Capítulo 34
La puerta de la tumba del pecado
天使たち


Hikari (narrando): 17 de agosto del 2004. Solo faltaban 3 días para la batalla final.

´´Después de su audiencia con el general Oriki Takeshi, Akiyama-kun e Iori-kun regresaron de inmediato a la mansión de Wisimon. Junto a ellos, elegidos de todas partes del mundo también llegaron junto con sus respectivos digimons acompañantes.

Eran niños y niñas de todas nacionalidades. La mayoría rondaban entre los 12 y 15 años.

´´ El idioma fue un problema al principio, pero nos la arreglamos con ayuda de varios dispositivos y traductores que Wisemon había instalado por toda la mansión. Además, no nos sorprendió que Jijimon y Babamon tuvieran las suficientes provisiones para atenderlos a todos, mismas que, aunque no durarían mucho, si lo harían lo suficiente como para llegar al día de la batalla.

´´Me pregunto, ¿cuanto tiempo Akiyama-kun e Izumi-kun llevaban planeando todo esto?

´´ Cuando finalmente llegaron todos, Ryo explico que Azulongmon nos estaría esperando la noche siguiente en el continente WWW. Al parecer, nos otorgaría todo el poder de la digi-intelectia para poder hacer evolucionar a los digimons a su nivel máximo. Solo así tendríamos una posibilidad contra el ejército de Daimons.

´´Nos explicó también, que esos poderosos monstruos tenían predilección por matar a los humanos antes que a los digimons, y que por la forma en como peleamos en esta dimensión, estaríamos en plena desventaja.

´´Para solucionar el problema, instalarían en los digivaices la función de su propio D-Ark, el cual permitiría fusionar a todos con sus respectivos digimons, y así, alcanzar el nivel máximo de digi-evolución.

´´Era conocida como "Matrix Evolution"

´´Desde luego, había muchas más cosas que explicar, pero por el momento, mando a todos a descansar y a prepararse para la gran batalla final próxima a librarse.

´´Antes de apartarme de todos esos jóvenes… me puse pensar.

´´¿Que los hacia venir aquí? …

´´¿Por qué estaban dispuestos a morir en esta guerra?


Prologo


Ichijoijin Ken sintió como si no hubiera interactuado con Motomiya Daisuke en un millón de años. Y es que para el poco tiempo que había pasado, el muchacho estaba muy cambiado.

Y no lo decía solamente por su playera negra y sus jeans oscuros. La ausencia de los googlees de Taichi y su actitud más serena, contrastaba con el escandaloso Daisuke al que estaban acostumbrados tiempo atrás.

No era para más.

Lo que le paso a su familia y el hecho de que se haya dejado corromper por el cuarto ángel caído era algo inconcebible.

Ahora mismo lo miraba a unos cuantos pasos, observando profundamente a su digimon acompañante.

– Oye… DemiV-mon. – Llamaba Daisuke al bebe recién evolucionado. – ¿Por qué tardas? ¿Pasa algo?

El pequeño permanecía petrificado, haciendo caso omiso a su camarada mientras mantenía clavada su inocente mirada en el joven que tenía enfrente.

Daisuke miro extrañado. Su digimon no podía dejar de ver a Akiyama Ryo.

– Quizás sea por eso. – Dijo Ichijouji Ken, acercándose de repente. Lo anterior al ver el gesto de preocupación del moreno. Y es que V-mon tuvo muchas dificultades para renacer y Daisuke temía que algo pudiera haber salido mal. Principalmente, que su recién nacido digimon no lo recordara. – Hace tiempo, la primera vez que viaje al mundo digital con Ryo-san, recuerdo que su digimon acompañante era, precisamente, V-mon. – Repitió Ken. Daisuke lo vio de reojo.

Ryo volteo sin percatarse de la situación. A penas miro por un instante a DemiV-mon, luego dio la media vuelta y se retiró inmerso en sus propios pensamientos

DemiV-mon continuaba inmóvil.

– Oye, ¿tienes hambre? Vayamos a comer algo antes de que se acabe. – Le digo Daisuke.

El pequeño volteo sonriente, al tiempo que dio un salto hacia los brazos de su camarada. El moreno lo recibió gustoso.

Los tres se encaminan. Daisuke continuaba sereno, pensativo.

Impulsivamente se paraliza de lleno, sin que el peliazul pudiera evitar ver el palidecer su rostro.

– ¿Estas bien, amigo? – Le pregunto Ken con preocupación.

Daisuke asintió con una sonrisa forzada.


17 de Agosto de 2004
20:00 hrs.
Fuente "Paraíso"
En el jardín de la enorme mansión de Wisimon.

Los dos digimons intentaban esclarecer su mente con la cristalina agua brotando a chorros por la hermosa fuente rodeada de angelicales figuras de piedra. Todo mientras las brillantes estrellas celestes iluminaban sutilmente el basto jardín.

– Hace tiempo que no hablábamos con calma. – Le dijo Tailmon al contestable.

– ¿De que hablas? ¿No es como si hubiera pasado demasiado? – Le respondió Patamon, algo extrañado.

Tailmon rio.

– Quizás para ti no lo fue tanto. Pero en cuanto a mi… pase mas de 8 meses dormido… – le respondió, lamentándose de si mismo. – ¿Recuerdas, las palabras que nos dijo Abbadodmon en aquel momento? – Continuo.

– Si… en ese instante, no lograba comprenderlo. Pero ahora que comienzo a recordar mas de nuestra vida pasada…. – se interrumpió así mismo, dejando salir de sus adentros un sentimiento de inexplicable nostalgia.

– ¿Que tanto recuerdas?

– Solo memorias borrosas. Pero estoy plenamente consciente de que los dos éramos digimons sagrados. Ángeles protectores del Kernel. Y también, de la rebelión contra el Dios del Mundo Digital.

– Es de lo que quería hablarte. – Continuo Tailmon, preocupado. – Hawkmon, Armadimon, Wormon, Terriermon y Lopmon no parecen saber nada al respecto. Dicen que pierden su individualidad como seres.

– ¿V-mon, también?

– Aun no ha digi-evolucionado. Se ha mantenido en su etapa bebe. No hay forma de saberlo. – Le respondió, pensativo. – Temo que esos 5, vayan ha hacer algo muy imprudente.

– Si ese es el caso, será mejor actuar de inmediato.

En el cielo estrellado, una nube comienza a moverse a le velocidad del viento. Atrás de ella, un tenue resplandor se hizo notar mas y mas conforme la nube se apartaba. Poco a poco, la luna se hizo presente. Tailmon se dejó hipnotizar por el resplandor azulado que el astro emitía.

´´Solamente hay un lugar donde pueden dilucidar sus dudas.


Parte 1:
Los Reyes Demonio y la voluntad oculta de Yggdrasil (II)


17 de Agosto de 2004
23:30 hrs

¿Que era lo que pensaba sobre Akiyama Ryo?

Eso mismo se preguntaba Daisuke mientras intentaba conciliar el sueño en la habitación que compartía con Hikari y Takeru.

Tenían que permanecer juntos, eso no cambiaría.

Pero justo ahora, aquello no importaba ante el temor que recién se le había despertado.

Primero lo primero. ¿Qué con Akiyama Ryo?

La verdad es que fuera de lo que alguna vez le contó Ichijouji Ken (y recientemente, Yagami Hikari), no sabía mucho acerca de ese chico, y lejos de que él hubiera sido pionero en la defensa del mundo digital, o de que los hubiera ayudado desde el comienzo cuando apareció el primer ángel caído, a Daisuke no le inspiraba mayor respeto que Taichi. El hecho de que no le callará bien a Wallace tampoco le daba buena pinta.

Poco importaba que fuera un poderoso agente de Yggdrasill y que en su calidad de adepto fuera respetado por el mismísimo cuarto ángel caído.

Akiyama sabía que Daisuke era uno de los 7 ungidos con el poder divino, además de uno de los tres marcados con "la corona de espinas" destinados a combatir de frente con "el maligno". Daisuke es imprescindible para la batalla final. Por eso se alió con el Arkham, por eso incluso estuvo dispuesto ha asesinar para poder cubrirlo ante las autoridades.

Todo eso le había beneficiado enormemente a Daisuke. Básicamente, el no estaba preso gracias a Ryo, y no podía evitar sentirse avergonzado cada vez que el tamer estaba cerca.

Pero eso si, tampoco es que estuviera agradecido. Finalmente, Ryo asesinó a muchas personas y se alió con tal escoria como Sthepen Upton.

Daisuke debería de odiar al tamer. Gracias a él, más personas tuvieron que morir por su causa.

¿Qué era mas fuerte? ¿La vergüenza o el odio?

También, tenía que profundizar más a detalle sobre las razones o motivos del por qué Akiyama Ryo luchaba tan desesperadamente. Pero eso era tema para otra ocasión.

Había otra situación más que merecía su atención. Algo que le preocupaba enormemente.

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18 de agosto de 2004
Mundo Digital
Zona Cero
Guariada de Wisemon
7:30 hrs


Flash Back


Big Digital World - Zona Kernel
6 meses después de la tercera guerra

Todo había sido envuelto por la oscuridad.

Tras la caída de la resistencia hace 2 años, las sombras se habían apoderado de cada rincón el mundo digital. El frío se sentía en el ambiente, y una sensación de vacío se había clavado permanentemente en el corazón de cada superviviente.

Ya no quedaba ni gota de esperanza, y es por eso mismo que el joven que se encontraba arribando al Karnell no dejaba de preguntarse una y otra vez por qué. ¿Por qué acudió al llamado de su amigo? ¿Por qué se encontraba en ese lugar?

¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué?

– Perdiste la guerra. ¿Que caso tiene continuar? – Se repetía una y otro vez así mismo.

Pero, aun así, el acudió. Agotado de pies a cabeza, sudoroso y sucio de varios meses. Con una rajada en su frente que recién había terminado de sangrar, y cargando sobre su espalda a moribundo Ciberdramon.

Akiyama Ryo, de 20 años, estaba a punto de caer desmayado tras escalar el ultimo escombro que lo llevaría a la entrada de la zona Kernel.

El Kernel. El paraíso creado por el Dios del Mundo Digital. Hogar de los digi-humans y de los digimons sagrados; y que ahora, se mostraba tan deplorable como cualquier otro sitio de este postapocalíptico Big Digital World.

Entonces, la vio. Por el impacto de la sorpresa de lo que estaba frente suyo, recupero un poco de fuerza. Y con unos torpes movimientos, se las arregló para arrinconar en el piso a su digimon, y luego correr para estar frente a frente con aquello que habían buscado con tanto afán durante toda la guerra.

Ahí estaba. La "puerta de la tumba del pecado". ¿Como es posible que todo este tiempo estuviera en una zona sagrada como esta? ¿Como es posible que el Kernel, considerado el Olimpo del mundo digital, haya albergado lo que se dice, es la entrada a las profundidades mas recónditas de la zona oscura?

Esquina a esquina la miraba boquiabierto, y cada que llegaba a uno de las siete coronas se detenía un poco para analizar el escudo que albergaba en el centro. El escudo de los 7 olímpicos que en tiempos ancestrales sellaron a los Reyes Demonio.

Un gemido de dolor interrumpe al tamer. Con un gesto de extrañeza voltea al lado suyo, solo para descubrir al chico ensangrentado que yacía en el piso.

– ¡Jenrya! – Grito antes de echar sus rodillas al suelo y acercarse a socorrerlo.

Ryo observa los ojos llorosos del peliazul, el hilo sanguinolento que escurría de su boca y el brotar de la sangre de su vientre.

– Resiste.

El peliazul utiliza sus últimas fuerzas para extender su brazo hacia el moreno y ofrecerle su D-Ark verde. Ryo lo observa por unos instantes. Llamaba la atención la estática que aparecía en la pantalla, y el kanji que el mismo Jenrya había dibujado torpemente en la parte trasera.

El adepto del orden no tuvo ninguna dificultad para saber que significaba ese kanji.

"Esperanza".

El tamer miro el digivaice incrédulo, pero cuando volvió a dirigirse a el, la luz en sus ojos se esfumo, al tiempo que una lagrima le escurría por la mejilla derecha.


Fin del Flash Back


Ryo despierta de un salto. Su corazón palpitaba tan fuerte que por un momento pensó que se salía de su pecho, y las sábanas con las que se había arropado estaban empapadas en sudor.

Con todo lo que había ocurrido en los últimos días, tan apenas logro conciliar el sueño.

´´Si. Eso fue todo. Solo un sueño.

Al mentalizarse de lo anterior, poco a poco comienza a tranquilizarse. Su frecuencia cardiaca se estabilizo, y el terror que se aferraba en sus adentros se estaba disipando.

El tamer que había engañado al espacio tiempo, y que para que la presente dimensión no lo desconociera, tenía que mantenerse en la forma de un niño, volteo a ver sus colegas que dormían al lado suyo.

Él ya era un adulto, en cambio, ellos si eran tan solo unos niños. Muchachos que con todo lo que conllevaba lidiar con los molestos cambios que ocurrían en sus cuerpos en desarrollo, tenían además la difícil tarea de salvar al mundo.

El tamer da un suspiro al notar que de nueva cuenta había recuperado la apariencia de cuando tenia 16 años. Ahora, el sabía que permanecería con esa forma de ahora en adelante. También sabía que ya no podría volver a utilizar el poder de Yggdrasil. De repetir tal hazaña, habría riesgo de desfasar el espacio a su alrededor.

``Está ocurriendo de nuevo. Esta dimensión ha comenzado a desconocerme.

Se quedo un rato pensativo. En su mente repasaba las palabras que "el maligno" le dijo la noche anterior, cuando intervino para alejarlo de los ungidos.

"… EL EVENTO PRINCIPAL QUE TANTO HAZ AÑORADO AL FIN SE HARA REALIDAD"

¿A que se referirá?

Incapaz de volver a conciliar el sueño, y ante la imposibilidad de deshacerse de dicho recuerdo del todo, decide levantarse.

No tardo mucho en llegar a la oscura biblioteca de la enorme mansión de Wisemon. Con las paredes tapizadas de incontables libros y un solitario escritorio en el centro.

El tamer llevaba consigo la computadora de Koushiro. De un solo movimiento, conecta su D-Ark a la laptop, al tiempo que se sentaba rodeado de oscuridad en la cómoda silla del escritorio.

El sutil resplandor que salió de la pantalla de su digivaice dejo ver la imagen holográfica de un joven Jenrya.

Ahí estaba. Aquel chico con el que tiempo atrás libró una batalla para salvar al mundo de la amenaza conocida como D-Reaper, y que con el que después unió fuerzas para formar la resistencia en el Big Digital World, enfrentar a los Reyes Demonio y acabar de una buena vez con la tercera guerra mundial que habían desatado en el mundo real.

Pero algo raro pasaba con el peliazul. Su rostro era el de alguien resignado a la muerte.

Como o que fue lo que le quito a la vida a Jenrya, continuaba siendo un misterio.

Ryo-san.– Le hablaba la holográfica figura, con la voz distorsionada pero claramente entendible, típico de los dispositivos digitales. – No se si puedas ver esta grabación. Me conformaría con que encuentres el algoritmo para traducir las tablillas de R´leyh. Si lograras encontrar a alguien capaz de usarlo, podrías saber la historia en su totalidad.

´´Te sorprenderás de la cantidad de información tal valiosa que encontramos. Supongo de todo es gracias a Ruki.

`` Es poco lo que logre traducir por mi cuenta. No porque no pudiera, si no, mas bien por que… como te podrás dar cuenta, no me queda mucho tiempo.

Con el rostro iluminado por el tenue resplandor de los aparatos, el tamer escuchaba sereno. Sus ojos secos apenas y se humedecieron por las escasas lagrimas.

``¿Quién iba a decir que esa pregunta que lanzaste al aire en un momento de desesperación e histeria iba a ser tan importante?¿Lo recuerdas? ¿Cuando te preguntaste por que? "¿Por que cada vez que logramos derrotar a un Rey Demonio, este resucita al poco tiempo?"

`` Quizá todos le dimos poca importancia por que estábamos envueltos en una ola de desesperanza y ya nada importaba. Pero, si hubiéramos mantenido la mente fría nos habríamos percatado de la importancia de tus palabras…

Ryo entrecerró sus ojos.

``Ejem…

``Perdón si le estoy dando vueltas al asunto. Supongo que es cosa del nerviosismo que sentimos los que estamos a punto de morir. Pero, aquí viene lo importante: Los Reyes Demonio… son indestructibles.

El tamer tensiono los músculos cuando escucho esas palabras

`` Cuando Yggdrasil tomo la decisión de esparcir a cada uno de los Reyes Demonio por todo el multiverso, no pensó en que la maldad se entrelazaría entre todos los mundos digitales. Paso el tiempo…, y… en alguno de estos, un Rey Demonio fue derrotado, lo cual trajo consigo un efecto increíblemente inusual. La luz crecía cuando esto ocurría, y para contrarrestarla, la oscuridad se intensificaba, lo cual multiplicaba enormemente el poder de los Reyes Demonio restantes, sumergiendo en la oscuridad a varios mundos.

`` Es así como Yggdrasil comprendió que estas entidades formaban parte del equilibrio y el orden, por lo que puso en marcha el sistema de seguridad supremo. Simplemente, cuando un Demon Lord era derrotado, este resucitaba sin mas.

``Piensa en el bien y el mal como caras de una misma moneda. Son seres elementales para el equilibrio, no deben de ser vistos como el enemigo a vencer.

`` Esto nos trae de vuelta a nuestra situación actual. Algo que contradice totalmente al orden impuesto por Yggdrasil. Es decir… ¿Como es posible que todos los Demon Lords estén reunidos en un solo mundo? Tomando en cuenta lo importantes que son para mantener el equilibrio en el multiverso, para que algo así haya ocurrido, es porque realmente debemos de estar jodidos.

`` Y viene la pregunta más importante. Si ellos no son el enemigo a vencer, ¿quien ó quienes son los verdaderos enemigos?, ¿quien o quienes son los causantes?

`` Es todo lo que logre investigar. Quizás, el secreto este en las tablillas que aún no hemos traducido. Pero desde ahora te puedo decir, que los responsables se deben considerar mas cercanos a Dios. No tan alejados de la divinidad como los demonios.

`` Solamente hay un grupo de digimons que cumplen con esas características. Y… esos digimons son…

...

Sorpresivamente, una voz no muy lejana completa la oración al mismo tiempo que Jenrya

– …los ángeles caídos. – Dijo una voz en las sombras.


Parte 2:
De regreso al Kernel


Era Wallace, que lentamente se acerco a la vista del muchacho.

– ¿No te enseñaron a llamar antes de entrar?

El americano se extrañó al ver como Ryo tenía la apariencia de 16 años.

– Por favor, no te quieras comportar como el mayor del grupo, te escuchas ridículo.

– Para ti es muy fácil juzgarme. – Dijo cortante, mientras se ponía de pie para estar frente a frente con el ungido. – ¿Tienes por lo menos una pequeña idea de todo lo que ha tenido que pasar para llegar hasta aquí? ¿Conoces la frustración de ver morir a tus seres queridos uno tras otro sin poder hacer nada? ¿O de ver de frente lo degenerada que puede volverse la mente humana en una situación de guerra?

–Ese es el punto. – Le respondió riendo levemente. – Quizás nos lo merecíamos. Quizás merecíamos que todo acabe.

– Eres uno de los 7 ungidos por el poder divino ¡No puedes hablar así! – Le advirtió desafiante, escondiendo rabia entre sus palabras entrecortadas.

– ¡Estamos forzando una realidad que no debió de haber existido! ¡¿Que te hace pensar que va a ser mejor que la tuya?!

El tamer no pudo contenerse, y sin pensarlo, empuja al americano al piso con gran facilidad, a penas y haciendo un débil movimiento con sus manos.

Wallace se levanta de inmediato.

– ¿Ya terminaste?

El tamer aparta su mirada, con enojo.

– No vine a buscarte para escuchar tus traumas. – Continuo el americano. – Parece ser que la explicación que nos diste a todos no le basto a los digimons.

Ryo voltea a ver al americano con una expresión incredulidad y fastidio.

– ¿Qué?

Una voz presurosa entro a la habitación a penas y el muchacho había terminado de hablar.

– ¡Ryo-san! …– Le llamaba Miyako, entrando presurosa. Cuando el tamer volteo, se interrumpió a si misma quedando boquiabierta.

Ken e Iori la seguían. Ambos también miraron al adepto un tanto sorprendidos.

– Que mas da. – Suspiro Wallace, cruzando los brazos y reuniéndose con sus compañeros.

– Ryo-san ¿Por qué te ves así? – Pregunto Ken.

– Es la edad que se supone tengo esta dimensión y época. – Respondió sereno – Ahora que la he recuperado, ya no podré ayudarlos con el poder del Adepto del Orden.

Todos se miraron entre si.

– De cualquier forma, ahora mismo eso no es importante. – Continuo tras una breve pausa. – ¿Por qué venían tan alterados?

– Nuestros digimons escaparon. – Anunció Miyako, no sin antes aclararse la garganta.

El tamer suspiro.

– ¿Como ocurrió eso?

– No sabemos. – Respondió Iori, mucho más tranquilo que su amiga. – Cuando despertamos ya no estaban.

– Nos dejaron este mensaje antes de irse. – Se apresuro a hablar Ken, mientras enseñaba a Ryo la pantalla de su D-Dako.

Unas luminosas letras parpadeaban una y otra vez en la pantalla del digivaice sagrado.

"KERNEL"

El tamer frunció el ceño.

– Deben de estar bromeando…

– Para nada. – Interrumpió una voz con tono inocente.

Era Tailmon. Tras de el, Daisuke, Takeru y Hikari le seguían junto a sus respectivos digimons.

– Fuiste tu quien les dijiste, ¿cierto? – Le cuestiono el tamer, conteniendo su ira. Todos voltearon expectantes. El digimon de Hikari asintió sin más. – ¿En que pensabas?

– Ellos solo quieren saber mas sobre su origen. – Musitó Tailmon, desafiante.

Akiyama volvió a suspirar como alguien a quien estaban a punto de colmarle la paciencia. Hubo otro breve silencio. Todos se observaban unos a otros sintiendo la agobiante pesadez de toda la situación.

– Prioridades. – Dijo al final el tamer, al tiempo que sacaba su digivaice resplandeciente.

El sorprendente aparato proyecto una imagen holográfica de todo Tokio visto desde los cielos. Cincos puntos rojos esparcidos por varias zonas parpadeaban, al tiempo que sobre ellos se dibujaba un pentagrama.

Todos lo miran casi hipnotizados.

– Tenemos menos de 36 horas, y todavía no hemos descubierto que va salir de esta cosa. O como se suponen que enviaremos a Hikari y los chicos a confrontar al cuarto – Dijo aminorando su tono lleno de desesperación. – Ademas… hay que llevar a todos al continente WWW con Azulongmon y organizarlos para la batalla… ¿¡Crees que tenemos tiempo para estas niñerias!?

Tailmon se le acerco desafiante. De inmediato, y sin pensarlo, Daisuke se interpone, apartando sutilmente tras de si al digimon de Hikari.

– Oye… ¿Quién te crees? Decir que son solo "niñerías" es un gran insulto. – Le advirtió al tamer, mirándolo firmemente. – No menosprecies a nuestras camaradas por querer saber más de sí mismos. Todos tenemos ese derecho. Nos hace madurar.

El ambiente se torno mas pesado.

Takeru sonrió pensando que agregaría esa a la lista de frases del chico, Ken se alegró al ver como en ese oscuro muchacho aun había algo del antiguo Daisuke y Akiyama no sabía si se quedó petrificado por las palabras del moreno o por lo determinante de su mirada.

Lo cierto, es que Daisuke de nuevo se comportó como el líder de los elegidos, y una vez que este lo noto, se estremeció de pies a cabeza. El sabia que con todo lo que había hecho, ya no podía considerarse como tal. Y en cuanto a la persona que tenia en frente, finalmente, el fue quien orquesto todo para protegerlo del gobierno y cargar con todos sus delitos. No podía desafiarlo sin más.

Al final, Ryo apartó su mirada.

– Lo siento. – Se disculpó, cortante.

Daisuke también aparto la mirada, casi al mismo tiempo que el tamer, sin saber que responder.

– Oigan… ¿por qué no nos calmamos? – Se acerco Ken mientras se interponía entre ambos. – Ya se los dijimos: no tienen por qué llevar toda la carga. Eso también aplica para ti, Ryo-san.

– Sin embargo… – Interrumpió Iori. – Akiyama tiene razón. Tenemos el tiempo contado.

– Me gustaría ir en busca de mis gemelos, pero supongo que lo mejor es que me quede aquí para investigar lo que pueda sobre ese pentagrama. – Dijo Wallace, con un gesto de indignación, mientras se rascaba la cabeza.

El tamer finalmente cambia su expresión por una mas serena.

– Bien. Miyako, Iori, Ken y yo iremos al Karnel. – Dijo Ryo, mirando a los tres ungidos. – Le explicare a los digimons todo lo que se.

Los jóvenes asintieron.

– Alguien debe de escoltar a todos al continente WWW. – Dijo Tailmon, mientras volteaba a ver a los 3 ungidos con la corona de espinas.

Las miradas de todos se dirigieron hacia los chicos. Los tres se estremecieron.

– Hikari, Takeru, Daisuke. – Les decía Ryo. – En situaciones como esta y como principales adversarios del último ángel caído, su deber es inspirar fortaleza y determinación a sus aliados. Nosotros los alcanzaremos allí

– No estoy seguro de poder hacer eso. – Dijo Takeru con gesto de preocupación. – Pero, temo que no tenemos otra opción.

El trio estuvo a punto de darse la vuelta cuando nuevamente algo detiene a Daisuke. DemiV-mon continuaba mirando fijamente a Akiyama Ryo.

El moreno se queda pensativo.

Una idea fugaz llega a la mente de Daisuke, y de repente, sus ojos se iluminaron súbitamente como los de alguien que hubiera encontrando un tesoro escondido.

– Llévalo por favor. – Le dijo a Ryo ofreciéndole a su digimon, mientras recuperaba el oscuro de sus ojos. – Quiero que el también disipe dudas. Además, puede que le sirva de estímulo para digi-evolucionar.

Ryo lanza un gesto de extrañeza, mientras todos miraban expectantes.

– Si ese es el caso, tal vez debas de acompañarnos tu también. – Dijo al fin el tamer.

– No. – Contradijo el moreno, firmemente. – Ya lo dijiste, nos necesitan aquí. Además, hay algo que quiero verificar.

Sorpresivamente, el pequeño digimon salta a los brazos del tamer. Ryo lo recibe presuroso. Una vez con el, DemiV-mon le sonríe tiernamente. El adepto lo observa sin saber que más hacer. Luego voltea incrédulo hacia Daisuke.

– ¿Algo que verificar?… ¿Pero que puede…

Ryo calla súbitamente al perderse en la mirada llena de determinación del muchacho.

– Daisuke, esto esta mal. – Insistió Ryo. – No es para nada conveniente que este pequeño se aleje de su compañero…

– Tu fuiste su compañero antes que yo. – Le replico, cortante. – Si hay alguien a quien puedo confiárselo, es a ti.

Ryo lo mira ingenuo, boquiabierto. Luego, el ver de nueva cuenta el sonreír del pequeño digimon hizo que un fuerte sentimiento de nostalgia le brotara en su pecho.

– Yo. No lo recordaba. – Dijo aclarando la garganta. – Tengo muchas lagunas mentales, principalmente de cuando viaje por primera vez al mundo digital.

– Como sea. Tu confía en mí. – Dijo el moreno mientras se daba la media vuelta. Luego, de manera despreocupada y con las manos dentro de los bolsillos se dirigió lentamente a la salida de la habitación. – Ya les dije que tengo algo que verificar. Te lo encargo, Akiyama.

El tamer quiso replicar nuevamente, pero Ken se le acercó para negarle con la cabeza. Todos ven preocupados como el moreno se retira. Hikari y Takeru le siguen casi de inmediato. Ambos miraron a Daisuke con la misma cara de incredulidad que todos los demás, sin embargo, en el fondo ellos dos confiaban ciegamente él.

Ryo vuelve a suspirar, sin más. Luego, alza la voz para llamar a su aliado.

– Wisemon.

Y de la nada, un enorme libro flotante aparece ante ellos. Como si unas manos invisibles lo manipularan este se abre justo en medio y de sus páginas sale el digimon sabio.

– Con tu ayuda llegaremos al Karnel más rápido.


Parte 3:
Revelaciones (IV). Ángeles


18 de agosto de 2004
Mundo Digital
Zona Cero
Guariada de Wisemon
10:00 hrs

Era un sonido casi hipnotizante: el pitido que hacia el monitor con cada latir del corazón de alguno de los muchachos, y que mediante sensores y electrodos, registraba no solo un trazo electrocardiográfico, si no además el estado funcional respiratorio y tensil.

La chica observo solo por unos instantes a Yamato y Koushiro. Sus rostros carentes de color, palideciendo mas y mas a cada minuto que pasaban mientras se encontraban en coma. Arropados con sabanas blancas. Canalizados de ambos brazos para que se les infundieran temporalmente los nutrientes que sus organismos necesitaban, pero que, como bien les explico Babamon, dichas medidas eran solamente temporales en los pacientes comatosos. Conforme pase el tiempo, requerirán otras medidas especiales. Algunas quizás no se les puedan proporcionar el mundo digital, por lo que tendrían que ser llevados al "mundo real".

``Eso si el mundo no termina.

Se repitió varias veces Hikari en sus adentros, consciente de que la última batalla estaba a punto de librarse.

Pero lejos de atormentarse por la venidera confrontación final, en la mente de la chica solamente cabían los recuerdos con su hermano Taichi, mismo a quien volteo a ver con melancolía.

Y como si alguien estuviera bombardeando su mente, el pitido de los monitores se alargaba mas, al tiempo que "flashasos" de recuerdos aparecen fugazmente al grado de ser tan reales que pareciera como si los estuviera viviendo nuevamente; al menos por unos cuantos segundos. Dicha situación era estresante. Hikari pensó que estaba perdiendo la cordura.

La primera vez que Taichi regreso del "mundo digital" junto con Koromon. La vez que su hermano la corrió de su cuarto por ir a dormir con el sin su consentimiento. La primera vez que viajo al "mar de las tinieblas". Y cuando en el "sueño profético" Hikari corría para alcanzar la figura de Taichi solo para darse cuenta de que en realidad se trataba de "el maligno" encarnado.

La chica se estremece con todos esos recuerdos mientras siente una fuerte opresión en su abdomen y el regurgitar de sus entrañas.

Haciendo una muesca de asco, deja salir el contenido su estómago.

La chica hiperventila por unos instantes. El ardor en la boca del estómago era intenso, pero poco a poco se aminoraba.

Pasada la conmoción, se limpia los labios con un pañuelo, para luego regresar su mirada hacia su inconsciente hermano.

Los rostros de Daisuke y Takeru pasaron por su mente.

Regresando a la realidad, la adepta de la luz analiza la imagen que tiene enfrente. Y es así como con una mirada llena de determinación, finalmente toma una decisión.

´´Ya no más.

Y sin volver a mirar atrás, la elegida abandona la habitación.


18 de agosto de 2004
Mundo Digital
Entrada al Kernel
10:30 hrs

– Esto no deja de sorprenderme. – Decía Miyako mientras caminaba sigilosa sin evitar ser hipnotizada por el oscuro del vacío infinito en el cielo y el sutil resplandor de millones de estrellas que comenzaban a brillar mas intensamente conforme el grupo de niños avanzaba.

Al resto de los ungidos les ocurrió lo mismo. Ryo era el único que se mantenía sereno.

Sorpresivamente, un puente de luz aparece para guiarlos, el colosal portón de roca tallado con la simbología del alfabeto digital.

– Cuando estuvimos aquí recuerdo aparecieron 6 puertas. – Digo Ken de cerca.

– Eso es porque el Kernel había sido invadido por la zona oscura y Kazbeelmon lo controlaba. – Le refuto Ryo justo en el momento en se detuvo para observar de frente el enorme portón de 5 metros de largo. – Ustedes no conocieron ni una décima parte de todo el Kernel.

Iori mira al lado para descubrir en el piso el satélite que instalaron hace tan solo poco mas de dos semanas. Totalmente averiado. Luego, tiene la sensación de calor en su bolsillo izquierdo.

Cuando Ken y Miyako notan lo mismo, lo tres sacan sus digivaice triangulares casi al mismo tiempo. Un tenue resplandor se hizo presente en la pantalla redonda del D-Dako.

– Parece ser que nos dan la bienvenida. – Dijo Ryo tras aclararse la garganta.

El enorme portón comenzó a abrirse de par en par mientras dejaba de eco con fuerte rechinido.

– Mejor avancemos. Aun queda mucho camino por recorrer y los digimons ya deben de estar muy adelantados.

Lo que encontraron cuando atravesaron el portón los dejo boquiabiertos.


Mundo Digital
Kernel. Núcleo central.
15:30 hrs

Visto de lejos, el Kernel se asemejaba a un fresno del tamaño de una montaña descomunal, y que brillaba con un plateado tenue. Entre sus incontables ramas y troncos inmensamente gruesos, múltiples edificaciones, plataformas y caminos construidos de un mármol blanco como la nieve se expandían por toda su superficie. En el punto mas alto, tres super estructuras se elevaban hacia el espacio estelar. En medio se encontraba un castillo color plata de estilo romanico, y a ambos lados, dos torres hechas de roca maciza llamadas "core tower" y "chaos tower"

Iluminados por el poder divino, los 5 digimons se adentraron al castillo plateado haciendo uso de múltiples portales de luz esparcidos por toda la zona sagrada. Tras pasar por varias habitaciones llenas de ruinas y escombros (vestigios de lo que pareciera fuera una ataque masivo) al fin llegaron a donde sus corazones los llamaban.

En lo que pareciera un pateo central a todo el magnifico castillo, tapizado de una plataforma rocosa en cuya superficie se apreciaban los tallados del alfabeto digital, la enorme escultura de 7 ángeles se elevaba a la superfice.

– Es aquí. – Exclamo Hawkmon sin perder la vista en las 7 estatuas que estaban polvosas y llenas de moho.

Cada que se acercaban, notaron con detalle que las mismas comenzaban a brillar de un color plateado, y cuyo resplandor se intensificaba conforme los digimons seguían avanzando, llegando a ser tan poderoso como para deshacer cada partícula de suciedad.

Una vez de frente a las mismas, el resplandor ceso dejando a las estatuas relucientes. Armadimon nota el tallado que estaba esculpido en la base de una de las estatuas.

– Miren esto. – Les llama mientras señala el extraño símbolo.

– No solo es esa estatua. – Dijo Wormon. – Todas tienen un símbolo parecido.

Lopmon y Terriermon se acercan. Primero inspeccionan de lejos las estatuas que tenian en frente, sin poder identificar el parecido a algún digimon tipo ángel que hayan visto antes. Luego, ambos gemelos se acercan para analizar de cerca a los extraños simbolos.

– ¿Qué significaran estos símbolos? – Dijo Terriermon mientras tocaba con delicadeza el grabado en la roca. – Parecen…

– Son los símbolos grecorromanos de los planetas, antes utilizados ampliamente en la astronomía. – Le interrumpió de repente el eco de una voz nasal. La misma poco a poco se iba aclarando al tiempo que una joven figura salía de entre las sombras. – Clásicamente, se han utilizado para representar a los dioses olímpicos.

– ¡Akiyama Ryo! – Grito sorprendido Lopmon.

Todos los digimons se estremecen al ver como Miyako, Ken e Iori lo acompañaban.

Ryo se acerca al símbolo que estaba enfrente de los digimons gemelos. Una vez estando de frente a la estatua, se agacha para tocar el grabado.

– Este por ejemplo, consiste en un circulo coronado con una letra "H". Debe de ser el símbolo de "Urano"– Continuo explicando el tamer. – Como saben, muchas cosas en la mitología creada por los humanos, se reflejaban su mundo. Tiene sentido si describimos a el Kernel como "el Olimpo del mundo mundo digital"

En esos momentos, DemiV-mon salta de entre la ropa de Ryo y avanzando con rapidez, se detiene para observar con interés una de las angelicales estatuas.

– ¡Eso no nos dice nada, Akiyama Ryo! – Grito molesto, Terriermon.

– Nosotros solo queremos… – Continuo Hawkmon. – ¡Queremos saber de donde venimos!

El tamer baja la mirada, no sin antes suspirar de nuevo.

– Déjenme contarles una historia que escuche mientras lideraba la resistencia contra los Reyes Demonio en el Big Digital World

Todos escuchan atentos, no sin antes sentir nerviosismo en el pecho.

´´Hace mucho tiempo. En uno de los tantos universos existentes, un grupo de humanos programo una inteligencia artificial en base a un virus que vagaba por la red. Esta inteligencia artificial eran los digimons.

En un esfuerzo para darles a sus creaciones un sitio donde vivir y desarrollarse, en el vacío infinito de la red, se creó el "Mundo Digital".

El humano encargado de programar este "Mundo Digital" creo una zona conocida como "el Karnel". Desde "el Karnel", este humano vigilo a sus creaciones, autoproclamándose "Dios del mundo digital". Todo bondadoso y sabio.

Si bien, "Dios" era omnipotente en el Mundo Digital, lo cierto es que fuera de este no era más que un simple humano. Limitado por su terrenalidad, decide hacerse de "una mano derecha" que le ayude vigilar el progreso y evolución del mundo digital y sus criaturas. Para ese propósito creo a "los digimon sagrados", todos del "tipo ángel" y con los atributos y poderes especiales otorgados por "Dios".

Como parte del progreso y evolución de la sociedad de este nuevo mundo, los digimons, diferentes los unos de los otros, pensantes y con raciocinio, no tardaron en pelear entre sí. Ante esto, "el Dios de los digimons" decide que Lucemon descendiera del Karnel para poner orden y paz.

A diferencia de "Dios", Lucemon siempre estaba presente ante las adversidades, por lo que con el paso del tiempo, a ojos de los digimons, Lucemon llego a ser considerado como "el verdadero Dios del mundo digital"

Conforme pasaba el tiempo y los digimons se enfrentaban a un sin fin mas de adversidades, las ángeles del Kernel se dieron cuenta que su "Dios" no era sabio, ni mucho menos bondadoso.

Así que sucedió lo inevitable.

Liderados por Lucemon, un grupo ángeles del Karnel se revelo contra "Dios". Es así como dio inició la "gran guerra santa, del Mundo Digital".

Fue una guerra sin precedentes, como nunca jamas se ha visto en la historia. Los ángeles leales a "Dios" desterraron a los rebeldes del Karnel, originando a "los ángeles caídos".

Como preludio del final de la guerra, muchos de "los ángeles caídos" se fueron alejando más y más de la luz y se dejaron consumir por la oscuridad de "los 7 deseos". El resultado fue el nacimiento de 7 poderosos entes quienes se decía eran la oscuridad materializada, y cuyo poder era tan grande que rivalizaba con el de "Dios".

Ellos eran "Los Grandes 7 Reyes Demonio o Demon Lords"

Llegado el final de la guerra, siete arcangeles olímpicos enviados por "Dios", sellaron a estas entidades en el interior de la zona oscura con ayuda de "las coronas astrales". Dichas coronas estarían conformadas por el símbolo del ángel olímpico, el astro que lo rige, el nivel de la zona oscura en el que la entidad fue sellada y el código "666".

Todos escuchaban la historia del tamer con sumo interés. El breve silencio que hubo hizo brotar en el pecho de los oyentes muchas ansias por que Ryo continuara, aunque probablemente ya todos sabían que era lo que el adepto estaba por agregar.

– Ustedes son la reencarnación de los "7 arcángeles olímpicos" que sellaron a los Demon Lords. – Prosiguió Ryo. – Y ahora, libran la batalla contra los verdaderos enemigos: "Los ángeles caídos".

Todos miraron al chico sereno.

Armadimon se acercó a la estatua del ángel correspondiente a uno de los símbolos y miro con detalle el nombre grabado con la base.

– Nuestros nombres no concuerdan con ninguno de los que están grabados aquí.

– Eso es por que fueron bendecidos por el poder del Uno. Todos los digimon tipo ángel que nacieron con ayuda del Divino Alpha kai Omega, jamás habían existido en ningún otro plano. Nacieron como digimons nuevos solo aquí. – Continuo Ryo mientras caminaba rodeando cada uno de las estatuas intentado grabar en su mente su formas angelicales. – Probablemente ustedes, al ser herederos de los digimons sagrados del Kernel, eran los más dignos para utilizar el nuevo poder.

Los digimons se miraron unos a otros, sin saber más que preguntar. Todo lo que lo que explicaba Akiyama Ryo tenía sentido, al menos en esos momentos.

Finalmente, pasados unos instantes más, Iori se acercó.

– Supongo que esto responde a muchas de tus dudas. – Dijo dirigiéndose a su digimon. Armadimon se encogió en hombros.

– Nosotros no queríamos abandonarlos. Jamás lo haríamos. – Dijo esforzándose por ocultar la pena en sus palabras.

– Queremos ser fuertes. – Dijo Hakwmon bajando la cabeza y cerrando sus ojos con fuerza. – ¡Queremos vencer al cuarto ángel caído!

– Es solo… que no queremos tener dudas. – Puntualizo Wormon mientras se dirigia a Ken con los ojos llorosos.

Ken se agacho para tomar a su digimon y abrazarlo con ternura.

– Para lograr la evolución sagrada, debemos conectar con nuestros camaradas humanos sin tener la mínima duda en nuestros corazones. – Explico Lopmon, apartando la mirado de los demás con cierta vergüenza.

– Lo sabemos. – Le respondió Miyako sonriéndole amablemente. – Wallace también lo sabe, por eso se quedó a ayudar en la mansión de Wisemon confiando plenamente en que ustedes regresarían.

Intentando contener el llanto, ambos digimons gemelos no pueden evitar que sus ojos se llenen de lágrimas.

– Wallace…, – dijo Terriermon entre chillidos. – perdónanos.

Todos abrazaron a sus digimons. Ryo mira la escena mientras se seinte aliviado.

Un sutil resplandor es notado del otro lado de la estatua. Todos se acercan para ver aun recién digi-evolucionado V-mon, misma que había sido estimulada al estar en contacto con la estatua que representaba su ángel.

Con esto, los digimons regresarían más motivados que nunca para la batalla final.

::::

Una sensación de escalofrío interrumpe súbitamente la escena. Ryo siente esa típica sensación desgarradora, mientras un extraño presagio le obligaba a alejarse de sus compañeros.

Al lado del patio donde se encontraban, una oscura sala emitía una energía pesada. Impulsado por el sutil resplandor purpura, casi mesmerizante, Ryo se dirige a la oscura zona, no sin antes pensar que estaba a punto de descubrir algo de suma importancia.

Llegado al sitio. El tamer mira sorprendido esa imponente estatua de un resplandeciente purpura. Una demoníaca y aterradora figura abrazaba firmemente una puerta rocosa color azul celeste, y esparcida por todos sus esquinas, se encontraban 7 sellos malditos.

– Eso es… – dijo Iori, al recordar a ver visto no hace mucho aquel aterrador monumento.

Ryo apenas y volteo para percatarse de que todos lo habían seguido. Lo que tenían enfrente era…

A penas unos instantes después, la rocosa estructura comenzó a levitar sobre ellos, para luego salir disparada hacia el espacio estelar.

Entonces, las palabras que "El Maligno" le dijo antes de desaparecer la última ocasión, retumbaron en su mente como un zumbido ensordecedor:

"Akiyamo Ryo. El evento principal que tanto has añorado al fin se hará realidad."

– Ya entiendo. – Bramo para si mismo el tamer.


Mundo Digital
Zona Cero
Mansión de Wisemon
16:00 hrs

Wallace hojeaba con aburrimiento las secas hojas de un polvoso y grueso libro, convencido de que por lo menos encontraría alguna pista, ya que hablaba sobre pentagramas y portales del mundo digital. Se detuvo un momento cuando en una de las páginas, vio el esquema de "las siete 7 coronas astrales". Muy extrañado de que se mencionaran dichos símbolos en un libro como ese, el americano frunció el ceño tras comenzar a leer la información que estaba al pie de página.

El pitido de la computadora de Koushiro interrumpe su lectura. El rubio enciende el monitor para ver la imagen distorsionada de Ryo.

– Wallace…, – le llamaba con el audio apenas reconocible. – busca en el libro azul que deje al lado del escritorio, en el piso.

El americano obedeció de inmediato. Tan pronto abrió el libro, busco algo en relación con los "sellos astrales". No tardo ni un minuto en hallarlo.

– ES LA PUERTA DE LA TUMBA DEL PECADO.

El chico se estremeció de pies a cabeza.

No había duda. Era lo que iba a salir al centro de aquel pentagrama que cubriría Tokyo.

Las palabras que estaban escritas helaron la piel del americano:

"La aparición de la puerta maldita en el mundo humano pronostica el final de los días. De ella, se manifestarán dos portales. Del primero, saldrá el anti-Dios, alentado por la sangre de los muertos en guerra. El segundo, será una entrada hacia los territorios del señor de los abismos, alentado por el sacrificio de los grandes pilares y misma que solo puede ser atravesada por los marcados. Es allí, y solo allí donde se llevará cabo "el juicio final"


Parte 4:
Entra Akira (II)


18 de Agosto de 2004
Mundo Digital
Dark Area. Mar Dagon.
16:00 hrs

Nadie podía dejar de pensarlo, después de todo, era algo que caracterizaba a aquellas tétricas tierras. El silencio enloquecedor, las tenues venticas y el sonido de las olas bañando suavemente las negras arenas. Pocas veces aquel abismal ambiente era perturbado, quizás la última ocasión que ocurrió fue cuando el caído Samaelmon aparecio en este mundo. Con su inmenso poder la distorsión que ocasiono el mar oscuro provoco eventos sobrenaturales, con tormentas eléctricas de un color rojo escarlata, rayos y centellas tan ostentosos que con solo escucharlos pensarías que si uno cayera en la tierra, sería capaz de partirla en dos. Poderosas ventiscas capaces de llevarse pesadísimas estructuras. Pero sobro todo, las olas enloquecidas saltando grandes distancia como si intentaran tocar el siniestro cielo cubierto por nubes negras.

Justo ahora, la Dark area se encontraba sufriendo tal devastadora situación, y para un experto como el tamer Kaiba Akira, era un fenómeno que no podía pasar desapercibido. Después de todo, la última vez que ocurrió, el tercer ángel caído se había manifestado.

̶ ¡¿Qué está pasando aquí, Akira-san?! ̶ preguntaba el novato Dorumon a su tamer, gritando, en un intento por vencer el ruido de la terrorífica tormenta.

El da unos pasos adelante no sin detenerse en el momento justo en que sus pies tocaron el borde del enorme acantilado.

̶ ¡Una distorsión esta por originarse en la zona oscura! ̶ Respondió en voz alta, mirando casi hipnotizado el brutal saltar de las olas a lo lejos. ̶ ¡El "mar de las tinieblas" comenzara a invadir el mundo real de este plano! ̶

̶ ¡Entonces, la batalla final está a punto de comenzar! ¡¿No?, Akira-san!

̶ ¡Asi es! ̶ le respondía a su digimon entre cerrando sus ojos azules. ̶ ¡Y temo que esos niños aun no estén listos!

Una ola choca brutalmente cerca de los dos compañeros, haciendo caer múltiples gotas que terminan por empapar a ambos. Akira se limpia los ojos con la manga de su brazo y Dorumon se sacude el agua como si de un perro se tratase.

̶ ¡Dorumon, regresemos!

̶ ¡Sí!

Pero apenas y el joven se dio la vuelta, algo muy extraño ocurrió. El silencio abismal que caracterizaba a la zona oscura regreso de un momento a otro. Las ventiscas cesaron, los truenos se apaciguaron y las sutiles olas del mar apenas y tocaban las orillas.

El tamer se paraliza para luego lanzar una mirada de incredulidad. Sutilmente dirige su mirada hacia los oscuros cielos solo para mirar con sorpresa como las nubes de tormenta dejaban las alturas al descubierto.

Una colosal figura emerge poco a poco de las negras aguas.

Al tamer ríe tenuemente. Lentamente, instante que pareció durar mucho más de lo que era, Akira voltea para mirar firmemente a aquella abominable criatura.

̶ No espera verte tan pronto. Dagomon.

Pero tan pronto Akira fijo sus mirada en los ojos rojos de su adversario su sonrisa se quebró. La imagen del montruo marino se distorsioba sin censar.

Una oscura energía se alzaba suavemente, y a ambos compañeros no les quedo más sentir el característico escalofrío surgiendo desde su pecho para luego apoderarse de cada célula en su cuerpo. El desgarrador frio logro hacer que el tamer se estremeciera

̶ Akira-san… ̶ le volvía a llamar Dorumon, con una voz que alertaba un gran peligro.

Tras escuchar el llamado de su digimon, el muchacho logro reaccionar. Tan apenas y logro ponerse alerta cuando en horizonte ve aquellas extrañas criaturas aparecer sin cesar. Unas emergían de las oscuras aguas del mar, otros caían sorpresivamenre del negro cielo, o salían de entre los terrenos rocosos.

De un momento a otro, Akira y Dorumon se vieron totalmente rodeados por miles y miles de esas criaturas. Con esa extraña forma andromorfa, cabezas que se asemejaban a las de un pez, sus grandes y penetrantes ojos sin parpados, branquias en el cuello y las extremidades palmeadas. Un liquido vizcoso de un negro profundo escurría lentamente por todo su repulsivo cuerpo.

`` The Deep Ones…

Pensó Akira al recordar que dichas criaturas concordaban con las que describían en las murallas R´lyeh

Una macabra risa sono como eco lejano por toda la zona oscura. Akira volteo a ver la distorsionada imagen de Dagomon. La sonrisa era tan amplia y grotesca que le disfiguraba el rostro. Aquella esencia oscura y cósmica que de su cuerpo emanaba poco a poco hacia que su gigantesco cuerpo tomara una nueva forma.

Akira dio un pasa enfrente y con su D-Gauntlet el mano, se preparaba para defenderse.

̶ ¿Quién eres realmente?... Dagomon.

CONTINUARA…


Nota de autor

Y aquí sigo. A pesar de todo el tiempo que ha pasado, y con la historia a unos meses de cumplir los oficialmente los 15 años.

Comentar, que no podía dejar atrás a los digimon en su desarrollo. Antaño, recuerdo como en los foros animekai y pikaflash, había quienes expresaban su descontento de como en los animes jamás desarrollaban a los digimos como personajes, enfocándose solamente en sus compañeros humanos. Y es que si hay algo que esta claro, es que los digimons son seres totalmente pensantes e independientes.

No considero que haya logrado mucho en ese aspecto (ni en este capitulo ni en anteriores), pero con todo lo que aun falta por contar, esa tarea seria imposible. Aun así, algo es algo.

Todavía faltan algunas piezas por colocar antes de escribir los capítulos finales.

Debo de admitir que cada vez es mas difícil (la muestra está en que este capitulo tardo casi 4 años en escribirse) y siento con frustración que he creado una historia que no puedo terminar.

Y aun así, con toda la intención de culminar este FanFiction.

Hasta la próxima, y feliz año a todos.