En su oficina, Hiashi leía con atención el pergamino que le entregaron esa tarde. La Rama Secundaria convocaba a una reunión extraordinaria que se realizaría en un mes para definir de una vez por todas a las candidatas propuestas para contraer nupcias con el heredero. El patriarca maldijo por lo bajo, Jía estaba jugando sucio al limitarlo de esa manera. Pese a que la señorita Tenten era muy inteligente, tenía muy poco tiempo para instruirla en todos los quehaceres de una esposa regente de rama. Aún así, no le quedaba de otra más que hacer el intento.
Durante el atardecer, se anunció por parte de la Rama Principal una excursión por tres días a un balneario de aguas termales ubicado fuera de la aldea. El fin inicial era recompensar al grupo de niños por el arduo trabajo realizado durante la primera semana y a su vez, que tuviesen recreación de previo a iniciar el entrenamiento más complejo propuesto por Tenten que consistía en cubrir los puntos ciegos.
-Neji-sama… - Jía había ido exclusivamente a buscarlo luego de enterarse del comunicado. -Me complace verlo.
-Jía-san… - devolvió el saludo el pelinegro.
-Imagino que ya escuchó las noticias sobre el viaje. - Neji asintió. - Concluyo que asistirá dado que en ese grupo hay niños de la rama secundaria. Uno de mis nietos, incluso.
-Así es, asistiré en representación de la rama. - Neji hizo el esfuerzo por controlar el disgusto en su rostro. Ese anciano sacaba lo peor de él con su simple presencia.
-La señorita Minami y mi persona también asistiremos. Me parece que al ser un viaje familiar es una oportunidad excelente para estrechar lazos.
La falsa amabilidad en el hombre, sumado al doble sentido en sus palabras, aumentó las arcadas en el pelinegro.
-Concuerdo totalmente contigo, Jía… - la voz de Hiashi interrumpió la tensa conversación. - Es una excelente oportunidad para estrechar lazos y mejorar la imagen del clan; fue por eso que invité a la Sensei Tenten al viaje.
-¡¿Qué?! ¡Ella ni siquiera es de la familia! - se quejó el anciano evidentemente molesto.
Neji empezó a sentir la ira recorrerlo. Claro que Tenten no era una Hyuga, ella no estaba corrupta por el poder ni discriminaba a las personas solo por su origen, mucho menos compartía con ese hijo de puta una sola gota de sangre, como ellos.
-En efecto, pero se ha estado rumoreando en la aldea que el clan Hyuga está teniendo conflictos. Eso podría perjudicar el ingreso de los niños el próximo año, así que qué mejor manera de acabar con ese absurdo rumor que invitando a una futura sensei de la academia.
-Hiashi-sama… no alcancé a ver el nombre de la Sensei en la lista. Ya que su presencia es tan importante para mejorar la imagen del Clan, iré de inmediato a comunicárselo. - habló Neji dirigiéndose a su tío con respeto.
En cuanto Hiashi asintió, Neji desapareció en una cortina de humo. Se había convertido en el mejor Ambu de la generación de los Doce de Konoha por lo que sus habilidades actualmente eran formidables. No le tomaría nada encontrar a Tenten.
-Hiashi… - Jía llamó su atención- No sé qué trama al involucrar a esa joven con la familia, pero sepa que no permitiré que lo logre. La Rama Secundaria mantendrá su linaje puro.
El Patriarca permaneció en silencio. En ocasiones, incluso no decir una sola palabra era lo más sabio.
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-¡Me alegro mucho por tí Bella Flor! Es una oportunidad excelente.. - felicitó Guy.
Ese día en particular, le había correspondido a ella acompañar a su sensor en la terapia que estaba llevando. Si bien no recuperaría la habilidad de caminar, Sakura se había centrado en evitar que sus piernas perdieran masa muscular y se atrofiaran ya que a largo plazo eso le podría causar un perjuicio.
-Muchas gracias Guy-sensei, ¡daré lo mejor de mí! - respondió contenta mientras empujaba la silla de ruedas para dirigirse a un puesto de comida.
-Ahora entiendo por qué el tío de Neji vino a buscarme preguntando por tí.
-¿Eh? ¿Hiashi-sama lo visitó? - preguntó impresionada.
-Bueno, más que una visita yo diría que fue perfectamente planeado. Me pidió referencias tuyas. Y no te preocupes, bella flor, que le hice ver lo extraordinariamente talentosa que eres. - sonrió la bestia verde levantando su dedo pulgar.
Tenten abrazó a Guy. Si su sensei se enteraba del objetivo principal de Hiashi, quizá a lo mejor no hubiese dado la recomendación y ella claro, no tenía el corazón para decirle, al menos no hasta tener un mejor panorama de lo que le esperaba.
-¡Tenten! ¡Guy-sensei! ¡Miren a quién encontré! - la estridente voz de Lee, los hizo separarse.
Lee venía acompañado de Neji, quien sonrió discretamente al notar al par. Guy sonrió y una vez más, el legendario equipo se fue a compartir una grata velada.
-¡Wow! Tenten eso es genial - exclamó Lee con emoción al enterarse de la noticia. - Imagina cuánta experiencia vas a adquirir.
-Gracias Lee. Ya he dado varias clases y el grupo tiene mucho potencial. - respondió la castaña feliz.
-¿Y tú qué piensas Neji? - preguntó Guy al notarlo más callado de lo usual.
El chico tardó unos segundos en responder. Le estaba costando mantener a raya la emoción que sentía por poder compartir con Tenten un tiempo a solas durante la excursión. Los gemidos del otro día aún lo torturaban por las noches.
-Sin duda, la presencia de Tenten le hará bueno al clan. - respondió con su temple apacible de siempre, contrario al remolino en su interior.
-¡Entonces brindemos! ¡Por Tenten y su nueva etapa como Sensei! - animó Lee.
La castaña sonrió con ternura y se unió al brindis.
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-¡Agh! Así que Hiashi-sama se atrevió a invitar a esa mujer.- se quejó la madre de Minami.
Ambas estaban en la habitación de la chica tomando el té por la noche cuando uno de sus fieles sirvientes le comunicó la situación a petición de Jía. Minami observó a su madre y como ésta palideció en un instante; luego, explotó gritando como una loca.
-Madre, trate de calmarse, por favor. Ya le dije que esa mujer no es rival para mí. - insistió Minami.
La mujer se detuvo tratando de regularizar su respiración. Es cierto, no podía perder la cabeza por una mujer de tan poco valor que ni siquiera pensaba en darle progenie a la rama.
-Es cierto, hija, pero debemos ser precavidas. No bajar la guardia. Escucha bien, Minami, tienes en tus manos una oportunidad de oro para convertirte en la esposa de Neji-sama frente a tí.
-¿A qué se refiere madre? - preguntó Minami sin comprender.
Suki, la madre de Minami se levantó con elegancia del almohadón y se acercó al enorme espejo para contemplar su belleza. Ella fue una mujer que siempre logró sus objetivos, se convirtió en la esposa del hijo de Jía Hyuga, el regente de la rama secundaria durante el tiempo en que Hizashi falleció. Con la muerte del gemelo, pensó que sus posibilidades de tomar el poder en la rama se habían desvanecido, especialmente porque con la muerte de su esposa durante el parto de su primogénito, Hizashi se sumió en el odio y rencor hacia la rama principal. Iba a ser su oportunidad perfecta, iba a ofrecerse como segunda esposa, pero la muerte le arrebató esa posibilidad. No iba a perder de nuevo.
-Querida hija… En nuestro clan, hay una costumbre tabú que se prohibió para poder conservar el linaje puro del clan. Anteriormente, cuando una mujer, sin importar si era o no del clan, quedaba embarazada de un Hyuga éste estaba en la obligación de desposarla, incluso por encima de los acuerdos o compromisos que ya se hubieran concertado, ya que nunca se admitían bastardos, lo que era una vergüenza para el clan al mismo tiempo. Debes aprovechar este viaje para quedar embarazada de Neji y con eso, tu boleto como regente de la Rama Secundaria estará asegurado.
Minami se sonrojó. Si, ella recordaba que desde pequeños solo les inculcaban las relaciones con miembros del clan y aunque al principio no lo entendió, ahora le quedaba claro. La prohibición del mestizaje fue importante durante muchos años porque así, personas ajenas al clan no entrarían a tomar puestos que no les correspondían por derecho.
-A-Aún así, madre… Neji-sama y yo no estamos casados.
-El Clan Hyuga no cataloga como bastardos a los hijos de los príncipes y princesas herederos de las Ramas aunque nazcan fuera del matrimonio. Si tienes un hijo de Neji, automáticamente será considerado parte de la estirpe, un heredero y tú, te convertirás en su esposa sin que nada ni nadie lo pueda impedir.
Suki sonrió con malicia. Su plan era perfecto e iba a asegurarse de que su hija quedara embarazada de Neji sin importar el costo.
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La madrugada del día siguiente recibió a la comitiva conformada por: Hiashi, Hanabi, Jía y su guardaespaldas, Minami, los diez niños y niñas, dos nodrizas encargadas del cuidado de los menores, Neji y Tenten. A la castaña le hubiese gustado que Neji le avisara con antelación para prepararse mejor, sin embargo el pelinegro le dio el comunicado un día antes, por lo que no pudo encontrar vestimentas acordes con la ocasión. Incluso en el camino iba a tener que comprar ciertas cosas personales.
-Tenten-sensei…- el llamado de uno de los niños la sacó de sus cavilaciones. - ¿Usted ya ha estado en el Onsen de Jade?
-No, nunca he ido ahí. Así que necesitaré que me guíen, ¿de acuerdo?
Neji se derretía interiormente al reparar en la dulce sonrisa que Tenten le regalaba a los infantes. Él tampoco se planteó la idea de tener hijos porque jamás tuvo una figura paterna y mucho menos por el posible hecho de hacerlos cargar con las responsabilidades del clan, pero por primera vez pensó, que si Tenten estaba a su lado, sería capaz de ser un buen padre.
-El Onsen de Jade es solo para miembros exclusivos, incluído el clan Hyuga, por supuesto que la entrada de extraños no es permitida. - comentó Minami caminando elegantemente.
-Tampoco se permiten animales, pero de vez en cuando te topas a más de uno. - comentó Hanabi con aparente inocencia.
Hiashi reprendió a su hija con la mirada, mientras la adolescente ocultaba una sonrisa traviesa.
-Ignora los comentarios de esa mujer. - la voz de Neji cerca de su oído le erizó la piel. Tratando de controlar su nerviosismo Tenten se separó ligeramente del pelinegro.
-D-Descuida, no me afecta para nada. - justificó la castaña.
Neji sonrió. No pasó por alto la reacción de su compañera.
Cuando llegaron al dichoso Onsen, Tenten observó admirada el lugar. Era excesivamente lujoso, con finos acabados y detalles de la más alta calidad. La entrada principal tenía a cada costado un tigre de jade. La recepción era enorme, más grande que su apartamento y las personas que transitaban por él, vestían kimonos finos y caros. Se sintió un tanto fuera de lugar ya que su vestimenta desencajaba por completo.
-Bienvenido, Hiashi-sama. - la encargada del Onsen se inclinó con respeto. Tener a las principales figuras de un clan tan prestigioso aumentaba la popularidad del lugar.
-Gracias. Vamos a apegarnos al programa que conversamos, señora.
-Entiendo… En ese caso, el desayuno de bienvenida los espera. - la encargada reparó en Tenten. Si bien la joven vino con la comitiva Hyuga, sus vestimentas eran poco adecuadas para el Onsen. Cuando el grupo emprendió su camino, decidió interceptar a Tenten a efectos de explicarle las reglas, sin embargo, se detuvo al notar la presencia del heredero de la rama secundaria.
-Ni se te ocurra importunarla. - amenazó Neji cortante. - Quiero que le dejen en su habitación todo lo que necesite para que esté cómoda, incluyendo kimonos, perfumes, aceites… Todo a mi cargo, pero no le digas a nadie.
-Como ordene, Neji-sama. - respondió respetuosamente la mujer.
Cuando Neji se retiró, la encargada se sonrojó a más no poder. Acaba de experimentar una situación como de telenovela donde el chico guapo se enamora de la pobre y utiliza su dinero para darle todo lo que se merece. Siempre creyó que esas cosas eran pura ficción, pero ahora confirmaba que sucedía en la realidad.
El comedor principal donde iban a desayunar era gigantesco y estaba repleto de platillos que Tenten ni se imaginaba que podían existir. Dudaba que se llegaran a acabar todo eso y de corazón esperaba que la comida sobrante no se desperdiciara. Su rostro reflejó su preocupación.
-¿Ocurre algo Sensei? - preguntó Hiashi acercándose.
Al fondo, los niños y niñas empezaban a devorar los panecillos dulces y diversos jugos.
-Esto es demasiado pomposo, ¿no cree? Sé que no estoy acostumbrada al lujo, pero me parece una cantidad de comida ridícula, solo espero que no se vaya a desperdiciar; dentro de la aldea, aún hay personas que padecen hambre. Lo sé porque fue parte de mi proyecto final para aplicar como sensor en la Academia.
Hiashi reparó en la mesa de tres metros repleta de comida. La humildad no es algo que se conozca en el Clan, pero definitivamente, debía inculcarse.
-Ordenaré que reduzcan los banquetes a lo necesario y que lo que sobre de hoy se reparta entre las personas necesitadas de la aldea. - la voz de Neji la hizo sonreír de inmediato.
Ella sabía perfectamente que Neji, pese al dinero que ostentaba por la fortuna que heredó tanto con la muerte de su madre como de su padre, se había convertido en una persona humilde y con gran conciencia social, lo que adoraba.
-¡Qué acto tan noble de su parte Neji-sama! - exclamó Minami acercándose. Empezó a parpadear repetidamente con coquetería.
-¿Se te metió una basura en los ojos Minami? ¿O por qué parpadeas así? - nuevamente, Hanabi hacía gala de su sentido del humor ácido.
Tenten se mordió el labio conteniendo la risa. Claro que el acto de coqueteo fue obvio, solo que rayó en lo vergonzoso. La chica, molesta, pidió que le llevaran el desayuno a su habitación y se retiró. Jía la imitó; ya tomaría represalias durante lo que quedaba del viaje.
-Bien… Vamos a desayunar. Shun… Tú también puedes quedarte. - permitió Hiashi al guardaespaldas de Jía.
Era un joven de buen corazón que se vio forzado a servir a Jía porque su padre lo obligó, sin embargo, le constaba que el muchacho difería en su actitud por completo de su superior. Incluso, se crió con Minami durante su niñez y fue asignado para velar por su protección.
Los restantes tomaron asiento y se dispusieron a comer. Los niños decidieron acaparar a Tenten por completo, dándole a probar diversos manjares y frutas deliciosas, a lo que la castaña aceptaba gustosa. Shun no le despegó la mirada ni un segundo, lo que no pasó desapercibido por Neji, quien de inmediato adquirió un gesto serio. Sentir celos no era lo suyo, porque él era un prodigio, pero cuando se trataba de Tenten se tornaba posesivo. Las únicas personas con las que no se sentía así, era con Lee y Guy-sensei por la relación familiar que éstos tenían con la fémina, así como con sus amigos, quienes habían empezado a casarse.
-La sensei es una mujer estupenda. Jamás vi a los niños así. - comentó Shun suavemente.
Neji posó sus orbes perlas en las del joven. Debía controlarse; una escena de celos no era conveniente.
-Es una profesional completamente. - respondió tajante.
-Con todo respeto Neji-sama… Según sé ustedes eran compañeros de equipo, por lo que me gustaría preguntarle… ¿La sensei tiene algún pretendiente?
La pregunta lo puso tenso en un segundo. Claro que la belleza de Tenten en los dominios del Clan iba a levantar la curiosidad en más de uno, ya lo tenía previsto, solo que no pensó que fuera tan pronto. El Clan Hyuga solía tener una indiscreta doble moral; si bien se jactaba de procurar la pureza del clan, más de uno, especialmente los varones, solían acostarse con mujeres ajenas por placer y/o lujuria, simplemente que luego procuraban darles medicinas especiales para que no quedasen embarazadas. Si bien ya no se daba con tanta frecuencia gracias al gobierno de su tío, algunos solapadamente continuaban con la práctica.
-Tiene un pretendiente, sin embargo desconozco a detalle su relación. Desde que estoy en la rama Ambu no he vuelto a frecuentar al equipo como antes.
Neji no mintió, se reservó información. Lo que dijo es cierto, simplemente omitió revelar que el pretendiente de Tenten es él.
-Y-Ya veo. - respondió Shun desconcertado por la rapidez en que el heredero respondió.
Cuando el desayuno terminó, se dirigieron a un precioso campo de flores donde las empleadas y artistas del Onsen los deleitaron con un majestuoso baile, seguido de una actividad infantil que duró todo el día. Tenten estaba agotada; no había parado ni un segundo de estar con los niños y participar en su recreación, sin embargo, comprendió que una cosa era tenerlos en el rol de sensei y otra muy diferente como cuidadora… Realmente admiraba a las dos nodrizas que los acompañaban.
-Por lo visto criar niños no es lo suyo. - comentó Minami mientras se acercaba.
Tenten se había sentado por unos minutos aprovechando el descanso para la merienda de la tarde.
-Bueno… podría con uno o dos, pero con diez… - respondió la castaña mientras se abanicaba el rostro.
-Yo tendré todos los que Neji-sama desee… - comentó venenosa. En cuanto Neji y Hiashi se acercaron al par, Minami cambió radicalmente su actitud por una más amable. De inmediato, le entregó a Neji una cantimplora hecha de bambú. - ¡Neji-sama! Tome, preparé esto para usted.
Tenten le dirigió una mirada incrédula. Así que la tal Minami en realidad era una chica que aparentaba ser dulce y tierna, pero en realidad era una víbora.
Neji respondió un escueto "gracias", tomó la cantimplora y se sentó frente a Tenten. La castaña sonrió burlona. Neji supo interpretar la mirada inquisidora de la maestra de armas; lo estaba retando a que tomara la bebida frente a ella, sin embargo no se atrevió y simplemente la colocó a su lado. La bien disimulada escena de celos que le hizo la castaña, le bastó para obedecerla cual perro faldero. Jamás la vio con esa actitud y quedó fascinado.
-Hiashi-sama…- una de las nodrizas interrumpió. - Está anocheciendo, así que llevaremos a los niños a descansar por hoy.
-Adelante. - autorizó el patriarca. Una vez que el grupo infantil se retiró, Hiashi se volteó a los presentes. - Los adultos pueden disfrutar del Onsen a sus anchas, nos veremos mañana por la mañana para iniciar la caminata por el bosque.
El grupo asintió. Tenten sonrió emocionada. Ese lugar prometía ser de ensueño y lo que más quería era disfrutar de las aguas termales, comer algo ligero e irse a dormir para mitigar el cansancio generado por los pequeños. Minami se excusó y se marchó rápidamente. Su madre le entregó una droga para aumentar el impulso sexual en Neji y con ello, asegurar la noche donde quedaría embarazada. Vació el contenido del frasco en la cantimplora y se lo entregó a Neji en la bebida preparada. Cuando se retiró, notó que el pelinegro aún mantenía el objeto a su lado, por lo que sería cuestión de tiempo para que hiciera efecto, así que ella debía ir a prepararse para estar lo más presentable para el heredero.
Minutos después, Shun se acercó a Tenten. Lucía visiblemente cansado debido a que fue el encargado, en compañía de la castaña, de colaborar con las nodrizas en el entretenimiento de los niños. El hombre se sentó; sus mejillas estaban sonrojadas y Tenten no pasó por alto el ligero parecido entre éste y Neji. Aunque Neji era más alto, fornido, su cabello era ligeramente más largo y sus facciones más masculinas - conocía a la perfección a su amado - mientras que Shun era todo lo contrario.
-¿Visitará las aguas termales, Sensei? - habló el guardia tratando de romper el hielo.
-Aún no lo sé. Éste lugar es enorme y quisiera conocerlo. - respondió la castaña.
-Si gusta puedo enseñarle el lugar. - ofreció Shun.
-Descuida. Estás tan cansado como yo, se te nota. Es más, pareces tener sed… - respondió sonriendo con amabilidad.
Adoré escribir este capítulo. Siempre he creído que el clan Hyuga, tan moralista como se vé, debió manifestarse de alguna forma cuando Hinata y Naruto se unieron, no creo que todo fuera tan rosita como se pintió, así que aquí les dejo mi versión de los hechos, jaja.
¡Saludos!
