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Múnich, Alemania - Año 1998
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*Ding-Dong*
El familiar sonido correspondiente al timbre de la entrada interrumpió mi apasionante lectura.
- ¡Tío Albert! ¡Alguien llama a la puerta! - exclamé, desde mi cómodo asiento detrás del escritorio, sin intención alguna de querer conocer a la persona que perturbaba mi calma.
Si.
Era, perfectamente, capaz de abrir aquella condenada puerta por mano propia pero, justo en ese momento, me hallaba demasiado ocupado investigando sobre el fenómeno de masas que era el, tan aclamado, "Duelo de Monstruos"
Desde mi arribo a esta era, me había percatado de que aquel colorido juego de cartas no era nada más una simple forma de entretenimiento. En este mundo, había alcanzado una fama tan grande que rivalizaba, o incluso, superaba la que habían obtenido deportes como el Football o el Basketball en tiempos pasados.
Naturalmente, al ser mi búsqueda un encargo encomendado por mis ancestros, no podía conformarme con las típicas respuestas de sitio web tercermundista.
Debía adentrarme más en el tema.
Mi sed de conocimiento me llevó, increíblemente, a investigar sobre el Antiguo Egipto, donde Sacerdotes y Faraones de todo tipo llevaban adelante exotéricos combates, empleando magia negra y algo llamado "Juegos del Oscuro"
Éstos consistían en brutales enfrentamientos, donde los combatientes despertaban los espíritus de ancestrales bestias, con el fin de eliminar a sus rivales y aprisionar sus almas en terroríficos castigos.
Se dice que fue aquel aspecto bélico y seductor lo que motivó al reconocido empresario y artista, Maximillion Pegasus, a intentar recrear esas batallas, esta vez, adaptadas para un público más amplio a través de coloridos naipes y siendo utilizadas como una manera de amansar una enorme fortuna.
Fue así que, el juego creció, rápidamente, en popularidad construyendo su propia comunidad de acérrimos seguidores a too lo ancho del mapa aunque... aún se sentía que algo le hacía falta.
La respuesta a esa carencia la brindaría la tecnología "Solid Vision", proyecto financiado y llevado adelante por la Corporación Kaiba, al mando de su nuevo y prometedor presidente, Seto Kaiba.
La introducción de aquel novedoso sistema de hologramas, les brindó a los combates un impactante nivel de realismo que sirvió no sólo para expandir la fama ya acumulada, sino que además, lo acercó a su mítico antecesor egipcio, llevando la competencia a nuevas alturas.
Simples eventos locales, se volvieron en torneos regionales, y éstos a su vez, en importantes campeonatos entre continentes.
No había persona allá afuera que no hubiese oído las palabras Carta de Monstruo, Trampa o Hechizo alguna vez, a lo largo de su vida.
Incluso, se habían llegado a confeccionar parques de diversiones e instituciones destinadas a enseñar a jóvenes y adultos sobre cada intrínseco aspecto de aquel maravilloso deporte.
Así de abrumadora era la influencia que esta actividad poseía y, ahora, dependía de mi el conocer cada faceta de su funcionamiento.
Mi mas obvio movimiento hubiese sido contactar con ese excéntrico sujeto que conocí durante mi estadía en Chequia, Maximillion Pegasus, después de todo él había sido el principal responsable de toda esta fantasía de poder sobredimensionada.
Desgraciadamente, ni yo ni el Profesor Eisenstein volvimos a tener noticias al respecto del enigmático hombre de negocios. Su última aparición en los medios, lo mostraban ansioso de llevar a cabo un lujoso torneo en una isla privada con el fin de coronar a un "Rey de los Juegos"
Luego de eso, muchas de las operaciones de su compañía se habían congelado, como aguardando el retorno de su tan respetado líder.
¿Habrá tenido su desaparición, alguna relación con la extraña prótesis ocular que intentó usar en mi contra el día en que nos conocimos?
Era lo mas probable.
Durante aquella prueba, pude sentir como ese bizarro artefacto intentaba escabullirse dentro de mi mente, buscando revelar mis mas profundos y oscuros secretos. Lamentablemente, con lo que no contaba ese tuerto tramposo era que, debido a mi propia contextura tanto física como mental, jamás sería capaz de extraerme información alguna.
La Psyche de un Paramita es tan compleja y mutable como el vacío mismo.
Literalmente, si alguien intentase descifrar las líneas de pensamiento que se ocultan tras seres como mis ancestros, ese individuo acabaría, como mínimo, totalmente loco.
Era el equivalente de intentar medir la extensión del Cosmos con una regla de plástico.
Una tarea, verdaderamente, ridícula e imposible.
Pero, bueno, volviendo a la situación anterior.
Había caído en cuenta de que estaba ignorando unos de los principios más básicos de todo experimento: la práctica. No podía expandir mi conocimiento sobre un proceso si no intentaba replicarlo por mi propia cuenta, en otras palabras...
Necesitaba jugar el juego, valga la redundancia.
Y el primer paso para hacerlo era... conseguir una las, tan mencionadas, barajas.
Me pregunto si el profesor me dejaría comprar algunas...
- ¡Muchacho!
Inesperadamente, fui sorprendido por la súbita aparición del mencionado sujeto.
- ¿Mmm? ¿Tío Albert? ¿Me necesitas para algo?
- Oh no, descuida. Sólo venía a avisarte que la persona tras la puerta era un mensajero, venía a traerte este paquete.
Aquello logró despertar mi curiosidad, hasta cierto punto.
- ¿Un paquete? ¿Quién es el remitente?
- Dice aquí que lo envía el servicio de correo de Ilusiones Industriales.
¿La compañía de Pegasus? Al fin, sabremos algo al respecto de su misteriosa desaparición.
Con cuidado retiré el envoltorio y, luego, la tapa.
La caja contenía unos cuantos naipes en estuches herméticamente sellados, además de un, finamente decorado, sobre.
- ¿Qué dice la carta, muchacho?
- "Querido y pequeño Caelian, tal vez no seas un entusiasta de mi obra magna como otros que he conocido pero, las palabras que voy a transmitirte por este medio... es importante que las conozcas y que, por ningún motivo, las divulgues..."
¿Un secreto...?
- ¿Has oído hablar alguna vez... de los Espíritus de Duelo?
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Salón de Clases - Presente
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- Las Cartas de Monstruo pueden dividirse en Normales, de Fusión, Rituales y con Efectos...
El día de hoy tocaba una clase con el tan venerado Dr. Crowler.
Si, el profesor que tuve el "honor" de enfrentar durante los exámenes de ingreso.
A resumidas cuentas, su asignatura se encargaba de cubrir las mecánicas básicas del juego mismo.
- Las Cartas Hechizo se dividen en Hechizos Normales, Continuos, de Equipo, Hechizos Rápidos, Rituales y de Campo...
La persona que recitaba, actualmente, los tipos de naipes y sus clasificaciones era Alexis Rhodes, también conocida como la "Reina indiscutida de los Obeliscos Azules" y, al parecer, una de las pocas féminas dentro del establecimiento que aspiraba a volverse Duelista Profesional una vez acabara el internado.
La lección prosiguió como era costumbre, con el viejo maestro corte de taza, lanzándole rosas a cada individuo de traje azulado que contestaba a sus sencillas y mediocres preguntas.
- Ahora, a quién le pregunto, veamos... ¡SYRUS TRUESDALE!
- ¿Y-Yo...?
Oh, y la diaria humillación en contra de los Osiris también estaba presente.
- ¿Puede decirnos en que consiste una Carta Hechizo de Campo?
- P-Pues... un hechizo de campo es... un hechizo de campo es...
- ¡Hasta un niño de primaria sabría la respuesta, perdedor!
El salón se inundó de irritantes burlas, sobre todo provenientes del sector Obelisco.
- *Sigh* Creo que esperé demasiado de un Osiris, siéntese, Señor Truesdale. Se lo pediré a alguien mas... alguien con cerebro si no le importa...
El pequeño peliceruleo agachó la cabeza, casi al borde de las lágrimas.
Día tras día, el Dr. Crowler se deleitaba, aprovechando cada momento para dejar mal a cualquier estudiante que tuviera la desgracia de pertenece al dormitorio rojo.
Su víctima por ésta ocasión... Syrus Truesdale, uno de los miembros más tímidos y menos sobresalientes dentro del pabellón de Osiris.
No sólo era inferior en estatura a todos sus demás compañeros, sino que además, el niño parecía no tener dotes para el estudio o la fonética.
A este paso, seguro reprobaría la materia.
- A ver, quién puede ilustrarnos... ¡Ah! ¡Señor Eisenstein! ¿Nos honraría con la respuesta a esa sencilla pregunta?
- Claro, Doctor - respondí, provocando suspiros en la mayoría del cuerpo femenino.
- Los Hechizos de Campo son cartas especialmente diseñadas para generar algún tipo de cambio u alteración en el estado del juego. Durante la partida, estas se colocan en una zona especial ubicada a mano izquierda, a la misma altura que la Zona del Cementerio. Además es fácil de identificarlas ya que presenten el símbolo de la "Rosa de los Vientos" en uno de sus extremos...
MENTE DE CAELIAN: A decir verdad, no podía evitar sentir algo de pena por el mocoso. Su situación me llevó a recordar viejos momentos en que mi hermana intentaba inyectarme, por todos los medios, el coraje necesario para enfrentar al mundo.
¿Cuántas peleas fueron iniciadas con tal de que no hablaran mal de mi situación o apariencia?
*Sigh*
De estar ella hoy aquí, a mi lado... ¿hubiese socorrido a otros como lo hizo, alguna vez, conmigo?
- Al igual que otros hechizos normales, su Velocidad en Cadena es de 1, siendo sólo superados por sus hermanas las Cartas de Hechizo Rápido. Hasta hace poco, sólo podía existir una carta de este tipo en el campo al mismo tiempo, más, recientemente, esta regla fue modificada, llevando a que ambos jugadores puedan colocar hechizos de campo propios, sin que el del rival sea quitado del tablero...
De pronto, una sonrisa melancólica se formó en mis facciones mientras visualizaba la secuencia.
Si - contesté para mis adentros. Estoy 100% seguro de que ella no hubiese dejado actos como ese quedar impunes...
Hice una pequeña pausa, para notar como todos los presentes dentro del salón de clase me miraban como si tuviera yo una segunda cabeza.
- Brillante, señor Eisenstein, no esperaba menos de alguien de su calibre - dijo el hombre de labial violáceo. Ahora, para continuar...
- Un momento , Doctor, aún no he terminado...
- ¿Qué qué?
- Si me permite... - dije, abandonando mi asiento y colocándome al frente de todos los estudiantes.
- Cómo sabrán los Hechizos de Campo pueden tener efectos muy variados, uno de los ejemplos más tradicionales es el de modificar la información de algunos de nuestros monstruos. Dicho con otras palabras, sus puntos de ATK y DEF.
Sutilmente, tomé un naipe de mi bolsillo y se lo enseñé a la audiencia.
- He aquí uno de esos casos, el hechizo "Destrucción Fundida"
En cuanto mencioné el nombre, pude notar al amanerado profesor tensarse.
- Otorga un bono de 500 Pts. de ATK a todos los monstruos cuyo ATRIBUTO sea "FUEGO", a la vez que disminuye su DEF en 400. ¿Lo recuerda, Doctor? Es la carta que me permitió vencer a su Golem.
El buen Doctor jaló el cuello de su camisa, intentando disimular su nerviosismo.
- ¿Sabían también que fue una de las primeras cartas lanzadas al público y una de las menos utilizadas en eventos importantes? Algunos, incluso, la consideraban un desperdicio de tinta debido a la baja proporción de monstruos de dicho atributo que había en el pool de cartas impresas.
Aquello se ganó la atención de los espectadores.
- Esto demuestra, queridos compañeros, que no se debe menospreciar algo o a alguien, si en un momento parecen no ofrecer resultados esperados. El momento de mostrar su valía llegará pronto, no se desanimen por ello. Dicho esto... - agregué volteándome a ver al rubio de traje ochentero con una expresión de reproche, mientras dejaba escapar un poco de instinto asesino. Espero, Doctor, que en el futuro, pueda transmitir sus enseñanzas de una mejor manera que la que pude presenciar esta tarde. Su comportamiento no es nada digno de un educador perteneciente a la Sede Central de esta Academia. Ahora, si es tan gentil, prosiga con sus lecciones, no quiero hacerle perder más tiempo. Sólo quiero que sepa que voy a estar vigilándolo muy de cerca...
Un, increíblemente, tenso silencio invadió por completo el aula durante los breves segundos que demoré en volver a ubicarme en mi asiento.
Todas las miradas, probablemente, hallándose enfocadas en mi o en la divertida expresión de pánico y agobio que decoraba el rostro del Dr. Crowler.
De más esta decir, que el sujeto no volvió a cruzar miradas conmigo por el resto de la jornada, ni ninguno de su séquito de lamebotas del Obelisco.
Algo me decía que le había provocado una sensación de temor mucho más profunda que la de un simple espanto, a la vez que me había convertido en el enemigo número 1 del "dormitorio de los ricos e influyentes".
Para cuando el sonido de la campana marcó el final de aquel penoso melodrama, ya me encontraba recorriendo los pasillo buscando alejarme de todo ese ambiente de hipocresía.
No deseaba recibir quejas, o halagos siquiera de parte de quienes había sido espectadores del hecho. Todo lo que necesitaba, en esos momentos, era un espacio tranquilo y, lo suficientemente vacío, donde pasar el rato hasta que iniciara el siguiente período.
Y creo que, mi compañero violáceo y emplumado, tenía el lugar preciso...
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La Biblioteca del Campus, era uno de los sitios más silenciosos de todo el edificio, y también, uno de los menos concurridos en horario de clases.
No gozaba de un diseño exótico o estridente como las demás áreas del edificio, de hecho era bastante simple en su arquitectura. Suelo y paredes, debidamente, alfombrados, un par de estanterías repletas de libros, unas cuantas mesas de madera por aquí y por allá, iluminación centralizada en específicos puntos para facilitar la lectura y un sector de computación donde podía navegarse, libremente, por el internet.
No podía quejarme mi pedirle algo mejor a los avances tecnológicos de esta era.
El lugar cumplía con el estándar y, además, lograba satisfacer mis actuales necesidades, que eran paz y silencio.
Incluso, Yata Garasu parecía conforme puesto que, rápidamente, se instaló en la cima de uno de aquellos estantes, vigilando que nada ni nadie perturbase mi calma.
- Bien, creo que podemos quedarnos aquí - dije complacido con el hallazgo. Me quedaban menos de... 24 minutos - añadí dándole un vistazo a mi reloj de bolsillo. Hasta que la lección con el nuevo profesor, el señor Lyman Banner diera comienzo. Tenía que aprovecharlos.
En lo que husmeaba, calmadamente, por la zona de obras literarias, no pude evitar recordar el nombre de las asignaturas que el jefe del Dormitorio Osiris impartiría.
- Historia del Duelo de Monstruos: Orígenes y Misterios.
y - Los Fundamentos Básicos de la Práctica Alquímica.
Pareciéndome, ésta última, en extremo, curiosa.
Se sabía que la Alquimia era el precursor de la química moderna, aunque más enfocada en la implementación de métodos esotéricos con el fin de producir cambios del tipo transmutación, en los diferentes estados de la materia.
Por un lado, encontraba lógico enseñar parte de su historia, puesto que constituía un escalón importante en el avance científico humano pero, ¿practicarla aún en estos tiempos?
Si se lo contase al Profesor Eisenstein, estaba seguro que se le botaría la dentadura y lo llamaría una total tontería.
Yo también hubiese pensado de esa manera, en otras condiciones pero... ahora.
Los humanos de este mundo estaban mucho más en sintonía con fuerzas de origen mítico que la humanidad proveniente de mi viejo planeta.
Quizás, era esa la finalidad detrás de la tarea que se me había encomendado años antes.
Me había dedicado a estudiar el juego, sus mecánicas y otros aspectos superficiales pero, ¿Qué había de aquellos elementos que desafiaban la lógica a la que estaban acostumbradas las personas?
¿Significaba eso que tendría que empezar a leer libros de magia negra?
Aquel pensamiento me pareció risible.
No.
Tenía que haber algo que estuviese pasando por alto.
Me pregunto si lograré hallar respuestas durante esa clase... mmm... sólo habría una forma de descubrirlo...
*BLAM*
En ese instante, las puertas de la biblioteca se abrieron y un trío de duelistas masculinos pertenecientes al Obelisco comenzaron a rondar el sitio.
Uno de ellos, notó mi presencia en una de las mesas y alertó a los otros.
- ¡Chazz, mira lo encontré, estaba escondido aquí!
Yata-Garazu posó sus rojizos ojos sobre los recién llegados, tuve que tranquilizarlo en silencio, no deseaba que hiciera algo erroneo sin conocer de que se trataba.
- Veo que al fin nos conocemos frente a frente, fenómeno de pelo pálido.
Para cuando despegué la nariz de mi libro, me topé con la imagen de un muchacho de ojos grisáceos y cabellos alborotado de color oscuro. El homínido que me había delatado, también estaba presente, junto con un andrógino sujeto de pelo azulado y lentes de lectura.
- ¿Se les ofrece algo?
- A decir verdad sí - contestó el pelos parados, siendo, al parecer, el líder de aquella triada. Tengo asuntos que quiero discutir contigo.
Les dedique a todos una mirada de escepticismo.
- Si es por lo que ocurrió en el salón de clases, yo...
- ¡No me interesa eso! - interrumpió el pelinegro colocando su mano sobre la mesa. Vine hasta aquí porque han habido rumores entre los alumnos. Rumores que afirman que venciste al Doctor Crowler en un duelo. Dime, ¿son ciertos?
Me detuvo un momento para marcar la página. Creo que ya no podría culminar mi lectura después de esta charla.
- Bien, señor...
- Princeton, Chazz Princeton. No vayas a olvidar ese nombre.
- Lo tendré en cuenta en el futuro. Ahora, señor Princeton, si, realmente, desea corroborar la fidelidad de esos dichos... pues déjeme decirle que, en efecto, éstos no se equivocan. El profesor Crowler fue mi supervisor durante el examen de ingreso. Combatimos y salí victorioso. Así fue como obtuve mi pase a esta institución. ¿Cree que hice algo indebido, señor Princeton?
- De hecho... - respondió con una malévola sonrisa.
- ¿Mmm?
- Ya que no creía que los que decían esos fracasados del Osiris Rojo, me tomé la molestia de hacer mis propias investigaciones y descubrí un par de cosas interesantes...
En primero, Crowler estuvo muy ansioso ese día, ya que una persona muy importante daría el examen durante su turno. He de suponer que ese individuo eras tu.
- Es correcto.
- En segundo, muchos maestros afirmaron que dicho aspirante llegó 10 minutos tarde al registro pero, aún así, se le permitió la entrada, ya que tenía un cupo reservado desde mucho antes. ¿No te parece eso... sospechoso? ¿Por qué permitirte dar un examen al que ya no tenías acceso?
- ¿Me está acusando de algo, señor Princeton?
La sonrisa del Obelisco se ensanchó aún más.
- ¿Sabes que creo? - dijo buscando estar cara a cara. Creo que todo el asunto de tu duelo con Crowler fue orquestado. Y el hecho, de que no hayas sido castigado por tu actitud durante su clase, reafirma ese hecho. Pienso que tú, Caelian Eisenstein, supuesto sobrino del Profesor Eisenstein, no eres más que un farsante. Es seguro que, tu tío pagó para que ingresaras y convenció al inútil de Crowler de dejarse ganar, sólo para que te vieras bien frente a todos. ¿No es así, fenómeno?
Mi mente divagó por unos instantes.
Tenía que reconocerle algo al irritante sujeto. Había detectado los puntos más mal interpretables de los hechos ocurridos el día del ingreso y pudo torcerlos a su conveniencia para generar una duda considerable.
Me hacía pensar que quizás había algunos diamantes ocultos entre tanta cantidad de brutos poblando el Dormitorio Obelisco.
Ahora sólo restaba ver, qué es lo que esperaba ganar con toda esta movida...
- Ha planteado usted un excelente caso, señor Princeton pero, sigo sin ver en que momento usted recoge los frutos de su tan meticuloso trabajo...
- A eso iba, tonto. Cuando dije que venía a corroborar los rumores, no me refería sólo a simples palabras. No. Aquí, en la academia decidimos todo con un duelo y eso es justo lo que vamos a tener. Hoy, a media noche, en la arena central de los Obeliscos Azules.
Arqueé una ceja tras oír su razones.
¿Se tomó la molesta de recolectar evidencia en mi contra, sólo para exigirme un mero enfrentamiento?
Llegado hasta ese punto, no sabía si sentirme alagado por el esfuerzo o, en extremo, decepcionado de que todo fuese a culminar en un tema de ego.
- ¿Acaso el reglamento no prohíbe los duelos fuera del horario establecido? - pregunté, viendo que al parecer dos de los tres no eran muy brillantes que digamos.
- ¿Qué pasa, pajarraco amarillo? ¿Tienes miedo?
- Si, eres sólo una gallina. no eres más que un miedoso.
*Sigh*
Toda esta conversación me había quitado mi valioso tiempo de descanso.
Una parte de mi , se veía tentada a soltar a Yata-Garasu para que les picoteara los ojos al trío de mentecatos pero... eso provocaría que me expulsaran además... las manchas de sangre en la ropa no se quitan fácil.
En fin, creo que podría utilizar al tal Princeton para otra de mis pruebas de campo.
Pero... si iba a tener un duelo, sería bajo mis condiciones...
- Muy bien, señor Princeton, me ha convencido. Acepto luchar contra usted esta noche.
- Estupendo...
- Pero - dije deteniendo al trío de cretinos. No será a media noche. Si mal no recuerdo, todos los dormitorios apagan las luces a las 10 PM, por lo que, sugiero que tengamos nuestro encuentro, una hora después, a las 11. ¿Le parece bien, señor Princeton?
- Si, como sea, sólo preséntate en la arena. Te estaré esperando, fracasado.
Dicho esto, el grupo de estudiantes abandonó la biblioteca, al mismo tiempo, que el timbre indicaba el final del receso.
Yata-Garasu se materializó sobre mi hombro, fulminando con la mirada a mi futuro contendiente.
Era tiempo de llevar a cabo, un pequeño experimento...
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Dormitorio Ra - Por la Tarde
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La jornada acabó como era costumbre:
Con muchos de los estudiantes abandonando el edificio en pos de tomar parte en las diversas actividades extracurriculares, que el campus ofrecía durante el horario vespertino.
La mayor atención se la llevaban los equipos de los clubes deportivos, como ser el de Baseball o Tennis.
Este último, en particular, era muy practicado por la mayoría de miembros masculinos del Azul Obelisco.
Pero... no porque realmente les gustara incursionar en aquel deporte.
De hecho, creo que bastaba un simple vistazo a los uniformes de las jugadoras femeninas para darse cuenta de cual había sido el motivo oculto tras aquel enrolamiento.
En mi caso, y quizás como el de tantos otros, utilizaba mis tardes para descansar y responder a mensajes electrónicos que mi "tío" me enviaba a menudo.
Después de todo, yo era quien otorgaba validez a todos sus enunciados.
Al llegar a las afueras del Dormitorio, me topé con Bastion conversando con un par de personas, por el color en sus chamarras, era sencillo deducir que se trataba de estudiantes del Osiris Rojo.
Uno de ellos, me pareció, terriblemente, conocido.
- ¡Caelian! ¡Por aquí! - exclamó el joven matemático, viéndome llegar solo.
- ¡Buenas tardes, Bastion! - dije educadamente para mantener apariencias. ¿Quién te acompaña?
- Oh, ¿ellos? Son...
Antes de que él pudiese siquiera decir algo, uno de ellos ya estaba balbuceando cosas en mi cara...
- ¡Hola, soy Jaden Yuki! ¡Futuro Rey de los Juegos! Es un placer por fin conocerte en persona. Bastion me dijo que, además de tener duelos, también eras algo así como un científico y...
Bueno, al menos, podía decir que era un joven con energía...
- Oh, y él, es mi compañero de cuarto, Syrus Truesdale. Es algo tímido con las personas pero, estamos trabajando en eso.
- M-Mucho gusto, s-señor Eisenstein - contestó el pequeño con una reverencia.
Si, en efecto.
Se trataba del Osiris al que había, intentado defender con mi discurso esta mañana.
- Es un placer conocerlos, señor Yuki, señor Truesdale.
- Vamos, no necesitas ser tan formal, sólo dime Jaden - contestó el joven con peinado, ridículamente, similar al del monstruo "Kuriboh".
- A mi no me molesta que me digan señor... - se oyó murmurar al peliceleste.
- Muy bien, Jaden y señor Truesdale será - dije para complacencia de todos. ¿Les molesta si continuamos la conversación adentro? Puedo invitarles una bebida o algo en mi apartamento.
- ¡Claro! Aunque, ¿no ocuparemos mucho espacio los 4 en una sola recámara?
- Oh, descuiden - exclamé, tomando la tarjeta de mi bolsillo y deslizándola en la ranura de la entrada. No habrá problema alguno, diseñé el lugar para recibir invitados.
Al abrirse la puerta, ambos Osiris quedaron maravillados con el salón, bellamente, amueblado que se desplegaba ante ellos.
- Woooooooow ¿¡Aquí es donde vives!?
- Si. Lo mandé construir. Vengan, no perdamos tiempo.
- ¡Pido el sofá reclinable!
- ¡No es justo, Jaden, yo quería ese!
Ambos estudiantes amarillos cruzamos miradas.
- Tienes amigos interesantes, Bastion.
Este soltó una risa, avergonzado.
- Si, admito que son algo ruidosos e impredecibles a veces, pero, cuando los conozcan te caerán bien - dijo el matemático ingresando junto con el dúo.
- *Sigh* Ya lo veremos...
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Luego de que degustáramos una variada selección de bebidas calientes y refrigerios, todos tomamos asiento en los mullidos sillones que adornaban la sala.
- Ahhh, esto es vida. ¿Sabes, Caelian? Tu casa es lo máximo. Siento que podría quedarme en este sillón toda la vida - expresó el pelicastaño mientras se perdía en la esponjosidad de los cojines.
- Me alegra que encuentras tu estadía confortable, Jaden- respondí. Pero, me gustaría saber el motivo que impulsó esta inesperada visita a nuestro dormitorio.
- ¿Eh? Ah si, pues, Syrus y yo queríamos agradecerte por lo que hiciste por nosotros en la clase del Dr. Crowler, ¿verdad, amigo?
- ¡Si, fue algo increíble! - exclamó el niño de lentes. ¡Lograste dejarlo en ridículo! ¡Nunca nadie se ha atrevido a cuestionarlo antes!
- También me sorprendí mucho, Caelian - se sumó Bastion, bajando su taza de expreso. No creí que reaccionarías en la forma en que lo hiciste. ¿Qué te llevó a cometer tal acto de rebeldía?
- No fue gran cosa realmente - respondí, no buscando darle vueltas al asunto. Siendo la persona a cargo de administrar un dormitorio, él no debería fomentar tales comportamientos entre los estudiantes. Un educador debe velar por que todos sus alumnos logren ser la mejor versión de si mismos, no humillarlos en frente de todos. Si de mi dependiera, el sujeto habría sido despedido en su primera semana.
El trío de novatos me miró sorprendidos.
- Wow, desearía ser tan valiente como tú, Caelian. No pareces temerle a nada - opinó Syrus con todo de admiración.
- Cuando se convive a diario con genios testarudos, sr. Truesdale, uno aprende a saber dónde poner los límites.
- Por casualidad no te estarás refiriendo a tu tío, ¿cierto?
- No tienes idea, joven Bastion... no tienes idea...
Nuestra plática continuó por un buen par de minutos. minutos durante los cuales, Jaden no dejó de mencionar lo mucho que le encantaba ver los duelos de las Ligas Profesionales.
Cuando pronto parecía que nos quedaríamos sin temas de conversación, la televisión de plasma salió al rescate, sirviendo como distracción para los hiperactivos invitados.
Yo por otro lado, aún me hallaba un tanto pensativo con respecto a la "cita nocturna" que tendría en unas pocas horas.
- ¡Oye, Caelian! ¿Quién dices que ganaría en una contienda? ¿Elroy Prescot o Mathmática?
Sería mi primer duelo contra alguien del Dormitorio Obelisco...
- ¿Caelian? Tierra a Caeliaaaaan
Me aseguraría de darle a ese presumido una lección que jamás sería capaz de...
- ¡CAELIAN!
- ¿Huh? ¡Oh! Disculpa, Jaden, no estaba escuchando, ¿me repetirías la pregunta?
Ambos novatos se miraron.
- ¿Ocurre algo? Te veías muy pensativo y no respondías.
- No es nada, descuiden. Es sólo que tengo un duelo con alguien más tarde y pensaba revisar mis opciones.
Aquella explicación pareció encender un interruptor en lo profundo del pelicastaño.
- ¿Un duelo? ¿Cuando, donde, con quién, puedo acompañarte?
La súbita muestra de interés del Osiris, atrajo la atención del joven matemático.
- Si deseas saber, un miembro del obelisco azul me desafió a un encuentro justo después del asunto con Crowler. Dijo que su nombre era... Chazz... Princeton.
- ¿¡Chazz Princeton!? ¿¡EL Chazz Princeton!? - preguntó Syrus con tono de pánico.
- Es correcto. ¿por qué? ¿lo conocen?
- Nos topamos con él mientras recorríamos el campus los primeros días- describió el niño de lentes. Es un ególatra narcisista, pero al parecer es muy buen duelista, casi tanto como mi hermano.
Juraría que vi al señor Truesdale disimular un escalofrío ante la mera mención de aquel familiar suyo. Tendré que investigar sobre ello, mas adelante.
- Syrus tiene razón, Caelian. Por lo que oí, Chazz es uno de los mejores dentro del Obelisco. Si piensas enfrentarte a él, necesitarás estar preparado.
Inconscientemente, mi cara esbozó una diminuta sonrisa.
- Lo estoy, Bastion, créeme - aseguré. El mazo que estoy usando es capaz de hacerle frente a cualquier cosa que le lancen- agregué tomando el estuche que colgaba de mi cintura y colocándolo sobre la isla de la cocina. Pero si tanto les preocupa, puedo darle unos últimos retoques antes de esta noche.
En lo que Jaden y Syrus se deslumbraban por el contenido del porta-cartas, mi compañero matemático notó un detalle sospechoso en mi relato.
- Espera, ¿ésta noche? Caelian, sabes muy bien que los duelos fuera del horario establecido están estrictamente prohibidos.
- Créeme, estoy muy pendiente de ese detalle . dije mientras ordenaba mis naipes sobre la mesa.
- ¿Eh? ¿Así que solo romperás las reglas? ¿Q-Que hay si te atrapan? - pronunció el pequeño Truesdale con nerviosismo.
- No lo harán, sr. Truesdale, ya tomé medidas. Si todo marcha como debe, estaré de vuelta antes de que la seguridad del campus se entere.
Ninguno de los dos se mostró muy seguro de lo que había dicho, el hiperactivo pelos de kuriboh por otro lado...
- En ese caso, ¡iremos contigo!
- ¿Mmm?
- Jaden, ¿tu también? ¿Acaso quieres que nos expulsen a ambos?
- Oh vamos Syrus, siempre que no nos pesquen infraganti, no creo que nada malo nos pase - argumentó el Osiris.
- N-No creo que esa sea razón suficiente para...
- Yo también me apunto - se oyó decir al segundo miembro del Ra Amarillo en la habitación.
- ¿Bastion? ¿Por qué?
- Si Caelian tendrá un duelo. Debo estar allí, es mi deber como su rival N°1.
- ¿Rival? (Jaden y Syrus)
Me limité a exhalar un suspiro.
¿Por qué siempre me topo con humanos con tan poco instinto de autopreservación?
- Si piensan espectar mi encuentro, son libres de hacerlo. Pero, si por alguna equivocación, acaban en problemas, eso correrá por cuenta suya. No pienso hacerme responsable., ¿han entendido?
- Descuida, lo resolveremos - contestó el Osiris con su alegre (y un tanto exasperante) tono amistoso. ¡Lo que importa, ahora, es que llegues a tiempo y le enseñes a ese cretino como encender su juego!
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Arena de Duelos - Una hora para la Medianoche.
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Cuando arribamos a la arena de los obeliscos, Jaden y compañía se sorprendieron de que las luces aún siguiesen encendidas. Esto se debía, en parte, a que los encargados de patrullar los terrenos lo hacían entrada la medianoche. Realizada la inspección todo el sitio quedaba en penumbras hasta la mañana siguiente.
Al avanzar hacia la plataforma, no nos fu difícil divisar a las tres figuras con las que me había topado esa mañana.
- Vaya si viniste... y veo que trajiste porristas. ¿Vienen a ver como te aplasto?
Ignoré los siguientes comentarios que escupió su sequito de lambiscones y pasé a tomar mi lugar en un extremo de la plataforma.
- Con el debido respeto, señor Princeton, mañana hay clases y me está haciendo perder valioso tiempo de sueño. ¿Quiere proseguir con su trivial desafío?
Los obeliscos se mostraron entre ellos, un poco perturbados por mi demostración del más puro y frío desinterés.
- Bien, hagámoslo. Les probaré a todos que eres un farsante.
- ¡DUELO!
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- CAELIAN 4000 / CHAZZ 4000-
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- Yo iré primero, fenómeno - exclamó el Obelisco tomando su carta.
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CHAZZ LP 4000 - TURNO 1 - MANO: 6
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- Invocaré a "Zombie Renacido" en modo de Defensa.
La imagen de un decrépito cadáver se manifestó para desagrado de los presentes.
-ZOMBIE REBORN LV4 - ATK 1000 /DEF 1600-
Y terminaré colocando una carta boca abajo.
MANO DE CHAZZ: 4
- Vas tu, inútil.
- Muy bien... mi turno.
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CAELIAN LP 4000 - TURNO 2 - MANO: 6
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- Invoco al Monstruo espiritual "Nikitama" en modo de ataque - dijo el albino, provocando que un ser de luz apareciese en su lado.
- NIKITAMA LV4 - ATK 800 /DEF 1800-
MANO DE CAELIAN: 5
- Así que los rumores eran ciertos... en verdad posees los raros monstruos espirituales.
- ¿En verdad son tan raras esas cartas? - preguntó Syrus en voz alta.
- Verás, perdedor. Pegasus recorrió todo oriente buscando inspiraciones para nuevos bocetos. Fue así que se encontró con variedad de leyendas, mitos y otras figuras importantes de su folclore. Dicen algunos que estos monstruos tenían una conexión mas ancestral con el mundo humano, por lo que sólo podían permanecer en él por poco tiempo. Ésta condición llevó al creador del Duelo de Monstruos a fabricar dichas cartas con un pequeño detalle que las separaría de muchas otras. Por un lado son las únicas que poseen un Sub-Tipo y por el otro, siempre deben dejar el campo al final del turno en que son llamados. Ese fue el acuerdo para que éstos espíritus se dejasen convertir en naipes jugables.
- Wow, ¿quién lo diría? - murmuró Jaden, sintiendo a su compañero Kuriboh Alado flotar cerca de su hombro.
- Veo que le gusta informarse, señor Princeton.
- Siempre me mantengo un paso adelante de mis presas. Por cierto, que te parece una pequeña apuesta...
Aquello hizo que el albino arqueara una ceja.
¿Otra vez?
- Si gano, me quedo con tus monstruos espirituales. Serán un excelente trofeo y merecen estar con un duelista superior a la media.
- Y si yo gano, ¿que puede ofrecerme? - increpó el Ra amarillo.
- Tu nómbralo, ¿cartas raras? ¿dinero? No importa lo que pidas porque no vas a vencerme. Entonces, dime, ¿aceptas mis términos?
- Caelian no va a hacerlo, ¿cierto? Digo arriesgar todo su mazo por una simple...
- Muy bien, acepto.
- ¡¿Queee?! ¿Lo hará?
- Jajajaja, así se habla- clamó Chazz. Ahora prosigue, para que pueda reclamar mi premio.
- Activaré la habilidad especial de mi "Nikitama", durante el turno que es invocada, puedo realizar una segunda invocación del tipo normal. Así que elijo sacrificarla para invocar al monstruo espiritual, "Gran Tengu".
Un anciano de enorme nariz roja tomó el lugar del monstruo anterior.
- GREAT TENGU (GREAT LONG NOSE) LV5 - ATK 1900 /DEF 1700-
MANO de Caelian: 4
- Además, como Nikitama se fue al cementerio, se activa su segundo efecto. Si controlo un monstruo espiritual cuando esto ocurre, puedo robar 1 carta.
MANO de Caelian: 5
- Seguido, equipo a mi Gran Tengu con el hechizo "Espada de Kusanagi". Con ella, si mi monstruo ataca a uno de los suyos en modo de defensa, usted tomará daño de penetración.
MANO de Caelian: 4
- Grrr...
- Ahora, Gran Tengu ataca a su zombie.
La enrojecida criatura de largas fosas nasales, tomó un abanico de entre sus túnicas y con un fugaz movimiento cortó al no muerto en dos mitades.
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CHAZZ LP4000- 3700
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- Puede que hayas acabado con mi defensa, pero yo, también, tengo una sorpresa, destapo mi carta trampa "Explosión Infernal". Con ella, puedo destruir el monstruo con la menor cantidad de puntos de ATK en el campo y ambos recibiremos daño igual a la mitad de dicho número.
Ante la vista de todos, el monstruo de Caelian denotó sin previo aviso, lanzando sus restos cual proyectiles en dirección a ambos jugadores.
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CHAZZ LP3700-2750
CAELIAN LP4000-3050
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- Oh no, Caelian ahora no tiene defensa.
El albino, por su parte siguió concentrado en su mano.
- Coloco dos cartas boca abajo y termino mi turno.
MANO de Caelian: 2
- Entonces, sacaré.
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CHAZZ LP 2750 - TURNO 3 - MANO: 5
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- ¿Sabes? Tal vez tus monstruos sean raros, pero no sirven de mucho si no están para protegerte de esto... ¡surge!, "Soldado del Infierno"
- CHTHONIAN SOLDIER LV4 - ATK 1200 /DEF 1400-
MANO de Chazz: 4
- ¡Batalla! Soldado del Infierno, atáca directamente sus... ¿eh? ¿Que?... ¿Qué es esto?
- ¿Qué sucede, Chazz? - preguntaron sus compañeros obelisco.
- Mi disco de duelo debe estar defectuoso, ordené mi fase de batalla, pero se salteó a la siguiente fase.
- No es un error en el aparato... - dijo la voz de Caelian desde el otro lado de la arena. Es parte de un efecto. El efecto del Tengu que usted tuvo el descaro de destruir con su trampa.
- ¿Qué dices?
- Cuando causa daño, Gran Tengu, automáticamente, saltea la siguiente fase de batalla del oponente. Los tengu pueden comportarse dóciles, señor Princeton. Pero, adoran causar conflicto a quienes los perturban.
- Como sea, colocaré una carta boca abajo y terminaré mi turno.
MANO de Chazz: 3
Jaden: - Lo vieron, ¿muchachos? Caelian logró detener a Chazz sin siquiera usar alguna de sus cartas boca abajo. ¡Esos espíritus son pura fama!
Bastion: - Estas en lo cierto, Jaden, Sólo ve el campo, con un mero ataque, desconcertó completamente a su contrincante. Es como si estuviese siempre un paso adelante.
Syrus: - Tu puedes, Caelian. ¡Dale duro!
- Saco.
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- CAELIAN LP 3050 - TURNO 4 - MANO: 3-
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- Y levanto mi carta boca abajo: "Ultima Ofrenda". La conoce, ¿señor Princeton?
- Si. Puedes hacer invocaciones extra ya sea en tu turno o durante mi fase de batalla, con solo entregar 500 puntos de vida - contestó el niño rico, no gustándole lo que pasaría a continuación
- Precisamente. Ahora, invoco al monstruo espiritual "Izanami" en modo de ataque.
- IZANAMI LV4 - ATK 1100 /DEF 1800-
MANO de Caelian: 2
Jaden: - Qué bien, otro monstruo espiritual ha entrado al campo.
Syrus: - Si, y esta es muy bonita.
- ¿Ese es tu monstruo? Ni siquiera alcanza a rasguñar a mi Soldado.
- Por eso activaré su efecto: Si descarto una carta, puedo traer de vuelta un monstruo espiritual de mi cementerio a mi mano.
Caelian se deshizo del hechizo "Quemador de Espíritus" y recuperó a su "Gran Tengu"
- Luego, con mi "Ultima Ofrenda"...
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CAELIAN LP3050-2550
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- Sacrifico a Izanami y traigo de vuelta a mi Tengu.
La emplumada deidad volvió a hacer acto de presencia. Esta vez, dedicándole una mirada de odio al hijo menor del grupo Princeton.
MANO de Caelian: 1
- ¡Batalla! Mi Tengu ataca a tu soldado.
El Soldado de Chazz fue decapitado, ágilmente, por el molesto demonio.
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CHAZZ LP2750- 2050
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- Lo que tú no tuviste en cuenta, fue la habilidad especial de mi "Soldado del Infierno". Como lo destruiste en batalla, tomas un daño igual al que tu esperpento acaba de inflingirme.
Una espada tipo cimitarra se materializó de la nada y atacó a Caelian, reduciendo su contador de puntos. Mas esto, ni siquiera, pareció perturbar al albino duelista.
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CAELIAN LP2550- 1850
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- No se le olvide, Sr. Princeton, que como mi Tengu logró dañarlo, su próxima fase de batalla queda cancelada.
- No me lo recuerdes - gruñó el obelisco cada vez más frustrado. ¿Ya has terminado tu turno?
- Aún no..
- ¿Eh? Pero ya atacó, ¿Qué más puede hacer? - preguntó el sequito de Chazz desde la distancia.
- Pagaré el coste de mi trampa, para poder invocar esto: mi monstruo espiritual "Aratama"
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CAELIAN LP1850- 1350
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- ARATAMA LV4 - ATK 800 /DEF 1800-
MANO de Caelian: 0
- Cuando es invocado, este pequeño me permite añadir a mi mano el monstruo espiritual que yo escoja desde mi baraja.
- Bien, hazlo.
Caelian desplegó su mazo cual abanico y tomó un monstruo de entre todos los visibles.
- Como movimiento final, vuelvo a pagar mi "Ultima Ofrenda"...
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CAELIAN LP1350- 850
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Syrus: - Los puntos de Caelian están peligrosamente bajos, ¿por qué sigue invocando monstruos?
Bastion: - Es seguro que tiene algo planeado. No se arriesgaría tanto de no ser el caso.
- Para poder tributar mis 2 monstruos y así jugar... esto.
Todos los presentes aguardaron la aparición de una poderosa bestia, pero cuando el holograma ganó forma, se toparon con la imagen de una carta dispuesta boca abajo en posición de defensa.
Chazz y compañía rieron.
- Esa... ¿esa fue tu gran jugada? Ni siquiera la pusiste en ataque.
- Es su turno - fue la única contestación del albino.
- ¡Si, lo es!
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CHAZZ LP 2050 - TURNO 5 - MANO: 4
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- "Armadura Sakuretsu"
Chazz: (Es una buen trampa, desgraciadamente, su maldito monstruo me dejo una vez más sin poder realizar ataques. Y nada en mi mano puede hacerle algo. No me queda otra opción mas que aguantar hasta el siguiente turno.)
- Revelo mi trampa: "Llamada de los Condenados" y la uso para traer de regreso a mi "Soldado del Infierno" Mas no se quedará mucho tiempo, ya que lo voy a sacrificar para traer esto "Poeta Infernal - Helpoemer" en modo de ataque.
- HELPOEMER LV5 - ATK 2000 /DEF 1400-
MANO de Chazz: 3
- Y acabo, colocando una carta boca abajo.
MANO de Chazz: 2
Chazz: (Sin importar que tan fuerte sea la bestia que tenga oculta. Si intenta atacar a mi Poeta, lo lamentará el resto de su vida.)
- ¿Es todo, Sr. Princeton?
- Si. Es todo lo que puedo hacer por este turno.
- Muy bien. Porque le informo que este duelo está apunto de finalizar...
- ¿Huh?
- Pero... primero lo primero...
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CAELIAN LP 850 - TURNO 6 - MANO: 1
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- Cambio mi monstruo a modo de ataque. Contemple... al monstruo espiritual "Amaterasu"
- AMATERASU LV9 - ATK 3000 /DEF 3000-
La carta rotó en su sitio, manifestando la presencia de una bella dama de cabello negro y atuendo sintoísta. Su aura era tan potente que cegaba a todo aquel que la osara verla de frente.
- Ahhh, ¿Qué es... esa luz?
- Es el sol en persona, señor Princeton y está a punto de experimentar el porqué no es bueno estar tan cerca.
- ¿Ah si? Inténtalo, tonto. Vamos, atácame con ella si te crees tan fuerte.
(Y será la última equivocación que cometas)
- Antes, si no le importa, activaré el efecto de mi criatura: si Amaterasu es volteada boca arriba, a posición de ataque, todas las demás cartas, actualmente, en el campo...
SALEN. DEL. JUEGO.
- Que hace... ¡¿qué?! (Todos)
- Nada resiste el intenso calor de los rayos solares, ni siquiera las cartas que oculta tras sus defensas, ahora, Amaterasu... retírales de tu vista.
Haciendo gala de su divino espejo sagrado, la diosa iluminó todo el estadio, erradicando todo lo que alcanzaban a tocar sus destellos.
- Habiendo limpiado el campo... no hay nada que se interponga entre mi diosa y sus puntos, señor Princeton.
La expresión en el rostro de Chazz cambió a una de absoluto pánico.
- Espero que esto sirva como un recordatorio... no me gusta ser molestado. "Amaterasu", ¡acábalo!
Y dicho esto, todo el poder de una de las figuras mas importantes del panteón nipón, cayó sobre el asustado y mortificado prodigio de obelisco.
- ¡Ahhhhh!
Provocando que su vida cayera a cero.
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CHAZZ LP 0000
WINNER: CAELIAN EISENSTEIN
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Syrus: - Seee, ¡él ganó!
Jaden: - Fue un duelo estupendo, Caelian. Le diste una lección.
- No fue para tanto...
- Lamento diferir, amigo mío, pero vencer a uno de los mayores prospectos del declarado mejor dormitorio de la isla, no es algo que tomar a la ligera.
- Si tu lo dices, Bastion...
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Caelian POV
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Arriba de la plataforma, Chazz se mantenía con la misma cara de ciervo encandilado, aunque podía sentir como, lentamente, su desesperación se tornaba en rabia.
- Tenemos que celebrar esto, que tal una barbacoa o algo por el estilo.
- Jaden, es casi medianoche, ¡vámonos a dormir!
- Oh cierto, lo había olvidado.
- ¡ESTO NO HA ACABADO, EISENSTEIN! -exclamó el joven de cabello puntiagudo. ¡Me voy a vengar por esta humillación! Eso te lo prometo...
Todo mi séquito le dedicó miradas de pocos amigos al sujeto.
Yo por otro lado...
- No me pondría en esos términos si fuera usted, Sr. Princeton. Recuerde que aún no he decidido de que modo va a retribuir mi victoria.
Chazz apretó los dientes con furia.
- ¿Y bien? ¿Qué quieres?
- Mientras nada de lo que usted pueda poseer podría llegar a importarme en lo más mínimo, alguien cercano me dijo una vez, que un favor siempre es algo valioso. Ahora, en cuanto a su pregunta... prefiero guardarme mis demandas para un futuro momento. Siento que lo más importante, actualmente, es desalojar el sitio, antes de que los guardias que vienen por el pasillo nos atrapen.
Aquella observación hizo que todos los presentes se tensaran.
Incluso, uno de los acompañantes del niño rico salió a corroborar si mis palabras eran ciertas.
- Tiene razón, Chazz. La seguridad está haciendo rondas. Tenemos que irnos.
- Entonces, nos retiramos. ¡Muévanse ambos!
- ¡Sí!
- En cuanto a ti - dijo señalándome. Uno de estos días, tendré mi revancha.
Y con eso, el trío de perdedores salió corriendo, con mi "grupo de apoyo" siguiéndoles el paso.
Para cuando nuestro cuarteto, por fin, pudo respirar tranquilo el aire de la noche, me di cuenta de ya iba siendo hora de despedirnos del par de animados Osiris Rojos.
Nada en contra de ellos. Eran un dúo... como decirlo... ¿interesante, tal vez?
El señor Truesdale vivía atrapado en una marea de complejos que entorpecían su buen desempeño. Su falta de confianza lo hacía dependiente de la aprobación de terceros.
Por otro lado, Jaden, era el tipo de persona cuya principal cualidad, era la de tomar medidas, antes de siquiera evaluar el problema. Era el estereotipo de personaje tonto pero valiente, repetido hasta el hartazgo en decena de obras literarias y audiovisuales y cuyas características siempre llevaban a la creación de un héroe.
Que usara un mazo del arquetipo conocido como "Héroes Elementales" sólo servía para reforzar mi punto.
*Sigh*
Tarde o temprano, esa actitud y las consecuencias de sus actos lo llevarían a replantearse su alegre forma de ver la vida. Pero, bueno... afortunadamente, no era ese mi asunto.
Ya en mi alcoba y preparado para dar por finalizado el día, no tuve mejor idea que ponerme a revisar el rectangular aparato que se nos había otorgado al comienzo de nuestros estudios.
El P.D.A. o también conocido como Agenda Electrónica.
Realmente, no me había dado a la tarea de verificar cada función del "novedoso" artefacto.
Recorriendo un poco sus aplicaciones. me percaté de que ese objeto registraba todos mis duelos, debido a la conexión vía enlace que tenía con un chip alojado en mi Disco de Duelo.
Era así, como los puntos era calculados según el resultado del encuentro.
Me daba un poco de alivio que no registrara la ubicación exacta, en que había tenido lugar el combate, aunque si enunciaba el horario.
Tendría que tener cuidado de que ese dato no fuese usado como evidencia en mi contra en un futuro.
En cuanto me disponía a ver el sistema de contactos, me sorprendió toparme con que poseía un único mensaje en mi bandeja de entrada. Cosa que debía ser imposible, ya que no había agendado el número de ningún estudiante o maestro.
Curioso, presioné la opción de "reproducir" y un pequeño video comenzó a ser reproducido, aunque todo lo que podía verse era lluvia y estática.
Una vez finalizado, me quedé en silencio por varios minutos, sintiendo los gentiles picotazos de Yata-Garasu, quien se mostró preocupado al ver mi expresión intranquila.
Mi misión había recibido nuevas instrucciones.
Ahora, tenía que vigilar... al señor Jaden Yuki.
