ACLARACIÓN: Si alguien se preguntaba el por qué Jaden, Syrus y Chumley no estaban en el dormitorio cuando Caelian fue citado, es porque no era el mismo día en que ocurrió lo canónico, si prestan atención, Crowler llamó a Titan mucho después debido a que Caelian lo hizo perder mas tiempo con la tortura espiritual. En cuanto a Alexis, ella va a visitar el dormitorio con bastante frecuencia así que coincidió en uno de esos días. (El dialogo del profesor Banner es sólo para hacer referencia al suceso)
• ────── ✾ ────── •
Observatorio - 6:? AM.
• ────── ✾ ────── •
Sus ojos se entreabrieron de manera perezosa.
Aún podía sentir en ellos el ardor, producto del corto período de sueño que había conseguido.
- ¿Qué hora es..? - murmuró para sí, en lo que su brazo, buscaba instintivamente, el reloj despertador el cual, no podía hallarse en otro lugar, mas que en su mesa de noche.
- ¿Mmm? ¿No está...?
Al no dar con el dichoso objeto, la rubia joven, entonces, optó por abandonar la suavidad de las cobijas, tomando asiento sobre el mullido colchón y dejando al descubierto las prendas que conformaban su "pijama": Una larga pero sencilla camisa y un par de pantalones abultados.
- Este... este no es mi cuarto...
Fue el primer pensamiento que tuvo al notar que no se encontraba dentro de su típica alcoba ubicada en el Dormitorio Femenino de los Obelisco, sino en una recámara mucho muy diferente.
Un breve sentimiento de pánico la invadió, más éste fue ofuscado segundos después al venir a su mente recuerdos de los sucesos transcurridos durante la anterior noche.
- Es cierto... él me dejó dormir en su habitación - susurró, no pudiendo evitar sentirse un tanto avergonzada de que, minutos atrás, hubiese estado descansando en la cama de uno de sus compañeros de clase, del cual conocía, prácticamente, nada y que, además, estuviera utilizando sus ropas para cubrirse.
- *Sigh* Si Mindy y Jasmine se enteraran, no me dejarían oír el final de ello - expresó, sabiendo que aunque adoraba a sus mejores amigas desde la secundaria, éstas podían a llegar a ser un par de verdaderas chismosas cuando algo relacionado a su vida personal estaba de por medio.
- En fin, lo mejor será que me aliste. Ya pasan de las 6 am, y si lo que me informó antes es cierto, él ya debe de estar despierto.
Sin perder mas tiempo, la joven duelista de las barracas azuladas, comenzó así a prepararse para el nuevo día.
Por sugerencia del joven Eisenstein, podía retomar su reparador sueño si lo deseaba, más no quería sentir que estaba imponiendo su presencia en aquel cuarto. Después de todo, por mas lujosa que pudiese parecerle la estancia, no era un entorno al que estuviese acostumbrada.
Luego de una rápida ducha, una despreocupada mirada a sus alrededores le hizo percatarse de que su uniforme escolar del día anterior ya no se encontraba donde lo había dejado. Mas bien, éste se hallaba, ahora, finamente doblado, limpio y acomodado sobre la silla que hacia juego con el escritorio.
Aquel descubrimiento le provocó un ligero sentimiento de sorpresa y un escalofrío.
- Para que esto cambiase de sitio, él tuvo que haber...
En efecto, la conclusión era obvia, su pálido anfitrión tuvo que haber ingresado al cuarto mientras ella dormía.
Si bien, Alexis se hallaba agotada por la tenebrosa experiencia que había vivido, ella nunca se consideró, a sí misma, una persona con el sueño pesado. Por lo que, detalles como el sonido de la puerta o las pisadas de algún intruso hubiesen sido fácilmente reconocibles en el relajado silencio del ambiente.
¿Cómo había podido entrar él sin haber alterado nada dentro del espacio o provocado algún ruido siquiera?
Definitivamente, tendría una larga plática con el aclamado "Príncipe del Ra Amarillo" sobre ese asunto más, ahora, su principal prioridad era la de acabar su rutina y ponerse presentable.
- Al menos hizo un buen trabajo... - suspiró, sintiendo la suavidad y el calor que desprendían sus renovadas prendas.
Por un momento, en lo que continuaba secando su cabello con la toalla, se detuvo a admirar lo que parecía un pequeño portarretrato a un lado de la mesa del ordenador.
Lo curioso de ello, era que no había una fotografía sellada dentro del marco, sino más bien, una ilustración hecha a lápiz y coloreada en acuarela.
Lucía, extremadamente, detallada, lo que la llevó a pensar que quien la hubiese realizado tenía un asombroso talento como dibujante.
Al sujetarlo, pudo discernir dos figuras que eran el centro de la pieza.
Una tenía la apariencia de un anciano de barba alargada y espalda encorvada, la otra, la de una joven de piel tostada con cabello corto y oscuro.
¿De quiénes podría tratarse?
Uno de los puntos más notables, era que aquellas personas parecían estar mirando directo al dibujante desde un ángulo Picado, en otras palabras, observaban a alguien que se hallaba a menor altura que ellos.
Ambos con expresiones cálidas en sus rostros...
Definitivamente, era una escena que desbordaba amor y alegría a partes iguales y lo reflejaba en todo su diseño...
Pero... ¿a quién estarían contemplando?
Su primera corazonada la hizo pensar en el propio Caelian Eisenstein.
Después de todo, su compañero no aparecía en la pintura por lo que podía no sólo ser el responsable de tan bella obra sino también el protagonista del suceso retratado.
Aquel pensamiento, hizo que diminuta sonrisa se escapara de los labios de la duelista.
Por alguna razón, la situación la llevó a pensar en su hermano y en los días en que, de niños, solían jugar con aquel viejo columpio a la sombra de un roble, en la vieja casa de verano de sus padres. Cuando los días eran mas claros y él aún se encontraba con ella en todo momento...
Intentando desviar, aquel melancólico conjunto de emociones, su mente llegó a un interesante planteamiento:
¿Cuánto sabía ella, realmente, del muchacho conocido como Caelian Eisenstein?
Si debía ser sincera... nada, nada en absoluto.
El chico era un total misterio.
Reservado en extremo, aunque parecía tener sus momentos de altruismo, cómo la vez que defendió a aquel pequeño estudiante del Osiris Rojo.
Además, siempre se mostraba educado, llamando a todos por honoríficos y/o por sus apellidos, siendo Jaden y Bastion las dos únicas excepciones a aquella regla.
Por otro lado, por los rumores que oía, era un estudiante muy aplicado. Esto pudo comprobarlo durante el examen en que logró acabar a los meros 10 minutos del comienzo del plazo.
Aun sí, casi no socializaba con nadie, o al menos, siquiera se molestaba en intentarlo.
Es como si el mismo limitara el contacto para con sus otros compañeros. No buscando tener nada que ver con ellos.
Eso si se le hacía, sumamente, raro.
En otras condiciones, ella, simplemente, se alejaría de tal arquetipo de individuo, ya que aquellas eran claras señales de que la persona podía llegar a ser en extremo altanera o de mal temperamento.
Más, para su sorpresa, ninguna de las anteriores cualidades podían aplicarse al joven físico.
Eso sin mencionar, tampoco, el hecho de que había arriesgado su vida para rescatarla de un maníaco, cuando lo único que ella había hecho en su primer encuentro fue insultar su talento y maldecir su existencia.
- *Sigh* Nunca creí que habrá alguien tan complicado... - se dijo.
Recibía demasiados datos confusos y contradictorios sobre su "extravagante" salvador y compañero.
Llegando a tal extremo que ya no era factible, siquiera detenerse a escucharlos.
Necesitaba más información sobre él,
Si es quería determinar que tipo de persona era...
Y no la conseguiría quedándose sola en una alcoba, ni mucho menos sumergiéndose en ridículas divagaciones.
Tenía que conversarlo de frente.
Con rapidez, finalizó con todos los preparativos y con una nueva determinación encontrada, la talentosa Reina de los Obeliscos abrió la puerta y bajó a la estancia, dispuesta a saciar su sed de respuestas.
• ────── ✾ ────── •
Observatorio - Cocina/Desayunador
• ────── ✾ ────── •
Sentados sobre un par de altos taburetes, el par de estudiantes degustaba sus desayunos en silencio.
Alexis, al ver la despreocupada actitud del albino, aprovechó para abrir el debate.
- Me di cuenta que lavaste mi uniforme...
- Es correcto- respondió Caelian sin inmutarse. Pensé que sería lo mejor después de todo lo que transcurrió anoche. Imagínese el número de habladurías que se hubiesen generado si usted regresaba a su dormitorio con una vestimenta en tal deleznable estado. No podemos correr ese riesgo.
La fémina sintió un pequeño tic en su ojo izquierdo.
No era el punto al que estaba apuntando...
- ¡SABES DE LO QUE HABLO! ¡Entraste a la habitación mientras dormía!
- Así es. No hubiese podido limpiarlo de otra forma.
- ¡Grrr! ¡Al menos, podrías haberlo conversado conmigo! Lo que me lleva a pensar, si llegaste a lavarlo... ¿Cómo pudiste secarlo en tan poco tiempo?
- Tengo una secadora muy potente y me tomé la molestia de plancharlo para acelerar el secado.
La desconfiada duelista miró al joven a los ojos, buscando señales de alguna mentira... no había ninguna.
- Bien, tú ganas, no pareces estar poniendo excusas.
- No es mi intención Srta. Rhodes.
- Como sea... no vuelvas a hacer cosas así sin permiso, ¿oíste?
- Como desee.
Ambos continuaron bebiendo sus infusiones con calma, en lo que los rayos del sol comenzaban a bañar los alrededores.
- Ahora que recuerdo- agregó la rubia, recordando un particular suceso. ¿Por qué no usaste tus Monstruos Espirituales durante el examen de campo?
El albino le dio un corto trajo a su bebida y bajó la taza.
- ¿Oh? ¿Estuvo al pendiente de mi duelo...?
- Pues... daaah- respondió la muchacha, como si el chico hubiese dicho la frase más ridícula del mundo. Los Ra siempre van antes que nuestro dormitorio, ¿Cómo no iba a verlo? Claro, si es que obviamos el duelo que Chazz tuvo contra Jaden. ¿En que rayos pensaba Crowler, emparejando a un Obelisco con un Osiris? No puedo entenderlo...
Es mejor que no lo sepa, srta. Rhodes...
- Supongo que Jaden Yuki tendrá que cuidarse las espaldas si es que logró ganarse el rencor de nuestro jefe de dormitorio... Crowler nunca fue bueno con los novatos rojo...
Esa es una forma "amable" de decirlo...
Lo que me recuerda... ¿Qué fue del patético afeminado? Aún no he completado su castigo...
- En fin, ¿me dirás, ahora, el por qué de tu súbito cambio de mazo durante el examen?
El albino hizo descansar los cubiertos que portaba sobre su plato.
- No tuvo ninguna razón especial- dijo con calma. Tan solo desee probar un tácticas que aprendí en el pasado, después de todo, si usara mis Monstruos Espirituales con frecuencia, todos llegarían a memorizar mis estrategias.
Era una excusa válida si uno se ponía a pensarlo...
- Después de todo...
Caelian se tomó un momento para observar por una de las ventanas de la cúpula.
- Si los vientos cambian de tanto en tanto... ¿por qué no hacerlo yo también?
La rubia duelista observó al joven físico con expresión pensativa.
No había regla alguna que prohibiera a alguien usar más de una baraja en sus enfrentamientos.
De hecho, ella misma había estado pensando en probar una mecánica diferente a la que estaba acostumbrada.
Sólo que jamás se había decidido por una en concreto.
No lo malentiendan, Alexis adoraba su mazo de Cyber-Chicas, lo había construido de cero desde que era pequeña y con el apoyo de su hermano Atticus pero, su método de victoria... pues... podía llegar a volverse predecible muy fácilmente.
No podía depender de un sólo combo toda su vida, como lo hacían otros duelista que había conocido.
Además, el ver a alguien como Caelian utilizar otras opciones que no fuesen sus tan vanagloriados "Espíritus" la habían motivado aún mas a intentar probar suerte con un mazo alterno.
Quién sabe, quizás hasta lograba una conexión una nueva clase de baraja...
Habiendo acabado su charla y sus bocadillos, el dúo se preparó para abandonar aquel recinto en pos de dirigirse al dormitorio de féminas de los obelisco más, cuando se hallaban a escasos metros de la entrada.. está retumbó con estridencia.
*BANG* *BANG* *BANG*
- ¡ABRAN LA PUERTA! ¡SOMOS EL COMITÉ DE DISCIPLINA DE LA ACADEMIA!
Ambos jóvenes se miraron y luego, a la puerta que había sido azotada con violencia momentos atrás.
El albino, un poco curioso por la situación, ingresó los códigos que desbloqueaban el seguro, dejando ver a un escuadrón de hombres armados y uniformados, liderados por una mujer con el mismo uniforme y una boina que denotaba un rango mas alto.
Por alguna razón, al notar la presencia de cierta pelirubia en las cercanías del muchacho, ésta frunció el ceño.
- ¿CAELIAN EISENSTEIN? ¡DEBE VENIR CON NOSOTROS! ¡QUEDA DETENIDO POR HABER TRASPASADO UN ÁREA RESTRINGIDA!
Para cuando la declaración llegó a oídos de los dos estudiantes, Alexis tenía una expresión de sorpresa en su rostro.
¿Cómo se habían enterado?
Por el otro lado, el muchacho de blancos cabellos tan sólo coopero con la tropa y acompañó a los oficiales hasta un vehículo que lucía demasiado militar como para pertenecer a una simple policía escolar.
La Reina de los Obeliscos vio como se llevaban a su compañero hasta el edificio central de la Academia, sin poder hacer ella algo.
Para cuando el escuadrón partió, ella también lo hizo, no permitiría que expulsaran a alguien por su culpa.
• ────── ✾ ────── •
Cuarto de Audiencias Disciplinarias - Caelian POV.
• ────── ✾ ────── •
- Bien, señor Eisenstein- dijo la voz del Canciller Sheppard desde el otro lado de le enorme pantalla. Imagino que entiende el por qué se lo ha traído hasta este sitio...
- Me doy una idea, Rector...
Luego de aquella matutina muestra de autoridad por parte de las fuerzas disciplinarias, fui escoltado hasta una enorme sala vacía en uno de los pisos superiores del complejo académico.
Lucía como salido de esas malas películas de ciencia ficción que mi hermana solía mostrarme en sus ratos libres. No había puertas adicionales ni ventanas, sólo un gran círculo de gigantescas pantallas justo en el medio del cuarto.
¿Quién diseñaría algo tan poco práctico?
Pero bueno, casi todos los miembros del concejo docente estaban reunidos, incluso los supervisores de los demás dormitorios, con excepción de cierto hombre con doctorado.
Al parecer, aún debe estar lamiéndose las heridas en alguna parte de la isla... ya lidiaré con él de nuevo, cuando sea el momento...
- Para quienes no tengan conocimiento, les informo que el estudiante aquí presente ha violado una de las normas mas sagradas de nuestro reglamento. Se estableció que ningún miembro perteneciente al cuerpo estudiantil podía acceder a los terrenos del área conocida como Dormitorio Abandonado. ¿Qué tiene que decir en su defensa?
Varios de los profesores se mostraron sorprendidos ante tamaña acusación a mi persona, después de todo era su "estudiante estrella"...
Claro que, no me iba a quedar con los brazos cruzados.
- Si me permite, madame, podría decirme, en primer lugar, ¿Quién ha hecho tal acusación?
La mujer de boina tan sólo me lanzó una mirada gélida como si fuera yo la peor escoria de este mundo.
- Un aviso escrito llegó a nuestras manos informándonos del siniestro hecho.
- Entonces... ¿intenta decirme que todo lo que tiene contra mi es la palabra de un extraño? - respondí.
Tenía mis sospechas de que ésta no podía ser otra cosa que uno de los intentos de ahogado del Dr. Crowler.
Los docentes murmuraron entre ellos ante mi contestación.
- ¿Eso es cierto, señorita? - preguntó el Rector, esta vez poniéndose de mi parte.
- Es correcto, Canciller. Por desgracia, el autor del documento decidió permanecer anónimo.
- *Sigh* Debió comenzar por esa parte. ¿Tiene alguna otra evidencia que respalde la acusación en contra del joven Eisenstein?
- Mi equipo investigó el Dormitorio en cuestión y pese a haber señales de que invasión, no pudimos detectar nada que lo conecte al acusado. En ese aspecto, la carta que recibimos sirvió como el nexo.
- Mmm... entonces hay duda probable. Después de todo, alguien más pudo haberse colado al sitio e inculpar a Caelian.
Parece que hay alguien más con mas de una neurona en este sitio...
- Esa es... una posibilidad - respondió la fémina mostrándose pensativa.
Más yo no tenía tiempo para perder con los delirios de un par de ejecutivos incompetentes.
- Si el caso está aclarado, ¿puedo retirarme entonces, Rector?
- Bueno, en vista de que no...
- ¡Un momento! - se oyó la voz de la jefa de escuadrón nuevamente. Aún hay algo que deseamos saber.
- ¿Mmm? Y qué podría ser eso? - preguntó el profesor Banner.
- Cuando fuimos a detener al sospechoso, hallamos a alguien mas dentro de su vivienda...
La uniformada tomó, entonces, unos archivos.
- Si lo que dice esto es correcto, la persona que acompañaba a Caelian Eisenstein era: la estudiante de 1er año obelisco, Alexis Rhodes.
- ¡¿QQQQUEEEEE?! (Todos)
- ¿Le importaría decirnos que hacía una estudiante femenina tan temprano en tu alcoba?
El ambiente de la sala cambió de repente.
Todos me miraban con una expresión de decepción y enfado en sus ojos.
Incluso podía percibir el grado de corazón roto que mostraba cierta enfermera en jefe al oír los cargos.
*Sigh* Que problemático... si quería salir de un percance, debía de caer en otro...
Sin inmutarme siquiera, le devolví la mirada a mi acusadora.
Tendría que explicar todo correctamente, o mi misión se iría por el drenaje...
- Muy bien, "confesaré", si es que es su deseo- dije alzando una mano en señal de "rendición". Pero antes, debo aclarar unos cuantos puntos importantes...
Levanté el dedo índice.
Primero: Si, ingresé al edificio conocido como Dormitorio Abandonado la anterior noche.
Esta vez, hasta el propio Canciller estaba sorprendido.
- ¿Por qué, señor Eisenstein? ¿Qué lo llevó tomar tal decisión errónea?
- Por favor, Rector, aguarde a que termine mis declaraciones.
Mi dedo corazón ascendió en secuencia.
Segundo: La razón por la que tomé esta "absurda decisión", damas y caballeros, se encuentra aquí, en mi Agenda Electrónica- contesté, enseñando el aparato y reproduciendo el mensaje que Titan se había tomado la molestia de enviarme.
Las reacciones variaron entre horror y angustia.
No podían creer que un estudiante fuese amenazado y forzado a combatir frente a sus narices.
Por último mi dedo anular tomó protagonismo.
y Tercero: La razón por la que la señorita Rhodes estaba conmigo, fue porque le ofrecí asilo luego de que ella fuese secuestrada por la persona responsable de éste mensaje. Acabamos ambos, aproximadamente, a las 2 de la madrugada y como no podía dejarla regresar sola, le ofrecí alojamiento en mi observatorio. Nada "indecente" o ajeno a la moral ocurrió durante su estadía, por si alguno aquí se lo preguntaba...
Esto hizo que cierta profesora de ed. física suspirara aliviada, aunque. rápidamente, su expresión cambió cuando realizó que una de sus estudiantes había sido raptada por un mercenario.
- Habíamos acabado de desayunar y nos dirigíamos a explicar la situación a las autoridades cuando, la señorita aquí presente, irrumpió en mi residencia con su pelotón a cuestas - agregué no muy contento de haber tenido a un ejército montando una escena tan temprano.
Y ese sería mi versión de los hechos, Canciller Sheppard. Si aún quedan dudas, pueden preguntar su parte de la historia a la señorita Rhodes, no he querido preguntarle al respecto por el deseo de no revivir aquella mala experiencia.
Las caras de todos se relajaron al ver que mis motivos eran genuinos.
Aunque cierta fémina de uniforme aún no parecía satisfecha.
- ¿Qué puedes decir respecto al estado en el que encontramos ciertos sectores de la estructura? Muchas de las habitaciones parecían haber sido vandalizadas, ¿has tenido que ver en ello?
De hecho sí, pero es aquí donde el error de Crowler se vuelve la coartada perfecta.
Negué con la cabeza.
- Todo lo que hice fue buscar a quien secuestro a la señorita Rhodes a todo lo ancho del complejo. Desconozco el porqué esa persona destrozaría el sitio.
- ¿Está satisfecha con el testimonio del señor Eisenstein?
- Si, aunque aún creo que un castigo debe ser establecido. Por más extenuantes que hayan sido las circunstancias, no podemos negar que desobedeció las normas establecidas.
- P-P-Pero, tiene que entender, mi estudiante no tuvo mas remedio, además salvo la vida de una de sus compañeras - expresó el señor Sartyr, no acostumbrado a tomar la palabra en estas reuniones. Seguro que hará una excepción y...
- ¡NO ES EXCUSA! - replicó ésta haciendo retroceder al ex-cocinero. La Academia debe dar el ejemplo con estos casos, no podemos permitir que mas reglas sean burladas. Ambos implicados deben ser aleccionados.
- ¡¿EEHHH?! ¿Y porqué a una de mis obeliscos? - intervino la maestra Fontaine. Ella fue la víctima en todo esto.
- El muchacho dijo que el mercenario raptó a la chica, más no pudo haberlo hecho con ella estando en su dormitorio por lo que, es fácil deducir, que ella se encontraba fuera de su cama a la hora del suceso.
- ¿¡Intenta decir que mi estudiante tuvo la culpa de lo que acabó pasando!?
- ¡Damas, por favor! - interrumpió Sheppard, frenando el conflicto inminente. No estamos aquí para peleas innecesarias. Cómo sabemos, el daño ya está hecho. La pregunta que queda es: ¿Cuál sería un castigo apropiado dadas las circunstancias?
- Mi recomendación es que suspendamos al señor Caelian Eisenstein y a la señorita Alexis Rhodes por, al menos, dos semanas. Sugeriría una expulsión inmediata pero, en vista de las circunstancias, rayaría en el terreno de los injusto.
- Yo, por mi parte, propongo que ambos hagan trabajo extracurricular con alguno de los maestros - dijo la enfermera. Hay días en que el papeleo es extenso, no vendrían mal un par de manos extras.
Sentí una diminuta gota de sudor recorrer mi nuca.
¿Podría intentar no ser tan obvia, Srta. Fontaine?
- ¡Eso ni siquiera es un castigo!
- ¿Tiene una mejor idea entonces?
- ¡Acabo de decirla!
En lo que el par de féminas se enfrascaba en otra discusión insignificante, el Canciller se dirigió a mi por lo bajo.
- Hasta llegar a un consenso, nos tomaremos un día para rever el caso, puedes retirarte Caelian, verificaremos que la historia de la señorita Rhodes coincida y en base a eso plantearemos cuales serán las consecuencias. ¿Estás de acuerdo?
- Como usted diga, Rector.
De todas maneras, ya no soportaba este circo...
- Bien, decidido. Esta corte se reanudará el día de mañana. Cerraremos la sesión por ahora. Todos pueden volver a sus actividades.
• ────── ✾ ────── •
La jornada continúo como se acostumbra después de aquel incidente.
Naturalmente, el hecho de que uno de los novatos mas "brillantes" de todo el programa fuese escoltado por el Comité Disciplinario, generó un sin fin de nuevos rumores hacia mi persona.
Algunos hasta decían que podía estar involucrado con alguna de las Mafias Internacionales o que buscaba establecer un laboratorio de sustancias ilícitas en la Isla.
¿Cómo se puede tener tanta creatividad para inventar estupideces y no para dedicar al desarrollo de sus vidas?
Los más "afectados" por mi "arresto" fueron los demás miembros del Ra Amarillo, quienes no tardaron en intentar que "confesara" mi "crimen".
Mi respuesta fue, simplemente, mantenerme alejado.
No tenía que explicar nada a nadie.
Ni siquiera me molesté en aclarar la situación con Jaden o Bastion, no eran sus problemas. Eran los míos y saldría de estos con mis propios medios.
De vuelta en mis aposentos, decidí ocupar mi tiempo en algo mucho mas productivo.
Mas precisamente, en la caja sellada que descansaba en el centro de mi escritorio.
No sabía a quien pertenecía.
La habitación tampoco me había dado pistas del dueño u ocupante.
Pero de algo estaba seguro, podía sentir la presencia de un espíritu dentro de aquel joyero.
Sin perder mas tiempo, retiré el seguro sin hacer mucho esfuerzo y abrí la decorada tapa.
Su contenido no me sorprendió en lo absoluto.
Dentro de aquella caja, descansaba una carta.
Una con la imagen de un ángel.
Cómo si el universo no se cansase de recordarme mis fracasos...
- Honesto... murmuré leyendo el título. Para ser un naipe, abandonado por mas de medio año, lucía en muy buen estado.
Y su efecto era bastante práctico.
¿Quién se desharía de algo como esto?
¿Estaría relacionado con el espíritu que habitaba el objeto?
Sólo había una forma de saberlo.
Juntando mis manos, comencé a bañar la carta con parte de la energía de Shinato.
- Con eso debe bastar - dije, deteniendo la transferencia.
Al ver que nada ocurría, me sentí decepcionado.
- Quizás sólo se trataba de...
Pero antes que pudiese acabar mi hipótesis, sentí una presencia desconocida muy cerca.
Allí, en una esquina del cuarto, una figura alta muy similar a la plasmada en el naipe, me miraba con una mezcla de confusión y enfado.
- ¿Quién eres tú... y que has hecho con mi amo?
• ────── ✾ ────── •
Una vez más, plantearé una votación para decidir el destino de la trama, esta vez las opciones son:
OPCIÓN A - Caelian y Alexis participan en un duelo por equipo.
OPCIÓN B - Caelian enfrenta el castigo en solitario.
Depende una vez más de ustedes, lectores.
