¡Hola queridos Lectores!

les traigo un nuevo ONESHOT de mi pareja predilecta, espero lo disfruten, sobre todo para los amantes de este tipo de historias.

Ella se miraba sus piernas mientras terminaba de colocarse crema, estaba echada sobre aquel elegante sofá en su terraza, mientras lo hacia sus pensamientos se quedaban perdidos en la nada, desde ese día en que una vez más por cosas del destino todos se habían vuelto a reunir, no salía de sus pensamientos aquel comentario espero tengas un bebe sano…

"Goku no tiene remedio" pensó aquella joven mientras suspiraba con cierto aburrimiento, desde que supieron de los androides al parecer todos se habían perdido en el objetivo del entrenamiento, cegados en la competencia de quien demostraba ser el mejor, ella no podia dejar de pensar en que algunos planes se habían arruinado a causa de eso, como por ejemplo hacer una gran fiesta de cumpleaños, o reuniones con sus amigos para divertirse, incluso el mismo Yamcha estaba ensimismado en ser más fuerte y ni decir de Vegeta, paraba encerrado en su cámara de gravedad, aunque después de aquella discusión que como siempre tenían cada vez que se encontraban, había decidido concentrarse con mayor ahínco en el espacio, haciendo un viaje inesperado con la excusa de que ella era un estorbo en sus entrenamientos, no quería aceptarlo pero eso era lo que más le había afectado, estar lejos de Vegeta…

De pronto el sonido estruendose de su aparato móvil la saca de sus propios pensamientos…

—¿Aló?

—¡Bulma! Soy yo Yamcha—

Por alguna razón sus llamadas o visitas ya no le llamaban tanto la atención.

—Hola Yamcha, ¿sucede algo? —

—No estes molesta, sabes que esta ausencia es porque tengo que esforzarme con el entrenamiento, aun así, me doy el tiempo para llamarte y saber cómo estas—

Como si toda la oración de sus palabras fuera un cuento demasiado aburrido aquella peliazul no pudo evitar bostezar… —Yamcha, no te estoy reclamando nada—

—Suenas aburrida cuando te llamo—dijo el joven algo ofendido.

—Lo estoy, pero ya se me ocurrirá algo—

A aquel no le gusto escuchar el tono de su voz, así que manteniendo cierto orgullo simplemente sonrío. —Bien, te dejo entonces, espero consigas entretenerte—

Aquellas palabras picaron a la peliazul, era como si él creyera que mostrar su estado de animo era insignificante en una situación así. —Yamcha, yo sé que corremos peligro por los androides, aun así, considero que el darse el tiempo y tomar un descanso no es malo—

—¡Es que parece que lo tomas todo a la ligera! —

—¡Es suficiente, hazme un favor y no vuelvas a llamarme! — pronuncio la joven al sentirse asfixiada en ese absurdo romance que no los llevaría a nada…

—¿Estas terminando? —menciono el joven incrédulo.

Aquella pregunta por alguna razón la hizo sentirse mejor, eso era, terminar con algo que la estaba aburriendo al no darle nada de libertad y tener que conservar la consciencia de tener un novio ausente. —¡Si! Si lo estoy haciendo Yamcha—

Sin poder evitarlo esas palabras salieron con gusto y cierto entusiasmo al imaginarse ahora libre y sin remordimientos de consciencia.

—¡Bien! Si eso quieres así será, se acabó Bulma—

—¡Se acabo Yamcha! Pero sigamos siendo amigos—menciono con desparpajo la joven mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.

—¡Adiós Bulma! — se escuchó por el teléfono, después la comunicación se cortó, al parecer aquel no estaba tan interesado en su propuesta, aun así, poco le importo.

La sonrisa de la joven se mantuvo en su rostro por un buen periodo de tiempo ya que últimamente había pensado en hacer muchas cosas, aunque una de ellas estaba luchando por descartar de sus pensamientos, perdiéndose nuevamente en ellos empezó a balancearse en la hamaca, en su mente le venían imágenes de aquel príncipe saiyajin, su anatomía era exquisita, pero su carácter era tan hostil y malgeniado que era muy complicado imaginarse pasar un buen momento con él, así que simplemente suspiro al respecto…

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..

—¡Vamos a necesitar eso! ¿Estas seguro? —pronuncio Goku algo sorprendido.

—Así es, a pesar de que esperemos los tres años, necesitamos saber su ubicación, así estamos prevenidos si las cosas se complican—menciono Piccoro.

Goku coloco la mano en su barbilla pensando sus palabras… —No sé si eso sería justo, se supone que Maki gero aun no hace nada—

—¡Ay! ¡pero lo va a hacer! es mejor conocer su guarida para controlar mejor la situación—refuto el namekiano con enojo.

—Es cierto papá, yo estoy de acuerdo con el señor Piccoro—menciono Gohan.

El saiyajin mayor suspiro con resignación. —Esta bien, aunque me desanima perder tiempo de entrenamiento haciendo eso, pero ¿cómo conseguiremos eso? —

Piccoro esperaba esa pregunta, él tenia la respuesta y sabiendo que el desanimo del saiyajin era por tomar de su tiempo en aquella investigación, tenia a la persona perfecta quien podia ayudarlos con el uso de su tecnología.

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..

Se ven apuestos… pero son débiles, pensaba la joven mientras veía aquella revista de chicos famosos, era como si estuviera escogiendo con quien salir, aunque la naturaleza terrícola de ellos los hacia comunes y corrientes y eso la desanimaba… "Yo debería salir con un chico apuesto, fuerte y de buen carácter", sin poder evitarlo sus pensamientos nuevamente la llevaban a la apariencia de aquel fornido saiyajin amigo suyo, no pudo evitar morderse ligeramente el labio inferior, realmente se había puesto muy atractivo y la última vez que lo vio, se dio cuenta que estaba mejor que la ultima vez… "Que sería salir con él" rápidamente descarto aquello al recordar de la existencia de Milk, de solo saberlo su muerte seria anticipada sin siquiera haber conocido a los androides, sin más se echó sobre la hamaca mientras sus ojos se cerraban permitiéndose alucinar un poco sobre ese encuentro…

Sus besos eran desgarradores, voraces, mientras su agarre era fuerte e intenso, ella solo jadeaba entre sus brazos al sentirse prisionera de estos, quería pedir auxilio, pero no podia, él la tenía prisionera, cuando por fin sintió la liberación de estos y pudo sentir algo de alivio, vio como aquel sujetaba un cinturón grueso y lo aferraba a sus puños en clara señal de que la haría pagar, sin poder evitarlo a pesar de aquella tortura su cuerpo pedía más, sobre todo al ver la mirada cínica de aquellos ojos negros aparentemente inocentes…

—¿Bulma? ¡Bulma despierta! ¡despierta! —

Con un sobresalto volvió en sí, con una sensación de calor sofocante, aquel sueño fue devastador al causarle tal excitación, tratando de controlar su respiración dirigió su mirada hacia aquel llamado que aun sentía a la distancia, pero su asombro fue tal que no pudo evitar volver a sobresaltar cayéndose de la hamaca.

—¡Bulma! ¿te encuentras bien? — cuestiono Goku quien no entendía en absoluto lo que estaba sucediéndole a la científica.

"Qué demonios" pensó al ver al verdugo de su sueño delante de ella a casi nada de distancia, tocándole la frente…

—Estas sudando, ¿estas con fiebre? —

Bulma por impulso le retiro el brazo toscamente. —¡Que haces aquí! — menciono algo hostil al sentir como sus mejillas se acaloraban, no quería imaginarse si la escucho hablar en sueños… —¿hace cuanto estas aquí? —

Goku llevo su quijada hacia arriba, pensando en lo que le diría…—Estoy hace unos minutos, tratando de despertarte, ¿estabas teniendo una pesadilla? —

—¿por qué lo dices? —cuestiono la peliazul incorporándose del suelo, Goku trato de ayudar, pero ella no lo dejo.

—Estabas… algo extraña—menciono confundido. —Tus mejillas muy rosadas—

Bulma alzó una ceja… —¿Eso era todo? —

Goku la miro como recordando …—Ah, sí—

Un ligero suspiro de alivio salió de aquella peliazul mientras una sonrisa la adorno —Bien Goku, es bueno saberlo… —

Aquellas palabras confundieron más al saiyajin quien vio como ella se sentaba sobre el sofá en la terraza… —¿Qué te trae por aquí? —

—A ver, como te lo digo…—dijo él tratando de recordar las palabras textuales de Piccoro.

Bulma le llamo la atención la expresión de él, era como si trataba de formular bien sus palabras…

—¿Me vas a pedir algo? —cuestiono aquella peliazul.

—¡Así es! Necesitamos pedirte un favor, es sobre la llegada de los androides, solo que quiero recordar bien las palabras de Piccoro— dijo Goku colocando su mano en su barbilla.

Ante eso Bulma nuevamente alzo una ceja, mientras Goku formulaba bien sus ideas ella no pudo evitar maquinar algo, sabía que no debía pero aquel sueño y ese afán único por tener una aventura no se le iba y si iba a contribuir con la humanidad y con que puedan vencerlos entonces no estaba tan descabellada su idea, seria simplemente una contribución…

—¡Ya recordé todo! —Goku estaba listo para decir lo que Piccoro le había indicado cuando ella lo interrumpió.

—Esta bien, lo haré, pero ¿qué recibiré a cambio? —cuestiono ella con una sonrisa ladina.

Goku pestaño varias veces, no se había imaginado aquella respuesta…

—Yo los puedo ayudar Goku, aunque aun no sé de que se trata, pero esta vez sí quiero recibir algo a cambio—

Goku analizo sus palabras y vio justo el trato sobre todo al saber que lo que le pediría no seria fácil. —Esta bien Bulma, me parece justo, en ese caso, yo me encargaría de eso, dime ¿qué es lo que quisieras a cambio? —

La sonrisa de la peliazul se hizo presente con cierta malicia, él se sorprendió al ver su expresión…

—¿Sucede algo Bulma? —

Aquella peliazul se quedo ensimismada en sus palabras al imaginarse pedirle algo como lo que estaba pensando… sin poder evitarlo empezó a reír… —Goku, creo que debes volver en otro momento—

—¿Qué por qué? —

—Debo pensar bien lo que voy a pedirte, no quisiera arrepentirme después—menciono ella al reírse de sus propios pensamientos, aunque eso causaba más confusión en el guerrero.

—Solo dime algo, para que hagas lo que te voy a pedir, ¿primero tendría que darte lo que me pidas? o puede ser después—

—Primero debes hacer lo que te pida, para después enfocarme en lo tuyo— menciono ella sin la intención de esperar más de la cuenta.

—Entiendo, entonces avísame cuando estes lista— le dijo Goku colocando los dedos en su frente, pero antes de eso se le vino algo a la mente… —Oye Bulma, ¿será muy costoso lo que vas a pedir? —

Ante sus palabras aquella pestaño sin saber que responder…

—No te preocupes, trataré de conseguirlo, nos vemos— diciendo eso desapareció.

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Los días pasaron…

—Oye Goku, ¿hasta cuando vas a esperar a Bulma?— le dijo Piccoro en pleno combate, en que ambos casi en sus limites estaban por terminar aquel encuentro.

Goku trato de tranquilizar su respiración, acababa de recibir un golpe en la zona del abdomen que lo dejo casi sin aire…

—No lo sé, ella quedo en avisarme— menciono viendo al namekiano.

—Ya han pasado días, necesitamos esa información, sobre todo ahora que aún hay mucho tiempo para conseguirla, dime ¿Bulma que dijo al respecto? —

—¿ah? Ella no sabe aún nada de lo que vamos a pedirle—menciono el saiyajin descendiendo de los aires.

—¡Qué! ¿nunca se lo dijiste? — menciono Piccoro alterado.

—¡No! Te dije que ella quería algo a cambio, estoy esperando que lo pida— dijo Goku despreocupado.

Piccoro resoplo. —Hoy ve a que te diga de una maldita vez que quiere, lo haces y le dices de una vez lo de Maki gero—

—No crees que no deberíamos estar interrumpiendo… ella… debería estar con Vegeta— menciono Goku con el gesto algo fruncido.

—¡Para eso hay tiempo! No creo que unos días les juegue en contra, sobre todo ahora que Vegeta no esta en el planeta— menciono Piccoro cruzando sus brazos.

Goku abrió los ojos con real asombro, era cierto el ki de Vegeta no estaba en la tierra y recién se percataba de eso, definitivamente la expectativa de la pelea con los androides lo tenia demasiado despistado.

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..

Bulma se encontraba en su laboratorio viendo desde su computadora, cuando de repente apareció aquel saiyajin a unos pasos detrás de esta, ella no pudo evitar levantar la mirada y quedarse detenida mientras su quijada se abría sutilmente por tremendo espectáculo.

—Bulma, perdóname no quise interrumpirte—menciono Goku algo apenado al encontrarla ocupada, sin embargo, se sorprendió de como su amiga se le quedo viendo.

Debido a que se encontraba en pleno entrenamiento y por el apuro de Piccoro, simplemente después de aquel encuentro apareció donde la peliazul, se encontraba con el torso desnudo, algunos moretones y heridas, el pantalón algo rasgado y esa musculatura que lo hacia ver todo un saiyajin, que en la mente de la peliazul se traducía a un hombre demasiado varonil.

—Descuida, ¿Qué paso? —cuestiono ella sin perder de vista aquellos detalles de su abdomen mientras el se acercaba a ella.

—¿Ya sabes lo que vas a pedir? — cuestiono él.

Bulma en esos días había desestimado aquella idea, al final pensó en que no era nada racional, sin embargo, en ese momento, al verlo incluso como se sentaba sobre su escritorio y la esperaba con aquella sonrisa natural, fue que dudo…

—Goku… ¿a qué hora sueles acostarte en la noche? —pregunto sin apartar su mirada en sus ojos.

—Uhmmm, suelo dormir temprano, ¿Por qué? —

—Porque ya sé lo que voy a pedir—dijo ella levantándose de su silla.

Los ojos de él se iluminaron. —¡Que bien! Dime ¿qué es lo que vas a querer? —

Bulma camino hasta estar delante de él mientras este estaba semi sentado sobre el escritorio, y con cierta presunción movió sus cabellos.

—Bien, quiero divertirme, últimamente el ambiente esta demasiado aburrido, así que quiero que me acompañes por toda una noche a divertirme, saldrás conmigo— menciono ella con la quijada arriba y sus brazos cruzados.

Goku al inicio no entendió bien su petición… —Explícate mejor—

—Goku, es simple, si quieres que te ayude, saldrás conmigo y harás todo lo que te pida en esa salida, cenar, bailar, tomar algo, conversar, en fin, lo que yo te pida—dijo ella alzando una ceja.

—¡Qué! — cuestiono él sorprendido, nunca había pensado que pediría algo así y la verdad le sorprendía mucho que su amiga se lo este pidiendo especialmente a él.

—Es eso o nada— dijo con seriedad la peliazul.

—Eso de cenar me agrada— menciono él como si de todo lo dicho aquello le llamará más la atención.

—Si, a mí también, pero recuerda que solo es una parte, quiero divertirme y quiero hacerlo contigo—menciono ella decidida.

El saiyajin la miro fijamente tratando de procesar sus palabras… —¿Quieres hacerlo conmigo? — esto último que ya estaba procesado lo dijo con cierto nerviosismo.

Bulma carraspeo al respecto. —Si claro, te refieres a salir, salir a divertirnos los dos, a eso me refiero— dijo eso aclarando sus palabras.

—Si a eso también me refería yo— menciono él afirmando sus palabras. —y ¿Vegeta? ¿por qué no sales con él? — menciono mirando hacia otro lado.

Bulma ante eso empezó a reír, en ese momento lo que menos quería era volver a pensar las cosas…—¡Estas loco! No tengo esa confianza con él, aparte él se ha ido y no se cuando regrese, yo solo quiero divertirme una noche—

Goku se quedo pensativo…

—Goku, ¿si has entendido? — cuestiono Bulma empezando a dudar de su explicación.

—Si Bulma, si te he entendido, solo que… no se si esta bien lo que me estas pidiendo— menciono él.

Bulma coloco las manos sobre sus caderas. —No Goku, no esta bien lo que te estoy pidiendo, aun así, lo hago porque quiero hacerlo, y esa es mi condición— diciendo eso alzo una ceja mientras lo observaba fijamente esperando su respuesta.

Goku resoplo, se toco sus cabellos como cierta faceta que tenia cuando algo le resultaba complicado. —Bien, solo no tengo idea que excusa daré—

—¿Qué quieres decir con eso? — cuestiono Bulma

—Es lógico que Milk me preguntaría a donde voy, en eso estoy pensando—dijo él

—¿Eso quiere decir que aceptas? — pregunto Bulma simulando cierta emoción contenida.

—Te dije que haría lo que pidieras, aunque debes saber que no se si seré buena compañía, pero si insistes en que sea yo, lo haré, pero si te adelanto que lo que te voy a pedir no será nada fácil, aun así, lo debes hacer ¿esta bien? — pregunto él mirándola atentamente.

—Goku, si cumples el trato, créeme que cumpliré mi palabra—

Goku asintió ante lo dicho por aquella peliazul… —Bulma… solo una cosa más, no quiero que Milk se entere de esto, tampoco nadie—

—¿Te refieres a que saldrás conmigo? — cuestiono Bulma con una sonrisa ladina.

El saiyajin afirmo con la cabeza —Si ella se entera me mataría—

Bulma ante lo dicho por su amigo no pudo evitar sonreír, era extraño verlo en esa actitud de cómplice, acaso realmente sabia lo que implicaba eso… aunque claro ella no se pasaría de la raya, solo seria una salida de amigos, aunque solo de dos…

—No diré nada… a nadie— dijo la peliazul —Goku, dime… ¿a que hora vendrías? — no supo porque, pero de pronto aquella pregunta salió con un tono distinto, como aquella joven que espera la visita del novio con ilusión…

Goku se le quedo viendo…—¿A que hora quieres que este aquí? —

Bulma no pudo evitar sentir como sus mejillas se calentaban, estaba cometiendo una locura y aunque se juraba que solo era una salida amical igual le emocionaba al verlo tan apuesto… —Ven a las ocho, por cierto, ven con ropa casual, no con tu traje de siempre—

Goku ante eso coloco las manos hacia atrás. —No creo Bulma, si Milk me ve saliendo así, haría muchas preguntas—

Bulma se quedó de piedra, como era que él siendo tan absorto y desligado de algunas cosas, pensara en esos maquiavélicos detalles. —Tienes razón, no te preocupes yo me encargo de eso—

Ambos se despidieron con una simple mirada, aquel saiyajin se desvaneció mientras ella tenia la garganta a punto de estallar, apenas desapareció empezó a saltar de emoción, con victoria por conseguir por fin su maquiavélico deseo, estar, aunque sea unas horas a solas con él…

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Goku regreso a la montaña Paoz, Milk estaba tarareando una canción mientras colocaba la comida caliente en la meza…

—Goku, ¡por fin apareciste! — le regaño la pelinegra al no saber el motivo de su ausencia.

—Perdón Milk— menciono algo nervioso el saiyajin al verla, de tan solo imaginarse que ella supiera aquel plan de daba demasiada angustia.

—¿Sucede algo Goku? —lo cuestiono Milk al notar la torpeza de sus manos.

—¡Ah no, todo está bien! —

Piccoro quien se encontraba presente, lo vio con cierta suspicacia, cuando Milk ingreso a la cocina, por fin hablo…

—¿Conseguiste algo? —pregunto él

—Ah, si…— respondió Goku casi mudo.

—¿Qué te pidió? — pregunto Piccoro con la ceja alzada.

—Ah, pues… eh… veras—balbuceaba Goku sin saber cómo explicarse.

—Bah… no interesa, ¿podrás hacerlo? — cuestiono el namekiano impaciente.

—Si, lo haré—

—Bien, ¿entonces, ella cumplirá su parte? — volvió a cuestionar.

—Así es—afirmo Goku con la cabeza. —eso dijo—

—Goku, cumple lo que te pida de la mejor manera, recuerda que lo que le vamos a pedir es mil veces más complicado que cualquier tontería que ella te haya pedido—

Goku se quedo pensando en sus palabras mientras cierto nerviosismo invadió su espina dorsal…

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Las horas pasaron, Bulma estaba lista, miro su reloj y sabia que solo faltaba unos minutos para aquel encuentro, felizmente en ese momento no había nadie en casa, sus padres habían salido también, se sentía entusiasmada, después de tanto tiempo sentía aquellos nervios que solo se producían producto de cierta emoción por algún importante acontecimiento…

En ese preciso momento delante de ella apareció aquel guerrero, para su sorpresa, aquel si bien tenía puesto su habitual dogui, su semblante se veía fresco como si recién hubiera salido de la ducha y con cierto aroma exquisito y varonil… Acaso algún perfume… no pudo evitar abrir más sus ojos con una sonrisa de satisfacción…

—Hola Bulma— saludo él manteniendo cierta distancia.

Ella simplemente mantuvo aquella sonrisa mientras se quedaba ciertos segundos prendida a sus ojos negros… —Bien Goku, es hora de que te cambies—

Bulma había estado apoyada en la pared de la escalera cuando él apareció, y ni bien termino de decir aquellas palabras bajo escalón por escalón, dando el tiempo suficiente para que el saiyajin vea su apariencia y se quede muy sorprendido, él conocía del atractivo de su amiga sin embargo como lucia en ese momento lo puso nervioso, tenía puesto una minifalda de cuero negra ceñida, unos botines altos negros y un suéter ajustado con una casaca pequeña de cuero sobre puesta en sus hombros, era como si aquella vestimenta le diera un toque rudo pero sensual, sin mencionar las piernas blancas y largas que se lucían con soberbia…

Aquella peliazul al estar a unos centímetros lo jalo de la mano causando cierto sobre salto en él…

—¿A- adónde vamos? — pregunto algo nervioso.

—A mi habitación— respondió ella con naturalidad sin darle mayor explicación.

—¡Qué! pero y.. y.. y tus padres— no pudo evitar abrir los ojos con real sorpresa.

Bulma giro a verlo y alzó una ceja al notar su estado nervioso. —Tranquilo, no hay nadie en casa, estamos solos—

Cierto alivio sintió el saiyajin por aquellas palabras, aun así, no entendía porque su corazón latía con tanta fuerza. Llegaron a la habitación y cuando ella abrió aquella puerta el se quedó algo inmóvil tragando saliva.

—¡Muévete Goku! O perderemos mucho tiempo— dijo la peliazul al notar su lentitud, con un ademan le indico que encima de la cama estaban ciertas prendas varoniles.

Goku reacciono ingresando a la habitación, hasta que vio como ella se dirigía hacia la puerta, causándole extrañeza.

—Póntelas, te espero abajo— dijo ella guiñándole el ojo mientras cerraba la puerta…

—Pero… — musito el saiyajin rascándose la cabeza, la actitud de la peliazul realmente lo tenía confundido, o es que… acaso estaba confundiendo las cosas, se preguntó así mismo mientras resoplaba resignado…

Minutos después aquel saiyajin hacia acto de presencia bajando por aquellas escaleras, Bulma no pudo evitar observar con mayor atención al ver como aquellas prendas resaltaban considerablemente su atractivo.

—Me siento raro con esto—menciono él con una mueca, nunca se había puesto jeans y la sensación le resultaba incomoda.

—Esa polera te queda… perfecta—dijo ella alzando una ceja.

Goku noto la expresión de la peliazul, noto como esta lo veía atentamente… —Tu también te ves muy bien Bulma—

Ante sus palabras ella no pudo evitar carraspear y girar su rostro hacia otro lado… —Bien, es hora de irnos—

Bulma camino hacia los jardines, Goku la siguió, desencapsulo uno de sus autos y le dio un ademan para que se subiera, este se colocó como copiloto, no paso mucho tiempo cuando aquel hermoso vehículo arranco a toda velocidad, Goku si bien estaba decidido a obedecer las indicaciones de la científica, no podía evitar sentir para su asombro cierta expectativa y aquello era tal que lo ponía muy nervioso y algo tenso al no saber cómo actuar, mientras el trayecto se daba ambos se mantenían callados, ella concentrada en el volante y él con la mirada hacia la ventana, era como aquel espacio de soledad solo era para disfrutar del silencio…

Bulma miro de soslayo y suspiro… —Goku, vamos dime algo—

Goku reacciono girando la vista hacia ella, pero en cuanto lo hizo giro nuevamente hacia la ventana, en ese momento no entendía porque prefería evadir verla… —¿Ya vamos a llegar? —

—Digamos que sí, no falta mucho— respondió ella secamente al disgustarle aquella pregunta tan aburrida.

Goku miro alrededor, se dio cuenta que aquel lugar quedaba en el centro de la ciudad, un lugar concurrido… —Bulma, estamos en el centro—

—Si, ¿por qué? —

—¿y si nos ven? Krilin a veces viene por aquí igual Yamcha—menciono Goku pensativo.

—No pasará, ya tome precauciones—menciono ella con una sonrisa ladina…. —Oh vamos Goku, no vamos a hacer nada malo, no es para tanto—

Goku al escuchar eso se quedo nuevamente pensativo. —¿Estas segura? —

Bulma al escuchar aquella pregunta no pudo evitar parar en seco, causando que aquel se vaya hacia adelante por el intempestivo frenado.

—¡Bulma ten cuidado! — menciono Goku al sentir como su cuerpo se dejaba llevar por la gravedad.

La científica quien se quedó casi atónica, no dejo de ver su timón al sentir como sus mejillas repentinamente se ponían calientes…

—¿Estas bien? — pregunto él retirando el cabello de la mejilla de la mujer para poder ver su rostro, aquel tacto hizo que ella sobresalte, alejando su tacto…

—Estoy bien Goku, solo que… olvidalo— dijo ella tratando de controlar su consciencia por sus malos pensamientos.

Sin perder más tiempo aquella peliazul continuo con su trayecto. Ambos llegaron al lugar escogido por ella, era un espacio concurrido y bohemio, aunque no perdía la clase y lo pintoresco de gente adinerada.

—Bien, es aquí… ¿Qué te parece? —pregunto ella mientras se sentaba en la zona que había reservado.

El observo a detalle algo que llamo la atención de ella al pensar que ni siquiera lo tomaría en cuenta, pero ahí estaba viendo todo atentamente.

—Me gusta, tenías razón, dudo que alguien nos vea aquí — dijo el con una sonrisa más relajada, sentándose cerca de la peliazul.

Ella no pudo evitar echar una risa genuina… —Goku, ¿de verdad tanto te importa que nos vean juntos? ¿por qué? — no pudo evitar preguntar, era lógico que ella era la mal pensada, en su amigo no podía existir ninguna mala intención, pero su curiosidad observadora la hizo ser suspicaz.

—Ya te dije, no quiero que Milk sepa—

—Pero… ¿por qué? al fin de cuentas somos amigos— menciono la peliazul cruzando las piernas con una sonrisa picara mientras llamaba al mesero.

—Tu dijiste que lo que pedias no era bueno, seguro ella también lo pensaría así—menciono él sorprendiendo a la peliazul.

—Es cierto, seguro me mataría si se entera— diciendo eso empezó a reír.

—Me mataría a mi primero Bulma, y seguro después a ti— menciono él con cierto espanto.

En ese lapso el mesero se acercó a aquella sala que compartían, era un sofá con ciertas butacas y una amplia mesa de centro super cómoda y elegante, mientras alrededor habían personas también disfrutando y bailando, Bulma pidió que lleven todos los platillos y solo pidió una botella de vino.

Bulma volvió a mirar al saiyajin quien se había colocado en la misma posición de ella, apoyando su codo contra el espaldar del sofá, ambos se vieron nuevamente y empezaron a reír…

—Entonces, si sabes lo que te puede pasar, ¿Por qué accediste? —

Él se quedo algo pensativo… —Yo también te pediré algo y realmente es importante que lo hagas—

—Entiendo, fue por eso— menciono Bulma ladeando su cabeza hacia un lado sin dejar de mirarlo, Goku en ese momento tampoco le quito los ojos de encima.

—Bueno también existe otra razón—menciono él deliberadamente.

—¿Asi? Y ¿cuál es? — pregunto Bulma con atención.

En ese preciso momento aquella respuesta fue interrumpida por las bandejas de comida que empezaron a llegar, los ojos de Goku se iluminaron y perdió total concentración en aquella conversación que le parecía de los más interesante a la osada peliazul, ambos empezaron a disfrutar de aquellos alimentos dejando de lado un momento las palabras.

—¿Solo vas a comer eso? — le pregunto Goku a Bulma al ver como esta solo seleccionaba vegetales y alguna pequeña carne.

—Si, para mi es suficiente— menciono ella delicadamente, logrando sacar una sonrisa en el saiyajin.

—Entiendo, es que eres muy… —mientras masticaba pensaba… —eres muy pequeña Bulma, frágil y suave—

La científica levanto su rostro con impresión… —¿Tu como sabes que soy suave? —

—Tus manos, hoy las sentí en mi piel—menciono él sin cuidado.

Bulma casi se atraganta ante el mesero cuando este escucho eso y lanzo una risilla maliciosa, ella se dio cuenta.

—Cuida tus palabras Goku, el mesero escucho eso— menciono Bulma cuando este se retiro.

—¿Dije algo malo? — cuestiono confundido.

Bulma iba a responder cuando noto como la comisura de los labios del saiyajin se llenaron de crema, con una risa graciosa se acerco un poco a él y con una servilleta le limpio cuidadosamente.

Goku la quedo viendo y no se aparto ante su acercamiento.

—Noto que ya no estas nervioso— dijo ella con mofa, mientras se alejaba nuevamente.

El pelinegro esta vez no dijo nada, solo continuo con sus alimentos…

—¡Esto estuvo delicioso! — menciono Goku sintiéndose satisfecho.

—¿Te llenaste? — pregunto Bulma esperando la respuesta.

—No, pero fue muy agradable—

—¡Qué! no te llenaste, pero era demasiado— menciono ella sorprendida.

—La comida era muy pequeña y el plato muy grande— menciono él con seriedad, como si aquella delicia fuera una estafa, Bulma empezó a reír al respecto, realmente estaba disfrutando el momento.

—Ahora si, dime… ¿Cuál es la otra razón? — pregunto alzando una ceja, no se había olvidado en absoluto continuar con aquella conversación.

Goku recordó al instante aquella conversación, así que quedándose un momento en silencio mientras se tocaba el mentón, volvió a dirigirse a ella. —Bueno es que, desde que empecé a entrenar, no he tenido contacto con otra mujer y realmente eso me parece divertido—

Bulma se quedo en silencio unos segundos, procesando sus palabras mientras lentamente sus ojos se abrían más de la cuenta con incredulidad, sus labios empezaron a temblar al querer abrirse y pronunciar palabras que solo podían estar en su loca imaginación…

—Goku… ¿Qué-que quieres decir con eso? —

—¿Ah? ¿Qué sucede Bulma por qué pones esa cara? — pregunto al notarla sorprendida.

—No entendí lo que dijiste—respondió ella

—Ah, era eso, quise decir que desde que regrese del espacio, no he estado con otra mujer, por eso tu propuesta me gusto, pero mientras Milk no lo sepa, está bien—

Por fin el aire entro a los pulmones de la peliazul, quien fijo su vista como alcón hacia Goku…

— Goku ¡Has estado con otras mujeres en el espacio!— no pudo evitar hablar en un tono alto.

—Si, también cuando estaba muerto— respondió con naturalidad… —¿Sucede algo? —

Bulma no lo podía creer… —¿Qué has hecho con ellas? — aquello pronuncio con real consternación sin aun poder creer lo que estaba preguntando y lo que estaba escuchando.

—¡Por qué me preguntas eso! —respondió el saiyajin visiblemente sonrojado.

—No me digas que…—

—Solo me he apareado— respondió él al notar su expresión.

Bulma coloco las manos en su cara con real impresión, suspirando y asimilando aquella declaración, no podía creer que él hablara con esa naturalidad y frialdad al respecto…

—Goku, ¿y Milk? Ella es tu esposa, ¡cómo es que has hecho eso!— Esto ultimo lo dijo en un tono más discreto, pues ya había asimilado sus palabras y no pensaba juzgarlo, más bien orientarlo pensando que tal vez, lo hizo sin saber las implicancias del caso.

—Bulma, soy un saiyajin, cuando morí y fui al otro mundo, pude recabar mayor información en cuanto mi raza, esto es natural para nosotros y Milk no es mi hembra—

—¡Quéeeeeeeeeeeeeeeeee! ¡Mesero! ¡quiero una botella más de vino! — dijo la peliazul al sentir la adrenalina que ahora experimentaba su cuerpo por tremenda información. —¿Alguien más sabe esto Goku? —

—Solo tu— menciono él con tranquilidad.

—¡Que nadie sepa esto entiendes, solo yo puedo saberlo, no debes decírselo a nadie! — diciendo esto continuo— Aquí en la tierra ser infiel no esta bien visto, es inmoral, así que no vuelvas a decirlo—

Goku hizo una mueca al respecto. —Lo sé, Milk muchas veces me a dicho que solo puedo estar con ella, pero no la veo como mi hembra, con ella… —de pronto cierto rojizo en sus mejillas lo evidencio. —No quiero hablar de eso—

Bulma se quedo analizando sus palabras… — Goku… aquí se dice sexo—

—¿Sexo? ¿Qué es eso? — pregunto el con curiosidad.

—Lo que dijiste, aparearse es entre animales, el sexo es entre personas— menciono ella entendiendo su desconocimiento. —No hablas de eso nunca con Milk, ¿verdad? —

—¡No! Claro que no— dijo el pensativo. —creo que a ella le avergüenza— menciono analizando la situación.

—Ya veo… vaya, esto nunca me lo espere de ti—dijo a viva voz Bulma echándose sobre el respaldar del sofá…

—Entonces se dice sexo aqui, los saiyajin usan ese término, discúlpame si fui grosero—

Bulma giro a verlo… —No, tranquilo, no te apenes, más bien dime algo, ¿con quienes estuviste? — esta pregunta no pudo evitar hacerla con cierta curiosidad morbosa…

—Creo que, con muchas, la primera vez fue con la princesa serpiente, aunque después descubrí que era una bruja pero en su cuerpo de mujer se veía muy bien, esa fue la primera vez—

Sin poder imaginarlo, aquella peliazul quien estaba atenta a toda su platica, empezó a sentir cierto estremecimiento interno, como era que aquel joven aparentemente inocente, tenga tremendo secreto, al parecer, un saiyajin insaciable se escondía debajo de aquella fachada de niño bueno, corrompido por las experiencias del placer, que lo llevaba al cero remordimiento.

—¿y tu Bulma? ¿con cuantos hombres has estado? — pregunto sorpresivamente aquel pelinegro.

—Eso no se le pregunta a una dama… Goku— respondió en un tono suave, mientras cerraba sus puños por encima de su falda sintiendo arder sus mejillas…

—¡Oh lo siento!— respondió él inmediatamente.

La peliazul guardo cierto silencio hasta que suspiro y cerro los ojos… —Pero, debo confesarte que a mi también me gusta mucho el sexo—

Goku la miro atentamente ante aquellas palabras…

—Nos parecemos al viejo Rochi—menciono Bulma con espanto mientras empezaba al reír de solo imaginárselo.

—¡No digas eso! — menciono horrorizado el saiyajin.

Ambos empezaron a reír hasta que de pronto sus miradas chocaron mutuamente…

—¡Ven, vamos a bailar!— lo jalo la peliazul sintiéndose por alguna extraña razón, demasiado animada y desinhibida, empezó a moverse para sorpresa de Goku quien simplemente se quedó viéndola sin saber que hacer, después cambiaron de música a una más eufórica causando que el empiece a imitar sus saltos disfrutando de aquel concierto que le pareció divertido.

Varios hombres que estaban a su alrededor notaron la presencia de la peliazul, no pudieron evitar sentir gran interés sobre todo al verla tan desinhibida, libre y seductora, lo cual llamo su atención en el acto, uno de ellos se acercó animosamente para invitarla a bailar, esta lo vio, sonrió para sorpresa de él, quien se animo anticipadamente pero su decepción fue tal al verla girarse nuevamente ignorándolo, Goku al inicio no se daba cuenta, hasta que vio cierta fila de hombres rodeándolos, su atención fue más cuando uno oso en tocarla.

—¡Hola preciosa! —

Esta se sorprendió y se alejó.

—¡Ven vamos a bailar! — le dijo el intruso queriendo alejarla de su acompañante.

—No me interesa— menciono ella desinteresadamente acercándose hacia Goku.

—Oh vamos, déjalo un rato, la vamos a pasar bien— menciono él insistente.

—No, ella bailará conmigo— menciono otro impertinente quien, hacia acto de presencia, mirándola creídamente.

—No, no estoy interesada, déjenme en paz— menciono Bulma mostrando cierto fastidio.

Bulma jalo a Goku del brazo para después entrelazar su mano con la de él y así dirigirse hacia otro espacio de aquel recinto.

—¿Estas bien? — le pregunto Goku quien fue solo espectador porque Bulma le dio indicaciones en todo momento de no intervenir, solo atino a verlos con mucho desagrado.

—Si, solo son unos idiotas— menciono ella volviendo a estar frente a frente a él.

—Son muy desagradables— dijo Goku buscándolos con la mirada.

Bulma sonrió de lado y sin previo aviso se soltó de él para empezar a moverse en su mismo sitio.

—¿Qué haces? —pregunto extrañado Goku.

—Baila Goku, acércate y baila conmigo—

Aquel, la miro extrañado.

—Tomalo como una orden —esto último lo dijo con presión.

Goku alzo una ceja al ver sus pasos. —Es que no sé como hacerlo, tus pasos son distintos a los que una vez aprendí—

Bulma sujeto su mano nuevamente, pero esta vez se dio el tiempo para acariciarla sutilmente con sus dedos, pudo sentir su piel suave, pero se percibía la fuerza de esta, sus dedos como si estuvieran esculpidos en piedra, le gusto aquella sensación, delinear su piel con sus propios dedos mientras sus uñas daban ligeras caricias, levanto la vista y aquel guerrero simplemente observaba sus movimientos.

—Vamos Goku tu sigue el ritmo— le dijo rompiendo el momento.

Goku hizo lo que le dijo y sin querer ya le estaba siguiendo el ritmo sobre todo al sentir como el cuerpo de ella se unía al suyo… pero en eso él levanto la vista al percibir cierta energía desagradable y aquellos intrusos estaban pendiente de ellos. —Esos sujetos nos están viendo y ya me están molestando— menciono extrañamente irritado.

—Son molestos, hay que hacerlos enojar, así se pondrán celosos— dijo Bulma entre risas.

—¿Celosos? — repitió aquella frase el saiyajin sin entender a que se refería.

—Es cuando una persona se molesta porque la persona que le gusta le da atención a otra—

—Nunca he sentido eso— menciono Goku despreocupado sin dejar de moverse en su mismo sitio.

—Yo sí, creo que soy muy celosa— diciendo eso con el fin de provocar a los idiotas que la tenían harta, se inclinó hacia el saiyajin y suspiro sobre su cuello, eso le causo cierto estremecimiento a Goku.

—¡Necesito ir al baño!— menciono sorpresivamente, alejándola de él, cuando llego a este y estuvo frente al espejo se echo suficiente agua en el rostro, se sentía algo acalorado, debía hacer lo que ella le pidiera, pero en que momento se lo iba a pedir, él sabía que ella también lo deseaba, podía sentir su olor y escuchar sus latidos acelerados cuando tenían un poco más de interacción, pero por qué no se lo pedía, se preguntaba así mismo sintiéndose confundido e impaciente, antes los nervios le invadían, no podía con el hecho de imaginarse poseer a su amiga, sin contar con que hacia lo imposible para olvidarse del pacto con al menos por ese momento, pero ahora, veía que aquello se prolongaba más y lo tenia ansioso.

Al salir del baño y caminar a su encuentro, detuvo sus pasos a cierta distancia al ver como la peliazul le sonreía a un sujeto que al parecer le cayó en gracia, ya que no le daba el mismo trato que a los otros dos sujetos, sin poder evitarlo ladeo su cabeza y se quedo observando unos segundos más, ella empezó a reír más mientras el sujeto desconocido se acercó a su oído.

Segundos después aquel sujeto salió volando de aquel espacio, Bulma miro horrorizada y todos se espantaron por el suceso.

—Pero…—

Goku se acerco molesto hacia él y lo levanto del piso para asombro de todos… —¿Quién te dijo que podías acercarte a ella? —

Bulma corrió rápidamente. —¡Goku suéltalo! —

—No, este sujeto llamo tu atención, eso no me gustó— dijo para sorpresa de sí mismo, pero el enojo de ese momento lo cegó.

—¡Bájalo inmediatamente!—le grito Bulma al ver al hombre atemorizado, en eso personal de seguridad se acerco a ellos rodeándolos.

Bulma se acerco al saiyajin y con sus manos intento que le hiciera caso. —Vámonos de aquí Goku—

Goku dejo al hombre en el piso, no sin antes ponerle una expresión de ira, este ni bien se vio liberado corrió como todos los demás hacia un lugar seguro.

—¡Váyanse inmediatamente!— dijo el de seguridad echándolos por aquel escandalo.

La peliazul resoplo resignada y ofendida, jamás le había pasado tal vergüenza. Ya fuera de aquel lugar, Bulma ingreso enojada a su vehículo, Goku la acompaño…

—¡Qué diablos te paso! ¡Por qué hiciste eso! — grito ofuscada.

—Vi cómo sujeto se acercó demasiado a ti— lo dijo mostrando cierto gesto incómodo.

—¡Te pusiste celoso! Estas loco, no tienes por qué ponerte celoso por mí, solo somos amigos— le dijo Bulma con fuego en los ojos.

Goku pensó en sus palabras… —Bulma si seguías con ese hombre, ¿en qué momento lo íbamos a hacer? —

—¡Qué! ¿de que estas hablando? —le pregunto Bulma deteniendo en seco su vehículo.

—Del sexo, ¿a que hora vamos a tener sexo? — le pregunto Goku al borde de la impaciencia.

—¡Creíste que te pedí venir para tener sexo! — menciono Bulma indignada.

—Me dijiste que lo haríamos y que no importaba a pesar de estar mal— respondió Goku sintiéndose confundido por la actitud de ella. —yo te lo pregunte, es lógico que hablabas de sexo—

Los ojos azules de la mujer se abrieron en par en par… —¡Baja del auto! —

—¡Qué! ¿Por qué? — cuestiono Goku sorprendido.

—¡Por que si! ¡Malograste mi noche, la arruinaste y tienes el descaro de decirme semejante cosa! Yo solo quería divertirme, ¡no te quiero ver Goku!—

Goku se bajo del carro realmente sorprendido, una sensación de desconformidad lo gobernó mientras se sentía de lo peor al ver como aquella sonrisa de la peliazul se había apagado por completo… —Bulma, lo siento…—

Ella arranco a velocidad…

.

..

Días después…

—¡Ya cambia de cara! — le refutaba Piccoro al verlo desconcentrado en su entrenamiento.

—¡No puedo! Tengo que hablar con ella— menciono Goku realmente mortificado.

—Ya lo intentaste, no se que diablos paso para que arruinaras el plan, pero si no te quiere ver, quiere decir que no cumplirá el acuerdo— menciono Piccoro.

—Claro que no, no seria justo, yo no cumplí el mio—menciono Goku al recordar que la hizo pasar mal y eso no era lo que ella quería.

—¿Qué harás? —

—Ire a buscarla— respondió decidido el saiyajin.

.

Bulma había continuado con sus actividades, sin poder evitar pensar en aquella noche, aun tenía en la cabeza aquellas palabras de su aun amigo palpitando día y noche, no podía imaginar como era que había pensado que ella tenía esas intenciones, y pensando aquel hecho se volvió un salvaje, acaso sus celos los descontrolaban, acaso realmente eran tan posesivos… trato de omitir aquellos recuerdos mientras se encontraba ingresando a su habitación, fue ahí cuando casi pega un grito al ver a aquel guerrero al costado de su mesa de noche con aquel cuadro de su fotografía sonriendo de niños en la mano.

—Discúlpame, no pude evitar ver esta foto— menciono con una sonrisa en sus labios.

Bulma cruzo los brazos. —Ya te dije que no quería verte—

—Por favor Bulma, déjame remediarlo— insistió él.

—No, lo arruinaste, simplemente déjame en paz— le dijo ella queriendo salir de la habitación, pero no pudo al ser interceptada por la presencia del saiyajin.

—No quiero perder tu amistad, por favor no me hagas esto—le dijo en tono suplicante.

—Solo te dije que quería divertirme y en vez de eso hiciste que bloqueen mi ingreso al lugar más genial que existe en la ciudad, ahora tendré que buscar las esferas para remediar eso, sin mencionar que creíste que quería sexo contigo— menciono realmente molesta.

—Bulma lo siento, lo siento mucho— menciono Goku apenado. —Déjame remediarlo—

—¡No! —

Goku no pudo evitar insistir, necesitaba poder solucionar aquello, ya que por alguna razón intuía que ella deseaba lo mismo y a decir verdad, aquella peliazul había despertado nuevamente esa necesidad en él.

—Yo puedo remediarlo, si me dejas hacerlo— respondió Goku sujetando su brazo con cierta presión, generando cierto estremecimiento en aquella peliazul.

—Vete Goku— fueron sus únicas palabras antes de salir definitivamente de la habitación.

.

Ya de noche Bulma se echo sobre su cama, no pudo evitar pensar en aquellas palabras dichas por el saiyajin, ahora sabia quien era verdaderamente Son Goku, y estaban todos muy lejos de la realidad, era maquiavélico y calculador, sabia engañar perfectamente sus intenciones, sabia ella porque era un genio del análisis que aquel simplemente quería cumplir su cometido, saciar su curiosidad o tal vez sus ansias por tener otra mujer, pero eso era justamente lo que impedía todo, ella no era una puritana moralista, entendía perfectamente que al ser una raza diferente sus instintos sería más intensos o deliberados, pero, justo eso era lo que le ardía, porque tuvo que experimentar con tantas, ella no quería ser una más…

.

Días después cierta explosión en la ciudad hizo que los ciudadanos corrieran despavoridos, todo se volvió un caos, gente gritando, edificios con fuego y los guerreros z inevitablemente reunidos nuevamente averiguando que paso.

—¡Demonios! ¡Que significa esto! — dijo Krilin al no entender quienes eran los causantes de aquel desastre.

Repentinamente aparecieron unas larvas gigantes que al llegar al centro de la ciudad para asombro de Yamcha y Krilin tomaron forma humana, ambos sujetos desconocidos empezaron a reír confiados al notar la fuerza de aquellos, quienes al ver el peligro rápidamente se colocaron en pose de pelea, pero fue inútil, la pelea empezó, pero empezaron a ser seriamente lastimados, Bulma supo de los acontecimientos, al recibir la llamada de Yamcha cuando ya se encontraba seriamente herido, necesitaban semillas del ermitaño, ella fue rápidamente a conseguirlas…

.

—Un maldito saiyajin— bufo aquella entidad con la mirada perdida y llena de maldad al ver a los recién llegados.

Goku miro de soslayo a Piccoro quien también estaba observándolos fijamente…

—¿Acaso reconocen a un saiyajin? — cuestiono Goku viéndolos fijamente.

—Solo un poco, por freezer, pero seguro son escoria así como aquellos terrícolas que no sirvieron para pelear— dijo uno con una sonrisa de costado.

—Veo que no saben nada de los saiyajin— menciono Piccoro con repulsión por su ignorancia.

—Aniquilaremos a la raza humana y venderemos este maldito planeta, tiene buenos recursos— dijo aquel quien había cogido aspecto de un humano con ojos y lengua de serpiente.

En eso, Bulma hizo acto de presencia, Goku pudo percibir para su sorpresa su diminuto ki, corriendo a los alrededores con sigilo, entendió entonces que ella estaba dirigiéndose a sus amigos…

Piccoro noto la distracción del saiyajin, y fue entonces que comprendió la causa, aquella peliazul había llegado y discretamente se había acercado a los muchachos heridos a darles unas semillas del ermitaño, ya que pudo sentir nuevamente su ki restablecido.

—Gracias Bulma— menciono Krilin con animo al sentirse nuevamente bien.

—Fuiste muy rapida— comento Yamcha con una sonrisa tratando de simpatizar con la peliazul.

—Son unos imprudentes, debieron esperar a Goku— comento ella con los brazos cruzados.

—Tal vez tengas razón, pero dejarle siempre todo para que lo resuelva no es de mi agrado— menciono algo orgulloso el chico de la cicatriz.

De pronto cierto destello de luz impacto contra otro edificio, Bulma y los demás tuvieron que correr a mejor resguardo aunque esa posición se encontrara cerca de Goku y Piccoro.

—¿Se encuentran bien? — grito Goku

—¡Deshazte de ellos!— grito la peliazul con rabia al ver que esos cretinos se estaban saliendo con la suya.

—Piccoro se retiro la capa haciendo que esta cayera al piso, parecen contrincantes complicados— menciono dispuesto a pelear.

—Espera Piccoro—menciono Goku llamando su atención. —Yo me encargare de ellos—

—¡Qué dices! —

—Yo lo haré, no necesito que interfieras— diciendo eso con una sonrisa de costado empezó a caminar hacia los sujetos, todos escucharon sus palabras, los muchachos se quedaron consternados por su seguridad y Piccoro incomodo al sentir su arrogancia.

—Goku… a veces me da ganas de partirte la cara— menciono empuñando su mano.

Bulma no pudo evitarlo y se coloco a pesar de los hechos al costado del namekusein.

—¿Tu que haces aquí? — pregunto él al sorprenderse por su acercamiento.

Bulma no pudo evitarlo, siempre que veía esa actitud en aquel saiyajin era como si un imán la atrajera, le gustaba cuando el mostraba esa supremacía ante los demás…

—Yo se que puedes hacerlo Goku— murmuro para ella misma, aunque los oídos sensibles del namekusein lo escucharon perfectamente.

Goku sabia lo que hacía, eran años los que conocía a aquella mujer peliazul y sabia de ante mano lo que probablemente le atraía, no por algo sus preferencias eran estar rodeada de hombres fuertes y de riesgos inminentes, era una ocasión más para lucirse, y restregarle en la cara lo que él sabia que ella anhelaba y que no conseguiría de ninguna manera con Yamcha.

La pelea fue inminente, aquel guerrero peleo con ambos sujetos, se divertia y a la vez al tener otro propósito extendia más de la cuenta aquel hecho…

—¡Pero que demonios, que esta haciendo! — se decía así mismo Piccoro al notar la cierta ventaja que les daba para después ir con todo y magullarlos, era un vaivén sin sentido para él, ya que de por sí, desde hace mucho, Goku ya tenia la pelea ganada.

—No quiero matarlos, no son oponentes para mi, será mejor que se vayan ahora mismo de este planeta— les dijo como opción final, con la mirada seria y sin intenciones de aniquilar.

—Bastardo…— le dijo uno con la respiración demasiado agitada.

—No son oponentes para mi— diciendo eso, simplemente les dio la espalda y camino hacia sus amigos, todos observaron a Goku como caminaba confiado con la mirada segura, hasta estar a unos pasos de ellos. Bulma iba a sonreír cuando en eso una de esas entidades a vil traición dispararon un rayo de energía letal, Goku sintio aquel hecho, giro rápidamente aunque el rayo llego a rosar su dogui, su enojo creció y sin meditarlo dio la estocada final.

Krilin corrió hacia su amigo, igual Yamcha… Bulma estaba con los ojos bien abiertos del shock de aquel acontecimiento, iba a acercarse cuando Goku mostrándose algo fastidiado decide retirarse el dogui.

—Demonios, lo estropiaron— menciono al verlo roto.

La peliazul se acerco a él y noto una ligera herida en su piel… —Goku— menciono mientras este levanto la vista y la observo unos instantes.

Bulma no pudo evitar retroceder, por alguna razón sintio que no debía verlo, sería demasiado evidente su impresión, ya de por si, verlo en aquella pelea, derrotándolos fácilmente a sujetos que para sus amigos fueron reales contrincantes, era como una fiebre de éxtasis, y lo que menos quería era verse evidenciada al admirar su torso desnudo y al él como algo tan apetecible…

—Gracias por traer las semillas Bulma— menciono Goku al notarla ida en sus pensamientos.

—¿Deseas una? — pregunto extrañamente tímida, al notar como los demás fueron a ver los daños alrededor y los dejaron un momento a solas.

—Si claro, la necesito— respondió él con una ligera sonrisa.

Aquella peliazul no entiendo como ni porque, simplemente se acerco a él y en vez de dársela en la mano, se la metió en la boca rosando con sus dedos sus labios.

.

Aquella noche a pesar de sus propios pensamientos detractores, no pudo dormir, la tentación misma estaba tocando su consciencia, simplemente atino a girar en la cama colocando la almohada sobre su cara… No hay posibilidad…

Al siguiente día Bulma fue a visitar al maestro Rochi, casualmente era el cumpleaños del viejo maestro y a pesar de las circunstancias todos se dispusieron a visitarlo, a excepción de Milk, aquella pelinegra no veía en ese entonces mucho agrado con aquellos encuentros, solo quería disfrutar de esos tres años de tranquilidad sin rebeldes alrededor, por tal motivo Gohan tampoco fue, un cumpleaños no estropearía sus estudios.

—Vaya, pero que linda estas Bulma— menciono Rochi sorprendido al ver a aquella peliazul luciendo un atuendo demasiado atractivo.

La tarde paso de lo más habitual con los amigos de siempre, hasta que Goku hizo acto de presencia, disculpándose por la tardanza por su arduo entrenamiento, ella y él, a solo unos metros de distancia, él con la típica sonrisa inocente de siempre, con esa disfrazada inocencia, y habitual comportamiento y ella sentada sobre una de las sillas al costado del bar, con las piernas cruzadas, bebiendo sola a cierta distancia de todos ellos.

De pronto como si su propia intuición le hubiera dicho lo que pasaría, aquel saiyajin se acerco hacia ella, se inclino sobre la barra mientras se servía algo de tomar… ambos guardaron silencio unos instantes, hasta que ella giro y lo vio directamente.

No necesitaron hablar, entendieron perfectamente el significado de aquella mirada…

—No te arrepentirás— menciono el saiyajin sutilmente antes de alejarse nuevamente de ella acercándose a sus amigos, fingiendo naturalidad.

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Algunos días pasaron, Bulma como nunca cada día sentía cierto nerviosismo, incluso sus manos evidenciaban cierta torpeza cuando recordaba sus palabras, no sabia cuando sucedería, como seria, solo atinaba a taparse la cara con sus manos cuando sus mejillas se ruborizaban, ¿es que en verdad harían tal locura?

—¿Sucede algo? — pregunto el Dr. Brief al notarla extraña

—¿Ah? ¡Qué! ¿Por qué me preguntas eso? — cuestiono ella asustada.

—¿Acaso has hecho algo malo? — cuestiono el anciano pestañando varias veces.

—¡Qué! ¡No digas tonterías papá! ¡claro que no! — respondió colérica, y ante eso simplemente salió del laboratorio.

El Dr. Brief se quedo viendo unos segundos antes de continuar… —Seguro es por un chico…— y sin más levanto los hombros y continuo con su experimento.

Bulma tenia la respiración agitada, era cierto no había hecho nada malo, pero probablemente si lo haría, ante eso cierto calor en las mejillas volvía a ruborizarla, no pudo más con aquel remordimiento, si bien existía el deseo, él era su mejor amigo, era Goku, no podía permitirle hacer algo así, debía detenerlo, debía hablar con él y parar con ese absurdo capricho, ella lo había provocado ahora era su deber detenerlo, algo así no podía pasar entre ellos, menos si existía Milk y aunque ella estaba oficialmente soltera, no haría algo así, decidida fue hacia el espacioso jardín, desencapsulo una de sus naves y subió a ella, volando a velocidad…

—Demonios, ¡Porqué no tienes movil! Sería más fácil esto— dijo en voz alta resignada a tener que ir a buscarlo para aclarar ese detalle.

La peliazul llego a la montaña paoz, sabia muy bien cual era su rutina, Goku entrenaba con Piccoro y Gohan así que seguramente Milk sabría donde se encontraban, con una buena excusa podía preguntar por su paradero, con el fin de no generar demasiado bulla descendió a unos metros de la casa, camino entre los paisajes y cuando estaba a punto de tocar la puerta, escucho risas sonoras algo conocidas que llamaron su atención, con sigilo se acerco a las ventanas y miro de costado, sus ojos se abrieron con real sorpresa al ver que aquella pelinegra se veía muy animosa con aquel ex suyo, quien se encontraba muy descarado mostrándole los dientes mientras esta le servía algo de tomar.

—Qué hacen esos dos…— se cuestiono ella realmente absorta.

Bulma sintio como su corazón empezó a latir con fuerza, felizmente no tenia el ki de ellos, como para que Yamcha pueda sentir su presencia y darse cuenta de su intromisión… sin embargo el ver a Milk como le correspondía las sonrisas y alzaba las cejas cada vez que este le decía algo la hicieron pensar de más… No puede ser, ella no seria capaz… pero su rabia subió al notar como Yamcha demasiado confianzudo se atrevió a acomodarle el cabello acariciando sutilmente el rostro de la pelinegra mientras esta sin ápice de moverse, simplemente sonreía… ¿están coqueteando? No, eso no era posible… sin poder controlarse más su ceño se frunció mientras sus puños se cerraban de ira, presta a descontrolar su ímpetu, se acerco a la puerta y la toco con fuerza, su sorpresa fue que esta no se abría y tuvo que insistir, cuando por fin se abrió, vio a una Milk totalmente desconcertada por su presencia, Bulma solo atino a sonreír y entrar a la casa sin siquiera pedir permiso.

—Hola Milk, ¿Dónde esta Goku? ¿Gohan? ¿están en casa? — cuestiono la peliazul mirando a su alrededor, preguntándose donde se había escondido el maldito mentiroso de su ex.

—¡Ah! ¡ellos! Bulma, ellos, ellos están entrenando— menciono Milk algo nerviosa, tratando de controlar el tono de voz que sin poder evitarlo la evidenciaba… —¿Qué haces aquí? —

—¿Estas sola? — la cuestiono Bulma mirándola fijamente como si sus ojos fueran cuchillos incrustados en su consciencia, el silencio se hizo presente, Milk no sabia si mentir o decir la verdad era evidente, ante eso Bulma de repente sonrió dando cierto alivio a la pelinegra.

—Discúlpame solo preguntaba por si quisieras salir a pasear conmigo, ya sabes eras la esposa de mi mejor amigo, podríamos ser… buenas amigas— menciono con una sonrisa fingida, deseando escuchar su respuesta, deseando la bendita verdad…

—Ah si claro, estoy sola, pero… tengo tantas cosas que hacer— respondió Milk con cierta sonrisa, colocando sus manos juntas en una posición de mosquita muerta. —Es muy amable de tu parte, pero debo preparar la cena, sabes que mi Goku come demasiado—

Bulma se le quedo mirando mientras una sonrisa torcida se le formaba, miro a los alrededores, camino unos pasos como si fuera hacia la cocina y sintió en ese momento como la reacción de la pelinegra era de alarma, suficiente pensó, eso era todo lo que tenía que saber, todo era un escenaria fingido lleno de hipocrecia, lleno de falsas inocencias… —Esta bien Milk, yo entiendo, disfruta tu tarde— diciendo eso, simplemente salió de la casa, pasos fuera sitio como la puerta se cerraba rápidamente.

Bulma subió a su nave, cerro sus ojos realmente sorprendida mientras un suspiro llenaba su corazón… No tendré compasión…

.

Esa misma noche el teléfono en la montaña paoz empezó a sonar, como si el destino lo marcara, Goku mismo contesto mientras estiraba sus brazos después de una cena satisfactoria, por alguna razón había días que Milk le prepara una cena demasiado exquisita y opulenta y se portaba demasiado atenta como si quiera dar demostraciones de afecto, le gustaba esas atenciones sobre todo al verla demasiado animada, aunque él no lo decía ni tenia intención de hacerlo sabia muy bien que siempre pasaba después de recibir la visita de su amigo Yamcha, y cuando el le preguntaba por qué de tan buen ánimo ella decía simplemente que fue un buen día, sin contar con cierto olor que el claramente podría decir que no era el suyo… así que mientras disfrutaba de aquellos alimentos, siempre la miraba atentamente, preguntándose que tanto habían hecho…

—¿Aló? —

—Hola Goku—

Sin poder evitarlo una sonrisa salió por inercia de aquel saiyajin… —¿Bulma? —

—Quiero que vengas a buscarme hoy—

Los ojos de él sonrieron y sin poder evitarlo mordió uno de sus labios cuando la sonrisa se le dibujaba… —No tengo una excusa, aun estoy pensando que decir—

—Bien, dirás que Kaiosama te llamo y que debes ir a verlo, no tienes opción—

—Eso dije la ultima vez— menciono él mientras observaba a su alrededor

—Goku— pronuncio Bulma calmando su respiración.

—Bulma—respondió sin poder evitar sonreír…

—Si no vienes hoy, presiento que mañana podría arrepentirme y tal vez no te busque más—

Aquellas palabras talaron en él, quien estaba disfrutando de aquella llamada pero recordó los futuros sucesos y no pudo evitar suspirar al respecto… —Lo sé— atino a decir llamando la atención de ella. —Esta bien, tal vez me maten por esto, pero lo haré— diciendo eso corto la comunicación.

Bulma estaba en su habitación de pie cerca a la puerta de su balcon, esta vez estaba decidida, cruzo sus brazos y observo el minutero de su reloj, minutos después su corazón dio un salto al sentir como detrás de ella aparecía aquel saiyajin, ambos se quedaron callados unos instantes…

—hola Bulma— saludo él con una sonrisa aunque con una expresión que ella nunca antes había visto en él, lo cual hizo que sintiera su respiración entrecortarse, ambos se quedaron viendo como si ambos analizaran sus propia respuesta, era como si recién se conocieran, como si se admiraran con real fijación, como si estuvieran por fin rompiendo cualquier impedimento que les impedía mostrar sus verdaderas intenciones.

—¿Estas listo? —pregunto ella al verlo colocar las manos en sus bolsillos y sentir como su corazón latía demasiado rápido.

—Si solo que… no se qué me pasa, siento algo diferente— le dijo aquel quien no dejaba de mirarla con real atención.

—¿te arrepentiste? — pregunto ella moviendo sus manos nerviosamente mientras levantaba su rostro permitiendo que él vea su piyama rosa algo infantil.

—¡No!... es solo que… nunca me habia puesto así— le dijo Goku mientras atentamente veía su facha, no pudo evitar sonreír al respecto. —Me siento nervioso—

Bulma cruzo sus brazos mientras levantaba una ceja —Vaya… pense que con la experiencia que tenias, sabrias que hacer— menciono cambiando sus intenciones de justificarse contandole lo que vio, simplemente lo observo con cierta sonrisa mientras movia su cabello, asi que guardo silencio.

Goku la quedo mirando, observo su perfil, como tenía los brazos cruzados y como aquella facha a pesar de lo graciosa que era, a él le generaba un reto —Lo siento, digamos que es porque eres diferente a las demás—

Bulma volvio a alzar una ceja ante su comentario, esta vez sintiendo mayor curiosidad… —¿Qué quieres decir? —

Goku la miro fijamente, ladeo su cabeza hacia un lado y simplemente sonrio… —No se como explicarlo, mejor te lo demuestro— diciendo eso para sorpresa de la peliazul se acerco lo suficiente como la sostener sus brazos, aquella sensación hizo que la peliazul se le escarapelara la piel mientras sus ojos se abrieron grandemente.

—¿Qué piensas hacer? — cuestiono ella sintiendo como su corazón empezó a latir con fuerza al ver la mirada decidida del saiyajin.

La reacción de su mejor amigo fue sorpresiva, sus manos delicadamente aunque con cierta presión jalaron a la peliazul hacia él, hasta que ambos estuvieron a solo unos centimetros de distancia, podian escuchar su respiración , jamás habian estado tan cerca, al punto de incluso sentirse, sus miradas se volvieron intensas, aquel vio por primera vez el zafiro de esos ojos azules como el mar, como también las sutiles pecas alrededor de las mejillas de su querida peliazul, sus labios rosados y carnosos, es que ella era realmente hermosa y esa intensidad en su mirada no la habia visto en ninguna mujer en su vida, asi como en ella, como saiyajin sus intintos primitivos tomaron presencia, sintio con tal claridad los latidos de su corazón, que por un momento sintio tal emoción como cuando sentia complicada una victoria, cierta adrenalina lo invadio, pero a la vez lo dejo petrificado, sin saber como tratar a aquella mujer que yacia a su merced, pero más fue su asombro al sentir como aquellos brazos fragiles y suaves tomaban la batuta y finiquitaban con aquel pequeño espacio.l

La peliazul terminaba con aquel tormentosa espera, sosteniendo con fuerza su quijada, uniendo sus labios a los de él por primera vez, al parecer la goberno el impetu de esos ojos negros salvajes de saiyajin, ella no pudo más con el hecho de sentirlo, asi que simplemente los unió pero con ese impetu que a ella le caracterizaba, dando más de si, con insaciable pasión, mesclando sus sabores y entrando en el juego de conocimiento, besarse, probarse, conocer su sabor, con osadía, con mordiscos en los apetitosos y corrompidos labios de él, permitiendole a él tomarla con mayor fuerza y adentrar sus lenguas sin mesura, ¿es que acaso el aire dejo de exitir? Acaso se le podia dar tregua para oxigenar un poco sus consciencias, en ese momento solo habia cabida al desenfreno, Bulma se permitio saltar sobre el torso del saiyajin y enrrollar sus largas piernas, ella fue arrinconada contra la pared sin tregua entre sus lenguas…

El corazón de Goku empezó a latir con fuerza, era la primera vez que sentía algo así en un encuentro como ese, nunca antes había experimentado tal sensación con ninguna otra mujer y eso que tuvo muchas, pero la calidez de su piel, el salvajismo de sus labios, como sus delicadas manos sujetaban su rostro y sus cabellos a la vez con posesión como exigiendo dominio, era natural que el la deje ser, él siempre quería conocer los movimientos de su contrincante, y ella en ese momento para su sorpresa solo con un simple beso, lo estaba desvaneciendo, se sentía en las nubes y a la vez un perdedor…

De pronto como si la consciencia tomara algun acto de presencia, aquella peliazul sutilmente lo empujo, el se quedo respirando acelaradamente preguntandose el por qué, y claro que lo hubo, pero uno que el nunca imagino, Bulma se deshizo de aquel infantil atuendo, quedando semi desnuda delante de él, mostrandole sin censura sus exuberantes senos y con una ligera liga cubriendo su intimidad, solo eso, poso sus ojos zafiro encima de él mientras lo retaba descaradamente a acercarse, Goku se quedo detenido, recorriendola con la mirada, sintiendo como sin poder evitarlo tragaba su propia saliva, es que acaso esa mujer podia ser menos apetitosa, lo dudaba, era como un delicioso festin, sus ansias por sentirla lo empezaba a invadir anhelosamente.

—Bul-bulma—

Ella con una risa maquiavelica lo miro de arriba abajo, lo vio embelesado y enfocado… —¿Acaso te llama la atención esto? — le indico jalando aquella liga…

—Retiratela, quiero verte— dijo el con cierta emoción, sin quitar los ojos de encima.

Bulma sintiendo la adrenalina en sus entrañas, se atrevio a más, permitio que se cayera entre sus piernas aquel pedazo de tela y sin remediar más, levanto una de sus piernas sobre su cama, dejando con una vista explicita a aquel saiyajin quien no dudo en sobresaltar y abrir sus ojos con mayor asombro, Bulma movia la pierna juguetonamente, la cerraba y la abria, constantemente, mientras él no debaja de mirar esos labios cortoneados y perfectamente creados, el corazón de el se acelero, sintio incluso como un ligero gemido entre crujido salia de su garganta imaginandose tanto, mientras ella seguia en el vaiven de abrir y cerrar la pierna…

La mirada aguerrida de ella que se convertia en seducción y adicción para el saiyajin, quien no pudo evitar abrir más los ojos al ver sorpresivamente como la mano de ella acariciaba su entrepierna entre ese vaiven sin estupor.

—¡No! Detente…— lo dijo él al ver que ella queria empezar el juego, sin él…

Sin más Bulma levanto las manos, colocando aquella mirada de fingida inocencia, pero él, que la conocia tanto, sabia que lo estaba retando, asi que en cuestion de segundos aparecio delante de ella, Bulma no se percato de aquel rapido movimiento, no pudo hacer mucho al sentir sus manos atrapadas, Goku lamio sobre sus labios y aunque ella quiso corresponder, él no la dejo, simplemente la condujo nuevamente hacia la pared y posicionandola contra esta, el mismo se agacho, levanto una de sus piernas sobre sus hombros, obteniendo el panorama que el tanto deseaba a su alcance, y mirandola fijamente no perdio más tiempo, introdujo su lengua entre sus pliegues y empezo a besar, lamer, y tocar, aquella peliazul sostuvo sus cabellos mientras sentia el placer gobernar su cuerpo, su cabeza la llevo hacia atrás mientras su quijada se abria y sus mesurados gemidos se liberaban, acaso era un experto, como sabia hacerlo tan bien, era como si el mismo se estuviera complaciendo miemtras ella no podia evitar sentir que se venia… jamás habia experimentado un placer tan embriagante en un oral, solo queria más y más… empezo a gemir con más sonido, porque veia cercano la ola de placer de su liberación, sin embargo… él se detuvo, de pronto dejo aquel perfecto acto, ella lo miro con confusión, bajo la pierna mientras este se lamia los labios y la miraba atentamente…

—¡No! ¡No quiero que te detengas! — le reclamo ella con la respiración agitada, sintiendo como la humedad de su exitación recorria sus piernas.

—Eres deliciosa Bulma…— menciono él sintiendo aun cierto control de si mismo… —Pero temo que si sigo, no podre detenerme—

Bulma abrio los ojos de par en par… —Ya no quiero que te detengas— diciendo eso se acerco a él y empezo a besar su cuello…

—Bulma…— susurro su nombre mientras la exitación lo gobernaba por completo al sentir sus senos rosando su pestoral, —Esto puede ser peligroso, eres demasiado adictiva y solo te podre tener por hoy, es mejor parar…—

—¿Qué hablas? No puedes dejarme asi— le dijo ella sintiendo su piel arder, sin reparo se acerco más e introdujo su mano debajo de su pantalon, mientras Goku empezaba a ceder ante sus besos, permitiendo que ella empiece a desnudarlo. —Estas perdido, ya no hay vuelta atrás—

Los besos continuaron, las caricias no pararon, recorrieron sus cuerpos con algarabia, fascinación, dedicación, hasta que el golpe de cada cuerpo revelaba aquella penetration, el no podía detenerse, adentrase en ella londesconocio, su besos se volvieron más posesivos, sus caricias con mayor intención, incluso sus palabras…

—No quiero dejar de tocarte— le repetía entre susurros mientras cada choque lo llevaba al cielo…

Bulma lo sujetaba de sus alborotados cabellos con fuerza, aveces era tosca, lo mordía, araña su espalda y a él tel fascinaba, para un saiyajin era cómo si ella lo marcara cómo de su propiedad, y èl lo aprobaba con una sonrisa en respuesta por su comportamiento…

Para él la osadía de ella lo había embelesado, no podía dejar de complacerla al sentir como sus gemidos eran discretos pero intensos, y el no quería dejar de escucharla, aunque estaba sorpresndido de que ella pueda seguir su ritmo, así que a pesar de que Bulma tenía un cuerpo muy apetitoso y paredes estrechas el podía seguir disfrutando del placer en su largo camino del extasís, y ella en todo momento, demostraba su afán por seguir, ya había disfrutando de varios orgasmo, pero en cuanto el amenazaba con la idea de llegar al fin, ella se posicionaba sobre el con la mirada fija…

—Aún quiero más— esas palabras lo sorprendían, ya había pasado casi la mayor parte de la noche, en diferentes situaciones, aquella habitación parecía haber tenido una batalla campal, con destrozos en sus objetos, ya que aquel hecho había sucedió sobre la pared, sobre la cama, sobre la mesa, en el piso, y aún quería más…

La sonrisa de satisfacción de él no se hizo esperar, para un saiyajin cómo el que le gustaba llevar sus peleas al límite, eso era lo mejor, ya que aquel placer el no quería detener, así que sin más se levantó de aquella cama, la observó con más detenimiento viendo cómo está se reía enrollando sus desanudas piernas entre las sábanas, llamándolo con sus manos, en ese preciso momento… el olvido todo, y solo deseo una cosa…

—Te haré solo mía Bulma—

Las horas pasaron y el sol por fin hizo acto de presencia anunciándose con destellos solares sobre su blanco rostro, aquel abrió los ojos lentamente mientras se los rascaba producto del calor sobre estos, sin querer estiró su cuerpo sintiendo la textura suave de aquella sábana de algodón, y ahí fue que vio aquellos ojos zafiro observándolo fijamente, sus recuerdos vinieron cómo relámpagos, ahora era consciente de dónde había despertado, entonces aquello no fue un sueño, tenía a aquella peliazul al costado de la cama, viéndolo atentamente…

—¿Quieres desayunar?— preguntó Bulma con una sonrisa particular —Bueno creo que es obvio, así que te traje el desayuno—

Goku por primera vez a pesar de haber escuchado hablar de comida, en vez de seguir con la mirada a aquella anfitriona que lo dirigía hacia el opulento desayuno, solo tenía ojos para verla a ella, estaba con una bata blanca, el cabello suelto, la tes super fresca cómo si hubiera salido de la ducha.

Bulma giró al notar su silencio, pero la sorpresa que se dio fue sentir cómo aquel saiyajin la sostuvo de la cintura y le dio un beso, los ojos de ella se quedaron de par en par.

—Quería saludarte Bulma, gracias el desayuno se ve delicioso—

Ella se quedó en silencio mientras se recuperaba de aquel acto, lo vio sentarse y empezar a comer, no pudo evitarlo sintió sus mejillas arder, aquel beso fue más de lo que se imaginó, se sintió cálido y con sensaciones que ella prefería no alucinar…

Ella se sentó en la mesa frente a él, observó sus movimientos y le parecían más cuidadosos que otras veces, no veía a aquel amigo suyo de siempre tan despistado, relajado y sin cuidado al ingerir sus alimentos, este hombre era diferente, se veía interesante, atractivo y cuidadoso tal vez era porque comía más despacio, era cómo si estuviera cuidando su imagen delante de ella, es que acaso eso podía ser posible en Goku, aún así prefirió no decir nada, simplemente se dedicó a verlo y a sonreír mientras recordaba su encuentro…

—Espero…—

Aquella palabra fue el inicio de su entrecortada respiración…

—Te haya gustado tanto cómo a mi— mencionó el saiyajin sin apartar la vista de sus alimentos.

Bulma tocio levemente, subió sus piernas sobre la silla mientras enrollaba sus brazos sobre estas y se quedaba pensando.

—Si, me gusto, creo que más de la cuenta— diciendo eso salió de la habitación dejándolo solo, después de eso nunca volvió, Goku se alistó y al entender su decisión simplemente desapareció.

Algunos días pasaron después de ese encuentro, Goku se encontraba con el codo apoyado sobre la meza, pensando, era como si sus pensamientos estuvieran en otra dimensión, por momentos cierta sonrisa aparecía cuando recordaba y simplemente se rascaba la cabeza para mitigar sus ocurrencias, se moria por buscarla, por saber si cómo el deseaba más, pero sabía que sería una imprudencia, con Piccoro estaban enfocados en su entrenamiento y sería muy extraño verlo desaparecer, por otro lado, Vegeta había regresado y seguramente cualquier acercamiento podría arruinar todo, estaba perdido.

—¿En qué piensas Goku?— lo interrumpió Milk al notarlo ido.

—An pues—-

—Seguramente quieres más verdad— dijo ella viendo si había sobrado algo en la ollas.

—No Milk, si quiero más pero no pensaba en eso— diciendo eso se levantó de la silla y salió de la casa, dejó a Milk sorprendía sin entender sus palabras.

—¿Estás listo?— le preguntó Piccoro quien lo vio caminar hacia el bosque.

—Si, cómo siempre— mencionó Goku sin apartar la vista de su horizonte.

—Vegeta llegó, parece que sigue con el mismo ímpetu por destruirse—

Goku al escuchar sus palabras detuvo sus pasos, giró a ver al namekusein al sentirse extrañado por sus palabras. —¿cómo sabes eso?—

—Vi a Bulma— respondió Piccoro con los brazos cruzados.

En ese momento algo sucedió, fue cómo si aquel espacio se paralizará por segundos, no entendía que le ocurría, pero escuchar su nombre le gustó tanto, que sin darse cuenta sonrió. —¿la-la viste? ¿Cuándo? ¿Por qué?—

—Ya que al parecer nunca fuiste eficiente, fui a pedirle directamente ese favor— respondió Piccoro con el gesto fruncido.

—¡Que!—

—pero el cretino de Vegeta al parecer está cerca de ella, y escuchó nuestra conversación, sus palabras me irritaron— mencionó el namekusein al recordar el suceso.

Goku escuchó atentamente y cómo si el mensaje de fondo no importara solo le importó algo en particular. —¿Ellos ya están juntos?—

Piccoro abrió los ojos —¡Yo que voy a saber eso! Solo se que Vegeta interfirió en mis planes, es un estupido cretino—

Goku guardó silencio mientras un suspiro de fastidio lo invadió. —Demonios, es una lástima—

—¿de qué hablas?— cuestionó Piccoro sin entender.

—Olvídalo—

—Lo que si, no entiendo a Bulma, le pedí vernos aquí para poder explicarle pero no quiso, me preguntó por ti y al decirle que estarías dijo que no podía, al parecer sigue molesta contigo— respondió el namekusein y la conversación se vio interrumpida por la presencia de Gohan, quien ya estaba libre de sus tareas y podía continuar su entrenamiento.

—No quiso verme— susurró el saiyajin tratando de disimular su decepción…

.

—Es una pena Vegeta— mencionó ella con los brazos cruzados en plena conversación.

—Para mí no, yo no conozco ese tipo de sentimientos— diciendo eso la miró de arriba abajo con una sonrisa ladina mientras se dirigía a la cámara de gravedad.

En cuanto se fue Bulma liberó aire de sus pulmones… cada día aquellos encuentros se hacían más difíciles, su presencia la ponia nerviosa, era cómo si los recursos de su encuentro con el otro saiyajin la hicieran saber lo que pasaría si tuviera uno para ella sola. Sin embargo movió la cabeza hacia ambos lados, lo mejor era hacer cómo si nunca sucedió, así se sentiría mejor con su consciencia.

—Te extrañaré Goku— susurro para si misma al estar decidida de no volver a verlo, al menos no hasta que sea lo suficiente prudente cómo para considerarlo cómo un vago recuerdo, sin embargo cuando ingresó a la privacidad de su laboratorio y abrió su computador, sintio de repente como si alguien la estuviera observando, en ese momento sintió cómo si sus piernas se debilitaran, giró lentamente y ahí estaba, sus ojos se abrieron grandemente al no dar crédito a ese hecho, aquel susodicho estaba ahí, apoyado contra la pared, mirándola…

—Desde cuando estás ahí— dijo aquella peliazul sintiendo su corazón acelerarse.

—Hace un instante, solo que no sabía que decir— mencionó el sin apartarle la vista.

Bulma se movió el cabello como un tic nervioso mientras trataba de actuar cómo si nada. —¿Qué pasó? ¿A qué se debe tu visita Goku?—

El pensó sus palabras un instante y su mirada cambió a una algo incómoda. —¿por qué no quieres verme?—

—¿Qué?—

—Me lo dijo Piccoro y yo le creo, quería saber por qué, tú eres mi mejor amiga, no creo que sea por Vegeta, ¿verdad?—

Bulma lo quedó mirando atentamente, tenía esa misma expresión de chico inocente, como aquel buen amigo que realmente tiene buenas intenciones, cero malicia, pero ella conocía lo que había más allá de esa simple fachada, había conociendo el hombre que era, lo ardiente y experimentado que resultó ser, y no le creía, esa preocupación de una simple amistad no existía.

—No, pero he estado muy ocupada y la verdad que creo que deben enfocarse en los androides, es mejor que estén sin distracciones— le dijo tratando de ocultar sus verdaderos pensamientos.

Goku ante eso sonrió, mientras una de sus manos fue a su cabello.. —Es verdad, debemos seguir en lo que estamos, así protegeremos la tierra y eso es lo más importante—

Ambos se quedaron viendo fijamente, con real hipocresía, ninguno era sincero en lo que decían y Bulma se sentía cada vez más nerviosa.

—Bueno, que todo te vaya bien Goku, yo creo que…—

Sus palabras fingidas quedaron ahí, no pudo articular más al sentir la presión del cuerpo de él sobre ella, empujándola por inercia hacia la pared metálica de ese laboratorio…

—¡Que haces!— refutó ella realmente inquieta.

Goku la miró con mayor manía, aspiró el olor de su cuello y como se imaginó, Bulma al inicio trató de evitarlo pero después cedió dejándolo rosar su cuello, sentir su piel…

—¿Por qué dices palabras que realmente no quieres decir?— le susurró intuyendo sus mentiras.

—Goku…yo no—

—He visto a detalle la manía de tus manos, tu respiración más acelerada y tu afán de alejarte, estás nerviosa— le dijo mirándola fijamente —¿por qué?—

Bulma no sabía que responder, se sentía acorralada. —Basta—diciendo eso quiso alejarlo pero el no se lo permitió.

—Crees que no se que me estás mintiendo, he visto peores actuaciones cuando mis adversarios tratan de hacerse los fuertes y están muertos de miedo—

Aquella peliazul abrió sus ojos con real asombro, nuevamente tenía delante de ella al verdadero Goku, sin caretas, siendo un hombre sin remordimientos.

—Bien, entonces sabes que lo que pasó no volverá a pasar, lo nuestro no puede ser, es mejor que lo olvide, te quiero lejos porque quiero olvidarlo, tú no puedes ser para mí— le dijo la peliazul esta vez con fuego en sus ojos.

Goku la quedó viendo en silencio.

—Tienes esposa y un hijo y yo… no podré tenerte— esto último lo dijo con cierta frustración reprimida…

Por primera vez aquel saiyajin sintió un vacío en su estómago, ya que se topó con la fría realidad, efectivamente ellos no podrían volver a estar juntos, nunca más, el sabía que ella estaría con otro hombre de su misma especie y seguramente desarrollaría sentimientos de apego por el y nunca le volvería siquiera a dar una oportunidad.

—Dime, si no habría ningún impedimento, ¿si te quedarías conmigo?— le preguntó causando una expresión confundida en ella.

—Se que eso es imposible, pero quiero saberlo, por favor dímelo—

Bulma no pudo evitarlo, vio en ese momento aquella expresión que denotaba que aquel estaba sintiendo lo mismo que ella, sin poder evitarlo más se vio en la necesidad de unir nuevamente sus labios a los de él, quien la recibió inmediatamente con fuerza, pasión sin ninguna intención de alejarla. Entre besos aquella susurró.

—Solo si me desearas solo a mi y a nadie más hasta el final de mi existencia, sería tuya siempre Goku— se atrevió de decirle mientras sentía sus besos y sus mordiscos…

—Solo a ti Bulma, es un hecho, lo juraría con mi vida, que solo serías tú— le dijo el al finalizar aquel beso con real sentimiento.

Aquella peliazul de ojos zafiro sonrió y con una de sus manos acarició su rostro. —Tal vez en otra historia—

Ambos se separaron, se vieron fijamente y sonrieron con cierta nostalgia.

—Adiós Bulma—

—Adiós Amigo mío—

FIN

Espero les haya gustado y me lo dejen saber con un review, así sabre si quieren más!

¡Nos vemos y Feliz 2024!

AMAPOL