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Cómo era costumbre cada año, el traslado de los futuros estudiantes se realizaba mediante aeronaves con una mayor capacidad que el helicóptero promedio.

Teniendo en cuenta que la Sede Central se hallaba en una solitaria isla en medio del océano Pacífico, la primera opción que me vino a la mente como medio de transporte fue un gran ferry o, quizás, otro tipo de embarcación o buque. Al final, se acabó empleando la que había sido mi opción numero 2, un viaje realizado, en su totalidad, por vía aérea. No que tuviese alguna queja al respecto.

De hecho, siendo sinceros, prefería los aviones por sobre otros tipos de vehículos.

Por mucho tiempo, la humanidad consideró el arte de surcar los cielos, como la máxima expresión de libertad a la que podría aspirar un individuo.

Me gustase o no, no podía evitar estar de acuerdo con aquel conciso y ancestral postulado.

Pocas cosas lograban superar la sensación del viento abrazando tu rostro, a la vez que eres deleitado con los exuberantes paisajes que ofrece la naturaleza. Sin mencionar, claro está, la ausencia de obstáculos que pudiesen llegar a interrumpir tu viaje.

- Jóvenes aspirantes, dentro de poco estaremos arribando en la Academia de Duelos - declaró una de las voces desde dentro de la cabina, posiblemente la del piloto. Si han traído algún bolso o accesorio de mano con ustedes, por favor, recuerden tenerlos siempre consigo. No queremos ningún extravío. Gracias.

Luego de ese mensaje, la comunicación murió por al menos otro cuarto de hora.

Me pude percatar de que, prácticamente, ninguno de los presentes poseía algún tipo de objeto portátil de almacenaje como los especificados, salvo yo. Una pequeña parte de mí quiso darse por aludida ante el comentario, más preferí enterrar el sentimiento y seguir concentrado en mi lectura. Además, no había forma de que dejase mi baraja en manos del personal que administraba los equipajes.

Un mazo de cartas podría ser algo estúpido de proteger en cualquier otro plano de existencia, más aquí, en esta línea, eran un bien valioso que podía poner en peligro mi estancia en esta rara Tierra, por lo que merecía ser tratado con el merecido cuidado.

Pasados varios minutos, los parlantes volvieron a transmitir indicaciones, ésta vez, acompañadas de la silueta de nuestro tan ansiado objetivo, asomando por el horizonte.

Sin darme cuenta, dejé escapar un sutil y divertido suspiro.

- Con esta ya van dos veces que debo viajar a una isla alejada de todo con el fin de llevar a cabo mis planes...- pensé. Sólo que en esta ocasión... no tuve que bombardearla para obtener acceso...

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Al descender sobre el pequeño puerto ubicado a un costado del muelle, nuestro grupo fue escoltado hasta las oficinas principales del campus, donde los miembros del personal efectuaron la tan esperada (para algunos) entrega de los uniformes correspondientes.

Éstos no sólo eran un símbolo que representaba el derecho de formar parte de aquella ilustre institución, sino que además marcaba el inicio de la que sería una apasionante vida universitaria.

Poco a poco, hombres y mujeres por igual fueron recibiendo las vestimentas de sus respectivos dormitorios. El grupo no era muy numeroso, con suerte podía divisar cerca de cien rostros diferentes que, como yo, aspiraban a comenzar los distintos cursos.

Para cuando llegó mi turno de avanzar hasta el escritorio, tomé un pequeño sobre de entre los objetos que guardaba en mi micro-mochila de viajes y se lo entregué a las personas a cargo de monitorear el proceso.

Una de las secretarias, leyó el contenido, asintió con una sonrisa y depositó sobre mis manos una fina caja de color negro, la cual había estado apartada de las demás chaquetas.

Sin nada más por hacer, di las gracias y procedí a buscar un sitio donde cambiarme.

No había que ser un genio para deducir lo que yacía escrito en aquella carta. Me rehusaba por completo a utilizar las horribles chamarras tipo deportivas que la facultad ofrecía al alumnado. Por lo que, opté por realizar una sencilla petición a la mesa directiva, solicitando una atuendo mas acorde a mis especificaciones.

Como era de esperarse, acabaron cediendo, en virtud de mis antecedentes y lo que ellos representaban para la imagen del establecimiento. La Academia no podía permitirse perder la confianza del destacado sobrino de un importante y respetado miembro de la comunidad científica, por lo que ni siquiera se molestaron en cuestionar mi pedido.

Si.

Los contactos, así como la reputación y el dinero, seguían siendo métodos de obtener poder, fuera el mundo que fuese.

De hecho, curiosamente, ésta misma institución era el legado de un hombre que es tanto temido como respetado a partes iguales por varios sectores mundiales.

Seto Kaiba.

Para algunos, un patán extraordinario y para otros la representación mas pura del trabajo duro y la voluntad de acero.

Me tomé la molestia de leer una biografía publicada, por el mismo vale aclarar, al percatarme de que su nombre y el de su empresa aparecían en, virtualmente, cada centímetro imaginable.

Se decía que era una persona de lo más ocupada. En su infancia había sido un mero infante abandonado a una tierna edad dentro de los muros de un orfanato, acompañado de nada mas que un gran sueño y de su pequeño hermano Mokuba.

Luego de derrotar al que sería su futuro padrastro, Gosaburo Kaiba en una partida de ajedrez, logró ser adoptado, ganando así dicho apellido y comenzando su arduo camino hacia el éxito.

La Sede Central de la Academia de Duelos, era uno de sus proyectos más recientes.

Era su contribución para con las generaciones venideras, una forma de darle a jóvenes novatos, la oportunidad de luchar por sus metas, como lo había hecho él en los días de antaño.

Sonaba bastante noble, si no fuera por ciertos detalles que delataban aspectos de sus verdaderas intenciones.

Cómo la denominación usada para los 3 grandes dormitorios ubicados en lugares separados del campus.

Todos correspondían a una figura mítica del folclor egipcio.

El Dragón Celestial de Osiris.

El Dragón Alado de Ra

y el Divino Soldado del Obelisco.

Aquellos tres entes habían sido convertidos en cartas por el propio Maximillion Pegasus en persona, declarando que sólo aquellos duelistas elegidos podrían domar sus letales poderes.

Naturalmente, Seta Kaiba fue uno de los seleccionados, volviéndose el portador de la deidad conocida popularmente como "Obelisco, el Atormentador"

Este hecho, inspiró al sujeto a diseñar las estancias en base a este trío de seres tan legendarios, siendo claro, el suyo, el que representaría el mayor rango tanto en prestigio como en técnica.

Ra, fue nombrado el segundo dormitorio mas importante, al haber sido usado por uno de los rivales mas feroces al que el ególatra Presidente de Corporaciones Kaiba tuvo (o no) el placer de enfrentarse, Marik Ishtar.

Era el sitio donde duelistas que demostraban un potencial elevado tanto en estudios como en habilidad se reunían, sin mencionar que sería mi hogar durante toda mi estadía en este mundo.

Si lo deseaba pude, tranquilamente, haber ingresado a las barracas del Azul Obelisco más me abstuve de hacerlo. Por lo que me había informado, aquel lugar era conocido como un nicho de ricos pretenciosos y jugadores que habían comprado sus puestos con la fortuna de su familia. No quería tal implícita reputación en mi currículo, además que, simpatizaba mucho más con tal sitio por dos motivos:

El primero, es que de entre la triada, Ra era mi deidad predilecta. ¿Un ave que combinaba elementos del sagrado fénix, al mismo tiempo que conectaba con una de las estrellas más conocidas por el ser humano? Era, sin lugar a dudas, un decisión hecha por los cielos.

Y el segundo, ya era un poco más personal, y era que podía identificarme más con el anterior portador de dicha divinidad pasada. Marik Ishtar había sido un joven torturado desde su infancia, cuyas acciones marchaban sobre un destino pavimentado por las desilusiones de un clan intentando escapar de la extinción y del olvido. No era tan extraño que pudiese "simpatizar" con alguien que había sido declarado un villano a todas luces. Después de todo, también había sido uno si juzgábamos mi situación desde la acepción más básica del término.

Era así que se sentía mucho mas adecuado, al menos en mi cabeza, optar por permanecer en el edificio que había sido levantado en honor a una persona tan perdida y desequilibrada como lo había sido el sádico cuidatumbas, que en cualquiera de los otras dos estructuras con historias mucho más inspiradoras.

Después de todo, no era el héroe de esta historia, pese a si ser su protagonista, sólo era el antagonista de otra haciendo lo que los expertos del medio llamarían un mero "Cross-Over".

Si de heroísmo se tratase, hubiese puestos mis ojos, desde un principio, en el Dormitorio Rojo Osiris.

Aunque, honestamente, aquel lugar era una bendita pocilga.

Podía ver que muchos de los fondos destinados a la preservación de la infraestructura, evadían ese lugar como si fuera el foco de infección de la Peste Negra. Y era, exactamente, uno de los tantos puntos que delataba uno de los mas grandes defectos del tan conocido maestro de Ojos Azules.

Su aclamado rival y actual "Rey de los Juegos", Yugi Muto, había sido la piedra en su zapato por poco más de 3 años. El egocéntrico y presumido castaño, a pesar de haber sido un Campeón Regional en días pasados, simplemente, no podía vencerlo. El joven Muto lo superaba en cada una de las oportunidades que se le presentaban. Motivo por el cual, como si de un amante tóxico y resentido se tratase, terminó por concebir al edificio de Osiris, como EL lugar con el peor diseño y reputación de todo el campus y, a donde sólo irían a parar los duelistas de la más baja categoría.

¿Cómo esperaba el cuerpo docente una relación amistosa entre ambas casas si su fundador tenía complejos de niño grande?

Sus meras existencias habían nacido de un conflicto y un mero desquite. Era más que obvio que aquella discriminación se esparciría como fuego en un maizal escasamente irrigado.

Prácticamente, el abuso de los Obeliscos Azules a los Osiris Rojos era parte de la tradición de la escuela.

*Sigh*

Agradecía haber escogido el dormitorio mas ignorado de todos.

Al menos, allí no sería molestado por un ridículo ajuste de cuentas imaginario.

Luego de que el Canciller Sheppard nos dirigiera unas palabras a través de un gran monitor en el anfiteatro, el grupo de Ra Amarillo fue escoltado hacia los dormitorios por quién sería nuestro Jefe y Profesor a cargo, el señor Sartyr Kabayama.

Un hombre que, juzgando por su acento y conocimientos de cocina, no pasaba como un japonés criado en su tierra. Con un par de audaces preguntas, pude enterarme, no sólo, de que poseía raíces francesas si no que, además, había estudiado gastronomía en círculos españoles.

Al menos, ahora, sabía algo más acerca del sujeto.

Una vez llegamos a las afueras del sitio, el bilingüe maestro se dio a la tarea de indicarnos la ubicación de las diferentes locaciones, dígase sala, comedor, baños, entre otras habitaciones importantes.

- Bien, mis queridos polluelos amarillos, formen una fila para recibir sus llaves, una vez las tengan consigo, vayan a sus recámaras designadas y desempaquen todo, a las 7 PM efectuaremos el tradicional banquete de bienvenida.

La algarabía y el bullicio inundaron los alrededores del dormitorio.

Todos se formaron con ahínco, listos para conocer sus nuevas alcobas.

Bueno, casi todos.

Aquella norma no aplicaba en mi caso, puesto que en aquella caja negra que me había sido entregada, venían también una pequeña tarjeta.

Sin perder tiempo, comencé a alejarme del resto, dirigiéndome a la entrada del anexo que yacía a un lado del recinto. Si mal no recuerdo, solía ser la ubicación de un viejo gaze...

- Oye, niño bonito, ¿a dónde vas? tienes que hace fila como todos si quieres un sitio donde dormir esta noche. - oí decir a uno de los formados. ¿O es que piensas pasartela en esa rara bodega?

A aquella errónea observación tan sólo le siguieron unas cuantas risas de parte de un reducido grupo de ignorantes.

- Para su información señores- dije con la expresión mas neutral que pude enseñarles. Esta no es una unidad de almacenamiento, de hecho, es un mini observatorio y... mi estudio personal por los próximos seis años. Aquí tengo mi llave - agregué enseñando el modernoso rectángulo que me permitiría el acceso.

La catarata de cuchicheos no se hizo esperar luego de eso.

- ¿Eh? ¿En serio? ¿Ese sujeto tiene un observatorio? - pronunció uno.

- Naa, debe ser mentira. Además sería injusto - balbuceó otro.

- Aunque, si lo piensan, su uniforme tiene mas estilo que el de todos, ¿quizás este diciendo la verdad?

El para nada modesto grupo de curiosos se inclinó expectante como si desearan que mis palabras fueran simples habladurías.

Por desgracia para ellos, ninguna lo era...

Despreocupado, deslicé la tarjeta por la pequeña ranura que se hallaba a un lado de la entrada.

Luego de unos cuantos pitidos, la puerta se deslizó, dándoles a todos un fugaz pantallazo de la, bellamente amoblada, sala que adentro residía.

- Si mi demostración ha podido resolver sus dudas, caballeros, yo me retiro- dije viendo a la multitud contemplar todo con sus quijadas a ras del piso. Tengo muchas cosas que debo desempacar y no puedo perder tiempo. Los veré en la cena.

Habiendo dicho esto la blanquecina compuerta se cerró a mis espaldas, dejando al puñado de celosos mequetrefes, ahogándose con su rabia.

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Pasé el siguiente par de horas, inspeccionando cada centímetro de mi "privado paraíso personal", asegurándome de que el diseño original que había encargado hubiese sido respetado al detalle.

Para mi fortuna, la construcción se había completado de acuerdo a lo especulado.

La estructura consistía de dos pisos separados por una escalera en espiral ubicada en uno de los extremos. La planta baja, que era a la que se accedía a través de la puerta, cumplía la función de un departamento de monoambiente, Había una cocina, una isla para degustar la comida, un baño y un par de sofás circundando una mesa de vidrio bastante amplia. Además de una televisión atornillada al muro para posibles visitas y un calefactor a leña, para días realmente fríos.

El piso de arriba, por otro lado, era el que cumpliría la función de recámara. Tenía una cama con un tamaño un poco menor al de una matrimonial, una biblioteca, un armario, un escritorio con un ordenador para mis tareas y unas cuantas ventanas dispersas por el cuarto.

Un par de escalones desplegables, permitían acceder al sector de la cúpula, el cual podía funcionar como invernadero para plantas pequeñas o bien para observar estrellas utilizando el telescopio que venía incluido.

Si.

Definitivamente me hallaba conforme con el resultado.

Una vez desempacadas mis pertenencias, decidí sacar mis cartas de la micro-mochila, con el fin de restructurar mis mazos. Si bien dije que prefería llevarlas conmigo todo el tiempo, aquello sólo era verdad para los monstruos pertenecientes al exótico arquetipo, las demás cartas de apoyo iban en cajas separadas y rotuladas como mis vestimentas y otros objetos diversos.

Uno por uno fui retirando los naipes de sus contenedores y colocándolos sobre el escritorio a un lado del teclado.

Po un momento pensé en volver a armar la baraja que usé en contra de aquel soberbio sujeto, Vellian Crowler, más desistí de ello. Me sentía con ánimos de intentar algo un poco diferente. Así que con una pequeña sonrisa traviesa, busqué en la caja donde guardaba mis monstruos oscuros. Sin duda, había un combo que daría de que hablar.

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Finalizados mis quehaceres básicos de vivienda, marché hacia el salón comedor para lo que sería, quizás, una noche bastante incómoda.

Sabía que mi acción anterior era el equivalente a pintarme un blanco en la espalda durante todo el primer año pero, tenía la esperanza de que, al igual que con mis rasgos faciales, tarde o temprano los seres humanos de este sitio se acabarían cansando y acostumbrando.

Así que sin más por lidiar, avancé por el pasillo en dirección al gran comedor.

Al parecer, el señor Sartyr estaba dando un discurso.

- "Muchachos, sólo quiero decir, que como su profesor, me alegra que podamos embarcarnos en este gran viaje educativo juntos. Prometo guiarlos y apoyarlos en lo que haga falta y, de darse el caso, los veré convertirse en Obeliscos. Ahora, sin mas que decir, disfruten del festín y que viva Ra."

- ¡Qué viva Ra!

Los estudiantes se abalanzaron sobre los platillos de cangrejo y langosta como si se tratasen de leones hambrientos.

"Esta comida es lo mejor" - clamaban unos.

"Mejor que la que hace mi mama" - decían otros.

Cuando por fin, pude poner un pie en aquella cafetería, todo el sonido pareció cesar de repente.

Los presentes se congelaron en su sitio al notar mi presencia en el recinto.

Como si mi albinismo y llevar un uniforme con un estilo diferente al de la mayoría no fuesen factores suficientes de resalte.

- Oh, señor Eisenstein. Nos alegra que haya decidido acompañarnos.

- Gracias a usted por permitirme tomar parte, Profesor - respondí en el tono más educado y formal que pude emplear. Lamento no haber podido oír todo su discurso.

- Tonterías, esta es una cena para los estudiantes, adelante, tome un lugar, espero que nuestros manjares sean de su agrado.

- Lo haré, señor.

Con una reverencia, me alejé de la mesa del personal dispuesto a buscar un asiento.

Podía notar que el comedor estaba bastante concurrido, era seguro que también había estudiantes de años superiores en el banquete, no sólo de nuevo ingreso.

Mientras avanzaba podía oír, perfectamente, los murmullos de las personas que iba dejando atrás.

- Mira, es ese chico...

- Si es el que venció a Crowler en el ingreso.

- No lo sabías, al parecer tiene una suite a un lado del dormitorio

- ¿Por qué está aquí y no en Obelisco?

- ¿Ya viste su uniforme? ¿Acaso se cree mejor que todos nosotros?

- Si, tal vez es sólo otro niño rico de papi al que no pudieron aceptar en los azules.

*Sigh*

Bajo otras condiciones, todos y cada uno de los humanos presentes en esta sala hubiesen tenido sus cabezas convertidas en globos de feria con el chasquido de mis dedos.

Desgraciadamente, para mi, dicha acción estaba no sólo prohibida sino también alejada de mis posibilidades.

No me quedaba más que guardar las distancias y dejar a los simios lampiños hablar a sus anchas.

Para cuando hallé un confortable espacio, sentí las miradas en mi persona intensificarse.

Un dato curioso era que... no había mujeres en los dormitorios considerados "inferiores", éstos sólo aceptaban hombres.

Aquello se debía, preferentemente, a una ridícula política implementada por la comisión de accionistas, con el fin de atraer e incentivar a un publico femenino, colocándolas en lo que sería, de manera no oficial, un cuarto dormitorio.

Si bien la idea podía sonar feasible en papel, ésta también acarreaba con ella fallas garrafales que afectarían a largo plazo.

En primera, si el número de candidatas mujeres por año era bajo, implicaba cierto grado de desinterés por parte de ese colectivo para con la principal actividad que desempeñaba el establecimiento: el duelo de monstruos. Podían promocionar la isla como un sitio para estudiar de ensueño, más eso sólo generaría una media de duelistas mediocres.

Al menos, se habían logrado cubrirse las espaldas un poco, instaurando un programa que te permitía cambiar tu orientación vocacional una vez superado el primer año.

En segundo, estaba el hecho de que las mujeres en el campus siempre permanecían en obelisco, indiferentemente de su rendimiento académico. Esto, además de estar relacionado con el primer punto, reforzaba la teoría de que lo hacían, simplemente, para evadir posibles demandas.

Muchos padres sobreprotectores quemarían la isla hasta desaparecerla del mapa, si supieran el grado de acoso y discriminación social al que podían ser sometidas sus "princesas" si la Academia llegase a aplicar una política mucho mas "igualitaria".

En fin, supongo que siempre habrá cosas que llevarán mas tiempo para aprenderse que otras.

Tomé unos cuantos platillos a base de pescado y comencé a degustar en silencio.

Los demás comensales presentes parecían no tener nada mejor que hacer que volverme el centro de sus comentarios.

*Sigh*

Sin duda iba a ser una velada tensa y...

- ¿Te importa si me siento?

Me detuve a medio camino de introducir el tenedor dentro de mi boca.

Un adolescente de cabello negro, peinado hacia atrás en punta, ocupó el espacio que había justo al frente de mi asiento.

- Disculpa que me meta pero, eres Caelian Eisenstein, ¿cierto? El sobrino del Profesor Albert Eisenstein.

Con la mayor calma del mundo, mastiqué el bocado y limpié mis labios con una de las servilletas.

- Perdona, ¿tu eres...?

- Oh, ¿Dónde están mis modales?, mi nombre es Bastion, Bastion Misawa. Es un placer conocer a otro gran adepto del mundo científico.

Así que... este chico era admirador de mi "tío" al parecer...

Al menos no era otro disque-letrado afrontando la crisis de los 50.

- ¿Está familiarizado con el trabajo de mi "tío", señor Misawa?

- Por favor, sólo llámeme Bastion, señor Eisenstein, y si, los he leído desde que era pequeño, su teoría Unificadora Mundial fue lo que despertó mi interés por la ciencia. Ha sido mi héroe desde entonces.

Sonreí para mis adentros, el muchacho era inofensivo, un simple fanático deslumbrado por conocer a alguien tan cercano a su ídolo.

Si, creo que podría usarlo para romper la monotonía de mi rutina.

- Hemos estado trabajando en un nuevo principio, ¿Cuál es tu opinión sobre la dilatación del espacio tiempo y los agujeros de gusano?

Juraría que vi estrellas nacer dentro de las pupilas del pobre sujeto.

- ¿A-Agujeros? Pues, no he investigado al respecto pero, ¡puedo hacerlo ahora mismo! Sólo dame un momento, iré a mi computadora y...

- Bastion... tranquilízate, no estoy tomándote un examen.

- Oh... si, lo siento, creo que me dejé llevar -respondió el Ra avergonzado.

- Disfrutemos del banquete por ahora, ya habrá tiempo d conversar sobre teoremas. Recuerda, Roma no se construyó en un sólo día.

- Tiene razón, señor Eisenstein, eso haré.

- Sólo dime Caelian - agregué. No necesitas ser tan formal, somos compañeros después de todo, estaré aquí un largo tiempo.

Aquello confundió al duelista matemático.

- ¿No piensa pasar a Azul Obelisco en el futuro?

- Siendo sincero yo...

- ¡Ajá! ¡Al fin nos vemos cara a cara!

Nuestra conversación se vio interrumpida por la súbita aparición de un joven de cabello revuelto y color zanahoria.

- ¿Puedo ayudarte en algo?

- Si, tú eres el que vive en esa cúpula de afuera ¿ cierto?

- Es correcto, señor...

- Shinsuke... Mukai, Shinsuke - declaró el estudiante escandaloso. "Swin" para los amigos.

- Bien, señor Mukai, ¿qué es lo que necesita hablar conmigo?

Para esta altura, toda la atención estaba puesta en nuestro intercambio.

- ¿Hablar? Jajaja, no no he venido hablar, ¡vine a retarte, niño bonito! ¡Tu y yo, un duelo a las afueras del dormitorio!

Interesado arqueé una ceja.

- ¿Puedo preguntar a que viene tal decisión de su parte?

- Si quieres saber, no considero que sea justo que tu vivas en un sitio lujoso y privado mientras nosotros debemos conformarnos con simples cuartos tipo apartamento.

- Si desea presentar una queja y su familia goza de los fondos necesarios para costear el remodelado de las instalaciones, nada lo detiene señor Mukai. Y, por si se lo preguntaba, yo solicité la construcción de dicha vivienda. Fue pagada con el fruto de mi arduo trabajo como asistente de campo en laboratorios de física cuántica. Así que todo está legalizado, una vez mi tiempo aquí expire, el sitio será usado como un observatorio para una futura carrera de estudios astronómicos.

Oído esto, "Swin" chasqueó la lengua, molesto.

- Maldita gente rica...

Aquel comentario sólo me hizo rodar los ojos.

El demostrar enojo o resentimiento para con individuos superiores a ti en algún aspecto, sólo demuestra falta de fe en uno mismo y en sus capacidades.

- Entonces... ¡hagamos una apuesta!

- ¿Apuesta?

- ¡Si! ¡Si yo gano, tu lindo proyecto de construcción, será mi alcoba por todo el resto del año!

- ¿Y si no logra su cometido? - pregunté de manera un tanto ominosa.

- Dejare que tu decidas un castigo, no me importa, por que pienso vencerte con la fuerza de mis cartas.

Seguro de si mismo, ¿eh? Muy bien, juguemos...

- Swin, ¿qué haces?

- No te metas, Bastion, esto es entre el ricachón y yo.

- No seas ridículo, como crees que el señor Caelian aceptaría tu...

- De acuerdo, señor Mukai, acepto su desafío.

Ambos Ra se miraron atónito, por razones diferentes.

- ¿E-En serio?

- Si, ¿no era lo que quería?

- ¡POR SUPUESTO! - exclamó. Te esperaré en la entrada después de la cena. Ni se te ocurra escabullirte.

- Hacerlo sería un acto de descortesía - agregué volviéndome a sentar, mientras el pelirojo gritón regresaba a su sitio.

- No lo entiendo, señor Caelian, ¿por qué aceptó ese tonto reto? No tiene nada que ganar y mucho que perder.

- En primero, Bastion, sólo dime Caelian y en segundo, de acuerdo a ciertas normas de esta ilustre escuela, al parecer, debemos cumplir con una específica cuota de duelos por semana. De otra forma se traducirá en una reducción de puntos que podría afectar nuestro promedio semestral.

- Estoy al tanto de las regulaciones, pero eso no explica su reacia predisposición a negarse.

- Simple, deseo experimentar en carne propia el nivel de quienes me rodean. Será una satisfactoria manera de recolectar información, además... dije enseñando la faja donde portaba mi baraja. También será la ocasión ideal para probar la combinación que estuve preparando.

La expresión del joven matemático pasó de sorpresa a curiosidad mórbida.

- Entonces... ¡por nada del mundo me perderé su batalla!

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Afueras del Dormitorio Ra - De Noche.

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- Ahhh, nada cómo una victoria, para bajar la comida. ¿Estás listo, ricachón? ¡Voy a trapear el piso contigo!

- Creo que ambos probaremos algo con este encuentro...

- ¡DUELO! (AMBOS)

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-Caelian 4000 / Swin 4000-

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- Comenzaré si no te importa - clamó Swin. Sacaré.

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-Swin 4000 LP - Turno 1 - Mano 6-

• ────── ✾ ────── •

- Para empezar, jugaré una carta hechizo: "Terraformación". Lo que añade una carta de campo directo de mi mazo a mi mano. Y añado ésta: "Un Océano Legendario"

Caelian (mente) - Un mazo de agua, ¿eh?

- ¡Y ahora, elijo jugarla!

El joven pelirrojo insertó la carta en la ranura, provocando que todo el ambiente se convirtiera, de un momento a otro, en una esplendorosa ciudad subacuática.

MANO de SWIN: 5

- Con esta carta, todos los monstruos con atributo de agua en el campo, ganan 200 PTS de ATK y DEF, a la vez que aquellos en nuestras manos reducen su nivel en 1.

Bastion: - Eso significa que si posee algún monstruo de Nivel 7, podrá invocarlos con solo un sacrificio, o de poseer uno de 5, lo podrá llamar sin tributo alguno. Una carta temible, en verdad.

Caelian, por su lado, no se mostró sorprendido.

- Gracias por la explicación, colega. Me has ahorrado el discurso. Sin mas que agregar, invoco al "Guerrero de Mar Profundo" en modo de ataque.

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- Deep Sea Warrior LV5 - ATK 1600 - DEF 1800 -

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MANO de SWIN: 4

- Si te preguntas por qué los puntos de mi monstruo no cambian, es simple, mientras controle el océano, mi Guerrero no es afectado por ninguna carta mágica. Sean tuyas o mías. Lo que me lleva a mi siguiente jugada...

- Activo "Mensajero de Paz". Mientras este hechizo continuo esté arriba, ningún monstruo de más de 1500 de ATK puede declarar un ataque.

Radical, ¿cierto? Ahora mi monstruo es, prácticamente, intocable.

Claro está que, una carta así no existiría sin un precio. Durante cada una de mis fases de espera, debo dar 100 puntos de vida a cambio o ésta belleza se destruye. No es mal negocio, ¿no te parece?

MANO de SWIN: 3

- Ya termino, ¿señor Mukai?

El joven pelirrojo sólo frunció el seño ante la frialdad de la respuesta.

- Bah, si que eres aburrido. Termino mi turno. Veamos que puedes hacer.

- Como desee... yo saco.

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Caelian 4000 LP - Turno 2 - Mano: 6

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- Invoco al monstruo espiritual "Yaksha" en modo de ataque - declaró el albino, manifestando a lo que parecía ser un oni de cuerpo azulado con larga cabellera negra. Al ser un monstruo de agua, es afectado por el campo, por lo tanto su fuerza aumenta...

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Yaksha LV4 - ATK 1900-2100 / DEF 1500-1700

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MANO de CAELIAN: 5

- Gran cosa, recuerda que no puede atacar mientras mi hechizo este en juego.

- Para eso está su efecto...

- ¿Eh?

- Cuando es llamado, Yaksha me permite seleccionar una de tus cartas hechizo o trampa y devolverla a la mano. Así que di adiós, "Mensajero".

El calmado monje de la imagen alzó las cejas en sorpresa, momentos antes de que una fuerte corriente de aire, lo hiciese aparecer una vez más entre los dedos de su dueño.

MANO DE SWIN: 4

- Parece que la paz nunca fue una opción... "Yaksha" ataca a su guerrero... ¡Corte del Monte Oe!

El enfurecido demonio japonés se abalanzó sobre su enemigo, dando tres potentes tajos que borraron al Guerrero del Mar Profundo de la existencia.

• ────── ✾ ────── •

- Swin LP 4000- 3500

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- Ahhh, sólo tuviste suerte.

- Para terminar coloco una carta boca abajo y mi monstruo regresa a mi mano. Es todo.

MANO de CAELIAN: 4-5 (por Yaksha)

- ¿En serio, sólo eso? Esto será mas fácil de lo que creí. Sacaré.

• ────── ✾ ────── •

-Turno 3 - Swin LP 3500 - Mano: 5-

• ────── ✾ ────── •

Swin (mente) - Bien, ahora veamos. Si vuelvo a jugar mi mensajero, no servirá de mucho, puesto que su Yaksha simplemente lo devolverá a mi mano en su siguiente turno. Aunque... si tuviera otro objetivo...

Una sonrisa se dibujo en el rostro del pelirojo.

- Primero, invocaré a mi "Madre de Oso Pardo" en modo de ataque.

Un enfurecido oso pardo se materializó y rugió en la dirección del albino.

MANO de SWIN: 4

- Y gracias a mi campo su poder crece. Ahora ve, mi bestia ataca sus puntos directamente.

• ────── ✾ ────── •

Mother Grizzly LV4 - ATK 1400-1600 / DEF 1100-1300

• ────── ✾ ────── •

La mama osa rugió enardecida y atinó un zarpazo directo al pecho del albino.

• ────── ✾ ────── •

Caelian LP 4000 - 2400

• ────── ✾ ────── •

- Si, eso te enseñará una lección. Ahora, en mi fase 2, coloco una carta boca abajo y traigo a una que todos conocen "El Mensajero de la Paz".

MANO de SWIN: 2

Bastion (Mente) - mmm... una jugada inteligente, colocar una segunda carta como cebo. En su siguiente turno, Caelian tendrá que elegir con cuidado el objetivo, de lo contrario podría caminar directo a una trampa.

- Asi que vamos, estrellita. Tu sigues.

- Bien... mi turno.

• ────── ✾ ────── •

-TURNO 4 - CAELIAN LP 4000 - MANO: 6-

• ────── ✾ ────── •

- Al igual que usted, también repetiré mi jugada de antes. Así que ven a mi, una vez mas, "Yaksha". Y con su efecto... devuelvo tu mensajero.

MANO de CAELIAN: 5

MANO de SWIN: 3

- Como gustes - respondió Swin encantado.

- Luego equipo a mi monstruo con la carta "Orbe de Yasaka".

MANO de CAELIAN: 4

- ¿Eh? ¿Y eso que hace?

- Está a punto de averiguarlo. "Yaksha" ve... "Corte del Monte Oe".

- Disculpa pero esta vez no va a ser tan fácil. Revelo mi trampa: "Muro de Tornados". Gracias a ella, mientras mi "océano legendario" siga en juego, tus ataques no me harán daño alguno.

El oni destruyó fácilmente a la mama osa, más Swin pareció no sentir presión alguna.

- Ves, ni un solo rasguño. Ahora, sigue el efecto de mi oso pardo. Puedo buscar un monstruo acuático de 1500 de ATK o menos de mi mazo e invocarlo al campo... y yo elijo... a "Tortuga Catapulta"

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Catapult Turtle LV5- ATK 1000-1200 / DEF 2000-2200

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- Con ella de mi lado, mi victoria está próxima.

- En el mientras tanto, activo el efecto especial de mi "Orbe de Yazaka". Cuando el monstruo equipado destruye a otro en batalla, gano puntos de vida iguales al ATK original del monstruo destruido.

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CAELIAN LP 2400- 3800

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- Meh, sólo retrasas lo inevitable. Tu Yaksha se irá del tablero al final del turno, lo que te dejará abierto a un ataque directo.

- Es correcto, pero no se irá solo. Revelo mi carta boca abajo: " Invitación del Espíritu"

- ¿Huh? ¿Otra carta relacionada a espíritus? ¿Y eso que hace?

- Es simple, cuando uno de mis monstruos espirituales regrese a mi mano en la fase final, puedo seleccionar uno de SUS monstruos, señor Mukai, para que haga exactamente lo mismo.

- E-Eso significa...

- Que tu ventaja tiene las de esfumarse...

Dicho esto, Caelian hizo una pausa y examinó las cartas en su mano.

Aún si su trampa le daba tiempo, las cartas que le quedaban eran: el hechizo "Espada de Kusanagi", la trampa "Ceremonia de Demolición" y los monstruos de efecto: Yata Garasu y Yamato no Kami.

Visualizaba su victoria, pero le tocaba esperar para que todo calzase en su sitio.

- Finalizo mi turno y, por tanto, se activa mi carta continua. Yaksha regresa y, en consecuencia, también lo hace tu tortuga.

Ambas criaturas se transformaron en ases luminosos y abandonaron el campo.

MANO de CAELIAN: 5

MANO de SWIN: 4

- Además, mi Orbe de Yazaka... si es enviado al cementerio cuando un monstruo espiritual retorna a la mano, el se le une - añadió, recuperando su carta equipo desde la tumba.

MANO de CAELIAN: 6

- Ja, mucha palabrería para poco desarrollo. Mi turno.

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-TURNO 5 - SWIN LP 3500 - MANO 5

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MANO ACTUAL: - Tortuga Catapulta - Mensajero de Paz - Guardiana Kay'Est - Rescate y Doncella del Agua.

- Diablos, no puedo hacer gran cosa por ahora. Supongo que tendré que esperar.

- Invoco a mi "Tortuga Catapulta" en modo de defensa y, una vez más, juego mi "Mensajero de Paz".

MANO de SWIN: 3

Swin (mente) : Atacarlo en este momento, no es recomendable. Sólo acabaría en una repetición de mi turno anterior. Al menos, con mi tortuga en defensa, su Yaksha no podrá destruirla, aun si llega a devolver mi hechizo...

- Es todo.

- ¡Mi turno!

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-TURNO 6 -CAELIAN LP 3800 - MANO 7

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- Ha salido...

Swin notó el súbito cambio en la mirada de Caelian.

- Antes que nada en mi fase de espera, entrego 500 puntos, para mantener mi carta de "Invitación del Espíritu"

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CAELIAN LP 3800-3300

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- Resuelto eso, procedo activar esto: la carta hechizo "Graciosa Gratitud".

MANO de CAELIAN: 6

- Así que saco 3 cartas y descarto 2 al cementerio.

El albino depositó Yata-Garasu y Hebo, señor del Río en su tumba.

MANO de CAELIAN: 9- 7

- Prosigo, invocando a Yaksha y activando su efecto...

El oni una vez más envió al monje pacifista a volar muy lejos.

MANO de CAELIAN: 6

MANO de SWIN: 4

- Ahora, destierro un monstruo espiritual de mi cementerio para invocar... Yamato no Kami en modo de Ataque.

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YAMATO NO KAMI LV6 - ATK 2200 / DEF 1200-

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MANO de CAELIAN: 5

- Un monstruo interesante, pero no tiene el poder suficiente para destruir a mi tortuga.

- Es porque no planeo destruir a su tortuga...

- ¿Eh?

- Juego el hechizo: "Cambio de Criatura". Con esto, cada uno elegimos un monstruo de nuestros respectivos campos e intercambiamos el control de ambos.

- Eso quiere decir que...

- Efectivamente, yo me quedo con su tortuga y usted con mi Yaksha.

- Oh no... digo, espera, aún si sacrificas a tu Yamato no Kami, no conseguirás eliminar todos mis puntos.

- Aún no termino... Shinsuke...

El pelirojo sintió un escalofrío y tragó saliva.

- Equipo a mi Yamato con "Poder de Magos", que le brinda 500 de ATK y DEF extra por cada hechizo o trampa que yo controle. Y, por el momento, yo cuento 2...

- Esos son 1000 puntos.

- 3 - dijo el albino jugando su "Orbe de Yazaka"

- ¡1500!

- 4 - continuó, añadiendo al campo el equipo "Espada de Kusanagi"

- ¡2000!

- Eso eleva el ATK de mi monstruo hasta los 4200. Y si hace el cálculo... son suficientes para borrarle a usted la sonrisa... ¡Tortuga Catapulta!

- No, espera...

- Dispara a "Yamato no Kami" y termina este duelo.

El reptil mecánico obedeció, cargando al espíritu sobre su espalda y arrojándolo cual proyectil balístico en curso de colisión contra un indefenso y atemorizado Shinsuke.

El impacto tenía el poder necesario para reducir su vida hasta cero.

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SWIN LP0

WINNER: CAELIAN EISENSTEIN

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Los espectadores que habían estado contemplando el combate en silencio, comenzaron a improvisar una incómoda serie de aplausos que acabó escalando en una verdadera muestra de reconocimiento.

Sobre todo, por parte de cierto Líder de Dormitorio...

- Excelente, muchachos, excelente. Fue un duelo digno de estudiantes del Ra Amarillo. No esperaba menos de mis polluelos.

- Pero... perdí, señor Sartyr - reclamó, entristecido, el pelirojo. Sólo hice el ridículo...

- Si, y eso es parte de la vida, Joven Mukai- respondió éste, colocando una mano sobre su hombro. El cómo enfrente la derrota, dirá mucho más de usted que cualquier victoria que pueda lograr en un futuro.

- L-Lo intentaré...

- Oh y no crea que me he olvidado de su irrespetuoso espectáculo durante el banquete.

Aquello hizo que Swin se tensara.

- Quiero que piense en lo que ha hecho mal y me entregue un informe de 1000 palabras sobre cómo no es bueno burlarse de otros. ¿Está claro?

- Si... señor Kageyama...

- Así me gusta. Y, en cuanto a usted, joven Eisenstein.

El tono de voz del maestro cambió de estricto a cálido en un pestañeo.

- Magnífico desempeño, supo mantener la calma ante las provocaciones y manejó el curso del combate con inteligencia. Lo felicito.

- Gracias, Profesor - respondí con una reverencia.

- Bueno, mis queridos alumnos, es tiempo de que todos vuelvan a sus recámaras- dijo enfocándose esta vez, en la audiencia. El espectáculo ha terminado, recuerden que mañana hay clases y deben levantarse temprano.

Los animados internos protestaron al inicio, más pronto comenzaron a desalojar el sitio, dejando al peliblanco físico sólo con sus pensamientos.

- Fue un buen duelo, Caelian - oyó decir éste al chico con el que había compartido plática durante la cena.

- Supongo... - respondí no muy convencido. No logré probar el combo que quería para con este mazo. Es una lástima. Será en otro momento.

Un poco decepcionado por el desenlace, opté por dirigirme hacia mis aposentos. Este duelo no había hecho más que agotar mi valioso tiempo.

Tarde un momento en notar que aquel muchacho aún venía siguiéndome.

- ¿Puedo hacer algo más por ti, Bastion? Pensaba retirarme a descansar.

El Ra amarillo tan sólo se mostro estoico y compartió sus pensamientos.

- Con lo que vi esta noche, lo he decidido.

- ¿Mmm?

- Espero que no le importe pero, pienso considerarlo mi rival a vencer, a partir de ahora.

- ¿Rival?

- Así es. Puede que sea el sobrino de mi más querido héroe de la infancia pero, aquí en la Academia de Duelos, somos sólo dos competidores aspirando a alcanzar la cima.

Le dediqué una mirada de confusión.

- ¿Es ésta tu forma de decirme que deseas enfrentarme en un duelo?

Bastion Misawa se sonrojó por la vergüenza.

Sus intentos de sonar serio no funcionaban en contra del peliblanco.

- Podría decirse, aun que no por ahora. Mi estilo se basa en la observación y en el testeo de fórmulas. Todo duelista tiene una y planeo develar la suya, Caelian Eisenstein. Y cuando lo haga, nos enfrentaremos. Allí decidiremos quien merece el título del Ra número 1.

Mi ceja no podía alzarse más aunque lo intentara.

- Hasta entonces - agregó el matemático, ofreciendo un amistoso apretón de manos.

Luego de pensarlo unos segundos, acabé cediendo.

- Aguardaré ese momento, entonces - contesté dándome la vuelta. Ten una agradable noche, Bastion Misawa.

- A usted también - lo oí decir., momentos antes de cerrar la puerta a mis espaldas.

Había sido una noche movida y necesitaba un descanso, ya lidiaría con más de las locuras de esta escuela en otro momento.