Dale Play a la Esperanza.
.
RinMakoto. Mari está metida en un problemón por su madre, bueno, ella ya tiene un plan para resolver esto del matrimonio arreglado, me inspiré en lo de la película para hacerlo. Y sí, vivan las de Nijigasaki. ¡Saludos!
.
El Redentor 777. Pues sí, Suiza por eso está tan bien luego de la Guerra. Jaja, es que Kasumi me recuerda mucho a Nico ya que siempre las ignoran por cosas así, y Yoshiko, siempre sale con comentarios así. Gracias por la corrección, siempre pensé que era el 15 porque, bueno, aquí en Honduras se celebra ese día y además en los noticieros de México siempre dicen que el 15 es, te digo porque aquí casi toda la programación es de México y ahí lo dicen, además de que olvidé buscar pensando que eso era correcto. Jaja, pseudonovia italoamericana, buen título. ¡Saludos!
.
Sin más, comencemos…
.
.
.
Otro día en la bella Italia amanecía y ahora había algo que preocupaba a la italo-americana del grupo de Aqours y era que su madre la había llamado indicándole sobre un matrimonio el cual estaba obligada a realizar, sin embargo, ella sabía que eso le traería lo peor en su vida, pero solo tenía una salida y era tener una pareja.
El problema era que ella no tenía una pareja, la zona de Numazu tenía más población femenina por lo que había pocos chicos en los cuales fijarse, pero Mari encontró algo de esperanza cuando vio a Joan de lejos. No lo conocía del todo, pero supo que esto podría ser algo arriesgado ya que no quería meter en problemas al castaño.
Finalmente, Mari se decidió y fue directo a hablar con el mexicano el cual estaba caminando un poco él solo ya que su quedante peli negra fue con sus amigas de segundo año a ver la ciudad en una salida de chicas. Ramón fue llevado por Shinonome a dar una vuelta mientras que Yukio se fue con Kurashiki, los demás chicos se fueron a dar una vuelta entre ellos, aunque el mexicano dijo que iría, al final se retractó.
Cuando iba por los pasillos del barco, sintió como alguien venía detrás de él, por un momento pensó que podía ser Esperanza o alguna otra de las chicas, aunque luego cuando se dio vuelta, notó que no era ninguna de ellas.
- Fábregas-san – Mari llegó con el muchacho el cual seguía confundido por la presencia de la rubia.
- ¿Q-Que pasa?
- ¿Tienes un minuto?
- Sí, pero, ¿Qué pasa Ohara?
- Ven conmigo – la rubia lo tomó de la mano y se lo llevó a su habitación, aunque en el camino, las demás de Aqours se dieron cuenta de esto y siguieron a la rubia.
- ¿Qué pasará? ¿Por qué Mari-san lleva a ese chico a su habitación? – preguntó Dia.
- ¿Y me lo dices a mí? – Kanan se puso a pensar en algo – no se me viene nada a la mente.
- ¿Y si Mari-chan tiene un novio en secreto y nunca supimos eso? – la propuesta de You hizo que todas se detuvieran y pensarán un poco las cosas.
- ¡No me lo creí de Mari! ¡Esa demonio es muy astuta! – dijo Yoshiko en su pose de ángel caído – los demonios que provienen del más bajo de los inframundos no me han informado de tal noticia.
- No seas tonta Yoshiko-chan.
- ¡Yohane!
- No vamos a oírlos ¿verdad? – dijo Ruby a lo que las demás de Aqours solo asintieron y se pegaron a la puerta en la que la rubia estaba con el castaño.
- ¿Qué dicen?
- Ni idea – en eso, las demás se callaron cuando empezaron a escuchar la conversación de los dos jóvenes.
- ¿Entonces… lo haremos?
- Por favor, quiero hacer esto, la verdad es que es mi primera vez – con eso, las chicas quedaron asustadas ya que solo algo se les vino a la mente.
- ¿H-Harán que cosa?
- Que indecente – susurró Dia - ¿Cómo es que Mari-san tiene esos pensamientos tan impuros?
- Q-Que mayor nos salió Mari-chan – ahora fue Riko – nunca lo creí de ti.
- Riko-chan, esto es como sale en tus mangas – las palabras de la peli mandarina hicieron sonrojar a la peli vino tinto ya que conocía su gusto por los mangas.
- Silencio, alguien viene-zura – Hanamaru escuchó eso y cuando menos acordaron, la puerta se abrió y las 8 chicas cayeron al suelo.
- Girls, ¿Qué pasa? – preguntó Mari mirando sus amigas de Aqours.
- E-Este… n-no es lo que creen…
- ¿Qué pasa aquí?
- ¿Son tus amigas verdad? – preguntó Joan.
- Sí – la rubia los invitó a entrar y la chica decidió explicar el plan que ella tenía para evitar que su madre dijera algo sobre el matrimonio que le estaba arreglando - … eso es lo que tengo planeado.
- Vaya, con que solo era eso – dijo You.
- ¿Y qué pensaban que decíamos? – preguntó el mexicano.
- ¡N-Nada!
- ¿Seguras? – Mari las miró como analizando y juzgando, cosa que puo muy incomodas a las de Aqours las cuales solo desviaban la mirada algo sonrojadas.
- Volviendo, siento que es algo arriesgado ya que tu madre nos puede descubrir – dijo el castaño.
- Lo sé, pero es que no me quiero casar, no aun – rogaba la rubia – por favor Fábregas-san, no quiero tener que votar mi juventud tan pronto, aun no me acostado con nadie que me guste y no quiero tener que hacerlo con alguien que ni siquiera conozco.
- N-No creo que deberías haber dicho eso – dijo Dia con las mejillas algo sonrojadas.
- ¿Y cómo sabemos que esto va a funcionar? – preguntaba el castaño – además… no quiero que esto se extienda a más personas.
- ¿Acaso tienes pareja?
- L-La verdad no oficialmente, pero… - antes de que Joan terminara, Mari se inclinó ante él - ¿Ohara?
- Por favor, te lo ruego – la voz de la italoamericana comenzó a hacerse más aguda por las emociones – solo será por esta vez, solo para engañar a mi madre.
- Ohara – Joan estaba metido en una encrucijada ya que sabía que Tsukumo no estaría muy de acuerdo en esto, él la amaba a ella, pero de igual manera quería ayudar a Mari ya que él no era de los que diría que no – bien, hagamos esto.
- Really? – el castaño asintió y esta sin más, se lanzó a darle un fuerte abrazo – Grazie Fábregas-san!
- D-De nada – dijo un poco nervioso por el contacto de la rubia, el cual no era el mismo del de su quedante peli negra, del cual estaba más que acostumbrado.
- Bueno, dejando todo este acto, ¿A dónde iremos para lo de tu madre Mari-chan? – preguntó la pianista del grupo.
- Lascialo a me – Mari llamó lo que parecía ser algun transporte – sí… quiero que vengas al puerto… ¿en 20 minutos? Excellent! Bueno, nos vemos, addio.
- ¿Qué pasó?
- Ya vendrá nuestro auto a recogernos, por lo que solo queda alistarnos.
- ¿Y que nos pondremos?
- Déjamelo a mí.
.
Una deuda con la sociedad más tarde…
.
- ¡Listo! Quedaste muy bien – Mari mostró al castaño el cual estaba con un esmoquin el cual le quedaba bien a su cuerpo, aparte de eso que llamaba mucho la atención.
- ¿En serio?
- Sí, el traje está muy genial – dijo la rubia levantando el pulgar.
- ¿Cómo tenías un traje para hombre en tu closet?
- Por precaución, nunca sabes cuándo necesitarás algo así.
- Y este traje, ¿Cuánto cuesta?
- No cuesta mucho, solo unos 15000 euros – las palabras de la rubia dejaron a todos callados.
- ¡¿Cómo que no cuesta mucho?! – Dia tomó su celular y empezó a hacer cálculos - ¡Mari-san, esto cuesta casi los 2 millones de yenes!
- A ver – Joan tomó su celular y también hizo cálculos - ¡No mames! Esto cuesta casi los 362000 pesos mexicanos.
- ¿Lo ven caro?
- ¡Obvio que sí!
- Y eso que es de los más baratos que usa mi familia – los demás quedaban callados por la riqueza de la familia Ohara.
Sin más, Mari se vistió y se puso un traje normal, color negro y un poco ajustado, el cual le llegaba a las rodillas, aparte de que llevaba un pequeño escote en la zona del pecho.
- ¿Qué tal? How does it look?
- ¡Muy linda Mari-chan! – las demás halagaban a la rubia por la belleza que deslumbraba.
- Pues te ves bien – halagó el castaño a lo que las mejillas de la rubia se pusieron rojas.
- Vaya, que lindo halago – las de primer año de Uranohoshi miraron a Joan con ojos divertidos.
- No tiene nada de malo, de donde vengo es de buena educación halagar a una mujer que es bella, no es coquetear ni nada por el estilo.
- Que cosas – río un poco Kanan.
- Bueno, creo que nos iremos dentro de poco – Mari tomó de la mano a Joan y este se sonrojó un poco ya que el contacto de la chica era suave, pero como siempre, no lo comparaba con el toque de su amante.
Solo irían los dos ya que Mari comentó que su madre no quería a Kanan y Dia con ella ya que las consideraba una mala compañía.
Sin embargo, Kudo y Tsubasa salían del cuarto del chico luego de que la capitana había llegado a que ambos salieran a una cita por las calles del país itálico, pero el peli negro notó como iba el mexicano junto con la italoamericana.
- ¿Qué pasa Kudo-kun?
- ¿Qué no es Joan el que va allá? – preguntó el peli negro señalando hacia el sitio en el que Joan iba con Mari.
- ¿A dónde va Fábregas-kun? – la castaña no entendía que pasaba, pero notar la presencia de Mari a su lado - ¿Quién es esa chica?
- Creo que era una de las que hablaban con Ramón el otro día, pero no entiendo que hace con ella – espero que no sea lo que estoy pensando.
- Yo también espero eso, no quiero pensar que Joan salga con una chica así a escondidas de nosotros.
- Más por Tsukumo-Senpai – Tsubasa tomó su teléfono y mandó un mensaje a las demás chicas, también a los chicos sin contar a Joan ya que no quería que se diera cuenta de esto.
Los demás miembros del club de béisbol recibieron el mensaje de parte de su capitana, pero muchas dudaron al verlo, igual los chicos.
Pero cuando Tsukumo se enteró…
- ¿Q-Que hace Joan con esa chica? – la peli negra solo leyó el mensaje y quedó totalmente ida.
- E-Esperen, no saquemos conclusiones todavía – pidió Aoi sabiendo que Tsukumo podía llegar a ser bastante celosa.
- Si Joan está haciendo lo que pienso – Iwaki tronó sus puños – no sabe el infierno que le espera.
- No me lo creí de ti Carlos – Esperanza estaba junto con Claudia cuando recibió el mensaje - ¿ves en lo que anda Carlos?
- Carlos – Claudia frunció el ceño solo negando su cabeza – papá no te educó para que fueras así.
- No me lo creo – Ramón y Yukio estaban con Shinonome y Kurashiki cuando recibieron el mensaje, las chicas también lo leyeron.
- ¿Fábregas-san engaña a Tsukumo-san? – la peli roja estaba algo molesta por haber leído eso.
- De él nunca me lo creí – dijo la peli azul al lado del hondureño.
- ¿Qué opinas Yukio?
- No creo que él haya hecho algo así – dijo el peli azul dejando impresiones en los 3 – piénsenlo bien, aunque Arihara-san lo haya visto así, creo que hay algo más en todo esto.
- ¿Tú crees Murakami-san?
- Correcto, siento que hay algo más de todo esto – aunque los otros 3 estaban algo confundidos, tal parece que Yukio no creía nada de esto.
.
Mientras Mari y Joan iban en el auto de lujo de la familia Ohara hacia donde estaba la madre de la rubia, sin embargo, el castaño parecía ir algo nervioso ya que no sabía lo que le esperaría nada más llegar.
- ¿Estás nervioso? – preguntó la chica.
- Un poco, ¿y tú?
- Yo estoy bien.
- ¿Segura? – el castaño notó como Mari estaba temblando un poco lo que evidenciaba claramente su nerviosismo.
- E-Es que la verdad no quiero que mi madre nos descubra ni tampoco que te diga algo malo.
- Ya hemos llegado muy lejos, así que no hay darse por vencidos – el chico la tomó de la mano – no lo olvides.
- Fábregas-san – las mejillas de Mari se pusieron rojas un momento, pero fue suficiente para que se calmara – tienes razón, vamos a dar lo mejor de nosotros.
- Así es… Mari.
- Gracias… Joan-kun.
- Debemos hablar un poco sobre nuestra vida, así tu madre si pregunta algo del otro, podremos responderle.
- Tienes razón, así que vamos Joan-kun – durante varios minutos hablaron sobre algunas cosas básicas del otro, así podrían engañar a la madre de Mari.
Cuando llegaron…
- ¿E-Esta es la casa de tu madre?
- Sí, lamento si no es tan impresionante, pero ella se decidió por la menos llamativa.
- ¡¿La menos llamativa?! – Joan miraba la mansión la cual era muy lujosa y también de buen tamaño – oye, ¿Cuánta fortuna tiene tu familia?
- Eso no importa, ya debemos entrar – ambos chicos fueron recibidos por un señor de cabello negro y ojos del mismo color y con un bigote el cual solo observaba a la rubia y al mexicano.
- Al final llegaron, tal y como lo dijiste… Mari – el hombre miró a la rubia y le dio un pequeño abrazo al igual que la joven.
- Sí, estoy aquí papá – Mari se separó y miró a su progenitor – él es Joan Fábregas Díaz-kun, mi pareja.
- ¿Tu eres la pareja de mi hija?
- S-Sí, un gusto señor Ohara.
- Vaya que tu acento es diferente, además de que tus rasgos no son muy japoneses que digamos.
- Soy de México – respondió.
- ¿México? – el hombre entrecerró los ojos – ya veo, justamente mi relación con México no anda bien, pero creo que podremos hablar algo.
- Y-Ya veo.
- Pasen, que tu madre está esperando – sin más, el hombre entró y detrás de él, iban Joan y Mari algo nerviosos, pero de la nada, la italoamericana tomó de la mano al castaño, aunque este no correspondió del todo el gesto, aun así, la apretó un poco para hacerle saber que no había nada que temer.
Finalmente, llegando a la sala, notaron a la madre de la rubia esperándolos, ella era igual a su madre, solo que su cabello era más largo y sus ojos eran de un tono oliva un poco más oscuro.
- Madre.
- Mari – ambas mujeres Ohara solo se miraron a los ojos dejando un ambiente incomodo en el lugar.
- ¿En qué enredo me he metido? – se cuestionó mentalmente el mexicano sabiendo que esta iba a ser una jornada algo larga - ahora sé lo que Ramón sintió con Kasumi… y ahora tengo una pseudonovia italoamericana.
.
.
Continuará…
