Su cuerpo estaba tenso, su mirada afila se dirigió a su oponente, su agarre en su lanza era firme ambos esperando a que la señal comenzara, sus compañeros de club miraron el enfrentamiento con cuidado de no omitir algún detalle.
Cuando la señal de inicio se elevó, Rei en un rápido movimiento trato de hacer una apuñalada directa a su oponente en el pecho, pero la reacción de su oponente era mayor, a la velocidad que iba, no pudo frenar ni defenderse, cuando se movió a un lado y con la punta de la lanza desvió el ataque a un lado, dejando que Rei cayera al suelo, una vez en el suelo, la lanza de su oponente apunto a su cabeza dando por terminar la batalla.
Con el sonido de terminado, los estudiantes aplaudieron y sonrieron divertidos, algunos a ocultas estaban dando dinero que habían apostado, dejando el arma a un lado el oponente de Rei le extendió la mano, después de un momento de vacilación la tomo y se levantó –bueno estudiantes, eso fue todo por hoy, los encargados de limpiar el dogo el día de hoy se quedan y limpian todo.
Varios practicantes dejaron salir un gran suspiro, todos felices de que el día terminara –oye Rei quieres acompañarnos al Karaoke- una chica de cabello café pregunto mirando a su amiga, Rei la miro y negó con la cabeza –lo siento, el día de hoy me toca limpiar- la chica confundida miro un calendario en la pared, el cual tenía varios nombres –pero el día de hoy le toca a Matou, acaso lo aras por el- la última palabra lo dijo con una voz picarona.
-no, la anterior vez la cubrí en una de sus escapadas, así que ella cumple su parte de limpiar por mi hoy- el oponente de Rei se quitó el casco que llevaba puesto, dejando notar su cabello y ojos blancos, dando una sonrisa le entrego a Rei su arma –la quiero limpia y pulida- Rei molesta de como la trataba la agarro y refunfuñando se dio la vuelta con dirección a los almacenes del club.
-espero terminar pronto, tratare de limpiar rápido y alcanzarlas en el karaoke- las chicas se despidieron de Rei mientras que ella se apresuraba a limpiar, todo sería fácil y rápido si su compañera fuera más inteligente, mirando de reojo Rei miro como su compañera de turno Yuki Miku lo estaba haciendo con calma y lo más lento posible.
Apretando los dientes con ira, se preguntó si Matou tenía que soportar a la chica todos esos días, claro que con una chica tan tonta como ella, sería fácil de manipular, incluso llegaron a oírse rumores de que Matou y Yuki eran amantes en secreto, incluso algunos rumores eran más picantes cuando decían que se escuchaban gemidos en la academia cuando nadie estaba.
Sin darle mucha importancia a esos rumores, ya que no la afectaban siguió mirando el arma en sus manos, hasta el momento tenía 10 victorias y 7 derrotas, era un numero estable para un novato, pero ella no era una novata, era la capitana la cual tenía que mantener un frente fuerte, pero el chico Matou demostró ser más hábil y fuerte en sus enfrentamientos dejándola en ridículo, tendría que esforzarse un poco más cuando se enfrentara a él nuevamente.
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Después de la práctica decidió dar un pequeño paseo, Sakura que estaba en el club de arco tardaría un poco más en salir, además de que siempre se iban juntos, incluso se iban a dar una vuelta a la ciudad con tal de tardarse en llegar a la mansión Matou.
Así que para esperar a su hermana se fue a la azotea de la escuela, mirando la ciudad por esta misma, sintió un escalofrió cuando el sol bañaba de un color naranja la escuela, como un destello los recuerdos del fuego lo invadieron, recordando e imaginando el fuego consumirse en la escuela, los cuerpos carbonizados y deformes por las llamas.
Cerrando los ojos, los volvió a abrir volviendo a la realidad, caminando hasta la orilla agarro las mallas que se extendía por toda la azotea, una forma de proteger a los estudiantes para que no cayesen, pero la realidad fue que se colocaron para evitar más suicidios.
Desde hace unos dos años antes, habían comenzado a ver varios suicidios en la escuela, siendo estos alumnos de grado superior, en su mayoría eran chicas que nunca dijeron las razones por las que se suicidaban, aun así después de que se colocó las mallas, los suicidios en la escuela se detuvieron, pero no dejaron de ocurrir fuera de la escuela.
No dándole importancia su mirada se fue al cielo, cayendo de espalda dejo que el dolor de caer se esparciera por su cuerpo, ya no sentía algún tipo de dolor, los gusanos y sus débiles circuitos suministraron mana a su cuerpo para reforzarlo, elevando una mano la apretó con fuerza para luego abrirla, dentro de su palma una llama negra iluminaba su mano.
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¿Maldición?
Shiro pregunto confundido al bastardo de Zouken, el cual parecía divertido por el descubrimiento –es algo interesante de ver, debo decir que no me esperaba este tipo de resultado- Zouken camino hasta Shiro que se encontraba en el piso con el pecho descubierto, con un pensamiento los gusanos se movieron con brusquedad, haciendo que Shiro dejara escapar un grito de dolor –sí, no hay duda alguna, tu origen es maldición-
-debo decir que nunca escuche sobre un origen tan irregular, pero dudo que tu origen altere o niegue tu elemento, pero nos concentraremos en el manejo de los gusanos y la hechicería básica-
Shiro se levantó con cuidado de no alterar a los gusanos, sintiendo como estos se retorcían en su cuerpo, una vez parado agarro el libro en la mesa, el libro trataba sobre el manejo óptimo de la hechicería y los hechizos básicos que se usarían para mejorar el manejo del prana.
-por cierto, dile a Sakura que no tendrán entrenamiento, tengo que salir- Zouken sonrió divertido al ver la mueca de Shiro, para luego desaparecer en un torrente de gusanos que se movían por toda la habitación.
Saliendo de esta, camino por los sombríos pasillos, escuchando como los gusanos abundaban en esta, mientras caminaba a la habitación de Sakura miro el espejo del pasillo, sus ojos se mantuvieron neutros, cuando vio su reflejo, ya lo había notado antes, pero no pensó mucho en sí mismo cuando su cuerpo era profanado.
La figura del niño herido del hospital había desaparecido, ahora se encontraba un chico escuálido y débil, su antiguo cabello rojo había cambiado de pigmento a uno blanco, talvez era por el estrés al cual se sometía cada noche, un posible hecho cuando escucho a los doctores y enfermeros bromeando con el color de cabello, mencionando que en cualquier momento se volvería blanco.
No le dio importancia hasta ese momento que noto su cabello más grande que antes, pero lo más llamativo fue ver sus ojos, sus antiguos ojos de color bronce, habían cambiado a un platino casi blanco, como si sus ojos fueran un reflejo de su cambio.
Ignorando a los gusanos que se movían por el pasillo, camino a la habitación de su hermana, dando dos golpes a la puerta, esta se abrió dejando que Shiro entrara –nii san que sucede- Sakura que estaba leyendo un libro en su cama, se levantó y fue donde su hermano –el viejo dijo que no habría entrenamiento hoy-
Dando su mensaje se dio la vuelta yéndose de la habitación, pero este fue detenido por Sakura que tenía en su mano a un el libro que leía –quieres leerlo conmigo- Shiro se dio la vuelta y negó con la cabeza, levantando el libro que tenía –lo siento Sakura, tengo que estudia un poco esto- Sakura asintió y bajo un poco la cabeza, al darse la vuelta fue en dirección de su cama.
Shiro la miro unos segundos antes de soltar el libro en sus manos, dejándolo caer al suelo, yendo donde su hermana, miro el título del Libro "Momotaro" –nii san, no tienes que hacer esto, el abuelo se enojara si no lo obedeces-
Sakura al ver a su hermano junto a ella se alegró y preocupo, sabiendo cómo eran los castigos de su abuelo –no me importa, tengo toda la noche para estudiarlo- Sakura trato de protestar, pero al ver a su hermano sentarse en la cama y abrir el libro, se resignó feliz en sus adentros de no estar sola, pero no pudo evitar soltar una risita –nii san, tu cabello- al inclinarse, el cabello blanco de Shiro cubrió sus ojos impidiendo leer el libro, pero este en defensa comenzó a soplarlo.
-no te rías, el cabello crece y no puedo evitarlo- Sakura sonrió antes de ir a su escritorio y sacar unas tijeras –quieres que te los corte- Shiro la miro con una ceja levantada –sabes cortar cabello- Sakura lo pensó y negó con la cabeza –no, pero recuerdo como mi madre me lo hacía- bajando la cabeza, la tristeza al decir esa palabra fue grande –ya veo, entonces no tengo problemas si eres tu-
-está bien, debo ir por el peine del baño, ya vengo- con una gran sonrisa, Sakura abandono su habitación dejando a Shiro solo, acomodándose en la cama abrió el libro notando como este tenía un pestaña que marcaba la hoja donde se quedó, cuando Sakura volvió salto a su cama arrastrándose y agarrando las tijeras con cuidado –veo que leíste un poco-
-sí, lo siento, pero si quieres podemos comenzar de nuevo-
-deja de disculparte Sakura, no tienes la culpa de nada, mejor cuéntame la historia mientras me cortas el cabello- Sakura se quedó en silencio antes de bajar un poco la cabeza –no soy buena contando historias, mejor lo leemos de nuevo y-
-Sakura, dije que me contaras la historia, si no lo haces no te dejare cortar el cabello- con su amenaza y una risa de por medio, Shiro la miro de reojo y vio como tomaba un poco de aire, al parecer cortar cabello era algo que quería hacer –bueno, la historia comienza con…..-
Abrió nuevamente los ojos al escuchar el tono de mensaje que tenía en su celular, era un mensaje de Sakura, al ver su teléfono vio el mensaje que lo hizo sonreír, al parecer las nuevas amigas de Sakura la estaban llevando a un karaoke y le pedía si podía ir con ella.
Lo cual se negó, escribiendo una respuesta lo envió y guardo su celular, su hermana necesitaba abrirse a mas personas, ser feliz, disfrutar la vida, soltando una risita se levantó del piso y se acercó a la orilla de la azotea, viendo como Sakura a la lejanía era arrastrada por Ayako junto con varias chicas.
A lo lejos doblando una esquina, vio una chamarra roja, un símbolo icónico de Rin Tohsaka, chasqueando la lengua decidió acompañar a su hermana desde las sombras, no permitiría que algunos idiotas se acercaran a su tierna hermana y sobre todo, dejar que una orgullosa magus se acercara a su hermana, no permitiría que la supuesta hermana de Sakura la afectara o arruinara su salida de amigas.
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Rei después de limpiar el dogo soltó un gran suspiro, no solo había limpiado sola el dogo, sino que tuvo que aguantar las estupideces de su compañera y miembro de club, pero gracias a la incapacidad del manejo de lanza o la ayuda en la limpieza, tenía la oportunidad de echarla del club, después de derramar un balde de agua, la hecho del dogo molesta por su incompetencia.
Pero en vez de disculparse solo agito su mano y salió como si no importara nada, aun así logro limpiar todo el dogo en su mayoría, estaba satisfecha con+ su trabajo por lo cual necesitaba darse un baño antes de irse.
Con todo arreglado se fue directo a las duchas del club, cada club que tuviera un aspecto físico constaba de un par de duchas, aunque pequeñas sirvió para que se limpiaran lo sudado.
Dejando su ropa en una canasta dejo que el agua la relajara, su cuerpo se estremeció por la sensación antes de abrir los ojos y recordar algo importante, su amigo de la infancia e interés amoroso, maldijo en su interior cuando recordó que el imbécil estaba indeciso con su promesa y tomarlo a la ligera, como si ella no fuera valiosa.
Después de que se alejara de ella por su nuevo amigo Hisashi, se distancio voluntariamente, no queriendo saber nada del idiota concentrándose en sus demás amigos, pero aun así la molestia estaba, después de tomar la ducha cerro la llave del agua y agarro su toalla, necesitaba apresurarse si quería llegar a tiempo.
Pero al buscar su ropa no encontró nada, la sesta que dejo con su ropa había desaparecido, por lo cual se puso tensa, aun con la toalla cubriéndola, salió de las duchas buscando su ropa o el traje de práctica, pero al recordar que los guardo en la bodega fue en dirección de esta aun nerviosa por caminar con una toalla.
Una vez camino en dirección del almacén noto algo importante, fue ver la puerta de salida del dogo medio abierto, lo cual la confundió ya que recordaba que Miku había azotado la puerta, con cuidado camino hasta la puerta.
Sintiendo la brisa helada, la cerro con cuidado, notando el raspón que tenía, al darse la vuelta una mano la presiono contra la pared, evitando que gritara, sus ojos se agrandaron cunado reconoció a la persona frente a ella.
-no esperaba que fueras tan indecente como para caminar así por el dogo- el maestro de matemáticas Koichi Shido la había sometido contra la pared, el maestro la miro a los ojos desafiándola a defenderse, pero el temor que sentía la hizo congelar.
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-Rei estás ahí- Rei parpadeo cuando bruscamente se levantó de la mesa donde estaba descanzando, el cansancio de subir un cerro la había golpeado, pero más fue su fatiga al sentir el calor de las aguas termales cerca y no poder entrar.
Moviendo su cabeza en dirección de la voz se encontró con Saya la cual tenía una mano en su cadera tratando de parecer intimidante, Rin Tohsaka a un lado seguía leyendo su libro, no importándole el ruido externo, como si no las escuchara.
-por fin despiertas, quería preguntarte si te quedaras aquí o nos quieres acompañar- con una mano señalo a Shiro y Sakura, quienes estaba agarrando algo de agua en una botella –ellos quieren subir un poco más la montaña, ya sabes, hasta que esos dos idiotas lleguen-
Rei la miro bostezando un poco, luego de pensarlo un rato se levantó –está bien, tanto calor me ara mal- Saya asintió con la cabeza mirando a Komuro que sudaba –y tu gordo nos acompañaras- el chico apenas capto el insulto y la miro cansado –me quedare a esperar a los chicos, además que iré un rato al campamento por el teleférico, quiero traer algo-
Asintiendo con la cabeza no discutió mas con el chico, ya que el calor la sofoco y solo quería pasarla bien, y quedarse a esperar a sus compañeros no le agrado nada, más cuando sabía que todos los demás grupos llegarían y se bañarían todos juntos.
-aun no entiendo porque lo tratas así Saya- Sakura cuestionó incomoda por el abuso del chico que ya no le importaba recibir ese tipo de comentarios –eso es lo que es, porque te molestas en defenderlo- Sakura bajo un poco la cabeza, haciendo que Shiro saliera en su defesa –lo mismo puedo decir de ti, según se, tienes una mansión por casa, porque te molestas en este campamento, podrías viajar después a un mejor lugar con mejores vistas-
Saya se sonrojo y desvió la mirada, no queriendo admitir que se sentía sola en cada momento, ser hija de una familia tan acaudalada hizo que todos quisieran algo de ella, incluso chicos que se pelaron por ella con tal de formar una relación, pero al final, todos querían algo con su familia.
-ya déjala Shiro, mejor sigamos- Sakura como siempre un alma tan bondadosa la ayudo aun sabiendo que fue ella quien la ofendió –aun me cuesta saber porque la ayudas- dejando soltar un suspiro agarro una botella con agua y salió del edificio, Hirano salió detrás de él jadeando como si se hubiera olvidado de algo.
Las demás chicas incluyendo a Saeko cargaron una botella de agua y salieron rumbo a un camino poco transitado, siendo la cima su meta.
Con todos reunidos subieron la montaña, la cual estaba más inclinada y rocosa, demostrando que nadie había pasado por ahí, mientras subían y omitían las quejas de Saya en todo momento, lograron llegar a un pequeño claro, no era la cima, pero era una zona despejada de plantas de la cual podían tener una mejor vista, con el atardecer a la vista decidieron quedarse ahí y mirar como el sol se ocultaba, que si estuvieran con un novio seria romántico.
Saeko y Saya compartieron ese sentimiento de soledad a la cual estaban acostumbradas, pero fue Rei quien se quedó mirando a Shiro el cual estaba apoyando su cabeza en el hombro de su hermana, dicha hermana sonreía feliz y miraban como atardecía, todo en ese momento se volvió fugas, un recuerdo agradable que no notaron como el tiempo estaba pasando, mirando un bello atardecer con una fresca brisa, se olvidaron de todo y ver como el sol se ocultaba hizo que sus mentes volvieran en sí.
-creo que nos quedamos aquí demás, deberíamos volver- Saya se estiro dejando que el estrés acumulado desapreciara, pero el dolor de estar sentada paso factura cuando necesito que Saeko la ayudara, todos se levantaron con dificultad listos para bajar, pero con la oscuridad y no traer linternas a un pequeño paseo, tuvieron que bajar con cuidado de no caerse.
Siendo Shiro el primero en bajar con Sakura a su espalda, las demás lo seguían detrás a paso lento que duro unos segundos su viaje –oye puedes apresurarte- Saya se quejó tanto por el temor de quedarse en la oscuridad como el dolor que aún sentía –si quieres poder ir delante, no me molesta, yo iré con calma- ignorándola siguió bajando a paso lento y ayudando a su hermana en todo proceso.
Saeko y Rei adoloridas como estaban no se quejaron en avanzar rápido y decidieron ir a paso lento, aun mas sabiendo que se podrían caer y rodar por la montaña ocasionando más problemas –cálmate Saya, es mejor bajar así, además que no nos queda mucho-
Recordando vagamente el tiempo que les tomo subir, Rei sabía que estaban cerca de llegar, sin embargo, Saya que no le gustaba la oscuridad sabiendo de lo insectos que rondan por la noche se molestó y dio un mal paso haciendo que cayera.
Siendo Saeko y Rei las que iban por delante no pudieron evitar ser empujadas por Saya que caía, pero Sakura que era la mejor posicionada y con ayuda de Shiro, evitaron caer junto con Saya, pero la chica que caía no tuvo mucha suerte cuando su tobillo le empezó a dolor por el desliz, aun no teniendo suficiente sus manos tratando de aferrarse a las ramas cercanas, no logrando conseguirlo y haciendo que estas lastimaran las manos de saya.
Antes de seguir cayendo sintió como era detenida a medio caer, abriendo sus ojos sintió una mano cerca de su pecho, esto hizo que su dolor y miedo desaparecieran, cambiándolos por vergüenza e involuntariamente comenzó a gritar –deja de agitarte o te suelto- Shiro que se agarró a una rama, sujeto del pecho a Saya para que dejara de seguir rodando.
-donde crees que tocas pervertido, suéltame- por instinto hablo, pero luego abrió los ojos al ver que el abismo la esperaba, rápidamente se aferró al brazo de Shiro que la había soltado –que demonios estas asiendo sujétame-
-tú me dijiste que te soltara, ahora me dices que te agarre decídete mujer- con una última queja agarro con más fuerza a Saya devolviéndola al camino, con cuidado piso los lugares más firmes y no caer como Saya –Saya estas bien- Saya que aun respiraba con fuerza ignoro la pregunta y se aferró con más fuerza a Shiro –ya suéltame estamos en el camino- Shiro la agito para que se soltara, pero esta aun por el miedo no se soltó.
Mirando su pie y lo morado que se había vuelto, lo piso levemente para que Saya soltara un grito –que mierda te pasa idiota- asintiendo con diversión dejo que Saeko la sujetara con Rei a su lado, Sakura que estaba preocupada se quedó mirando sin saber cómo apoyarla –estando tan cerca y pasa esto- Shiro se quejó molesto al ver el vapor de las aguas termales.
-parece que solo se hincho su tobillo, puedes caminar- Saeko que la reviso, trato de que Saya diera un paso, pero está casi se cae de nuevo, pero esta vez sujetada por Saeko –no puedo, me duele mucho- mirando sus manos lagrimas comenzaron a caer, Rei que tenía unas vendas cerca de ella, se las pudo en las manos, limpiando un poco con agua que le había sobrado –Saya no podrá bajar caminando Shiro, puedes cargarla-
-no puedo, tengo que guiar el camino y además de cuidar a mi hermana-
-nii san, yo puedo ver el camino, yo puedo guiarlos y tú la cargas- Sakura se ofreció a guiarlos con el peligro de que cayera, pero no queriendo esperar más por el dolor Saya evito gritar cuando Rei la puso de pie –está bien, solo porque tú lo dices Sakura, baja con cuidado-
Cuando Sakura comenzó a bajar, Saeko y Rei avanzaron detrás de ella, Shiro para evitar caerse y tener una mejor vista cargo a Saya en su espalda y dejando una abertura comenzó a bajar –con cuidado mis manos me duelen- sin saber si era por el dolor o por miedo a caerse, Saya se aferró a Shiro como un Koala presionando su cuerpo con la espalda de Shiro, dejando escapar un suspiro y divertido por lo que pasaría, comenzó a curar el tobillo de Saya que mantenía sus ojos cerrados, con cada paso adelante que daba miro como Sakura casi se caía en varias ocasiones, pero Saeko la ayudaba en los mejores momentos, pero lo llamativo fue ver como Sakura parecía disfrutar del momento, haciendo que una sonrisa se dibujara en su rostro.
-lo siento, si no fuera tan tonta, esto no habría pasado- Saya para su sorpresa se disculpó en un susurro, el orgullo que la caracterizaba daba mucho que pensar, incluso podía compararla con Tohsaka en términos de orgullo, pero aquí mimo se disculpaba, lo que la bajaba de rango en termino de igualdad con Tohsaka.
-no importa, ya está hecho, solo tenemos que llegar a la base y atenderán de tus heridas- con cuidado de caerse bajo con cuidado sintiendo el aliento caliente de Saya sobre su cuello, lo cual molestaba a Shiro –deja de jadear Saya, me pones nervioso- con un escalofrió recorriendo su cuerpo logro bajar una roca del camino, el movimiento repentino hizo que Saya se presionara mas a su espalda –deja de presionarte, me estás haciendo sudar-
Asqueado por sudar, la ignoro y dejó de curarla, un poco de dolor aria que volviera a la realidad, después de unos minutos bajando, llegaron a las aguas termales, donde varios estudiantes estaban jadiando felices de salir de las aguas termales –donde estaban chicos, estábamos a punto de ir a buscarlos-
Un maestro se acercó molesto, quejándose con las demás, pero Shiro que llego cargada con Saya, paro todo regaño y el maestro llamo a la enfermera quien tenía un quimono que apenas cubría el área de su pecho.
Dejando a Saya con la enfermera Marikawa, Shiro secuestro a Sakura alejándolo de las demás personas con un pequeño hechizo de memoria, para que olvidaran que él y Sakura estuvieron allí, con cuidado y como todo un espía llegaron a la recepción donde se encontraron con los demás chicos que estabas con rostros preocupados, que al verlo su rostro paso a uno de furia, Takashi siendo el bestia que era, fue directo en su dirección listo para golpearlo y preguntar por Rei.
Sin embargo, al dar un paso Hisashi lo detuvo, dando una sonrisa divertida se alejó con una despedida de mano, Komuro antes de entrar en un frenesí molesto, Komuro lo llamo –Takashi ellas están allí- mirando desde la ventana llamo a Komuro el cual corrió fuera del edificio, pero al voltear a ver a Shiro este no se encontraba a la vista.
-nii san eres malo- Sakura se quejó con un pequeño puchero, ambos se encontraban en las aguas termales, siendo el baño de las chicas, Shiro solo se rio débilmente, recordando como Hirano le había dicho que la hora límite para las aguas era hasta las ocho.
Ahora con la hipnosis que le hizo a los maestros en un pequeño lapso, les hizo creer que estaban enfermos, por lo cual estarían en el campamento, dejándolos solos en las aguas termales.
-que puedo decir, salió mejor de lo esperado-
-tuviste algo que ver con su caída-
-no, solo los hipnotice en nuestra parada para que nos quedáramos a ver el atardecer, fuera de eso no tuve nada que ver-
-porque haces todo esto-
-no me gustaría que me vieran, odio sus mentiras-
Soltando un suspiro se apoyó con la espalda de su hermana, ella bajo un poco la cabeza sabiendo a que se refería, ella miro su cuerpo desnudo, a la vista era una mujer bella y de gran belleza, pero cada vez que ella se miraba, veía a los gusanos moverse dentro de su piel.
El caso de Shiro fue distinto, ya que a él no le importaban los gusanos dentro de su cuerpo, como si él ya hubiera aceptado su destino, sino a las cicatrices que tenía provocadas por el fuego, a pesar de que los insectos de Zouken trataron de curar las heridas, estas no se regeneraron del todo, el fuego de ese incendio fueron provocados por una existencia superior, por lo cual dejo a Shiro marcado de por vida.
Cuando era niño, se vio obligado a tener una mejor condición física, ya que los insectos además de drenar su mana, también lo hacía con los nutrientes de su cuerpo, por lo cual tendría que comer una mayor cantidad y sobre todo temer un físico mejorado.
Aun con sus cambios físicos, las marcas de sus quemaduras eran visibles, incluso podrían confundirlo con albinismo, sin embargo, solo era en algunas de las zonas afectadas, que al pasar el tiempo, la piel se estiro y cambio, haciendo las quemaduras parte de él.
-este viaje es divertido, me gustaría que fuese eterno- Sakura se dio la vuelta abrazando a Shiro por la espalda –no tienes que luchar en la guerra, no quiero quedarme sola- Shiro la ignoro y se rio divertido –estas empezando a ser más egoísta, eso me gusta, pero luchare y ganare por ti, no quiero que sufras más, si gano seremos libres y viviremos como siempre hemos soñado, así que cuando comience la guerra no me dejes-
Ambos hermanos sonrieron y se abrazaron felices de que ninguno deseaba alejarse, al día siguiente el campamento continuo de maravilla, teniendo varias actividades recreativas, pero sobre todo divertidas, era irónico pensar que las personas no midieran tiempo cuando se divertían, en un parpadeo ya había pasado una semana, obligándolos a volver a la realidad.
-espero que se hayan divertido en su viaje, pero tenemos que entrenar, la guerra está cerca, así que durante este tiempo libre hasta que inicie las clases, tendremos que intensificar el entrenamiento- con una voz divertida y risa de por medio, miro su sótano, mas especifico a dos jóvenes adolescentes con miradas vacías cubiertos de gusanos.
A pesar del sonido de los insectos, Shiro se perdió en su mente, repasando el conocimiento mágico y sobre todo, nunca soltar la mano de su hermana que se aferraba a él con fuerza.
"GANARE LA GUERRA" con su último tren de pensamientos todo su alrededor se volvió oscuro, siendo el sonido de los gusanos su señal de que aún seguía vivo y sobre todo despierto.
