¡Dame tu fuerza Pegaso!

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El Redentor 777. Pue ahora que lo me dices, tienes razón, aunque me gustaba más Grecia porque como allá hay más esculturas, edificios famosos, pues me decidí finalmente por ahí. Aun así, habrá que disfrutar. ¡Saludos!

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RinMakoto. Al menos no nos enfrentaremos a Dio jajaja. Al estar en la zona de los dioses, quien sabe, a lo mejor se encuentran a algún Caballero de Athena y sus Armaduras, aquí todo es posible. ¡Saludos!

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Sin más, comencemos…

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Grecia, lugar de las antiguas civilizaciones, las cuales fueron de las más avanzadas en su tiempo, ahora era visitada por los chicos los cuales estaban fascinados por las ruinas de la Antigua Grecia.

- ¡Arisa! – Kasumi llamó a su amiga tecladista – sube aquí, esto es súper genial.

- Ya lo sé, según la guía este es el Templo de Zeus.

- ¿Zeus? ¿El Rey de los Dioses? – dijo Saya.

- ¿Tan grande era? – preguntó Himari.

- Dicen que era el que mandaba a todos los dioses, incluso a sus hermanos Hades y Poseidón.

- Es genial.

- ¡Tomoe-san! – la voz de Hibiki llamó la atención de las chicas, en especial de la Udagawa mayor la que quedó ida ante esto.

- ¿Te llama ese chico Tomoe-chan? – Tsugumi miró a su amiga de cabello rojo la cual estaba prestando atención a quien era el joven que la llamaba.

- Hibiki-san, eres muy lento – Kawakita pasó volando por el lugar mientras iba al interior del Templo de Zeus y las bandas miraban la escena algo extrañadas.

- Tomoe-san, eso no es justo, eres más atlética que yo – reclamó el peli humo llegando al llegar al sitio.

- Este… disculpa – Ako quería llamar la atención del joven, pero fue interrumpida.

- ¡Ven, vamos adentro! – la peli negra lo atrajo adentro del Templo y se perdieron en ver las estructuras antiguas.

- ¿Alguien me puede decir que pasó? – preguntó Ran.

- Creo que esa chica se llama Tomoe, así como Tomocchi – dijo Moca haciendo caer en razón a las demás, hasta que llegó Tsubasa.

- ¿Por qué se fue Tomocchi? – al decir eso, las demás miraron a la castaña - ¡¿Estás aquí Tomocchi?!

- Aquí está – Moca señaló a la Udagawa mayor la cual quedó pensando en algo.

- Ahí estás Tomocchi – Tsubasa miró a Kawakita a lo lejos y esta la saludó y fue directo a su amiga de ojos verdes.

- ¿Qué fue lo que pasó? – Hagumi preguntó.

- Es que esa chica se llama Tomoe también, es lo lógico – volvió a decir Moca.

- ¡Puedo caminar solo Ryo! – las chicas escucharon una voz familiar, más para las chicas de Poppin' Party. Las chicas de BanG Dream se escondieron detrás de unas columnas de piedra a mirar la escena.

- Es el novio de Kasumi-chan – dijo Chisato sonrojando a la castaña.

- N-No es mi novio.

- Vamos, no hay que esconder las cosas Kasumi – dijo Lisa – hay que aceptar las relaciones que uno tiene.

- L-Lisa-Senpai.

- ¡Date prisa! Y eso que eres campeón de futbol allá en Honduras – le reprochó Shinonome.

- Ryo, deja de joder por una vez, ya vamos a llegar.

- ¡No estoy jodiendo! Solo te estoy diciendo que te apures – dijo el hondureño.

- ¿Es Maldonado-kun? – Himari miró al moreno el cual iba detrás de la peli azul.

- Sí, y la chica parece que es una compañera de él.

- Ramón, quiero ver la ciudad entera – al decir eso, todas las chicas quedaron con la boca abierta y Kasumi igual, la chica de cabello azul llamó la atención ya que nombró al peli negro con su nombre.

- Ryo, ya deja de quejarte por favor – dijo el chico yendo de lejos con la peli azul mientras iba peleando algo.

- ¿Por qué esa chica iba llamando a Maldonado-san por su nombre?

- Ni idea – Mashiro miró que alguien más venía – creo que alguien se aproxima.

- ¿Segura que quieres ver estas ruinas Kana? – preguntó un joven de cabello castaño que iba con una peli negra.

- Sí, leí una vez que estos monumentos eran de significado histórico y siempre me pareció interesantes verlos Joan.

- Ese chico – Rui miró fijo al castaño el cual iba hablando con una chica muy parecida a ella.

- Yashio-san, esa chica se parece a ti – la vocalista de Morfonica notó el gran parecido de Tsukumo con su amiga violinista.

- Ese fue el chico que me besó el otro día – al decir eso, todas las chicas la quedaron viendo.

- ¿T-Te besó? – sus compañeras de banda quedaron impresionadas por eso.

- ¡Tsukumo! – la española llegaba detrás de la peli negra que iba con Joan – no te adelantes con Carlos, él no es de tu propiedad.

- E-Esperanza…

- Cortés-san, él es mi quedante y ya teníamos algo desde antes de que llegaras a Japón, ambos nos amamos.

- Pues no hablan el mismo idioma, yo lo conozco más que tu – ambas chicas se fueron a pelear mientras iban a las entrañas del Templo.

- Hablamos japonés, ambos nos entendemos, así que no habrá problema en eso.

- No me cambies el tema Tsukumo, vengo a reclamar a Carlos.

- C-Chicas…

- No pienso dejarlo ir, si he de luchar contigo, lo haré Cortés-san.

- Lo mismo digo Tsukumo.

Por alguna razón, a ambas las envolvió un aura de color dorado el cual llamó poderosamente la atención de dos hombres que pasaron por ahí.

- ¿Ves eso Aldebarán? Es un cosmos muy poderoso – dijo un peli verde que llevaba una caja de Pandora Dorada con el dibujo de una cabra en ella.

- Sí, no creí que hubiera con ese semejante poder, incluso diría que es como los Caballeros Dorados – el otro era un peli negro el cual llevaba una caja de Pandora con la imagen de un toro dorado en él.

- No hay nada de qué preocuparse, al final, yo, el Gran Shura de Capricornio lo tiene controlado.

- Yo igual soy un Caballero Dorado, Aldebarán de Tauro, pero no hay que confiarse en eso, pueden ser adversarias muy fuertes.

- ¡Soy su mejor amiga, su amiga desde hace tiempo y también tengo más pecho que tú! – reclamó la peli verde – además, llevó orgullosa sangre española.

- ¿Sangre española? – eso llamó la atención de Shura.

- Tengo sangre japonesa, soy su quedante desde antes de que llegaras a Japón, me dio su primer beso, su primera cita y él me ha dicho que soy la mujer de su vida. Aunque no tenga tanto pecho como tú, a él le gustan – respondió la peli negra que, a pesar de su rostro monótono, no temía a nada, incluso Aldebarán miró la determinación de esta.

- Basta… esto se acaba aquí – el aura dorada envolvió con más fuerza a Esperanza y sin más, la Armadura que tenía Shura salió de la Caja de Pandora y envolvió el cuerpo de está mostrando la Armadura Dorada de Capricornio.

- ¿Q-Que es eso Esperanza? – preguntó Joan impresionado por eso.

- Yo tampoco me quedaré atrás – Tsukumo hizo lo mismo y envuelta en un aura dorada invocó una Armadura que resultó ser la de Tauro y esta fue envuelta por el ropaje sagrado – lucharé con todo lo que tenga.

- ¿Esas chicas… usan las Armaduras Doradas? – preguntaron Aldebarán y Shura.

- ¡Prepárate! – Esperanza fue la primera en pelear y atacó a la japonesa la cual evitó el ataque.

- No me ganarás con eso – Tsukumo llegó a atacarla, pero también esquivada por la española.

- No sé porque Tsukumo, pero siento que mi brazo es algo fuerte y siento que es como una… espada – Esperanza levantó la mano como si fuera una espada y la lanzó hacia la chica de cabello negro la cual fue golpeada y mandada a volar hacia otra isla griega.

- ¿Usó Excalibur? – preguntó Shura.

- S-Sí – Aldebarán río un poco – creo que esto será un combate entre Damas Doradas.

Joan no sabía qué hacer y es que luego de eso, Esperanza fue a seguir a la japonesa de cabello negro a donde la había mandado.

- ¿Q-Que mierda acaba de pasar?

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En otro lado…

Joan no era el único que sufría con dos amantes, cierto hondureño tampoco la pasaba bien.

- ¿Me puedes explicar que haces aquí Nakano? ¿No se supone que tu ibas con Arihara en otra expedición? – preguntó Shinonome a la periodista la cual iba tomada del brazo derecho del moreno.

- Se supone, bien lo dijiste Shinonome-san, pero no, logré escaparme y vine por Ramón-san, así de simple.

- E-Eres una… - la peli azul se calló y solo tomó del brazo izquierdo a su quedante secreto – no importa, después de todo él solo me quiere a mí.

- Pues eso no lo sabemos.

Sin más, ambas chicas iban con el joven de ambos brazos, pero llegó un momento en el que la peli azul se cansó y se quedó parada sin soltar al moreno.

- ¿Qué pasa Ryo? – preguntó el chico sorprendiendo a Nakano ya que era la primera vez que Ramón llamaba a Shinonome por su nombre.

- Ramón, reclamaré mi lugar como tu novia y única mujer en tu vida – la peli azul estaba más que enfocada, aunque Nakano era un manojo de sorpresas ya que no sabía que también la chica llamara al hondureño por su primer nombre – Nakano… no dejaré que ninguna mujer tenga a Ramón a su lado, yo soy la única que el ama.

- Pues no estaría segura Shinonome-san, con eso que eres muy seria y todo lo encuentras vergonzoso, dudo que Ramón-san quiera a alguien así – dijo la peli verde.

- ¿Qué me crees?

- Pues de esas chicas que solo dicen "¡Indecentes!" cuando ven algo vergonzoso.

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- ¡Achú! – estornudó cierta peli azul.

- ¿Estás bien Umi-chan? – preguntó cierta peli gris mirando a la chica.

- S-Sí, no sé porque, pero creo me enfermaré.

- A lo mejor es el cambio de clima, es algo común enfermarse cuando se cambia de país – dijo Maki a su lado.

- Sí, a lo mejor es eso.

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De vuelta…

- ¡Y-Yo no soy así! – reclamó Shinonome.

- Si lo eres.

- ¡No lo soy! – la chica ya estaba molesta, incluso un aura dorada la envolvió por completo.

- No, yo tampoco cederé ante ti – la peli verde también fue envuelta en un aura dorada que impresionó a dos personas que iban caminando por el lugar.

- ¿Sientes eso hermano? – preguntó un joven de cabello color caramelo el cual estaba impresionado de sentir ese poder – es fuerte.

- Si, realmente pensé que sería de alguno de los otros Caballeros, pero no – un chico de cabello castaño oscuro miró de reojo a las chicas que eran envueltas por las auras.

- Esos… son cosmos dorados.

- ¡Prepárate!

- ¡Aquí voy!

Ambas chicas fueron capaces de invocar las Armaduras que poseían los jóvenes que iban pasando por ahí, uno de ellos tenía la caja de Pandora con el dibujo de un León Dorado la cual fue a envolver el cuerpo de la periodista.

En cambio, el otro tenía la Caja con un dibujo de un centauro con un arco y flecha en él, esta Armadura fue a envolver a Shinonome la cual lucia unas alas grandes doradas.

- ¿N-No me fallan mis ojos Aioria? – decía el castaño – dime que es mentira que estoy viendo a una chica con la Armadura de Sagitario puesta.

- N-No es broma hermano Aioros, también estoy viendo a otra chica con la Armadura de Leo.

- ¿Lista para caer Shinonome-san? – Nakano elevó mucho su cosmos mientras aparecía un imponente león detrás de ella.

- Eso mismo debería preguntarte Nakano – detrás de la peli azul, apareció un centauro con un arco y flecha apuntando hacia adelante.

- ¡Aquí vamos! – ambas desaparecieron de la vista del hondureño el cual quedó confundido mirando hacia el frente.

- ¿Q-Que pasó aquí?

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En otro lugar de Atenas…

- ¿No creen que es linda la vista? – preguntó Shinzuke el cual iba con su hermano, Akane y Nozaki.

- Sí, es muy linda, aunque a veces las ruinas le dan el toque de fantasmagórico al sitio – río un poco Souta.

- ¿No será que lo dices porque el sitio es demasiado alto para ti? – al decir eso, la risa del peli verde se detuvo y miró a su hermano mayor con odio.

- ¿Por qué sacas ese tema? ¡No tengo la culpa de ser tan bajo!

- ¿Qué tiene? Uno debe aceptar lo que es.

- ¿Entonces me dices que no te gustan las personas de baja estatura y te burlas de ellas?

- N-No lo digo de ese modo hermano.

- ¿Escuchaste Ukita-san? – Souta miró a la castaña la cual le dedicó una mirada llorosa al peli turquesa.

- Senpai… ¿acaso no te gustan las personas de baja estatura? – algunas lágrimas se formaron en sus ojos dándole un aspecto demasiado tierno, tanto que Shinzuke no pudo resistir esto.

- ¡N-No es lo que crees Ukita-chan! M-Me gustan mucho las personas como tu… digo, no es que precisamente sean otras chicas, pero tú eres diferente… ¡Digo, lo que quiero decir es que…! – el de segundo año no continuó ya que sintió como su mano era tomada por la castaña - ¿Ukita-chan?

- Gracias… Senpai – la chica le dedicó una linda sonrisa que dejó muy rojo al peli turquesa, quien no pudo evitar abrazar a la castaña - ¿Senpai?

- ¿No te molesta que te cargue verdad?

- No… me gusta – Akane estaba muy roja, pero escondió su rostro en el pecho de su amado en secreto, cosa que lo hacía para esconder su vergüenza.

Mientras esto pasaba, Nozaki y Souta miraban esto, viendo como su hermano / mejor amiga estaba felices de la vida.

- ¿Qué opinas Nozaki-san? – dijo el peli verde – se ven lindos ¿no?

- Sí, es que Ukita-san es muy tímida la mayor parte del tiempo y estar con Haraguchi-Senpai realmente le agrada.

- Sí, estar con ella lo hace feliz.

- Sí – la rubia miró de reojo al peliverde y esta solo se sonrojó bastante – H-Haraguchi-kun… ¿puedo preguntarte algo?

- Sí, dime.

- ¿C-Cuando le diremos a Haraguchi-Senpai sobre… ya sabes?

- Bueno, creo que a su tiempo – Souta suspiró un poco – pero estoy seguro de que mi hermano te aceptará tal y como eres.

- ¿E-Estás segura?

- Sí, créeme, Shinzuke no es el tipo de hermano sobreprotector, es muy amable, lo único que lo molesta es que las fans suyas sean muy empalagosas con él.

- L-Los fans son muy escándalos – río un poco Yuuki ya que sabía la fama que se ganó ella por su cuerpo – p-pero me alegra haber encontrado a alguien como tu Haragu… no, Souta-kun.

- Me alegra eso… Yuuki-san.

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En un hotel en la ciudad de Atenas…

- ¿Es aquí? – preguntó una castaña de ojos verdes mirando a un señor de cabello castaño y ojos del mismo color.

- Sí, me han contado que es muy bueno, que las camas son duras y no hacen mucho ruido.

- Eso espero, nunca lo he pasado tan bien con un hombre como usted.

- Hace tiempo que no tengo intimidad con una mujer, además, usted es más bella que mi ex mujer, mucho más bella – dijo el castaño riendo un poco - ¿pasamos Momoko Kakehashi?

- Por supuesto que sí, Alfonso Fábregas.

Sin más, ambos adultos entraron en el sitio y se notaba, que pasarían horas dentro del hotel, pero eso, solo lo contarían ellos.

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Continuará…