Nota: Como aviso general, digo que sigo, en su mayoría, la cronología y hechos como pasaron en la novela. Habrá por ahí alguna cosa, menor eso sí, que tomó inspiración de The Untamed, pero en general aquí llevamos canon de la novela. Como otra nota, en esta casa nos gusta la dinámica familiar de JC, WWX y JYL refiriendose como hermanos, Sizhui siendo el hijo adoptivo y JL siendo el sobrino, así que verán esos términos. Sé que no es lo canon, pero aquí se maneja así.
—Jingy, ¡te estás parando en mi mano!
—Dile a Jin Ling que deje de sentarse en mi y luego hablamos.
—Me caí, idiota.
Lan Sizhui apenas y escuchó a sus amigos quejándose y peleándose como de costumbre mientras trataba de levantarse y ver el daño hecho a ellos mismos y a sus alrededores, sintiendo que el estómago se le apretaba.
—El Maestro Wei nos va a matar —Ouyang Zizhen dijo mientras intentaba librarse de los otros dos—. ¡Me va a odiar y jamás querrá verme de nuevo!
—Ya cállate, Hanguang-jun es quien debería de preocuparte —Lan Jingyi debatió, empujando a Jin Ling lejos de él y mandándolo al suelo de nuevo—. Todo esto es tu culpa, Zizhen.
—¿Mi culpa? Ustedes dijeron que estaba bien.
—¡Yo no dije nada!
—Chicos —Sizhui llamó, tratando de calmar su respiración para que el pánico no se le subiera—, no es el momento para jugar a culparnos, necesitamos regresar y ver qué pasó.
—¿Regresar? —Jingyi preguntó, sacudiéndose la ropa con un deje de nerviosismo—. ¿Dónde estamos?
—Realmente no lo sé —Sizhui dijo con la calma que no tenía, ayudando a los otros dos—. Lo único que sé es que no estamos en Gusu.
—Es más que obvio que no estamos en Gusu — Jin Ling dijo, caminando más adelante—. Así que esa cosa era un arreglo de teletransportación.
Sizhui deseó tener la respuesta, algo que le ayudara a calmar la ansiedad que se le había asentado en el pecho. Quería encontrar algo para ayudar a sus amigos como normalmente pasaba, pero no podía hacerlo.
—Si no estamos en el Descanso en la Nube, entonces es obvio que eso era —Jingyi dijo, caminando más allá de Jin Ling para dejar el callejón y mirar al rededor—. ¿Cómo está la energía espiritual de todos?
Ante su pregunta, los tres se enfocaron rápidamente en revisar. Un arreglo así consumía mucha energía espiritual y aventándose en uno para terminar en una locación desconocida tenía que consumir aún más. Cuando revisaron, sin embargo, todo parecía estar bien.
—Estoy normal —Sizhui susurró, mirando a sus amigos—. Solo estoy un poco mareado.
—Estoy igual —Zizhen dijo después, se sentía igual de estresado—. Quizá… quizá sea un experimento para ayudar a quienes no tienen demasiada energía.
Tendría sentido, sonaba a algo que Wei Wuxian haría, pero volvían al paso anterior donde no sabían qué pasaba. Lo que había empezado como un día normal con Jin Ling y Ouyang Zizhen visitando el Descanso en la Nube se había transformado en un lío cuando se habían acercado de más a uno de los tantos experimentos que Wei Wuxian tenía. La culpa de por si ya estaba sobre Sizhui, y los otros seguramente, pero no podían ni siquiera permitirse el pensar demasiado en ello. Debían encontrar la manera de regresar y asegurarse de que no habían arruinado algo más.
—Volvamos y pidamos perdón —Jingyi dijo ansiosamente—. Con la energía intacta, el regreso será fácil y rápido.
Era lo obvio, por lo que empezaron a caminar, pegados porque estaban nerviosos y tenían miedo aunque no lo admitieran.
—¡Yo soy el único discípulo del Yiling Lazou!
Aun cuando ninguno tenía idea de lo que encontraría al final del callejón, Sizhui estaba seguro que encontrar a alguien vistiendo túnicas negras baratas, una medio coleta desaliñada con un listón deslavado rojo para dar una vaga impresión de Wei Wuxian no era algo que pensaron.
—¿De qué está hablando? —Jingyi siseó, sus ojos fulminando a la figura que agitaba papeles con algo garabateado—. ¿Quién lo sigue llamando así?
Ese era otro punto.
El número de personas que ahora lo llamaban de aquella forma podían ser contados con los dedos y Wei Wuxian, para empezar, jamás se refería a si mismo de esa manera. Por si fuera poco, no tenía discípulos, era parte de Gusu por lo que los discípulos de esta eran, técnicamente, suyos también. Los cuatro estaban seguros de que jamás en sus vidas habían visto a este sujeto.
—Gente loca —Jingyi dijo de mala gana, optando por ignorarlo—. Démonos prisa.
—Pero, ¿dónde estamos? —Zizhen preguntó después de desviar la mirada de un grupo que los miraba—. Al menos deberíamos de saber a dónde tenemos que ir.
—Disculpe, señor. —Sabiendo que nadie más lo haría, Sizhui caminó hasta un hombre que estaba por ahí—. ¿Podría decirme el nombre de este poblado?
Aquel hombre les miró con expresión de incredulidad, como si hubieran preguntado la cosa más estúpida del mundo antes de mirarlos de arriba a abajo, poniendo especial atención a sus ropas.
—Yiling —dijo secamente, antes de darse vuelta y susurrar algo que iba de discípulos de sectas grandes siendo estúpidos.
—Lo que faltaba.
Sizhui ignoró la reacción de Jingyi al sentir que el estómago se le retorcía. No había pasado mucho tiempo desde que él y Wen Ning habían ido a construir el memorial para Wen Qing y el resto de su familia y esa historia estaba ligada directamente con Yiling. Muchos recuerdos aún estaban borrosos, pero podía recordar este lugar y no podía evitar la extrañeza.
—Entonces nos tomará un par de días volver a Gusu —Jin Ling dijo, sonando más molesto que preocupado—. Los ancianos se van a quejar por una hora completa, se suponía que debía de planear la conferencia.
—¿Otra conferencia innecesaria? Es lo único que le importa a Jin Guangshan.
Las palabras de aquel hombre que los había mirado con desdén parecieron caer como un balde de agua helada sobre todos ellos, pero pareció no importarle pues se echó a caminar con un movimiento que les dejó ver la espada que le colgaba del cinturón.
—¿Qué…? —Jin Ling empezó, faltó de aire—. ¿Qué fue lo que dijo?
—Dijo… —Zizhen contestó pero se detuvo, frunciendo el ceño—. Jin Guangshan era tu abuelo, ¿no?
—Mi abuelo fallecido —Jin Ling remarcó, con un ligero temblor bajándole por el cuerpo—. ¿Por qué lo mencionaría? Ha estado muerto desde hace años.
Jin Ling no le tenía gran afecto. Jin Guangshan había muerto cuando él aún era muy joven y aprender de sus tendencias infieles, maltrato hacia Jin Guangyao y sed de poder no le habían ayudado a crear una buena imagen, pero seguía siendo su familia y quizá por ello no lo había podido odiar completamente.
—Seguro lo hizo para molestar —Jingyi ofreció aunque no parecía convencido del todo—. Los cultivadores sin secta pierden la noción de todo, seguro ni siquiera se ha tomado el tiempo de ver quién es el nuevo líder.
—Muchas cosas han pasado y lo sabes.
Todos lo sabían, de hecho y quizá era eso lo que les asustaba más.
Primero había sido aquel hombre diciendo ser discípulo de Wei Wuxian, llamándolo Yiling Lazou mientras agitaba talismanes modificados, después había venido ese cultivador a hablar de Jin Guangshan como si siguiera vivo y a cargo del clan que Jin Ling ahora lideraba y que había puesto todo para mejorar.
Para terminar, estaban en Yiling.
—Todo es muy raro —Zizhen dijo después de un rato de silencio incómodo—. Quizá… quizá alteramos el mundo en lugar de nosotros.
—¿Qué se supone que significa eso? —Jin Ling preguntó, a la defensiva—. ¿Cómo podría afectar al mundo? Es imposible, deberíamos solo regresar y poner un fin a toda esta estupidez.
Su personalidad se había vuelto menos volátil cuando había asumido la posición de líder, pero cuando estaba estresado se volvía irritable y esta situación claramente lo estaba estresando.
Sizhui lo entiendía, obviamente. Es mejor cuando se trata de controlar sus emociones, pero todo esto lo estaba haciendo sentir mal, incómodo y solo quería regresar para ver a sus padres y asegurarse de que todo estába bien y tal y como debería de ser.
—Solo vámonos —dijo suavemente, tomando a Jin Ling del brazo para que lo siguiera, temiendo que se quedara ahí si no lo hace—. Volvamos.
Decidieron salir del pequeño pueblo lleno de comerciantes y gente normal para evitar que los siguieran mirando tan detenidamente. Yiling jamás había sido un punto de reunión para cultivadores y ellos vestidos con ropas tan diferentes y con nexos directos con tres de las grandes sectas solo podría traerles problemas, más problemas.
La vida, sin embargo, parecía tener ideas diferentes porque una conversación entre granjeros les terminó por llamar la atención.
—¿Escuchaste? Algunos clanes quieren venir a los Túmulos Funerarios.
—Cultivadores y sus ideas estúpidas —el otro hombre respondió, alzándose de hombros—. Si se mueren, solo lo van a hacer más fuerte.
—Mientras nos dejen vivir, que hagan lo que quieran. Me estoy cansando.
Nadie vivía en los Túmulos Funerarios, las últimas personas que habían estado ahí habían sido ellos mismos después de haber sido capturados y dejados como carnada para que los cadáveres se dieran un festín y el mundo pudiera culpar a Wei Wuxian por ello. Después de la caída de Jin Guangyao, el lugar había sido dejado en paz y nadie parecía querer acercarse.
Las únicas personas que habían vivido ahí habían sido los que quedaban de los Wen y el único que había gobernado había sido Wei Wuxian.
El Wei Wuxian del pasado.
El Yiling Lazou.
Un temblor involuntario les recorrió la columna sin que se dieran cuenta, haciéndoles pegarse más el uno al otro. Escuchar aquello y juntarlo con el resto de cosas, no era difícil hilar las cosas, pero entenderlo se sintió como si hubieran dejado caer algo en medio de todos.
No era un arreglo de teletransporte, no se habían movido de un lugar para otro, habían viajado en el tiempo.
—¿Qué vamos a hacer ahora? —Zizhen preguntó, asustado—. ¡No sabemos cómo regresar!
—Quizá podríamos preguntar al Maestro Wei… —Sizhui sugirió.
—¿Estás loco? —Jingyu debatió—. Ese no es el maestro Wei, es El Yiling Lazou.
Y sí, habían descubierto que la historia no había sido como la pintaron. Habían demasiadas mentiras y Sizhui, en específico, podía decir cuan crueles habían sido hacia su familia, pero no podían estar completamente seguros de lo que tenía que ver con Wei Wuxian y su comportamiento.
Les habían enseñado que el Yiling Lazou era un monstruo sediento de sangre que estaba construyendo su propio ejercito de cadáveres para apoderarse del mundo de la cultivación y mientras que el hombre que se había casado con Lan Wangji no era ese monstruo, si no que alguien extrovertido que amaba a su familia con todos su corazón y estaba dispuesto a dar su vida por ellos, no podían decir nada sobre el de esta época. El mismo Wei Wuxin admitía haber cometido errores en su vida pasada y prefería no hablar de esta etapa de su vida, así que… ¿qué les decía que no era un loco que quería matar personas?
—Estoy seguro de que no es así —Sizui aun así debatió, sabiendo que sonaba mal considerando que era uno de sus padres, pero Wei Wuxian lo crió, parcialmente, y no creía que fuera un monstruo.
—Su ejército de muertos, su general fantasma —Jingyi continuó—. Sizhui…
—Sé que mi familia no eran monstruos o cadáveres buscando venganza —dijo con más seriedad—. Conocemos a Wen Ning, aun ahora salimos de cacería con él.
Estaba seguro que muy dentro de sí, etendían. Wen Ning no había camibado, ni siquiera cuando Xue Yang le había metido los clavos en la cabeza para controlarlo había cambiado a ser un asesino.
—Lo siento, Sizhui —Jingyi susurró, apenado—. No quería insultarte.
Sizhui solo agitó la cabeza y desvió la mirada. Estaba sensible y eso interfería con su capacidad para ofrecer soluciones reales.
—¿Entonces qué? —Jin Ling dijo después de permanecer en silencio completo—. ¿Vamos y le preguntamos cómo regresar o qué?
—¿No sería peligroso? —Zizhen preguntó.
—Zizhen, todo es peligroso ya —Jingyi dijo con pesadez—. Rompimos más de la mitad de las reglas y estoy seguro de que Hanguang-jun va a ser quien nos haga copiar las reglas mientras estamos de cabeza por un día entero a manera de disculpa.
—Si es que regresamos.
—Sí… si es que regresamos.
El ambiente, como era de esperarse, se hizo más pesado después de eso. Estaban confundidos, perdidos, jamás en su vida habían creído que algo así podía pasar. Había sido un momento de curiosidad y habían asumido que nada muy grave podía pasar. Habían ignorado las advertencias de Wei Wuxian, quien solo buscaba que estuvieran a salvo, y ahora tenían que lidiar con ello.
—¿Quién más puede ayudarnos? —Zhizhen preguntó cuando más tiempo pasó—. Quizá Hanguang-jun o Zewu-jun…
—Odian todo lo que tenga que ver con la Cultivación Demoniaca —Jin Ling dijo, con el ceño fruncido—. Si aparcemos diciendo que un experimento fallido nos envió al pasado, todos sabemos lo que pasará.
Vendrían a atacar a Wei Wuxian, sin duda alguna, y mientras no estaban seguros de que fuera el mismo que conocían, no querían convertirse en la razón de una caída aún más prematura.
—Además de que preguntarán quiénes somos —Sizhui dijo con una expresión poco común en su rostro—. Nuestras ropas son reales y pueden pensar que somos criminales o algo similar, no nos conocen.
Al menos Sizhui y Jingyi ya existían en el mundo, pero tenían dos o tres años, no había forma de usar aquello como excusa.
—Parece que nuestra única opción es ir con él… —Zizhen susurró, derrotado apesar de la admiración que profesaba por Wei Wuxian—. Estará bien.
Pese a las dudad, sacaron fuerza para asentir y se tomaron un par de minutos antes empezar a caminar hacia los Túmulos Funerarios.
No es de extrañar que los cuatro tuvieran malos recuerdos del lugar.
Ser capturados ya era un mal recuerdo, pero encontrarse atados y dejados para ser asesinados por cadáveres era aun peor. Jin Ling a menudo recordaba la impotencia que le había dominado mientras esperaba por su fin y, después, la desesperación que le llenó cuando el estúpido de Jin Chan había intentado recriminarle por no matar a Wei Wuxian.
A nadie le sorprendería saber que se había arrepentido casi inmediatamente después de haber apuñalado a Wei Wuxian. Sus manos se habían movido sin pensar cuando su mente conectó que él era la causa de que fuera huérfano, pero poco después, el peso de sus acciones le habían caído encima. Wei Wuxian lo había salvado de una muerte segura cuando quedó atrapado en esas tumbas y lo había defendido de sus estúpidos bulies. Sin mencionar que no era el monstruo que el mundo decía que era.
Las emociones conflictivas que había tenido en aquel momento parecían haber regresado y seguía sin gustarle.
—Quizá será mejor no mencionar quiénes somos —Jingyi dijo mientras caminaban por aquel lugar—. Es algo difícil de creer y seguro van a pensar que somos espías o algo.
—Estoy de acuerdo —Zizhen asintió, casi tropezándose—. Tengamos cuidado.
Jin Ling no tenía idea de cómo podría tenerse cuidado en una situación como esta, pero prefirió no decir nada y enforcarse mejor en pensar qué tipo de mundo encontrarían. Confiaba en Sizhui y confiaba en que su familia no era el grupo vengativo que decían, pero todo lo que le habían enseñado en libros parecía seguir diciéndole que tuviera cuidado.
La realidad lo golpeó en la cara una vez más.
Los espíritus oscuros que gritaban y se arremolinaban al rededor de ellos y entre los árboles se abrieron para mostrar un claro lleno de casas precarias y pequeñas construidas improvisadamente al rededor. En el medio había lo que parecía ser una fogata y hasta el fondo podían ver el lugar donde habían estado atrapados. Jin Ling se tomó un momento para observar todo antes de finalmente mirar las caras asustadas que se habían quedado congeladas con sus llegada.
—¿Quiénes son? —una voz demandó, haciéndolos levantar la mirada para encontrar a una mujer de apariencia severa pero joven que los miraba con expresión un tanto hostíl—. ¿Qué buscan aquí?
—¡No queremos dañar a nadie! —Jingyi se apresuró a decir tras echarle una mirada a Sizhui—. Solo venimos… solo venimos buscando guía.
La mujer levantó una ceja, extrañada, y a Jin Ling le recordó a alguien. Era más que claro, sin embargo, que no creía lo que Jingyi acababa de decir, por lo que decidió ponerse enfrente y decir:
—Queremos ver a Wei Wuxian.
Su intervención, sin embargo, causó una reacción poco esperada pero inmediata. La mayoría de personas ahí se encogió cuando la poca luz que se colaban ahí iluminaron sus ropas. La peonía blanca parecía ser un demonio para estas personas y aun cuando él sabía que no era así, no pudo evitar retroceder y esconderse detrás de Zizhen como un cachorro herido.
—¿Qué quieren con él? —la mujer demandó de nuevo, levantando un brazo para proteger a los que la rodeaban.
Jingyi y Zizhen se miraron antes de mirar a Sizhui y después a Jin Ling, buscando ayuda, pero rápidamente notando que el primero parecía seguir perdido en lo que pasaba ahí mientras que el segundo seguía luciendo herido y sin una pizca de valor para hablar de nuevo.
—Es algo… personal —Jingyi intentó, jalando de la manga a Sizhui—. Realmente no buscamos problemas, solo es algo importante.
—¿Cuáles son sus nombres? —la mujer preguntó.
—Soy Ouyang Zizhen —dijo rápidamente, esperando que su cooperación ayudara con la desconfianza.
—Yo soy Lan Jingyi —el otro dijo, su apellido haciendo que algunos susurraran cosas entre ellos.
Los ojos de la mujer finalmente cayeron en Jin Ling y él no pudo evitar sentirse como un insecto que quería esconderse en algún hoyo en el suelo para que no lo vieran más. Siempre había estado avergonzado de las cosas que su clan había hecho pero la reacción de miedo puro que había visto en esas personas después de que vieran sus ropas le había lastimado algo que no sabía que podía lastimarse.
—Yo soy Jin Ling.
El Lan había causado murmullos, el Jin había causado jadeos y susurros cargados de preocupación y urgencia que se sentía como un puñetazo.
La mujer, sin embargo, no dijo nada al respecto y solo miró a Sizhui que seguía congelado ahí, esperando a que se presentara como el resto. En su cara podía verse una expresión un tanto diferente, pero nadie podía decir qué era.
—¿Quién eres?
—Yo… —Sizhui empezó, con un hilillo de voz—. Yo soy Lan Sizhui.
Y eso pareció ser el límite de su energía.
—¡Sizhui! —Jingyi gritó, apenas y alcanzando a agarrar a su amigo antes de que se fuera al suelo.
Ignorando lo mejor que pudo el estremecimiento que sus ropas causaron de nuevo, Jin Ling finalmente dejó de esconderse para revisar a su amigo que estaba completamente inconsiente.
—Sizhui, ¡despierta! —casi gritó, asustado de quedarse solo en algo que involucraba tanto a los dos—. ¡Vamos!
—Traiganlo aquí —la mujer dijo, el tono hostíl que había usado siendo reemplazado por uno profesional que hizo que Jingyi y Jin Ling se olvidaran de lo demás mientras cargaban a Sizhui a donde otra mujer había traído una manta—. Muévanse.
Jin Ling se paró a un lado de Zizhen mientras que Jingyi tomó la cinta de la frente de su amigo con ayuda de una servilleta antes de pararse junto a ellos. La manera en que la mantenía cerca de su pecho lo hacía ver como si estuviera cargando un tesoro.
Para todos fue cuestión de segundos el darse cuenta que la mujer poseía conocimientos médicos y que sabía perfectamente lo que estaba haciendo. Sus movimientos eran controlados y precisos mientras revisaba a su amigo.
—¿Qué fue lo que pasó? —Zizhen preguntó con preocupación—. ¿Estará bien?
—Estará bien, solo se desmayó —contestó cuando terminó con su revisión—. Seguramente llegaron aquí sin descansar.
Zizhen parecía listo para decir algo, pero Jin Ling le agarró del brazo y sacudió la cabeza discretamente. Necesitaban que Sizhui estuviera despierto y necesitaban saber por qué se había desmayado, lo mejor era no hacer nada por el momento.
—Si quieren hablar con Wei Wuxian, pueden esperar ahí —dijo—. Haganme saber cuando despierte.
Después de eso, pareció darles una rápida revisada con la mirada antes de alejarse de ellos para acercarse a las demás personas quienes seguían con la misma expresión de miedo y desconfianza.
Era incómodo y aun cuando Jin Ling trataba de no pensar en ello, lo lastimaba. Ninguna de estas personas mayores parecían buscar venganza, ninguno parecía tener poderes propios de un cultivador y hasta ahora, no había visto un solo cadáver reanimado esperando o buscando el mejor momento para atacar. Era evidente que habían más mentiras esperando a ser descubiertas y, sinceramente, tenía miedo de hacerlo.
¿Por qué les aterraría tanto verlo a él y sus ropas?
Sizhui despertó después de un par de horas donde los tres no pudieron hacer nada más que permanecer de pie con los ojos clavados en el suelo o sus propias manos en un vano intento de calmar todas las sensaciones. Lo que menos querían es estresar a todos aún más o interrumpir la rutina que ya tenían.
—Sizhui —Zizhen susurró, aliviado—. Nos diste un susto de muerte.
—Lo siento… —Sizhui contestó, apoyándose de él para sentarse y sobarse la cabeza—. Es solo que… lo siento.
Sizhui no se sentía lo suficientemente fuerte como para explicar lo que había pasado. Era consciente de que ver a su familia causaría algo dentro de él y el sentimiento crecía mientras se acercaba, pero no pensó que todo terminaría por ser demasiado para su pobre cerebro. Era vergonzoso si tomaba en cuenta que había sido él quien sugiriera venir aquí, para empzar.
—Debes de ser más consciente de la energía que utilizas al viajar —la voz severa dijo, haciendo que el cuerpo se le tensara mientras miraba a quien sabía ahora era Wen Qing—. La próxima vez puedes desmayarte mientras vuelas y nada te salvará de ello.
—Tiene razón… gracias —dijo, alejando la mirada de ella cuando sintió las nauseas venir de nuevo—. Lamento causar problemas.
La mujer solamente agitó la cabeza antes de alejarse de nuevo tras cerciosarse que se encontraba bien. Sizhui la siguió con la mirada hasta que Jingyi se acuclilló a su lado para extenderle lo que tenía entre manos.
—Ten, te lo quité para que no lo fueran a tocar por accidente —dijo, extendiendo la servilleta—. Nos asustaste, pero me alegra que estés bien.
—Ha sido más fuerte de lo que pensé —adimitó, tomando la cinta para ponersela de nuevo y agradecerle con una sonrisa—. ¿Dijeron algo sobre tener que irnos?
—Podemos esperar a Wei Wuxian aquí —Jin Ling respondió y pudo notar que algo lo molestaba—. Supongo que no está.
Sizhui entonces se dio cuenta, con algo de pánico, que no era el único que faltaba. Si bien era cierto que no podía recordar a todos los que habían vivido con él, podía recordar a Wen Ning y… a él mismo.
—No estoy seguro de poder verme a mi mismo.
—Tienes que intentarlo —Zizhen dijo, estresado—. No podemos hacer que nos odie, necesitamos su ayuda.
—Lo sé…
Así que se sentaron ahí, en un silencio incómodo, esperando y preguntándose como iría el encuentro con el hombre de esta época, pensando si algún día volverían a su época o si su curiosidad desmedida sería castigada al ver las cosas horribles de aquella época.
Sizhui, en específico, pensaba sobre su versión joven y la relación que tendría con Wei Wuxian. Había noches donde soñaba con rábanos y un hombre vestido de negro prometiendo que lo plantaría con ellos para que creciera grande y fuerte. Soñaba con una dizi negra que se agitaba en el viento y que él mordisqueaba, soñaba con una sonrisa amable que aparecía en una cara llena de arrugas y ojos gentiles que lo miraban… también soñaba con alguien diciéndole que permaneciera escondido, sin moverse sin importar lo que viera o escuchara.
Siempre había querido saber sobre esos pedazos que se habían perdido de su vida, pero respetaba los deseos de Wei Wuxian sobre no querer saber sobre esta época y aquello había sido el fnal. Había tenido una buena vida, con gente que lo quería, el pasado debía de estar en el pasado, no necesitaba saberlo.
¿Cómo podría hacer frente a todo ello?
—Tengo buenas y malas noticias —una voz alegre dijo, haciendo que todos miraran hacia la entrada—. ¿Cuáles quieren escuchar primero?
Los cuatro estaban acostumbrados al Wei Wuxian que era más bajo que Lan Wangji, el que era de complexión delgada producto de años de malnutrición que el desafortunado Mo Xuanyu tuvo que vivir antes de ofrecer su cuerpo a alguien más, por lo que ver a esta nueva persona los dejó sin palabras por varios segundos.
Este Wei Wuxian no se veía como el demonio que el mundo dijo que era, pero tampoco era el Wei Wuxian que conocán.
Era más alto, sí, de hombros anchos y complexión que en su mejor forma seguramente lucía fuerte y poderosa, pero que ahora lucía desnutrido. Estába delgado, tan delgado que asustaba, con ojos sumidos y ojeras alrededor de ellos dándole una apariencia enferma, de manos delgadas y esqueléticas. Las ropas viejas y usadas parecían complementar todo.
Sizhui incluso pensó que una brisa fuerte sería capaz de mandarlo al suelo y es por ello que no entiendió cómo este hombre podía ser aquel monstruo que decían que era.
—Muy bien… —Wei Wuxian susurró en cuanto los vio ponerse de pie y sacurdirse el polvo—. Wen Qing, ¿qué está pasando aquí?
—Querían hablar contigo —dijo con simpleza—. Uno de ellos se desmayó así que les dije que esperaran aquí.
El porte de Wei Wuxian cambió por completo, pasando de relajado y tranquilo a uno más tenso. Cruzó los brazos por enfrente del pecho y ladeó la cabeza un poco, haciendolo lucir un tanto más amenazante mientras afianzaba el agarre en su dizi.
—¿Y cómo puedo ayudar a estos jóvenes maestros?
Jin Ling dejó salir un leve resoplido y Sizhui a penas y pudo mantener la compostura en lugar de darle con el codo en las costillas.
—No buscamos problemas, nosotros solo…
Cualquier otra cosa que estuvo por decir se cortó cuando sintió que alguien se agarraba de su pierna izquierda e incluso cuando sabía de quién se trataba, su reacción fue visceral. Verse a si mismo, a su versión joven, sujetándose de su pierna le hizp soltar un leve quejido y moverse hacia atrás, haciendo que Jingyi y Zizhen lo agarraran del brazo para evitar que se cayera de nuevo.
—¡Te pareces al hermano rico! —el niño, él mismo, exclamó—. ¡Los dos se parecen!
—¡A-Yuan! —Wei Wuxian gritó, olvidando la postura mientras se apresuraba a recoger al niño—. Te he dicho que no debes abrazar extraños.
Sizhui sabía que jamás aprendió, incluso en Descanso en la Nube había corrido a abrazar a Lan Xichen e incluso Lan Qiren antes de que Lan Wangji le explicara, con paciencia y afecto, el por qué no podía hacerlo.
—Solo tenemos curiosidad por sus experimentos —Zizhen dijo cuando notó quién era el niño y por qué Sizhui no podía hablar—. Quisiéramos aprender de usted.
—¿Aprender de mi? —Wei Wuxian se rio levemente, alejándose hasta donde Wen Ning se había quedado—. Los jóvenes de los grandes clanes de ahora quieren aprender de mi. Buen chiste, yo no tengo discípulos.
—No somos partes de nuestros clanes —Jingyi se apuro a decir—, ya no más.
—Así que se salieron sin más. —Wei Wuxian levantó una ceja—. ¿Me estás diciendo que un Jin simplemente se salió de su clan y decidió venir aquí?
—¿Y qué si soy un Jin? —Jin Ling preguntó, a la defensiva—. ¿Crees que todos somos iguales?
—No me han dado una sola razón para pensar lo contrario —dijo con simpleza, sin inmutarse por su reacción—. Hace un par de días recibí una carta pidiéndome que entregara a los Wen para que pudieran ser castigados.
Jin Ling apretó las manos y Sizhui deseó poder agarrarle la manga para ayudarlo, pero no confiaba en si mismo lo suficiente como para no desmayarse otra vez. Aún así deseo que pudiera mantenerse lo suficientemente tranquilo como para no decir algo que arruinara todo.
—Bien, me salí por eso justamente —dijo al fin, fulminando con la mirada al otro—. Si pudiera, cambiaría muchas cosas.
Era el tipo de respuesta que nadie parecía esperar en ese lugar y Sizhui sintió que le aplastaban el corazón cuando vio las expresiones de incredulidad y como estas parecían ser un ataque directo a Jin Ling.
—Realmente no queremos más problemas —Sizhui susurró—. Solo queremos… no tenemos a dónde ir y necesitamos aprender de usted.
Wei Wuxian lució confundido, perdido y, por sobre todo, devastado, pero Sizhui trató de ver lo positivo en el hecho de que no estaban mintiendo. Visitar diferentes sectas solo traería problemas así que era verdad que no tenían a dónde ir. No pertenecían a esta época y solo Wei Wuxian podía echar luz.
—Aiyah, ¿qué le están enseñando a estos niños de ahora? —preguntó, agitando la cabeza—. Dejando sus clanes solo así y viniendo hasta acá. Se arrepentirán de haberlo hecho y cuando eso pase, los mandaré de regreso de una patada.
—Eso quiere decir que-
—No les voy a enseñar nada, no soy un maestro, pero supongo que pueden quedarse mientras tanto —dijo con un suspiro, dejando al niño en los brazos de Wen Ning—. Tengan en cuenta que los correré en cuanto tenga a sus clanes en la entrada pidiendo recuperarlos.
—Tenemos la certeza de que eso jamás pasará —Zizhen dijo, un pequeño temblor recorriéndole la espalda—. Gracias por permitirnos quedarnos.
—Como sea —dijo y rodó los ojos—. Pero no se van a quedar de gratis, tienen que ayudar en lo que puedan… y traten de no atraer demasiad atención cuando salgan.
—Prometemos que no pasará.
Sizhui aun tenía sentimientos encontrados y aun necesitaba que los otros dos lo agarraran para no irse al suelo, pero había un deje de entusiasmo llenándole el cuerpo. Era posible que tuviera que ver con la emoción de encontrar una posible solucíon en lugar de sentirse miserable por ello.
—Y no están en una posada, no se quejen de la falta de camas lujosas y ese tipo de cosas, ¿entendido? —Wei Wuxian continuó, moviéndose hasta la entrada de la cueva—. Preséntense con todos, prometan que no harán nada y… si, supongo que eso es todo.
Se volvió obvio que el hombre se sentía abrumado por todo lo que estaba pasando y que se sentía incómodo, así que decidieron no decir nada y dejarlo retirarse. Tenían más cosas de las que preocuparse, después de todo.
—Entonces —Jingyi empezó una vez estuvo seguro que Sizhui no se iría al suelo—, nos presentamos y ¿después qué?
—¿Qué más quieres hacer? —Jin Ling preguntó, a la defensiva—. Tenemos más cosas de las que preocuparnos y no debería de haber problema.
—Entonces ve a presentarte tú primero.
—Tratemos de no pelear —Zizhen pidió con un suspiro cansado—. Incluso si no podemos aprender directamente de él, estar cerca quizá nos ayude a encontrar qué hacer.
JIingyi y Jin Ling terminaron por asentir pero les tomó un par de minutos el aventar los sentimientos lejos y enfocarse en la situación. Sizhui y Zizhen tomaron ese tiempo para respirar profundamente, lo que menos quería Sizhui era desmayarse de nuevo.
Presentarse fue tan difícil como creyeron en un inicio.
La incomodidad les hacía creer a los Wen que realmente tenían razones para desconfiar de un grupo jóvenes que venían de clanes principales y que se traían algo entre manos. En ningún momento se mostraron groseros o algo por el estilo, pero no revelaron nada más allá de su nombre y eran rápidos para excusarse diciendo que tenían algo más que hacer.
Lo entendían, claro, pero Sizhui se sentía mal de ver a Jin Ling luciendo más y más herido con cada persona que ni siquiera era capaz de verlo a la cara mientras él se presentaba. Parecía que los ropajes dorados los lastimaban físicamente y el joven no sabía qué hacer.
—Más mentiras. No puedo decir que me sorprende.
Una vez presentados y caída la noche, Wei Wuxian les ofreció un plato de comida que rechazaron al notar lo poco que había, argumentando que ya habían comido antes de venir hacia acá. Se habían quedado ahí, en la esquina, pero un tiempo después, el estar ahí fue demasiado y terminaron por salir y sentarse por alguna esquina.
—No hemos visto ningún cadáver caminando por ahí —Jingyi dijo, arrugando la nariz.
—Oh, estoy seguro que tienen una cabaña llena de ellos —Jin Ling dijo con sorna, apretando más fuerte su Suihua—. Se asustan de mi ropa, mi ropa, eso no es algo que alguien con poder haría.
—Y… no hay cultivadores —Zizhen susurró, dejandose caer de espaldas—. Ni siquiera el General Fantasma se ve atemorizante.
—De nuevo, ¿te sorprende? —Jin Ling repitió, sonaba enojado pero no estaba mirando a nadie—. El mundo entero colapsó después de que mi tío- después de que Jin Guangyao murió y después de que se dieron cuenta que ese hiperactivo y molesto hombre era el terrorífico Yiling Lazou que supuestamente escupía fuego y comandaba a un millar de cadáveres con un solo silbido.
—Sigue sin sentirse bien —Zizhen agregó con el ceño fruncido—. Una cosa es decir cosas malas sobre alguien que hizo cosas cuestionables y otra es inventar tantas cosas.
—Seguro que jamás pensaron que alguien lo descubriría.
Sizhui sabía cuan doloroso era para el otro el tener que cargar con el peso de lo hecho por sus antepasados así como sabía el esfuerzo que Jin Ling había puesto para cambiarlo y hacer todo algo mejor. Jin Guangyao había sido el clavo que el ataúd conteniendo toda la caía de un clan que solía ser aclamado necesitaba para caer completamente y la única razón por la que se había salvado era por Jin Ling.
Ver que todo estaba regresando para atormentarlo se sentía injusto.
Tenían menos de un día en ese lugar y toda la historia que decía que los Wen no eran más que cultivadores en busca de venganza y que Wei Wuxian era un monstruo construyendo una armada de cadáveres listos para atacar había resultado ser falsa. Jingyi podía ver que no eran más que ancianos cansados que querían vivir mientras que Sizhui podía ver a la familia que le había sido arrebatada tan cruelmente y pensar que su propio clan, que se jactaba de ser justo y de apoyar las buenas causas, había ignorado todo lo hacía sentir muy mal.
—Mi padre también lo ignoró —Zizhen susurró, como si pudiera entender lo que pensaban—. Lo peor es que eso no es lo que me sorprende realmente. Quiero decir, así es él, pero estas personas están sufriendo y ellos simplemente no hicieron nada.
—No nos culpemos por eso —Jingyi ofreció después de un momento—. No sería justo…
—Tal vez podamos mejorar las cosas un poco y mientras encontramos la manera de volver.
Jin Ling y Sizhui giraron la cabeza para mirara a Zizhen tan rápido que estaban seguros de que algo tronó, pero el dolor no se registro mientras veían a su amigo, como si acabara de darles la respuesta a la pregunta más difícil del mundo.
—No lo intentaremos, haremos su vida mejor mientras podamos.
No tenían idea de cómo funcionaba todo esto, pero si tenían la oportunidad, lo iban a hacer, incluso si solo fuera por un par de días. Era un riesgo que estaban dispuestos a aceptar.
Notas: Esta historia vio la luz por allá del 2021, hace dos años. Nació de un request hecho por MathIsMagic para el kinkmeme de ese año. La historia, que escribí yo, la encuentran en mi AO3 en inglés, para que no se preocupen pues soy la misma persona.
Eso de lado, ya está terminado, ya traduje los capítulos y los iré subiendo semanalmente.
Para este año tengo de propósito terminar lo que tengo acá y de traer mis trabajos de MDZS.
¡Gracias por leer!
