentar seguir caminando sintió como la chica lo agarraba de la mano.

-S-si tú q-quieres entrar… Y-yo no tengo p-problema Issei…

-¿Estás completamente segura? – Pregunto con seriedad a lo que la chica solo asintió mientras un gran sonrojo se apoderaba en su rostro. – Bien… Vamos.

Con eso dicho ambos adolescentes se adentraron en el local donde fueron recibidos por una recepcionista,que les dio la llave para una habitación y dijo algo sobre lo maravilloso que es ser joven y estar enamorados. Cosa que avergonzó a ambos y más cuando les dijo que se diviertan y que no se preocupen, que contaban con todo lo necesario para hacer más… Interesante la experiencia.

-( Solo recuerda que las 5 aún no eligieron, así que si no quieres que te maten…)

-(Pudrete Ddraig.) – Fue su respuesta mientras oía al miserable reírse.

Una vez dentro de la habitación ambos pudieron notar que esta estaba mejor arreglada que ese hotel en Vale. La cama se notaba más grande y cómoda junto que… ¿Ese es un espejo en el techo?

-Así que así se ven por dentro… – Issei comentó, sintiendo como los nervios empezaban a ganarle.

-Es… Diferente sin duda… – Pyrrha habló mientras daba unos pasos adelante y veía el lugar con atención. En eso… – Oh…

Vio en un pequeño estante encima de la cama un bol lleno hasta arriba de condones, lo que parecía ser un masajeador eléctrico, unos objetos redondos de color rosa con un mando al lado y… ¿¡Esos eran esposas de piel!?

-Conque *Glup* a eso se refería con hacer las cosas más interesantes… – La pelirroja sentía como la sangre se le subía a la cabeza… Su madre tenía razón, es una pervertida.

-Así parece… Así parece… – Él contestó mientras sentía como sus instintos de dragón le decían que lo mandara todo al diablo, empujada a la chica a la cama y la marcará como suya… Y era una oferta tentadora. – Pues… Esto… ¿Quieres darte un baño primero o…?

-Es-esta bien así, no sude mucho… Además… – Ella hablaba mientras se bajaba el cierre del vestido, el cual cayó al suelo segundos después y…

-Oh cielos… – Issei sintió que le daba algo. Pyrrha tenía puesto lo que parecía un bikini de color rojo.

-Lo compré para cuando fuimos a Menagerie. Pero pasó lo que pasó y… Me quedé con las ganas de mostrártelo… ¿Me veo bien?

No recibió respuesta verbal. Sino que el castaño prácticamente se le lanzó de encima atrapando sus labios, donde inició una lucha de lenguas donde él tenía todas las de ganar.

-¡Hmmmp~! – Gimió al sentir el como apretaba sus nalgas y tenía que decir que le gustaba sentir como jugaba con ellas.

Al final se separaron por la falta de aire y sus bocas estaban unidas por una delgada línea de saliva que el chico lamio y la forma en la que sus ojos brillaban en deseo solo hacía que ella sintiera como su entrepierna se ía y sus piernas comenzaran a tembalr. humedecida.

- Realmente eres una pervertida Pyrrha Nikos… Y eso me gusta. – Dijo antes de ponerse a besar el cuello de la chica, la cual daba algunos jadeos por el placer.

-Si Issei~. Soy una pervertida~. ¡Ah~! ¡Pero soy tu pervertida, así que sigue adelante y no pares!

- Dalo por hecho. – Fue lo que respondió antes de llevarla a la cama y ponerla en cuatro, removió un poco la tela que ocultaba su zona privada y acercó su cara ahí.

-¡¡Oh por dios!! – Ella gritó en éxtasis al sentir la lengua de su novio invadiendo su lugar privado, retorciéndose del placer. – ¡¡Mierda!! ¡¡Sigue Issei!!

- ¿Qué clase de lenguaje es ese? Creo que debes de ser… Castigada. – Le dijo con cierta malicia en su voz. Ella estaba por contestar cuando escuchó un sonido de vibración. – Y creo que todo esto me ayudará a castigarte.

La chica se giró con algo de miedo solo para ver cómo el castaño tenía el masajeador en una mano y las esposas de piel en la otra. No supo por qué, pero al ver eso se mordió el labio con lujuria palpable en sus ojos. Parece que había accionado un switch.

-Castígame Issei~. – Pidió mientras se lamía los labios… Al parecer fue buena idea pagar por la noche completa. – ¡¡Ah~~!!

El primero de muchos gemidos que se escucharon toda la noche, los cuales eran tan fuertes que las otras parejas que estaban en aquel lugar no pudieron evitar pensar que algo realmente bueno estaba pasando ahí… Y les daba algo de envidia.

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A unos cuantos kilómetros de Mistral, se podía ver a alguien corriendo desesperadamente mientras veía detrás suyo de vez en cuando.

-¡De-debo avisar a la gente! ¡Si no lo hago él va a…! – La persona, que se notaba era una mujer por la voz, sonaba angustiada. – No puedo fallar… No de nuevo.

Ella siguió corriendo sin rumbo fijo. En un momento dado la luz de la luna quebrada la iluminó por un segundo, dejando ver que la mujer tenía puesta una especie de armadura.

Al parecer White Fang no es la única amenaza para el reino de Mistral y eso es… Preocupante.