Renegados
Capitulo 21 Requiem
Nota: Buen día a todos. He decidido seguir con esta historia. Este será una especie de reboot espiritual. El canon de esta historia es el mismo pero como han salido demasiado nuevo en la historia del manga y anime en estos años, he decidido hacer de una vez el Time Skip. Todo se irá explicando a su tiempo lo que ocurrió en esos tres años.
Han pasado 3 años y había pasado de todo en este tramo de tiempo ya que las cosas no fueron igual que antes. La geografía del mundo ninja era distinta a la de antes. Las cinco naciones ninja estaban bajo una misma bandera desde hace dos años desde que el imperio ninja logró unir a las aldeas en una sola nación.
Sin embargo, no todo era miel sobre hojuelas ya que el gobernante supremo era Danzo Shimura, quién se había proclamado emperador ninja. Al fin había conseguido deshacerse de sus principales enemigos políticos y no había nadie que se le pudiera oponer. Pero existían criminales de guerra que no aparecían en todo el reino ya que se habían logrado escapar de la masacre de la Aldea del Remolino, la cual era ahora una sucursal de la capital de Konoha. La mayoría de los jinchurikis habían caído ese día, pero el más poderoso de todos logró huir apenas junto a su amante, la Hyuga traidora, siendo los criminales más buscados de la historia.
—¿Algún informe de Naruto Uzumaki y Hinata Hyuga?—.
—Ninguno, es como si se los hubiera tragado la tierra—.
A Danzo no le gustaba lo que había oído y es que a esos dos se los había llevado el viento. El último Uchiha casi había conseguido asesinar al jinchuriki traidor y se reportó que había perdido el brazo. Un tiempo después de su recuperación, el Uchiha hizo un golpe de estado en su contra que fracasó y ahora era otro criminal buscado.
—¿Qué hay de Mito Uzumaki? La última Uzumaki leal debe volver a la aldea—.
—No se sabe nada de ella desde hace años—.
La chica jamás había regresado de la guerra y fue declarada perdida en acción. Se sabe que se había enfrentado a Hinata Hyuga pero de la nada desapareció.
—¿Cómo van los experimentos con los caídos en batalla?—preguntó el emperador muy serio.
—Estamos a nada de empezar con las pruebas preliminares de las habilidades de los super soldados. Pronto estarán a su servicio, su alteza—.
—Eso es excelente, puedes retirarte, Torune—.
Aunque el imperio era sólido, esos cabos sueltos seguían siendo una preocupación genuina de Danzo. ¿A dónde se habían ido los criminales? No había quedado rastro de ellos por ningún sitio y por más que buscaban era imposible dar con su paradero.
Sin que nadie lo supiera, había alguien en la Luna que vigilaba al planeta Tierra y era el último del clan de los selenitas, el clan Otsutsuki de la Luna. El Rey Tenseigan no había hecho su aparición porque no se había cumplido los 1000 años para poner en marcha el Secreto Celestial. Sin embargo, hubo un cambio de planes cuando tuvo que intervenir para salvar a la Princesa Byakugan de una muerte casi inminente hace dos años.
—Tu Tenseigan ha sido completado, Hinata. Sin embargo, nunca podrá ser tan poderoso como el mío—le dijo Toneri Otsutsuki a la peliazul.
—Eso ya lo sé—.
—Aún así, no pensé que el Jogan surgiría en ti. Debió ser por la presencia de los restos de los Bijus en tu cuerpo y el chakra de tu amante—declaró el selenita viendo que el ojo derecho de la Hyuga tenía una esclerótica oscura más un brillo azul donde debía estar su Byakugan.
—Esposo, te dejo en claro que sigo casada con Naruto. No te elegí a ti como mi marido principal porque no te veo de esa forma, Toneri—.
Toneri y Hinata formaban una diada por parte de la línea de Hamura siendo el Rey Tenseigan y la Princesa Byakugan. Aunque el selenita había desistido de destruir el mundo, aún buscaba que Hinata lo ascendiera como su esposo principal pero la chica amaba a Naruto más de lo que podría amarlo a él.
—Hinata, piénsalo. Podrías tenerlo todo conmigo, eres la princesa de todo este lugar y yo soy su rey. Allá abajo no tienes más que sufrimiento. No sabes si tu marido esta vivo y si lo está, dudo que siga esperando por ti—le metia cizaña el albino.
—Toneri, agradezco todo lo que has hecho por mi de corazón pero no te permito que hables así de Naruto. ¿Sabes por qué no te quiero más? Porque Naruto no me habría hecho una escena de estas. Él estuvo desde el principio conmigo cuando todo me iba mal y tú no hiciste nada para sacarme de mi miseria. Yo estoy de acuerdo con el Decreto Celestial, lo que quiere hacer Naruto es lo mismo y por eso mi lealtad está con él. Si no estás de acuerdo, te vas a convertir en mi peor enemigo—le dejó en claro la peliazul.
Toneri no estaba nada feliz por esto pero Hinata le dio un beso en la frente porque había notado que el sujeto no le gustó esa respuesta.
—No quiero que compitas con Naruto por mi afecto, yo quiero de forma diferente a cada persona. Eres mi mejor amigo y me duele que odies a Naruto por algo que no tengo control. Has hecho mucho y mi corazón ha sanado desde lo que le ocurrió a Fu, pero si sigues con eso voy a darte una lección—.
—Vamos Hinata, yo solo te quiero a ti—empezó a armar berrinche el selenita.
—Eso es porque no has bajado de la Luna. No se tú, yo voy a ir a la Tierra a terminar lo que comencé. No pienso perdonar al imperio lo que le hizo a mis amigos—.
—Bien, te voy a acompañar. Si veo que no es seguro, te regreso a la Luna—alegó el sujeto y Hinata le dio un zape.
—Que posesivo eres—.
Hinata había notado que en el fondo Toneri era como Naruto hace unos años y el estar solo en este lugar le había creado traumas. Le había costado trabajo convencerlo de que el Decreto Celestial estaba errado ya que había recibido el mensaje de Hamura hace un tiempo y para eso tuvo que hacer un sacrificio contra su orgullo. De por sí todo le daba igual con la destrucción del único lugar que había considerado su hogar y no podía permitirse ganar como enemigo a alguien poderoso, así que hizo todo lo que que fuera necesario para cumplir su objetivo.
Como una kunoichi a la antigua, no solo siendo una guerrera, tenía que asegurarse de la lealtad de Toneri y eso equivalía a tenerlo contento. Ahora mismo se encontraba desnuda en la cama del selenita y se había colocado arriba del chico. Sus pechos y su trasero habían crecido bastante y además su cuerpo eran increíblemente sexy, todo por su genética superior y porque se había mantenido en forma.
—Te amo, Hinata—le dijo el albino.
—Si lo sigues diciendo de esa forma, me vas a hacer salir corriendo—le advirtió la chica con enojo.
—Vamos—.
—Mejor cállate y hagámoslo—.
Pasando a otro sitio en algún punto del la Tierra, se podía encontrar a Sasuke Uchiha escondido en alguna de las instalaciones de Orochimaru. Aunque este era un aliado de Danzo, no le iba a decir nada sobre el paradero del último Uchiha y se había dedicado a entrenarlo estos años para apoderarse de su cuerpo.
—¿Cómo te sientes con tu nuevo brazo, Sasuke?—preguntó Orochimaru sonriendo de forma maliciosa.
—Se siente como mi antiguo brazo—.
El Uchiha recordaba como había perdido su brazo y había sido en la batalla final contra Naruto Uzumaki. El rubio había ido con toda intención de matarlo, pero él había desarrollado su propio poder de tal forma que logró igualarlo.
—Ten más cuidado, me costó mucho desarrollar un nuevo brazo para ti. Fue un golpe de suerte encontrar los restos de ese Zetsu Blanco para usarlo de base en la reconstrucción—.
En si, el brazo de Zetsu era tan compatible que era viable para ser usado como prótesis en Sasuke. Añadiendo más del material genético de Jugo, Hashirama y generando la compatibilidad con las células de Shin, un ninja con una habilidad única de ser compatible con cualquier Kekkei Genkai. El brazo izquierdo de Sasuke sería una versión mejorada de lo que Orochimaru hizo con Danzo y eso era la punta del iceberg. El Uchiha tenía en su corazón las células de Hashirama y en parte las de Naruto que fueron recolectadas en esa batalla atroz, dándole un plus de poder.
Sin embargo, algo que no sabía Orochimaru es que el mismo Sasuke se guardó algunos secretos de su nuevo poder. Una es que el Rinnegan de su ojo izquierdo le daba acceso a un sello especial mediante el Camino Exterior, lo que hacía que su poder se hiciera totalmente permanente en su interior, siendo este el mismo que Hagoromo Otsutsuki usó para sellar al Diez Colas. El otro secreto era el misterioso sello de Luna que tenía en el nuevo brazo que apareció de la nada, siendo este el rasgo de Indra que obtuvo en la guerra y que apenas había recuperado.
Luego de probar su nuevo brazo en una práctica breve, el Uchiha fue a ver a alguien que era de su entera confianza. En el centro de investigaciones se podía ver a Sakura Haruno, la antigua kunoichi del Equipo 7, la cual había huido del imperio junto a Sasuke ya que fue parte de la rebelión abierta. Ella ya no tenía a su maestra Tsunade para que le instruyera debido a su destino incierto, pero en este lugar empezó a explotar su mayor potencial ya que estaba logrando combinar las enseñanzas médicas de ambos Sanin, aunque tuvo que romper algunas leyes morales.
—Los resultados de esta investigación indican que ahora todos tus implantes fueron 100% exitosos. Es como si hubieran sido especialmente hechos para ti desde un inicio—.
Sasuke ya lo sabia pero meditaba si ir con su nuevo poder a destruir el imperio de Danzo o debía ser más paciente. Mientras más tiempo pasaba, se haría más difícil eliminar la influencia del Shimura en la sociedad.
—Sasuke, ¿quieres acabar tu solo con todo esto? No sería recomendable, aunque seas muy poderoso nos superan en número—explicó Sakura haciendo entrar en razón al Uchiha.
Aunque le doliera admitir esto al Uchiha, ella tenía la razón y necesitaba ayuda, toda la posible para tener una posibilidad de acabar con todo esto. Sin embargo, tendría que romper todo su orgullo e ir por esa persona.
—Sakura, tenemos que ir por Naruto—.
—¡¿Estás loco?! ¡Casi te mata y no creo que te reciba con los brazos abiertos! ¡Fue nuestro enemigo hace tres años!—exclamó la rosada preocupada.
—Tengo una corazonada de que nos va a ayudar esta vez. Puedo sentir su presencia desde esa batalla, no está demasiado lejos de aquí. Sin él, no podremos ganar—.
Indra y Ashura tendrían que trabajar juntos para vencer a la amenaza de esta época y no era una casualidad ya que esto debía ocurrir tarde o temprano. Hablando de Naruto, este se hallaba lejos de la ubicación de Sasuke, en compañía de alguien inesperado.
Esta era una isla bastante alejada de la civilización, siendo está de las pocas aldeas que no estaban afiliadas al imperio de Danzo, debido a que no estaba completamente en esta región por el momento.
—Ya has completado tu entrenamiento, me sorprende que hayas logrado todo en tres años después de tremenda paliza que recibiste—.
Las habilidades del rubio aumentaron drásticamente ya que ahora tenía a alguien que le enseñara a perfeccionar lo que ya sabía y que su estilo se acoplara al suyo. Nunca pensó que entrenaría precisamente con su padrino odioso, quién fue una de las personas que provocó todo su tormento en su niñez, pero era la única persona que podría ayudarlo ahora por el momento.
—No pienses en lo que perdiste, sino en lo que harás ahora. Es duro haberlo perdido todo después de lograr lo que construiste pero de eso se trata la vida. A veces hay que levantarse—.
—Ahora lo que me interesa es saber dónde está Hinata. Puedo sentir su chakra muy lejos pero hay una barrera que no me permite ir a su ubicación—.
Naruto no era el mismo de antes y es que todos sus sueños había sido rotos de la forma más abrupta. Fu había muerto y no tenía idea de dónde estaba Hinata. El motor de su vida también era demostrar a sus padres que podía estar solo sin ellos pero esto era una total mentira. Cuando ellos murieron en la confrontación, se dio cuenta de una verdad y es que a pesar de todo deseaba reparar su relación con sus padres de alguna manera, pero su orgullo no lo permitió y ahora no tenia un impulso en su vida que lo hiciera seguir. A pesar de que había entrenado tanto, seguía con el corazón roto.
—Hermano, ¿ya terminaste de entrenar?—se oyó una voz seria al fondo.
Al fondo, se podía hallar a Mito que había ido a parar en esa isla en algún momento y Naruto no la miró porque eso le recordaba todo lo que perdió.
—Naruto, mírame. Tenemos que seguir con esto—.
El rubio aún se sentía culpable porque el quitarle todo a Mito no lo hizo sentirse mejor. Aunque ella fue la hija dorada de sus padres, tuvo la iniciativa de cambiar todo y si le hubiera hecho caso, tal vez todo sería distinto.
—Mito, no estoy de humor—.
—Nunca estás de humor, vamos Naruto. Ya estoy harta de ver cómo te haces la víctima, ¡yo también perdí un montón estos años pero ya me harté de sentirme miserable! ¡Yo fui dejada por mi novio, nuestros padres murieron, descubrí que mi hogar no es lo que ellos decían! ¡Lo sé, no era la guerrera perfecta como me hicieron creer pero al menos no me voy a quedar de manos cruzadas!—.
—¡Quieres que te maten! ¡No quiero que te vayas de esta isla, no quiero perder a nadie más!—.
Mito miró que la herida emocional de su hermano seguía ahí y ella lo abrazó llevando su cabeza a sus pechos. Naruto sabía que estaba mal, muy mal, pero su gemela no iba a dejar que todo se quedara asi.
—Aunque no me quieras cerca, yo voy a estar para ti, eres mi única familia ahora y voy a protegerte. Te amo—susurró ella muy maternal.
La relación entre los dos había dejado de ser tensa estos años pero había una barrera que les impedía reconectarse. Aunque habían nacido juntos, Naruto no la había visto demasiado en su vida y para él su melliza era como cualquier mujer hasta ahora. Sin embargo, estos tres años había sido su pilar emocional inesperado en la caída del Remolino, no como hermana menor, sino más como una amiga.
Por su parte, Jiraiya al menos suspiraba de que los dos hermanos parecían estar en mejores términos de como estaban hace tres años. Si sus padres vieran esto, quizás la familia pudiera haber tenido un destino distinto al mal final que ocurrió. Sin embargo, había algo que el Sanin no estaba tomando en cuenta y era que había mucha tensión sexual entre esos dos.
Aunque eran hermanos de sangre, la verdad es que casi nunca interactuaron mucho después de su nacimiento y el rubio se desapegó tanto de ella en toda su niñez que no la veía como una hermana realmente. En esos tres años empezaron a resolver las diferencias que tenían y encontraron más puntos en común de lo que se esperaban, curiosamente siendo más parecidos de lo que querían admitir.
Ya era de noche y Naruto se preparaba para dormir, pero fue sorprendido por Mito que traía una almohada en los brazos.
—No puedo dormir, ¿puedo acompañarte?—preguntó ella muy seria.
—¿No crees que es demasiado tarde para ser la hermana asustadiza que quiere dormir con su hermano?—.
—Lo sé, pero no me importa—.
La chica estaba a lado del rubio que no sabía que hacer y es que ella lo abrazaba con fuerza. Esto ya no parecía una relación fraternal fallida sino algo mucho peor.
—Te amo—.
—¿Qué?—volteó a ver el joven a la pelirroja.
—Me gustas—.
—Lo dices como hermana, ¿verdad?—dijo este nervioso al verla muy amorosa.
—No, me gustas como hombre. Te amo—.
—Pero somos hermanos, sabes que esto está mal—.
—Para eso sí somos hermanos. Sabes perfectamente que no me ves como hermana. Quise verte como mi mellizo pero no pude, me enamoré de ti—.
Ella no estaba mintiendo y él no sabía cómo sentirse. Aunque Mito era de las razones por las que terminó yéndose de la aldea, realmente no tenía la culpa de nada más que nacer y ser elegida sin razón aparente. Podía sentir su corazón roto desde que terminó la guerra y se estaba aferrando a todo lo que podía para tener una razón para vivir.
—Mito, yo…—.
—No tienes que sentirte culpable, te amo y sabía lo que hacía, pero mi corazón está hablando por su cuenta. Quiero estar contigo para siempre, no solo como tu hermana, sino como tu amante—.
El rubio no tenía a quien contarle eso, su suegra Hanamei ya no estaba para aconsejarle y Hinata no aparecía por ningún lado. Estaba solo y su cuerpo pedía más, a lo que quedaba vulnerable ante los avances de su hermana.
—Mito, si sigues con esto, no me voy a poder detener—le pedía el sujeto que se encontraba nervioso.
—No quiero que te detengas. Si nuestros padres nos vieran, no me importaría, solo te quiero a ti ahora—.
Naruto veía que Mito de verdad iba con todo y podía atribuir esto a que ella también había perdido todo, pero su caso fue peor en el sentido de que ella no tenía aliados que la esperaran. Había oído de que su ex la rompió después de un engaño amoroso por culpa de Karin.
—Mito, no quiero que hagamos algo de lo que nos podamos arrepentir—.
—No estoy arrepentida de esto, hermano. Yo te eché a perder la vida, pero me devolviste mi razón de vivir. Me has tratado como un ser humano a pesar de todo, te amo, te amo—.
En otro lado de la residencia, Jiraiya se preparaba para ir a dormir pero empezó a oír ruidos y fue a ver qué sucedía. Él tenía un mal presentimiento de esto y al llegar al origen oyó los gritos de Mito.
—¡Naruto, dame más duro! ¡Eres buenísimo!—.
Jiraiya no quería pensar mal porque eran hermanos pero algo le decía que esto no siempre era el caso porque muchos clanes tenían estos métodos para conservar el linaje de sangre puro.
—¡Aaaaaaaah, me vengo, me vengo, hazlo dentro!—.
Jiraiya entró y encontró a los dos hermanos teniendo sexo salvaje y Naruto se había corrido dentro de Mito, lo que dejó en shock al Sanin.
—¡Pero que demonios están haciendo!—exclamó Jiraiya sin creersela.
—¡Padrino, no llegue a interrumpir! ¡Naruto y yo estamos haciéndolo a gusto!—reclamó Mito cubriendose con una sábana.
—¡Pero si es tu hermano gemelo!—.
—Pues es muy guapo y es bueno en la cama—.
—¡Si sus padres estuvieran vivos se volverían a morir si los vieran!—.
Naruto tuvo un pequeño flechazo de inspiración y es que esto sería una buena manera de molestar postumamente a sus padres. Aunque ya no los odiaba como antes, de alguna manera quería desquitarse y que mejor manera de follarse a su hija dorada que estaba loca por él. De verdad estaba enfermo aunque esto ya no le importaba y se decidió por seguirle el juego a Mito.
—Nos hemos reconectado como familia y amo a Mito que quiero hacer mi vida con ella—alegó Naruto dándose un beso a su hermano.
—Ay, Naruto—se sonrojó Mito ante eso.
—¡Ustedes debían ser como hermanos normales, están peor que los Hyuga!—reclamó el Sanin viendo que ahora el karma se cimbraba sobre él.
—Bueno, así son las cosas. Mito me ama y quiero cuidar de ella con mi vida, espero que tener su aprobación ahora que mis padres están muertos—.
—¡Están enfermos ustedes dos!—.
—Vamos, padrino. Usted sabe perfectamente que mis padres no eran los mejores. Me enteré de que tenían un amorío con la madre de Hinata—alegó Mito sobre ello.
—¡Pero no era incesto!—.
—Lo dice el que normaliza el matar gente por la misión. Esto es menos de lo que hemos hecho por el bien común—.
Jiraiya no tenía como convencer a esos dos de que estaban mal y no quería ganarse a esos dos de enemigos, por lo que tuvo que dejarlo pasar.
—Bien, ustedes ganan. No me voy a hacer responsable de esto—.
—Gracias por entender, padrino. Aprecio su bendición—.
Jiraiya se arrepentía de haber sido tan descuidado con ellos dos y ahora lo estaba pagando de esta forma, aunque esto también era responsabilidad de sus padres por crear tanto daño.
Algunos días pasaron y Naruto dormía con su hermana, luego de bastante sexo desenfrenado. Ella era bastante buena y se notaba que tenía demasiada energía, pero no era el tema que le importaba.
Esa noche, Naruto abrió los ojos y miró que delante de él se observaba la presencia fantasmal de Kurama, quién había muerto hace 3 años luego de que esté decidiera proteger al rubio con el Modo Barion.
—¡Kurama, estás vivo!—exclamó el rubio en shock.
—Al fin volví, no pensé que pudiera resucitar después de ese último recurso—.
Aunque no había adoptado una forma física completa, se podía ver qué algo estaba alimentando su interior. ¿Qué podía ser?
—¡¿Cómo es que reviviste?! ¡Dijiste que esa sería la última vez que nos veríamos!—.
—Solo había una manera de revivir pero no pensé que tuvieras el valor o el orgullo para hacer ese tipo de acto. Veo que te metiste con tu hermana gemela, bribón incestuoso—se río el zorro divertido.
—¡¿Entonces el hecho de que tuve sexo con Mito fue la razón por la que reviviste?!—.
—Aunque su Biju es diferente que yo, fue hecho a partir de mi propio chakra, podría decir que es como mi hermana gemela. Es por esa conexión que volví a la vida a pesar de usar el Modo Barion. Aunque Kushina fue una mala madre por usar a tu melliza de arma, es por esa razón que sigo vivo—admitió Kurama que esa jugada le salió bien a esa pelirroja de mierda.
—Creo que está vez mi madre ganó esta ronda. ¿Cuánto tiempo tardarás en recuperarte?—.
—Unos días, mientras que tu hermana siga con lo suyo será más rápido. Tu chakra me está ayudando mucho—.
En ese momento, Naruto empezó a formar un sello especial en su abdomen para la sorpresa del zorro y era el sello Torii que había creado Minato para Mito, pero que él había perfeccionado en conjunto con el sello del Rinnegan.
—Odio decir esto, pero por primera vez algo bueno sale del infeliz de mi padre. Esto va a ayudar a conectar mejor nuestros chakras, ya lo he probado con Mito y es muy efectivo—.
Kurama notaba que el orgullo de Naruto había disminuido en estos años y aceptaba el legado de su familia biológica aunque le doliera en su ego, ya que muchas técnicas eran especialmente útiles para él como jinchuriki.
—Ya no eres tan arrogante como antes, niño. Me siento orgulloso de ti, aunque te hayas convertido en un norteño—.
—¡Cállate y para que lo sepas, Hinata sigue siendo mi número uno!—.
A la mañana siguiente, Naruto les reveló a todos que Kurama había vuelto a la vida, lo que resultó en la sorpresa de todos. El rubio se los comprobó y mostró su Modo Kurama que se vio modificado por el Sello Ataúd Rikudo y el Sello Torii, resultando en una combinación muy poderosa, más que la última transformación de Naruto.
—¡Es bueno estar de vuelta, el emperador del Remolino ha regresado!—exclamó el rubio recuperando su confianza.
En ese momento, se abrió un portal en la isla frente al grupo de ninjas y Naruto sintió de quién era la señal de chakra. Del agujero de gusano salía Sasuke Uchiha y Sakura Haruno sin las bandas ninjas de Konoha.
—¿Qué es lo que quieres Uchiha? ¿Cómo conseguiste encontrarme?—preguntó el rubio serio.
—¿Mito, estás viva?—se sorprendió Sakura de verla ahí.
—Hola Sakura, hola Sasuke. Gusto en verlos otra vez—.
El Uchiha miró de reojo a su antigua compañera de equipo y eso significaba que tenian más posibilidades de ganar, pero notó que eso iba a decidirse si Naruto cooperaba.
—Naruto, he venido a pedirte ayuda. Eres la única persona en el mundo además de mi que quiere a Danzo muerto—le propuso Sasuke serio.
—¿Por qué me aliaria a ti? Hace tres años casi me matas—.
—Hace tres años no tenía en claro mis metas. Fui engañado por la aldea que creía servir, quiero destruir Konoha… no, la aldea que Danzo corrompió estos últimos años. No puedo hacerlo solo, lo reconozco, pero si trabajamos juntos, quizás tengamos una oportunidad de reconstruir lo que nuestro antepasados querían—.
El rubio lo pensó detenidamente y realmente no tenía aliados ahora. Todos habían muerto y desconocía quienes estaban vivos, a lo que tuvo que hacer una tregua.
—Si esto sale bien, espero que salgamos vivos de esto, pero necesitamos encontrar a Hinata. Puedo sentir su chakra pero no sé cómo llegar a ella—.
—Déjame eso a mi—.
En la Luna, Toneri tenía prisionera a Hinata en un lugar desconocido y ella parecía no poder liberarse ya que tenía un sello muy fuerte.
—¡Ahora sí te pasaste, Toneri! ¡Rompiste tu promesa!—.
—Así nos podemos quedar solos y nadie nos molestará. Iniciaremos el Secreto Celestial y nadie podría decir nada—aseveró el albino.
—¡Ingratooooo! ¡Narutooooo!—.
—Él no puede oírte, no tiene forma de que localicé este lugar—alegó Toneri.
En ese instante, se abrió un portal y llegaron el nuevo equipo de renegados encabezados por Naruto Uzumaki y Hinata se sorprendió al ver a los aliados inesperados, pero no podía quejarse mucho.
—Asi que tu Rinnegan tiene una técnica de espacio tiempo muy útil—admitió Naruto que eso era bastante interesante.
El rubio veía a Hinata siendo amarrada por el albino y notó de inmediato que pasaba, por lo que se fue directo a ver la situación.
—¡Naruto, él es el Rey Tenseigan del que mamá hablaba, ten cuidado!—.
—¿Ah? El Rey Tenseigan, ya entiendo. Entonces libera a mi esposa—.
—¡Inténtalo si puedes, ella es mía, solo mía!—.
Toneri estaba ardido en celos y Naruto se puso en guardia, pero Mito reaccionó antes y tomó desprevenido al albino yendo a liberar a Hinata.
—¿Mito?—.
—Eres la amada esposa de mi amado hermano, tienes que vivir—le dijo ella sorprendiendo a Hinata, pero la peliazul notó que el aroma del rubio estaba impregnado en ella.
—¿Acaso tú? Vamos a hablar de esto después—.
Naruto y Toneri empezaron su pelea y Sasuke quería entrar a la batalla, pero Hinata le impidió hacerlo.
—Sasuke, por favor. Deja que Naruto se encargue de esto, Toneri no es mala persona, está asustado—.
—Hinata, ¿estás segura de esto?—preguntó Sakura al fondo.
—Sí—.
—Bien, además noto que Naruto es mas fuerte que ese sujeto. No hay necesidad de intervenir—.
Toneri sacaba todo su repertorio haciéndose el macho frente a Naruto al cual consideraba su mayor rival de amores, para así demostrar que era el mejor postor para ser el macho alfa, pero el rubio simplemente era más fuerte.
—¡¿Por qué no te mueres?! ¡Yo amo más a Hinata más que tú! ¡Yo me la merezco más! ¡No es justo! ¡Siempre habla más de ti!—.
Toneri arrojaba bastantes meteoritos contra Naruto que los repelía con muchos Rasengan y clones de sombra. Esto era frustrante para el albino y es que Hinata tenía razón, Naruto era simplemente más poderoso, pero no entendía porque si su linaje era más puro.
—¡¿Por qué ella no puede amarme?! ¡Ella no te merece!—.
—¡Oye, para que te quede claro, yo tampoco considero que ella me merezca! ¡Siempre he sido bendecido de que Hinata me haya sacado de mi miseria! ¡Lo que pasa es que tú estás alejando a Hinata por tu actitud!—le reclamó el rubio serio.
—¡No estoy alejando a Hinata, lo que quiero es que no se acerque a ti, eres una mala influencia, ella es pura y buena!—.
—¡¿Cuál pura?! ¡Ella es bien puerca, eso es lo que me encanta de ella! ¡No oculta segundas intenciones!—.
—¡No digas que es puerca, ella es mi princesa!—.
Hinata se estaba poniendo roja de vergüenza frente a los presentes porque esa pelea épica se estaba transformando en una pelea de simps y lo peor es que quedaba expuesta como una puerca como lo fue su madre.
—¡Entonces te diré que la he hecho gritar tanto que ahora soy mejor que tú!—le dijo el albino dando a entender que se la ha almorzado estos años.
—¡Jajajaja, se ve que no me conoces bien, he estado entrenando estos años para mejorar eso de mi, puedo mejorar eso!—.
—¡¿No estás enojado por qué me he acostado con tu esposa?!—.
—¡Ya me he cogido a mi propia hermana, ya esas cosas son demasiado irrelevantes ahora!—.
—¡Estás enfermo!—.
Hinata volteaba a ver a Mito que le hacía una mirada de que iban a hablar de eso en privado y Sakura y Sasuke se quedaron en shock por ese detalle.
—¡¿Qué tú y Naruto hicieron incesto?!—exclamó Sakura con la boca abierta.
—Lo siento, estoy enferma. Tengo pocos motivos para vivir ahora más que mi hermano—.
—Lo siento, Mito—dijo la peliazul notando que la mirada de la Uzumaki ocultaba mucho dolor.
—Descuida—.
Los dos peleaban pero Naruto iba ganando terreno, así que el Otsutsuki recurrió al truco sucio de absorber su chakra.
—¡Jajajaja, yo soy el ganador!—.
En ese momento, unas raíces salían del suelo y empezaron a absorber el chakra del albino, dando como resultado un doble empate aparente, pero el rubio se acercó para darle un puñetazo que lo noqueó.
—Como dije, ¡el Emperador del Remolino ha regresado!—exclamó el rubio reclamando su victoria.
—Crei que Naruto se deprimiría conociéndolo, sea lo que hayas hecho funcionó, Mito—admitió Hinata que la pelirroja fue muy buena sacando de su depresión al rubio.
Después de esa batalla, el albino fue sellado de forma que su poder no podía ser usado sin que Hinata le diera permiso y el sujeto estaba frustrado.
—Te lo advertí, Toneri. Nada de cariñito estos días, estás castigado—.
—¡Solo quise que te quedaras conmigo!—.
—Te hace falta más bax, ven a conocer el mundo—alegó Naruto arrastrando al albino fuera de la Luna.
—Señor Jiraiya, ¿esto es normal con Naruto?—preguntó Sakura que se había mantenido al margen.
—Comparado a la ciencia maligna de Orochimaru, es una forma diferente de amoralidad—admitió el Sanin sobre ello.
Continuará...
