Harry Potter:
Una lectura distinta, vol. 8Por edwinguerraveCopyright © J.K. Rowling, 1999-2008
El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como de todos los símbolos y elementos relacionados, para su adaptación cinematográfica, son propiedad de Warner Bros, 2000.
Algunos capítulos incluyen extractos de los "fan fic" 'Harry Potter y la Orden del Fénix', © "Daniela Linx", y 'Harry Potter y el Círculo Secreto', © "jesterdead".
La Frontera Final1
Capítulo 22: Tú y Yo2—¿Y ustedes, papá? —preguntó Dom, extrañada, al ver que su tía Audrey dejaba el pergamino con el capítulo recién leído en el atril.
—Ese día estábamos en San Mungo —respondió Bill—, Fleur estaba en una consulta médica.
Vic sonrió en silencio, al igual que Harry cuando vio que el atril con el nuevo pergamino se ubicaba delante de su asiento. Asintió y dijo, mirando a Ginny:
—Como debe ser, Tú y yo, por siempre.
—Como debe ser —confirmó Ginny. Luego de un rápido beso, aplaudido y silbado a partes iguales, Harry comenzó a leer.
Pasaron unos días alegres, y al llegar el día de Navidad, Harry y Ron se despertaron con el alboroto de Ginny, Hermione y Dil, quienes parloteaban en la habitación del lado, emocionadas por sus regalos de Navidad.
—Podrían tener 18 años, más o menos —comentó Ron señalando sucesivamente a Hermione, Ginny y Dil—, pero tener a estas tres juntas era sinónimo de parloteo al más alto nivel.
—No te quejes —reclamó Hermione—, que nosotros no reclamamos cuando tú y Harry se ponían a discutir hasta las tantas de la noche.
El hecho que Ron se sonrojara y las risas estallaran fue suficiente para que Harry retomara la lectura, aunque intentaba evitar estallar en una carcajada.
Al asomarse, se encontraron con varios regalos a la puerta del cuarto y las tres chicas, aún en pijamas, esperándolos para ver sus regalos.
Harry recibió un suéter Weasley, verde, como usualmente la señora Weasley le tejía, esta vez con una H dorada cruzada por un relámpago rojo; Hermione le regaló un libro: "Enciclopedia ilustrada de grandes juegos de quidditch del Siglo XX"(—Muy completo, debo reconocer —intervino Rose—, especialmente por las ilustraciones que trae), y Dil improvisó, diciendo apenada:
—Mi regalo te lo compraré en Hogsmeade, cuando regresemos al colegio.
—Estaba tan ida de todo —reconoció Dil—, pasando tan bien esos días que ¿ustedes creen que me acordé de comprar regalos?
—No lo dudo —intervino Frankie—, entrar a La Madriguera es desconectarse de todo lo que ocurre en el mundo exterior. Es un ambiente totalmente especial.
Muchos de los más jóvenes asintieron, haciendo sonreir a los patriarcas Weasley.
Ginny, colorada como su cabello, le regaló un álbum, que contenía la colección de todos los recortes de El Profeta que mencionaban, para bien o mal, a Harry, desde el primer año, con su nombre enmarcado en corazones. Harry, abrazándola, le dijo:
—Ginny, mi snitch dorada, es hermoso, yo no sabía cuánto me amas… y yo también te amo…
—Eso es aaaamooooooorr! —atacó el coro de bromistas, provocando un alboroto de los usuales, que apenas pudo controlarse pasados unos tres minutos.
Ron, como era usual, le obsequió un surtido de dulces y caramelos mágicos, mientras que George le envió un cupón de crédito permanente en "Sortilegios Weasley", "para nuestro héroe, y principal apoyo a una nueva generación de quebrantadores de la Ley", como le recordaba permanentemente.
—Que todavía está vigente, debo aclarar —comentó el propio George, a lo que Fred dijo:
—Excelente decisión, hermano.
—Sabía que estarías de acuerdo —dijo mientras se palmeaban al mismo tiempo las espaldas.
Luego de ver los regalos de Ron y de las chicas, y cambiarse, bajaron a desayunar, encontrándose a Bill y Fleur, George y Angelina, Charlie, Percy y su novia Audrey, quienes ya habían llegado, y estaban acompañando a los señores Weasley en la cocina.
—¡Feliz Navidad, muchachos! —dijo alegre el señor Weasley, mientras tomaba una taza de té—. Espero les hayan gustado nuestros regalos.
—¡Oh, sí, gracias! —respondió Dil emocionada.
—Creo que era la primera vez que me daban un regalo de Navidad que no fuera mi familia —reconoció Dil, con algo de sonrojo—. Aún conservo el suéter que me regaló la señora Molly, rojo burdeos con un lince, muy lindo y que abriga muchísimo, es muy rico.
—Es que la abuela Molly teje los mejores suéteres del mundo —comentó Hugo, haciendo sonreir a la aludida.
—Ah, Dil, aquí llegó una lechuza, y creo que trae un regalo para ti —le comentó la señora Molly, mientras señalaba una lechuza marrón oscuro, de ojos vivos, que esperaba al lado de la jaula de la alborotosa Pig.
—¿Para mí? ¿Será de mi mamá? —se preguntó Dil mientras se acercaba a la lechuza, quien le mordió gentilmente el dedo, al momento de tomar el paquete—. Sí, es de la casa… –abrió el sobre, que traía una carta escrita con tinta verde, que decía:
Querida Djilab:
Espero que estés pasando una Feliz Navidad, donde quiera que estés… Aquí te enviamos el regalo de tu hermano y mío. La próxima vez, por lo menos avisa que no vienes a pasar la Navidad en casa.
Mamá
Lily, Alice e incluso las contemporáneas de Dil la miraron con interés. Cuando notó las miradas, dijo:
—No es que no quisiera pasar esa Navidad con mamá o con Jan, mi hermano, pero la novedad de tener verdaderos amigos en tan poco tiempo me nubló, y por eso fui impulsiva en querer pasarla con ustedes antes que con ellos.
—Por eso la sorpresa cuando leíste la carta —comentó Harry, quien se había adelantado en la lectura—, ¿lees esa reacción?
—Con gusto —al momento, un pequeño pergamino cayó en su regazo. Al leerlo en silencio, sonrió, suspiró y exclamó:
—¡Por Shivá, el terrible! –exclamó Dil al ver la carta—. ¡Con la emoción de venir no me acordé de decirle a mi mamá! ¡Me va a matar! Bueno…, tampoco es que tenía muchas ganas de pasarla con ellos…
—Dil, ¿qué es eso? –dijo, en tono de regaño, la señora Molly (en la Sala, puesto que a ella también le había caído un pergamino en las manos. Esto provocó risas y una ida y venida de miradas entre las dos lectoras)—. Es tu familia, deberías estar con ellos, estos son días para pasarlos en familia.
—Es verdad, señora Molly –respondió apenada Dil—, pero a veces mi mamá con sus charlas terapéuticas la marea a una, y el enano no ayuda mucho tampoco…
Luego de las risas y un abrazo entre Molly y Dil, Harry continuó leyendo.
—¿Quién es el enano? –preguntó Ginny, aunque suponía la respuesta, pues así la llamaba de vez en cuando Ron.
—El que se supone es mi hermano menor –respondió Dil, incómoda—, mi medio hermano, realmente. Ese si es Henderson.
A todas estas, Harry comía en silencio, viendo que casi todos estaban reunidos: "Están los señores Weasley; Ron, Hermione, Bill, Fleur, Charlie, Percy, George y Angelina… También Dil y Audrey… Es ahora o nunca…", reflexionaba, cuando Ginny le preguntó:
—Harry, ¿pasa algo?
—Eso me lo estoy preguntando desde hace rato —comentó Lily, mirando con interés a Harry.
—Ah… No, Ginny, sólo pensaba en esta familia, que se mantiene unida a pesar de todo…
—Bueno, no te creas que no es fácil –terció George, haciendo sonreír a Harry. En ese momento, éste se levantó, impulsado como por un resorte, y se detuvo al lado de Ginny. Todos se quedaron viendo, Ron con un pedazo de bacon trinchado en la mano.
—Otra vez interrumpen a papá comiendo —comentó Hugo, causando algo de risas. Harry se volteó, soltó el pergamino y dijo, apelando a la memoria y mirando de frente a Ginny:
—Ginny, quiero decirte algo, y creo que este es el mejor momento, junto a tu familia, y mis amigos –Al callar, puso una rodilla en tierra, y tomó las manos de Ginny, para comenzar a decirle—: Contigo he tenido tiempo para vivir, y te juro que es verdad, ahora finalmente encontré a alguien que esté a mi lado, tú. Tú eres alguien de quien puedo obtener bastante, y te diré algo, esto es amor porque te quiero más de lo que jamás imaginarás, y quiero que esto sea para siempre… Y te lo debo todo a ti.3 Ginevra Molly Weasley, ¿quieres seguir siendo mi esposa, y compartir el tiempo que nos quede por vivir?
—Creo que eso no tienes por qué preguntarlo, Harry —dijo Ginny, pero al ver que Harry le señalaba el pergamino, sonrió, se acercó al abrazo que le ofrecía y leyó:
—¡Por supuesto, Harry James Potter! ¡Quiero ser tu esposa! ¡Te amo! (le dio un rápido beso ante el aplauso de la mayoría en la Sala, y dejó que siguiera la lectura) –se levantó, y halándolo hacia sí, lo abrazó y besó, mientras la señora Molly lloraba alegre y Ron aplaudía, junto a Hermione y Dil, quien se había quedado con la pluma con la que esperaba contestar la carta de su mamá en el aire, sorprendida por la forma en que Harry se le había declarado formalmente a Ginny.
—Ay, ¡que lindos mis niños! –gritó la señora Molly, abrazando a Harry y Ginny, y besándolos repetidamente, hasta que se separaron, viéndose a los ojos, con la mirada más limpia que puede haber. Mientras tanto, Ron exclamaba, ya más tranquilo, aunque apenado:
—Nunca dudé que Harry y Ginny terminarían juntos; si me preocupé, y bastante… Discúlpenme, amigo, hermana.
—Ceeelos, malditos ceeeeelooooos —saltó el coro de bromistas, provocando algo de risas.
—Ya lo acaba de comentar la señora Samantha —comentó Rose—, papá estaba velando por la tía Ginny, cuidando a la familia.
—Podemos decir que era lo que me correspondía —reconoció Ron—, aunque a veces me parecía que era Ginny quien cuidaba de mí.
—Y así ha sido siempre, Ron —dijo Ginny—, aunque tú no lo notaras a primera vista.
—Como debe ser —dijo Molly—, los hermanos cuidándose entre todos. Harry volvió a señalarle a Ginny el pergamino y, luego de unas sonrisas cómplices, darle la oportunidad de leer.
—Tranquilo, hermano –le dijo Ginny, aún viendo los ojos verdes de Harry—. Yo me enamoré de él desde el primer día que lo vi, en el andén 9 y ¾, cuando iban a primero; y siempre, a pesar de mis amoríos con Michael Corner o con Dean, tuve la esperanza de estar contigo –le dijo directamente a Harry, aún abrazados—. Pero de pronto tú estabas con Cho, y tuve que esperar hasta mi quinto año para que-me-tomaras-en-cuenta –le sonrió mientras golpeaba repetidamente su hombro—. Si no hubiera sido por el libro del "Príncipe mestizo" no estaríamos aquí.
—Me hubiera gustado ponerle las manos encima a ese libro —comentó Rose, a lo que Hermione reaccionó diciendo:
—Gracias a Merlín no ocurrió eso, ni va a poder ocurrir. Es preferible una versión limpia y nueva de "Elaboración avanzada de pociones", como debe ser.
Snape asintió levemente, aprobando lo dicho por Hermione.
—Mamá —intervino Hugo—, de verdad, tú le quitas lo divertido a la vida.
—Te aseguro que era un libro peligroso, Hugo —remarcó Hermione—, muy peligroso.
Algunos negaron en silencio, especialmente los bromistas en la Sala, pero no interrumpieron a Harry cuando retomó la lectura.
—Si, es verdad… –reflexionó Harry, para luego voltear a ver al señor Weasley, quien volvía a abrazar a su esposa—. Señor Weasley, ¿nos daría su bendición?
—¡Por supuesto, Harry!, pero después que terminen el colegio… Como Ron y Hermione… Y para ti, y para todos ustedes, Hermione y Dil, soy Arthur…
—Papá, entonces tendremos que esperar un año más que ellos, porque yo estoy todavía en sexto –le dijo Ginny, arrugando la frente y poniendo los brazos en jarra.
—Pero pudiéramos casarnos, tu cursas tu séptimo y cuando termines comenzamos a convivir como esposos –reflexionó Harry, tratando de buscar una solución.
—Pues mala idea no era —comentó Alisu, haciendo que varios de los más jóvenes asintieran y murmuraran un poco.
—Y pueden hacer las bodas conjuntas –terció Dil, alegre, pero luego corrigió, bajando la voz, al sentir la mirada de todos en el comedor, haciéndola verse entrometida—: Bueno, es una sugerencia, claro…
—Aclaro que fue lo que sentí en ese momento —reconoció Dil, ante la mirada interesada de los más jóvenes—, ya después, casi me convirtieron en una más de la familia.
—Más o menos lo que pasó con nosotros y nuestros hijos —mencionó Neville, tomando la mano de Hannah y acariciando la cabellera de Alisu—, que desde que Molly y Arthur le abrieron la puerta de La Madriguera no hay quien los saque de ahí.
Se escucharon algunas risas antes de que Harry retomara la lectura.
—Oye, ¿por qué no? –dijo Ron, de la mano de Hermione—. Dil tiene razón. Siempre hemos estado juntos en todas las aventuras que hemos vivido. ¡Vivamos también ese día juntos, como "hermanos de sangre" que somos!
—¡Hagamos las bodas el mismo día! –dijo la señora Molly, alegre—. Así hacemos un solo gasto y celebramos el doble.
Así quedó decidido. Para celebrar, destaparon varias botellas de cerveza de mantequilla e hidromiel, y brindaron por las parejas. Dil envió la respuesta a su casa y se dedicaron el resto del día a pensar qué iban a hacer para las bodas de los entrañables amigos.
—Excelente idea —comento Vic, con cierta emoción en su voz, que Louis notó de inmediato:
—¿Qué te pasa?
—Que me emociona pensar que pronto será nuestra boda —respondió, tomando la mano de Teddy, quien sonrió y asintió ante los aplausos de varios. Bill los dejó hacer por unos minutos antes de comentar:
—No sé de que hablan, yo no les he dado el permiso.
—¡Papá! —exclamó Vic, sorprendida y extrañada a partes iguales.
—Eso lo hablamos en la casa —dijo Bill, sonriendo, lo que aplacó a Vic—, cuando regresemos.
—Cuando regresemos —repitió Neville, sintiendo un leve estremecimiento que notó Alice, quien rápidamente le dijo en un susurro:
—Tranquilo, hijo, todo va a estar bien.
—Eso espero —respondió, también en susurros. Mientras tanto, el atril con el nuevo capítulo se estaba ubicando delante de Dennis, quien frunció el ceño y se acomodó en su asiento.
1 Iron Maiden: "The Final Frontier" (álbum editado en 2010) © Iron Maiden Holdings
2 Scorpions (Klaus Meine): "You and I", editado en el álbum "Pure Instinct", de 1992 © Scorpions. Disponible en watch?v=S55C6Zvt7BA, versión "Acoustica Live in Portugal"
3 Extractos tomados de: Franke Previte, John DeNicola, y Donald Markowitz (Compositores): "(I've Had) The Time of My Life", publicada originalmente en el álbum debut homónimo de Franke en 1981. Fue grabada por Bill Medley y Jennifer Warnes, después de haber sido seleccionada para ser la canción final de la película de 1987 "Dirty Dancing" ©RCA. Disponible (como versión "Live" de la serie "Glee"), en: watch?v=iKbJXBDOazQEn el original en inglés: (Now) I've had the time of my life
(…) I swear it's the truth
(…) Now I've finally found someone
To stand by me
(…) I can't get enough of
So I'll tell you something
(…) I want you more than you'll ever know
(…) And I owe it all to you
